Está en la página 1de 204

Esta traducción fue hecha sin fines de lucro.

Es una traducción de fans para fans.


Si el libro llega a tu país, apoya al escritor comprando su libro.
También puedes apoyar al autor con una reseña, siguiéndolo en
redes sociales y ayudándolo a promocionar su libro.
¡Disfruta la lectura!
STAFF
Moderadora:
Mery St. Clair

Traductoras:
Maca Sofía ashmcfly ♥...Luisa...
Delos Belikov ♥
nelshia
CoralDone Mitzi.C
aimetz14 Vaanicai
Adriana Becky_Abc
Kelly.appl
Tate Christicki
e1 aa.tesares
Polilla Apolineah
Karlamira Juli
17
ndar NnancyC
Larosky_3 dana.kirei7
Vericity melusanti
Vaviro78
BeaG tefi_wayla
nd Mery St.
Val_17 Clair

Correctoras:
Melii Cami G. Alaska *Andreina
Young F*
vaviro78 NnancyC
Melky2012 Meliizza
Findareaso Juli
ntosmile mterx
Vericity
Lalu♥ Mel
Aimetz14
Markham
Jezel07

Lectura Final:
Mel Cipriano & Sofía Belikov

Diseño:
Jazz
ÍNDICE
Sinopsis Capítulo 25
Capítulo 2 Capítulo 26
Capítulo 3 Epílogo
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Sinopsis
Paige Rice, de dieciocho, es una exquisita belleza de East
Hampton, Nueva York. Acaba de celebrar su graduación y espera pasar
su verano en fiestas con todos sus amigos ricos. Pero sus padres tienen
una idea diferente. Debe irse a las montañas de Vermont por todo el
verano, ¡En una casa rodante!
5
A pesar de asumir que sería una paria entre los otros adolescentes
en el campamento, no está preparada para el tratamiento que recibe, el
cual es mucho peor de lo que imaginó. Tampoco está preparada para
Travis, el hijo del propietario del campamento y el chico más lindo que
sus ojos han visto. Travis es el único que no parece interesado en conocer
a Paige. El único problema es que ellos guardan varias mentiras en
secreto. Pero una vez que todos los secretos salgan a la luz, la verdad
puede ser muy devastadora.
1
Traducido por Maca Delos
Corregido por Melii

Estaba volviendo a casa luego mi almuerzo de despedida con unos


amigos, cuando encontré a mi futura prisión de verano prácticamente
ocupando todo nuestro camino de entrada. Se sentía tan fuera de lugar ver 6
cualquier forma de remolque en los Hamptons, y allí me encontraba yo,
observando la enorme casa rodante que mis padres habían decidido comprar
por antojo. Mamá me había contado la noticia unos días atrás, que pasaríamos
el verano entero en algún camping arriba de las montañas, en Vermont. Sin
tener nada de tiempo para procesarlo, ahora estaba observando a lo que iba a
ser literalmente mi realidad.
—¡¡Oh por Dios!! ¡Mira esa cosa! —chilló Tracey mientras salía del lado
del conductor e inmediatamente corría hacia mis padres, que estaban
ocupados cargándola.
Me quedé en el auto sorprendida ante la ridiculez de toda la situación.
Era obvio que mis padres estaban pasándolo mal teniendo que lidiar con el
hecho de que me iba a ir a la universidad en un par de meses, pero aquello era
excederse un poco. Intenté decirle a mamá que no tenían que ir a tales
extremos para pasar tiempo conmigo, pero ella insistió en que esto nos daría el
tiempo de calidad juntos que necesitábamos. Papá incluso había arreglado dos
meses sabáticos en el hospital, lo cual jamás había hecho en mis dieciocho años
de vida. Así que me gustara o no, mañana en la mañana me iría en ese
remolque, dejando a todos mis amigos atrás mientras que ellos pasaban el
último verano "juntos" antes de irnos a la universidad.
—Paige, cariño —llamó mi mamá mientras de mala gana salía del
todoterreno—. ¡Ven aquí y observa nuestra casa de verano! —aclamó con
alegría.
Era sorprendente ver lo emocionada que estaba por la idea de vivir en
esa cosa. Mi mamá, quien tenía un chef personal que nos cocinaba diariamente
y una señora de la limpieza que lo hacía todo, incluyendo lavar la ropa, iba a
vivir en una caja de veintiocho metros cuadrados, cocinando todo por si
misma en una pequeña cocina miniatura, y lavando la ropa en un servicio de
pago con monedas. Sip, oficialmente se había vuelto loca. —Esto debe ser parte
de su crisis de la mediana edad —susurré. Pero como mis padres ya eran
dueños de una mansión y de autos deportivos, sus crisis de mediana edad
consistían en ponerse en contacto con sus fuertes raíces—. ¡Soy tan afortunada!
Cerré de un golpe la puerta del auto, e hice una sonrisa falsa mientras
me acercaba hacia donde estaban parados Tracey y mis padres.
—Paige, tienes que ir adentro y ver tu nueva habitación. —Rió Tracey—
. ¡Es asombrosa!
Siendo mi mejor amiga desde el jardín de niños y prácticamente la
segunda hija de mis padres, sabía exactamente que su tono significaba que mi
nueva vivienda no iba a ser tan lujosa como a lo que estaba acostumbrada. A
pesar de que no era tan pretenciosa o estirada como el resto de la gente en esa
ciudad, aún no me volvía loca la idea de tener que estar amontonada en una 7
caja para ver a mis padres por los siguientes dos meses. Ni siquiera se habían
estado llevando bien durante el último año, por lo que no entendía por qué
nos querrían a los tres apretados en un pequeño lugar, forzados a estar el uno
con el otro todos los días.
Mis padres se estaban dirigiendo adentro para terminar de empacar, y
mamá me recordó que necesitaba hacer lo mismo. —Vamos a tenerlo
completamente cargado para la noche, cariño, ya que estamos intentando salir
temprano en la mañana. Necesitas entrar y empacar tus cosas. Oh, y recuerda,
sólo una maleta y un bolso pequeño, ¿de acuerdo?, y tu cartera, por supuesto.
No tenemos demasiado espacio.
Me sentía como si estuviera pasando a través del control de seguridad
en el aeropuerto y recibiendo una lista de instrucciones de qué no llevar, así
que me burlé de mi mamá con mi imitación de azafata. —Hay dos salidas en la
parte delantera, dos en el medio de la cabina principal y una en la parte
posterior del avión. En caso de una emergencia... —Detuve mis señales con la
mano y mi suave voz melodiosa—. O en caso de que sus padres decidan
mantenerlo cautivo durante el verano, empuje a todos fuera de su camino y
corra como el infierno hacia la salida más cercana —grité burlonamente.
Tracey y yo comenzamos a reírnos y mamá también lo hizo a pesar de que sus
ojos se pusieron en blanco ante mi broma.
—¡Ja, ja, cariño! Tan sólo espera. Va a ser genial. Estaremos juntos,
habrá un grupo entero de chicos de tu edad para poder pasar el rato y un
montón de cosas que hacer: asar malvaviscos, historias nocturnas frente a una
fogata, tienen un parque de juegos, una piscina, una cancha de básquet y una
sala de juegos, además de todo tipo de eventos sociales planeados para el
verano. Lucille me ha asegurado que será genial. —Los ojos de mi madre
estaban alumbrados con emoción, y yo sacudí la cabeza sin poder creerlo.
—¿Quién es Lucille? —dije, preguntándome quién era la persona que le
había lavado el cerebro a mi mamá para que creyera que me encantaría esta
idea.
—Lucille Medler y su esposo Barney son dueños del lugar. De hecho
tienen un hijo de tu edad que va a ir a la universidad en otoño, también. De
casualidad, Barney y tu papá están en el mismo campo médico. De todas
formas, ella y yo hemos hablado algunas veces por teléfono. Están muy
emocionados de que nos unamos este verano y ella está segura de que lo
pasarás genial.
—¡Genial! —respondí, intentando desesperadamente esconder mi falta
de entusiasmo por nuestro viaje.
Mi mamá se dio la vuelta para entrar a la casa, y Tracey y yo nos 8
metimos en la casa rodante.
—¿Por qué frunces el ceño? Ya escuchaste a tu mamá; TÚ vas a pasarlo
fabulosamente. ¡Jugando en el parque y escuchando historias de fantasmas
alrededor‖ de‖ la‖ fogata,‖ saliendo‖ con‖ todos‖ los‖ dem{s‖ ‚chicos‖ del‖
campamento‛!‖—se burló.
—¡Qué afortunada! No sólo consigo ser la marginada chica rica de los
Hamptons, con mis puritanos padres que no saben absolutamente nada sobre
acampar, sino que también seré la única chica nueva por allí cuando el resto de
ellos se reúnen para su fiesta de final del verano en el campamento. ¡Sí! —dije
sarcásticamente, levantando los brazos en el aire de manera animada.
—¡Vaya! Suerte con eso —dijo Tracey, sacudiendo la cabeza con una
mirada de terror exagerada en su rostro, que resultaba ser exactamente igual a
lo que yo estaba sintiendo en mi interior: TERROR—. Bueno, mira el lado
positivo, tu papá, el señor Neurocirujano que jamás se toma un día libre, estará
contigo y con tu mamá durante todo el verano. Y tu mamá, bueno, puede que
aprenda cómo hervir agua. —No pude evitar unirme a Tracey cuando se rió,
porque era tan cierto. Mis padres carecían de cualquier habilidad de real
supervivencia y aún así, aquí estábamos a punto de dirigirnos al bosque, lejos
de la civilización para intentar... sobrevivir. Afortunadamente, yo ya había ido
de campamento cuando era niña, y había aprendido lo suficiente sobre
acampar como para que lo lográramos.
—Sí, claro. Ambas sabemos cómo va a terminar esto. Luego del primer
día, mi papá estará atado sin parar a su computadora o a su teléfono, mientras
que mamá encontrará un grupo de mujeres con las que jugar a las cartas, o
leerá novelas románticas en el sillón todo el día. Mientras tanto, yo estaré
completamente aburrida y manteniéndome ocupada con la limpieza y la
cocina —resoplé mientras me dejaba caer en el sofá, que de hecho se iba a
desdoblar en dos para ser mi cama.
—Oh, y no te olvides del baile. También estarás haciendo el baile para el
festival del Día del Trabajo —añadió Tracey, incapaz de dejar de reírse de mi
dilema.
—Cierto, al menos tendré eso para mantenerme ocupada.
Tracey y yo éramos co-fundadoras de la organización de caridad
Pri*Tee Pixies, la cual juntaba dinero para las familias necesitadas y
hambrientas. Yo estaba a cargo de la coreografía, así que al menos tendría el
baile de nuestro próximo evento para recaudar fondos para mantenerme
ocupada. ¡Gracias al cielo!
—¡Paige! ¿Qué voy a hacer sin ti todo el verano? —dijo Tracey haciendo
pucheros mientras se dejaba caer a mi lado.
—Bueno, voy a suponer que ahora que Tom te ha invitado a su primer 9
cita oficial, estarás besuqueándote con él todo el verano. Dudo que vayas a
tomar aire durante el tiempo suficiente como para extrañarme —me burlé,
dándole un codazo en el brazo.
—Sí —se rió ella, pero luego su expresión cayó—. Una verdadera pena
que este otoño se vaya a la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill,
lo cual es muuuuy lejos. A los chicos no les gusta toda la cosa de relaciones a
distancia, así que voy a quedarme sola con el corazón roto.
No quería que se preocupara sobre el futuro y sabotear el incipiente
romance con el que había estado fantaseando durante los últimos seis meses,
así que intenté pensar en cómo alegrarla. —Bueno, primero que nada, él va a
darse cuenta en los próximos dos meses de lo asombrosa que eres y de que no
hay manera de que encuentre otra chica como tú. Segundo, es un vuelo de una
hora así que puedes ir a verlo cualquier fin de semana que te apetezca. Incluso
iré contigo si eso te hace sentir mejor, y tal vez hasta podamos conseguir que
Jared venga con nosotras. Apuesto a que querrá ver a su mejor amigo.
Instantáneamente me gustó la idea, y no pude evitar la sonrisa que
apareció en mi rostro. Había estado pensando en Jared por los últimos dos
años, y aparentemente no estaba lista para dejar ir mi enamoramiento. El
hecho de que él iba a ir a Columbia con nosotras en otoño me estaba haciendo
pensar que aún podíamos tener una oportunidad.
—Y así va a seguir. Tengo tanta suerte de tener la posibilidad de pasar
los siguientes cuatro años escuchándote desear a Jared Thompson todos los
días. No es como si ya me hubiera llenado de eso durante los últimos dos años
—dijo, rodeando los ojos.
Sabía que Tracey estaba bromeando, pero me sentí mal de que tuviera
que escucharme obsesionarme por mi enamoramiento durante tanto tiempo.
—Lo siento —dije, disculpándome por el constante y exagerado amor no
correspondido del que hablaba con ella cada vez que lo veía. Desde la
perspectiva de Tracey, probablemente se sentía como si estuviera viendo a una
conservadora fanática de Justin Bieber llorando por tan sólo verlo. Realmente
no podía evitarlo. Jared era precioso, y cada vez que cruzaba por el gimnasio
durante nuestra práctica de baile para dirigirse a los vestuarios luego de su
entrenamiento de fútbol, yo prácticamente lloraba por él, al menos por dentro.
Jared tenía una rutina en la que se sacaba su camiseta justo mientras
entraba por las puertas del gimnasio, luego pasaba las manos a través de su
desgreñado cabello rubio mientras se dirigía a los vestuarios. Entre sus
abdominales perfectamente esculpidos y brillantes que rogaban ser tocados,
los brazos fuertes que lucían como si no tuvieran problemas en sujetarme
contra los casilleros mientras me llevaba hacia el campo de deportes, y su parte
trasera perfectamente curvada que me hacía querer golpearlo cada vez que 10
pasaba a mi lado, no podía evitarlo.
—Sólo estoy esperando que despierte y se de cuenta de la increíble
chica que eres y finalmente te invite a salir. Luego…‖—Tracey hizo una pausa
y una gigante sonrisa iluminó su rostro—. ¡Luego podemos casarnos con
mejores amigos, tener hijos juntas y vivir felices para siempre! —exclamó,
aplaudiendo con sus manos como una atolondrada chica de colegio.
—¿Casarse conmigo? Ni siquiera puedo conseguir que me invite a salir
—dije frustrada.
—En serio, estoy comenzando a pensar que debe tener muerte cerebral,
Paige, y que no quiero que salgas con él después de todo. Eres la chica más
ardiente de la ciudad, además de ser la más dulce y la más divertida. Puedes
tener al chico que quieras; todo lo que tienes que hacer es batir esos ojos
marrones y los chicos caen a tus pies. También eres la bailarina más increíble
que conozco, lo cual debería darle una pista del hecho de que tu cuerpo se
mueve de maneras que harán que sus fantasías se vuelvan realidad en el
dormitorio. Así que, seriamente estoy cuestionándome su nivel de coeficiente
intelectual —dijo, y sus palabras me hicieron sonreír.
—Tienes tanta razón. Es un idiota. Un idiota realmente ardiente, alto,
rubio y sexy, pero un idiota —bromeé, sacándome mi incontenible sensación
de rechazo.
—¡Exacto! —declaró—. Además, ¿quién sabe?, puede que vayas al
bosque y te enamores de un hombre de montaña. —Ambas reímos al unísono
ante la ridiculez de su observación, y luego ella se levantó—. Bueno, Paige,
necesito dejarte. ¿Estás segura de que no quieres venir al cine con nosotros? —
preguntó, intentando convencerme con su mejor cara de cachorro.
Durante el almuerzo, todos nuestros amigos habían planeado
encontrarse para ver la última película de Rápido y Furioso. Había rechazado la
invitación porque ya era lo suficientemente difícil despedirme de todos más
temprano y no quería tener que pasar por eso por segunda vez.
—Me encantaría, pero tengo que ir a descifrar cómo embutir mi armario
entero, y mi vida, dentro de una valija, un bolso pequeño, y una cartera. —Reí.
Iba a ser una hazaña imposible, así que realmente necesitaba comenzar.
—Sólo mete todas tus bikinis y tu cuaderno de danza en un bolso, y da
por terminado el tema —dijo ella.
—¡Cierto! ¿Qué ropa debería empacar? No tengo idea de qué usa la
gente en el bosque, y dudo que mi Prada vaya bien.
—Sí, probablemente debas ir con tus Vaqueros de la Suerte, y si todo lo
demás falla simplemente saca tu tatuaje a la luz. Eso te hará encajar a la
perfección, ¡apuesto a que todos estarán entintados! —se burló ella, pero la 11
broma era para ella también porque ambas habíamos decidido hacernos
tatuajes a juego en nuestras caderas, así que ella también estaba "entintada".
—De acuerdo, ¡dame un abrazo, Missy! —Ella se acercó y me apretó
fuerte. Ninguna quería soltar a la otra; aquel sería nuestro primer verano
separadas e iba a ser difícil no tener a mi secuaz conmigo. Al menos ella y yo
íbamos a ser compañeras de cuarto el próximo año en la ciudad, así que había
una luz al final de éste túnel.
—¡Adiós, Trace! Voy a extrañarte. ¡Diviértete con Tom! Mándame
mensajes todo el tiempo, ¡y asegúrate de que cada vez que veas a Jared, darle
una palmada en su muy buena parte trasera por mí! Puede que eso haga que
deje las Ds y pase a las Ps en su libro de citas.
—Definitivamente me aseguraré de que no te olvide. Te amo, y llámame
todo el tiempo —dijo ella y salimos del remolque.
Luego de despedirme de Tracey, fui a mi habitación y observé la lista de
cosas que empacar que había creado la noche anterior:

Libros, libros, y más libros descargados en el iPad


Mucha música descargada
Revistas
Zapatillas, y ropa para correr
Bikinis
Cosas para la manicura
Celular y cargador
Películas
Provisiones de dulces
Ropa/¿¿¿Zapatos???
Artículos de tocador
Maquillaje
Cuaderno de danza
Pídolas anticonceptivas (Aparentemente, ¡para mi hombre de la
montaña!)

Bueno, era hora de comenzar. ¡Tal vez Tracey tenía razón y sólo debñia 12
llevar todos mis bikinis y terminar con eso!
2
Traducido por Aimetz14
Corregido por vaviro78

Estuvimos en camino a las siete de la mañana en punto y parecíamos


ser los únicos fuera, el resto del mundo estaba empezando a dormirse, aquella
hermosa mañana del sábado. Aún así, papá manejaba a la lenta velocidad de 13
cuarenta kilómetros por hora, en una autopista. Ya que estábamos remolcando
el auto en la parte posterior de la casa rodante, se ponía nervioso si cambiaba
de carril, por lo que se quedó a la derecha y se mantuvo así a lo largo de la vía.
Afortunadamente, mis padres me dejaron dormir durante la primera parte del
viaje, pero cuando me desperté me bombardearon con preguntas sobre la
universidad y mis planes para Pri*Tee Pixies. Después de almorzar, ellos
lograron incluso obligarme a jugar un cursi juego de carretera. Por suerte,
Tracey me llamó e interrumpí el bingo.
—¡Hola Trace! ¿Qué pasa? ¿Ya me extrañas? —pregunté agradecida por
la interrupción.
—¡Sí! ¿Ya estás allí? —bromeó.
—Ni siquiera cerca. Mi papá está conduciendo
¡LEEEENNNNTTOOOO! —hice hincapié con mi tono, haciendo que él riera en
el fondo.
—Así que, ¿adivina que pasó anoche? —exigió, y pude oír la emoción
en su voz.
—¿Qué? —pregunté, deseosa de saber la primicia.
—Bueno, Tom y Jared decidieron reunirse con nosotros en el cine, lo
cual fue ¡I-N-C-R-E-I-B-L-E!, por supuesto, me aseguré de anotar mi primer
beso, el cual fue ¡I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E!
Sabía que ella se encontraba radiante por el sonido de su voz, su
felicidad estaba prácticamente estallando a través del teléfono. —¡Vamos,
nena! —animé compartiendo su emoción.
—Sí, bueno no fue todo lo que pasó. —dijo y su voz subió un par de
octavas. Por un segundo me puse nerviosa de si lo que iba a contarme era que
ya había dormido con él, pero luego rellenó con un—: Jared preguntó por ti —
cantó.
—Espera, ¿QUÉ? —grité.
—SÍ. El preguntó por qué no estabas allí y se entristeció al saber que se
había perdido tu gran almuerzo de despedida. De alguna manera, él no recibió
el mensaje donde decía que te ibas por todo el verano, y estaba decepcionado.
No podía creer lo que estaba escuchando. —Hablando de un mal
momento. ¿Qué demonios? —dije y miré a mis padres dirigir su atención hacia
mi conversación.
—En realidad, esto podría trabajar totalmente a tu favor. Sabes lo que
dicen, las distancias hacen crecer el cariño.
14
—Sí, también dicen: ‚Fuera de la vista, fuera de la mente‛. —igualé su
tono en mi frustración.
—De acuerdo, Paige, no seas una aguafiestas. Después de dos años
esperando que él reconociera tu existencia, y ahora está decepcionado de que
no estés aquí. Además no me dejas terminar. Comprobó tu número telefónico
conmigo para asegurarse de tener el correcto y me dijo que iba a llamarte.
De acuerdo, ahora yo iba a estallar de emoción. —Vaya, ¿en serio? —
pregunté sólo para asegurarme de que ella no me estaba jugando alguna mala
pasada.
—Sí, en serio —aseguró.
Estaba tan entusiasmada con la posibilidad y la esperanza de que me
llamaría. El problema era que ahora iba a estar obsesionada con mi teléfono.
—Así que, ¿cuándo saldrán Tom y tú de nuevo? —pregunté, cambiando
la conversación de regreso hacia ella, para que mis padres pararan de mirarme
por los espejos.
—¡Mañana en la noche! —prácticamente gritó.
—Bueno, tienes que llamarme inmediatamente después. Quiero
escuchar todos los detalles —dije.
—¡Absolutamente! Y envíame un mensaje de texto cuando llegues
porque quiero saber que lo hiciste a salvo. —pidió.
—Lo haré, ¡te quiero mucho, Trace! Adiós.
Terminamos la llamada y estaba de repente con un ánimo más
brillante, obviamente debido a la novedad con Jared. Así que retomé el juego
de bingo con mis padres pero esta vez con un poco más de entusiasmo. Mi
mamá, por supuesto, trató de entrometerse un poquito acerca de la llamada
preguntando—: Entonces, ¿Tracey está saliendo con Tom ahora?
—Sí, bueno, mañana tendrán su primera cita oficial, pero sí —respondí.
—Ah, eso es estupendo. Tal vez encuentres algún amor de verano
también. —Bromeó y vi a mi papá temblar con la idea. Era tan obvio que a él
no le gustaba hacia donde se dirigía la conversación, por lo que rápidamente
intervino para pedir algunos cartones y distraernos con el juego. Estaba
agradecida por su distracción, porque tanto él como yo no queríamos escuchar
de mi vida amorosa y todas las posibles aventuras salvajes que podría tener
durante este verano, de las que tampoco quería ni hablar. Particularmente no
ahora, no después de que acababa de descubrir que Jared podría estar
interesado en mí. Continuamos jugando hasta que mi mamá y yo estuvimos
hartas, luego saqué mis revistas y ella tomó su nuevo libro.
Nos detuvimos en el Willow Falls Campground alrededor de las seis de
15
la tarde. Se suponía que el viaje sólo nos tomaría ocho horas, de acuerdo a
nuestro GPS cuando empezamos, pero acabamos haciéndolo en once. Aún no
habíamos parado para cenar, porque mi papá quería entrar antes de que
anocheciera para poder ver lo que estaba haciendo, mientras enganchaba
todo. Mi mamá y yo esperamos en la casa rodante mientras que papá entró en
el edificio principal y nos registró. Tomé ese momento para saltar por la parte
de atrás y estirar mis piernas. Me veía como un gato haciendo ejercicios de
calentamiento, pero se sentía tan bien después de haber tenido calambres
durante todo el día. Cuando me di la vuelta para ir a la casa rodante, noté un
montón de chicos que se dirigían al interior del edificio. Como no estaba
segura de mi apariencia, entré rápidamente esperando no haber sido vista.
—¡Muy bien todo listo! —dijo mi papá regresando con un mapa y
nuestra información del campamento. Luego lentamente maniobró la casa
rodante a través del bosque hasta nuestro lugar, el cual era una amplia zona
rodeada de árboles.
Una vez que estuvo estacionada, inmediatamente salimos y echamos un
vistazo alrededor. Me di cuenta que había bastante espacio entre cada lugar,
así que aunque podíamos ver a los vecinos, ellos no podrán escucharnos. —
Bueno, este es nuestro hogar por los próximos dos meses. ¿Qué opinas? —
preguntó mi padre, llegando a mi lado y colocando su brazo en mi hombro.
—Es genial papá. ¿Ahora puedes enganchar esa cosa para que pueda
usar el baño? —Había estado conteniéndome durante unas horas y necesitaba
ir desesperadamente.
—Bueno, probablemente deberías ir al edificio principal. Necesito leer el
manual de cómo conseguir que todo esté instalado, y eso podría tomar un
tiempo. —dijo no teniendo ni idea de donde comenzar.
—Cariño, necesito usar el baño también, así que voy a caminar contigo.
Puede ser que eche un vistazo alrededor mientras tu papá averigua como
funciona esto —intervino mamá, agarrando mi brazo para hacer nuestro
camino de vuelta a la parte delantera del campamento.
El edificio principal parecía una cabaña realmente grande. Fuera de eso,
se podía ver nuestro camino en la carretera, era un gigante patio cubierto por
un pasto alto. Había una piscina cercada de tamaño decente a la izquierda, con
una cancha de baloncesto detrás de ella. En el lado derecho estaba el parque de
recreo y en el medio del gran patio había una enorme fogata rodeada de
bancos de madera. Casi parecía una hacienda con todas las comodidades, sólo
que rodeada de bosques.
Mi madre y yo hicimos nuestro camino por el patio admirándolo todo,
encontrando finalmente el letrero del baño que apuntaba hacia un lado del
edificio. El baño era sorprendentemente grande y tenía tres puestos de
16
duchas/vestidores separadas en la parte de atrás, ocultas por cortinas. Cuando
volvimos a salir, vimos que el cuarto de lavandería estaba debajo del patio
próximo a la sala de juegos. Ahí había mesas de billar, ping-pong, futbolín y
todo tipo de juegos Arcade1. Me sorprendió lo mucho que el lugar tenía.
—Oye cariño, vamos a entrar al edificio y veamos qué podemos tomar
del pasillo de alimentos. Necesito ir al supermercado, pero dudo que tu padre
tenga el auto desenganchado para esta noche. Él dijo que tenían un pequeño
mercado en el interior, así que podemos conseguir algunas cosas para salir
adelante —sugirió mamá, encabezando el camino hacia la entrada principal.
Vagamos a través de los pasillos mirando todos los tontos souvenirs
que había, y luego encontramos nuestro camino hacia la sección de alimentos.
—¡Oh, mira cariño! —mamá estallo en emoción con su hallazgo.
—¿Qué es eso? —dije, rodeándola y viendo lo que había encontrado.
—¡Mira! Tienen pan y mantequilla de maní con jalea. Yo podría hacer
unos emparedados esta noche. —su tono fue completamente serio y me
pareció ridículo que estuviese realmente emocionada con la idea.
—¡Qué rico! —respondí sarcásticamente y continúe examinando el
estante con la esperanza de una mejor opción.
—Paige, ¿te molesta qué nunca haya cocinado para ti? ¿O qué nunca
hiciera un pastel de cumpleaños casero, y nunca hemos horneado galletas
juntas como otras mamás hacen con sus hijas?

1
Arcade es el término genérico de las máquinas recreativas de videojuegos disponibles en
lugares públicos de diversión, centros comerciales, restaurantes, bares, o salones
recreativos especializados. Son similares a los pinball y a las tragamonedas o
máquinas tragaperras de los casinos, pero debido a que no son juegos de azar ni de apuestas
–ya que se basan en la destreza del jugador– por lo general no tienen las limitaciones legales
de éstas.
El tono de mamá era sombrío, emparejado con la mirada de su rostro, y
supe que estaba siendo seria. Inmediatamente me sentí culpable porque mi
comentario la había hecho sentir un poco mal. —Mamá. Si puedes o no
cocinar para mí no tiene nada que ver con que seas una buena madre. Tú eres
una madre tan increíble. Por favor nunca dudes eso. ¡Te amo! —respondí
envolviendo mi brazo alrededor de su hombro.
—Voy a extrañarte, cariño —dijo, devolviéndome el abrazo con fuerza.
—Lo dudo, mamá. Después de pasar los próximos dos meses
encerradas juntas en esa caja ahí afuera, estarás ansiosa para que me vaya a la
escuela. Además, no es que me voy para la universidad a California. Me
quedaré en New York. Así que si quieres venir a la ciudad, puedes hacerlo. —
Pude ver el cambio de expresión en su rostro y como la esperanza reapareció.
17
Finalmente entendió que las cosas podrían ser mucho peores de lo que son.
—Así que, ¿estás de acuerdo con PB & J2 para cenar? —preguntó,
tratando de hacerme ceder con su pestañeo.
—¿Por qué no nos saltamos la cena‖y‖vamos‖directo‖al‖postre?‖¡S’mores!3
—sonreí y levanté una bolsa de malvaviscos y un paquete de chocolates.
—¡Seguro! Pero necesitamos averiguar dónde conseguir leña y luego
ver si tu papá puede realmente encender una fogata —dijo, sonriendo con
ironía.
—¡Oh, por favor! No es como si fuera una cirugía de cerebro. Estoy
segura de que lo logrará —dije, recogiendo los ingredientes.
—Es tu papá de quién estamos hablando, Paige. —Mamá reiteró su
duda sacudiendo su cabeza.
Lo pensé por un segundo y estuve de acuerdo. —Sí, probablemente
tienes razón. No podremos comer esta noche si lo ponemos a cargo. Yo lo haré.
En realidad, seremos afortunadas si no conecta el tubo del desagüe con la
tubería del agua —bromeé, y ambas nos reímos con la posibilidad. Mi papá es
un genio en su trabajo, pero definitivamente no era un Sr. Arréglalo-todo
cuando se trataba de otra cosa que no fueran cerebros.
Reunimos algunos artículos más, y luego nos acercamos al mostrador
para pagar por ellos. Coloqué los productos que estaba sosteniendo y
finalmente levanté la mirada.
Cuando lo hice me encontré con los ojos azules más impresionantes en
el más hermoso rostro que jamás había visto. ¡Guau! Pensé en cómo mi cuerpo

2Peanut butter and jelly sándwich. En español: sándwich de mantequilla de maní y mermelada.
3 Es un postre tradicional de Estados Unidos y Canadá, que se consume habitualmente en
fogatas nocturnas como las de los exploradores, y que consiste en un malvavisco tostado y una
capa de chocolate entre dos trozos de galleta Graham.
reaccionó al instante. Traté de no comérmelo con los ojos pero me era
imposible mirar hacia otro lado. Rápidamente, le eché un vistazo. Era alto, con
el cabello corto, oscuro y en punta, y lucía una ligera sombra de barba en su
perfecta barbilla. ¡Tan SEXY! Mi mente ronroneó mientras miraba hacia abajo
para apreciar el resto. Aunque llevaba una camiseta de manga larga y
vaqueros, podía decir que estaba bien constituido y que su cuerpo, debajo, era
muy increíble. Nuestros ojos se encontraron y él sonrió. Su boca
inmediatamente captó mi atención y tuve que desviar la mirada antes de que
pudiese leer los pensamientos en mi rostro.
—Hola —dijo, y por supuesto su voz era tan sexy como todo el resto. —
¿Ustedes deben ser la familia Rice?
Me sorprendió que supiera quiénes éramos, pero probablemente no
18
debería, ya que trabajaba allí y posiblemente conocía todo sobre todo el
mundo. —Sí, soy Maxime y esta es mi hija, Paige —dijo mi mamá de
inmediato. Yo aún no podía pronunciar una sola palabra, asombrada por su
aspecto.
—Un gusto conocerlas. Soy Travis Medler, mis padres son los dueños
del lugar —explicó.
—Oh, tu eres el hijo de Barney y Lucille. He escuchado mucho sobre ti.
Tus padres han sido tan amables por ayudarnos a situarnos este verano. Tú y
Paige resultan ser de la misma edad y ambos irán a la universidad este otoño,
así que tu mamá y yo hemos estado consolándonos la una a la otra por
teléfono. En realidad nunca le pregunté a tu mamá, pero, ¿a qué escuela irás?
Mientras esperaba que respondiera la pregunta, me encontré a mí
misma cruzando los dedos y rezando por un milagro.
—Me metí a Columbia, por lo que estaré en New York —respondió y mi
corazón empezó a latir un poquito más rápido, en realidad MUCHO más
rápido.
—Que coincidencia. Es donde Paige va a ir. ¡Qué divertido! No puedo
esperar para hablar con tu mamá otra vez. —Ella se deleitaba del hecho
mientras yo estaba tratando de convencer a mis mejillas para que obedecieran,
porque sabía que estaban de un rojo flamante. Mil, no un millón de dólares, a
que aquel Dios del Sexo tenía novia, por lo que necesitaba mantener mi cabeza
en su lugar.
—¡No puede ser! —dijo Travis y luego dirigió su atención hacia mí. —
¿Sabes dónde te vas a quedar? —preguntó, dándome la más sexy de las
sonrisas.
—Sí, mi amiga Tracey y yo encontramos un lugar fuera del campus,
pero está cruzando la calle. —Odiaba admitir que mis padres compraron para
mí una hermosa casa de piedra rojiza, así que mantuve mi respuesta simple.
—Genial. Bueno, yo voy a estar en los dormitorios, pero al menos estaré
solo en él. —Basándome en su respuesta entendí que provenía de un lugar
más modesto. A pesar de que su padre estaba en el mismo campo que el mío,
no era seguro asumir que gozaban de los mismos ingresos. Me sentí
repentinamente nerviosa al pensar que Travis iba a juzgarme como una niña
rica y mimada. Me sentí cohibida.
—¡Qué bien! He escuchado que es difícil conseguir tu propio
dormitorio, así que es genial —dije, esperando no sonar degradante de
ninguna manera.
19
—Sí, mi papá claramente dio una importante donación para hacer eso
posible —dijo rodando los ojos. Su comentario me pareció tan gracioso y
espere que no estuviera tratando de presumir a mis espaldas.
—Bueno, me alegro de que tendrán todo el verano para conocerse. Será
agradable tener una cara familiar al comenzar el próximo año —aseguró
mamá, mirando entre nosotros dos.
Estaba bastante segura que mi madre podía leerme como un libro,
notando mis mejillas sonrojadas. Sólo esperaba que no dijera nada para
avergonzarme.
—Sí, sería agradable. —Travis estuvo de acuerdo, dándome otra
sonrisa, y luego dirigió su atención de vuelta a mi mamá—. Así que, he
escuchado que necesitan leña. Permítanme terminar aquí y la traeré en cinco
minutos. ¿También puedo ayudar si su padre necesita una mano? —por su
comentario, era obvio que Travis había escuchado nuestra conversación
mientras estuvimos comprando alrededor.
—¡Oh, eso sería maravilloso, Travis! —aceptó mamá, entusiastamente.
—Déjeme cuadrar aquí y voy a estar abajo en poco tiempo para que
puedan tener su cena o postre —dijo, dándome un guiño.
Sonreí de regreso, y entonces decidí coquetear sólo un poquito. Pensé
que si tenía una novia no haría daño a nadie ser amigable. —¡Tengo un amor
por todas las cosas dulces! —dije regresándole el guiño, y agarre la bolsa con
los artículos del mostrador.
—¡Gracias, Travis! Nos encontraremos allí —agregó mi madre, y ambas
tomamos la salida del edificio.
La oí bromear todo el camino de vuelta sobre mis mejillas rojas y el
hecho obvio de que encontré a Travis atractivo. Ignoré todos sus intentos de
avergonzarme y sólo rodé mis ojos.
Travis se presentó en un carrito de golf para entregar la leña unos diez
minutos más tarde. Él y mi papá se habían conocido durante el registro, así
que se saludaron y hablaron casualmente. Travis ofreció a mi papá una mano,
lo cual aceptó voluntariosamente. Procedió a mostrarle como conectar la
caravana mientras se conocían más. Mi papá apreció la ayuda y también lo
hizo el resto de nosotros. Si no fuera por Travis no hubiéramos tenido agua
corriente.
Papá comenzó sacando unas sillas de jardín y las bolsas debajo de la
caravana mientras mi madre fue adentro a ver si todo estaba funcionando.
Travis apiló la leña por nosotros y empezó a construir la fogata.
—¡Gracias! —dije, tocada por el gesto.
—No hay problema. Te voy a mostrar cómo hacerlo y entonces podrás 20
tener‖s’mores‖cada‖noche‖si‖quieres. —Era evidente que Travis era un anfitrión
amable, pero su bondad era más profunda que sólo un buen servicio al cliente.
—¡Fabuloso! ¿Significa que también vas a asar mis malvaviscos? —
Bromeé y reí sobre mi observación. Se rió y me di cuenta que mi comentario
podía erróneamente ser considerado como sexual.
—Para asar un buen malvavisco, necesitas un palo muy largo.
No pude evitar soltar una carcajada ante eso. Ahora que mi cabeza
estaba en el canal, sonaba tan mal. Me miró confundido porque lo encontré tan
gracioso, y estaba agradecida de que nuestras mentes no estuvieran en el
mismo lugar.
—Lo siento —me disculpé, tratando de inventar algo para hacerle frente
a mi vergüenza—. Es sólo que no tenía ni idea que había un arte para asar
malvaviscos —finalicé agradeciendo mi rápida recuperación.
—El arte principal es asegurarse de no quemarse —dijo y me encontré
leyendo su comentario entre líneas. ¿Eso quiere decir que piensa que soy una
niña rica cabeza hueca? Sabe que estoy rumbo a Columbia, la cual es de la Ivy
League4. Voy a tomar el consejo pensando que está mostrando preocupación
por nuestra seguridad y no quiere que ningún accidente se dé en su sitio.
—Bueno, gracias por el dato —dije y fui a buscar un palo largo.
Travis terminó ayudando a papá con algunas otras cosas y luego subió
hacia el carrito de golf para irse. Dijo que necesitaba volver a la oficina porque
era el único de turno en el lugar, pero que si necesitábamos cualquier cosa le
hiciéramos saber. Antes de irse, rápidamente asé un malvavisco y se lo di. —
¡Aquí! Uno para el camino. ¿Satisface tus estándares? —pregunté, mordiendo

4La Ivy League (Liga Ivy o Liga de la Hiedra) es una conferencia deportiva de la NCAA de
ocho universidades privadas del noreste de los Estados Unidos. (Brown, Columbia, Cornell,
Darmouth, Harvard, Pensilvania, Princeton y Yale.)
mi labio inferior mientras le daba una sonrisa coqueta. Él nunca miró el
malvavisco sólo se quedó mirándome a los ojos mientras hablaba.
—Va más allá de mis expectativas —Entonces dio la vuelta y arrancó el
carrito. Mi estómago se agitó e instantáneamente, y me gustó el hecho de que
iba a estar aquí por los próximos dos meses.

