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El Derecho penal como parte del control social. Sentido de la expresión Derecho
Penal: El hombre es un ser social, que siempre se relaciona con otros hombres.
Toda sociedad organizada como Estado debe proceder a la defensa de las
personas que lo componen, así como también a la defensa de los bienes de
dichas personas. A tal efecto, el Estado tiene la facultad (y obligación) de crear la
legislación penal; es decir, las normas jurídico-penales que determinen los delitos
y sanciones penales que corresponden a quienes los cometen.
El derecho penal es la rama del derecho público que estudia al delito y su pena,
así como al conjunto de leyes y su interpretación. Zaffaroni, en su última obra
expone que: “... Es la rama del saber jurídico que mediante la interpretación de las
leyes penales, propone a los jueces un sistema orientador de decisiones que
contiene, para impulsar el progreso del Estado constitucional de Derecho”
El Derecho penal es:
b) El Ius Puniendi del Derecho Penal: La pena (retribución por parte del DP para
quien comete un delito) persigue un objetivo inmediato: proveer a la seguridad
jurídica. Para justificar el Ius Puniendi (facultad del Estado de aplicar sanciones), a
travez de los siglos, han surgido diversas teorías de la Pena:
La
Ley como fuente de producción del DP: Las fuentes de producción y conocimiento
de la legislación penal, se hallan limitadas por el art. 18 CN en la parte que dice
“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso...” Esta disposición consagra el principio de
legalidad: Esto implica la prohibición de Ley ex-post-facto (que una ley posterior
pene una conducta anterior) “Nulla poena sine lege, nulla poena sine crime,
nullum crimen sine poena legali”. Esto se funda en que no se puede condenar
racionalmente al que no tenía como saber que su conducta estaba prohibida
(porque comete un acto que, al momento del hecho no era delito).
El principio de legalidad, se complementa con el principio de Reserva, art. 19:
“Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que la ley no mande ni
privado de lo que ella no prohíbe”
Ultraactividad de la Ley Penal: Puede ocurrir, que la ley que corresponde aplicar
no sea ni la que regía al momento del hecho, ni la que rige al momento de dictarse
sentencia, sino una ley intermedia. En esta situación tenemos 3 leyes:
En caso de que la ley intermedia sea la más benigna, ésta debe ser aplicada
(aunque la misma haya sido derogada). Es decir, se aplica de manera ultraactiva.
Leyes temporales o excepcionales: Cuando la exigencia de la aplicación de la ley
penal + benigna estaba solo en el CP, era posible que (por ser una ley común) la
misma podía ser reemplazada por otra disposición de igual jerarquía. Esto sucedía
con las leyes temporales: son las que fijan expresamente un tiempo de vigencia de
la misma (ej: una ley que rige durante 1 año), en caso de no fijarlo, el tiempo de
vigencia se condiciona a la permanencia de las circunstancias excepcionales que
determinaron su sanción (ej: se agrava la pena de hurto en caso de inundaciones).
Esto implicaba una derogación al art. 2 CP, pues al ser éstas siempre + gravosas,
carecerían de efecto si se aplicara retroactivamente la ley + benigna.
Actualmente, el principio de la ley penal + benigna NO admite excepciones, al
estar presente en diversos tratados que nuestro país ha rectificado, y más aún,
han adquirido rango constitucional. Por esto, en caso de haber leyes temporales,
las mismas solo serán aplicables durante su vigencia, careciendo siempre de
efecto ultraactivo.
Inmunidades e Indemnidades:
Inmunidad es el sometimiento de un juicio previo al penal, un privilegio de fuero
que ampara a ciertos funcionario públicos. Las inmunidades las hallamos en el art.
69 CN: “Ningún senador o diputado puede ser arrestado desde el día de su
elección hasta el de su cese...” Es decir, que para que el legislador sea juzgado
por la justicia ordinaria, es necesario que el mismo sea sometido a un “juicio de
desafuero”. Art. 70 CN: “Cuando se forme querella por escrito ante las justicias
ordinarias contra cualquier legislador, podrá cada cámara con 2/3 de votos,
suspender en sus funciones al acusado y ponerlo a disposición del juez
competente para su juzgamiento”.
