Belgrano

El prestigio por una destacable labor

Consintieron a sus ojos ver la literatura vedada,
Montesquieu, Rousseau y otros de tendencia ilustrada;
Adopatando la revolución como el único honor.

Emprendió retirada más no se rindió,

Puso en marcha la táctica que usó el Galo
Por vez primera contra César, y en Tucumán ganó;
Entregaría la posta en un gesto altruista al Libertador.

Atravesando su mirada perdida en el cielo,

Los colores borbónicos se unieron a un sueño:
Enarbolar la bandera entre “Libertad” e “Independencia”.

Un cuerpo enfermo y una sociedad corrupta lo sumieron en la

pobreza;
Con el tiempo que le había obsequiado el rey Jorge III, pagó su
deuda;
La Muerte le nombró proser y le concedió vida eterna.

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Si San Martín es el Padre de la Patria Argentina, Belgrano es el

Abuelo.