21
3
Traducido por Kelly.apple1
Corregido por Findareasontosmile

Me levanté tarde, dándome cuenta que mis padres ya estaban


despiertos y estaba sola en la casa rodante. Me asomé por la cortina de la
ventana y los encontré fuera. Sip, como lo esperaba. Mamá estaba recostada en 22
una silla, absorta en su nueva novela, y papá estaba sentado en la mesa de
picnic, trabajando en su computadora. —Bueno, demasiado tiempo en familia.
—Rodé mis ojos viendo que mi predicción había sido acertada. Decidí ir a
correr y explorar el terreno un poco. Me limpié y me cambié a mis rosados
pantalones cortos de algodón y una camiseta negra. Até mi cabello en una
coleta caída, tomé mi móvil y me dirigí afuera para sentir el calor del sol que
ya estaba saliendo. —En serio, son sólo las nueve de la mañana —me quejé al
salir de la casa rodante.
—Hola, cariño, ¿por qué no tomas un libro y vienes a leer conmigo? Es
tan bonito aquí fuera en el aire fresco —dijo mamá mientras tomaba una
exagerada exhalación.
—Gracias mamá, pero creo que voy a ir a correr. —No podía soportar la
idea de quedarme sentada por un minuto más después de estar encerrada once
horas durante el viaje, y en serio, quería hacer un poco de ejercicio. Lo último
que necesitaba era estar fuera de forma este verano y aumentar de peso como
una estudiante de primer año antes de irme a la universidad.
—Esa es una buena idea, cariño. Ten cuidado, asegúrate de llevar tu
móvil y mantenerte en el camino. —Por supuesto, ella iba a recordarme tener
cuidado como cuando tenía doce años, pero la amaba por cuidarme.
—Sip, lo haré. El circuito no es tan grande, me aseguraré que me vean
pasar cada cinco minutos. Sólo háganme el favor y no me aclamen, ¿sí? —pedí,
esperando que me salvara de la humillación.
—¡No te preocupes cariño, lo haré! —bromeó, pero podía apostar veinte
dólares a que ella no estaba bromeando.
Me aparté hacia el camino de tierra que serpenteaba por el
campamento.
Técnicamente era el camino, pero no parecía haber coches esa mañana.
Supuse que era porque todo mundo había llegado el día anterior, y aún no se
habían instalado. Aparentemente, iba a haber una barbacoa esa tarde, para
celebrar el inicio de la temporada de verano. Supuse que allí íbamos a
conocernos todos.
A medida que continuaba trotando por el camino de torres frente la
oficina, noté un grupo de jóvenes que se veían de mi edad a un lado de la
cancha de básquetbol. Ellos debían ser el grupo que el propietario le había
mencionado a mi madre. Intenté recuperar eñ ritmo para que ellos no lo
notaran, y continué por el sendero. Por lo que pude ver, había siete de ellos,
cuatro chicas y tres chicos. Me pregunté si esos eran todos, o algunos seguían
durmiendo.
23
Empecé a trotar un poco más rápido cuando la canción cambio en mi
lista de reproducción y una más rápida comenzó. Justo cuando estaba
pasándolo bien, di vuelta en la esquina y me encontré de golpe a Travis que
estaba cruzando la carretera a un camino que llevaba hacia el bosque. Nos
resbalamos uno al lado de otro, pero por suerte no tropezamos. —Lo siento
mucho —tartamudeé. Cuando volteé vi que él también estaba trotando.
—No te preocupes —respondió de vuelta, dándome una cálida sonrisa.
Durante la breve conversación, no pude dejar de notar lo ardiente que se veía.
Llevaba pantalones de chándal negros y una camiseta negra que se aferraba a
sus bíceps y abdominales, dándole una completa definición. Era evidente que
hacía ejercicio; estaba en buena forma. Las mangas cortas mostraban sus
brazos y pude ver que su brazo izquierdo estaba cubierto de tatuajes que se
extendían hasta la muñeca. ¡Ahora, está seriamente tatuado! Solté una risita ante
el pensamiento, ¡y seriamente caliente!
Mientras continuaba, me pregunté en qué ruta trotaba Travis. Tal vez
iba a explorar más tarde, después de que él regrese. Quizás era mejor que
aquel circulante camino. No quise preguntarle en ese instante porque tal vez
podía pensar que quería acompañarlo. Si descubría que era mejor camino, lo
usaría durante otros días. Estaba segura que tenía suficiente de tiempo libre
para estar en forma con sólo correr cuando quisiera.
Mi madre me saludaba cada vez que pasaba alrededor, pero seguía
adelante. Después de la primera vuelta, ni siquiera miré hacia la cancha para
ver si los adolescentes todavía estaban allí. No quería atravesarla porque podía
parecer demasiado curiosa, así que sólo esperaría y vería qué sucedía luego, en
la barbacoa. Corrí por unos cuarenta y cinco minutos, y me dirigí a tomar un
baño. Definitivamente había sido interesante meterme en un baño de dos pies
mientras intentaba lavarme a mí misma.
—¿Cómo estuvo tu corrida, cariño? —preguntó mi madre en cuanto
regresé. Seguía en la silla leyendo y mi padre continuaba escribiendo en la
computadora.
—Estuvo bien —jadeé, intentando recuperar el aliento.
—¿Viste a alguien más mientras estabas afuera? —Sabía que se
encontraba ansiosa de conocer a alguien más para que la entretuviera, como lo
esperaba.
—Sí, unos pocos. La mayoría de las personas hacen una parrillada para
el desayuno, y se sientan alrededor como ustedes dos —dije mientras
intentaba terminar mi entrenamiento con algunos estiramientos.
—¿Has visto a otros chicos? —presionó más lejos, probablemente
intentando animarme para ir a presentarme, pero no me sentía deseosa de 24
socializar.
—Unos pocos, pero estoy segura que todos van a estar en la barbacoa
más tarde. ¿Qué es lo que vamos a hacer hoy, de todos modos? —pregunté,
con ganas de cambiar el tema.
Cuando estaba recostada en el puente tomando un descanso, vi a un
grupo de chicas caminando a mi lado, mirándome con bastante curiosidad.
Claro, ellas me estaban viendo en mi estado después de correr. Rodé mis ojos
con el pensamiento de la primera gran impresión que estaba dando.
—Bueno,‖¿qué‖quieres‖hacer?‖Oye,‖cariño…‖—mi mamá se volvió hacia
mi padre—. ¿Qué deberíamos de hacer hoy?
Mi padre rápidamente terminó de escribir lo que sea que estuviera
escribiendo en la mitad del trabajo y levantó la mirada. —Bueno, voy a
terminar más o menos en una hora. ¿Quieres ir a hacer rafting5 después? Hay
un río al que puedes ir a hacer inner tubing6, Barney dijo que es divertido y
relajante.
Guau, papá estaba seriamente sugiriendo hacer inner tubing. —¡Seguro!
—respondí, emocionada con la idea.
—Grandioso, inner tubing será. Déjame terminar esto primero —dijo,
volviendo la nariz a su trabajo.
—Iré a hacer un poco de limpieza, y comer. ¿Quieres algo, mamá? —le
pregunté, sabiendo que probablemente aún no había tomado el desayuno por
miedo de quemar la comida.
—Estoy bien. Comí algo de cereal —me respondió, dejándome
totalmente sorprendida. Bueno, ¿quién sabe? Papá nos llevaría a hacer tubing

5 Navegar ríos rápidos.


6 Paseos recreativos en balsas.
y mamá estaba comiendo cereal. Tal vez ese verano no sería tan malo después
de todo.
Después de tomar un bocado, limpié un poco y me puse mi traje de
baño. Lo había ordenado por internet y estaba emocionada de tener la
oportunidad de poder usarlo. La parte superior era de color ciruela, amarrado
al cuello, y la parte inferior era rayado con un pliegue sobre la banda. —Sí,
demasiado lindo. —Admiré mi reflejo y entonces miré hacia abajo, hacia mi
cadera izquierda, para asegurarme de que nada se mostraba antes de
deslizarme en mi vestido—. Y mi tatuaje está escondido.
Aunque a mis padres probablemente no les importaría (bueno, tal vez
un poco), les tendría que haber dicho que me había hecho un tatuaje. Tracey y
yo habíamos salido en mi decimoctavo cumpleaños y teníamos pequeñas
25
hadas tatuadas en las caderas izquierdas. La mía tenía el cabello marrón y ojos
color café, como yo, y tenía puesto un vestido rosa. Estaba sosteniendo una
varita mágica que tenía unas diminutas letras que parecían polvo de hada
rociado, donde se podía deletrear la palabra Inspire. El hada de Tracey tenía el
cabello rubio y ojos azules, como ella, y estaba vistiendo un vestido morado.
Las letras que estaban rociadas a su alrededor podían deletrear la
palabra Hope.
Habíamos pasado mucho tiempo pensando el perfecto arte y mensaje
que queríamos tener con nosotras por el resto de nuestras vidas. Me decidí
por ‘Inspire’ porque no importaba a quién me encontrara en mi vida, esperaba
poder inspirarlos de alguna forma, para mejor. Tracey siempre ha creído que si
tienes esperanza, puedes hacer cualquier cosa. Juntas, decidimos que nuestra
misión como lindas hadas era ‚Inspirar‖ esperanza‛, y dar a las personas un
futuro mejor. Aún así, había guardado en secreto el tatuaje de mis padres, a
pesar de que había algo en él que hacía que tuviera aspecto de una total
estupidez. En realidad, la única persona que sabía qué significaba era Tracey.
Fiel a su palabra, papá terminó en una hora y nos dirigimos hacia el río.
Mis padres eran realmente listos al traer el coche en el camino hacia el río,
porque no podía imaginar desenganchar la casa rodante y conducir alrededor
de la ciudad cada vez que quisiéramos ir a alguna parte.
—¡Ya llegamos! —exclamó papá, parqueando en un montón de tierra.
Al final sólo había una enorme cabaña llena de nada, sólo balsas de caucho
negro—. Esto debe ser —murmuró mientras todos salíamos del auto.
—¿Qué es lo que se supone que haremos, cariño? —preguntó mamá,
quien no tenía ni idea de todo esto de las actividades al aire libre.
—Creo que vamos a pagarle al chico por algunas balsas, ¿y luego flotar
en el agua? —dijo papá, encogiéndose de hombros. Era tan despistado.
—Dmn na nana —tarareé burlonamente una canción de banjo sobre la
liberación.
—Deja de hacer eso —protestó mamá, riendo.
—Entonces, cariño, ¿cómo llegaremos de nuevo al auto una vez que
naveguemos río abajo? —Aún estaba tratando de averiguar cómo iba a
funcionar todo.
—Vamos, chicos. Estos lugares generalmente te dejan en un punto y
luego de flotar te traen de vuelta aquí. Miren —les dije, señalando la orilla del
río, que parecía ser el punto de partida, con algunas balsas ya extendidas sobre
la hierba.
—Muy bien, ¡vamos a hacer esto! —dijo papá, que nos conducía hacía el
interior de la cabaña. 26

Había dos chicos dentro, que se hacían cargo de los trámites de alquiler.
Uno era moderadamente guapo y parecía estar en los treinta años, y el otro
parecía ser de unos veinte. Realmente alto, cabello oscuro, ojos azules, y muy
guapo. Entre Travis y este chico, de seguro saben cómo cautivarlas aquí en Vermont.
¡Guau! Pensé mientras admiraba su hermoso rostro y grandioso cuerpo. Mi
mamá claramente tuvo la misma opinión porque estaba moviendo sus cejas
hacía mi mientras asentía en su dirección. Sabía exactamente lo que me
insinuaba, y definitivamente estaba de acuerdo, pero te todas maneras me
sentía humillada por su falta de sutileza.
Una vez que todo estuvo preparado, el más joven de los dos nos llevó
por la carretera a unos pocos kilómetros con las balsas amarradas en la parte
delantera de la camioneta. Todo el camino, mi papá se mantuvo haciendo un
montón de preguntas acerca de la temporada de rafting, la pesca, la
temperatura del agua, y cualquier otra cosa que se le pudiera ocurrir. Corey
estaba siendo un buen guía respondiendo a todas ellas, pero pude notar que
me miraba a través del espejo retrovisor. Un par de veces, nos miramos a los
ojos y me encontré ruborizándome a la segunda. Finalmente, decidí
concentrarme en la ventana y mirar el río. Después de todo, mis padres
estaban conmigo y nada iba a suceder.
Llegamos al punto de partida, y Corey desató nuestras balsas. —Está
bien, aquí es donde ustedes se van a meter, debería tomarles dos horas
regresar, como mucho —explicó.
—Grandioso, ¿podemos dejar nuestros zapatos y nuestros pareos
contigo? —preguntó mamá, consiente que podría perder sus sandalias Gucci.
Estaba lista al traer mis sandalias, pero aún me preocupaba dejar mi pareo.
—Claro, pueden dejarlos en la camioneta y pasarlos a recoger a la
cabaña cuando regresen. No hay problema —dijo Corey, mirándome
directamente mientras respondía. Está bien, señor sexy, estás empezando a ser
un poquito enérgico con tu mirada. ¡Hola! Mi padre está junto a mí, grité
mentalmente, avergonzada del hecho de que me estaba comiendo con los ojos
frente a él.
—Grandioso. Bueno, pongan sus cosas en la camioneta y vamos a
navegar —dijo mi padre mientras se dirigía a su balsa, poniéndose en posición.
Mi madre puso sus cosas en la camioneta, y luego se unió a mi padre en
el agua. Me quité mi ropa y la lancé con las cosas de mi madre. Corey, por
supuesto, estaba en la puerta de la camioneta viendo cada uno de mis
movimientos. Una vez que revelé mi traje de baño, realmente no apartó su
mirada. A pesar de ser guapo, estaba empezando a sentirme un poco
incómoda.
27
—Entonces, ¿de dónde eres? —preguntó, claramente intentando hacer
su movimiento.
—New York —respondí simplemente.
—¿Estarás en la ciudad por un rato? —curioseó más a fondo.
—Por el verano —respondí, arrepintiéndome de las palabras en el
segundo en que salieron de mi boca. Nunca había sido buena mentirosa, pero
debería haber simplemente ignorado la pregunta. Ahora, parecía que lo estaba
animando.
—Así que, ¿dónde te estás quedando? —No, no iba a responder eso.
—Lo siento, voy a ir a navegar —le dije, pasando junto a él, haciendo mi
camino hacia el agua. Se quedó en la orilla, y esperó hasta que nuestros ojos se
encontraron para hacerme un guiño. Está bien, ¡qué asco! Sexy o no, no me
gustaban los chicos agresivos que me joden en el acto.
Le resté importancia, agradecida de que no iba a volver a verlo, y luego
me uní a mis padres para disfrutar de la tarde. El agua estaba un poco fría,
pero absolutamente clara. Era poco profundo y si me ponía de pie, sólo me
llegaba hasta las rodillas, así que fácilmente podía ver el fondo. Después de
flotar un poco, empecé a buscar rocas en los riachuelos para ver si había
alguna que valiera la pena guardar. Mi padre estaba recostado sobre su
espalda, absorbiendo tranquilamente el sol, y mi madre estaba apuntando
todas las cosas que veía a lo largo de la orilla.
—Así que, ¡Corey era lindo, Paige! —dijo mi madre una vez que papá
estuvo lejos.
—No, muchas gracias —respondí, sacudiendo mi cabeza
terminantemente.
—¿Por qué no? Estás de vacaciones; vive un poco, Paige. Deberías ir a
citas y tener un poco de diversión antes de que sólo tengas que estudiar —
declaró.
—Era un poco demasiado ansioso, y no me dio una buena vibra —
respondí, esperando que ella entendiera el punto.
—Sí, definitivamente no estaba intentándolo. Sé cuánto te gusta eso —
comentó, descolocándome.
—Mamá, ¿qué se supone que significa eso? —pregunté, tratando de
entender su comentario.
—¡Paige, cariño! Han sido dos años desde Jared, cuando podrías haber
escogido a cualquier chico de la ciudad. ¿Por qué? Debido a que no mostró
interés —declaró y luego apoyó la cabeza en la balsa. 28

—Esa no es la razón, mamá. Es sólo el único inteligente, de alguna


manera tiene los pies en la tierra, ¡Y súper sexy! —me quejé y solté una risita
por mi confesión.
—Ese es él —bromeó mi madre y se rió de su propia observación.
—Mamá —chillé, fingiendo estar disgustada por su comentario.
—Cálmate, Paige, sólo estoy bromeando —dijo y luego me salpicó con
fría agua.
—Tú eres la que necesita calmarse. —Reí y la salpiqué de vuelta.
La próxima cosa que supe era que mi madre y yo estábamos en una
tonta guerra de salpicaduras y nos reíamos histéricamente. Era honestamente
la mayor diversión que había tenido con ella en un tiempo. Mi padre se sentía
claramente excluido, porque regresó y me lanzó al agua, tomándome
desprevenida. Después de regresar a la superficie, sacudí mi cabello y no
podía evitar participar mientras mis padres reían fuera de sus balsas. —
¡Ustedes dos apestan! —dije, tratando de acomodar mi traje de baño y regresar
a mi balsa.
Justo cuando me subí de nuevo, noté que ellos no eran los únicos en el
río. De alguna manera nos las habíamos arreglamos para alcanzar las otras
balsas, y cuando vi más de cerca, me di cuenta de que reconocía a las personas.
Eran el grupo de chicos que había visto más temprano en el campamento.
Aunque en ese momento eran ocho, ya que Travis estaba con ellos.
Era obvio por sus miradas que acababan de ser testigos de toda la
guerra de agua que acababa de tener con mis padres. Algunas de las chicas
estaban murmurando y mirando fijamente, mientras que algunos de los chicos
estaban mirando y riendo. Travis nos miró, saludó por cortesía y volvió su
atención a todos los demás. Su comportamiento parecía un poco menos
agradable que la noche anterior, así que me pregunté si su novia estaba en
alguna de las balsas. Aunque esperaba que ese fuera el caso, la idea fue
decepcionante.
Un momento después, me di cuenta que estaba lanzándole un poco de
agua a uno de los otros chicos y sacudiendo su cabeza. Por suerte, mis padres
no dieron señales de reconocerlos y me evité tener una mayor vergüenza.
Estaba sorprendida de que mi madre no reconociera a Travis, pero estaba sin
camisa. Mostrando sus tatuajes y llevaba lentes de sol, lo que le hacía parecer
completamente diferente. En mi opinión, lo hacía verse increíblemente sexy.
Ahora, me daba cuenta de que la parte superior de su pecho también estaba
cubierta de tatuajes. Se veían como un montón de diferentes símbolos chinos, y
no podía dejar de preguntarme cuál era su significado.
29
Seguimos flotando en el río y por último nos dirigimos de nuevo al
comienzo. Salí disparada de la balsa, y la jalé hacía la orilla cuando me di
cuenta que el grupo de Travis no se quedó atrás. Ellos estaban a punto de jalar
sus balsas hacía la orilla también. Esperaba que pudiera hacer mi camino hacía
algún cuarto de baño y reponerme un poco antes de tener otro encuentro con
ellos.
En cuestión de segundos, Corey estaba en la orilla, ayudándonos a salir
del agua y poniendo nuestras balsas a un lado. —Así que, ¿cómo estuvo? —
preguntó, tomando la mano de mi madre y ayudándola a salir del agua.
—¡Grandioso! —respondieron mis padres al mismo tiempo.
—¿Y qué me dices tú? ¿Lo disfrutaste? —me preguntó directamente y
me guiñó de nuevo.
—Sí, estuvo bien —respondí, tratando de ser cortés.
—Entonces tendrás que volver y hacerlo de nuevo. Abrimos durante
todo el verano y damos descuentos a los clientes frecuentes —dijo Corey,
claramente intentando persuadirnos de volver. Uhm, me pregunto por
qué, pensé, rodando los ojos ante su persistencia—. ¿Dónde se están
quedando? —preguntó, mientras sus ojos deambulaban sobre mi cuerpo una
vez más. Odiaba que me estuviera dando otra maldita mirada. Mi cuerpo tenía
la piel de gallina y realmente quería vestirme rápidamente.
—Estamos en el campamento Willow Falls —respondió mi padre y me
molestó que Corey supiera dónde encontrarme ahora. Claramente, era de aquí
y había oído hablar de ese lugar.
—¿En serio? Mi nov…‖quiero‖decir…‖Umm, tengo unos amigos que se
quedan ahí todo el verano. —Era obvio que Corey iba a decir novia, lo cual
probaba que mi presentimiento era correcto. Siempre tenía razón en ese tipo
de cosas.
—¡Oh, fantástico! —continuó papá, sin prestar atención al avance de las
miradas que estaba recibiendo su hija—. Tal vez puedas presentarle tus
amigos a Paige. Somos nuevos este verano, y sería genial si ella no tuviera que
quedarse encerrada con nosotros todo el tiempo. —Papá intentando
encontrarme amigos era bastante humillante, pero Corey sólo me miró y
enarcó una ceja sugestivamente mientras asentía con la cabeza.
—¡Corey, bebé! —gritó una chica desde atrás, distrayéndonos del
embarazoso e incómodo momento. Era una de las chicas del grupo de Travis,
llamándolo desde el agua. Esperaba que esa fuera su novia, por lo que su
coqueteo finalmente terminaría.
—¡Hola, Brit! —dijo mientras se movía nerviosamente. Ella rápidamente
saltó de su balsa e hizo su camino a través del agua, acercándose a la orilla
30
rápidamente.
—¡Hola, cielo! Te extrañé —dijo, moviéndose hacia su lado y poniendo
sus brazos alrededor de él. De mala gana le devolvió el abrazo, y luego le
dirigió una mirada desdeñosa.
—Estos son algunos de nuestros clientes, Brit, ¿te importa? Estoy
trabajando. —Britney recibió el mensaje fuerte y claro, y no parecía contenta en
absoluto.
—DISCULPEN —espetó mientras se giraba para darme una mirada
desagradable antes de regresar al grupo. ¡Increíble! Bueno, acabo de hacer un
amigo, pensé, frustrada por toda la situación. No dudé que regresaría con las
chicas y les diría que estaba intentando hacer algún tipo de movimiento con su
novio. Los celos eran como un veneno que, probablemente, no sería amiga
ahora.
Me giré para ir a buscar mi ropa y encontrar el baño. Mi madre me
siguió, así que decidí probar mi punto. —¡Ves, te lo dije, mamá! No tenía un
buen presentimiento. Claramente es un patán coqueteando conmigo cuando
tiene novia —dije, disgustada.
—Tenías razón. Definitivamente no quiero que salgas con él ahora —
afirmó.
—Gracias, capitana obvia —murmuré mientras me alejaba de mi madre
y entraba a la cabaña para tomar nuestras cosas. Luego me dirigí hacia el baño
en la parte de atrás para poder recuperarme.
Una vez que estuve lista y me había vestido, salí del baño para volver al
auto. Travis estaba esperando afuera de la puerta, y me di cuenta de que sólo
había un baño. —Lo siento, todo tuyo —le dije en tono de disculpa, al darme
cuenta de que me había tomado más tiempo de lo necesario y probablemente
lo había hecho esperar.
—No te preocupes. ¿Tuviste un buen rato? —preguntó y su actitud
amistosa había regresado.
—Sí, claro, fue divertido —respondí y luego me volví para caminar
hacia el auto.
No me quedé para continuar la conversación porque tenía miedo de que
su novia apareciera y fuera acusada de intentar robar dos chicos en el mismo
día. Sin embargo, volví mi cabeza y noté que Travis aún estaba de pie allí, con
una desconcertada sonrisa en su rostro. Así que le respondí con una sonrisa.
—¡Te veo luego, Paige! —gritó. Le di un pequeño saludo y luego me
dirigí directamente al auto.
En el camino de regreso al campamento, no podía dejar de repetir las
miradas que recibí de las chicas y luego la pequeña conversación que tuve con 31
Travis. Sólo estaba siendo amable, lo que me hacía sentir mal por haberle dado
un mal rato. Estaba segura de que simplemente intentaba tener una
conversación y yo había huido como un gato asustado. ¡Aghhh! Sabía que iba
a ser difícil hacer amigos ese verano si seguía con este comportamiento. Tenía
que pensar qué podía hacer aquella noche en la barbacoa. Tal vez si bajaba la
guardia, se darían cuenta de que no trataba de entrometerme en su territorio.
Sí, probablemente eso sería lo mejor: esperar a las presentaciones y no
importaba qué, no coquetear con ninguno de los chicos. Probablemente ni
siquiera hacer contacto visual con ellos.
4
Traducido por Karlamirandar & Vericity
Corregido por Lalu

Una vez que regresamos al campamento, decidí ir a caminar y explorar


el sendero en el que había visto a Travis más temprano ese día. Mis padres
32
iban a tomar una ducha primero, así que tenía mucho tiempo que quemar.
Cuando llegué al inicio del camino, estaba marcado con un letrero que decía
‚Lago‛, y una brillante flecha roja en él. No había señales que indicaran la
longitud o si era un sendero circular. Me imaginé que en el peor de los casos,
caminaría tan lejos como sintiera que tenía tiempo para ir y regresar.
Cuando empecé mi caminata, me di cuenta de que el camino era, en su
mayoría, de bajada. Estaba muy arbolado por los dos lados, con exuberantes
árboles verdes, y hermosas flores creciendo a lo largo. De vez en cuando, una
ardilla pasaba corriendo en los árboles o escuchaba a un pájaro cantar, pero
además de eso, no vi ninguna otra forma de vida salvaje. El camino parecía
bueno para trotar porque estaba libre de troncos y arbustos, pero tendría que
recordar que, al regresar, el viaje será colina arriba. Luego de alrededor de
veinte minutos, empecé a ver un claro en los árboles y lo que parecía ser el
final del camino. Aceleré el paso para ver qué había al final, y cuando llegue
ahí encontré un hermoso lago.
Era grande y magnifico, y el agua se veía azul cristalina. Había una
pequeña área playera, así que camine hacia el borde y deslice mi pie en el
agua. Estaba definitivamente helada, pero se sentía increíble en un día como
aquel. Todo estaba tan tranquilo y callado que decidí hacerlo mi lugar perfecto
para huir, y tal vez hasta trabajar en mi baile sin tener audiencia. Sólo esperaba
que no fuera muy frecuentado por otros campistas. Me senté en la orilla y me
quedé ahí por un rato. Admiré la vista y los botes navegando alrededor, y
pensé en lo ¡divertido que eso podría ser! Pero se estaba haciendo tarde, y
sabía que necesitaba regresar y prepararme para la barbacoa. Así que, me
levanté y camine de regreso por el camino a nuestra parcela.
Bañarse en la casa rodante era uno de los festines más difíciles que
había intentado en un largo tiempo. No solamente apenas era capaz de caber
en la casilla, sino que la rociadora era muy corta para alcanzar todo el cuerpo.
Lavar mi cabello y depilarme me debió haber tomado al menos treinta minutos
y luego tenía que lavar y enjuagar el resto de mi cuerpo. —Estoy en serio
considerando el usar las instalaciones de la ducha principal, de ahora en
adelante. Esto es ridículo. —Gruñí, frustrada por toda la cosa. Enredarme en la
toalla después era aún más desafiante, y sabía que no había forma de secar mi
cabello o ponerme maquillaje en aquel espacio reducido. Tendría que usar la
mesa de la cocina para eso.
Deje que mi cabello largo cayera en rizos flojos, y me decidí por mi
pequeño vestido de hombro caído y color púrpura como vestimenta para la
barbacoa. Al ver que todavía estaba brillante afuera, puse mis lentes de sol en
mi cabello, por si acaso, y luego elegí usar mis sandalias blancas-anudadas. Me
imaginé que mucho maquillaje se vería como si estuviera exagerando, así que
lo mantuve simple con sólo un poco de rímel y algo de brillo de labios. Con
suerte, no sería demasiado. Ese iba a ser mi primer evento de campamento y 33
no tenía idea de qué era lo apropiado.
—¿Estas lista, dulzura? —pregunto mamá, asomando su cabeza por la
puerta.
—Sip. ¡Vayamos por un poco de BBQ! —Animé sarcásticamente, porque
mis nervios se estaban llevando lo mejor de mí.
—Te ves hermosa, no te preocupes. Estoy segura de que todos serán
amables y bienvenidos. Después de todo, ¿no son amantes de los árboles? —El
intento de broma de mi mamá provocó una débil risita de mi parte, pero
todavía anticipaba lo peor basándome en las miradas fulminantes que recibí en
el río más temprano.
Cuando llegamos al campo principal donde la barbacoa se llevaba a
cabo, parecía que había música tocando por los altavoces. Por supuesto,
inmediatamente me di cuenta que estaba demasiado vestida para la ocasión,
porque los demás lucían shorts de mezclilla y playeras. Demasiado para
mantener un perfil bajo esta noche, pensé mientras caminaba hacia la multitud
con mis padres.
Inmediatamente, un alto señor mayor se acercó y nos saludó. —¡Ey!
Ustedes deben ser la familia Rice. Es bueno conocerlos. Soy Barney Medler —
dijo, sacudiendo la mano de mi papá.
—Sí, lo somos, es un gusto conocerte finalmente, también. Esta es mi
esposa, Maxine, y mi hija, Pixie, es decir… Paige. —Mi papá hizo las
introducciones y por supuesto, tenía que decir mi sobrenombre.
—Gusto en conocerte Maxine —dijo Barney, sacudiendo la mano de mi
mamá—. ¡Y a ti, Pixie! —soltó una risita y me dio un guiño.
Justo después, Travis se acercó hacia donde estábamos parados. —¡Oye,
papá! Los Connors están preguntando si tienes otro tanque de gas. La parrilla
dos parece estar quedándose sin nada. —Travis entregó el mensaje y se volvió
para saludarnos.
—De acuerdo, me encargaré de eso. Estos son el Sr. Y la Sra. Rice y esta
es su hija, Pixie, digo Paige —nos presentó Barney, teniendo el mismo desliz
que mi padre. ¡Caray, gracias papi!—. Paige es de tu edad, quizá podrías
presentarle a todos. Ellos estarán con nosotros todo el verano. Si me disculpan,
necesito ir a arreglar la parrilla —se disculpó antes de voltearse y hacer su
camino hacia la multitud.
—Bueno, sírvanse algo de comida. Todos los ingredientes están en esa
mesa, y pueden tomar un hot-dog o una hamburguesa o lo que sea de las
parrillas —dijo Travis, apuntando a mis padres en la dirección correcta—.
Paige, ¿quieres venir y conocer a los demás primero? —preguntó, siendo
34
formal y siguiendo las instrucciones de su padre.
—Uh, seguro —dudé, sin querer ser una carga ni enfrentar al pelotón de
fusilamiento.
—Ve a conocer a los demás, Pix. Buscaremos algo de comida para ti, si
quieres —incitó papá, dándome un codazo hacia Travis.
—Buscaré comida en un rato —dije, y luego seguí a Travis hacia la
multitud.
—De acuerdo,‖bueno‖aquí‖es‖la‖mesa‖de‖‚Chicos‖grandes‛. —Travis se
rió entre dientes de su broma—. Esta es la banda que viste en el río más
temprano —dijo, guiando el camino hacia la mesa de picnic en la esquina más
lejana. No pude evitar ver a Travis desde atrás mientras caminaba. Sus jeans
colgaban bajos en sus caderas y su retaguardia era muy sexy. Su camiseta azul
marino se aferraba a sus bíceps y exponía sus tatuajes. Me dio una
oportunidad de ver que se trataba de una imagen de un remolino alrededor de
diferentes símbolos. Guau, era un poco hermoso, si se podía decir eso de un
tatuaje. Miré al frente mientras nos acercábamos a la mesa para ver a todos
riendo y comiendo. Una vez que se dieron cuenta de nosotros, o debería decir
de mí, inmediatamente se callaron.
—¡Oigan, chicos! Quiero que conozcan a Paige. Su familia está
acampando con nosotros esta temporada, y ella saldrá de la escuela este otoño,
también. —Hizo mi introducción, y luego se volteó y comenzó a caminar
alrededor de la mesa para las presentaciones—. Paige, este es Scott. Él es de
Burlington como yo, pero es un total despistado —bromeó, por lo que se ganó
un puñetazo en el brazo—. Luego, este es Kevin de Maine, Maggie y Amber de
New Hampshire, Tood de Maine, Britney de Rhode Island, y Ashley es de
Massachusetts —dijo, descansando sus manos en los hombros de la chica
mientras se paraba detrás de ella. Sus gestos me dieron a entender que quizá
ellos eran una pareja, así que me di cuenta que ella podría ser su novia.
Los chicos me saludaron y sonrieron mientras Travis hablaba, pero las
chicas apenas hicieron un asentimiento o una sonrisa. Las ignoré por su falta
de hospitalidad y traté de romper el hielo con una pequeña charla. —Vaya, así
que todos son de Nueva Inglaterra. Eso es genial. ¿Han estado viniendo por un
tiempo? —pregunté, tratando de mantener mi atención en las chicas para que
no me fastidiaran.
—Sí, la mayoría de nosotros hemos estado viniendo cada verano por los
últimos diez años —habló Ashley, sonando cortante.
—Así que, ¿de dónde eres, Paige? —Quiso saber Scott, con un tono más
dulce y sonando genuinamente interesando.
—De East Hampton, Nueva York —contesté, esperando que todos los
ojos no rodaran por ese hecho. 35
—¿Es tu primera vez acampando? —continuó Kevin
—Sí, lo es —respondí, luego escuche el comentario de Ashley: “Se nota”.
Sin dejar que su tono me perturbara, simplemente contraataqué—. Sí, es obvio.
—Supe que debía ser bastante evidente por la casa rodante nueva, la placa de
licencia temporal, y el hecho de que no teníamos ni idea de lo que estábamos
haciendo, así que no podía culpar a ninguno de ellos por notarlo.
—Bueno, llevas puesto un vestido —dijo cortante, atrayendo la atención
hacia mi vestimenta. Mis mejillas se tornaron rojas y estaba sorprendida por lo
descaradamente ruda que estaba siendo Ashley. Bueno, no debería estar tan
sorprendida. Después de todo, ya habían formado su opinión de mí más
temprano.
—Sí, creo que estoy mal vestida —dije, mirando hacia mi vestido y
tratando de sacar su comentario.
—No la escuches. ¡Te ves ardiente! —dijo Scott, dándome un guiño. No
supe cómo responder, e inmediatamente vi las caras irritadas de las chicas así
que me encontré moviendo nerviosamente mi brazalete.
—¿Quieres ir por un poco de comida mientras todavía hay? —preguntó
Travis, con una mirada de disculpa que liberó algo de mi tensión. Al menos
me salvó del momento incómodo y me dio una salida.
—Seguro. Iré a tomar algo. Bueno, fue un gusto conocerlos a todos —
dije antes de voltearme y dirigirme hacia mis padres en la parrilla. ¡Fiu! Guau,
eso fue peor de lo que esperaba.
—¡Ey, dulzura! ¿Conociste a los otros chicos? —preguntó mamá cuando
llegué a su lado.
—Sí. Sólo digamos que no me aman, al menos las chicas —bromeé
haciendo referencia a su chiste anterior, encogiéndome de hombros y
mostrando mi decepción.
—No, el problema es que ¡no eres un árbol! Sólo están celosas de tus
curvas. Bueno, ven y toma algo de comer con nosotros —sugirió, aceptando mi
decisión de quedarme en su compañía. Así que me serví un plato, y luego me
uní a mis padres en la mesa de picnic.
Mientras comía y hablaba con ellos, discretamente tomé la oportunidad
para observar‖a‖los‖‚Chicos‖Grandes‛.‖Por‖lo‖que‖pude‖apreciar, parecía como
si Maggie y Todd fuesen una pareja. Se besaban continuamente y él se sentó
con sus brazos alrededor de ella todo el tiempo. Kevin claramente tenía una
cosa con Amber, si es que no eran ya una pareja, porque él seguía encontrando
36
una razón para tocarla y había un serio coqueteo. Scott y Travis parecían ser
amigos muy cercanos, reían y bromeaban juntos, lo que dejaba a Britney y
Ashley a solas para conversar. No podía escuchar lo que las dos chicas estaban
diciendo desde nuestra mesa, pero tuve la impresión de que era sobre mí, por
las miradas que me daban mientras susurraban.
Ambas eran realmente lindas, así que no podía entender por qué
estaban actuando como si se sintieran intimidadas por mí. Britney tenía el
cabello corto y de color negro, el cual llevaba en un corte estilizado, ojos cafés
y, aunque no era súper delgada, era definitivamente linda. El cabello y los ojos
de Ashley eran negros y hermosos, y tenía una linda figura también. Ninguna
de ellas tenía algo de lo que deberían sentirse inseguras, así que no sabía por
qué estaban intentando hacerme sentir insegura. Sabía que el novio de Britney,
‚el Desagradable Corey‛‖podría‖haberla‖avergonzado‖un‖poco‖esta‖tarde,‖pero‖
¿eso justificaba aquel resentimiento? Después de todo, ni siquiera estaba cerca
de ser testigo del desnudo que él me había hecho con sus ojos. Gracias a Dios
por eso, o las cosas serían aún peor. Probablemente me despertaría con pasta
de dientes en el cabello, o encontraría nuestra casa rodante cubierta de papel
higiénico.
Barney y su esposa Lucille, los dueños, se acercaron para sentarse con
nosotros por un rato. Mis padres y ellos se estaban conociendo, les encantaba
el hecho de que estuvieran en campos médicos similares. Lucille y mi madre se
llevaron bien al instante, ella llenó a mamá con todas las cosas que vendrían.
Había, aparentemente, un puente colgante, días de spa en el pueblo, pruebas
de vino, y todo tipo de sorpresas que no creía que se pudieran planear en un
campamento. Bueno, podía asegurar que mamá estaría absorta muy pronto.
Lucille también le informó el evento planeado para los adultos, el día
siguiente, lo que consistía en tour por el molino de sidra. Mi mamá estuvo de
acuerdo, ansiosamente, en unírseles, e hicieron planes para compartir autos
juntas.
—Paige, habrá muchas cosas para los niños también, es decir, para los
adolescentes. Todavía veo a Travis como un niño, pero odia que lo llame así.
De cualquier forma, mañana habrá una fiesta en la alberca a las 2 de la tarde,
así que espero que asistas. Tenemos un montón de chicos y sé que te recibirán
con los brazos abiertos. ¿Tuviste la oportunidad de conocerlos? —Lucille
obviamente había pasado sus veranos viendo a todos crecer, y había formado
una opinión diferente de ellos. Claramente sobreestimaba su amistad, pero no
estaba ahí para cambiar su punto de vista.
—Sí, ya lo hice. Gracias. Todos parecen muy dulces, definitivamente
trataré de ir a la fiesta en la alberca —contesté cortésmente, pero mentalmente
había determinado que no había ninguna MALDITA forma de que fuera.
—Bien. Espero que lo consigas. —La voz de Travis me sorprendió desde
37
atrás. Rodeó la mesa y se sentó a horcajadas del banco al lado de su madre.
—Hola, cariño. ¿Todo bajo control? —preguntó ella, haciendo referencia
al manejo de la barbacoa.
—Sí, estamos bien. Queda una pila de comida, y la gente aún está
comiendo —informó y dirigió su atención a mí—. ¿Conseguiste suficiente,
Paige?
—Sí, gracias. ¡Estaba delicioso! —respondí sonriendo, y sentí los nervios
reaparecer en mi estómago.
—Bien. Un grupo de nosotros vamos a‖ ir‖ ver‖ ‚Misión:‖ Imposible‖ 3‛.‖
¿Quieres unirte? —preguntó, sonando genuinamente esperanzado de que
aceptara. Estaba agradecida de haber visto la película, porque de otra manera
no hubiera sido capaz de rechazar la oferta. Realmente no quería ser sometida
a más Ashley hoy, y estar con mis padres para leer en el tráiler hubiera sido
una excusa lamentable.
—Gracias por la invitación, pero literalmente justo lo vi hace unos días.
Es buena. Le va a gustar a todos —dije con pesar, declinando la oferta.
—¿Cuándo van a ir? —preguntó la mamá de Travis.
—No por un tiempo. Vamos a salir aquí por un rato, y luego ir. Me
aseguraré que limpiemos todo en primer lugar y haré que los chicos me
ayuden a apilar otra vez las mesas.
Aunque estuviera cubierto de tatuajes, Travis realmente era un chico
responsable. Para nada lo que esperaba, pero hasta el momento no había
banderas rojas excepto por el hecho de que podría tener mal gusto para elegir
a sus novias. Esto si de verdad estaba saliendo con Ashley, de lo que aún no
estaba segura.
—De acuerdo, gracias —dijo su mamá, extendiéndose para darle un
apretón. Él correspondió el abrazo y entonces se levantó para irse.
—Regresaré al trabajo. Bueno, te veré mañana, Paige. ¿A menos que
quieras ver la película otra vez? —preguntó en un último intento por hacerme
ir.
—Gracias, pero probablemente me quedaré frita temprano. Los tubos
me mataron hoy —repliqué dulcemente a su gentil oferta.
—Está bien, te veré mañana entonces. —Me dio la más adorable sonrisa
antes de voltear para acercarse al grupo. Mariposas revoletearon un poco
mientras me daba cuenta de cuán encantador era Travis, pero
instantáneamente lo disipé cuando eché un vistazo y vi a Ashley, quien me
estaba dando una mirada de odio otra vez.
—¿Así que todos fueron a hacer tubing hoy? —preguntó Lucille,
interrumpiendo mis pensamientos. 38
—Sí, fue muy divertido —respondió mamá.
—Lo es. Travis mencionó que todos habían ido hoy, también. Fue un
día hermoso para ello.
—Sin duda lo fue —estuvo de acuerdo mi madre.
Justo entonces, Ashley caminó cerca de la mesa. Intentó disfrazar su
interés en nuestra conversación, pero noté de inmediato su intención. —
Ashley, cariño, ¿has conocido a Paige? —preguntó Lucille, moviéndola más
cerca de la mesa.
—Sí, señora Medler —declaró Ashley sin saludarme.
—Ustedes chicas muéstrenle los alrededores mañana y háganla sentir
en casa, ¿de acuerdo? —preguntó Lucille, aún intentando ser la huésped
atenta.
—Todos vamos a salir mañana, pero la fiesta en la piscina es a las dos
de la tarde. Ella puede venir a eso. —Ashley se dirigió a Lucille una vez más
en lugar de a mí cuando habló y entonces se fue. Resueltamente no había
tratado incluirme en sus planes, pero no estaba sorprendida. Sin embargo, era
un poco chocante que no hubiera hecho ninguna pretensión delante de mi
mamá y Lucille. Si la chica quería estar con Travis, pensarías que por lo menos
pretendería delante de su madre. Afortunadamente, Lucille no la llamó de
vuelta para presionarla, y me evitó otra vergüenza.
—No le hagas caso a Ashley, Paige —dijo suavemente Lucille—. He
notado que ha estado de mal humor estos pasados dos días, pero Travis no va
a decirme qué está pasando con ella. Los chicos no les dicen nada a sus madres
—admitió, sacudiendo su cabeza con arrepentimiento—. Espero que tú y tu
mamá tengan una línea de comunicación abierta —agregó, y mamá y yo
asentimos en respuesta.
—De todos modos, Ashley realmente puede ser un encanto cuando
quiere serlo. Desafortunadamente, su madre y padre se divorciaron hace dos
años, así que Janice no viene más durante los veranos. Su papá, Richard, el
hombre con la camiseta de los Red Socks y los jeans que está parado cerca de la
parrilla, se casó otra vez hace un año y medio. Su nueva esposa, Brianna, es la
mujer con una camiseta sin mangas roja y pantalones ajustados blancos parada
a su lado.
Tan pronto como mi madre y yo encontramos la pareja en la
muchedumbre y vimos a Brianna, notamos la diferencia de edad. —Guau, es
tan joven —comentó mamá, incapaz de contener su lengua.
—Sí, ella está definitivamente más cerca de la edad de Ashley. —Lucille
asintió efusivamente en acuerdo—. Travis se enteró por Ashley que Brianna
39
tiene veintiséis, pero eso es todo lo que pude sacar de él —dijo Lucille con
frustración—. Este es en realidad el segundo verano que Richard ha traído a
Brianna aquí. Ella es muy dulce y son buenas personas, pero puedes decir que
hay mucho más detrás de las escenas. —Lucille le dio una mirada mamá y era
obvio que estaba expresando la especulación de una aventura—. De todos
modos, de acuerdo a la custodia, Ashley está con su padre durante los
veranos, así que por lo menos aún podemos tenerla con nosotros. No puedo
imaginar que nada de eso fuera fácil para ella y aún así ha sido muy fuerte.
Pero otra vez, algo le ha pasado durante estos días. —Yo estaba bastante
segura de que la actitud de Ashley hacia mí tenía más que ver con Travis que
con su madrastra, pero no pude evitar simpatizar con ella.
—Oh, pobre chica. Eso probablemente lo explica, cariño —me dijo mi
madre, revelando el hecho de que estaba teniendo problemas con Ashley.
—Sabes, Paige, tal vez debería hacerte saber algo sobre el grupo de
chicos, así entenderás mejor. Quiero que tengas un buen verano, pero sé cómo
los adolescentes pueden ser a veces, especialmente esos chicos —dijo,
señalando con su cabeza en dirección del grupo—. Es duro ser un chico nuevo,
pero tal vez conociendo un poco el fondo, te será más fácil. —Lucille escaneó
la cercanía para asegurarse que no tenía audiencia antes de proceder. Yo
estaba entusiasta de oír lo que tenía para decir, pero encontré divertido que
estuviera tan dispuesta a chismear. Tal vez había visto la ira de Ashley hacia
otros en los años precedentes y estaba tratando de evitarme la misma agonía—
.Bueno, Maggie, la pequeña morena —dijo Lucille, y asentí sabiendo a quién se
estaba refiriendo—. Ella es extremadamente tímida. Recuerdo el primer
verano en el que su familia vino aquí; estuvo sola todo el tiempo. No fue hasta
que Todd y su familia aparecieron que realmente empezó a participar en
eventos sociales. Sus familias tienen campamentos uno cerca del otro y los
chicos de inmediato se llevaron bien. Han estado saliendo juntos desde aquel
momento y yo apostaría dinero a van a casarse. Son de verdad chicos buenos,
pero a menudo hacen su propia cosa. —Hizo una pausa por un segundo para
tomar un sorbo de su bebida, y luego continuó—: Vamos a ver, luego está
Kevin, quién sólo es un gran osito de peluche. Él y Travis se han vuelto muy
buenos amigos a lo largo de los años, y es un chico tan educado. No creo que
vayas a tener problema con él. En realidad pienso que él y Amber son pareja,
así que veremos cómo va este verano. Amber parece una chica dulce, pero no
la conozco muy bien. Su familia ha estado viniendo sólo por los pasados dos
veranos, no tanto tiempo como otras.
Lucille echó un vistazo al grupo y entonces continuó—: Después está
Scott, quien es como mi segundo hijo. Él y Travis han ido juntos a la escuela
desde el jardín de infantes y son mejores amigos. Nuestras familias son muy
cercanas, pero desafortunadamente este año su madre, Gloria, eligió enseñar
en la escuela de verano y no pudo venir. Ambos son profesores, en realidad, y 40
siempre han tenido los veranos libres, razón por la cual hemos sido tan
afortunados de pasar las vacaciones con ellos a lo largo de los años. No tuve la
oportunidad de hablar con Charles, pero estoy bastante segura de que Gloria
decidió trabajar ya que están preparándose para enviar Scott a la universidad.
—Seguro —dijo mamá, entendiendo la decisión.
—Scott y Charles nos ayudaron aquí afuera los otros veranos, así que
este es el trabajo de Charles. —Por como sonaba, Scott venía de un sistema
más modesto, y sus padres estaban haciendo todo lo que estaba en su poder
para ofrecerle educación.
Lucille miró alrededor otra vez y su cambio de comportamiento distrajo
mis pensamientos. Podía decir que se estaba preparando para decir algo
jugoso y quería asegurarse de que nadie la escuchara.
—Ahora, Britney. —Hizo una pausa, sacudiendo la cabeza antes de
continuar—. Ella es definitivamente alguien que podría ser difícil de romper.
Desafortunadamente, se involucró con un chico que no tiene la mejor
influencia sobre ella, Corey. Quizás lo hayan visto hoy en el parque.
—Lo hicimos —intervino mi madre.
—Bueno, él definitivamente se considera una gran pieza y hace cosas
para cortar su autoestima. He visto un cambio en ella desde que se han vuelto
una pareja y es tan descorazonador. Ella solía ser tan segura de sí misma y
amable, pero ahora parece ser distante e insegura. Con suerte, esto cambiará
una vez que ella se vaya a la universidad el próximo año y se dé cuenta de
cuánto vale. Por el momento, está demasiado cegada por el amor adolescente
para ver más allá del exterior.
La declaración de Lucille acerca de Britney me dio un mejor
entendimiento de la manera en que ella me había tratado más temprano, no
que fuera excusable o justificado, pero por lo menos ahora entendía.
—Divertido, cuando conocimos Corey en el parque hoy tengo que decir
que no dio la mejor primera impresión. Qué lástima, Britney es una chica muy
linda —dijo mamá.
—Es una lástima —repitió Lucille y luego añadió—: Así que, por último
pero no menos importante, está mi exquisito hermoso hijo, Travis. —Los ojos
de Lucille se encendieron con calidez y afecto mientras hablaba de él—. Ahora,
por supuesto soy parcial y podría estar sonando mi propia bocina de madre,
pero es realmente un buen chico, quiero decir, un buen hombre —se corrigió
rápidamente, rodando los ojos—. No diferentemente de la mayoría de los
adolescentes, supongo, pero afortunadamente ha crecido volviéndose un
inteligente y amable caballero, y es un chico de mamá. —Sonrió con calidez y
estaba claramente feliz de este hecho. Creía que la manera en que un chico
trataba a su madre decía mucho de su carácter, así que otro punto para 41
Travis—. En fin, esos son todos. Ha habido algunos otros a lo largo de los
años, pero desafortunadamente no creo que vayan a regresar este verano, sin
embargo los Compsons podrían regresar.
Lucille terminó su corto listado del grupo, y yo estaba agradecida por la
información. Definitivamente me dio un mejor entendimiento de todos y a
qué, o debería decir a quién, podría tener en contra. Aunque todavía me daba
la sensación de que no iba a ser introducida a su grupo en un corto plazo. Mi
madre y Lucille siguieron hablando, porque mamá quería una descripción de
todos sus padres. También una exclusiva privilegiada, que Lucille estaba
demasiado dispuesta a ofrecer.
Mientras me sentaba, no demasiado enganchada en la conversación,
noté a Travis y Scott hablando en un rincón. Sucedió que Travis miró en mi
dirección, y yo no sabía si mantener el contacto visual o alejar la mirada.
Ofrecí una pequeña sonrisa, que él regresó, y entonces me uní a la
conversación de mi madre. Sólo por curiosidad, eché un vistazo algunas otras
veces para descubrir que él aún me estaba mirando. Scott me observaba a
escondidas también, lo que me puso nerviosa porque ahora iban a hablar de
mí, si aún no lo estaban haciendo. Decidí entonces regresar a la casa rodante
para evitar ser el argumento de la conversación. Realmente había tenido toda
la atención que podía manejar por un día, y estaba exhausta. Así que
interrumpí la conversación de mamá y Lucille para excusarme cortésmente.
Mi madre me dio un abrazo de buenas noches, y Lucille se levantó para
hacer lo mismo. —Fue genial conocerte, Paige. Estoy entusiasmada de que
estarás aquí este verano, y eres siempre bienvenida a unirte a nosotras, las
señoras, si quieres. Puede que seamos viejas, pero aún sabemos cómo
divertirnos.
Su oferta era dulce. Le sonreí otra vez, agradeciéndole por la tarde, y
luego me despedí. Cuando me di la vuelta para salir por las escaleras, vi que
los ojos de Travis me seguían. Mariposas revoletearon en mi estómago y todo
el camino hacia mis mejillas, así que aceleré mi paso y me dirigí de vuelta a la
casa rodante rápidamente.
Pasé lo que quedaba de la noche mirando una película y esperando que
Tracey me llamara después de su cita con Tom. Pero el día había sido de
verdad agotador, por lo que caí dormida de inmediato.