Otro tipo de inmunidad es el que gozan los agentes diplomáticos, jefes de Estado
extranjeros y cónsules.
El art. 31 de la convención de Viena establece que “el agente diplomático gozará
de inmunidad de jurisdicción penal del Estado receptor” aclarando que eso no le
exime de responsabilidad en el Estado acreditante. Además, el Estado acreditante
puede renunciar a la inmunidad de jurisdicción de sus agentes, y así, el Estado
receptor puede juzgarlo. La inmunidad del agente diplomático se extiende a los
miembros del personal administrativo, con sus respectivas familias, siempre que
no sean nacionales del Estado receptor ni tengan allí su residencia permanente.
Este tipo de inmunidad gozan también los jefes de Estado, fuerzas armadas que
se encuentren en territorio extranjero en tiempos de paz y con consentimiento del
Estado receptor (Tratado de Montevideo de 1940).
En el caso de agentes diplomáticos argentinos en el exterior, la corte suprema
tiene competencia originaria en asuntos concernientes a embajadores, ministros y
cónsules que estén cumpliendo funciones representando al Estado Argentino en el
extranjero (por aplicación del principio Real o de Defensa).
Indemnidad: Se da cuando ciertos actos de un funcionario, quedan exentos de
responsabilidad penal. Hay indemnidades impuestas por la CN en lo referente a
opiniones parlamentarias. El art. 68 CN dispone: “Ninguno de los miembros del
congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las
opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador”, aún
cuando el legislador cesare en su mandato, seguirá amparado por su indemnidad,
siempre que fueran opiniones o dichos respecto de su mandato. La naturaleza
jurídica de la indemnidad es una no-incriminación de la conducta. Como
consecuencia de este punto de vista – que no es compartido por la doctrina-
Zaffaroni explica que, también quedarán excluidos de responsabilidad penal los
instigadores y cómplices que hayan participado en la acción.
El proyecto Tejedor:
Sus fuente era el código Español y el de Baviera (obra de Feurbach)
Divide las infracciones en crímenes, delitos y contravenciones
Las penas podían ser corporales, privativas del honor y pecuniarias.
Admitía la pena de muerte
Las penas eran fijas. (es decir, no permitía al juez graduar la pena
entre un máximo y un mínimo)
Establecía distintos grados de culpa, como también atenuantes y
agravantes
Legislaba sobre reincidencia, sobre responsabilidad civil y sobre
menores
Legislaba sobre delitos comunes y no sobre federales, ya que estos
estaban comprendidos en la Ley 49.
Presentado el proyecto al congreso nacional, el mismo lo rechazó, pero todas las
provincias de la Confederación Argentina lo adoptaron. (incluso fue sancionado en
Paraguay)
El proyecto de 1891: Debido a la crítica del código de 1886, se crea una comisión
para reformarlo, pero en lugar de presentar un proyecto de reformas, presenta un
proyecto de CP, sus características principales eran:
Sus fuentes eran el código holandés y el italiano (el más moderno de
la época)
Legisló sobre delitos comunes y sobre federales
Establece medidas de seguridad par inimputables
Divide las infracciones en delitos y faltas
Conserva la pena de muerte
Las penas se graduaban según factores subjetivos, como la
naturaleza del delincuente y las intenciones de cometer el delito
Este proyecto no se sancionó, pero influyó en la legislación posterior.
Ley de reforma de 1903: Aunque el proyecto de 1891 había sido rechazado, se
seguía pensando en una reforma del CP, por ende en 1903 se sanciona la ley de
reforma (que reformaría el código de 1886), surgiendo luego el proyecto de 1906.
