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TERMOCOMPRESOR

La práctica de recomprimir un vapor para aumentar su temperatura y permitir


nuevamente su uso, se llama TERMOCOMPRESION. Este principio encuentra
continuamente aplicaciones más amplias en la industria.
En una fábrica de azúcar de caña bien diseñada o equilibrada, el vapor necesario para el
proceso es aproximadamente un 15 % menor que la cantidad disponible procedente del
escape de los turbogeneradores, o sea, que las necesidades de vapor de escape para la
concentración son muy superiores a las cantidades de vapor de escape disponibles. Una
fábrica así debe entonces expandir una cantidad importante de vapor vivo, para
completar su vapor de escape. Esta expansión se lleva a cabo generalmente en una
válvula reductora sin obtener ningún beneficio. Dadas sus ventajosas posibilidades de
ahorro de vapor se podría hacer esta expansión en un termocompresor. Una cantidad
determinada de vapor de alta se reduce hasta los parámetros de vapor de escape para
complementar las necesidades de vapor.

2. Aplicación:

La práctica de comprimir un vapor para aumentar su presión y temperatura y permitir


nuevamente su uso, se llama
TERMOCOMPRESION. Este principio encuentra continuamente aplicaciones más
amplias en la industria. El termocompresor de inyección de vapor está diseñado para
levantar bajas presiones de vapor con vapores de alta presión, mezclándolos con mucha
exactitud.

Las aplicaciones de termocompresores están, en su gran mayoría, concentradas en


procesos que reutilizan vapor flash y en equipos que necesitan una presión algo mayor
que la que el flash entrega. Un ejemplo típico de esto son las máquinas papeleras con
cascada de presión.

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