42
5
Traducido por BeaG
Corregido por Lalu♥

Me desperté tarde a la mañana siguiente y vi que había perdido la


llamada de Tracey. —Supongo que mi celular estaba en vibrador —dije,
43
marcando al buzón de voz para escuchar su mensaje.
“Paige, se supone que estás despierta. Acabo de tener la mejor cita de mi vida y
no puedo esperar para contarte sobre ello. ¡Llámame!”
Decido arreglarme e ir al lago antes de devolverle la llamada a Tracey.
No tenía nada más que hacer ya que mis padres se habían ido a su tour de
Cider Mill. Desde que Ashley dijo que ellos no estarían por los alrededores
tampoco, esperaba poder tener la playa para mi sola. Me puse mi traje de baño
azul náutico, debajo de mi short de correr, una camiseta blanca y salí.
Mientras corría por el camino, vi a Travis caminando de regreso. Su
cabello estaba mojado y llevaba una camisa encima de su hombro. Eso me dio
una visión clara de su abdomen, y el chico estaba rayado. Su piel bronceada
brillaba ya sea con sudor o agua, lo que acentuaba aún más sus músculos. En
serio, es demasiado sexy para su propio bien, pensé, frené mi ritmo mientras lo
alcanzaba. Justo cuando estaba a punto de pararme y charlar, noté a Ashley y a
Scott viniendo detrás de él. Interesante, creí que ellos no estarían por aquí esa
mañana. Aparentemente, había mentido para evitar tener que incluirme en sus
planes. — ¡Hola, Paige! —dijo Travis cuando pasé.
—!Hola! —respondí, corriendo por la derecha. Luego pasé a Ashley y
Scott y, para nada sorprendente, Scott fue el único que me respondió.
Cuando llegué a la playa llamé a Tracey. Necesitaba escuchar su
amigable voz y estaba ansiosa por saber de su cita. Por supuesto, pasamos los
primeros treinta minutos de la llamada discutiendo todos los detalles de su
noche con Tom, que al parecer había ido muy bien.
—Así que, ¿Cómo está yendo todo por allá? —preguntó y la
conversación se volvió hacia mí.
—Está yendo —dije, aturdida por la helada bienvenida que había
recibido por parte de las chicas.
—Oh, oh. ¿Qué paso? —se interesó Tracey, notando mi tono de
inmediato.
—Hasta ahora ha ido genial con mis padres, realmente están metidos en
esto del campamento, y mi papá hasta dio un paseo en balsas. —Destaqué lo
positivo primero.
—Guau, Paul en una balsa. Eso es impactante.
—Lo sé, ¿cierto? Sin embargo, fue divertido. Mi madre incluso ha
intentado cocinar, bueno, digamos que ha estado vertiendo el cereal —dije,
riéndome ante el hecho.
—¿En serio? ¡Tus padres realmente están en eso! Así qué, ¿Qué anda
mal? —cuestionó, presionando en lo negativo.
44
—Bueno, los chicos aquí son como dioses del sexo. Literalmente, los
chicos más atractivos que he visto.
—¿Qué hay de malo en eso? No suena nada mal en lo absoluto —me
interrumpió.
—Bueno, las chicas son como las mujeres de Satán. Ellas prácticamente
me miraron y decidieron que yo no les gustaba.
—Uf, ¿así de malo? —Tracey sintió mi empatía y entendió de inmediato
a lo que estaba siendo sometida. Viviendo en East Hampton, habíamos tenido
nuestra cuota de chicas rudas que se creían los mejores regalos de Dios. Así
que Tracey sabía exactamente al tipo al que me estaba refiriendo.
—Sí, así de malo. Nada más que bajas y groseras miradas. Incluso en
frente de la mamá de Travis, esta chica, Ashley, me evitó descaradamente.
—Espera, ¿quién es Travis? —interrumpió.
—El más hermoso de todos, y quien resulta ser hijo del dueño. En
realidad, él ira a la universidad con nosotras el año que viene —exclamé.
—Uh. ¡Hola! —Gritó Tracey—. ¿Por qué no me escribiste sobre él?
¿Cómo es? —preguntó, curiosa por cualquier chisme jugoso.
—Bueno, es súper dulce, increíblemente sexy, me hace querer arrancarle
la ropa y devorarlo cada vez que sonríe, y creo que está saliendo con la chica
más odiosa de aquí —expliqué con total naturalidad.
—¡Vaya, Paige! Creo que estás babeando a través del teléfono —bromeó
Tracey—. Así que, ¿sabes con certeza que está saliendo con ella? —preguntó.
—No, pero tengo la impresión de que lo hacen.
—Bueno, definitivamente deberías averiguarlo. Tal vez puedas disfrutar
un poco de la madera mientras estás atrapada en ese bosque durante todo el
verano. —Rió ante su ridícula broma y alimenté su ego al reírme con ella—. De
cualquier manera, pienso que deberías darle más tiempo. ¡Solo ha sido un
DÍA! — resaltó el hecho, e insinuó que tal vez estaba exagerando.
No creo que ellas quieran más tiempo conmigo, y yo de seguro no
quiero ser objeto de burlas por los próximos dos meses. Así que, pienso que
voy a pasar el tiempo con mis padres y trabajar en el baile. ¡Me gustaría
disfrutar de mi verano! —dije, determinada a mantenerme sola y no estar
envuelta en ningún drama.
—No dejes que te asuste, Paige. Probablemente están nerviosas de tener
una chica nueva alrededor. Por favor, no te encierres en esa caja todo el
verano. Prométeme que por lo menos le darás una última oportunidad —me
alentó, convenciéndome de que lo intentará de nuevo.
—Van a tener una fiesta en la piscina más tarde, tal vez vaya y vea lo 45
que pasa —concedí, pero silenciosamente decidí que si aún actuaban como
imbéciles, iba a comenzar a participar en los eventos de los adultos.
—Bien. Bueno, llámame si me necesitas y mándame algunos
movimientos cuando los tengas listos. —Tracey y yo terminamos nuestra
llamada discutiendo el baile para el festival y otras cosas de las que debíamos
hacernos cargo con respecto a algún desembolso del fondo de caridad.
Una vez que colgamos, me desplacé a través de mi lista de reproducción
tratando de encontrar la canción perfecta para el baile. Por alguna razón Travis
y sus tatuajes estaban en mi mente, así que decidí por One More Night de
Maroon 5. Definitivamente tenía un gran ritmo, e incorporaría a todos nuestros
bailarines, incluyendo a los chicos. —¡Perfecto! —dije, luego miré la hora en mi
teléfono. Ya era la 1:30pm, así que decidí regresar al remolque, tomar mi
cuaderno de baile y luego ir a la fiesta en la piscina. Pensé que tal vez pudiera
recostarme y trabajar un poco. Las chicas verían que no estaba tratando de
forzarme a entrar en su grupo, pero que me gustaría participar en las cosas. —
No lo sé, vale la pena intentarlo —murmuré y comencé a correr de nuevo hacia
el camino.
La fiesta ya había comenzado cuando yo llegué. Música para bailar
sonaba a través de los altavoces, la gente estaba recostaba sobre las sillas, y
otros chapoteando en la piscina. A un lado había una mesa, donde Travis
estaba repartiendo helado a todo el mundo. Aunque algunos niños pequeños
se encontraban por allí, más que nada eran ‚Niños‖ Grandes‛.‖ Todos‖ ellos‖
pasando el rato alrededor de la parte más profunda, por lo que decidí buscar
un lugar en el lado opuesto. Cuando entré en la zona de la piscina cada una de
las chicas se me quedó mirando. Afortunadamente, Travis y los chicos estaban
demasiado concentrados en el helado como para darse cuenta.
Desenvolví el pareo que tenía a la cintura y luego me volví para
conseguir que mi silla se pusiera en la posición correcta. Por alguna razón, no
podía hacer que se quedara en posición vertical, y no importaba lo que
intentara, seguía cayéndose hasta quedar de forma horizontal. Las otras chicas
seguro estaban amando el espectáculo. Rodé mis ojos por el pensamiento.
Cuando estaba haciendo mi último intento, oí a Travis venir por detrás.
—¡Hola, Pagie! Estoy contento de que hayas venido. ¿Puedo darte una
mano con eso? —ofreció, moviéndose hacia el respaldo de la silla y
enganchándolo.
—¡Gracias! —dije, avergonzada por la situación.
—¿Tuviste una buena carrera hoy? —preguntó, observándome con su
hermosa sonrisa.
Miré hacia arriba para responderle y me encontré a mí misma
admirando sus ojos azules. También noté que él, discretamente, le estaba 46
dando un vistazo a mi cuerpo. Era sutil, pero no pude evitar darme cuenta que
lo estaba haciendo. Eso hizo que mi estómago diera una voltereta.
—Sí, ese camino es genial y el lago es absolutamente impresionante —
finalmente hablé.
En realidad, ver a Travis en su traje de baño azul marino y su camiseta
aferrada a sus músculos era igual de impresionante. Tuve que borrar ese
pensamiento, porque sabía que mis mejillas se estaban ruborizando.
—Entonces, ¿eres una dura corredora? —preguntó. Eso me desconcertó,
pero tal vez él sólo había tenido esa impresión desde que había ido a correr
dos días seguidos.
—No. Me encanta, pero no compito, o corro en maratones, o algo así.
—Oh —dijo, mostrándose un poco decepcionado por mi respuesta.
—¿Por qué lo preguntas? ¿Tú compites? —regresé la pregunta, tratando
de entender la razón de su expresión.
—No. Sólo me pareció que no querías romper tu paso hoy para hablar,
así que pensé que estabas cronometrando el tiempo o algo así.
La respuesta de Travis me hizo darme cuenta de que había sido una
idiota. Tal vez Tracey tenía razón, y necesitaba darle a todo el mundo una
oportunidad justa, y ser yo misma. Haberlo pasado hoy estaba tan fuera de mí
que estaba molesta conmigo misma por haberlo hecho. —Lo siento. Sólo tenía
mucho en mi mente esta mañana y necesitaba drenarlo —expliqué, con la
esperanza de suavizar la situación.
—Lo entiendo. Correr aclara mi mente también. ¿Está todo bien? —se
preocupó, y me di cuenta de que había dicho demasiado.
—Si, todo está bien. Así que, ¿qué tipo de helado estás sirviendo? —
Cambié el tema para evitar tener que revelar mi dilema con Ashley y el hecho
de que todo el mundo me había rechazado.
—Chocolate y vainilla. En realidad tengo que ir a buscar otros
contenedores al congelador, pero estaré de regreso. ¿Puedo traerte un poco? —
ofreció, dándome esa sonrisa sexy de nuevo.
—Seguro. Me encantaría algo de chocolate.
—Chocolate será. ¡Vuelvo en seguida!
Me guiñó un ojo y se giró para caminar fuera del área de la piscina. Al
salir, sin embargo, se detuvo para sacarse la camisa por sobre su cabeza y
tirarla en una silla vacía. Se volteó y me dio otro guiño antes de irse. Yo
prácticamente estaba babeando sobre su cuerpo, y me pregunté si 47
intencionalmente se había parado para darme aquel espectáculo. Con un
cuerpo como el suyo, tenía que tener novia así que me obligue a mí misma a
desechar los pensamientos inapropiados que estaban corriendo a través de mi
cabeza.
Mientras esperaba a que Travis regresara con el helado, comencé a
trabajar en mi baile. La música sobre los altavoces era un poco molesta, desde
que estaba tratando de imaginarme los movimientos para una canción
diferente. Así que conecté mis auriculares, y puse One More Night en
repetición. Los movimientos empezaron a venir a mí y comencé a apuntarlos
en mi cuaderno. Por supuesto que iba levantarme y probarlos, pero había
estado bailando el suficiente tiempo para poder visualizar la mayoría de ellos.
Luego, más tarde, los practicaría en la playa para asegurarme de que todos
fluían juntos.
Estaba completamente absorta en lo que estaba haciendo y escribiendo
rápidamente en mi cuaderno, cuando me sobresalté por una sensación helada
en mi pierna. Sacudí mi cabeza para ver a Travis de pie junto a la silla,
sosteniendo un pote de helado.
—¡Helado de chocolate! —exclamó, y me entregó el recipiente,
ofreciéndome un guiño. Me quité los auriculares de modo que pudiera oírlo y
le di las gracias.
—Entonces, ¿en qué estás tan ocupada trabajando? He estado parado
ahí por un minuto, pero no podía conseguir tu atención. Comenzaba a pensar
que estabas tratando de ignorarme —dijo, dándome un adorable puchero que
fue percibido como un poco coqueto. Luego tomó asiento en el borde de la silla
de al lado, poniendo las manos en sus rodillas.
—Sólo haciendo un baile para algo. Lo siento, suelo concentrarme
cuando trabajo. ¡Gracias por esto! —dije, tomando un bocado.
—No hay problema. Así que eres bailarina.
—Sí, es solo algo que hago en mi tiempo libre —respondí, y luego eché
un vistazo para ver que Britney y Ashley ahora estaban nadando hacia
nosotros.
—¿Y también haces coreografías? ¿Trabajas para un estudio de danza o
algo así?
—No. Bueno a veces ayudo con las clases de los más jóvenes en nuestro
estudio de danza local. Pero esto es para el Festival Anual del Día del
Trabajador en East Hampton. Mis amigos y yo estaremos presentándonos. —
No profundicé en los detalles sobre mi organización porque no quería que él
pensara que yo estaba tratando de alardear, o hacerme la buena.
—Así que, ¿trabajas aquí todo el verano? —pregunté, queriendo cambiar 48
el tema, y poniéndolo a él en la mira.
—Sí, reemplazo a mi papá cuando es necesario y luego me hago cargo
de todos los eventos juveniles —dijo, señalando con su mano hacia la fiesta.
Miré y vi que las dos chicas ahora estaban en el borde de la piscina,
escuchando nuestra conversación. Los nervios comenzaron a construirse en mi
estómago, pero tenía que recordar no permitir que se llevaran lo mejor de mí.
—Eso está bien. ¿Te gusta?
—Sí. Me encanta estar aquí, y ayuda mucho a mi papá, así que todo está
bien —dijo.
—Es bastante genial por aquí. Especialmente el lago, estoy enamorada
— admití y luego la próxima cosa que supe era que estaba siendo bañada en
agua fría.
—¡Demonios! —Travis saltó y se volvió hacia la piscina—. ¿Por qué fue
eso Ash? —gritó, y yo me di cuenta de que las chicas nos habían salpicado.
Todavía estaba tratando de limpiar mis ojos cuando miré hacia abajo y vi que
mi cuaderno estaba mojado.
—¡Oh, no! —grité, saltando para agarrar la toalla de la silla y secar el
cuaderno.
Las chicas se rieron y respondieron—: Parecía que necesitaban
refrescarse. —Luego hicieron su camino de regreso a la parte más profunda de
la piscina. Estaba preocupada tratando de secar mis pertenencias y mi
cuaderno de baile. Tenía más de treinta de mis bailes y no podía perderlos.
Travis se dio la vuelta para ayudarme a recoger mis cosas. —Lo siento
por eso —dijo, siendo completamente honesto—. ¿Tu cuaderno está
arruinado? —preguntó, notando que me encontraba desesperadamente
tratando de secarlo
—Está empapado.
—Lo siento. ¿Es importante, verdad? —Podía escuchar la preocupación
en su voz, y lo miré para ver que también se mostraba en su rostro.
—Sí —respondí, incapaz de ocultar mi tristeza. Empezaba a sentir las
lágrimas pinchar mis ojos, por lo que quise alejarme de la situación—. Voy a ir
al baño a probar con uno de los secadores.
Recogí mis cosas para salir y estaba dando vuelta hacia el baño cuando
sentí a Travis detenerme. —Paige, ¿puedo ayudarte? —Extendió una mano
para tocar mi brazo y nuestros ojos se encontraron. Sentí una lágrima resbalar
por mi mejilla, pero cuando vi la tierna expresión en el rostro de Travis
comencé a calmarme. Su bondad era como una poción mágica que me
tranquilizó. 49
—No, está bien. Iré a ver qué puedo hacer —dije, y luego hice mi
salida.
Pasé unos buenos veinte minutos tratando de secar el cuaderno debajo
de uno de los secadores para manos en el baño. Parecía que iba a estar bien.
Las páginas estaban un poco duras, pero ninguna de las escrituras se habían
chorreado, por lo que todavía podía leerlas todas. ¡Gracias a Dios!, pensé y
tomé el resto de mis pertenencias para irme.
Estaba a punto de abrir la puerta cuando Ashley entró corriendo. Mis
nervios explotaron en mi estómago cuando la vi, porque podía asegurar que
venía a darme más problemas. Ella estaba desesperada y podía ver el pánico
en sus ojos mientras corría a mi lado y se dirigía directamente a uno de los
baños. —¡No! —gritó, y al instante me preocupé de que algo anduviera mal.
—Ashley, ¿estás bien? —pregunté, tratando de ser amigable y
queriendo asegurarme de que ella estaba bien.
—No —espetó.
—¿Hay algo que pueda hacer? ¿Necesitas algo? —Quería ser de ayuda
pero no tenía idea de lo que iba mal.
—¿Tienes una toalla o algo? —preguntó a regañadientes desde detrás
de la puerta.
—Sí, ¿por qué?
—Me llegó el período y manché mi traje de baño. Por eso —gritó,
pagando claramente su frustración conmigo.
Al instante, me sentí mal por ella. Era la peor pesadilla de una chica ser
sorprendida sin protección y tener una mancha mostrándose a través de tu
ropa. —Mi toalla está empapada, así que tal vez no funcione. ¿Pero por qué no
tomas mi pareo? Es oscuro y simplemente puedes ponerlo alrededor de tu
cintura —propuse, dándole una opción diferente.
—¿Cómo voy a explicarle eso a todo el mundo? ¿Qué fui al baño y tú
me prestaste tu ropa? —Era evidente que no quería tener que llegar a
explicarle a sus amigos, pero no la podía culpar.
—Sólo diles que lo dejé en el baño y querías probártelo. Luego, puedes
decirles que irás a devolvérmelo, y en cambio vas a tu casa rodante a
cambiarte. No diré nada, lo prometo. ¿De acuerdo?
Ella tomó el pareo de mis manos y lo amarró a su cintura. Hizo el truco
y no había manera de que alguien se diera cuenta de la sangre. —Estás bien —
le aseguré, y luego tomé mis cosas para irme. Ella estaba mirando su reflejo
desde el espejo para asegurarse, y apenas me ofreció un gracias. 50
—No hay problema —dije, luego empujé la puerta del baño para irme—
. ¡Oh Dios mío! —grité mientras me tropezaba contra el pecho de alguien—.
Lo siento —escupí levantando los ojos para darme cuenta de que era Travis.
—No te preocupes. ¿Estás bien? —preguntó y me ayudo a encontrar el
equilibrio.
—Estoy bien.
—¿Cómo está el cuaderno? —Me encantaba su preocupación, y me
pregunté si él me había estado esperando todo el tiempo.
—¡Sobrevivió! —animé.
—!Bien! ¿Ashley está bien? —Oh, el debió haber notado su escape
apresurado hacia el baño y se había alarmado. Instantáneamente me sentí
tonta por haber pensado otra cosa. Sólo chequeaba a su novia, pensé, sintiendo
una punzada de celos.
—Ella está bien, sólo está usando el baño. Te veré por ahí, Travis —dije,
dándome la vuelta para hacer mi salida.
—Nos vemos, Paige.
6
Traducido por val_17
Corregido por Jezel07

Me pasé el resto de la tarde leyendo en el remolque y evité la escena


social. Ashley nunca se detuvo a devolver mi pareo, pero no me sorprendió.
Mis padres regresaron alrededor de las 5:30 e inmediatamente me informaron 51
de que nos íbamos a cenar con los Medlers. Teníamos que estar allí en una
hora, así que tuve que empezar a prepararme. De repente, me pregunté si
Travis iba a cenar con nosotros, o si eso significaba que estaría reemplazando a
su padre en la oficina.
—Esperemos, que tú y Travis tengan la oportunidad de hablar esta
noche, y llegar a conocerse mejor —dijo mi mamá, respondiendo a mi
pregunta no formulada.
—Así que, ¿quién dirige la oficina? —le pregunté, sólo por curiosidad.
—Es domingo. La tienda cierra a las 18:00. Lucille quería asegurarse de
que Travis podría unirse a nosotros, por lo que el padre de Scott estará de
guardia esta noche, por si alguien necesita algo —dijo, y yo me encontré al
instante aturdida ante la idea de pasar tiempo con él. Esa era probablemente
una mala cosa, ya que estaba segura de que su novia se vengaría más tarde.
Aún así, iba a asegurarme de lucir linda para la noche.
Me puse una mini falda blanca de encaje con volados, que dejaba ver
mis piernas, a la par con un top de encaje sin mangas, ajustado, de color rosa
claro, y añadí un collar de perlas largo. Tomé mi chaqueta de jean en caso de
que hiciera frío más tarde, y completé el atuendo con mis botas de gamuza
color canela.
—¡Te ves linda, cariño! —dijo mamá cuando salí de la casa rodante. Mis
padres estaban vestidos muy bien, así que no me sentí muy fuera de lugar.
Comenzamos nuestro paseo por la carretera y me di cuenta de que no
sabía dónde vivían los Medlers. No estaba segura de sí se quedaban en el
edificio principal, si tenían un remolque, o qué. Mis padres lideraron el camino
y me dijeron que estábamos buscando el campamento número uno. Cuando
finalmente lo encontramos, estaba sorprendida al ver que se trataba de una
casa rodante similar a la nuestra. Por alguna razón supuse que habrían estado
en la casa principal, o en algo más grande. Después de todo, ellos eran los
dueños. Pero la única diferencia entre los dos sitios era el hecho de que la suya
estaba llena de árboles que se encadenaban con luces blancas de Navidad. En
realidad le daba un ambiente hogareño, y lo hacía parecer como un pequeño
patio. Me reí ante la comprensión de que Travis tenía que dormir en el sofá
como yo. ¡Pobre hombre!
—¡Hola! Bienvenidos a nuestra casa de verano —dijo Lucille mientras
salía de la casa rodante y se acercaba a saludarnos.
Llevaba servilletas y utensilios en sus manos, pero se las arregló para
darme un abrazo. La mesa de picnic estaba ya cubierta con un mantel y los
platos distribuidos. A la izquierda de la mesa, en‖su‖‚patio‛, se encontraba un
pozo de fuego que tenía una chimenea encendida con un montón de sillas
52
colocadas alrededor de ella. Mi padre apareció de inmediato en una posición
en cuclillas junto al fuego, y Lucille le ofreció una cerveza. Luego nos sirvió a
mamá y a mí un poco de limonada mientras ayudamos a poner los utensilios y
servilletas en la mesa.
Barney y Travis todavía no habían salido, y ni siquiera estaba segura de
sí estaban en el interior.
—Entonces, ¿cómo fue tu día, Paige? ¿Fuiste a la fiesta en la piscina? —
preguntó Lucille y su pregunta transmitió que Travis no le había dicho nada.
—Tuve un buen día, y sí, fui a la fiesta por un rato. Fue divertido y
Travis fue muy hospitalario —mantuve mi respuesta simple y cortés, dejando
de lado todo el drama que tuvo lugar hacia el final.
De repente sentí manos agarrar mi cintura desde atrás, y escuche un
suave—: ¡Bú! — en mi oído. Grité, completamente sorprendida por la
aproximación de Travis y prácticamente salté en el aire. Había venido desde
los bosques detrás de mí, y nadie me había advertido sobre su presencia. Por
supuesto, todo el mundo se echó a reír ante mi reacción, y me volví para ver
Travis riendo también.
—Idiota —resoplé sarcásticamente y lo golpeé en el pecho. Me guiñó un
ojo y luego liberó sus manos de mi cadera. La pérdida del contacto envió un
escalofrío por mi espalda y me di cuenta de lo coqueta que habían sido sus
acciones.
—¡Te tengo! —dijo mientras se acercó a saludar a mis padres: beso la
mejilla de mi madre y estrecho la mano de papá. Tuve la oportunidad de
observar su cuerpo en aquellos vaqueros rotos de corte bajo y su camiseta
negra. Su pelo seguía un poco húmedo por lo que estaba más levantado, ¡pero
se veía bien!
Un auto se detuvo en la unidad unos momentos más tarde, y Barney
saltó con un par de cajas de pizza.
—La cena está servida —gritó mientras se dirigía a la mesa. Saludó a
todos y luego se sentó con mi padre en el fuego, mientras Lucille y mamá
terminaban de poner las ensaladas y aderezos.
—Hospitalario, ¿eh? —dijo Travis, viniendo a mi lado para charlar,
obviamente, habiendo escuchado el comentario que le había hecho a su madre.
—Sep. Se aseguró de que todo el mundo tuviera su helado —me reí.
—Sí, también fui la causa de que te empaparan. Lo siento por eso.
Ashley puede ser molesta a veces —su comentario sobre Ashley carecía de
cariño, me dejó curiosa. Estaba desesperada por saber si salían o no, pero no
quería sonar demasiado propuesta preguntando. 53

—No te preocupes por eso. No creo que le guste, sin embargo —fracasé
en mi intento de encontrarme ilesa de su tratamiento, y me arrepentí de
inmediato de mi comentario.
—No le gusta el hecho de que eres hermosa —el tono de Travis se oía
casual, pero era el cumplido más dulce que jamás había recibido.
—Chicos, ¿están listos para comer? —preguntó Barney, que venía detrás
de nosotros poniendo sus brazos sobre nuestros hombros.
—Sep, me muero de hambre —dijo Travis, luego se volvió a darme un
guiño y una sonrisa. A medida que nos dirigimos hacia la mesa, sentí su mano
presionar sobre la parte baja de mi espalda mientras me guiaba a mi asiento.
—Gracias —le dije mientras se sentaba frente a mí. El contacto suave me
dejó con ganas de más, y me preocupaba estar desarrollando sentimientos por
alguien que era intocable.
Pasamos la mayor parte de la cena hablando de Travis y de mí, rumbo a
Columbia en el otoño. Nuestros padres estaban discutiendo los temas
educativos y dándonos recomendaciones de programación, mientras nuestras
madres corrían sobre todas sus preocupaciones e inquietudes de vivir solos
por primera vez. Estaba claro que a Lucille se le haría difícil adaptarse al hecho
de que su único hijo se iría a la universidad y dejaría el nido. Estaba feliz de
que nuestras madres tuvieran ese verano para ayudarse mutuamente a
enfrentar la realidad.
Travis y yo nos sentamos, interponiéndonos y contestando las
preguntas de todos. Durante toda la comida, no pude dejar de robarle miradas.
Cada vez me gustaba más verlo. Encontré sus ojos en mí todo el tiempo, y su
sonrisa torcida como si hubiera sido atrapado con la mano en el tarro de
caramelos. Era adorable y me hacía sentir mariposas alrededor del estómago.
Era obvio que nuestros padres habían conectado realmente, porque ya
se reían de bromas y tenían mucho de qué hablar.
—Así que Paige, tus padres nos contaron sobre Pri*Tee Pixies hoy.
Impresionante es un eufemismo. Es increíble lo que alguien de tu edad ha sido
capaz de lograr. Debes estar muy orgullosa de ti misma —dijo Barney, y
Lucille asintió con la cabeza. El comentario estalló a través de nuestro silencio
comiéndome con los ojos, y mis mejillas ardían de vergüenza al darme cuenta
de que Travis y yo habíamos estado mirándonos fijamente.
—Gracias, me siento afortunada de poder hacerlo, y por todo el apoyo
que ha brindado a la comunidad —le dije y luego miré hacia atrás para ver la
expresión confundida de Travis.
—Travis —dijo Lucille, llamando su atención—, ¿te ha dicho Paige que 54
comenzó una organización hace unos años con el fin de apoyar a las familias
necesitadas y con hambre? Ella hace eventos y bailes recaudando dinero para
la caridad y ha logrado juntar más de unos pocos millones de dólares —la
breve explicación de Lucille capturó la esencia de mi organización, por lo que
ahora Travis tenía un indicio a mi vida como Pixie7.
—Guau, Paige, eso es increíble. ¿Así que es por eso que bailas? —me
preguntó y parecía estar dándose cuenta de todo.
—Sí, vamos a realizar el próximo evento durante el Día del Trabajo. Por
lo general es uno de nuestros más grandes desvíos. Así que, tengo que trabajar
en el baile mientras esté aquí este verano —le respondí y miré sus ojos. Se veía
sumido en sus pensamientos, y me hubiera gustado saber lo que estaba
pensando.
—¿Tienes otros bailarines, Paige? —preguntó Lucille, llamando mi
atención hacia los adultos.
—Sí, mi mejor amiga Tracey y yo somos las conductoras, pero tenemos
un grupo de diez chicos y chicas que tienen que sacar un número diferente —
le contesté, y volví a mirar a Travis.
—Entonces, ¿cómo vas a prepararte para el baile mientras estés aquí? —
Lucille parecía realmente interesada y quería conocer los detalles.
—Bueno, por lo general escribo todos los movimientos y luego hago un
video de toda la danza. Tracey está le enseñará al grupo, y luego todos ellos
serán capaces de ver el video en línea para la práctica.
—Vaya, la tecnología moderna —dijo Barney, meneando la cabeza con
asombro.
—Sí, les resultará más fácil, eso es seguro —estuve de acuerdo.

7 Pixie: Duendecillo.
Después de la cena, cuando estuvo todo limpio, nos sentamos alrededor
del fuego para asar malvaviscos como postre. Travis hizo alarde de su técnica
para conseguir un malvavisco tostado perfectamente.
—¡Este es para ti! Perfectamente marrón dorado —dijo,
entregándomelo. Me tomó un bocado e inmediatamente asentí con aprobación.
Travis continuó haciéndolo por mí. Traté de devolverle el favor, y terminé
dándole un malvavisco totalmente calcinado.
—Guau, eso se ve delicioso —bromeó, mirándolo desde todos los
ángulos.
—¿No vas a por lo menos intentarlo? No quieres insultar al cocinero —
lo presioné. Se lo metió en la boca y luego mi madre se echó a reír.
—Lo siento, Travis, es mi culpa. ¡Heredó mis habilidades culinarias! 55

Todos nos reímos y bromeamos, y no podía creer lo cómoda que estaba


con él y su familia. Era como si nos conociéramos desde hace años. Finalmente,
llegó el punto donde tenía que usar el baño porque había bebido mucha
limonada. Barney estaba en la casa rodante, tomándose su tiempo, así que me
excusé del grupo para ir al edificio principal.
— Te acompaño otra vez —dijo Travis, agarrando una linterna para
mostrarme el camino.
—Gracias —le dije, encantada por su oferta. Toda la noche había estado
nerviosa por las mariposas y el hormigueo de todos sus coqueteos, pero aún
así tenía que saber si estaba tomado. Los chicos tienen una tendencia a
coquetear sin importar nada, así que no estaba leyendo nada en él.
—¿Así que es por eso que tu padre te llama Pixie, debido a tu
organización? —preguntó Travis cuando caminábamos en la oscuridad.
—No, es al revés. Mi papá siempre me ha llamado su pequeño Pixie,
porque dijo que cuando entré en su vida, la llené de magia por todas partes. Es
lo que quería hacer con la caridad, espolvorear la magia a su alrededor para
ayudar a las personas, por‖lo‖que‖sólo‖funcionaba…‖—le aclaré. Nunca le había
dicho a nadie más que a Tracey mi razón del nombre antes—. Somos Pri * Tee
Pixies, porque usamos nuestras iniciales de Paige Rice y Tracey Eemer. No lo
pusimos en vano —añadí para que no se piense que éramos sólo dos niñas
desagradables pensando que lo éramos todo.
—Bueno, se adapta. Eres linda, Paige —Travis me felicitó por mi
aspecto por segunda vez en la noche y me sonrojé. Afortunadamente, estaba
demasiado oscuro para que lo viera bien.
Me esperó fuera del baño, así podíamos caminar de nuevo juntos, me
pareció muy considerado.
—¿Ashley te devolvió tu pareo? —me preguntó, sorprendiéndome
cuando salí del baño.
—No, ¿lo encontró? —Traté de mantener la ignorancia para que no se
enterara de su secreto.
—Sé lo que pasó, Paige, y lo que le diste. Me preguntaba si ella te lo
había devuelto.
No entendía cómo podía saberlo a menos que Ashley le hubiera dicho, y
dudaba que fuera a decirle a alguien que no sea su mejor amigo o su novio.
Eso demostraba que era su novio, lo que pensaba, y la confirmación me dejó
más que decepcionada. No estaba muy sorprendida de que estuviera tomado,
porque realmente era un tipo increíble.
—No avergüences a tu novia, ya fue lo suficientemente humillante. 56
Puede mantener el pareo si quiere —le dije, asegurándome de que no se
enojara con ella por no devolvérmelo. Travis se detuvo justo en frente de mí.
—Ashley NO es mi novia, Paige —la voz de Travis se puso seria y
parecía como si estuviera tratando firmemente de verse así.
—Oh. Entonces, ¿cómo lo sabes? —le pregunté.
—Las escuche a las dos en el cuarto de baño. Cuando la vi entrar, quería
asegurarme de que ella no fuera a sacar nada más de sus trucos. Así que
escuché por la ventana de atrás —su admisión hace que me derrita y estaba
encantada de saber que se había preocupado por mí.
—Oh —dije, es el único que podía reunir—. Bueno, no digas nada, ¿de
acuerdo? Va a devolverlo, y si no lo hace, no estoy preocupada.
—Eres dulce, Paige.
Travis se inclinó y me dio un suave beso en mi mejilla. La sensación
envió un hormigueo por todo mi cuerpo, era tan inocente y sin embargo, la
expresión de su rostro me hizo recalentarme. Ahora que sabía que estaba solo,
esperaba que todas sus acciones a lo largo de la noche significaran que él
estaba interesado en mí. Decidí en ese momento que iba a tener que
intensificar mis coqueteos, ahora que sabía que no estaba infringiendo en
territorio de nadie, y ver qué pasaba.
Hicimos nuestro camino de regreso a su casa y nuestros padres ya se
deseaban las buenas noches. Travis y yo hicimos las rondas, al igual que
nuestros padres, y luego se volvió a mi lado.
—¿Así que vas a estar aquí mañana, o vas a salir con tus padres? —me
preguntó, de pie con las manos en los bolsillos, dándome la sonrisa más
adorable.
—No lo sé. No hemos hecho planes todavía, pero no estoy segura. —
Quería dejarlo abierto porque tenía muchas ganas de pasar algún tiempo con
él, pero no estaba segura de lo que mis padres habían planeado.
—Bueno, estoy trabajando en la mañana, pero tengo la esperanza de
verte por aquí después de eso —dijo, mordiéndose el labio inferior. La acción
me dio ganas de besarlo y, posiblemente, morderle los labios también.
Rápidamente tuve que quitar esos pensamientos, debido a que nuestros
padres estaban presentes y podrían no apreciar que hiciera eso.
—¡Espero que sí! —le dije, volviendo a salir con mis padres. No pude
resistirme a mirar atrás una vez más, sólo para darle un guiño y una sonrisa,
que regresó con la misma sensualidad.
En nuestro camino de regreso al campamento, me sentía mareada sobre 57
cómo fueron las cosas con Travis, y no podía dejar de repetir todos los eventos
de la noche en mi mente. Realmente era un tipo increíble y sin duda estaba
desarrollando un flechazo por él. ¡Uno grande! Pensé, disfrutando en silencio
de la noche y el aire fresco. Mamá y papá estaban haciendo una repetición de
la noche entre ellos, expresando lo mucho que le gustaron los Medlers y, ¡no
podría estar más de acuerdo!
7
Traducido por SomerholicSwiftie & CoralDone
Corregido por Cami G.