La reforma de 1916: Toma como base el proyecto de 1906, pero con algunas
modificaciones:
suprime las disposiciones sobre “faltas”
suprime la pena de muerte
disminuye el mínimo de la pena del delito de homicidio
aumenta la pena en los delitos contra la honestidad
Fue aprobado por la cámara de diputados sin discusiones, pero pasó a la cámara
de senadores, dónde se aprueba, pero con reformas.
Pasó nuevamente a diputados y, en 1921 se sanciona definitivamente el actual
código penal, que comienza a regir en abril de 1922. (POR FIN se pusieron de
acuerdo)
Proyectos de estado peligroso sin delito: Una vez sancionado el CP, la comisión
redactora emprendió una tarea legislativa destinada a la sanción de una nueva
legislación penitenciaria y de un nuevo código procesal. Lamentablemente esto se
frustró y nuestra legislación penitenciaria tardó mucho en madurar.
Los esfuerzos se dispersaron debido a que, respondiendo a las ideas positivistas
de la época, se comenzó a trabajar en proyectos de “estado peligroso”.
En 1923 se elaboró un proyecto de “estado peligroso” que era abiertamente
inconstitucional por violatorio del principio de legalidad (se preveían medidas que
incluían reclusión por tiempo indeterminado, quedando sometidas a las mismas
los inimputables, vagos, mendigos, ebrios, etc). Este proyecto fue remitido al
congreso, donde afortunadamente no tuvo ninguna consecuencia. En 1926, fue
enviado al congreso otro proyecto de estado peligroso, pero esta vez, post –
delictual, tampoco el congreso nunca lo trató.
En 1932, el PE envía al senado un nuevo proyecto de “estado peligroso”, que fue
aprobado por ésta. El proyecto trataba, entre otras cosas, el restablecimiento de la
pena de muerte. Pero la cámara de diputados rechaza el proyecto.
a) Concepto de Teoría del Delito: Es aquella parte del derecho Penal que
enumera las características generales o presupuestos necesarios que debe
tener una acción para ser considerada Delito. Sirve para facilitar al juez, fiscal,
defensor, etc. La tarea de determinar si la acción es delito o no. Una vez que se
compruebe que dicha acción es delito, se deberá analizar que clase de delito se
trata. Zaffaroni dice que la Teoría del delito es la averiguación de la presencia o
ausencia del delito en cada caso concreto.
Supuestos de Falta de Acción: Son los casos en que no hay voluntad, a pesar de
haber participado.
c) Bien jurídico y norma penal. Importancia del bien jurídico para la tipicidad: A
través de la tipicidad podemos ver que bienes jurídicos protege el derecho penal
(analizando las conductas que pueden recibir penas por afectar dichos bienes):
Bienes universales: son los que toda la sociedad es titular: La seguridad, el orden
público, etc
Bienes individuales: Son los que tienen un solo titular. La vida, la propiedad, el
honor, etc.
Si la conducta coincide con la descripción del tipo, pero no se lesiona ni pone en
peligro un bien jurídicamente tutelado, se considera que no hay tipicidad.
a) El Tipo activo doloso. Se da cuando hay una coincidencia entre la voluntad del
autor y la realización del tipo en sus dos niveles: Objetivo y Subjetivo. Implica
siempre la causación de un resultado (aspecto externo) y la voluntad de causarlo
(aspecto interno)
La voluntad dolosa:
Dolo Directo: Existe cuando el autor ha querido realizar el tipo, y dicha realización
era directamente perseguida por su voluntad de manera incondicional, es decir, la
meta de su voluntad
Dolo Indirecto: Cuando el autor, para cometer un dolo directo, indirectamente
causa un resultado mas. Ej: Si para matar a mi vecino le incendio la casa,
sabiendo que su familia está allí con él, muriendo todos por consecuencia de mi
actuar, con respecto a mi vecino, actúo con dolo directo, y con respecto a su
familia, con dolo indirecto.
Dolo Eventual: El autor realiza la acción considerando que el resultado de esta
puede llegar a realizarse, (es decir que es probable o posible), y no obstante ello,
el autor actúa. Ej: quien vende algo teniendo dudas de que es robado, y aún así,
vende sin importarle.
Eventuales elementos subjetivos del tipo, distintos del dolo: Algunos tipos, para
configurarse, necesitan además del dolo, intenciones o finalidades puntuales, al
momento de cometerse el hecho, de modo que su ausencia hará imposible la
configuración.
Ejemplos: el art. 130 establece que la finalidad del autor al retener la víctima debe
ser para “menoscabar su integridad sexual”; el matar con “ensañamiento, alevosía,
etc por placer, codicia, odio racial o religioso” art80 inc. 2., entre otros.
Aberratio Ictus, Dolus generalis y Error in persona: Aberratio ictus significa error en
el golpe. Es cuando por una desviación del nexo causal se produce un resultado
que no es idéntico al querido por el autor, pero es jurídicamente equivalente. Ej:
Quiero matar a Juan, apunto y disparo, pero Juan se corre y mato a Pedro. El
error no está en la mente del autor, sino en el golpe. El error in persona ocurre
cuando el sujeto incurre en error sobre la identidad de la víctima. Ej: Disparo
contra Pedro y lo mato, creyendo que es Juan, a quien quiero matar real//. El
resultado es jurídicamente equivalente. Dolus Generalis se da cuando el autor
produce un resultado, creyendo equivocadamente que ya lo había cometido. Ej:
Golpeo salvajemente a Juan, creyendo que este está muerto, lo tiro al río. Y Juan
muere ahogado (y no x la golpiza). En este caso se imputa homicidio doloso,
basándose en que no existen dos hechos independientes, sino un dolo general, un
actuar general, que causa la muerte.
El sistema del código penal Argentino. En nuestro código penal no hay una
definición de “culpa” en la parte general, pero el concepto se lo puede constituir a
partir de los tipos que hay en la parte especial. Es decir, que solo son típicas las
conductas culposas que así se tipifican en la parte especial, y a ellas es que hay
que acudir para construir el concepto general de culpa. Ej: el tipo de homicidio
culposo (art. 84) “Será reprimido con prisión (...) el que por imprudencia,
negligencia, impericia en su profesión o inobservancia de los deberes a su cargo,
causare a otro la muerte. En el caso de la imprudencia (exceso en el actuar) y en
la negligencia (falta de actuar) hubo una violación de un deber de cuidado.
Clases de culpa:
1) Culpa con representación (conciente): Cuando el autor se representó la
posibilidad de que el resultado se produzca, es decir que sabe que viola el
deber de cuidado, y no obstante eso actúa confiando en: a) que podía
evitarlo, o b) que no sucedería realmente.
2) Culpa sin representación (inconsciente): Cuando el autor no se representó
la posibilidad de que el resultado se produzca, aunque debía
representársela. El autor no sabe que actúa sin el debido cuidado.
Ejemplo: Paso a alta velocidad dónde hay chicos jugando a la pelota, puedo
pensar:
a) que no voy a pisar a alguno... (culpa sin representación)
b) que puedo pisar a alguno, pero confío en mis reflejos (culpa con
representación)
d) Aspecto Subjetivo: Tanto en los delitos propios como impropios, para que
haya dolo el sujeto debe conocer los elementos del tipo objetivo:
1) conocer la situación típica, 2) conocer la causalidad en la omisión, 3) conocer la
posibilidad de auxiliar, y en caso de ser garante, 4) conocer su situación de
garante
En el orden jurídico existen normas prohibitivas, pero las mismas se integran con
preceptos permisivos. De allí que la tipicidad es solo un indicio de la
antijuridicidad, porque con la primera tenemos nada mas que la antinormatividad
de la acción. Ej: matar a alguien es antinormativo, pero no sería antijurídico si esa
acción se realizó en legítima defensa.