Mis padres habían reanudado sus tareas la mañana siguiente; papá en


su computadora en la mesa de picnic, y mi mamá sentada leyendo un libro.
Pidieron un día de baja intensidad debido a que habíamos tenido una larga 58
noche y todo el aire fresco iba hacia ellos. Decidí que sería un buen momento
para trabajar en mi danza y, con suerte, enviarle algunos movimientos a
Tracey mas tarde. Sabía que Travis estaba trabajando, y aparte de mi
esperanza de verlo, no tenía nada mejor que hacer con mi día.
Me vestí en mi bikini rosa claro, me puse unos pantalones cortos de
jeans con una camiseta cuello V encima, y salí con una bolsa con todo lo que
necesitaba para mi mañana. Mientras caminaba por el sendero de tierra para
llegar a la ruta del lago, vi a Travis y a su padre conducir hacia mí en el carrito
de golf. La parte posterior estaba llena de leña, así que supuse que estaban
haciendo entregas.
—¡Buenos días, Paige! —me saludó Barney, deteniéndose.
—¡Hola! —se hizo eco Travis, parecía feliz de verme así.
—Hola —le dije, sin poder evitar la sonrisa que apareció en mi rostro, al
solo verlo.
Llegué hasta estar junto a Travis en el carro y admiré su buena
apariencia. Su barba mañanera daba ganas de desmayarse, y todo en mí quería
extender la mano y tocarlo.
—¿A dónde te diriges? —preguntó Barney. Metí la cabeza debajo de su
parte superior para poder mirarlo a los ojos y responder, y me encontré
apoyada en la pierna de Travis.
—Voy a bajar a la playa por un rato —le dije, y luego sentí la mano de
Travis discretamente rozar mi lado. El contacto envió un hormigueo por todo
mi cuerpo, y deseé más. Fue increíble cómo, después de una noche, habíamos
llegado a un nuevo nivel de coquetear y me sentía mucho más cerca de él.
—Bueno, disfruta del hermoso día —dijo Barney.
—Te veré cuando termine —agregó Travis, y me dio una sonrisa
adorable que mantenía una promesa. Quitaron el carro y crucé la carretera al
mismo tiempo que reproducía todos los detalles de la interacción en mi mente.
Era claro que había una atracción mutua entre Travis y yo, y estaba ansiosa
por ver a dónde conduciría.
Comencé a practicar los pasos de baile que había hecho el día anterior,
cuando escuché un fuerte sonido en el lago, alrededor de la curva arbolada.
Me detuve a ver lo que era, y, después de unos segundos, vi a Travis conducir
hacia la playa en una moto acuática. Pensé que estaba trabajando. ¿Cómo había
llegado hasta aquí tan rápido? Me pregunté, haciendo mi camino hacia él.
—¡Oye! ¿Quieres ir a dar un paseo? —preguntó, el entusiasmo brillando
en sus ojos.
—¡Sí! Pero pensé que estabas trabajando —le dije, subiendo en el asiento 59
detrás de él.
—Mi papá me dijo que podía hacerse cargo del resto de las entregas,
por lo que me dio la mañana libre. Sin embargo, tengo que trabajar esta tarde.
Entonces, ¿puedo llevarte a un recorrido por el lago? —parecía que Travis
había venido intencionalmente a pasar tiempo conmigo, y me encantaba el
hecho.
—¡Por supuesto! —declaré, poniendo mis brazos alrededor de su
cintura para sostenerme. No iba a ser tímida, y definitivamente quería tener
una idea de su cuerpo.
—¡No me sueltes! ¿De acuerdo? —dijo, acelerando el motor, listo para
arrancar.
—¡No lo haré! —En realidad, eso era lo último que quería.
Travis arrancó, mojándonos con agua. Casi no había otros botes, así que
prácticamente teníamos todo el lago para nosotros; podíamos ir tan rápido
como quisiéramos. Él se estaba mostrando y yo me divertía mucho. Era
totalmente relajante y calmante sentir el aire en contra de nosotros, y no podía
evitar la sonrisa tonta pegada a mi cara todo el tiempo. También estaba
disfrutando de la sensación de Travis en mis brazos, y no quería que el
momento terminara.
Finalmente, después de estar conduciendo por todo el lugar, Travis
desaceleró hacia una ensenada en el lado norte del lago, y apagó el motor. La
zona era tranquila y apartada, sin nada más que árboles que nos rodeara. Era
tan tranquilo y parecía que no había nadie alrededor por millas. Travis se
movió delante de mí y se volvió de modo que estábamos uno enfrente del otro
en el asiento. Todavía estaba sorprendida de lo cómoda que me sentía con él.
No había ninguna bola de nervios en mi estómago, sólo pequeñas mariposas
volando alrededor, preguntándose qué vendría después.
—Entonces, ¿te pareció divertido? —preguntó, y me dio una sonrisa tan
sexy que casi salto en el acto. El chico era caliente y sin duda sabía lo que
estaba haciendo.
—¡Ha sido fantástico! Así que, ¿vas a dejarme conducir ahora? —
bromeé, probando para ver su reacción.
—Tal vez —dijo en broma, y me dio un pequeño guiño.
—¿Tal vez? —pregunté enseguida para averiguar su estipulación.
—Tienes que decirme algo más sobre ti, primero, y luego voy a dejar
que conduzcas.
—Oh, ya veo. ¿Qué te gustaría saber? —sonreí, siguiéndole el juego.
—Dime todo. Sólo quiero aprender más acerca de ti, Paige —dijo, 60
inclinándose hacia adelante y poniendo sus manos sobre mis rodillas.
—Tú me preguntaste. ¿Algo en específico que quieras saber? —estaba
tan distraída por su toque que no sabía por dónde empezar.
—Dime lo que te hizo iniciar la Organización Pri*Tee Pixies.
Pensé en ello durante un segundo antes de hablar, porque esa parte de
mi vida siempre había sido muy personal. Aparte de Tracey y mis padres, no
estaba tan segura de que alguien más supiera lo que me hizo querer iniciarme
en la caridad. Por alguna razón sentí que podía ser honesta con Travis y él no
iba a juzgarlo, él entendería. Realmente tenía este miedo de ser etiquetada
como una pordiosera, pero por alguna razón sentía que Travis simplemente lo
entendería.
—Es algo que se remonta a cuando era pequeña. Mi padre siempre ha
querido mantenerme castigada, no importa lo ricos que éramos o donde
vivíamos. Por lo tanto, me dio algunas opciones diferentes sobre cómo podía
ofrecer mi tiempo en las tardes de domingo. Decidí trabajar en el comedor de
la ciudad porque pensé que podría ser la más fácil de todas mis opciones. Yo
era joven e ingenua en el momento —añadí sólo para que Travis no juzgara el
motivo de mi decisión—. Bueno, después de un tiempo, llegué a conocer
algunas personas y me di cuenta de que es una lucha que muchos enfrentan.
Pero no importaba lo difícil que eran sus vidas, ellos siempre se las arreglaban
para decir gracias y mostrar su aprecio. Algunos incluso venían a contarme
chistes, luego decían que era su manera de pagarme por mi bondad. Tocó mi
corazón estar ahí, y siempre esperaba los domingos por la tarde. De todos
modos, un domingo por la noche, mis amigos y yo nos reunimos en un
restaurante después de regresar desde la ciudad. Era un lugar bastante caro,
que me hizo sentir culpable, así que terminé ordenando sopa. Mis amigos, en
cambio, ordenaron filetes, atún, y otros platos caros. —Travis me observaba
atentamente mientras hablaba, y pude ver sus ojos cambiantes entre los míos y
mi boca. Me hizo pasar instintivamente la lengua por mi labio inferior, lo que
hizo apretar la piel bajo sus manos. Mi deseo era conseguir lo mejor de mí, así
que tenía que concentrarme en lo que estaba diciendo—. Todo el mundo
obtenía su comida y no estoy bromeando, todos y cada uno de ellos tenía un
problema con algo de comer, y se quejaban todo el tiempo. Fue increíble ver
cómo un poco de patata quemada podría molestar a alguien, o el hecho de que
no había tomates cherry, en lugar de tomates reliquia en la ensalada. Toda la
escena era escalofriante. Acababa de ver un montón de gente llorar de gratitud
por un poco de caldo suave, y mis amigos estaban quisquillosos sobre los
tomates. No es que mis amigos fueran malas personas, pero se convirtieron en
una experiencia reveladora para mí. Así que decidí, después de esa noche, que
a pesar de que no podía cambiar los caminos de todo el mundo y hacerles ver
la luz, podría llegar a donar, lo que luego podría ser utilizado para ayudar a 61
otras personas que realmente lo necesitaban. Así nació Pri*Tee Pixies. He
combinado mi pasión por el baile con mi amor por ayudar a la gente, y
comenzamos a realizar eventos con boleto donde todos los ingresos vayan a la
caridad. Y, tres años más tarde, nos hemos convertido en algo increíble. Pero,
por supuesto, no podría haberlo hecho sin mi mejor amiga, Tracey. Ella es mi
cómplice en todo esto.
Travis todavía no tenía algo que decir, pero seguía mirándome
directamente a los ojos con una mirada de asombro en su rostro. —Paige, eso
es…‖No‖sé‖ni‖qué‖decir.‖Eres‖simplemente‖increíble.‖Eso‖es…‖increíble‖—dijo, y
me sentí como si fuera a pensar que era la Madre Teresa.
—Tengo que ser honesta, me sigue gustando mi Gucci y mi Prada, y me
han conocido totalmente por malgastar el dinero en ropa. Por lo tanto, no soy
tan santa —añadí sólo para que se diera cuenta de que no era perfecta.
—¡Oye! Todo el mundo tiene permitido sentirse culpable. No puedes
golpearte por eso. Además, no conozco a mucha gente de nuestra edad que se
preocupe por hacer una diferencia para los demás, así que diría que merece la
Prada —Travis podía ver lo importante que era mi trabajo y apreciaba mis
esfuerzos. Mi ex novio me dijo que debería dejar de preocuparme por los
demás y disfrutar de ser una adolescente, por lo que la respuesta de Travis
hizo que mi corazón latiera más rápido.
—¿Y qué hay de ti? ¿Cómo fue crecer en Burlington y pasar tus veranos
aquí? —le pregunté, desviando la atención, que ahora estaba en él. Sabía que
mis mejillas ardían, así que quería estar fuera del centro de atención.
—Estaba bien. Mi papá es el cirujano de la ciudad, por lo que siempre he
tenido una gran cantidad de atención. Crecí en una casa grande, en la parte
arrogante de la ciudad, y todo el mundo parecía saber quiénes éramos. El tipo
de atención llegó a mí después de un rato, así que empecé a rebelarme, como
un adolescente típico, supongo. Fue entonces cuando me fui y conseguí trabajo
en el Coffee House, en lugar de una pasantía en la oficina de mi padre. Algo en
mí tenía que romperse un poco, a veces. Quería encontrar mi propia identidad
lejos de mi familia. Estoy agradecido de haberlo hecho, es donde conocí a la
mayoría de mis amigos más cercanos. —Travis estaba siendo tan abierto que
me sentí cómoda pidiéndole más sobre su vida.
—¿Cómo lo tomó tu padre? —pregunté, curiosa por saber si su decisión
en aquel momento había provocado una ruptura en la familia.
—Mis padres no estaban contentos, porque poco después de que
empecé a trabajar allí comencé a hacerme tatuajes. Creo que mi madre se ha
dado cuenta de que no encajo en la imagen de "niño rico" y siempre han sido
un poco más duros alrededor de los bordes. Así que, ella está bien con eso
ahora, pero le tomó un poco de tiempo acostumbrarse, porque cuando era más
62
joven yo era un completo estereotipo.
—¿En serio? —dije, sorprendida por su admisión.
—Oh sí, he jugado fútbol americano y al fútbol normal, siempre tuve
una apariencia impecable, y asistía a todos los eventos de la ciudad —se rió de
eso, y de repente me sentí un poco nerviosa sabiendo que caía en la categoría
de muy buen gusto—. El trabajo me dio independencia, responsabilidad, y los
tatuajes en mi cuerpo me han permitido expresarme.
Su sinceridad era refrescante, y me alegré de que estuviera siendo él
mismo y no tratando de impresionarme.
—De todos modos, después de un rato, me uní a un equipo de remo,
consiguiendo una gran medalla en eso. Así que, aunque no era el mariscal de
campo estrella, mis padres estaban contentos de que estuviera involucrado en
algún tipo de deporte organizado de nuevo, y no gastando mis días con el
skate o tomando drogas.
—Oh, ¿así que vas a unirte al equipo de Columbia? He oído que tienen
uno excelente. —No podía dejar de interrumpir, su comentario despertó mi
interés. Había pensado en convertirme en timonel, así que tenía mucha
curiosidad por saber si él estaba considerándolo.
—Sí, creo que sí. He investigado un poco, y probablemente lo haga —
dijo, asintiendo con la cabeza.
Todo lo que aprendía sobre Travis estaba haciendo que me enamorara
más y más de él. A pesar de que venía de una familia rica, estaba decidido a
ser él mismo y no dejar que la sociedad dictara quién debía ser. Me parecía que
teníamos eso en común, y no pude evitar sonreír.
—Entonces, ¿qué quieren decir tus tatuajes? —pregunté, muriendo por
tener una mirada más cercana, y poder comprender cada símbolo. Travis se
vio emocionado con mi pregunta e inmediatamente se quitó la camisa.
¡Gracias!, animé silenciosamente, incapaz de detener mis pensamientos
inapropiados, mirando su maravilloso cuerpo. Travis comenzó con
impaciencia su explicación, señalando los diferentes símbolos, y podía decir
que ellos realmente significaban mucho para él.
—Así como puedes ver, este es el agua, y se extiende alrededor de estos
diferentes símbolos chinos. Este —dijo señalando el símbolo de su muñeca—
representa la vida; este —dijo moviéndose hacia su antebrazo— representa el
coraje. Este significa fuerza —se movió un poco más allá y apuntó al que
acunaba sus increíbles bíceps. Su dedo se deslizó hacia su hombro y seguí la
línea del músculo, ansiando trazar el camino que tomó con mi boca—. Este
representa a los árboles —hizo un gesto a nuestro alrededor y pude ver la
belleza en ella y entender su importancia sin necesidad de mayores
explicaciones—. Básicamente es con fuerza y coraje que pretendo enfrentarme 63
a la vida y a todo lo que tiene para ofrecerme. He tenido que romper con las
expectativas, por lo tanto, ambas me han ayudado a encontrar mi propio
camino. —Admiraba su honestidad, y me encontré pasando mis dedos por los
dos símbolos. Me miró mientras lo hacía. Sentía su cuerpo calentarse con mi
toque, pero mantuve mi concentración en el tatuaje, estudiando los detalles,
sabiendo que mis mejillas estaban delatando mis sentimientos.
—Entonces, vamos a ver, este representa la familia —dijo señalando al
de la derecha de su corazón; noté su colocación—. El cual es obviamente
porque mis padres significan mucho para mí y estoy agradecido por todo lo
que han hecho y me han dado. No siempre las cosas fueron fáciles, pero ellos
jamás se alejaron de mí. Por lo tanto, los sostengo cerca de mi corazón. —Me
derretí con su comentario y dejé a mi mano vagar sobre su pecho, tocando el
símbolo y admirando el significado del mismo. Esta vez se movió más cerca y
deslizó sus manos más alto para descansarlas en los lados de mis muslos. Mis
piernas se envolvieron al instante, con la piel de gallina, y mis entrañas se
encendieron.
—Este, a la izquierda de mi corazón —dijo, tomando mi mano y
deslizándola hacia el otro símbolo—, representa al amor, el cual espero
encontrar. —Levanté la cabeza y nuestros ojos se encontraron. Algo en mi
interior gritaba que quería ser su amor, y estaba sorprendida por lo rápido que
me podía encontrar a mí misma enamorándome de un chico.
Apresuradamente, aparté el pensamiento y rompí la mirada.
—Entonces, ¿qué pasa con el agua? ¿Qué significa para ti? —pregunté,
remolineando mis dedos alrededor de las olas que rodeaban todos los demás
símbolos, haciendo mi camino a través de su pecho y debajo de su brazo. Su
piel estaba caliente, y lo sentí apretando el lado de mis piernas mientras yo
frotaba suavemente su piel.
Le tomó un segundo, pero finalmente habló. —Me encuentro más en
paz cuando estoy en el agua; es tan tranquilo aquí afuera, así que de alguna
manera el agua siempre envuelve mi vida.
Terminó y me quedé sin habla. Estaba fascinada por todo; los tatuajes
de Travis, su explicación de lo que significaban, el hecho de que tenía un
corazón muy cálido y quería encontrar el amor, y que no era sólo un rico idiota
que no se preocupaba por el mundo que lo rodeaba.
En su lugar, había hecho de la familia, la vida y el amor una prioridad.
—Entonces, ¿qué piensas? —preguntó, interrumpiendo mi ensoñación
silenciosa.
—Creo que son hermosos. Espero que no venga a ser tan castrante, pero
pienso que lo que representan es verdaderamente hermoso —dije, mirando
por encima de todos los símbolos de nuevo. Lentamente llevé mis ojos arriba 64
de nuevo y me encontré con su mirada. La energía entre nosotros estaba
electrificada, y podía sentir algo profundo fabricándose en ambos extremos,
solamente no iba a ser yo quien diera el primer paso.
—Así que, ¿alguna vez vas a conseguir uno? —preguntó, dándome una
sonrisa entrañable.
—Umm…‖ De‖ hecho,‖ tengo‖ uno,‖ pero‖ nadie‖ lo‖ sabe,‖ a‖ excepción‖ de‖
Tracey; así que no tienes permitido decírselo a nadie, ¿de acuerdo?
—¿Qué? ¿En serio? —casi gritó de sorpresa, y la expresión de su rostro
intentaba igualar su tono.
—Sí —le dije en voz baja, asintiendo con la cabeza.
—¿Dónde?
Una vez más me encontré queriendo compartir todos mis secretos con
Travis, así que le dije—: Es aquí —señalando mi cadera.
—Vaya, ¿de verdad? —preguntó de nuevo, sonando como si dudara del
hecho.
—Sí, de verdad —insistí.
—Así que, ¿es un pequeño corazón o algo así?, porque te vi en ese bikini
ayer y no había mucho cubierto. No es que me importara —bromeó,
meneando las cejas hacia mí.
—Oye —grité, y golpeé su pecho juguetonamente—. Estaba tapada, mi
tatuaje puede ser pequeño, pero algunas de las mejores cosas en la vida vienen
en paquetes chicos —le dije, sonriendo con mi barbilla muy alta en el aire,
orgullosa de mi replica.
—Eso es muy cierto —dijo, dándome un guiño—. Así que, ¿no es un
corazón?
—No, es un duende —dije finalmente.
—¿Puedo verlo? —preguntó inmediatamente, mirando hacia abajo con
nostalgia, hacia mi cadera cubierta.
—Tal vez —le respondí tímidamente.
—¿Tal vez? —repitió con mi mismo tono de antes y con ganas de
escuchar la estipulación.
—Si me dejas conducir esto, entonces te lo voy a mostrar —dije con
dulzura.
—Trato. Pero hay una última cosa que quiero saber de ti por ahora —
dijo, su voz sonando muy seria.
—¿Qué cosa? —le pregunté con curiosidad. 65

—¿Tienes novio? —Inmediatamente sonreí a su pregunta y luego me


incliné hacia delante para susurrar mi respuesta en su oído.
—No —dije, rozando mi labio contra su lóbulo y moviéndome
alrededor de él para asumir el puesto de conducción.
Travis sonrió en respuesta y amablemente se deslizó de vuelta en su
asiento, permitiéndome tomar el control. Una vez ubicada envolvió sus brazos
en mi cintura con fuerza y se apoyó en mí. Al instante sentí que su cuerpo
había reaccionado de la misma forma que el mío, porque su estado caliente
estaba presionado largo y duro contra mi espalda baja. Un escalofrió me
recorrió, y piel de gallina envolvió mis brazos. Era obvio que los dos nos
queríamos el uno al otro, y que nos estábamos resistiendo a los mismos deseos.
Conduje alrededor del lago por un rato mientras decidía que Travis
había esperado lo suficiente, y que ya era hora de revelarle mi tatuaje.
Desacelerando la moto acuática para una parada, la apagué en el medio del
agua. Me puse de pie con cuidado y di la vuelta tratando de mantener mi
equilibrio. Travis apoyó sus manos en mis caderas, así no iba a caer. Sin decir
una palabra, empecé a desabotonar mis pantalones cortos y luego ligeramente
los bajé hasta la cintura, de forma que pudiera conseguir acceso a la parte
inferior de mi bikini. Travis me miraba con lujuria escrita en su rostro y mi
cuerpo se quemó hasta las entrañas. Poco a poco me bajé la parte superior del
material mientras miraba la expresión de Travis cuando revelé mi duende. Se
mordió el labio mientras se inclinaba más cerca para leer las letras cayendo de
la varita.
—Inspire —susurró, y yo podía ver el fuego en sus ojos. Asentí, incapaz
de hablar. Luego, lo sentí impulsándome hacia abajo en el asiento con sus
manos.
Nuestras miradas se cruzaron y se quemaron una a la otra con deseo,
mientras la corriente entre nosotros se cargaba. En silencio lo atraje para que
me besara y sin dudarlo su boca estaba presionando la mía, sus labios eran
cálidos y suaves, y fácilmente caímos en un ritmo. No había ninguna
incomodidad con el beso, lo que causó que mis nervios se derritieran, siendo
remplazados por una necesidad lujuriosa. Mientras nuestras lenguas
comenzaban a deslizarse suavemente juntas y exploraban los sentidos de cada
uno, sentí sus manos correr por mi espalda, haciendo su camino hacia la base
de mi cuello, tirando de mí hacia adelante para profundizar aún más el beso.
La intensidad de nuestras lenguas ahora empujando juntas lo hizo gemir, y eso
a su vez envió electricidad a través de mis venas. Me encontré a mí misma
necesitando estar más cerca, así que agarré la base de su cuello, haciendo que
nuestros pechos chocaran. Su boca continúo explorando la mía por otro
minuto antes de apartarse. Fruncí el ceño internamente por la pérdida de 66
contacto, pero tomé el segundo para recuperar mi aliento y calmar los latidos
de mi corazón.
—¡Vaya! Tú definitivamente me inspiraste —susurró, apoyando su
frente en la mía. Se inclinó hacia delante para colocar otro suave beso en mis
labios y luego se retiró de nuevo—. Lo siento, no estoy siendo más un
caballero, pero he estado queriendo hacer eso desde que te vi esta mañana. En
realidad, retiro lo dicho, desde anoche.
Me reí ante el comentario de Travis y luego me incliné para besarlo de
nuevo. Yo también había estado esperando por un beso desde la noche
anterior.
—¿Quieres ir a una caminata conmigo? —preguntó, alejándose para
mirarme a los ojos. Su pregunta me agarró con la guardia baja porque mi
mente estaba puramente en otros lugares, pero pensé que ya que la energía
entre nosotros era demasiado fuerte para resistir, probablemente era mejor si
encontramos una actividad real para llenar nuestro tiempo. De lo contrario,
seguramente nos encontraríamos a nosotros mismos con los labios bloqueados
durante toda la tarde.
—Sí —le respondí.
—Bien, ¿nos conducirías a ese lado? —dijo, señalando una zona de la
playa, directamente enfrente de nosotros.
—Seguro —estuve de acuerdo, emocionada porque todavía seguiría en
el asiento del conductor.
Me puse de pie para dar la vuelta y me situé de nuevo en el asiento de
la manera correcta. Mientras encendía el motor, Travis envolvió sus brazos a
mi alrededor y esta vez intencionalmente presionó su cuerpo contra el mío. Me
di cuenta de que quería que yo supiera el efecto que tenía en él, y amé saberlo.
Besó mi cuello y me derretí—. Bien, mejor me detengo. Cuando quieras —dijo.
Nos llevé a la costa y aparqué en la playa.
Pasamos el resto de la tarde caminando y hablando acerca de todo. Era
increíble lo fácil que resultaba hablar con Travis. Me encontré a mi misma
diciéndole todos los detalles de mi vida; cómo fue crecer en East Hampton,
quiénes eran mi amigos, todas mis cosas favoritas, incluso compartí algunos
momentos embarazosos y hablé acerca de mis sueños futuros. Era un buen
oyente y mostró interés en todo.
Cuando Travis se volvió a poner en el foco de atención aprendí acerca
de sus amigos y cómo Scott era realmente como un hermano para él. Me habló
de sus lugares favoritos, de lo que era pasar sus veranos en el campamento, y
también compartió su aspiración de convertirse en un arquitecto y diseñar
casas en el agua. Su sueño era encapsular el medio ambiente en sus diseños y
67
armonizar cada casa con su entorno. También habló de sus esperanzas de
tener una familia y de querer niños con los cuales hacer rafting. Todas sus
admisiones eran dulces y me encontré, con cada una de ellas, enamorándome
un poco más fuerte de él.
Hablamos todo el tiempo y ni una vez nos encontramos en un
incómodo silencio. Convenientemente, sin embargo, ambos dejamos fuera los
detalles acerca de las ex relaciones y nuestras vidas amorosas a través del
tiempo. Estaba agradecida, siendo nuestra primera cita, no quería asustarlo al
revelar mis dos años de enamoramiento por Jared. Estaba preocupada de que
Travis pensara que estaba fuera de sus límites por eso y, en este momento, me
encontraba sorpresivamente, sin duda, no fuera de los limites.
Comenzó a hacerse tarde y Travis se dio cuenta de que tenía que volver
al trabajo, así que caminamos de nuevo a la moto acuática y regresamos al
campamento. Travis se detuvo en una gran casa de botes, donde los Medlers
aparentemente guardaban todos sus juguetes de agua. Había kayaks, balsas,
canoas, otra moto acuática, y lo que parecía ser una lancha con una cabina en
el interior.
—¡Guau! Realmente te gusta el agua, ¿no? —dije admirando todo el
equipo.
—Sí, voy a tener que llevarte en ese alguna vez —prometió, haciendo
un gesto hacia la lancha—. Es muy divertida.
Travis terminó de atar la moto acuática e hicimos nuestro camino hacia
afuera de la casa de botes. Luego de cerrar la puerta, se dio la vuelta y de
repente me apretó contra la pared del edificio. Su boca reclamó la mía mientras
sostenía mis manos sobre mi cabeza, fijándome a la pared. Inmediatamente me
uní al beso y dejé que nuestras lenguas danzaran juntas de nuevo: esta vez no
eran tímidas, y el beso fue intenso. Después de algunos minutos, él retrocedió,
liberándome, e inclinó su cabeza hacia la mía.
—Eres increíble —susurró y me di cuenta en ese momento que me había
ido, la tarde había sido perfecta, Travis era perfecto, y yo me había enamorado
con fuerza.

68
8
Traducido por Findareasontosmile
Corregido por NnancyC

Cuando regresé a nuestro campamento, encontré a mamá en aprietos


con el lavado de ropa. Lucía confundida mientras ordenaba los colores, y había
69
cerca de diez diferentes pilas listas, cada una formada por dos piezas. —¿Vas a
lavar la ropa, mamá? —pregunté, sorprendida de que supiera cómo hacerlo.
—Sí, ese es el plan —respondió, sonando del todo exhausta.
—¿Por qué no dejas que me ocupe? Necesito una ducha y estaba
planeando usar una en el edificio principal. Así que puedo lavar allí y luego
cambiarla a la secadora cuando termine —ofrecí. Mi madre rápidamente
estuvo de acuerdo y podía decir que estaba verdaderamente agradecida de
que hiciera la tarea por ella. Recogí mis cosas y la ropa sucia, y luego me dirigí
al frente.
Vi‖ a‖ todos‖ los‖ ‚Chicos‖ Grandes‛ en la cancha de baloncesto mientras
hacía mi camino al cuarto de lavado, pero ignoré cualquier mirada que
pudiera estar recibiendo. Cuando terminé de poner en marcha la lavadora,
tomé mi cambio de ropa y fui directamente al baño. Cada cabina de ducha
tenía una pequeña área de cambio con un banco que estaba separado por dos
cortinas de baño. Una separaba la cabina de ducha del área de cambio, y la
otra separaba el área de cambio del resto del baño. Puse mi ropa en el banco y
luego me dirigí al interior de la ducha para limpiarme. Mientras el agua estaba
corriendo, oí a algunas chicas entrar al baño e inmediatamente reconocí las
voces de Ashley y Britney. Estaban riendo, pero no podía descifrar alguna otra
cosa. Me encontraba demasiado mareada por mi tarde con Travis para dejar
que cualquier cosa cambiara mi estado de ánimo, así que sólo las ignoré y
terminé mi baño.
Mientras salía de la ducha, escuché a las chicas regresar al baño. Bien,
¿qué están haciendo? ¿Revisando su maquillaje por décima vez? Pensé mientras
retorcía mi cabello con las manos. Me incliné por mi toalla para comenzar a
secarme y noté que mis cosas no estaban en el banco. Me doblé para verificar
el piso y encontré mi sujetador y bragas arrugadas en el suelo, pero nada más.
Oh, Dios mío, ¡tienes que estar bromeando! Grité mentalmente. Las chicas han
tomado mi ropa, aulló mi mente de nuevo. Rápidamente me deslicé en mi suave
sujetador medio azul marino y bragas a juego, que apenas cubría algo y
elaboré un plan. Jugaría al tonto y me iría de allí.
—Hola, Ashley —dije, empujando mi cabeza a través de la cortina. Ella
y Britney estaban de pie frente a los espejos, poniéndose brillo labial.
—¿Qué sucede? —preguntó, y podía oír la risa en su voz indicando que
en realidad sabía que había perdido algo.
—¿Por casualidad has visto algo de ropa encima del banco? Creo que
podría haberlas dejado allí —dije, manteniendo mi voz tranquila.
—¡No! —exclamó, tratando de sofocar la risa.
—¡Oh, no! Debí haberlas dejado fuera. ¿Has visto por casualidad algo
de ropa en la entrada? —pregunté, aún no dejando que supiesen que sabía. 70
Entonces las chicas estallaron en carcajadas.
—Sí —dijo Ashley, empujando el brazo de Britney—. Encontramos
algunas ropas en el suelo y parece que las dejaste en el camino al cuarto de
lavado, así que las añadimos en tu lavadora. —¡Qué perra! Mi mente gritó
silenciosamente las palabras que quería decirle, pero me mantuve indiferente y
no les mostré ninguna señal de que estaba molesta por su broma.
—Oh, gracias. En realidad era la ropa que necesitaba ponerme. Bueno,
supongo que soy afortunada de tener todavía mi ropa interior —dije, saliendo
de atrás de la cortina. La mirada en el rostro de las chicas me dijo que no se
habían dado cuenta de que habían olvidado mi lencería—. Sólo tendré que ir al
cuarto de lavado para conseguir algo que ponerme. ¡Espero que ninguno de
los chicos esté allí afuera o realmente obtendrán un espectáculo! —aseguré
despreocupadamente. Podía decir, por las expresiones que tenían después de
mirar mi cuerpo, que las chicas no había estudiado su plan detenidamente. Era
obvio que no estaban emocionadas con la idea de que los chicos me vieran así,
y ahora se arrepentían de sus acciones.
—Bueno, puedo ir a recoger algo para ti —ofreció Ashley rápidamente,
reconsiderando su plan.
—Está bien —dije, caminando más allá de ellas hacia la puerta—. Es
algo así como un bikini, así que sólo iré. ¡Pero gracias!
Hice mi camino fuera del baño y luego caminé indiferentemente hacia la
lavandería. Algunos silbidos llegaron desde la cancha de baloncesto, y sabía
que todos estaban mirándome. Internamente me sentía demasiado
avergonzada, pero no quería darle a nadie más esa impresión. Buen cuerpo o
no, no estaba emocionada siendo vista en mi ropa interior; era definitivamente
la vestimenta más íntima. Pero no había manera de que las chicas consiguieran
lo mejor de mí, así que no intenté correr.
Mientras entraba en la lavandería, estuve cerca de tener un ataque al
corazón cuando vi a un hombre de pie en la esquina junto a la máquina de
cambio. Se volvió ante sonido de la puerta cerrándose detrás de mí, y dejé salir
un enorme suspiro de alivio dándome cuenta de que era Travis. —¿Paige? —
dijo con una entretenida pero perpleja mirada en su rostro. Traté de cubrir mi
pecho y trasero con los brazos, pero aún seguía considerablemente expuesta.
—Por favor, no te hagas una idea equivocada. Las chicas tomaron mi
ropa del baño, porque ellas ‚supuestamente‛ pensaban que quería lavarlas.
Así que me hicieron un favor y la agregaron a mi lavadora. Afortunadamente,
olvidaron mi ropa interior o estaría de pie aquí, desnuda —dije, mirando hacia
abajo en mi estado ridículamente desnudo.
—Hombre, ellas son unas perras —declaró Travis y asentí de acuerdo—.
71
Aunque, tal vez debería agradecerles. —Se rió entre dientes, caminando hacia
mí. Rodé los ojos sarcásticamente ante su comentario, aún recuperándome de
la situación—. ¡Oye, lo siento! ¡Soy un chico y tú eres jodidamente ardiente! —
Me dio un guiño. Entonces, se sacó su camiseta y me la entregó.
—¡Gracias, y gracias! —dije mientras rápidamente me deslizaba en ella.
Apenas cubría mi trasero pero sería suficiente hasta que la lavadora terminara.
—¿Así que también estás lavando ropa? —pregunté, admirando su
ahora desnudo pecho, y curiosa por saber por qué estaba aquí.
—No. Alguien se quejó de que la máquina de cambio no estaba
funcionando así que vine a revisarla. Estoy feliz de haberlo hecho, o me habría
perdido el espectáculo —dijo, cerrando el espacio entre nosotros.
—¡Ja! ¡Ja! —Sonreí con suficiencia
—Tuve una increíble tarde contigo, por cierto, y estaba deprimido
porque tuve que trabajar. Pero conseguir verte así… —dijo, metiendo sus
manos bajo la base de la camiseta para ahuecar mi trasero— ¡me levanta el
ánimo! —Sus labios encontraron los míos mientras presionaba mi espalda
contra la lavadora. Lentamente deslizó su lengua en mi boca mientras sus
manos apretaban mis nalgas. Mi cuerpo se encendió una vez más, y envolví
mis brazos a su alrededor, agarrando su cabello cuando la intensidad de su
beso aumentó. Se volverán cada vez mejor y mejor, pensé, cuando nuestras
lenguas se exploraron vorazmente.
Justo cuando Travis comenzaba a deslizar sus manos hacia arriba, el
sonido de la puerta al abrirse rompió nuestro beso, y Travis se alejó.
Rápidamente se movió hacia la máquina de cambio. Por supuesto eran Ashley
y Britney, probablemente viniendo a asegurarse de que tuviera ropa antes de
salir.
—¡Hola, cariño! —ronroneó Ashley mientras se acercaba a Travis—.
¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó, mirando su desnudo pecho, y luego
reconoció que yo estaba vistiendo su camiseta.
—Estoy arreglando la máquina de cambio. Por cierto, ¡gracias por el
espectáculo, señoritas! Pero en serio, preferiría que no todos los hombres en la
tierra preguntaran qué tipo de establecimiento tenemos, así que, por favor,
eviten sus infantiles bromas —declaró antes de volverse y tomar su bolso de
herramientas.
—Fue honestamente un error. Pensamos que había dejado su ropa en el
camino y sólo estábamos tratando de ser útiles —dijo Ashley, aferrándose a su
mentira—. Pero tienes razón. Deberías ponerte ropa, Paige, todos podrían
obtener una mala impresión de ti —expresó, insinuando que era una puta.
72
Travis se volvió sin decir ninguna palabra, y luego salió. Las chicas
fueron directamente detrás de él y me quedé sola en el cuarto. Me enfureció
que Travis no me defendiera después del comentario de Ashley, pero parecía
que estaba apresurado por regresar a la oficina. Me sentía realmente
agradecida en ese momento en que Travis se alejó de mí cuando las chicas
entraron, porque si nos hubieran atrapado envueltos juntos, realmente luciría
como una puta.
Después de que la lavadora terminara, regresé a la casa rodante e
inmediatamente llamé a Tracey. Quería ponerla al día y por supuesto, decirle
sobre Travis. Terminé hablando con ella por casi una hora y le prometí que
tendría la mitad del baile para enviarlo al día siguiente, por la tarde. Había
estado desviándome un poco y tenía olvidado todo sobre eso. Desde que sabía
que Travis estaba trabajando, el resto de mi noche lo gasté en un interminable
juego de Monopoly con mis padres, al que finalmente terminamos llamando
un empate.
9
Traducido por por Adriana Tate & Polilla
Corregido por Juli

La mañana siguiente, desperté temprano. Me adelanté y tomé una


ducha en la casa rodante. Había sido marcada de por vida con los
acontecimientos del día anterior, por lo que no me quedaba otra opción que 73
lidiar con el estrecho espacio en el baño de ahora en adelante. Después de
vestirme, vi que tenía una llamada perdida de Tracey, y un nuevo correo de
voz.
¡Hola, Paige! El grupo se reúne hoy en mi casa a las tres de la tarde para
empezar a trabajar con el baile, así que por favor envía el video antes. Te extrañamos.
Tenía que ponerme en movimiento para enviar el video de inmediato,
así que les dije a mis padres que debía ir a trabajar en él. Tomé mis cosas y me
dirigí hacia el lago por un poco de privacidad.
Una vez que había terminado y confirmado con Tracey que había
recibido el archivo, decidí pasear por alrededor de la playa un rato. Ya tenía
mi bikini negro puesto y nada más planeado para el día, aparte de desear ver a
Travis en algún momento, por lo que puse un poco de música en mi ipad y me
recosté a tomar algo de sol.
Estaba moviendo mi cabeza al ritmo de la canción, cuando fui ahogada
de repente por un fuerte rugido que provenía de los bosques detrás de mí. Me
giré para ver que causaba el sonido, pero no pude ver nada a través de la línea
de los árboles. Sin embargo, el ruido parecía estar volviéndose más fuerte.
Fuera lo que fuera se estaba acercando. Después de unos segundos más, fui
capaz de distinguir el origen y vi un montón de vehículos todo terreno
alrededor del camino de tierra.
Mientras viajaban cerca de la costa, podía decir quiénes eran los
conductores. En el primero que pasó volando vi a Kevin con Amber como
pasajera detrás de él. El siguiente en llegar a través de los árboles era
conducido por Todd, quien viajaba con Maggie, el otro le siguió de cerca y era
conducido por Scott con Britney en la parte posterior. Por lo tanto, sólo
quedaba Ashley. Me imaginé por los números que había una buena
posibilidad de que ella estuviera corriendo con Travis. Y síp, justo cuando la
bola de nervios golpeó la boca de mi estómago, vi a Travis pasar volando a
través de los árboles con Ashley envuelta alrededor de su cintura.
La vista instantáneamente me molestó. No sólo me sentí decepcionada
de que Travis no me haya invitado, sino también impresionada por el hecho de
que estaba corriendo con Ashley. Después de todo, supuestamente no le
gustaba ella, y estaba al tanto de todas las desagradables artimañas que había
estado tirando sobre mí los últimos días. No entendía, pero uno siempre tiene
que dar a la gente el beneficio de la duda. Esperé para ver qué pasaba después.
Fueron ralentizando los vehículos hasta detenerse, y luego uno por uno
apagaron sus motores. Me imaginé que eso significaba que venían al lago.
—Parece que alguien se está colando a la fiesta —cortó Ashley mientras
hacia su camino a la playa.
74
—Vamos a ir por aquí, Ash, hay un montón de espacio para todos
nosotros —dijo Maggie, dirigiendo el camino hacia el extremo opuesto de la
playa. Decidí ignorar todo el asunto y permanecí recostada con el brazo
encima de mi frente para bloquear el sol de mis ojos. El resto del grupo hizo su
camino hacia abajo y fingí no notarlos, pero mantuve mis orejas paradas para
escuchar atentamente. Tenía curiosidad de si Travis iba a venir a saludarme.
Unos pocos segundos más tarde, escuché un silbido y luego Scott
gritó—: Hola, Paige. —Lo saludé ligeramente con mi mano, pero no lo miré.
Alguien debió haberle hecho algo. Ashley o Britney, estaba segura, porque su
saludo fue seguido por un fuerte—: ¡Ay, mierda, eso duele!
Parecía que las chicas estaban acomodándose en las toallas para trabajar
en su bronceado, mientras que los chicos armaban un partido de futbol. Travis
aún tenía que venir, pero lo oía a hablarles a los demás, por lo que sabía que
estaba presente. Las chicas colocaron algo de música, y yo apenas pude
distinguir gran parte de su conversación, aparte del hecho de que mencionaran
los malvaviscos que asarían más tarde esa noche. Los chicos parecían estar en
el agua, lanzándose el balón de futbol, y aún nada. Cuanto más tiempo me
quedaba allí, peor comenzaba a sentirme sobre las cosas con Travis. Sé que lo
de ayer, o la noche con su familia no fue un sueño, así que ¿qué demonios está
pasando? Me está ignorando por completo, pensé mientras seguía escuchando
cuidadosamente todo.
La siguiente cosa que oí fue el balón aterrizando en la arena justo al lado
de mi pie. Discretamente curioseé por debajo de mi brazo para ver quién venía
a recogerlo, y como era de esperar, Travis corría hacia mi lado. Un oleaje de
alivio comenzó por encima de mí cuando pensé que él había perdido el balón a
propósito como una excusa para venir a verme. Pero cuando alcanzó el balón,
no había nada. No pude ver otra cosa que no fueran sus piernas de pie a mi
lado. No‖pronunció‖ni‖una‖palabra,‖ni‖siquiera‖susurró‖un‖‚Hola‛.‖Entonces‖se
estaba yendo, corriendo de regreso al agua para unirse de vuelta al juego. Mi
corazón se hundió en ese momento, y nada tenía sentido. Incluso si él trataba
de mantener las cosas en secreto, a causa de lo que Ashley y los otros podrían
decir, todavía podría haber susurrado algo para dejarme saber que reconoció
mi existencia. En su lugar, no había absolutamente nada.
Mientras las lágrimas comenzaban a pinchar mis ojos, agarré mi
teléfono de mi bolso, y decidí mandarle un mensaje a Tracey. No estaba segura
de qué hacer, o si solamente debería irme, y necesitaba a mi amiga para darme
apoyo. Podría decirme cómo manejar esta situación y cuál debería ser mi
siguiente paso. Después de todo, ella era la experta cuando se trata de chicos.

Yo: ¡Hola, T! Necesito tu ayuda. ¿Estás ahí?


Tracey: Sí, ¿qué pasó? 75

Yo: Estoy en el lago, todo el mundo se presentó, incluyendo a Travis, pero no


me ha dicho nada. ¿Qué debería hacer?
Tracey: ¿Hablaste con él?
Yo: No, pensé que él vendría y me saludaría. No quiero parecer atrevida delante
de sus amigos.
Tracey: Cierto, ¿entonces no te dijo nada, o sólo te saludo con la mano? Él
podría estar tratando de mantener las cosas en secreto debido a la mezquina de Ashley.
Yo: No, nada. ¡Incluso Scott dijo hola! Travis tuvo la oportunidad de decir algo
discretamente, pero no lo hizo. Esa fue mi teoría también, pero aun así, él podría haber
susurrado algo.
Tracey: ??? Me pregunto qué pasará. Bueno, no vayas a arrastrarte por
atención o hacer nada en absoluto. Deja que eche un vistazo de tu sexy cuerpo y vuelva
rogando ;-) jajaja.
Yo: ¡Gracias! Estoy usando mi bikini negro con círculos dorados a los lados ;-)
Me aseguraré de darles un show a los chicos antes de irme. Jaja
Tracey: Jajaja llámame más tarde, besos y abrazos.
Yo: Lo haré, besos.

Seguí el consejo de Tracey y decidí irme, aunque antes de hacerlo, iba a


asegurarme de que Travis obtuviera un vistazo de lo que se estaba perdiendo.
No era mi intención usar el cuerpo para llamar la atención de los chicos, pero
buscaba desencadenar la furia de sus hormonas adolescentes y conseguir que
se le caiga la fachada frente a sus amigos. Después de todo, no entendía
porque se sentía tan avergonzado de ser visto conmigo. Sé que no éramos
pareja ni nada, pero el día anterior había sido realmente especial. Al menos
para mí.
Me levanté de mi toalla y luego hice un poco de estiramiento, mientras
lanzaba mi cabeza hacia atrás para ondular mi largo cabello con mis dedos.
Cuando levanté la cabeza, vi que la mayoría de los ojos estaban puestos en mí.
Las chicas (específicamente Britney y Ashley) cuidadosamente observaban con
miradas de envidia en sus caras, y los chicos viendo con miradas de lujuria.
Sí, eso es exactamente lo que buscaba.
Me tomé un poco más de lo que es necesario para recoger mis cosas,
sólo para ver si Travis vendría otra vez, pero no lo hizo. Tiré mi bolso sobre mi
hombro, me puse mis sandalias e hice mi camino de regreso por el sendero
hacia el campamento. Travis nunca corrió para alcanzarme, y cuando miré 76
hacia atrás antes de pasar la tala de árboles al final del lago, vi que todos
habían reanudado sus actividades y nadie me perseguía. Mi corazón cayó en la
decepción y me di cuenta que de alguna manera había mal interpretado las
cosas con Travis. O eso, o había hecho algo mal.
Cuando llegué, inmediatamente llamé a Tracey. Quería ponerla al
corriente con todos los detalles, y le hice saber que nuestro pequeño plan no
había funcionado.
—¡Paige! Eres demasiado hermosa y demasiado dulce para ser
ignorada. Al parecer ese chico no tiene ni idea de lo que dejó ir. Además hoy
cuando vi a Jared temprano, mencionó que te iba a llamar más tarde. Así que,
¡eso debe animarte! —dijo tratando de consolarme.
—Estoy decepcionada porque Travis parecía un tipo muy agradable,
pero tal vez sólo estaba cegada por su extrema sensualidad —le dije, tratando
de racionalizar mis sentimientos—. Pero tienes razón, voy a dejarlo ir y volver
a la realidad. Así que, ¿qué dijo Jared? —le pregunté, queriendo sacudir la
tristeza que estaba sintiendo, y tratando de distraerme con otra cosa.
—Bueno, me preguntó si había oído de ti, por lo que le dije que sí. Pero
no te preocupes; definitivamente le dejé saber todo los detalles. Luego dijo que
te iba a llamar más tarde para saber cómo es acampar.
Tracey estaba muy emocionada por el hecho, pero me encontré incapaz
de participar en su entusiasmo. Hacía dos días podría haber estado saltando
de emoción, pero ahora mis sentimientos parecían estar confundidos. —Está
bien, bueno te mantendré informada. ¡Gracias Tracey! Me tengo que ir de
compras al supermercado con mamá ahora, así que tengo que dejarte.
Hablamos más tarde.
—Definitivamente, hazme saber si Jared llamó. Y Paige, no te preocupes
por todo lo demás, te mereces algo mejor. —Aprecié el último intento de
Tracey para hacerme sentir bien, pero todavía me sentía completamente
desanimada.
—¡Adiós, T! —dije y terminamos la llamada.
Mi madre y yo nos dirigimos hacia la tienda de comestibles para
abastecernos de comida y suministros. Tratábamos de comprar alimentos
fáciles de preparar, y cosas con las que mamá se sintiera realmente cómoda
cocinando. Mientras pensábamos, caminando a través de los pasillos, mi
madre notó mi humor y me confrontó.
—¡Oye, cariño! ¿Quieres decirme qué te tiene mal? —preguntó con
preocupación en su voz.
—No mucho, mamá. Supongo que sólo estoy un poco confundida —
dije, encogiendo mis hombros. 77

—¿Sobre qué, cariño?


Se detuvo y dirigió su atención hacia mí. Nunca fue de dejar pasar las
cosas, entonces decidí hablar con ella. —Travis y yo pasamos la tarde juntos
ayer, y parecía interesado. Sin embargo, hoy en el lago me ignoró
completamente. No sé por qué, o si hice algo malo, pero me gusta mucho, así
que me encuentro algo desilusionada —respondí, brevemente, tratando de
explicar mi dilema sin divulgar demasiados detalles.
—Oh, Paige, cariño. Escúchame atentamente. Los chicos, en especial los
adolescentes, no saben cómo actuar alrededor de las chicas. Particularmente
con hermosas chicas como tú. No lo tomes como algo personal, sólo ve con la
corriente. Recapacitará. Puedo decir que la otra noche estaba interesado en ti,
sólo tienes que darle tiempo.
Mi madre creía que tenía la respuesta correcta, y que todo estaría bien,
pero yo no estaba tan segura. —Gracias por el consejo, mamá. Por cierto,
prométeme que no le mencionarás nada de esto a los Medlers, ¿de acuerdo? —
Sabía que ella se estaba haciendo amiga de la mamá de Travis y no quería que
discutieran esto con un café.
—Prometo que no lo haré, cariño. Pero sí sé que a ellos les gustas.
Lucille mencionó la noche anterior que le dijo a Travis, luego de nuestra cena
familiar, que eras la clase de chica que esperaba conocer. —El intento de mamá
para hacerme sentir mejor en realidad no funcionó, pero la amé por tratar.
Luego de la cena, mis padres me arrastraron al jardín principal para la
fogata de malvavisco. El fuego ardía en la gran cantera, y las personas se
encontraban sentadas a su alrededor en los bancos. Bolsas de malvaviscos y
palitos pasaban alrededor para todos, y las personas estaban ocupadas
asándolos. Barney y Lucille nos saludaron e insistieron en que nos sentáramos
con ellos. Travis no estaba a la vista, así que asumí que se encontraba
trabajando. Nuestros padres conversaron y rieron mientras me senté mirando
al fuego, disfrutando de su calidez. Un rato más tarde, los chicos grandes se
detuvieron en el estacionamiento y saltaron de dos camionetas. Llegaron
corriendo por el campo para unirse a la diversión. Travis se encontraba con
ellos. Aparentemente, no había estado trabajando. Tuve otra pequeña puntada
de decepción, pero me mantuve concentrada en el fuego, y me rehusé a hacer
contacto visual con ellos.
Travis nos saludó cuando vino a hablar con mis padres, y sus ojos se
fijaron en mí. —Travis, querido, ¿todos tuvieron una buena cena? —preguntó
Lucille de modo maternal.
—Sí, la tuvimos —respondió, echando un vistazo en mi dirección de
nuevo.
78
—Deberías haber invitado a Paige con ustedes, hubiera sido una buena
manera para que conociera a todos —agregó y me dio vergüenza al instante.
Antes de que Travis pudiera tartamudear alguna pobre excusa que me
avergonzaría aún más, hablé—: Gracias Lucille, pero no había manera de que
fuera a perderme la primera comida casera de mi mamá —me burlé,
empujando el brazo de mi madre.
—Estoy feliz de que no te lo hayas perdido. Me llevó toda la tarde
prepararla —agregó mamá, riéndose de lo ridículas que eran sus habilidades
culinarias.
Travis no continuó con su propia excusa, de lo que me sentí agradecida,
pero continuó mirándome y sonriéndome. Era una hermosa sonrisa, una de las
que me había dado tantas veces el día anterior; no pude evitar regresársela. Mi
teléfono zumbó en mi bolsillo con un mensaje de texto, por lo que me vi
obligada a romper el contacto. Lo saqué para ver quién me había enviado el
mensaje, y vi que se trataba de Jared. La mamá de Travis le pidió que fuera a
agregar más troncos al fuego, y asegurarse de que hubiera suficientes
malvaviscos todavía flotando alrededor. Él inmediatamente tomó sus órdenes
y se excusó de nuestra compañía.
Mientras estaba a punto de abrir el mensaje de Jared, noté a Travis
añadiendo más leños y avivando el fuego. Ashley y el resto del grupo fueron y
se unieron a él. Ella le entregó a Travis un palito con un malvavisco, y él no
hizo ningún movimiento para volver y hablar conmigo, pero en cambio, se
unió a sus amigos en el asado. Estaba tan furiosa por toda la situación, que
decidí irme y tener mi intercambio de mensajes con Jared en otro lugar.
Caminé hacia el patio de juegos y me senté en el columpio antes de abrir y leer
su mensaje.
Jared: ¡Hola Paige! ¿Cómo está el campamento?
¡En este momento totalmente apesta! No quería responderle con ese
mensaje, así que sólo escribí:
Yo: Bien. Muchos árboles y mucho aire fresco.
Jared: ¿Estarás allí todo el verano?
Yo: Sip, mis padres me mantienen cautiva. Jajaja.
Jared: Qué lástima.
¿Cómo? Estaba sorprendida de que él estaba básicamente admitiendo
que mi ausencia era una decepción. Realmente nunca había sido así de obvio
antes.
Yo: Supongo que te veré en Columbia el año que viene.
79
Jared: Falta mucho ;-(
Sus mensajes volvían inmediatamente sin pensarlo, y me encontraba
todavía sorprendida por cuán abiertamente coqueto estaba siendo.
Yo: ¿Por qué, me extrañas?
Jared: Sí, ¿tú me extrañas?
Aunque me sentía emocionada por su confesión, estaba confundida por
mis sentimientos, así que mantuve mi respuesta normal.
Yo: Extraño a todos.
Jared: Bueno, ¿tal vez Tom, Tracey y yo podemos ir allí por el fin de semana?
Yo: ¿En serio?
Guau, realmente está mostrando un interés de repente. Hablando de
mala sincronización. No sólo no estoy allí, sino que ahora tengo sentimientos
por otra persona.
Jared: Sí, no hay nada sucediendo por aquí. Podría ser un divertido viaje por la
carretera. ¿Estarías de acuerdo con una visita?
Yo: Por supuesto, sin embargo déjenme saber cuándo, porque mis padres tienen
un montón de excursiones planeadas, por lo que quiero asegurarme que me encontraré
por aquí.
No quería rechazar la oferta de Jared porque había esperado dos años
para ese momento, pero en el fondo, mi corazón se sentía desconectado, así
que tampoco quería comprometerme con esta visita. Entonces lo dejé abierto.
Jared: Hablaré con el resto y te lo haré saber.
Yo: Suena divertido ;-)
Jared: Bueno, tengo que correr. Me dirijo al minigolf con la pandilla.
Yo: Estoy triste por perdérmelo. Diles a todos hola por mí.
Jared: Lo haré. Deseo que estuvieras aquí. Besos.
Guau, acabábamos de tener nuestro primer beso por texto. ¡No podía
esperar para compartir eso con Tracey! He esperado dos años y ahora obtengo
un besuqueo por texto. No quería dejar a Jared colgando, así que regresé el
sentimiento aunque probablemente lo alentaba. Todavía necesitaba averiguar
lo que sucedía con Travis antes de cerrar la puerta a mi corazón. Entonces,
escribí mi respuesta y luego pulsé enviar.
Yo: Igualmente Besos.
Regresé a la barbacoa para avisarle a mamá que estaba dando por
terminada la noche. Estaba de un mejor estado de ánimo luego de mi
conversación con Jared, sin embargo todavía sólo quería acurrucarme en mis
pijamas y ver una película. Había sido un día emocionalmente exhausto. 80
Además, realmente no estaba de humor para ver a Ashley y Travis perder la
cabeza el uno por el otro. Cuando regresé a la fogata, encontré a Travis
sentado con nuestras madres. Me sonrió, pero escogí no contestarle esta vez.
Ya no estaba de humor para ser cordial con el chico que me había usado
totalmente por un instante, y luego pasado el día ignorándome. Así que le dije
a todo el mundo buenas noches, y me fui para regresar a la casa rodante.
10
Traducido por NnancyC
Corregido por Vericity

Justo mientras estaba instalándome para mi noche de película, escuché


un golpecito en la puerta. La había bloqueado, así que asumí que mis padres
81
necesitaban que los dejase entrar. Cuando abrí la cortina para asegurarme que
eran ellos, vi a Travis parado allí, en su lugar. Estaba mirando al piso, con las
manos en sus bolsillos y dudé antes de abrirla.
—Hola, Paige. —Levantó la mirada y sonrió dulcemente.
—Hola, ¿qué pasa? —quise saber, preguntándome por qué diablos
estaba en mi puerta.
—Te fuiste temprano de la fiesta. ¿Todo está bien? —preguntó, sonando
decepcionado por el hecho.
—Síp, estoy bien. Solamente cansada y quería regresar para relajarme.
—Mi voz era como hielo, pero no estaba para impresionar.
Luego, como si hoy nunca hubiera sucedido, dijo—: Estaba esperando
que pudiéramos pasar algún tiempo juntos esta noche. —Su comentario me
enfureció ya que no entendía por qué ahora, de repente, estaba reconociendo
mi existencia otra vez.
—¿En serio? ¿Por qué querrías hacer eso? ¿Tus amigos te plantaron, o
algo? —pregunté, transmitiendo la ira en mi tono.
—Estás enojada conmigo, ¿cierto?
—Podrías decir eso —indiqué claramente.
—Escucha, sé que hoy he sido un idiota. Pero tengo una buena
explicación.
Lo interrumpí antes que pudiera seguir y darme alguna excusa. —¿De
verdad hay una buena explicación de por qué ayer pasaste el día conmigo,
esperando aprender todo sobre mí y besándome, y entonces hoy ignoraste mi
existencia completamente? Me encantaría escucharlo.
—¡Mierda, Paige! De verdad lo lamento. Sé que todo luce mal, pero
honestamente, tengo una buena razón. Bueno, pensé que era buena hasta este
momento, pero ahora no estoy tan seguro de si alguna razón es bastante buena
para disculparme por la forma en que he actuado.
Era todo oídos, mirándolo pude observar la honestidad atormentar su
rostro por la forma en que se había comportado, por lo que sentía curiosidad
por lo que iba a decir
—Paige, me gustas —admitió, moviéndose más cerca de donde yo
estaba parada—. Ayer fue la mejor cita que he tenido jamás. Espero que no te
importe que la llame una cita —Negué con mi cabeza en respuesta porque me
había sentido de la misma forma sobre nuestro día juntos—. Bueno cuando
regresamos, después del pequeño incidente en el cuarto de lavado, me di
cuenta de que Ashley es más vengativa que lo que esperaba. Sabía que ella
estaba tratando con algunos problemas de celos hacia ti, pero no que llevaría
82
las cosas tan lejos. Especialmente desde que has sido tan agradable con ella en
el baño el otro día y le evitaste un poco de vergüenza. De cualquier forma, me
hizo pensar que por ahora deberíamos mantener las cosas en secreto, hasta que
consigamos conocernos mejor el uno al otro. No quiero que ella haga las cosas
peores para ti, y que te asuste. Conociendo a Ashley, podrías despertar para
encontrar tu guardarropa quemado o todo tu cabello cortado. —Él rió, luego
agregó—: Sólo estoy bromeando. No, pero realmente, solamente por ahora,
mientras logramos conocernos más, pensé que podríamos mantener las cosas
tranquilas. En verdad me gustaría mantenerte para mí por ahora, y ver qué
sucede. ¿Estarías de acuerdo con eso?
La forma en que Travis dijo que quería mantenerme para él mismo, me
mostró que meramente quería ser egoísta con mi tiempo, y mi corazón palpitó
rápidamente ante el pensamiento. Su explicación en verdad tenía sentido y
podía entender su lógica. Si Ashley sinceramente tenía sentimientos por él, me
odiaría si después de solamente cinco días, ya era su novia. Mi verano
probablemente estaría condenado al fracaso por ese motivo. Pero tal vez si las
cosas comenzaban a funcionar entre Travis y yo, él podría gradualmente
introducirme con cuidado en el grupo, y ella podría llegar a conocerme
primero. Probablemente, de seguro haría mi vida más fácil por aquí. Así que
después de darle alguna reflexión, estuve de acuerdo con su plan.
—Puedo entender dónde estás llegando, y por qué, sólo esperaba que
me hubieras dicho. Habría sido agradable si me hubieras dejado entrar en tu
plan, así no pasaría mi día preguntándome ¿qué fue mal?
—Nada fue mal, eres perfecta —dijo, agarrando mis manos—. En serio
me gustas, Paige. Que no haya duda en tu mente, quiero que sepas eso.
—¿Sabes? Podrías haberme susurrado un hola en la playa, temprano,
mientras recuperabas el balón. Me habría ahorrado un montón de confusión.
—Sí, lo siento. Eso es porque soy un chico. Estaba tan concentrado en
mirar tu cuerpo en ese bikini negro y sexy, que las palabras me fallaron
completamente. —Se encogió de hombros y luego me dio una sonrisa sexy.
—Es bueno saber eso. Por un segundo estaba preocupada de que no te
hubiera gustado —coqueteé mientras bajaba un escalón para llegar al nivel de
sus ojos.
—Maldición, eres hermosa —susurró mientras se inclinaba hacia
adelante para besarme. Nuestros labios se encontraron brevemente, pero luego
oí algunos pasos en la grava detrás del tráiler y me preocupé de que fueran
mis padres llegando, así que me alejé.
—Oye, ¿quieres venir conmigo a algún lugar? —preguntó con
entusiasmo repentinamente irradiando en su voz. 83
—Seguro, ¿dónde vamos?
—Es una sorpresa, pero ve y ponte un suéter porque está un poco fresco
esta noche.
Fui adentro de nuevo, agarré mi suéter blanco tejido y me lo puse. Era
de hombro caído, pero me imaginé que le pediría a Travis que me calentara
más si tenía frío.
Travis me llevó calle abajo y dentro del bosque detrás del auto de sus
padres. Serpenteamos en la oscuridad a través de los árboles por un tiempo y,
aunque no podía ver, me sentí a salvo a su lado. Él sabía dónde íbamos y me
sujetó cerca, dándome seguridad que no tropezaríamos con ningún tronco o
rama. Me encantaba la sensación de estar en sus brazos y sentir la paz por
primera vez en todo el día. Estaba claro que había sobre-reaccionado más
temprano, pero realmente esperaba que no pasase mucho tiempo antes que
hiciéramos público nuestros sentimientos.
Después de casi cinco minutos de caminata, llegamos a un camping.
Había una tienda instalada, y un pozo de fuego, y nada más que árboles
alrededor.
—¡Bienvenida a mi casa! —dijo Travis mientras me guiaba hacia el lugar
de acampada.
—Espera, ¿qué? ¿Vives aquí? ¿Pensé que te quedabas con tus padres?
—Nop. No hay manera que sería capaz de sobrevivir un verano entero
en el sofá de Barney y Lucille, escuchándolos roncar cada noche. Así que aquí
es donde duermo —dijo.
Travis hizo su camino el pozo de fuego y encendió una fogata para
nosotros. Una vez que estaba iluminado, pude ver mejor y me di cuenta del
lindo y acogedor campamento que tenía. La tienda era suficientemente grande
para dos personas y estaba llena con mantas y almohadas. Tenía una manta de
franela en el suelo, junto al pozo de fuego, y allí fue donde me dirigí y me
senté. Él vino a sentarse a mi lado, una vez que el fuego estuvo listo, y se
ajustó cerca. —¿Así que aquí es donde traes a todas tus citas? —coqueteé,
acurrucándome más cerca de él.
—Eres la primera chica que he traído aquí, entonces no —dijo,
envolviendo sus brazos a mi alrededor.
Disfruté del calor del fuego, y de estar en los brazos de Travis mientras
hablábamos. Estaba contándome sobre Willow Falls y todas las cosas
agradables para hacer en el área. De alguna forma, la charla cambió a sus
padres y la vida familiar, y comenzó a contarme como el camping salvó el
matrimonio de sus padres.
84
—Yo era joven, pero lo recuerdo, realmente apestó por un tiempo. Mis
padres siempre peleaban y si no estaban peleando, apenas se hablaban. Pero
una vez que compraron estas tierras y abrieron el camping, las cosas
cambiaron. Mi papá hacía el esfuerzo de estar con nosotros todos los veranos,
a menos que fuera llamado por una emergencia, lo que hacía que mi mamá se
sintiera menos abandonada. Después de nuestro primer verano juntos aquí,
mis padres de verdad se enamoraron otra vez. No sé si era porque estaban
llevando los negocios juntos, o sólo por disfrutar su tiempo sin las
distracciones del mundo exterior, pero lo que sea que fue, nos volvió una
familia de nuevo. —Él estaba mirando el fuego, y no podía evitar inclinarme y
rozar el lado de su mejilla con mis dedos. Estaba todavía pasmada por cuán
sincero y honesto era conmigo, y todo se sentía tan real.
Me encontraba pensando sobre lo que Travis había dicho mientras
pasaba mis dedos por su mejilla y por su cabello, y me hizo cuestionarme si
mis padres estaban buscando lo mismo. Sabía que mamá había sido infeliz por
el último par de años desde que el trabajo de papá se incrementó, y que
también se sentía abandonada. Tenía sentido ahora porque ella había sido tan
insistente para que nosotros tomáramos unas vacaciones en un lugar con
distracciones limitadas. Estaba comenzando a pensar que no solamente quería
tiempo conmigo, sino también quería ver si podía reavivar las cosas con mi
padre. El hecho que estaría yéndome el próximo año, probablemente la hacía
notar que solamente estarían ella y papá a partir ahora, y si no lograban que
las cosas regresaran a su lugar, entonces su matrimonio podría no sobrevivir.
Desde que llegamos aquí, ellos parecían realmente felices, así que esperaba en
serio que continuasen haciéndose más cercanos antes del final del verano.
Mientras la preocupación se mostraba en mi rostro, Travis rompió el
silencio.
—¿Estás bien? —preguntó, alejando el cabello de mi mejilla y
girándome para enfrentarlo.
—Sí, solamente pienso que mis padres están pasando por una fase
similar en su matrimonio y espero que estar aquí los ayude. —Travis asintió en
entendimiento y se inclinó para besar mi mejilla. La sensación de sus suaves
labios me hicieron sonreír, y mis miedos instantáneamente desaparecieron.
—Ellos lucían realmente felices juntos, y puedo decirte cuánto te aman,
así que tengo fe que sobrevivirán una vez que su niñita deje el nido. —Sus
palabras me confortaban en cada nivel y estaba una vez más asombrada por su
efecto calmante.
Continuamos hablando por lo que se sintió como un par de horas. De
alguna manera, el asunto de cumpleaños salió, entonces me volví hacia él para
preguntar—: Bueno, ¿cuándo es tu cumpleaños? —Me sonrió y luego mordió
su labio inferior, mientras provocaba toda clase de estremecimientos por todo
85
mi cuerpo antes de que hablara.
—De hecho, es mañana.
—¿Qué? ¿Es cierto o estás intentando engañarme? —pregunté.
—Sí, es cierto. Tendré diecinueve años mañana —declaró, acostándose
hacia atrás sobre las mantas, con sus manos metidas detrás de su cabeza.
Lucía tan sexy, y yo había pasado suficiente tiempo sin besarlo.
Entonces me moví para sentarme a horcajadas sobre su cuerpo y hablé. —
Bueno, en ese caso necesito asegurarme de poner todo mis besos en ti ahora
porque mañana serás viejo para mí. —Me incliné adelante, para estar
prácticamente acostada sobre él con mis manos ubicadas en el suelo,
sosteniéndome a mí misma.
—¿Ah sí? ¿Demasiado viejo? Bueno, en ese caso, mejor lo tomo mientras
pueda conseguirlo.
Se extendió, agarrando la base de mi cuello y empujó mi cabeza abajo
para encontrar su boca. Nuestros labios se juntaron y nuestras lenguas se
deslizaron con ansias. Era tan suave y sensual, y me llenó con muchísimo
deseo. Gemidos salieron de ambos mientras continuábamos, y en poco tiempo,
él nos giró así que yo estaba tendida debajo de él, y él estaba preparándose
encima de mí.
Nuestros labios se rehusaron a desprenderse el uno del otro y nuestras
manos comenzaron a explorar. Justo mientras sus manos estaban deslizándose
al frente de mi cuerpo y habían llevado bajo el dobladillo de mi suéter,
retrocedió. Hice una mueca ante la pérdida de contacto y me pregunté porque
se había detenido.
Se giró para mirar su reloj y dijo—: Son las 12:01, tengo diecinueve
ahora, así que supongo que soy demasiado viejo para que me beses.
Sonreí a su comentario y luego di a conocer mi deseo. —¡Feliz
Cumpleaños, Viejo! ¡Ahora bésame!
—¡Hecho! —indicó y luego me empujó de nuevo contra él, con una
fuerza hambrienta.
Su mano comenzó a deslizar su camino por la parte de atrás, bajo mi
suéter y recordé que estaba sin sostén. Lo había sacado preparándome para
dormir, entonces todo lo que lo separaba de mis pechos era una camiseta
delgada de algodón. Travis gimió ante el descubrimiento, y le dio a mi pecho
un apretón. Sentí la sensación de él frotando sobre mi pezón por la tela, y
estaba perdida en el momento. Él empezó a darle a ambos de mis pechos toda
la atención mientras yo me deleitaba en las sensaciones que estaban fluyendo
por mi cuerpo. Aunque me había tocado con otros chicos antes, nada jamás se
86
sintió así. Mi cuerpo estaba ardiendo.
Travis se mantuvo por encima de la tela, sin llevar las cosas más lejos, lo
que pensé que era dulce. Aunque mi cuerpo rogaba por más, aprecié su auto-
contención. Incluso yo podía sentir cuanto me quería, ya que su longitud
estaba presionando duro contra mi pierna. No tenía tanto auto-control y
quería llevar las cosas un poco más lejos. Estaba ardiendo en deseo por sentir
el alivio de la corriente entre mis piernas. Entonces extendí mi mano hacia
abajo, y lo toqué a través de sus pantalones. Él inmediatamente respondió con
un gruñido bajo que vibró en la parte de atrás de su garganta por nuestro beso,
lo que me animó a continuar. Lo agarré por sobre la tela y comencé a
deslizarme arriba y abajo sobre sus pantalones, admirando cada centímetro de
su dureza.
Travis siguió mi ejemplo y movió su mano abajo entre mis muslos. Él
estaba frotándose sobre mí y la delgada tela de mis calzas estaba
permitiéndole encontrar el punto exacto donde necesitaba que estuviera. Se
frotó sobre mí con la cantidad correcta de presión y empujé mis caderas arriba
para encontrar su palma. Ninguno de nosotros jamás hizo ningún intento de ir
bajo la ropa del otro, pero en poco tiempo estábamos encontrando nuestra
liberación sincronizados. —Travis —grité mientras caía sobre el borde del
éxtasis.
Nuestros labios finalmente se separaron, y nos acostamos allí, jadeando,
intentando recuperar nuestro aliento. Después de un par de segundos, Travis
comenzó a poner besos suaves bajo mi mejilla y se detuvo para dar
mordisquitos en mi oreja.
—Hasta el momento diría que está siendo un cumpleaños increíble —
susurró, echando atrás su cabeza para encontrar mis ojos. Le sonreí,
sacudiendo mi cabeza.
—Los chicos son tan fáciles de complacer —bromeé. Él se levantó para
ir dentro de su tienda y me dijo que le diera dos segundos. Me imaginé que él
quería limpiarse a sí mismo, y noté que estaba en lo correcto cuando regresó
en sus pantalones deportivos negros. Se acostó de nuevo conmigo después de
alimentar la fogata, y me abrazó mientras hablábamos y mirábamos las
estrellas. Era tan fácil estar con él, y noté que nunca me había sentido de esta
forma con ninguno de los otros chicos que había salido.
—Pareces cansada —dijo, rozando un lado de mi mejilla mientras yo
estaba acostada con mis ojos cerrados—. Debería llevarte de regreso. A menos
que quieras… ¿quedarte esta noche? —Abrí mis ojos para verlo sonriendo y
mordiendo su labio inferior como si en verdad le gustara la idea.
—Aunque me gustaría, mejor regreso. No quiero que mis padres se
87
preocupen en la mañana, o que mi mamá obtenga la peor impresión de mí —
dije, poniéndome de pie y acomodando mi ropa.
—Paige, tuve una noche asombrosa. Es tan fácil ser yo mismo contigo
—susurró, moviendo su cabeza mientras sus labios permanecían sobre los
míos.
—He estado pensando lo mismo toda la noche. Gracias por traerme a tu
lugar y por compartir tu vida conmigo.
—Gracias por escucharme —dijo. Se inclinó para darme un último beso
apasionado, y luego entré. Estaba brillando con felicidad, así que por supuesto
me tomó una eternidad dormir.
Travis había caminado conmigo de vuelta a mi campamento. Eran casi
las dos de la mañana, y mis padres estaban profundamente dormidos. Había
enviado a mi mamá un mensaje temprano para que no se preocupara, lo que
claramente no hizo ya que no había esperado despierta. Travis me presionó
contra la casa rodante, y me besó por enésima vez antes de decir buenas
noches.
11
Traducido por Melusanti
Corregido por Aimetz14

Me desperté tarde y descubrí que mis padres ya se habían ido. Mamá


me dejó una nota:
88
¡Cariño!
Fuimos a desayunar con los Medlers, te veremos en poco tiempo.
Con amor,
Mamá.
Me duché y tomé un bocado rápido antes de ir hacia la oficina a
desearle a Travis un feliz cumpleaños. Me dijo que estaba saliendo a las diez,
así que sólo me quedaba una hora. Tenía la esperanza de tener suerte y
conseguir un momento a solas con él.
Entré para encontrar a Travis detrás del mostrador, leyendo una revista.
Cuando el timbre de la puerta sonó al abrirla, levantó la vista y me honró con
la más magnífica sonrisa. Llevaba su típica camiseta negra y pantalones de
corte bajo, con un brazalete de cuero negro alrededor de su muñeca. Su cabello
estaba ligeramente parado y se veía bien. No pude evitar saltar hacia él. —
¡Feliz cumpleaños! —grité.
—Gracias —dijo, poniendo la revista sobre el mostrador—. Así que vas
a besarme hoy. ¿O soy demasiado viejo para ti ahora? —preguntó con una
sonrisa divertida en su rostro.
Levanté la vista hacia el techo pretendiendo contemplarlo durante un
segundo, cuando agarro mi cintura, tirando de mí a través del mostrador por
un beso. Fue mejor que todos los demás y me derretí en el acto.
—Creo que seis meses realmente no es mucho mayor —bromeé
mientras nuestro labios se separaban. Podía sentir su sonrisa contra mi boca.
—Así que, ¿tu cumpleaños es en diciembre? —preguntó.
—Sí, veinticuatro de diciembre, en realidad.
—Oh, así que fuiste un bebé de Nochebuena —dijo, rozando mi mejilla
con su dedo.
—Sip. Entonces, ¿qué estás haciendo? —pregunté pasando mis dedos
por su pecho.
—Tratando desesperadamente de leer un párrafo de este artículo de la
revista, pero me parece que no puedo dejar de pensar en ti. —Sus coqueteos
eran lindos y su honestidad era un soplo de aire fresco. No había juegos
reproduciéndose, acababa de poner sus sentimientos sobre la mesa o sobre el
mostrador diría yo, y eso me hizo sentir bien.
—¿Qué vas a hacer cuando salgas del trabajo? —pregunté. Quería saber
si iba a ser capaz de pasar el día con él. Era consciente de que había una
posibilidad de que sus padres o sus amigos fueran a celebrar con él, pero una
parte de mi esperaba que quisiera pasarlo conmigo. Justo cuando estaba a
punto de responder, las campanas de la puerta sonaron y Ashley, Britney y
89
Scott entraron.
—¡Hola, Paige! —dijo Scott.
—Hola —respondí, colocando un paquete de dulces en el mostrador
para comprar. Travis me atendió mientras todos le deseaban feliz cumpleaños.
—Así que, bebé. ¿Qué vamos a hacer hoy? —preguntó Ashley y su
término de cariño me hizo temblar. No quería quedarme a escuchar los planes
que yo sabía que no me incluían, así que pagué rápido por mis dulces y me fui.
Llamé a mamá en el camino de vuelta al camping para preguntarle si
estaba bien que tomara el coche. Ya que no iba a pasar el día con Travis, pensé
que un poco de terapia de compras estaría bien. No me sentía muy contenta de
tener que mantener las cosas en secreto con Travis, pero tenía que recordarme
a mí misma que hasta el momento todo lo que estaba diciéndome era que él
valía la pena. Mi madre me dio permiso para usar el coche, por lo que le hice
saber que me estaba aventurando hacia Burlington por la tarde, para tomar un
descanso de todos los árboles. Al parecer entendió mi mensaje oculto, porque
estaba más que dispuesta a que lo hiciera.
—El centro debería animarte. ¡Déjame saber si encuentras algunas
lindas tiendas, cariño! —dijo antes de colgar el teléfono. Agarré un par de
cosas y luego me dirigí hacia la ciudad.
Cuando llegué allí, me sorprendí al ver que Burlington en realidad era
una pequeña ciudad bulliciosa. El mercado del centro estaba lleno de
vendedores callejeros y tiendas exclusivas. La gente comía en los cafés al aire
libre y eran entretenidos por los músicos. Era lindo. Comencé a pasear por las
tiendas y pasé por una que estaba llena de un montón de baratijas. En
realidad, no buscaba nada en particular. Me topé con un pequeño llavero de
madera que tenía forma de paleta de kayak. Me recordó a Travis, así que
decidí conseguirlo para él como regalo de cumpleaños. No parecía demasiado,
ya que nos acabábamos de conocer, pero esperaba poder mostrarle que lo
estaba escuchando cuando me dijo lo mucho que se sentía en paz en el agua.
Metí mi compra en mi bolso y seguí hacia otra tienda.
Mientras estaba escogiendo algo de ropa para probarme en una de las
tiendas locales, sonó mi teléfono. No reconocí el número, pero decidí contestar
por si era alguien que trataba de ponerse en contacto conmigo sobre Pri*Tee
Pixies.
—¡Hola! —dije, atendiendo la llamada. Oí una voz masculina decir
‚¡Hola!‛ y luego‖ ‚¿Qué‖ est{s‖ haciendo?‛‖ Eso‖ me hizo darme cuenta que era
Travis—. ¡Oye! ¿Cómo conseguiste mi número? —pregunté, curiosa, ya que yo
no se lo había dado.
—Tú mamá. Lo siento, fui a verte y me dijo que estabas conduciendo
hacia Burlington hoy. Entonces, le pedí tú número. —No era una sorpresa, 90
estoy segura de que mi mamá estaba muy ansiosa por dárselo después de que
tuvimos nuestra pequeña charla ayer.
—¿Por qué te fuiste?¿No querías pasar el día conmigo? —Honestamente
parecía tan decepcionado por ese hecho que me hizo lamentar irme.
—Sí, pero me di cuenta que querías pasar el día con tus padres y tus
amigos.
—Bueno, este chico del cumpleaños está disgustado. Quería pasar el día
contigo. —Su admisión me dio ganas de saltar de vuelta al coche y volver al
campamento.
—Lo siento. ¿Puedo volver? —ofrecí.
—¿Dónde estás, por cierto?
—En una pequeña tienda de ropa en el mercado.
—¿Cuál? —preguntó.
—Um,‖Lilly’s‖creo.‖¿Por qué, conoces al propietario?
—Mi mamá probablemente lo hace. Así que, ¿qué es lo que quieres
comprar?
—Nada en particular, estoy yendo al vestuario en este momento con un
par de cosas para probarme, luego me iré de nuevo a Willow Falls —dije.
Estaba ansiosa por volver a él, pero como ya había hecho el viaje pensé en
probarme un par de cosas que había encontrado y luego irme.
—Está bien, te veré pronto —dijo y terminamos nuestra llamada.
Estaba a punto de deslizarme en un pequeño vestido negro en el
probador, cuando se produjo un golpe en la puerta. —¿Si? —contesté.
—¡Oye!¿Que estás haciendo? —Reconocí la voz de Travis enseguida y
abrí la puerta inmediatamente. Estaba completamente sorprendida.
—¡Hola! ¿Qué está haciendo aquí, señor? —pregunté, encantada de
verlo, pero curiosa en cuanto a cómo podría haber llegado hasta mí en cinco
minutos. El viaje me había tomado más de una hora.
—En este momento, estoy mirando a una increíblemente hermosa chica
medio desnuda. —Se rió entre dientes, y me dio un guiño. Entonces registré
que estaba de pie en ropa interior. Mis mejillas ardían y rápidamente deslicé el
vestido por encima de mi cabeza.
—Guau, te ves tan bien en ese vestido —dijo, evaluando mi apariencia.
Me volví a mirar al espejo y reconocí lo lindo que era, un poco del lado sexy,
pero sin duda un ganador.
—Me gusta. Ahora ¿Qué estás haciendo aquí? —Le pregunté de nuevo.
—Vine a buscarte —dijo, sonriendo alegremente—. ¿Vas a pasar el día 91
conmigo?
—Si, por supuesto que lo haré. Deja que me vista y podemos salir de
aquí.
—¿Me puedo quedar? —bromeó.
—No, estoy segura de que el amigo de tú mamá no apreciaría que estés
aquí —chillé, empujándolo fuera de vestuario. Rápidamente me cambié y fui
con mis artículos para registrarlos.
Travis luchó conmigo sobre comprar el vestido, lo que me pareció
ridículo. —Detente. Es tú cumpleaños, Yo tengo que comprarte cosas, no al
revés —dije, no dando marcha atrás.
—Bueno, estamos oficialmente en una cita, y el chico paga todo. —
Guiñó un ojo mientras le pagaba al empleado. Acepté amablemente su regalo
y a cambio le di el llavero que había tomado para él antes.
—Gracias por el vestido; esto es para ti, por cierto —dije, entregándole
el pequeño paquete. Travis lo abrió y sonrió al segundo en que lo vio.
—Gracias, esto es realmente perfecto. —Me sorprendió lo encantado
que estaba por el simple llavero.
—Guau, eres muy fácil de complacer —bromeé, empujando su brazo.
—Mis padres me compraron un coche nuevo para mi cumpleaños, así
que ahora mis nuevas llaves irán en mi nuevo llavero ¡Gracias! —dijo,
inclinándose para darme un beso.
Me encontré con su boca con ambición y dejé que su lengua separara
mis labios. Cuando las cosas estaban empezando a ponerse un poco indecentes
en la acera, me alejé. —Entonces ¿Qué tipo de coche conseguiste?
No respondió al principio, pero en cambio parecía nervioso de decirlo.
—Está bien, no puedes pensar mal de mí si te lo digo. No tuve nada que
ver con eso. Ellos me sorprendieron completamente. —Su respuesta era rara
¿Por qué yo iba a pensar mal de él?
—Bueno, no soy un hombre. Así que no sé mucho sobre coches. No
tienes nada de qué preocuparte —aseguré.
—Me trajeron un nuevo Cayman S. negro.
—No sé qué es eso.
—Es un Porsche. —Guau, la familia de Travis realmente estaba cargada.
En realidad, me tranquilizó saber que nuestros mundos no estaban tan lejos.
—¡Que dulce! —exclamé, realmente emocionada.
—Tal vez más tarde te puedo llevar a mi casa y mostrártelo —dijo, 92
aturdiéndome ante la idea.
—Por supuesto. Ahora, ¿qué te gustaría hacer, cumpleañero? —dije,
envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Se inclinó, me besó la frente y
luego respondió—: Bueno, primero quiero llevarte a mi trabajo y presentarte a
mis amigos ¿Estás de acuerdo con eso?
—Claro —dije. Estaba muy entusiasmada con la idea, y quería
aprender más acerca de su mundo. En realidad me sorprendió que quisiera
que conozca a sus amigos, pero luego me di cuenta de que probablemente
iba a presentarme como una amiga. La idea me dejó un poco decepcionada,
pero escondí mis sentimientos y le tomé la mano de buena gana.
12
Traducido por Tefi_wayland19
Corregido por Alaska Young