Análisis de los requisitos (art. 34 inc. 6): Para que la causa de justificación excluya
la pena, deben cumplirse los siguientes requisitos:
1) Agresión ilegítima y actual: En primer lugar, debe provenir de un hombre
(nunca de una cosa o animal). Si el agresor es inimputable, solo se tiene un
derecho “limitado” de defensa. La agresión debe poner en riesgo un bien
jurídico. En segundo lugar, la agresión debe ser ilegítima, es decir, no debe
estar justificada. (Ej: si un policía, en cumplimiento de su deber me arresta,
no puedo alegar legítima defensa). En tercer lugar, la agresión debe ser
actual o inminente, es decir que no se puede reprimir una agresión pasada,
de lo contrario no sería defensa sino venganza.
2) Necesidad racional del medio empleado: El medio para impedir una
acción debe ser indispensable y razonable. En principio, la legítima defensa
no exige proporción, pero tampoco admite una desproporción exagerada.
Ej: hombre de 20 años, fuerte, que se defiende con arma de fuego contar
un ladrón de 70 años desarmado, que buscaba robarle un fruto de su árbol.
Pero sí habrá legítima defensa si al momento de ser violada, una mujer
mata a su agresor. La legítima defensa exige que el medio empleado se
dirija al agresor. Ej: A (víctima) no puede matar a la madre de B
(delincuente).
3) Falta de provocación suficiente por parte de quien se defiende: La
víctima no debe haber provocado, con su conducta anterior, la reacción del
agresor. La provocación no debe haber sido “suficiente”, es decir, de tal
gravedad que sea previsible que desemboque en el ataque del agresor.
Bolilla X: Culpabilidad
Efectos: En caso de que el error sea VENCIBLE (cuando el autor habría podido
saber que su conducta era antijurídica, al poner la debida atención), la culpabilidad
será atenuada.
En caso de que el error sea INVENCIBLE (si el autor de ningún modo
habría podido saber que su conducta era antijurídica) la culpabilidad será
eliminada.
El juez, en el caso concreto, determinará cuando un error es vencible o invencible.
El AUTOR es quien ejecuta la acción típica delictiva (ej: el que matare...), teniendo
de esta forma, el poder de decidir entre consumar el delito o desistir de él. Es así,
que el que cumple un papel principal es más severamente penado por quienes
cumplen tareas accesorias
El autor puede ser directo (o inmediato): Cuando el es el único que ejecuta la
acción directamente y por sí mismo
Pero también puede ser indirecto (o mediato) cuando el autor del delito, pese a
tener el dominio del hecho, utiliza a otra persona (instrumento) para cometer el
delito. En estos casos, hay autoría mediata cuando el sujeto es inimputable o
actúa bajo una causa de justificación, violencia física, coacción, obediencia
debida, error o falta de acción.
Teoría Subjetiva: Para esta teoría, autor es el que hace un aporte al hecho
queriéndolo como suyo –animus auctoris- y cómplice es el que quiere el hecho
como ajeno. Es decir, que para identificar la autoría, el que quiere el hecho como
propio es el que tiene interés en conseguir el resultado. De esta manera, lo
decisivo para esta teoría es la voluntad. Los resultados de esta teoría son
insatisfactorios: En el caso del infanticidio, la madre que pide a su hermana que
mate al niño ahogándolo, la madre es autora y la hermana cómplice.
Teoría del dominio del hecho (final-objetiva): Autor es el que posee el dominio del
hecho, mientras que los que toman parte del delito, pero sin dominar el hecho, son
partícipes.
Dominar el hecho quiere decir “haber tenido las riendas en las manos”, o sea
haber podido decidir si se llegaba o no a la consumación.; el que simplemente ha
colaborado, sin tener poderes decisorios, es partícipe. En todos los casos es
esencial que el autor haya obrado con dolo.