La cafetería se encontraba llena cuando entramos. Había una fila casi


hasta la puerta, y todas las mesas estaban ocupadas. —Comida rápida —dijo
Travis mientras nos conducía a través de la multitud hacia la barra lateral. De 93
inmediato, fue recibido por uno de los meseros.
—¡Hola, Trav, hombre! ¡Feliz cumpleaños, viejo! —gritó el chico y me vi
sorprendida por su aspecto. Era alto, con oscuro cabello en picos, tatuajes
cubriendo sus brazos y tenía barras negras en ambas orejas. Lucía una
apariencia totalmente alternativa, pero aun así me parecía increíblemente
atractivo.
—¡Hola, Mikey, chico! —respondió Travis, chocando los puños con él.
Mike estaba terminando de hacer un café, y se volvió hacia nosotros una vez
que lo entregó—. Esta es mi novia, Paige. Paige, este es el idiota número dos —
dijo Travis presentándonos. Me di cuenta por como lo llamaba que él y Mike
debían ser muy buenos amigos.
—Demonios, Trav. Tengo que ir a pasar el rato en tu campamento —
dijo Mike mientras agitaba mi mano. Su apreciación era dulce, y me sonrojé
por su comentario—. Mucho gusto, Paige.
—Encantada de conocerte —devolví el saludo. Parecía como si Mike ya
tuviera algún conocimiento acerca de mí porque no estaba sorprendido por la
introducción. De hecho, yo estaba más sorprendida de que Travis me
presentara como su novia.
—Entonces, ¿puedo conseguirles algo? —preguntó Mike.
—Estoy bien —respondió Travis, volviéndose hacia mí—. Bebé,
¿quieres algo? —Su expresión de cariño me apretó el corazón, y yo estaba
gritando de alegría en silencio.
—No, estoy bien. Gracias —respondí.
—Preparo un latte estupendo —ofreció Mike, moviendo sus cejas.
—No, gracias. Aunque lo recordaré la próxima vez —respondí
dulcemente.
—Escucha, viejo, nos iremos rápido, ya que la gente está aquí pero te
llamaré después —dijo Travis, volviendo a golpear el puño de Mike.
—Está bien. Por cierto, tienes que comenzar a pensar sobre tu nuevo
arte porque eso es lo que te daré para tu cumpleaños.
—Cierto, lo haré. Te hablo después, Mike.
Travis envolvió con sus brazos alrededor de mi cintura y me empujó
hacia la puerta mientras acariciaba mi cuello.
—¡Te veo después, Paige! —gritó Mike.
—¡Nos vemos! —le respondí, riéndome de las insinuaciones de Travis.
Era tan juguetón, y no le importaba para nada expresar sus sentimientos hacia
mí, delante de todos. La situación me dio la tranquilidad que necesitaba, 94
porque realmente parecía que sólo había una razón por la que nosotros nos
manteníamos en secreto en el campamento: Ashley.
—Lo siento, te hubiera presentado a todos los demás, pero estaban
inundados allí —se disculpó Travis cuando salimos fuera.
—No te preocupes, el lugar estaba lleno. Por lo tanto, ¿son tú y Mike
cercanos? —le pregunté.
—Sí, es mi chico. Él y Scott son mis dos mejores amigos y estoy bastante
seguro de que paso la mayor parte de mi tiempo con ellos —explicó.
—Oh. Entonces, ¿ahora a dónde, cumpleañero?
—Bueno, hay algo que quiero ir a ver contigo pero no es hasta las tres
de la tarde, así que mientras tanto, ¿puedo mostrarte mi ciudad? —preguntó.
—Claro, me encantaría ver los lugares que frecuentas y dónde están tus
favoritos. Así que, ¿qué haremos a las tres?
—Es una sorpresa. Vamos —dijo, entrelazando nuestras manos y
empujándome hacia adelante.
Travis me mostró toda la ciudad. Comenzó dándome un pequeño
recorrido histórico por el área, impresionándome por lo mucho que sabía.
Luego caminamos por una calle a su pizzería favorita donde compartimos una
porción. Después, nos detuvimos en una heladería para el postre. Todo el
tiempo, Travis me hizo reír contándome toda clase de historias, incluyendo
una sobre una ridícula cita a la que fue de niño, donde él terminó tirándole al
suelo la bola de helado a la chica y luego procedió a recogerla y ponerla de
nuevo un su cono, esperando que ella la comiera.
—Sí, no tenía juego en ese entonces —dijo haciéndome reír aún más.
—Entonces, ¿se lo comió? —pregunté.
—En realidad, terminó dándole un bocado —dijo riendo ante el
recuerdo—. Nuestra cita terminó en ese momento, y sobra decir que las cosas
entre nosotros habían acabado.
—Estaba claro que le gustabas lo suficiente como para tomar un bocado,
tienes que darle crédito por eso. Yo no lo haría —bromeé.
—¿No hubieras querido impresionarme? —preguntó, deteniéndose
delante de mí y dándome un puchero adorable.
—Yo hubiera hecho esto para hacerlo. —Me incliné hacia adelante casi
tocando sus labios y luego justo antes de que se tocaran, me volví para lamer
de su cono—. Soy fan de compartir —añadí sonriendo, mientras tomaba un
paso hacia atrás. Él me agarró de la cintura tirando de mí para darme un beso,
el cual casi me hace caer. 95
—Si hubiera estado en la cita contigo, te habría dado del mío —dijo,
sonriendo dulcemente.
—Definitivamente tienes juego ahora —le dije, colocando otro beso en
sus labios. Nos separamos cuando las personas que nos pasaban aclaraban sus
gargantas, aparentemente ofendidos por nuestra DPA8.
Travis miró el reloj y vio que teníamos más tiempo para matar, así que
quería llevarme a un lugar más. —Y‖aquí…‖—dijo, al entrar en una tienda que
parecía muy brillante—, es donde me he hecho todos mis tatuajes. —El lugar
estaba vacío, pero la música sonaba a todo volumen. Un tipo vino de la
trastienda y Travis se acercó a estrecharle la mano—. ¡Hola, Tye! Esta es mi
novia, Paige. Paige este es el Hombre, Tye —dijo Travis, claramente con gran
respeto.
—¡Hola, Paige! Es un placer conocerte.
Cuando Travis y Tye tomaron un momento para ponerse al día, no
pude dejar de mirar sus tatuajes. Aparte de a la distancia, en realidad nunca
había interactuado con personas que estuvieran cubiertas con ellos antes, y
Tye estaba cubierto de pies a cabeza. Tenía uno que bajaba por detrás de su
cuello, y continuaba hasta las muñecas de ambos brazos. De lo que me di
cuenta fue de que éste se veía descender por debajo de la parte frontal de su
cuello, por lo que pensé que probablemente también abarcaba todo el pecho.
Supongo que si se trabaja en una tienda como ésta, tienes que apasionarte por ello,
pensé. Sin embargo, Tye parecía un tipo muy agradable, un poco mayor que
nosotros, pero probablemente no más de veintidós años.
—¡Oye, Paige! Entonces, ¿quieres hacerte un tatuaje? —preguntó Tye,
claramente tratando de conseguir un aumento de mi parte.

8 DPA: Demostración Pública de Afecto.


—Estoy bien. Gracias —le dije, acercándome a Travis.
—De ninguna manera, no te tocará. Su piel es demasiado perfecta —
dijo, envolviendo su brazo alrededor de mi cintura—. Además, ella ya tiene
uno. Y no, no puedes verlo.
Travis estaba actuando muy protector y me pareció dulce. También
estaba agradecida de que agregara la última parte, porque mi tatuaje era muy
personal para mí, y por el momento no quería explicarle el significado, ni tener
que bajarme mi pantalón delante de Tye.
—¡Lindo! Bueno, si alguna vez quieres otro, podemos cuidar de ti. Por
cierto, ¿cuándo vas a venir por uno, hombre? —preguntó Tye, volviendo su
atención a Travis. Tenía curiosidad por su respuesta porque no sabía que
pensaba conseguir otro. 96
—No lo sé. Mike me preguntó antes, pero todavía no he descubierto lo
que quiero. Tengo que pensar en ello. —Él miró su reloj y notó la hora—. Oye,
nena, tenemos que irnos o vamos a llegar tarde. —Nos despedimos y luego
hicimos nuestro camino fuera de la tienda.
Cuando entramos en lo que parecía ser un viejo almacén, estaba un
poco preocupada. Me sentía nerviosa de que Travis me llevara a algún club
subterráneo extraño o algo. Pero una vez que estuvimos dentro, me di cuenta
de que era una especie de antigua fábrica que había sido convertida en
diferentes estudios de arte y tiendas. Caminamos por el pasillo principal, y
Travis se detuvo frente a una de las tiendas. —Aquí —dijo sosteniendo la
puerta abierta para mí.
Cuando entré, vi las paredes cubiertas de estanterías de cerámica, y me
di cuenta que era una tienda de pintura de cerámica. —Oh, ¿elegiremos algo
para pintar? —le pregunté, después de haber estado en uno de estos lugares
antes.
—En realidad, vamos a hacer nuestra propia cerámica —dijo Travis—.
Hablé con la propietaria y ella nos va a enseñar cómo hacer platos de sopa que
serán donados al comedor comunitario local. Ellos ya han hecho un montón,
así que vamos a añadir los nuestros a la gran cantidad.
Las lágrimas pinchaban en mis ojos, por la consideración del plan de
Travis. Nadie, especialmente ningún chico, había salido nunca de su zona para
planear algo tan remotamente considerado antes.
—Travis —dije, y me encontré sin habla. No pude encontrar las
palabras, por lo que sólo me incliné y lo besé expresando todo lo que quería
decir con el toque de mis labios—. ¡Gracias!
—No hay de qué. Vamos, vamos a empezar para que así podamos hacer
un montón —dijo, tirando de mí hacia atrás. Él estaba igualmente
entusiasmado con la idea, lo cual calentaba mi corazón aún más.
Después de una rápida lección, nos encontramos disfrutando de hacer
los platos. El proceso no fue tan difícil como me imaginaba que iba a ser, y los
dos estábamos realmente haciendo replicas decentes. Hasta ahora habíamos
hecho demasiadas.
—¡Esto es increíble, Travis, gracias! —le dije, girando las manos en
torno a la arcilla. La rueda daba vueltas, y mis dedos estaban formando los
lados de la taza en la que trabajaba. Travis terminó otra y la colocó en el
estante para secar. Después se sentó detrás de mí. A horcajadas sobre la silla, y
acarició mi oído.
97
—¡Eh, tú! —Me reí, tratando de no estropear mi obra maestra.
—¿Te puedo ayudar con eso? —preguntó. Asentí con la cabeza y luego
puso sus manos en el centro conmigo para que podamos formar juntos el
recipiente. Aunque era sucio barro fangoso el que estábamos trabajando, era
uno de los momentos más eróticos que he experimentado. Nuestros dedos se
mezclaban juntos, y transmitían a los demás lo que realmente estaba en
nuestras mentes. Una vez que terminamos el recipiente, me giró, tomó mis
mejillas en sus manos y me besó sensualmente. El ardor de mi cuerpo me
estaba quemando y sentí su cuerpo reaccionar de la misma manera.
—Tus labios son increíbles. No puedo tener suficiente de ellos —
susurró en mi boca mientras sus manos ahuecaban mi cuello acercándome.
Cuando escuchamos un ruido en la otra habitación, Travis se apartó
para mirarme y luego se echó a reír. —¿Qué? —pregunté, queriendo saber lo
que encontraba tan gracioso.
—Ahora te ves como si llevaras una mascarilla de belleza de barro.
En el calor del momento, ni siquiera me había dado cuenta de que
estaba poniendo sus sucias manos en mi cara, pero ahora que lo había traído a
mi atención, podía sentir el pegote en las majillas y el cuello. —Travis —grité,
sintiendo la rigidez en mi piel. Él se echó a reír aún más fuerte por mi reacción,
lo que me incitó. Así que tomé un poco de la arcilla y se la unté toda en la
barbilla—. Ahí. Ahora estamos a mano —le dije, sonriendo ante mi obra.
—Uh, uh —dijo sacudiendo la cabeza. Rápidamente me deslicé fuera
del asiento para evitar su ataque, que sólo lo animó.
Travis y yo estábamos riéndonos muy fuerte cuando nuestros labios se
juntaron de nuevo. —¿Hay que hacer algo más o puedo ir a limpiarme? —
preguntó.
—¿A dónde iremos para limpiarnos? —No había llevado un cambio de
ropa, pero supuse que podía comprar algo.
—Mi casa —dijo.
—Oh, está bien. —Estaba emocionada de que en realidad iría a su casa y
vería donde creció.
Rápidamente limpiamos el desorden que habíamos hecho, antes de
agradecer a los propietarios por permitirnos venir. Ella nos dio las gracias a
cambio, y admiró las catorce copas que habíamos terminado. —¡Ellos amarán
estos! Vuelvan cuando quieran —dijo.

98
13
Traducido por SomerholicSwiftie
Corregido por Alaska Young

Travis y yo nos dirigimos de nuevo al mercado principal para recuperar


mi coche, y luego me llevó a su casa. Llegamos a una puerta y admiré la gran
finca que se encontraba detrás de ella. La casa era de tamaño similar a la mía, y 99
reforzó la idea de que Travis venía de una familia bien posicionada. Era
increíble como nada en él gritaba ‚malcriado‖ niño rico‛, que era una de las
cosas que me encantaban de él. Se metió en el coche y lo aparcó.
—Por cierto, ¿cómo llegaste a la ciudad? —pregunté, cuestionándome si
teníamos que dejar su vehículo allá.
—Mis padres me dejaron para que me pudieran dar mi coche nuevo.
—Oh, está bien —dije, luego de haber olvidado todo. Me sorprendió
que él no estuviera dispuesto a correr en el garaje para conducir la cosa.
Después de todo, era un chico.
—Bienvenida —dijo, abriendo la puerta de su casa para dejarme entrar.
Miré a mi alrededor cuando entré y admiré lo hermosa y moderna que era la
casa. Su madre claramente tenía una habilidad especial para decorar, porque el
lugar era impresionante.
—Guau, Travis. Lindo lugar —bromeé. Se encogió de hombros, como la
mayoría de los hombres hacían, realmente sin preocuparse por la decoración.
—Entonces, ¿y si pedimos un poco de comida así ambos podemos
limpiarnos?
—¡Claro! —dije.
—¿Para qué estás de humor? —preguntó.
—De ninguna manera —dije interrumpiéndolo—, es tu cumpleaños, ¡tú
elige, yo pago! —Sabía que no iba a ir por ello, pero valía la pena intentarlo.
—Nop, está absolutamente prohibido que pagues. Pero, ¿qué hay de
comida china?
—Suena delicioso —estuve de acuerdo.
Después de ordenar la comida, Travis me mostró el camino hasta su
dormitorio y cuarto de baño. —Guau, señor, tienes todo el lugar —dije,
admirando su habitación muy ordenada.
—Gracias. ¿Estás lista para ser limpiada? —preguntó, moviendo las
cejas. No estaba segura de lo serio que estaba siendo sobre nosotros
duchándonos juntos, así que sólo le seguí la corriente.
—Sí, ¿estás planeando lavarme y quitarme toda esta suciedad? —
pregunté, mordiéndome el labio inferior.
Se veía sorprendido por mi petición, y yo no podía dejar de reír. Parecía
que lo había agarrado con la guardia baja. Se calmó y se acercó hasta estar
delante de mí.
—Me encantaría lavar cada centímetro de tu cuerpo —dijo, pasando sus 100
dedos suavemente por mis brazos, enviando un hormigueo a mi centro—. Sin
embargo, tengo que estar atento a la comida, así que voy a ducharme
rápidamente en el otro cuarto de baño. Aunque, ¿puedo tener un chequeo
rápido?
Guau, un tipo acababa de rechazar la oportunidad de ducharse con una
chica. O estaba tratando de ser todo un caballero, que era lo que sospechaba, o
se encontraba nervioso acerca de llevar las cosas más allá. Basándome en sus
besos y todos sus movimientos, sabía claramente lo que estaba haciendo y ha
tenido experiencia, así que me inclinaba por la teoría A.
—Voy a poner la ropa en la lavadora, así que puedes tomar un par de
mis sudaderas, o cualquier otra cosa que te quieras poner de mis cajones —
dijo, señalando a su vestidor.
—Gracias, aquí tienes —dije, desabrochándome lentamente mi camiseta
para dársela—. Oh, y también necesitas estos —añadí, deslizando mis
pantalones cortos por mis piernas. Travis ya me había visto en mi ropa interior
antes, así que no había nada que me hiciera sentir tímida. Él me miraba con
lujuria filtrándose a través de sus ojos, y luego tragó saliva mientras tomaba la
ropa de mi mano. Tratando de mantenerme seductora, volví a hacer mi
camino al baño y en pocos segundos estaba lanzando mi sujetador y las bragas
hacia a él. Asomé mi cabeza por la puerta y lo vi de pie sosteniendo mis cosas.
Parecía estar pensando si debía o no unirse a mí—. Gracias —dije de nuevo, y
luego me metí en la ducha.
En ningún momento Travis se unió a mí, lo que me dejó un poco
decepcionada, pero, una vez más, al mismo tiempo apreciaba su resistencia y
el respeto que me estaba mostrando. Me sentía más cerca de él, y una conexión
más profunda se estaba formando, la realidad era que todavía necesitábamos
aprender más el uno del otro antes de llevar las cosas al siguiente nivel. Aún
no habíamos hablado de nuestra historia o experiencia sexual, por lo que
tendría que ser lo próximo.
Me tomé mi tiempo para disfrutar de la muy amplia ducha y el agua
caliente. Había pasado una semana desde que había tenido una ducha normal,
por lo que la sensación era lujosa. Eso me hizo preguntarme dónde se duchaba
Travis al volver del campamento. Me imaginé que él debía usar la ducha del
baño de hombres. Aunque, podría usar el de la caravana de sus padres. Voy a
tener que preguntárselo, tengo curiosidad, pensé, mientras estaba terminando.
Después me sequé, fui adelante y tomé un par de boxers de Travis y
una playera negra. La ropa olía a él, así que disfruté de la fragancia. Cuando
bajé, vi que la comida ya había llegado y Travis estaba destapando nuestras
bebidas. —Huele bien. ¿Puedo ayudarte en algo? —pregunté.
101
—¿Puedes traerme algunas de esas servilletas? Pensé que podríamos
comer en la sala de estar —dijo, tomando la bolsa y los vasos para liderar el
camino.
Lo seguí a la habitación que estaba ocupada por un sofá gigante a la
derecha, y una muy grande pantalla plana que ocupaba toda la pared
izquierda. Travis no hizo ningún movimiento para poner la televisión, sino
que nos preparó un pequeño picnic en el centro del suelo. Comimos y
charlamos acerca de la tarde, y le pregunté cómo había tenido la idea de
llevarme al lugar de cerámica.
—En realidad, estaba buscando comedores locales en línea por
curiosidad, y cuando hice una búsqueda, el sitio de cerámica apareció con la
publicidad‖‚El‖don‖de‖la‖sopa‛.‖Leí más sobre él, y me di cuenta que era algo
que quería que hiciéramos juntos. Así que llamé al propietario esta mañana y
lo programé. En realidad te iba a decir al respecto, pero Scott y las chicas
entraron esta mañana. Me gustó cómo salieron las cosas, y que terminara
siendo una sorpresa. ¿Te has divertido?
Me conmovió la consideración de Travis y pareció increíblemente dulce
que estuviera investigando los comedores comunitarios. —Travis, me la pasé
muy bien. Nadie ha planeado nada tan increíble para mí antes, o puesto
mucho esfuerzo en una cita, así que gracias. ¿Tú te la pasaste bien? —
pregunté, con la esperanza de que hubiera disfrutado de su cumpleaños tanto
como yo.
—Tuve el mejor día —dijo, sonriendo dulcemente.
Nuestros ojos se quedaron bloqueados y Travis se inclinó por encima
para darme un beso. Esta vez el beso no sólo estaba lleno de pasión y lujuria,
sino que una emoción más profunda corrió a través de mi boca hacia abajo, a
mi corazón. En ese momento, me di cuenta de que me estaba enamorando de
él, o tal vez ya lo estaba. Daba un poco de miedo saber lo rápido que había
pasado, pero no se podía negar la fuerte conexión que había entre nosotros. Se
echó hacia atrás, apoyando su frente contra la mía, y luego susurró—:
Realmente eres un duende mágico. —Su comentario me hizo sonreír y lo
recompensé con otro beso.
Después de que limpiamos la cena, nos instalamos en el sofá para ver
una película, pero en su lugar terminamos hablando. Los dos estábamos
riendo tan fuerte y yo todavía no podía superar el hecho de que Travis hubiera
sido un total chico rico cuando era más joven. Me mostró fotos para probarlo,
y aunque parecía él, me di cuenta de que el verdadero espíritu de Travis
faltaba en ellas. —Creo que estás muy sexy ahora —dije, besando su brazo.
—Así que amas cómo luce el tatuaje, ¿eh? —preguntó, acostado sobre
uno de sus lados, con su mano apoyando su cabeza.
102
—En ti, lo hago —dije, volviéndome hacia él.
—Entonces, ¿qué te parece? ¿Debo hacerme otro?
—No lo sé. Si quieres —respondí, sin querer influir en él de una manera
u otra.
—No iba a hacerlo, pero Mike quiere que me haga uno por mi
cumpleaños, así que he estado pensando en conseguir algo pequeño.
—Siempre puedes ir con un pequeño duendecillo —bromeé.
—Me gusta tu pequeña hada —dijo, levantándose sobre mí y
presionándome contra mi espalda—. En realidad, déjame echar un vistazo.
Voy a tener que considerarlo —dijo, levantando mi camisa ligeramente para
exponer mi estómago. A continuación, quitó suavemente la parte superior de
los boxers que llevaba para exponer mi tatuaje—. Tan sexy —susurró sobre mi
piel cuando se inclinó hacia abajo, colocando suavemente un beso en ella.
Travis me miró a los ojos, y yo sonreía de felicidad por estar con él. Mi
cuerpo estaba en llamas, pero parecía quedarse permanentemente de esa
manera en su presencia. Sin decir una palabra, se inclinó y volvió a besar mi
tatuaje.
—Definitivamente me inspiras —susurró contra mi piel. Sentí su aliento
caliente sobre mi cadera y mi cuerpo dolió en respuesta. Comenzó a plantar
besos suaves por todo mi tatuaje y mi cintura. En poco tiempo, sus besos
comenzaron a moverse más abajo y luego sentí los boxers deslizándose por
mis piernas. El placer que sentía de su boca en mi cuerpo me envió en un
frenesí, y cuando llegó allí y comenzó a chupar lentamente, grité de puro
placer.
Sus labios y su lengua estaban bailando alrededor de mi clítoris,
barriendo lentamente entre mis labios y luego rodeando la cima de nuevo. Su
boca era suave pero firme, y sabía exactamente lo que necesitaba. La
construcción estaba aumentando demasiado rápido, y estaba a punto de
pedirle que esperara para que el placer durará más tiempo, pero luego sentí
dos dedos deslizarse dentro de mí y perdí todo el control. Cada gramo de mi
cuerpo irradiaba con la electricidad sensual que crepitaba a través de mis
venas. —Oh, Dios mío... ¡Travis! —grité mientras mi cuerpo era lanzado al
reino del éxtasis y me vine en espiral hacia abajo—. Fue increíble —dije en voz
baja, recuperando el aliento.
Después de mi liberación, Travis besó su camino de regreso a mi cuerpo
y se detuvo cuando llegó a mi boca. Tiré de la parte posterior de su cuello
haciendo que presionara sus labios con los míos. Me podía probar en su
lengua y la combinación de ella junto con su erección presionando contra mí,
me daban ganas de más. Me volví para que pudiera tomar la primera posición,
y procedí a darle el mismo tratamiento a Travis, besando todo el camino por 103
su cuerpo. Cuando lo liberé de sus pantalones, me di cuenta de lo mucho que
tenía que ofrecer y encontré mi cuerpo ansioso por cada centímetro de él. Lo
llevé a mi boca y lo recompensé con el mismo placer que había depositado en
mí. Lamí arriba y abajo y todo alrededor, chupé largo y duro. Sólo tomó lo que
parecieron ser segundos antes de que su cuerpo explotara, pero disfruté cada
uno de ellos. Lo chupé hasta el fondo y, su miembro palpitaba con las secuelas
sexuales que encendía mi lengua. Continuó gimiendo en voz alta por mi
caricia oral, y me sonrió con satisfacción.
Travis y yo yacíamos en el sofá, juntos, saciados, y no quería moverme.
Sabiendo que probablemente deberíamos haber tenido la charla a sexual antes
de haber hecho lo que hicimos, decidí abordar el tema. —Entonces, ¿puedo
hacerte una pregunta?
—Seguro, cualquier cosa —dijo, poniéndose de lado para verme. Su
mano estaba corriendo arriba y abajo de mi estómago, lo cual era una
distracción, pero traté de mantener la concentración.
—¿Con cuántas mujeres te has acostado? —La expresión de su cara no
vaciló, por lo que mi pregunta no lo había disgustado.
—Dos. Mi primera vez fue con la hermana mayor de un amigo con
quien tuve un flechazo importante cuando era más joven. Nos conectamos en
una fiesta y las cosas se fueron más allá de lo debido. Pero creo que fue bueno
tener mi primera vez con alguien que sabía lo que estaba haciendo. Aunque su
hermano se enojó cuando se enteró —dijo, riéndose del recuerdo.
—¿Y la otra? —pregunté, curiosa acerca de la chica número dos.
—La otra era una chica que estuve viendo por un tiempo. Tuvimos citas
durante casi dos años, y llevó nuestra relación a ese nivel.
Estaba tranquila por su respuesta, aunque ahora tenía muchísimas
preguntas que quería hacer sobre la chica número dos y por qué la relación no
continuó. Sin embargo, todas mis preguntas tendrían que esperar, porque no
quería estropear la noche. Por ahora, estaba contenta sabiendo que Travis no
era del tipo que dormía con muchas mujeres. Basándose en su aspecto, las
podría tener. Por no mencionar el hecho de que él era bastante increíble
también. Además era bueno saber que no tenía una fobia al compromiso,
porque para un chico adolescente, dos años es significativo. —¿Qué hay de ti?
—preguntó, devolviendo la pregunta.
—He estado con un hombre. Era alguien con quien salí durante un año,
pero al final del día no estaba tan loca por él. Lo hice sólo para conseguir mi
primera vez. Pasó un par de veces más antes de que finalmente terminara las
cosas —dije, ahora lamentaba la decisión que había hecho, porque habría sido
agradable darle mi virginidad a un hombre como Travis.
104
—Bueno, me alegro de que tengamos eso fuera del camino —dijo—.
Quería tocar el tema, pero no quiero que te dé la impresión de que estaba
tratando de entrar en tus pantalones. Así que me alegra que lo preguntaras —
dijo.
—Oh, ¡así que ahora parece que me quiero meter en los tuyos! —dije,
riendo ante el hecho.
—Acabas de hacerlo —dijo, riendo conmigo.
—Es verdad —dije—. Por cierto, gracias por ser tan abierto conmigo,
realmente es fácil hablar.
—De nada —dijo y luego me besó apasionadamente.
El timbre de la secadora sonó y nos alertó sobre el hecho de que nuestra
ropa estaba lista. —¿Hay que vestirnos y regresar al campamento? No quiero
que tus padres se preocupen —dijo, empujándose a sí mismo a una posición
sentada.
—Les envié un mensaje antes, pero probablemente debería irme. Por
cierto, ¿cómo regresarás? —pregunté, queriendo saber si iba a estar conmigo o
al volante de su coche nuevo.
—¿Puedo ir contigo? —preguntó, mirándome preocupado por mi
pregunta.
—Por supuesto. No estaba segura de si regresarías en tu coche nuevo o
no —le expliqué.
—Prefiero ir contigo, si eso está bien. Iré por él más tarde. —Guau,
prefería viajar conmigo a conducir su fantasía de Porsche nuevo de vuelta al
campamento y mostrárselo a todo el mundo. Sí que era un caballero. No había
manera de que alguno de los chicos de casa hubiera tomado la misma decisión,
ni siquiera Jared.
Regresamos al campamento alrededor de la medianoche, y todo estaba
tranquilo. Aparqué el coche en el estacionamiento principal y Travis me
acompañó a mi campamento. —¡Gracias por hoy, Travis! Me la pasé increíble
y realmente espero que hayas disfrutado de tu cumpleaños. —Hablé en voz
baja para no despertar a nadie. Podía oír los ronquidos de mi padre a través de
la ventana abierta de la casa rodante, así que sabía que no se escuchaba nuestra
conversación.
—Paige, fue de lejos el mejor cumpleaños que he tenido, gracias por ser
tan increíble —dijo, inclinándose para besarme, y luego se echó hacia atrás
para mirarme a los ojos—. Estoy enamorándome fuertemente de ti, Paige —
susurró. Mi corazón martilleó por su admisión, haciendo eco de mis propios
sentimientos. No sabía cómo responder, si debía admitir mis sentimientos o
esperar hasta llegara a decir las palabras. 105

Entonces él se acercó más, me presionó contra el remolque para


besarme de nuevo, y sentí su longitud presionando con fuerza en mi pierna. —
Puedo decirlo —dije, rozando mi mano sobre la parte delantera de sus
pantalones vaqueros.
—Sí, lo siento. Él ya está fuertemente enamorado —bromeó. Los dos
encontramos los labios del otro, e inmediatamente callamos cuando nuestras
lenguas se deslizaron juntas expresando nuestros verdaderos sentimientos. Mi
cuerpo irradiaba calor y mi corazón reconoció que era innegable que estaba
enamorada de él.
—Será mejor que duermas un poco, señorita. Si seguimos así, te llevaré
a mi tienda y te haré el amor —dijo, colocando un suave beso en mis labios y
por mi mejilla hacia mi oído.
—Entonces no quiero pares —murmuré, dejando que mis verdaderos
sentimientos se dieran a conocer. Mi cuerpo quería hacer el amor con él,
independientemente de lo que mi mente pensaba que era lo correcto.
—Cariño, me estás matando, antes con la ducha, y ahora. Un hombre no
tiene tanta fuerza de voluntad —dijo, besando su camino de vuelta a mi boca.
—¿Por qué utilizas eso en mí entonces? Guárdalo para cuando estés
tratando de resistirte a una galleta de chocolate —dije, riéndome de mi broma.
Se rió entre dientes, y luego respondió.
—Quiero que esto —dijo, señalando entre nosotros—, funcione. Por lo
tanto, quiero hacerlo todo bien, tomar las cosas con calma y hacer que nuestra
primera vez juntos sea especial. Cuando llegue el momento, quiero llevarte a
la ciudad y conseguir una suite en el mejor hotel, y luego cuidarte en exceso
durante toda la noche.
—No necesito todo eso, pero está bien —dije, haciendo un mohín con
mi labio—. Eso sí, no me hagas esperar demasiado tiempo —bromeé, dándole
un guiño.
Travis era el primer hombre por el que he tenido esos sentimientos.
También era el primer chico con en el que me había sentido tan a gusto y
cómoda, lo que probablemente estaba explicando mi deseosa impaciencia.
—No creo que sea capaz de retenerme por mucho tiempo, pero vamos a
tratar de tomar las cosas con calma. ¿De acuerdo?
—Está bien —respondí.
Antes de ir adentro, lo dejé con un beso que le haría replantearse su
decisión. Aunque, sinceramente, me quedé encantada de que no fuera otro
hombre tratando de entrar en mis pantalones. Estaba tan metida en mis 106
sentimientos, y cuán perfecto estaba resultando todo que no pude conciliar el
sueño. Contemplé enviarle un mensaje de texto a Tracey para ver si estaba
despierta, pero decidí no hacerlo. Por el momento, probablemente era mejor si
no le contaba acerca de Travis. Hasta que las cosas sobre nosotros no salieran a
la luz, Tracey no lo aprobaría y probablemente me alejaría de él. Por lo tanto,
me gustaría esperar un par de días y luego decirle lo perfecto que iban las
cosas. Después de la forma en que todo había salido ese día, no pensaba que
pasaría mucho antes de eso.
14
Traducido por ashmcfly
Corregido por Aimetz14

Mis padres querían que pasáramos el día juntos y que visitáramos


algunos sitios de interés histórico. Después de la charla que tuve con Travis
aquella noche, cuando comprendí que mis padres necesitaban este tiempo 107
para reconectar, también comprendí lo importante que era mostrarles lo bien
que estábamos juntos como una familia unida. Por eso acepté pasar tiempo con
ellos, a pesar de que significaba que no iba a ver a Travis en todo el día.
Me vestí y me dirigí hacia la oficina para recuperar el auto del
aparcamiento. Pensé que mientras estaba allí, le diría a Travis que íbamos a
salir durante el día. No hicimos ningún plan oficial juntos, pero no me quería
ir sin decirle. Cuando entré a la oficina me quedé sorprendida al ver a Ashley
y a Travis abrazándose.
—¡Gracias bebé! Ahora me siento mucho mejor. ¿Vamos a celebrar tu
cumpleaños hoy? Por cierto, ¿dónde está el nuevo auto? Pensé que iba a poder
viajar en él —dijo Ashley, dando un paso atrás y cruzando sus brazos mientras
hacia un puchero. Mi corazón se hundió al verlos y estuve cerca de caer al
suelo. Sabía que las cosas eran demasiado buenas para ser verdad y comprendí
la razón por la que él quería mantener las cosas entre nosotros en secreto.
Justo cuando intentaba averiguar cómo salir de ahí sin ser notada,
observé a Travis voltear y sonreírme. No parecía molesto por el hecho de que
lo atrapé con Ashley, lo cual me hizo sentir peor. Cuando no le devolví la
sonrisa, él la hizo a un lado y se acercó hasta donde yo estaba. —¿Estás bien,
Paige? —preguntó mirándome con preocupación. ¿Esto es una especie de broma?
Te atrapo con tu novia mientras que seguramente le estás dando una patética excusa de
por qué ayer no pasaste el día con ella y estás actuando como si nada hubiera pasado,
gritó mi menté silenciosamente.
En vez de repetir mis pensamientos en voz alta, simplemente contesté—
: Sí.
—¿Necesitas ayuda para encontrar algo? —preguntó, aún
desconcertado por mi comportamiento.
—No, estoy bien. Cambié de idea. Gracias —mentí, dándome vuelta
para irme antes de sucumbir a mi pánico.
—Oye, Ash. ¿Por qué no vas a buscar a Scott y le dices que por supuesto
quieres ser su novia? Luego decidimos cual será el plan para hoy —dijo
Travis.
—Creo que me haré la difícil al principio, sólo para tomarle el pelo.
Después de todo, es un poco infantil que te dijera que me invitaras a salir por
él. Vamos Trav, ya no estamos en la secundaria.
—No lo hagas rogar Ash, tú sabes que para él nunca ha sido fácil hablar
con chicas —contesto Travis.
—Tienes razón, tal vez sólo voy a correr hacía él y lo besaré —dijo
emocionada por la idea. 108

Mi mente estaba intentando ponerse al día mientras la conversación se


desarrollaba. Parecía que Scott quería salir con Ashley y Travis estaba
transmitiendo el mensaje. Ashley tuvo que estar muy emocionada de
enterarse, y por eso ella lo estaba abrazando. Ella también parecía estar de
muy buen humor porque no le importó en lo más mínimo mi presencia. Mi
corazón empezó a calmarse y mi mente se tranquilizó. Ashley salió de la
oficina y literalmente me desplomé en los brazos de Travis.
—¡Oye, nena! ¿Qué está mal? —dijo frotando mi espalda suavemente—.
¿Qué está pasando? —Estaba nerviosa de decirle que me estaba molestando.
No quería verme como la novia paranoica e insegura que acababa de tener un
ataque de pánico pensando que su novio estaba tonteando con otra chica. Pero
no quiero que haya mentiras entre nosotros o negar la verdad, por lo que le
dije.
—Cuando entré y te vi abrazando a Ashley, me asusté. Lo siento por no
darte el beneficio de la duda y por asumir automáticamente que estabas
ocultando nuestra relación porque también estabas saliendo con ella. Lo
declaro un caso de locura momentánea. Lo siento —me disculpé encontrando
sus ojos a regañadientes para ver su reacción. Sus ojos vacilaron con dolor, y
estaba nerviosa de que lo hubiera ofendido por completo con mi falta de
confianza.
—Paige, no necesitas disculparte. Yo…‖—vaciló por un momento antes
de continuar—. Escucha, nunca tienes que disculparte por cosas como esa.
Sólo me demuestra de te importa. ¿Lo que realmente espero que hagas?
A‖ pesar‖ de‖ que‖ él‖ no‖ dijo‖ ‚te‖ amo‛,‖ sus‖ palabras‖ seguían‖ siendo‖
reconfortantes y me sentí completamente animada ante toda la situación. —Sí
me importa, Travis. Más de lo que crees. Da miedo lo rápido que me he estado
enamorando. —No estaba diciendo la palabra con A, pero estaba haciéndole
saber lo profundo que corrían mis emociones.
—¡Ídem9!—dijo agarrando mis mejillas y besándome profundamente.
Quedé sin aliento por la intensidad del beso y vi estrellas cuando me
dejó ir. —Se supone que voy a pasar el día con la pandilla debido a que ayer
los abandoné, pero si quieres puedo salirme de esta para que nosotros dos
pasemos el día juntos.
—De hecho, venía a decirte que mis padres y yo vamos a hacer turismo
por el día, por lo que regresaré en la noche. Así que ve a divertirte con tus
amigos —dije.
—Sí, estoy seguro que voy a pasar un muy buen rato viendo a Scott y a
Ashley besándose todo el día —se quejó, poniendo sus ojos en blanco ante la 109
idea.
—Bueno, estoy segura de que muy pronto estaremos dándoles el mismo
espectáculo, así que no seas muy duro con ellos —aconsejé moviendo mis
cejas.
—Eso es verdad —dijo, besándome de nuevo. Me tuve que ir porque
mis padres me estaban esperando, así que nos despedimos y entré al auto para
ir a recogerlos.
Mi padre estaba absorto en el audio de la visita guiada a la Hacienda
Ethan Allen10, por lo que mamá y yo aprovechamos para ir por una taza de
café. Aunque nos gustaba visitar sitios históricos, ella y yo estábamos de
acuerdo en que preferiríamos estar de compras. Debía de ser una cosa de
chicas.
—Así que, ¿qué pasa entre Travis y tú? Ayer se acercó a la casa rodante
buscándote y le di tu número —admitió mamá.
—Sé que lo hiciste, y gracias por eso. Terminó yendo a Burlington y
pasamos el día juntos.
—¿En serio? Ves, sabía que iba a entrar en razón. Las mamás siempre
saben —bromeó.
—¡Tan cierto! —Estuve de acuerdo.
—¿Y bueno? ¿Qué hicieron? —preguntó rogando por detalles.
—¡Oh! Fue muy divertido, mama —contesté efusivamente, incapaz de
ocultar mis sentimientos de alegría.
—Eso es bueno, ¿eh? —dijo levantando una ceja hacia mí.

9
Expresión que se usa para expresar que piensa lo mismo.
10
La Hacienda Ethan Allen es un museo en honor al fundador de Vermont, Ethan Allen.
—Mamá, ¡NO! —chillé—. Sólo pasamos el día juntos haciendo turismo
por la ciudad. Me llevó a todos sus sitios favoritos y llegué a conocer a sus
amigos. Después, me llevó a un sito de alfarería donde realmente hicimos
tazones de cerámica para ser donados a un comedor de beneficencia.
—¿Qué? —me interrumpió mi mamá.
—Travis encontró este sitio en internet y se enteró de que están
trabajando‖ en‖ un‖ proyecto‖ llamado‖ ‚El don de la Sopa‛. Así que llamó al
dueño y nos consiguió una sesión privada.
—¡Oh, Dios mío! —Mi madre prácticamente chilló de la emoción—.
Paige, él vale la pena. Por mucho que ame a tu padre, y realmente lo hago,
cuando él tenía tu edad no era así de romántico. Ni ninguno de los otros
chicos, si vamos al caso. Travis es sorprendentemente maduro para su edad y 110
muy dulce. Me di cuenta al hablar con su madre de que lo han criado bien.
Guau, ahora te voy a decir que es exactamente el tipo de chico que siempre
deseé que encontraras —dijo mamá, repitiendo las palabras que Lucille le dijo
a Travis, lo que me hizo reír.
—Cálmate mamá, todavía no necesito que elijas tu vestido de madre de
la novia. Pero si voy a decir que me he enamorado, como realmente enamorado,
de él.
Mi madre se acercó apretando mi mano y habló con lágrimas en sus
ojos—: ¡Estoy tan feliz por ti, cariño! Recuerda siempre darle el beneficio de la
duda porque los chicos pueden, disculpa mi francés11 joderla magníficamente.
Pero son chicos, les toma un tiempo aprender nuestras costumbres —comentó
riendo. Su consejo no podía ser más adecuado, ya que después del desastre de
la mañana había descubierto la importancia de hacer eso.
—¡Gracias, mamá! Las palabras de los sabios son siempre apreciadas —
respondí, apretándole la mano.
Terminamos nuestro café riendo de todas las historias que compartí con
ella de la niñez de Travis, y luego volvimos a buscar a papá. —Está bien,
supongo que ustedes señoritas están listas para ir de compras, ¿eh? —
preguntó papá, envolviendo su brazo alrededor de la cintura de mamá.
—Estamos bien, hoy es acerca de ti y de ver lugares. Podemos ir de
compras en cualquier otro momento —contestó mamá.
Fue bonito ver a mis padres siendo tan considerados y amorosos entre
sí. Definitivamente había pasado un tiempo desde que se pusieron
acaramelados frente a mí, y estaba feliz de ver que las cosas se iban
solucionando tan bien para ellos. —Bueno, mi amor, sé que esto va a sonar un
poco sorpresivo, pero tuve mi ración de historia por el día, y preferiría llevar a

11
Expresión usada antes o después de soltar una maldición.
mis chicas a la ciudad, comprarles a ambas algo hermoso y brillante, y luego ir
a cenar contigo. ¿Qué te parece? —La oferta de mi padre fue tan dulce, y no
había forma de negar lo mucho que nos amaba.
Mamá contestó dándole a mi padre un beso que me hizo apartar la
mirada, pero estaba muy entusiasmada con el nuevo plan. —Ves, Paige, ¡elegí
bien! —dijo mamá, sonriendo dulcemente y enganchando mi brazo con el de
ella. Los tres caminamos de vuelta al auto y condujimos hacia Burlington para
comenzar nuestro día de compras. Se sentía como si estuviéramos
volviéndonos de nuevo una familia. y estaba perfectamente contenta.
Después de un largo día lleno de compras y comida, finalmente
regresamos al campamento. Estaba emocionada de estar de vuelta y quería
encontrar a Travis. No podía esperar para compartir toda la diversión que
111
tuvimos y las noticias sobre lo bien que se estaban llevando mis padres.
Además, quería enseñarle la nueva pulsera que mi padre me había comprado.
Él y mi mamá eligieron el dije para ponerle. Mi papá eligió una pequeña hada
y dijo—: Siempre serás mi hada mágica. —Y mamá eligió un pequeño número
tres y me dijo que—: Somos y siempre seremos el trío perfecto. —Sentí que el
mensaje era más profundo, y que me intentaba decir que ella nunca iba a
dividir nuestra familia. Aunque en el pasado nunca hablamos de divorcio, me
había preguntado si eso iba a suceder cuando me fuera de casa. Ahora, estaba
segura de que no pasaría.
15
Traducido por nelshia
Corregido por Melky2012

Ya eran más de las nueve cuando regresamos. Mis padres se fueron


112
inmediatamente para subir y jugar cartas con los Medler, así que aproveché la
oportunidad para buscar a Travis. Caminé hacia el edificio principal para usar
el baño, y vi a Travis y los chicos jugando baloncesto en la cancha. Maggie y
Amber se encontraban a un lado platicando, pero Britney y Ashley no se
hallaban por ninguna parte.
—¡Hola, Paige! —gritó Travis mientras pasaba. Que me saludara frente
a todo el mundo me tomó por sorpresa, pero demostró que su guardia ya
bajaba. Que Ashley estuviera con Scott seguramente hacía más probable que
pudiésemos seguir adelante y ser más sinceros con nuestros sentimientos. Pero
noté que los chicos se encontraban totalmente absortos en el juego, así que usé
el baño y regresé al campamento.
Mientras bajaba por la carretera, oí algunos crujidos en el bosque cerca
del camino al lago. Me puse nerviosa al principio, pensando que podría ser un
gran oso o algún tipo de animal, así que aceleré el paso. Cuando me hallaba a
punto de entrar en el vehículo recreacional, oí un aullido seguido de lo que
sonaba como una chica gritando—: ¡No! Rápidamente regresé al lugar donde
escuché el ruido, y encontré Ashley luchando con alguien. Estaba oscuro, así
que tuve problemas para ver quién era el tipo, pero cuando me acerqué, vi que
era Corey. Sabía que eran amigos, pero no sabía con certeza si sólo discutían o
si sucedía algo más. Así que, para evitar la vergüenza de meter la nariz en los
asuntos de otra persona, permanecí escondida detrás de un árbol para
inspeccionar la escena y asegurarme de que Ashley estuviera bien.
Corey se estiró, agarrando el brazo de Ashley. —Lo harás. No me
importa hacer del mejor amigo de Britney —dijo.
—Corey, detente. Estás borracho. ¡Quítame las manos de encima! —
protestó. Parecía que Corey debía de haber confundido a Ashley por Britney,
ya que en ese momento lucía empeñado en conquistarla y hacer insinuaciones
para nada bienvenidas. Ashley se las estaba arreglando por su cuenta hasta
cierto punto, pero no había forma de que la dejara sola. Esperaría para ver si
necesitaba intervenir, y me aseguraría de que Ashley saliera del bosque a
salvo.
—¿Por qué te resistes, Ash? Sabes que has estado mirándome por los
dos últimos veranos.
—Retrocede, Corey. No voy a hacer nada contigo —declaró Ashley
firmemente, alejándose y dando un paso hacia atrás.
—Sí, lo harás. Ahora, ¿vas a acercarte voluntariamente, o voy a tener
que obligarte? Porque créeme,‖ voy‖ a‖ hacer…‖ que…‖ vengas… —Las palabras
brotaron de su boca de una manera tan repugnante que no pude aguantar más.
Me decidí por un plan, y le escribí rápidamente un mensaje a Travis antes de
implementarlo.
Yo: 911, en mi campamento. 113

—¡Ashley, oye, Ash! —grité, saliendo de detrás de los árboles y


caminando en su dirección—. ¡Oye, Ash! Me pareció oír tu voz por aquí. ¿Aún
vamos a ir a mi casa para ver la película? —le pregunté, estirándome para
apretar su mano así entendería que tenía un plan y que me encontraba allí
para ayudar.
—¡Hola! La sexy Paige, mejor aún —farfulló Corey, dando traspiés
hacia mí. Ashley vaciló, todavía sorprendida por toda la situación.
—Sí,‖ yo…‖ Eh,‖ estaba‖ yendo a tu casa. Corey me detuvo en el camino,
pero creo que me confundió con otra persona —dijo, confundida.
—Corey, el alcohol está cegándote, esta no es Britney —razoné, tratando
de mantener a Corey calmado. Era un tipo tan grande que podría noquear a
una de nosotras y hacer lo que quisiera con la otra. Así que, no quería
presionarlo.
—No quiero a Britney. Ya he hecho eso —dijo con dureza.
Independientemente del alcohol, el tipo era un verdadero idiota. Ashley me
miró sin saber qué debíamos hacer—. Te quiero a ti, Paige, o a Ash, o a ambas
—dijo, acercándose a nosotras. Le hice un gesto con la cabeza a Ashley para
que me dejara hablar a mí.
—Creo que necesitas bajarte de tu nube, Corey. Vamos, Ash, vamos a
ver la película. —Le agarré la mano y rápidamente tiré de ella hacia atrás así
podríamos empezar a salir de la arboleada.
—Creo que les agrado a tus padres, Paige —dijo Corey, dando un paso
adelante—. No creo que les importe si me uno a ustedes.
Retrocedimos unos cuantos pasos más, y susurré—: Ahora.
Las dos nos dimos la vuelta y echamos a correr hacia mi campamento.
Podía oír los pasos de Corey detrás de nosotras, pero luego lo oí tropezar. —
Ay, mierda. Malditos árboles. —Su caída nos dio el tiempo suficiente como
para escapar. Doblamos la curva y vi a Travis y Scott parados fuera de mi
vehículo recreacional.
—Ash, Paige, ¿qué sucede? ¿Vieron un oso o algo así? —preguntó
Travis.
—No te peleaste con Paige, ¿no, Ashley? —preguntó Scott.
—No,‖ Corey… —jadeó, tratando de recuperar el aliento. Se desplomó
en el suelo, claramente tratando con el shock de lo que había sucedido, por lo
que tuve que llenar los espacios en blanco.
—Corey está borracho —dije, tratando de recuperar el aliento
también—. Estaba tratando de obligar a Ashley a acostarse con él cuando
aparecí. 114

—¡Ese bastardo! —gritó Scott.


Se arrodilló junto a Ashley para consolarla. —¿Estás bien, cariño? —
preguntó, abrazándola apretadamente.
—Estoy bien. Al‖principio… —Se detuvo, aún tratando de recuperar el
aliento─, al principio pensó que era Paige, pero luego, cuando se dio cuenta de
que era yo, dijo que tenía derecho a acostarse con la mejor amiga de Britney y
que necesitaba dejar de intentar escapar. Paige llegó justo en el momento
adecuado; Corey comenzó a perder el control y me tenía cogida del brazo.
Pero huimos. Nos estaba siguiendo por el camino, pero tropezó. —Ashley
hablaba con lágrimas fluyendo por sus mejillas. Sus emociones estaban
emergiendo finalmente y pude ver lo vulnerable que era. Me sentí agradecida
de haberla encontrado a tiempo.
—¿Pensaba que eras Paige? —preguntó Travis, con ira filtrándose en su
voz. Me sorprendí ante eso, aunque recordando la forma en que el idiota me
folló con la mirada en el río, realmente no debería haberlo estado.
—Sí —afirmó Ashley.
—Lo siento mucho, Ashley. ─Me volví hacia ella para disculparme.
—¿Por qué lo sientes, Paige? No has hecho nada malo —me recordó
Travis.
—Lo sé, pero la atacó pensando que era yo. Lamento que Ashley se
viera envuelta en una situación tan horrible.
—Paige, no fue tu culpa. En realidad, fue bueno que no fueras tú,
porque el darse cuenta de que era yo le hizo cuestionarse por un momento. Al
principio, cuando pensaba que eras tú en lugar de mí, me agarró, y me pegó a
un árbol. Grité ‚no‛, lo que hizo que me soltara. Lo sorprendí, dándome la
oportunidad de alejarme mientras pensaba en ello por un segundo, antes de
que continuara. Allí fue cuando apareciste.
Me di cuenta de que fue el grito de Ashley lo que hizo que regresara,
por lo que me perdí lo que sucedió antes.
Travis echaba humo. Tanto él como Scott tenían un interés personal y
estaban obviamente ansiosos por conseguir su venganza. Travis se paró a mi
lado mientras Scott reconfortaba a Ashley en el suelo. Envolvió sus brazos a mí
alrededor y luego me susurró al oído—: ¿Estás bien? —Asentí en respuesta y
me apretó con fuerza antes de alejarse. No soltó mi mano, lo que me
reconfortó.
—Vamos, Scott, tenemos que hacernos cargo de esto antes de que
cualquiera de las otras chicas salga lastimada. Llama a los chicos. —Me puse 115
nerviosa al pensar en lo que iban a hacer; no quería que nadie saliera herido,
como tampoco quería que cuatro chicos golpearan a Corey y terminaran en la
cárcel.
—¿Qué van a hacer? —le pregunté, expresando mi preocupación.
—Vamos a llevar a Corey a la casa de su padre —dijo Travis con calma,
por lo que no sabía con certeza de qué me perdía.
—Sí —se rió Scott mientras se levantaba.
—Su padre es el alguacil local y en gran medida, un ciudadano que
respeta la ley. Se encargará de Corey —explicó Ashley. Todos se rieron ante
eso; claramente sabían que tendría un castigo lo suficientemente grave.
—Oh —dije, aún sin estar segura acerca de la situación.
—Paige, tú y Ashley quédense aquí hasta que regresemos. Vamos a
venir por ustedes cuando terminemos —ordenó Travis. Ashley y yo hicimos lo
que dijo y entramos en el vehículo recreacional.
—¿Crees que Corey aprenderá de esto? ¿Es suficiente castigo llevarlo
con su padre? —pregunté.
—Oh, sí. No conoces al alguacil Clark. Definitivamente no es alguien
con quien quieras meterte. Probablemente también es la razón de por qué
Corey es tan idiota. Pero se encargará de esto. Metió a Corey en la cárcel por
un año cuando hizo una broma en la ciudad, y Corey aprendió su lección. Al
parecer, necesita un recordatorio de cómo portarse bien, así que ya veremos
cómo lo castigará su padre. Estoy segura de que Britney se enterará y nos lo
hará saber —dijo Ashley, rodando los ojos.
—¿Dónde está Britney de todas formas?—pregunté.
—Salió con sus padres. Volverán por la mañana. No puedo esperar para
decirle a Britney lo que sucedió, tal vez esto finalmente le demostrará lo idiota
que es Corey. —Era obvio, por la declaración de Ashley, que se sentía igual
que la madre de Travis sobre Corey y Britney siendo pareja—. Ella sigue
enganchada a él, incluso a pesar de que la trata como basura, pero tal vez esta
sea la prueba que necesita para terminar con él finalmente. Es triste que
tuviera que llegar a esto para que se diera cuenta, pero afortunadamente, no
llegó a mayores. Hombre, ¿cómo puede seguir saliendo con el tipo? Sé que es
guapo, pero eso es todo —dijo, y con todo corazón, concordé con su
comentario.
—Paige, tengo que pedirte disculpas —dijo Ashley y su voz se
suavizó—, porque por un momento en el bosque, en realidad me pregunté si
había algo entre tú y Corey, y si tratabas de ocultarlo. No fue hasta que vi el
miedo en tu cara que me di cuenta de que no era así. Así que, sólo quería
decirte que lo siento por asumir lo peor de ti. También siento la forma en que 116
te he tratado desde que llegaste. Sé que he sido una completa perra —confesó
y pude oír el arrepentimiento en su voz─. No es razón suficiente, Paige, pero
pensé que le gustabas a Scott. Casi siempre le decía a Travis cosas como:
"Mírala" y "¡Ella es caliente, hombre!”, tanto que empecé a sentirme insegura. He
estado enamorada de él desde el año pasado, y me puse nerviosa al pensar en
que pudieras atraer su atención, así que traté de mantenerte alejada de él.
Realmente lo siento, Paige. Y, por cierto, lavé tu paño, mañana te lo entregaré.
Me salvaste ese día y no te he dado las gracias apropiadamente. Gracias —dijo
Ashley, y no le guardé rencor. Si ella sentía algo por Scott, al igual que yo por
Travis, entonces podía entender completamente el motivo detrás de su
comportamiento. Además, ambas nos habíamos equivocado al hacer
suposiciones equivocadas.
Ashley me puso al corriente de todas las despreciables cosas que Corey
había dicho y hecho en el último par de años, y no pude imaginar a nadie que
tuviera una autoestima tan baja como para aguantarlo. —Guau, ¿cómo puede
soportarlo Britney? —le pregunté, pensando qué demonios tenía en la cabeza.
—Bueno, Corey puede ser encantador cuando quiere, pero también hay
algunas cosas con las que Britney ha tenido que tratar que la hacen dudar de
su propia valía. Una mala combinación —explicó Ashley. No pregunté más,
porque por lo que sea que haya pasado Britney era algo personal y no asunto
mío. También admiré a Ashley por guardar los secretos de Britney como algo
sagrado y no compartirlos conmigo. Una señal de que era buena amiga.
Alguien llamó a la puerta un momento más tarde, cuando Travis y Scott
regresaron. Ashley y yo habíamos estado hablando todo el tiempo, así que no
tenía idea de cuánto tiempo había pasado.
—¿Cómo les fue? —le preguntó Ashley a los chicos.
—Lo llevamos a la casa de su padre. En realidad, se desmayó en el
coche antes de que llegáramos allí, pero le contamos todo a su padre. Creo que
no tendrá una buena mañana —dijo Travis, luciendo tranquilo.
—Sí, no me gustaría ser él —añadió Scott, negando con la cabeza—.
¿Quieres ir a casa, Ash? —preguntó, agarrando su mano.
—Sí, sería genial. Gracias, Paige, por todo. Por cierto, mañana iremos a
dar una vuelta en el barco, ¿quieres ir? —Me sentí encantada por la invitación,
y supe de inmediato que toda barrera entre nosotras había desaparecido.
—Me encantaría —le respondí y miré Travis para ver su reacción. Me
sonrió dulcemente, dándome un guiño. Probablemente no pasaría mucho
antes de que él y yo pudiésemos decirle a todos que éramos pareja. Pero
después de lo que pasó hace un rato, sin duda no era el momento apropiado. 117
Travis se quedó después de que Ashley y Scott se fueron, con la excusa
de que necesitaba información para la declaración. Le dijo a Ashley que
obtendría su declaración en la mañana. Una vez que se fueron, se volvió y me
abrazó fuertemente. —Siento mucho lo que has pasado esta noche. Lo habría
matado si te hubiera hecho cualquier cosa —declaró y pude oír la ira que
sentía en su voz—. Por cierto, gracias por defender a Ash. Cualquier otra
persona que ha sufrido su ira, habría hecho la vista gorda, pero no lo hiciste.
Realmente eres un amor, Paige —dijo, y luego me besó suavemente en la
mejilla—. Parece que tú y Ashley son amigas ahora —dijo, tirando de mí hacia
el sofá para que nos sentáramos.
—Sí, creo que finalmente he sido aceptada en el club —bromeé.
Se rió un poco, pero luego su actitud se volvió más seria. Sus dedos
comenzaron a acariciar un lado de mi cara y me jaló para besarme. —Estoy
muy agradecido de que estés bien. No estaba bromeando cuando dije que el
chico estaría muerto si te hubiera hecho daño. En el segundo en que Ashley
dijo que Corey pensó que eras tú en el bosque, vi‖rojo.‖Paige…‖—Se detuvo por
un segundo y luego me miró a los ojos—,‖ estoy… enamorado de ti. —
Prácticamente salté al regazo de Travis, besándolo después de que dijera esas
palabras. Mi corazón explotó y no podría haber estado más feliz—. Guau, ¿eso
significa que sientes lo mismo? —preguntó cuando finalmente lo dejé respirar.
—¿Quizás? —bromeé, intentando jugar el papel de la tímida. Pero no
podía aguantar un segundo más sin compartir mis sentimientos. Le dije—: Sí.
Te quiero, Travis.
Nuestros cuerpos reaccionaron sin dudarlo, y lo siguiente que supe era
que estábamos en una sesión de besuqueo completo. La mano de Travis bajaba
mis pantalones cuando oí las voces de mis padres a través de la ventana
abierta. Nos separamos rápidamente y nos encontrábamos en los extremos
opuestos del sofá para el momento que abrieron la puerta.
—Travis —dijo mi padre, sorprendido de encontrarlo conmigo.
—Señor y señora Rice —los saludó Travis formalmente.
—Hola, Travis —dijo mamá, guiñándome un ojo por detrás.
—Acabamos de hablar con tus padres, ¿qué han estado haciendo hasta
tan tarde? —preguntó papá, tomando un tono sobreprotector.
—Bueno, señor, hubo un incidente más temprano que estoy seguro de
que Paige le contará. Sólo me aseguraba de que estuviera bien, y además tenía
que tomar su declaración.
El pánico llenó el rostro de papá, y de inmediato se volteó hacia mí. —
Pixie, ¿qué pasó?
—Todo está bien, papá, no te pongas histérico. Un chico se detuvo para 118
visitar a su novia más temprano, borracho, y estaba molestando a Ashley en el
bosque, por lo que intervine para ayudarla. Travis y los otros chicos lo llevaron
a la oficina del alguacil, así que todo está bien —le dije. Dejé fuera la mayor
parte de los detalles, porque me preocupaba que mi padre se pusiera
extremista y pensara que teníamos que irnos al saber que su hija casi había
sido violada. Era eso, o que nunca me dejara salir sola por la noche de nuevo,
por lo que nunca volvería a ver a Travis.
Travis asintió hacía mí, pareciendo entender el razonamiento detrás de
mí explicación de los hechos. Pasó los siguientes diez minutos respondiendo
las preguntas de mi padre y asegurándole que todo el mundo estaba a salvo y
que no veríamos a Corey por allí de nuevo. Mi padre se sintió tan aliviado por
las respuestas de Travis que en realidad le pidió que se asegurara de que
nunca fuera a ningún lado por la noche sin él. Me emocioné internamente al
pensar que mi padre acabase de pedirle a mi novio secreto que fuera mi
acompañante, lo que significaba que tendría más libertad para verlo. Mi mamá
se rió en la trastienda, obviamente divirtiéndose por la petición de mi padre.
Claramente no le había contado a mi padre de mi relación, lo que apreciaba
realmente. Subrayó el hecho de que podía decirle cualquier cosa, y que sólo se
lo contaría a mi padre si quería que lo hiciera. Cuando mi padre terminó,
acompañé a Travis fuera para darle las gracias y decirle buenas noches. —Así
que, te ganaste a mi padre otra vez —dije mientras nos alejábamos un poco del
lugar para conseguir un poco de intimidad.
—Lo sé. Tengo que ser tu protector de ahora en adelante —dijo Travis,
riéndose ante la idea.
—Sí, tienes que —dije, inclinándome para darle un beso.
—Siento que no tuviéramos la oportunidad de terminar las cosas, pero
me comprometo a compensarte mañana —dijo, refiriéndose a nuestro
momento de calentura sexual. Sonreí al recordarlo y el hormigueo regresó.
—Estaré esperándolo —le dije.
—Te amo, Paige. Duerme bien, y envíame un mensaje si necesitas algo.
Dudo que pueda dormir mucho esta noche, así que voy a estar despierto.
La idea de Travis estando solo en el bosque me molestó de repente. Me
preocupé por su seguridad ante la posibilidad de Corey regresara para
vengarse. —No quiero que duermas solo en el bosque. ¿Qué pasa si Corey
vuelve? —le pregunté nerviosamente, aferrándome a él.
—No lo hará. Estaba inconsciente, y de seguro no volverá a estarlo hasta
mañana por la tarde. Además, él no sabe dónde me quedo, así que voy a estar
bien. Gracias por tu interés, sin embargo —me tranquilizó.
—Te amo, Travis, y no quiero que nada te pase.
119
—No pasará nada. También te quiero. Será mejor que vuelvas dentro
porque sé que tu padre todavía quiere interrogarte por lo que pasó, así que
puede que no duermas mucho esta noche, tampoco —dijo. Nos despedimos
con un increíble beso que hizo que mi cuerpo se calentara, y mis rodillas se
debilitaran, y luego volví a entrar para hacer frente al pelotón de fusilamiento.
16
Traducido por vaanicai & Christicki
Corregido por Juli

Ashley se detuvo en mi casa a las diez de la mañana, sosteniendo mi


paño en sus manos.
120
—Aquí tienes, gracias de nuevo —dijo, entregándomelo—. Entonces,
¿estás lista? Nos reuniremos con los chicos al comienzo del sendero.
—Sí, llevo mi bikini debajo de los pantalones cortos, ¿necesito algo más?
—le pregunté, queriendo asegurarme de que tenía todo.
—No, está bien. Los chicos llevan la comida y hay toallas en el barco.
Así que sólo te necesitamos a ti —dijo, tomando mi mano. Era increíble cómo
habían desaparecido los días anteriores, cómo actuaba como si fuéramos
amigas de toda la vida. No me quejaba, pero me sorprendió la facilidad con la
que pasamos de enemigas a amigas. No había ninguna incomodidad entre
nosotras.
Caminamos hasta el grupo que nos esperaba en la cabecera de la pista
del lago. Travis hizo contacto visual conmigo enseguida, dándome un guiño y
una sonrisa. Todo el mundo me recibió con los brazos abiertos, lo que me
pareció extraño. Maggie, Amber, Kevin y Todd apenas habían reconocido mi
existencia durante la última semana, pero ahora actuaban tan agradablemente
como se podría ser. Supongo que Ashley realmente tenía un gran control sobre
todos, pensé mientras me metía fácilmente en una conversación con todos.
Caminamos hasta la cabaña de botes y Travis, Scott y yo nos detuvimos junto
al barco.
El barco era de color amarillo y negro, y lo suficientemente grande para
llevarnos a todos. Tan pronto como nos encontrábamos a bordo, Ashley me
dio un rápido tour que duró dos minutos. Había una cabina interior por
debajo con una cama, un baño y una pequeña cocina, y la parte superior tenía
una terraza delantera y trasera, donde la gente podía sentarse o salir. Todo el
mundo se acomodó y tomó su lugar en el barco. Maggie, Amber, Todd y Kevin
fueron a la cubierta de proa, mientras que Travis, Scott, Ashley y yo nos
quedamos en la parte trasera. Travis conducía el barco, lo que me pareció ser
una de las principales cosas que deseaba. Se encontraba sentado en la silla del
capitán, usando nada más que su traje de baño negro. Prácticamente me
desmayé al verlo.
Nos deslizamos por el agua un rato antes de que Travis aminorara en
una ensenada donde dejó caer el ancla. Todo el mundo se bajó de un salto del
barco, llevando sus zapatos en la mano para caminar por la orilla. Justo
cuando estaba a punto de hacer lo mismo, mi teléfono sonó con un mensaje de
texto.
Travis: Finge tener mareos y di que necesitas usar el baño. Estaré detrás
de ti.
Pensé que era lindo que Travis tratase de conseguir un poco de tiempo a
solas conmigo, así que hice lo que me pidió. —Travis, ¿puedo usar el baño por
un minuto? No me siento muy bien —le dije, agarrándome el estómago. 121
—Por supuesto. ¿Necesitas algo? —preguntó Travis, fingiendo
preocupación.
—No, estoy bien. Sólo será un momento.
—Oigan, ¿por qué no se adelantan? Esperaré a Paige. Iremos con
ustedes en un par de minutos —le dijo al grupo mientras me dirigía al baño.
Salí unos minutos más tarde para encontrar a Travis y Ashley sentados
en la cama esperando por mí. Travis me miró con los ojos llenos de disculpa,
pero no me molestó. De hecho, me pareció entrañable que Ashley estuviera
haciendo el papel de amiga en cuestión. —Oye, ¿estás bien? —preguntó.
—Sí, estoy mejor. Deberías haber ido con Scott. Podría haberlos
alcanzado —le dije.
—Quería asegurarme de que estuvieras bien. Me sentí mal por haberte
arrastrado hasta aquí, sin saber que el movimiento te mareaba—dijo.
—No, estoy bien. De hecho, creo que fueron los huevos que mi madre
me hizo para el desayuno, no es la mejor cocinera. —Era mentira,
parcialmente, pero podría vivir con eso.
—Está bien, ¿estamos listos? —preguntó.
—Síp. Estoy bien. —Travis aún tenía que decir algo, y pude ver su
mente tratando de encontrar la manera de recuperar la situación, pero por el
momento me pareció que lo mejor era conocer a todos, así que no iba a
ayudarlo en sus esfuerzos.
Ashley se dirigió escaleras arriba primero, y luego se metió en el agua.
Estaba esperando a que fuera a la orilla, pero me decidí a pasar un pequeño
momento con Travis. —Olvidé mi teléfono. Estaré ahí en un segundo —le dije,
corriendo por las escaleras. Travis estaba tumbado en la cama, luciendo
nervioso. Así que me subí y me deslicé a través de su cuerpo. Sin decir una
palabra, le di un beso, haciéndolo gemir. Ninguno de nosotros quería
romperlo, y el resto de nuestros cuerpos empezó a dejarse llevar. Empecé a
deslizarme de arriba abajo por su mitad inferior, sintiendo el roce de la ropa y
su longitud entre las piernas. La sensación fue encendiendo mi centro y cada
movimiento construía un fuego interior. Travis se sentó, llevándome con él, así
estaba a horcajadas sobre su regazo. Comenzamos a movernos juntos. Podía
sentirlo presionándose contra mí con cada uno de mis movimientos y
encontrar su propia satisfacción en ellos. Había pensado simplemente darle un
beso y luego regresar a cubierta, pero me encontré hecha una esclava de la
pasión.
—Paige, ¿estás bien? —Escuché a Ashley llamando. Era evidente que
había vuelto al barco. Así que me bajé de su regazo de un salto y corrí
escaleras arriba. 122

—Lo siento, tuve que ir al baño otra vez —me excusé rápidamente.
—Sí, tus mejillas están rojas, puedo ver que no te estás sintiendo bien. Si
quieres, puedo pasar de la caminata, y quedarme contigo para jugar cartas —
ofreció. Ashley estaba siendo muy considerada, pero la realidad de mis
mejillas sonrosadas era por otra razón.
—No, estoy bien ahora. Vamos.
Travis subió las escaleras cuando me estaba metiendo en el agua y
rápidamente saltó a mi lado, mojándose por completo. —¿Natación o
senderismo, Trav? —preguntó Ashley desde el barco.
—Senderismo. Sólo necesitaba refrescarme. ¿Puedes pasarme mis
zapatos? —preguntó, y me dio un guiño, salpicándome con un poco de agua
fría.
—¡Oye! —grité y luego me eché hacia atrás. Después de unos segundos,
me encontré empapada, pero sorprendentemente fresca. Ahora entendía todo
eso de la ducha fría.
—¿Han terminado? ¿Es seguro entrar ahora? —preguntó Ashley,
preocupada de poder encontrarse empapada en la línea de fuego.
—Síp, estamos bien —dijo Travis. Luego nos dirigimos a la orilla y nos
pusimos nuestros calcetines y zapatillas de deporte de nuevo.
Ashley y yo escalamos juntas y hablamos. Me sorprendí al descubrir lo
mucho que teníamos en común, como el hecho de que nuestra comida favorita
eran los tacos, y nuestro postre favorito era el pastel de chocolate, lo mucho
que nos gustaba leer, y nuestra serie de libros y películas favorita era
Crepúsculo de Stephenie Meyer. Travis se había excusado de la charla de chicas
y siguió adelante con Scott y los otros.
—Así que, ¿tienes algún hermano o hermana, Paige? —dijo Ashley al
patear una piedra del camino.
—No, pienso en mi mejor amiga, Tracey, como una hermana ya que
crecimos juntas, pero aparte de eso, soy sólo yo —respondí, y luego le
pregunté lo mismo—. ¿Qué hay de ti?
—Lo mismo, soy hija única. Britney siempre ha sido como una hermana
para mí y también me siento como si todos estos chicos fuesen mi familia. ¡Así
que, creo que tenemos lo de ser hijas únicas en común, también! —Aplaudió
ante ese hecho y luego su cara cayó—. Sin embargo, no compartimos lo de la
familia divorciada —dijo Ashley y podía oír el borde en su voz. No quería
presionarla para obtener información, pero fue ella quien lo sacó a colación, así
que me sentí como si tuviera que reconocer su comentario.
123
—Entonces, ¿tú y tu madrastra se llevan bien? —le pregunté, con la
esperanza de que mi pregunta no la enojara.
—No —dijo Ashley y su tono era inflexible—. En primer lugar, la chica
tiene veintiséis años, es sólo siete años mayor que yo. Mi padre, por supuesto,
no lo ha admitido, pero estoy bastante segura de que tenía una aventura con
ella antes de que mis padres terminaran las cosas. Después de todo, Brianna
trabajó para mi padre por sólo un año antes de que consiguiera el ascenso para
ser‖su‖secretaria‖‚personal‛.‖—Sabía, por su uso de comillas, exactamente a lo
que se refería, lo que hacía que tampoco me gustara Brianna—. De cualquier
modo, es un poco difícil que te guste la chica cuando mi madre todavía tiene el
corazón roto.
La voz de Ashley era sombría y me di cuenta de que la situación
también pesaba sobre su corazón. —¿Sabes? Lo que está hecho, hecho está.
Brianna se divorció de su propio esposo y se casó con mi padre un mes más
tarde, por lo que sería bueno que fuesen sinceros sobre su aventura. Hasta que
lo hagan, no siento ningún respeto por ellos o su ridícula relación.
Afortunadamente, este es el último verano que tengo que estar con mi padre
en base al acuerdo de custodia entre mis padres. Una vez que me vaya a la
universidad en otoño, voy a tener que decidir con quién quiero pasar mi
tiempo. Y déjame decirte, no va a ser con ellos.
Aunque apestaba saber que Ashley se sentía herida por el divorcio de
sus padres y su nueva situación, tuve el honor de saber que lo había
compartido conmigo. Me ayudó a entender un poco más las facetas de su
personalidad y la forma en que se comportó durante los primeros dos días de
mi llegada. También me hizo sentir como si ella y yo estuviéramos dando un
paso más para convertirnos en muy buenas amigas.
—Lo siento. Eso es una mierda —le susurré, al no encontrar las palabras
adecuadas.
—Gracias —dijo, dándome una sonrisa—. Ahora, dejemos de hablar de
temas tan deprimentes y averigüemos qué más tenemos en común. Entonces,
acerca de ser una porrista o bailarina, ¿hiciste alguna de las dos en la escuela?
—La voz de Ashley sonaba normal de nuevo, así que haciendo juego con su
espíritu, empecé a hablar de mi vida como bailarina.
Una vez que ella me habló de su amor por el baile, le informé de la
Pri*Tee Pixies. —¡Guau, Paige, eso es increíble! —Su voz estaba llena de
asombro—. Sé que en realidad no nos conocemos tan bien, pero me gustaría
ayudar de cualquier manera posible. Incluso si sólo significa hacer una
donación o hacer correr la voz, mi padre es dueño de una gran empresa de
relaciones públicas, de manera que sería fácil.
La oferta de Ashley era tan amable y generosa, que me dio una gran
124
idea. —Oye, ¿te gustaría presentarte en el próximo festival? Te puedo enseñar
el baile este verano, y entonces podrías estar con nosotros.
La mirada en el rostro de Ashley me dijo que se sentía emocionada por
la idea. —Oh, Dios mío, me encantaría. Pero, ¿dónde se llevará a cabo? Iré a la
Universidad de Nueva York en otoño, por lo que mi viaje podría ser un
problema —dijo.
—Es perfecto, ya que será en mi ciudad natal, East Hampton, así que
puedes tomar el tren conmigo. Voy a Columbia en otoño, por lo que vamos a
ser vecinas —le dije y me sentí mareada por el hecho de que fuésemos a estar
tan cerca.
—¡Impresionante! —Se animó—. ¡Entonces, sí! ¡Quiero estar en el baile!
Me sentí emocionada por la idea de que Ashley, Travis y yo
estuviéramos cerca en la ciudad, porque me dio la esperanza de que nuestras
relaciones durarían. Lo que me hizo preguntarme a dónde iría Scott, y si él y
Ashley irían a la universidad juntos, para que pudiésemos hacer citas dobles.
—Oye, Scott —dije, llamando su atención—. ¿A qué universidad irás en
otoño? —le pregunté, con la esperanza de que fuera a estar en Nueva York con
nosotros.
—Voy a estar en Michigan, con Cora, en realidad —dijo. No sabía quién
era Cora, pero supuse que era una de sus amigas.
—Ugh, no me lo recuerdes. Bueno, por lo menos serás capaz de
cuidarla. Ahora, ¿podemos cambiar de tema? —preguntó Ashley.
Era obvio que le entristecía saber que ella y Scott no iban a estar en la
misma universidad el próximo año, por lo que cambié voluntariamente a otro
tema de conversación. —¿A dónde lleva este camino? —le pregunté.
—A Falls Willow —respondió Scott.
—¿Es por eso que le pusieron ese nombre al lugar donde se acampa? —
pregunté. Travis iba más adelante, por lo que Ashley respondió por él.
—Sí —dijo—. Son las más bellas cascadas de la zona. Ya verás.
Seguimos caminando y hablando y Travis comenzó a quedarse atrás
con nosotras, uniéndose a nuestra conversación. —¡Oye, Trav! Paige va a estar
en Columbia contigo en otoño, así que todos estaremos en Nueva York, juntos.
¿No es genial? —dijo Ashley.
—Vaya, qué bueno. Tal vez tengamos algunas clases juntos. ¿Cuál va a
ser tu especialidad? —preguntó Travis, fingiendo que toda esa información era
nueva, aunque él y yo habíamos hablado tanto que prácticamente sabía todo
sobre mí.
—Soy una gran empresaria. ¿Qué hay de ti? —le pregunté, continuando 125
la fachada.
—Voy a estar en diseño arquitectónico, pero todavía tengo que tomar
todas las clases estándar para el primer par de años. Por lo tanto, voy a verte
en todas —dijo, guiñándome un ojo. Travis y yo no habíamos discutido si
realmente íbamos a inscribirnos en clases juntos o no, pero en ese momento en
serio que lo esperaba.
Ashley y Scott se adelantaron con los demás, mientras que Travis y yo
nos quedábamos atrás. —¡Hola, cariño! —dijo, empujando mi brazo con su
codo—. Así que, todo el mundo te adora. No es una sorpresa —habló en voz
baja, para que nadie más pudiera oírnos.
—Todos son geniales. Me alegro haber sido capaz de pasar las barreras
—me reí.
—Ashley era la barrera —dijo.
—Sí, ¿cómo es posible que pueda tener tanto poder sobre todo el
mundo? —le pregunté.
—Desde el divorcio de sus padres, los cambios de humor de Ashley han
sido como terremotos (estamos hablando de diez en la escala Richter), por lo
que todo el mundo le gusta estar al nivel del suelo sólo para estar seguro.
Además, está el hecho de que este es nuestro último verano juntos;
probablemente pensaron que no valía la pena llegar a conocerte si eso
significaba que Ashley iba a actuar como una perra todo el verano, en el
pasado habrían hecho más esfuerzos —explicó Travis.
—Oh, así que tengo que asegurarme de no hacer enojar a Ashley, ¿eh?
Guau, hablando de presión —le dije.
—¡Eres buena! Una vez que la conoces bien, no tienes nada de qué
preocuparte. Su madrastra, por otro lado, no ha tenido tanta suerte. —Travis
sacudió la cabeza, casi con compasión, y no pude entender por qué.
—Sí, bueno, puedo entender por qué no podría ser la mayor fan de
Brianna. Ashley me contó un poco acerca de la situación, así que no la culpo
necesariamente por no querer ser muy amiga de la chica.
—Sí, pero es como lo que Britney le está diciendo siempre: ‚Hay‖ que‖
perdonar para seguir adelante con la vida‛,‖ por‖ lo‖ que‖ en‖ algún‖ momento‖
tiene que dejarlo ir. Después de todo, no se puede evitar enamorarse —dijo
Travis, y aunque entendía y concordaba con lo que decía, todavía sentía que
Ashley tenía derecho a estar enfadada, sus heridas todavía se encontraban
frescas.
126
—Creo que Ashley sólo quiere honestidad. Si supiera la verdad en lugar
de ser forzada a creer una mentira, probablemente lo dejaría todo en el pasado.
Pero su madre está herida, por lo que creo que Ashley siente que si su papá y
Brianna lo confesaran, por lo menos le estarían dando a su madre el respeto
que se merece. De todos modos, estoy feliz de que por fin me haya aceptado.
Ashley es una chica genial —admití.
—Sí. Es como una hermana o una prima para mí, la conozco desde hace
tanto tiempo, hay días en que la amo y otros, no tanto. —Se rió entre dientes.
Finalmente comprendía la dinámica del grupo y cómo se llevaban tan
bien. Algunos habían crecido juntos; pasaron todos los días de sus veranos
juntos, pasando por la pubertad y todo el drama que viene con los años de la
adolescencia. Así que la mayoría de ellos se conocía muy bien. —¿Crees que
este va a ser el último verano para todos? ¿No volverás? —le pregunté.
—En realidad, estuvimos hablando de eso ayer. Como tal vez
podríamos volver en el verano y vivir en las cabañas, las niñas en una y los
chicos en otra. A todos les gustó la idea, así que veremos si podemos hacer que
suceda.
Me sentí un poco dejada de lado sabiendo que discutían los cuatro
chicos a un lado, y las cuatro chicas en el otro. Definitivamente no me
encontraba en la ecuación. —Tal vez tú y yo podamos tener la suite en la parte
superior del edificio principal para nosotros. A menos que prefieras dormir en
la tienda —dijo, al instante aliviando mis preocupaciones.
—¿Hay una suite arriba? —le pregunté, oyendo de ella por primera vez.
—Sí, es donde guardo mi ropa y me ducho. También duermo allí
cuando llueve. Aunque últimamente he terminado en el sofá de la sala de
juegos —dijo, poniendo los ojos en blanco.
Me di cuenta de que había algo que me perdía, así que le pregunté—:
¿Por qué el sofá?
—En realidad, la suite se‖ha‖convertido‖en‖la‖‚sala‖de besuqueo‛. Y con
todo el mundo saliendo ahora, nunca está vacía —dijo con una sonrisa en su
rostro.
—Guau, la sala del besuqueo, ¿eh? ¿Quieres que me quede contigo en la
sala del besuqueo durante todo el verano? —Me reí cuando asintió
efusivamente—.‖Bueno,‖mi‖respuesta‖es… tal vez —bromeé.
—¿Tal vez? —preguntó, alzando la ceja para averiguar la respuesta.
—Si compramos sábanas nuevas, y tal vez un colchón nuevo, lo haré —
dije, haciendo que Travis se riera por mi comentario.
127
—Oigan, ustedes dos. ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Ashley,
volviendo a unirse a nosotros.
—Simplemente le contaba a Paige algunas de las mierdas que han
pasado a través de los últimos años en el campamento.
—Oh, Dios mío, ¿le contaste cuando Britney y Cora vieron un oso y
pensaron que era pie grande? Esa fue buena —dijo Ashley, riendo ante el
recuerdo. Estaba preparándome para preguntarle quién era esta chica, Cora,
cuando noté el cambio de expresión en la cara de Travis; tenía una mirada de
preocupación.
—Oh, rayos. Maldita sea, me olvidé de darle a mi padre tu declaración.
Ash, ¿puedes ir más tarde y dar cuentas? Estoy seguro de que el alguacil Clark
ya ha llamado a mi padre —dijo Travis y me di cuenta que se sentía
preocupado porque su padre se enfadara con él.
—Por supuesto. No hay problema —respondió Ashley.
—Por cierto, ¿cómo lo tomó Britney? ¿Has hablado con ella? —preguntó
Travis.
—Ugh, no se lo tomó bien. Es una de las razones por las que no está
aquí hoy. Piensa que estoy dramatizando el incidente, y tratando de hacer que
rompa con Corey. Me preocupa que Corey consiga salirse con la suya y se
quede con el idiota. También está molesta porque ahora soy amiga de Paige y
dice que estoy de su lado. Así que, digamos que nuestra conversación no salió
bien, pero espero que venga por aquí. —Podía escuchar la tristeza y
preocupación en su voz. Era evidente que realmente adoraba a Britney y se
preocupaba mucho de su amistad.
—Lo hará —dijo Travis tranquilizadoramente—. Por cierto, el alguacil
Clark nos preguntó si ustedes dos querían presentar cargos anoche.
—Me encantaría que lo encerraran para alejarlo de Britney, pero no creo
que las cosas fueran lo suficientemente lejos como para justificar eso —dijo
Ashley.
—Sí, si no hubiera estado completamente borracho, diría que sí. No creo
que se merezca ir a la cárcel, pero definitivamente tiene que aprender que
nunca debe hacer eso con una mujer —le dije.
—Bueno, su padre dijo que iba a asegurarse de que Corey no se quedara
sin compañía. Por lo tanto, va a tener que ir a trabajar con él en el
departamento de policías todos los días y hacer el trabajo de oficina. Lo que
significa que ya no va a andar en la balsa con su hermano. Su padre le
acompañará hasta y desde el trabajo, y luego lo llevará a Alcohólicos
Anónimos cada noche. Espera que Corey entienda las consecuencias que
128
vienen con las escorias que se comportan de tal manera, estando en la oficina y
siendo testigo de primera mano. Corey es lo suficientemente inteligente para
entenderlo y es de esperar que vaya a superar su problema con la bebida
también —dijo Travis.
—Así que, ¿tiene un problema de alcohol? —le pregunté.
—Sí, desde que su madre se fue ha estado fuera de control. —Una pieza
del rompecabezas encajó en su lugar, y pude ver todo mejor.
—¡Oye, Trav! —gritó Scott desde el frente.
—¿Qué sucede? —respondió Travis.
—El arroyo se ha triplicado en tamaño, por lo que ya no podemos saltar.
Tenemos que sacarnos los zapatos y calcetines y caminar —dijo Scott.
—¡Qué asco, no quiero caminar en el agua! ¡Podría haber serpientes! —
se quejó Ashley mientras nos acercábamos a donde el grupo se había detenido.
Miré la sucia agua y no pude estar más de acuerdo. Aunque tuviera que
hacerlo, realmente no quería pasar por él, tampoco. Travis me miró y luego se
volvió hacia Scott.
—¿Qué tal si cargamos a las chicas y las llevemos? Pueden llevar los
zapatos por nosotros —ofreció Travis.
—Bien por mí —dijo Scott, y los demás estuvieron de acuerdo.
Travis dejó ir a los otros primero antes de darme la mano. Las chicas
estaban ocupadas quejándose de lo apestosos que estaban los zapatos, y los
chicos se reían acerca de quién los tenía peor. Travis y yo nos paramos por un
momento y cuando todos se hallaban en el arroyo, abriéndose paso por el
agua, se volvió y me dio un rápido beso.
—¿Lista? —preguntó, retrocediendo y mirándome a los ojos.
—Sí, estoy lista para más de eso también —le dije, rozando sus labios
con mis dedos. Se mordió el labio inferior mientras la lujuria llenaba sus ojos, y
me encontré teniendo dificultades para retenerme. Se estaba volviendo más y
más difícil contenerme cuando cada minuto quería abrazarlo, besarlo, o saltar
sobre sus huesos.
—Más tarde, nena, te lo prometo. Ahora, salta —dijo, guiñándome y
poniéndose de cuclillas.
Me subí a su espalda y luego me incliné hacia la derecha para hablar en
su oreja. —No creo que pueda esperar hasta más tarde; te deseo, Travis —le
susurré seductoramente y mordisqué su lóbulo. Dejó escapar un gemido, y me
di cuenta de lo mucho que lo afectó.
—Oigan, chicos, nos vemos en las cataratas. Voy a acompañar a Paige al 129
baño —le gritó a‖la‖multitud‖y‖luego‖susurró‖un‖‚lo siento‛,‖sólo‖para‖mí.‖Sentí‖
algo de vergüenza por su anuncio, pero entendía su plan.
—Está bien, nos encontramos allí —respondió Scott.
—Asegúrate de darla algo de privacidad, Travis —bromeó Ashley.
Travis se levantó, tomó mi mano y me llevó por el bosque hasta unas
gigantescas rocas. No dijo ni una palabra hasta que llegamos allí. Luego se
volvió y me presionó contra ellas. Estábamos fuera de vista, como también del
alcance del oído de los demás, y me encantaba. Mi cuerpo lo ansiaba, así que
iba aprovechar el momento.
—No tienes que esperar ahora —dijo y luego apretó sus labios contra
los míos. Respondí inmediatamente y me encontré con su lengua. El calor de
su boca hacía juego con el calor que irradiaba entre mis piernas, y nuestras
lenguas se juntaron con necesidad. Travis dejó que sus manos vagaran por mi
cuerpo y las deslizó hasta mi camisa. Lenta y suavemente, deslizó los dedos
bajo las copas de mi bikini y rozó mis senos. Mis pezones alcanzaron su
máximo punto, lo que hizo que los recompensara con un ligero apretón de sus
dedos. Gemí en su boca mientras la sensación vibraba por todo mi cuerpo, y
luego sentí a Travis explorar mis pechos con más firmeza. Mis manos se
aferraban a la parte trasera de su cuello, intentando acercarlo más a mi cuerpo.
Travis liberó uno de mis pechos, dejando que su mano se deslizara por
el lado de mi estómago. Sentí sus dedos viajar más allá del borde de mis
pantalones cortos y deslizarse a través de la piel bajo de mi cintura. Parecía
como si estuvieran pidiendo permiso para entrar, así que asentí en respuesta.
Sin dudarlo, sus dedos se deslizaron en mi interior y comenzaron a moverse
suavemente entre mis piernas. La sensación era increíble, siendo intensificada
por las prohibidas circunstancias. No pasó mucho tiempo antes de que cayera
por el borde y le diera vueltas a mi clímax. —Sí —susurré en su boca cuando
encontré mi liberación. Tiré la cabeza hacia atrás para recuperar el aliento y
calmar mi pulso. Fue el momento más intenso que había experimentado
alguna vez y necesitaba un segundo para recuperarme. Encontré sus ojos
llenos de orgullo y deseo cuando finalmente abrí los míos para mirarlo.
—¡Eres tan sexy, Paige! —susurró, besándome suavemente.
—Ahora es mi turno —le dije.
Nuestros ojos permanecieron trabados mientras que, poco a poco,
deslizaba las manos por debajo de la tela del traje de baño que llevaba para
encontrarlo duro como una roca, listo. Lo saqué para no hacer un lío de su
ropa y comencé a explorar su longitud con las manos. Su piel era tan suave y
sin embargo, su eje se sentía tan duro. Disfruté de la sensación mientras lo
acariciaba de arriba abajo, aferrándome su deseo. Le tomó menos de un
minuto encontrar su liberación, y me sentí satisfecha. 130
—Guau, no creo que me haya venido nunca tan rápido —dijo,
recuperando el aliento y sacudiendo la cabeza.
—¡Lo mismo digo! —le dije.
—Tal vez deberíamos volver al grupo antes de que empiecen a
preocuparse —dijo Travis, depositando besos en mi boca y mejilla.
—Deberíamos —acordé de mala gana, encendiéndome nuevamente por
su contacto.
—Siempre puedo decir que necesitábamos volver al barco porque no te
estabas sintiendo bien —dijo, besando mi cuello y más allá de la V de mi
camiseta.
—Por mucho que quiera, Travis, preferiría que no pensaran que estuve
pegada al inodoro toda la tarde, haciendo que el barco huela mal. Este es mi
primer día con todo el mundo y preferiría no dejarlos con esa impresión —le
dije, explicándome.
—Está bien. Pero quiero más luego —dijo, besándome. Le devolví el
beso duramente y, a continuación, respondí a su comentario.
—Puedes tener todo de mí más tarde. —Sus ojos se agrandaron ante el
comentario y sonrió.
Nos unimos al resto del grupo y nos encontramos con un picnic en las
cataratas. —Guau, así que este es Willow Falls —dije, admirando la belleza de
la cascada. Las cataratas y sus alrededores eran absolutamente impresionantes.
Era tan tranquilo y calmado que entendí completamente lo que todo el mundo
decía.
—Ahora puedes ver por qué nombramos así la tierra detrás de ellas,
¿no? —dijo Travis.
—Sí —le contesté, absorbiendo todo. Travis y yo nos sentamos con el
resto del grupo para almorzar y ninguno pudo quitar las ridículas sonrisas en
nuestros rostros.
Después del almuerzo, pasamos mucho tiempo nadando en el agua y
jugando bajo las cataratas. Los hombres apostaron en un juego de gallinas, por
lo que las chicas fuimos divididas por eso. Estaba en los hombros de Travis
jugando contra Ashley y Scott, pero tuvimos que llamarlo un empate ya que
ninguno podía botar al otro. Los chicos finalmente se atrevieron a mojarse, así
que comenzamos una guerra contra ellos. Por supuesto, eran demasiado para
nosotras, pero dimos nuestro mejor esfuerzo. Fue divertido pasar la tarde con
todo el mundo, hablando y riendo. Me sentí aliviada de que todo hubiera ido
bien.
131
Cuando regresamos al campamento, era cerca de la hora de cenar, así
que todos decidimos limpiarnos e ir a la ciudad por hamburguesas. Travis se
sentó a mi lado en el restaurante, y encontró la forma para acariciar mi pierna
por debajo de la mesa. Por alguna razón, el hecho de que tuviéramos que
esconder nuestros afectos aumentó la excitación de todo. Estaba descubriendo
que me gustaba andar a escondidas con él y tal vez quería prolongar el decirles
a todos acerca de nuestra relación. Pero decidí que, aunque era estimulante,
por el momento, no podía ser la opción más saludable.
17
Traducido por Apolineah17
Corregido por Jezel07