Como ya se vio mas arriba, autor directo es aquel que realiza personalmente la
conducta típica, aunque para eso se valga de algún instrumento (otra persona, o
cosa). Esto es cuando el autor llena objetiva y subjetivamente los requerimientos
de la conducta típica y no ofrece ninguna duda de que tiene en sus manos el
dominio del hecho.
c) Formas de participación:
a) El iter criminis y las distintas etapas del delito: Para llegar a la consumación del
delito, es necesario seguir un “camino”, realizar todo un proceso que va, desde la
idea o propósito de cometerlo (que surge en la mente del sujeto de cómo realizar
el delito, qué medios usar y cuándo) hasta la consumación misma del delito. Este
camino o conjunto de actos para llegar al delito se denomina “iter criminis” y
consta de dos etapas:
Zaffaroni dice que en todas las tentativas, los medios utilizados han sido
inidóneos, pues de lo contrario, el delito se hubiera consumado, pero, en la
tentativa inidónea el error es grotesco, grosero, burdo.
Teoría de la unidad de hecho: Este teoría trata de explicar por qué se aplica una
sola pena en el concurso ideal.
Cuando habría un hecho, correspondería una pena. Existe diferencia entre:
Acción: Comportamiento, simple actividad corporal.
Hecho: Actividad corporal, que se manifiesta en el mundo exterior y
que produce un efecto (jurídico)
Ej: El médico que para injuriar a un paciente revela una enfermedad de éste, hay
dos encuadramientos: violación del secreto profesional e injurias, pero hay una
sola modificación en el mundo exterior (divulgación de la enfermedad).
Para esta teoría, lo que tiene importancia para establecer que hay un solo hecho,
un solo delito y una sola pena, es la existencia de una sola modificación en el
mundo exterior.
Concurso real y reincidencia: La diferencia que media entre el concurso real y los
supuestos de reincidencia es que en la última ya ha habido sentencia
condenatoria. En el supuesto del concurso real se juzgan simultáneamente varios
delitos sobre ninguno de los cuales recayó sentencia condenatoria.
El artículo 41 del C.P. tiene una estructura similar al parágrafo 46 del Código Penal
Alemán, en cuanto en ambas normas se enuncian factores a ser tenidos en cuenta
por el juez al fijar la pena, pero sin predeterminar si ellos agravan o atenúan, o
cuánto valor ha de asignársele. Y si bien nuestra ley no contiene la afirmación
explícita del ilícito culpable como base de la pena, esto ha sido entendido
tradicionalmente así por la doctrina. Ello deriva, por otra parte, de la estructura
general de los tipos penales. La existencia de escalas orientadas a la gravedad
diferenciada de los hechos y el requisito de la culpabilidad, permiten partir de la
base de que también en el sistema argentino la culpabilidad es el fundamento de
la pena. Como vimos previamente, los artículos 40 y 41 de nuestro Código Penal
fijan las pautas a seguir por el magistrado para individualizar las penas.
El Art. 41 en su inciso 1º se refiere a las pautas Objetivas, aquéllas que
consideran el hecho punible en sí mismo, como el comportamiento y el resultado
del delito. Mientras que en su inciso 2º considera los aspectos Subjetivos, como
los de culpabilidad o actitud de la persona imputada.
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c) Unificación de penas y condenas:
Art. 55: Cuando concurrieren varios hechos independientes y reprimidos con
una misma especie de pena, la pena aplicable tendrá como mínimo, el
mínimo mayor, y como máximo, la suma aritmética de las penas máximas.
Sin embargo, esta suma no podrá exceder de 50 años de reclusión o prisión.
Art. 58: Las reglas precedentes se aplicarán también en caso que después
de una condena pronunciada por sentencia firme se deba juzgar a la misma
persona que esté cumpliendo pena por otro hecho distinto; o cuando se
hubieren dictado dos o más sentencias firmes con violación de dichas
reglas.
Corresponderá al juez que haya aplicado la pena mayor dictar, a pedido de
parte, su única sentencia sin alterar las declaraciones de hechos contenidas
en las otras.
Cuando por cualquier causa la justicia federal no pueda aplicar esta regla, lo
hará la justicia ordinaria nacional o provincial, según sea el caso.
1.2 Del ejercicio de las acciones en general: Las acciones procesales en general,
se refiere al poder de poner en funcionamiento el aparato jurisdiccional (tribunal,
juez) para lograr que se pronuncie (dicte sentencia) sobre los hechos, que el CP
considera delictuosos.
La acción penal es, en principio, de carácter público (la lleva adelante un órgano
del Estado) y oficial (el órgano público tiene el deber de promoverla y llevarla
adelante, sin posibilidad de abstenerse). Las excepciones son las siguientes: 1) las
dependientes de instancia privada (no obstante ser públicas, el agravado o su
representante deben formular la correspondiente denuncia, ej: violación, estupro,
etc). 2) Las acciones privadas (el interés se ajusta al damnificado, cuando en forma
sostenida a lo largo del proceso, desea llevar la acción adelante, ej: calumnias e
injurias, violación de secretos, incumplimiento de asistencia familiar, etc.)
1.4 Ausencia de impedimentos de perseguibilidad: Hay casos que impiden la
perseguibilidad de los delitos:
La muerte del autor
El perdón del ofendido, siempre que tenga lugar después de la
sentencia, y sea un delito de acción privada
En caso de pena de multa, el pago voluntario del máximun de la multa
(en cualquier estado del juicio)
Prescripción de la acción
Clases de acciones:
Prescripción de la pena: El transcurso del tiempo sin que la pena se ejecute, hace
el cese de la coerción penal. Del mismo modo que se extingue la acción procesal
cuando no se ha llegado a la sentencia. Si bien se trata de dos prescripciones
distintas, su fundamento es análogo.
¿Qué penas se prescriben? Para el CP argentino, TODAS las penas prescriben, el
art. 65 dispone: “Las penas prescriben en los términos siguientes: 1 La reclusión o
prisión perpetua a los 20 años. 2) La reclusión o prisión temporal, en un tiempo
igual al de la condena. 3) La multa, a los 2 años.
El art. 65 no menciona la inhabilitación, lo que carece de cualquier lógica. Cuando
la pena de inhabilitación es accesoria, no ofrece dificultades, porque prescripta la
acción principal, prescribe también la accesoria. El problema se da cuando la
inhabilitación es pa pena principal, Zaffaroni cree que, en estos casos, es correcto
aplicar analógicamente la disposición sobre prescripción procesal (art. 62 CP).
Reclusión y prisión. Diferencias: No resulta muy fácil discernir en qué consiste una
y otra pena y sus diferencias, sobre todo ahora que legalmente se ha unificado la
ejecución. Hay diversas disposiciones del Código que se refieren a una u otra,
pero la dificultad existe en determinar con exactitud el origen de esas diferencias.
e) Condena Condicional. Análisis de las disposiciones del CP: Cuando las penas
privativas de libertad (sentencia firme) sean cortas (no + de 3 años) los
tribunales, basándose en la idea del “contagio carcelario” (efecto negativo que
causa a una persona el encierro por poco tiempo y causas leves), pueden decidir
que el cumplimiento de dichas penas se dejen en “suspenso”. Sin embargo,
no es una obligación del tribunal conceder este beneficio.
Pasados los cuatro años desde la condena, sin que el condenado cometa un
nuevo delito, éste se extingue, desaparece, se tiene como no pronunciada la
sentencia condenatoria. Si dentro de los cuatro años el condenado vuelve a
delinquir, la suspensión quedará sin efecto y el delincuente tendrá que sufrir las
dos penas (la del delito nuevo y la del viejo)
Condiciones de Procedencia:
Debe ser una primer condena a pena de prisión que no exceda los 3
años
Debe ser un delincuente primario (no reincidente)
Se debe tener en cuenta la personalidad moral del delincuente, su
actitud posterior al delito y las circunstancias que demuestren la
inconveniencia de aplicar la privación de la libertad.
Debe cumplir con una serie de reglas de conducta (durante el plazo
que fije el tribunal, entre 2 a 4 años, según la gravedad del delito) en
el art. 27 bis, cuyo fin es evitar que se cometan nuevos delitos.
Debe quedar en claro que estas reglas rigen respecto de delitos cometidos
DESPUES de que se haya impuesta la condenación condicional. Queda planteado
un serio problema, cabe preguntarse si el obstáculo a una nueva condenación
condicional (transcurridos los 4 años del art. 27 y teniendo en cuenta que la
condenación se tendrá como no pronunciada) no plantea el mismo inconveniente
constitucional que la reincidencia, es decir, la violación al principio “non bis idem”
La libertad condicional del art. 53 CP (de los condenados a reclusión por tiempo
indeterminado): El art. 53 posibilita la libertad condicional de los condenados a
reclusión por tiempo indeterminado, aunque los somete a un régimen distinto. Se
concede cuando la pena de reclusión no deriva de una reincidencia. Para obtener
la libertad condicional siendo condenados a reclusión, no basta con que el sujeto
haya cumplido con los reglamentos carcelarios, sino que “además haya tenido
buena conducta, demostrando aptitud y hábitos para el trabajo, y demás actitudes
que permitan suponer verosímilmente que no constituirá un peligro para la
sociedad”.
Las condiciones a las que queda sometido el penado durante su libertad
condicional son las mismas que en el art. 13, pero su incumplimiento tiene
distintas consecuencias, ante la violación de cualquier disposición que fije el
tribunal, se podrá determinar la revocación del beneficio y el reintegro al régimen
anterior. En caso de ser revocada la libertad condicional, para el caso de los
recluidos por tiempo indeterminado, puede solicitarse nuevamente e l beneficio
una vez transcurridos 5 años del reintegro al régimen carcelario.
La diferencia más importante entra la libertad condicional ordinaria y la que
procede en caso de reclusión por tiempo indeterminado tiene lugar en cuanto a los
efectos del término de prueba. Para el art. 16, cuando transcurre el término de
prueba sin que la libertad se revoque, la pena queda extinguida. Según el art. 53,
cuando transcurre el término en las mismas condiciones (5 años), el penado
puede solicitar al tribunal su libertad definitiva, que el tribunal puede concederla o
negarla, según los resultados obtenidos en el período de prueba. En caso de que
el tribunal niegue la libertad definitiva, se prolongará el período de prueba, pero no
se revocará la libertad condicional.
e) Reparación de perjuicios: Hay casos en los que la condena penal trae aparejada
la obligación de reparar el daño material causado por el delito, mediante una
indemnización pecuniaria, que fija el juez, teniendo en cuenta la situación
económica del condenado.
El art. 29 indica la clase de reparación que puede ordenar la sentencia
condenatoria:
1) Reparación al estado anterior a la comisión del delito
2) La indemnización del daño material y moral
3) El pago de las cuotas.
Primero el condenado debe indemnizar por daños y perjuicios, después los gastos
del juicio, el decomiso del producto (provecho del delito), y por último la multa, si
correspondiere. En cuanto a las indemnizaciones, las mismas se podrán hacer
efectiva, aún después de muerto el condenado.
Casos en que procede la acción civil en sede penal: Una acción contraria a una
norma en el derecho penal, constituye un delito y produce una doble circunstancia:
1 daño penal y otro civil. Se ha entendido, que ante la aparición del delito, dos
intereses distintos concurren en procura de la reparación o satisfacción de tales
daños.
Pero con las ideas de diversos autores, como Garófalo, sostienen que entre el
resarcimiento y la pena no existe una diferencia sustancial: “la pena causa una
herida, la reparación del daño debe curar otra, sin causar una nueva”
El tribunal penal puede, al dictar sentencia condenatoria, ordenar todas las
indemnizaciones, siempre que mediare pedido de parte. El juez tiene la facultad de
ordenar la reparación de daños, pero condicionada a que se llenen las exigencias
procesales, las cuales tampoco pueden autorizar un procedimiento de oficio a su
respecto, por la razón de que deben condicionar los derecho de los intervinientes
en el proceso, el carácter privado que la ley de fondo le ha conferido a la
reparación.