Me puse las mallas negras y una camiseta de tirantes de color amarillo,


y luego me senté en la mesa de la cocina con mi cuaderno de baile para
trabajar un poco. Después de que habíamos regresado al campamento de la 132
cena, Travis tuvo que ir a ayudar con algunas entregas de leña. Todos los
demás se dirigieron a la sala de juegos a jugar billar, pero yo decidí volver a la
casa rodante de modo que Travis y yo pudiéramos tener algo de tiempo a
solas. Dijo que iba a venir a buscarme cuando hubiera terminado, así que me
pareció que conseguiría terminar algo del baile mientras esperaba. Los
movimientos me llegaban rápidamente y me resultaba más fácil concentrarme
ahora que todo lo demás parecía estar cayendo en su lugar.
Poco después, hubo un golpe en la puerta. Fui a abrir pensando que se
trataba de Travis, pero me sorprendió ver a Britney parada allí en su lugar.
Inmediatamente me preocupé de que algo anduviera mal, y entonces la
realidad se impuso, ella probablemente se encontraba allí para gritarme por lo
que pasó con Corey. Por lo que Ashley me había dicho antes, Britney de
alguna manera sentía que yo era el enemigo en todo esto. Con la esperanza de
que me tratara con consideración, la saludé con dulzura.
—¡Hola, Britney! ¿Sucede algo?
—¿Podemos hablar, Paige? —preguntó. Su voz no era amenazadora,
sino casi sombría.
—Claro. ¿Quieres entrar o prefieres sentarte afuera en las sillas? —
pregunté.
—Aquí afuera está bien. Es una noche agradable —dijo.
Tomamos asiento en las sillas que rodeaban la vacía fogata y al unísono,
ambas descansamos nuestras cabezas contra los respaldos de las sillas y
levantamos la vista hacia el cielo nocturno. Las estrellas estaban brillando y la
luna se encontraba redonda y magnífica. Era una noche tranquila, excepto por
algunos pocos grillos a la distancia, pero aparte de eso, no se podía oír mucho.
Mis padres estaban jugando cartas con los Medler, así que Britney y yo
teníamos nuestra privacidad.
Levanté la cabeza para mirar a Britney. Parecía tranquila, pero aún así
me estaba preparando para la conversación. —Así que, ¿cómo estás? —
pregunté.
—No muy bien —admitió en voz baja—. Me enteré que mi novio acosó
a mi mejor amiga anoche, confundiéndola contigo; aparentemente una
amenaza de violación o un intento de violación en su estado de embriaguez.
Luego, esta mañana me metí en una gran pelea con mi mejor amiga por ello,
culpando a los demás por el problema, excepto al único culpable, y ahora
estoy aquí sentada, preguntándome cómo diablos las cosas pudieron
derrumbarse tan rápido. —Su voz se quebró y aunque trataba de sonar
sarcástica, podía escuchar lo mal que se sentía en ese momento. Con todo lo
que estaba pasando, sabía con certeza que pendía de un hilo.
133
—Lo siento tanto, Britney. —No sabía qué decir exactamente y me
encontré a mí misma sin palabras.
—No lo sientas. No es tu culpa. En realidad, soy yo la que lamenta lo
que tuvieron que experimentar la noche anterior. Sabía que Corey sentía algo
por ti, me lo dejó bastante en claro —murmuró, rodando los ojos—. Pero no
tenía idea de que llevaría las cosas tan lejos como lo hizo. —La admisión de
Britney fue impactante, pero me dio un indicio del por qué me había tratado
como lo había hecho desde el principio. Evidentemente, el tipo era un idiota en
todos los ámbitos, y esperaba más que cualquier otra cosa que Britney hubiera
terminado con el imbécil.
—¿Fuiste a verlo hoy? —le pregunté, sintiéndome curiosa en cuanto al
estado de su relación, pero tratando de no ser demasiado directa.
—Síp. Corey lo admitió todo. Dijo que había bebido demasiado, como
de costumbre, y luego se acercó a los campos para pasar el rato. Al parecer, en
su estado de embriaguez se encontraba buscando algo de atención física, y
pensó que tal vez tú quisieras darle alguna.
Me horroricé por el comentario de Britney y quería que supiera que no
habría hecho nada con el chico, sin importar cuáles fueran las circunstancias,
así que la interrumpí. —Britney, sólo quiero que sepas que no había
sentimientos mutuos allí. No habría hecho nada con él —dije
terminantemente, tratando de hacerme entender.
—Lo sé, Paige. Corey cree que puede salirse con la suya debido a su
buena apariencia, y que ninguna chica puede resistirse a sus encantos, pero
soy muy consciente de sus delirios y de lo que realmente es verdad. De todos
modos, dijo que pensaba que te sorprendería con un beso, pero terminó con
Ashley en sus brazos. Decidió en el momento que se sentía bastante solo y que
ella sería suficiente, y se encontró a sí mismo siendo rechazado. Se sintió
ofendido porque Ashley no se interesara en él; una vez más, él y sus delirios lo
metieron en problemas —dijo, sacudiendo la cabeza ante el pensamiento.
Me sorprendí de que lo estuviera tomando tan bien, incluso a pesar de
que estaba hablando sobre las admisiones de Corey de querer estar con
alguien más. La forma en la que hablaba era tan verídica, como si fuera
insensible a ello.
—Corey dijo que comenzó a presionar más para ver si Ashley cedía,
pero fue entonces cuando tú apareciste. Una vez que había sido rechazado por
las dos, dijo que se dejó llevar por su herido ego, y comenzó a decir y hacer
cosas de las que no se siente orgulloso. Aunque jura por su vida que nunca
habría seguido adelante con nada.
Me sorprendió cuán abierto y honesto había sido Corey con Britney. No 134
podía imaginar lo devastador que debía haber sido escuchar al chico del que
estás enamorada decirte que actuó con la intención de ligar con otra chica. El
hecho de que hubiera jurado que realmente no habría violado a ninguna de
nosotras no lo hizo parecer mejor en mi mente. Sólo esperaba que Corey no
estuviera tratando de usar la táctica de honestidad para convencer de alguna
manera a Britney para que se quedara con él.
—Entonces, ¿dónde se encuentran tú y Corey ahora? —pregunté.
—Hemos terminado —susurró Britney, con la mirada perdida en la
vacía fogata. No me encontraba cien por ciento convencida al respecto y algo
en mí quería asegurarse de que Britney tuviera intención de nunca volver a
estar con Corey alguna vez, así que decidí preguntar.
—Han terminado para bien, ¿cierto, Britney? ¿No vas a volver con él?
—Sí, he terminado definitivamente. Lo que hizo me dolió demasiado,
por lo que ya no puedo mirarlo del mismo modo —dijo. No sabía lo que
insinuaba, o si algo le había sucedido a ella, a un miembro de su familia o a
uno de sus amigos, pero claramente sabía lo que decía, lo que me hizo sentir
aliviada.
—Siento que las cosas resultaran del modo en que lo hicieron para ti,
Britney. Espero que sepas que puedes acudir a mí o a cualquiera de tus amigos
aquí, si lo necesitas.
—Gracias. Aunque sé que la mayoría de mis amigos aquí
probablemente no quieren escucharme llorar por Corey. Querían que
terminara las cosas el verano pasado después de la forma en que me trató,
pero seguí pensando que las cosas volverían a ser como antes. Sé que
realmente no debería lamentar la pérdida de esta relación, pero al principio fue
maravillosa.
Britney se volvió hacia mí mientras continuaba, poniendo ambas
rodillas contra su pecho en la silla y apoyando la barbilla en ellas.
—Cuando empezamos a salir fue increíble. Corey era bastante dulce y
cariñoso. Dábamos estas largas caminatas y hablábamos por horas acerca de
todo. Su madre simplemente los dejó para estar con alguien más, así que las
cosas no eran así de geniales en el frente interno. Corey no sentía ninguna
empatía por su padre o su hermano, quien parecía importarle menos, así que
ocultaba sus verdaderas emociones. Pero conmigo no tenía miedo de
compartir lo que le pasaba. Lloraba en mis brazos y me mostraba su lado
vulnerable, lo cual es una de las razones por las que me enamoré de él.
Nuestro amor creció muy rápidamente debido a eso y Corey fue quien lo dijo
primero.
135
Era obvio por la manera en que Britney hablaba de Corey que en
realidad lo había amado.
—Pasamos ese verano haciendo todo tipo de cosas increíbles,
senderismo y exploración de área, besándonos por todo el lugar, por supuesto
—dijo Britney, riéndose nerviosamente ante su comentario—. Incluso cuando
regresé a casa para comenzar la escuela en otoño las cosas estaban bien entre
nosotros. Él vino a visitarme para las vacaciones y fue a todos mis bailes. Era
mágico. Las cosas continuaron así hasta la primavera. Fue entonces cuando
yo…‖ —Britney se detuvo y giró la cabeza para mirar la fogata vacía. Pareció
perdida en un trance por un momento, pero esperé en silencio a que ella
encontrara el coraje para continuar—. Fue en la primavera cuando las cosas
cambiaron, justo después de que le dije que había sido violada.
Mi corazón se hundió ante su revelación, y me quedé sin palabras.
—Britney…‖lo‖siento mucho —tartamudeé.
—Yo también. Tomé la decisión equivocada en nuestro viaje escolar de
primavera y fui por mi cuenta a buscar el baño. Terminé en una muy mala
situación —dijo, apretando fuertemente los ojos, como si estuviera tratando de
bloquear el recuerdo—. No me gusta hablar de los detalles, pero si puedo
ofrecerte algún consejo, Paige, sobre todo porque irás a la universidad en
otoño, es no ir a ninguna parte sola. Siempre asegúrate de tener a un amigo
contigo. Yo sólo fui y un chico de una de las otras escuelas me arrinconó. —
Ahora entendía por completo su comentario anterior y porque había roto tan
fácilmente los lazos con Corey.
—De todos modos, todo terminó. El chico fue a la cárcel porque tenía
dieciocho años, así que fue juzgado como adulto y puesto en la consejería. Fue
traumatizante, pero tuve la suerte de tener una gran cantidad de apoyo por
parte de mis amigos y familiares. Aunque el único que no fue un gran apoyo
fue Corey. Ni siquiera sé lo que pasó o porqué reaccionó como lo hizo, pero
una vez que se lo conté, se cerró. Dejó de llamar tan a menudo. Canceló sus
planes de asistir a mi fiesta de graduación, y las cosas simplemente fueron
diferentes —dijo, sacudiendo la cabeza, confundida—. Fue sólo un par de
meses antes de que volviéramos aquí para el verano, así que esperé para ver
qué pasaba. De todos modos, me encontraba en medio de una prueba, así que
el tiempo pasó. Pensé que cuando Corey me viera de nuevo, se daría cuenta de
que seguía siendo yo misma y que nada había cambiado, al menos no en el
exterior. Le ahorré el trauma emocional con el que liaba en el interior, para que
olvidara que incluso pasó.
Sentí pena por Britney mientras la escuchaba. Ella había ayudado a
Corey a atravesar por un momento traumático en su vida cuando su madre los
había abandonado sin previo aviso, pero cuando Britney pasó por algo trágico,
no pudo acudir a él por el mismo apoyo. Sus palabras me dieron ganas de 136
extender los brazos y abrazarla, pero permanecí en silencio, dándole la
atención que se merecía.
—Algunos chicos no saben cómo reaccionar en ciertas situaciones,
incluso mi consejero dijo que los chicos pueden tener un tiempo difícil cuando
alguien que les importa resulta herido. Así que le di el beneficio de la duda y
esperé a que el verano llegara. Pero cuando llegué aquí, las cosas no habían
cambiado. En realidad, Corey parecía más distante y‖ comenzó‖ a‖ beber…‖
mucho —enfatizó—. Quería creer que la mayor parte de sus problemas eran
causados por el alcohol. Aunque él no quería escucharme, traté de hablar con
él sobre ello, así que les pedí ayuda a las chicas. Entonces, Coraline, fue a
hablar un día en privado con él, pero eso no pareció ayudar. De hecho, sólo
empeoró las cosas. Después de su pequeña charla, Corey parecía haber
desarrollado un ligero enamoramiento hacia ella. Seguía haciendo comentarios
sobre lo bonita que era, y como debería tomar algunos consejos de moda de
ella. Estaba bastante segura de que si ella hubiera estado soltera, me habría
dejado y habría seguido con ella. —Supuse, mientras hablaba, que Coraline era
la misma Cora que había mencionado antes—. Por supuesto, después de
presenciar todo eso, Travis y Ashley me animaron a terminar las cosas,
especialmente Travis. Pero por alguna razón, no pude alejarme.
Me pareció adorable que Travis estuviera cuidando de Britney y que no
quisiera ver a su amiga ser tratada de esa manera. Animó a mi corazón saber
que no era un idiota como Corey, y que distinguiera el bien del mal. Dejé eso a
un lado para concentrarme en Britney mientras ella continuaba. —Ya había
pasado por muchas cosas y realmente creía que Corey reaccionaría y saldría de
ello, así que lamentablemente no tomé en cuenta su consejo. Cuando me enteré
de que Cora no iba a regresar este año, me sentí aliviada, esperaba que saliera
del sistema de Corey. Pero cuando vi la forma en la que él te miraba ese día en
el río, supe que las cosas iban a ser las mismas. Es por eso que uní fuerzas con
Ashley para mantenerte alejada. Esperaba que eso pudiera mantenerte lejos de
Corey, así podría tratar de recuperar lo que tuvimos alguna vez. Sin embargo,
con todos mis esfuerzos lo único que conseguí hacer fue tratar a una chica
inocente con rudeza, porque Corey se las arregló para mantenerte en su mente.
Me doy cuenta de que todo se reduce a que él no me quiere. Al menos ya no
m{s,‖y‖la‖verdad‖es…‖que‖merezco‖algo‖mejor.
Los comentarios de Britney me hicieron consciente de que sanaría con el
tiempo. Ya enfrentaba la dura realidad, eligiendo no culparse a sí misma, lo
cual era un gran paso en el proceso de sanación.
—Estuve preocupada durante todo el día por lo que dijo y me fui dando
cuenta de que en nuestra relación, Corey había pasado más tiempo siendo un
idiota conmigo que siendo un novio cariñoso. La ira se había ido construyendo
en mí por un tiempo y supongo que sus acciones de anoche sólo me ayudaron
137
a despertar. Lamento que hayas quedado atrapada en medio de esto, Paige, y
lo siento mucho por la forma en que te traté. Definitivamente no mereces el
trato que recibiste. Así que espero que me perdones.
—Estás perdonada; considéranos amigas, Britney —dije, queriendo
darle una mano. Ella sentía que los otros no tendrían ninguna paciencia con
ella, pero yo sabía que tarde o temprano pasaría por una mala racha y
necesitaría un hombro para llorar, y estaría más que dispuesta a estar ahí para
ella.
—¡Gracias, Paige! —dijo y luego regresó su mirada a la fogata vacía,
centrándose una vez más en los leños sin luz.
—Oigan, ¿están bien ustedes dos? —preguntó Travis, sorprendiéndonos
por atrás. Había estado tan profundamente concentrada escuchando a Britney,
que no había escuchado su llegada.
—¿Quieren que prenda la fogata? —preguntó.
—Estamos bien, Trav. Simplemente hablando. Le debía una disculpa a
Paige, así que me detuve por aquí. Es‖ una‖ persona‖ muy‖ comprensiva‖ ―dijo
Britney, dándome una sonrisa.
—Me estoy dando cuenta de ello —acordó Travis, tocando mi hombro
mientras caminaba alrededor de mi silla.
—¿Estás bien, Brit? ¿Cómo lo llevas? —dijo, tomando asiento a su lado.
—Estoy bien. Las cosas podrían estar mejor, pero estoy lidiando con ello
—dijo simplemente.
—Sé que lo amabas, Brit. Siento que las cosas hayan salido como lo
hicieron, pero no tengo ninguna duda de que algún súper semental de la
Universidad de Nueva York vendrá y caerá a tus pies. Te mereces un cuento
de hadas, Brit, así que lo vas a tener.
El comentario de Travis fue muy amable, y dio la impresión de ser
verdaderamente sincero y no sólo tratar de apaciguar la situación. Otra señal
que me demostraba el buen chico que era y me hacía desear poder subirme a
su regazo.
—Gracias, Trav. Creo que primero voy a concentrarme en mis estudios,
pero cuando llegue el momento, sé que mi príncipe estará esperando. —Se rió
ante su comentario y un poco de alivio iluminó su rostro. Me di cuenta de que
su corazón ya estaba en camino a la recuperación y era tranquilizador saberlo.
Britney había pasado por mucho durante el último año, y se merecía un futuro
mejor. Realmente parecía una gran chica, con un corazón muy dulce. Su
autoestima probablemente había sufrido una pequeña paliza por todo lo que
había soportado, pero sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que su
confianza regresara. 138

Travis, Britney y yo nos quedamos en mi casa hablando por un rato.


Travis quería asegurarse de que Corey estuviera fuera del cuadro para
siempre, y la presionó por la primicia. Ella le aseguró que ese era el caso,
ahorrándole todos los detalles que me había dado. Sin embargo, Travis parecía
conocer su historia y entendió completamente por qué nunca podría perdonar
a Corey por la forma en que se comportó. Continuamos hablando un rato
sobre nosotros cuatro: Ashley, Travis, Brit, y yo estando juntos en Nueva York
el próximo año y cómo debíamos asegurarnos de mantenernos en contacto. Me
di cuenta de que el lado de Travis que actuaba como hermano mayor estaba
saliendo y quería ser capaz de mantener un ojo sobre Britney en el otoño. Nos
reímos un poco y luego Britney decidió enfrentar lo inevitable.
—Bueno, chicos, creo que necesito hacer las paces con Ashley. Le debo
una gran disculpa por nuestra pelea de esta mañana, así que voy a ir a
buscarla —dijo mientras se levantaba de la silla.
—Están en la sala de juegos. Vayamos juntos —ofreció Travis, actuando
como el caballero que era al querer asegurarse de su seguridad.
—Gracias. Oye, Paige, si las cosas salen bien, ¿quieres desayunar
mañana con las chicas y luego ir al salón de belleza? —preguntó.
—Por supuesto. Y sé que las cosas saldrán bien, así que cuenta conmigo
—respondí.
Los tres nos dirigimos a la sala de juegos para encontrar a Scott y a
Ashley jugando billar, mientras el resto del grupo jugaba futbolito y ping-
pong. Ashley se detuvo a la mitad de su tiro cuando vio a Britney. Puso su taco
arriba de la mesa de billar y se dirigió directamente hacia su amiga para darle
un abrazo.
—¿Estás bien, Brit? —preguntó. Britney inmediatamente rompió a
llorar, así que salí para dejarla tener un momento con sus amigos. Travis me
siguió, tomando mi mano cuando salimos.
—Así que, estoy empezando a creer que realmente espolvoreas magia a
tu alrededor. Realmente inspiras a la gente —dijo Travis en tono cariñoso.
Cuando estábamos bajando la colina y nos encontrábamos fuera de vista, se
detuvo frente a mí y me besó con fuerza.
—Guau —dijo, recuperando el aliento después de que liberara mi
boca—. Tú definitivamente me inspiras —dijo, sonriendo contra mis labios.
—Lo mismo digo —le dije, besándolo de nuevo.
—Entonces, ¿estás muy cansada o quieres venir conmigo? —me
preguntó. 139

—Creo que me dieron un segundo impulso, así que vamos —le


contesté.
—Bien —dijo y entonces encabezó la marcha a través del bosque hasta
su tienda de campaña.
18
Traducido por Larosky_3
Corregido por mterx

Travis prendió un fuego para nosotros, y esperé pacientemente en la


manta a que se sentara conmigo. —¿Tuviste un buen día, bebé? —preguntó,
poniéndose de cuclillas detrás mío y empujándome contra su pecho.
140
—¡Sí, fue un día estupendo! —dije, volteándome para poder ver su
rostro.
—Me puse nervioso cuando te vi a ti y a Britney sentadas juntas.
¿Sucedió algo? —preguntó, agachándose para acariciar mi nariz con la suya.
—Sí, se disculpó por todo y me puso al tanto de su pasado con Corey. El
chico es un verdadero imbécil —declaré.
—Sí, no sé qué pasó, pero‖luego‖de‖su‖‚incidente‛, él perdió interés y la
hizo a un lado. Fue duro verlo. Traté de hablar con él al respecto el verano
pasado, pero no podía superar su mierda.
—¿Qué tenía que superar? —solté—. A ella le tocó la peor parte.
—Lo sé. No sé cuál era su problema, pero creo que por alguna razón
tenía un problema con que Britney hubiera estado con alguien más. Trató de
fingir diciendo que quería darle espacio para sanar y no quería que se sintiera
presionada teniendo un chico alrededor, pero no me lo creí —dijo Travis,
sacudiendo la cabeza y mirando el fuego.
—No es como si ella hubiera querido estar con alguien más. La chica fue
violada. ¿Cómo pudo hacerla a un lado de esa forma? —Me estaba enojando
más con cada segundo que pasaba al comprender que Britney había sido
botada como si fuera basura. Empezaba a repensar mi decisión de presentar
cargos; basada en esta nueva revelación, el chico merecía ser encerrado por un
tiempo.
—No sé qué está mal con Corey. Claramente tiene un montón de
problemas —dijo Travis.
—Britney dijo que Coraline trató de hablar con él, pero que sólo
empeoró las cosas. Lugo dijo que tú y Ashley trataron de convencerla de que
lo dejara. —Travis parecía afectado por mi declaración y noté que estaba
recordando cosas no bienvenidas.
—Sí, pensé que se lo merecía. Una cosa era darle a Britney espacio para
sanar y otra era enamorarse públicamente de otra chica y hacer comparaciones
evidentes. —Travis apretó los dientes, enojado por el pensamiento.
—¿Qué hizo Cora? De todas formas, ¿quién es Cora? —pregunté.
Travis se retorció en su asiento y se puso incómodo por mi pregunta.
Era una reacción rara, lo que me hizo cuestionarme incluso más. —Cora sólo le
siguió la corriente, pero definitivamente le gustaba la atención —dijo,
sacudiendo la cabeza con disgusto.
—Así que, ¿viene regularmente en los veranos? —pregunté.
—Sí, su familia ha venido por los últimos cinco años —dijo.
—Pero bueno, ¿tú y las chicas van a salir mañana? —preguntó, 141
cambiando el tema. No había forma de que lo dejara escapar tan fácilmente.
Había algo sobre esta chica, Cora, que no estaba compartiendo e iba a
averiguar qué.
—Oye, señor evasión. ¿Qué pasa? ¿Por qué te incómoda hablar de Cora?
—pregunté, frotando el lado de su rostro que ahora se encontraba de un
brillante rosado.
—Mierda, sabía que esto iba a salir tarde o temprano —dijo, mirándome
y haciendo una pausa. Me senté frente a él, abrazándome para lo que venía.
No tenía un buen presentimiento y quería asegurarme de poder ver sus ojos
mientras hablaba—.‖ Ella‖ es…‖ —Hizo una pausa, sin decir nada mientras
buscaba mis ojos, y luego continuó—: Mi ex-novia —dijo. Colapsé contra su
pecho para que no pudiera ver mi dolorida expresión.
Miré hacia un costado mientras la punzada de celos golpeaba mi
estómago. No me sorprendió saber que una de sus ex-novias era una chica que
había conocido aquí, pero por alguna razón, todavía me sentía increíblemente
celosa del hecho. —Así que, ¿esa es la chica con la que saliste por dos años? —
pregunté, tratando de obtener los hechos para poder superar rápidamente mi
problema. Además, quería entender porque se separaron, ya que no quería
repetir el comportamiento que los había llevado hacia su ruptura.
—Sí —dijo Travis, mirando el fuego. Podía ver que no le gustaba el
hecho de estar hablando de ella, pero de verdad quería saberlo.
—Así que, ¿por qué rompieron? —pregunté juguetonamente, para que
se sintiera más cómodo contándome de ello.
—Ella y yo simplemente no encajábamos. Hay una larga lista de
razones, pero las más importantes eran que era demasiado ensimismada, lo
que no la hacía una novia o amiga muy preocupada. Todo era siempre sobre
ella, y si no lo era, buscaba peleas. También coqueteaba demasiado y estoy
segura de que causó parte del problema con Corey. No le importaba toda la
atención que él le daba, y siempre hacía cosas para obtener más.
No conocía a la chica, pero sabía que no me caería bien. Todo lo que
podía decir era—: Bueno, su pérdida es mi ganancia. —Me incliné para darle
un beso, queriendo recordarle mi deseo por él y mostrarle que era el único con
quien quería coquetear.
—Soy tuyo, Paige —dijo, hablando contra mi boca.
Cuando finalmente nos separamos para respirar, Travis tenía una
mirada perpleja en su rostro. —¿Qué pasa? —le pregunté.
—¿Qué hay sobre ti? ¿Con quién saliste en el pasado?
—Nadie que valga la pena mencionar. Ni siquiera el chico que fue mi 142
primero vale la pena discutir. Y por el último año y medio estuve soltera.
—¡De ninguna forma! Paige, eres muy hermosa para no tener a todos
los chicos en el estado de Nueva York golpeando tu puerta y rogando por una
cita. Así que hay algo que no me estás diciendo —dijo, sosteniéndome y
buscando mis ojos por la verdad. Quería ser abierta con él, así que lo compartí.
—Estaba enamorada de un chico llamado Jared, y no podía superarlo.
Así que rechacé a todos los demás mientras esperaba por él —admití,
mirándolo, buscando en su expresión. Podía verlo en sus ojos y sabía lo que
venía después.
—¿Todavía tienes sentimientos por este chico, Jared?
—Travis, te amo. Nunca le había dicho eso a nadie antes, y puedo
asegurarte que nunca me sentí de esta forma con nadie, ni siquiera con Jared.
¡Así que no! No tengo absolutamente ningún sentimiento por él. De hecho,
desde la noche que te conocí, todos los pensamientos de Jared dejaron de
existir —dije, estirándome para besar su mejilla.
—¿Pero crees que si te hubiera invitado a salir en ese entonces, sentirías
lo mismo que sientes por mí con él? —Sus celos eran lindos y podía decir que
le importaba.
—No. Dudo que pudiera tener estos sentimientos por alguien más.
Aparte, Jared tuvo su oportunidad y no la tomó, lo que te permitió venir y
reclamar mi corazón. Ahora estoy completa y absolutamente prendada y no
tengo ningún interés en lo que otros chicos piensen —dije, tratando de
reconfortarlo.
Me subí a su regazo, montándolo a horcajadas para que pudiéramos
estar cara a cara. —¡Travis, te amo! Soy tuya y solamente tuya —dije, besando
sus labios suavemente entre cada palabra.
—Todo lo que puedo decir es que este Jared es un idiota y gracias a
Dios por eso, ya que su ignorancia es mi ganancia —declaró y agarró mis
mejillas, acercándome para darme un extremadamente apasionado beso que
hizo que mi centro respondiera. Su cuerpo reaccionó de la misma forma y lo
sentí entre mis piernas. Me sentía lista para ser suya en todo sentido, pero
tenía una última pregunta para él antes llevar las cosas hasta el final.
—Ahora que fui iniciada en el grupo, ¿significa que le vamos a contar a
los demás sobre nosotros?
Travis apartó la mirada, estudiando el fuego, y su respuesta me
molestó. No pensé que necesitaría tiempo para contestar. Supuse que sería un
inmediato‖ ‚¡Sí!‛. Esperé pacientemente por su respuesta antes de reaccionar.
—Dado todo el problema con Corey y Britney, creo que deberíamos esperar un
143
par de días. No quiero restregarle nuestra relación en la cara a Britney, ni
quiero a ninguna de las chicas despreciándote. Así que, mantengámoslo de
esta forma —sugirió.
Aunque más o menos podía entender su razonamiento, sentí que el
momento en el cual le dijéramos a todos de verdad no importaba. —¿No te
parece que si esperamos, se molestarán por nuestra falta de confianza?
Después de todo, Ashley y Britney fueron honestas ayer y hoy conmigo, así
que me quiero asegurar de ser de la misma forma con ellas. Además creo que
entenderán porque mantuvimos las cosas así. Ambas admitieron que trataron
de molestarme al principio. ¡Después de todo dijiste que les gustaba! —dije,
besando su mejilla y dándole mi mejor mirada de cachorro.
De verdad odiaba que no pudiéramos ser abiertos con nuestra relación,
especialmente desde que estos sentimientos eran tan intensos. Me excitaba la
idea de estar enamorada y quería compartirlo con todo el mundo.
—Creo que deberíamos darle algunos días más —dijo, besando mi
mejilla, y dejando un rastro de besos por mi cuello.
—Travis, ¿qué diferencia hacen unos pocos días? —pregunté,
echándome para atrás.
—Da tiempo para que las cosas se calmen, Paige. Además, ¿no te gusto
escaparte hoy conmigo? —dijo, trazando besos por mi clavícula mientras sus
manos recorrían suavemente los costados de mi cuerpo para agarrar mi
trasero.
—Sí, pero eso no significa que me guste ser la noviecita secreta que
mantienes a un lado. Quiero que estés orgulloso de mostrarme a todos —
declaré, creyendo firmemente en mi opinión y mi misión.
—Lo estoy. Las cosas se tranquilizarán y luego podremos contárselo a
todos —dijo, poniéndome de espaldas.
Me sentí irritada por su menosprecio, y el hecho de que tratara de
seducirme para que aceptara. —No —dije, alejándome de su agarre y
sentándome.
—Paige —dijo, tomando mi mano—, te amo. Esto no tiene nada que ver
con eso. ¿Podrías darme solo unos pocos días más?
—Está bien. Puedes tener algunos días más, pero en ese tiempo no
tienes permitido tocarme. Mientras todos piensen que solo somos amigos, así
nos vamos a comportar —dije, alejándome de él para poder mantener la
distancia suficiente para resistir la tentación.
No era lo que quería, pero no quería ser mantenida en secreto; los chicos
se guiaban por sus penes, así que imaginé que no pasaría mucho tiempo hasta
que Travis cediera. 144
—¿En serio? —preguntó, dudando de mi declaración.
—Sí. ¡En serio! —dije, cruzando los brazos—. Mientras quieras esconder
lo que tenemos como si fuera un vergonzoso secreto, tendrás que esperar para
tocarme.
—No estoy avergonzado de ti —declaró, mirándome.
—No voy a cambiar de opinión, Travis. Podemos comportarnos como
amigos mientras sea lo que todos piensan que somos. —Me paré, lista para que
me llevara de vuelta a mi casa rodante, porque sabía que si me quedaba
cedería, y él tendría su torta y la comería también.
—¿A dónde vas? —preguntó.
—¿Puedes acompañarme? Quiero volver —dije.
—Paige —dijo, parándose y tomando mi mano. Luego se detuvo y
pensó dos veces antes de hablar—. Bueno, los amigos se toman de las manos,
así que ¿puedo por lo menos sostener tu mano mientras te acompaño? —
Esperaba una respuesta diferente. Una que sonara más como: Volvamos así
puedo gritarles a todos que eres mía, porque no hay forma de que pase un día
sin tus besos; pero en cambio se conformaba sin mi contacto. Mi corazón se
hundió aunque hubiera sido mi brillante idea.
19
Traducido por Vani
Corregido por mterx

Ashley me envió un mensaje diciéndome que encontrara con ella y


Britney en la parte delantera de los campos en una hora y media para nuestra
excursión por la mañana. Acababa de regresar de una carrera temprana, así 145
que necesitaba desesperadamente una ducha. Después de lo sucedido con
Travis anoche, me había encontrado incapaz de dormir demasiado y levantado
antes que mis padres. Mi madre estaba utilizando el baño para prepararse, así
que sabía que iba a tener que esperar bastante. Puesto que las cosas se habían
resuelto con todo el mundo, me imaginé que estaría a salvo si me duchaba en
el edificio principal. Agarré mi ropa para el día, que consistía en unos
pantalones cortos de mezclilla y una camisa rosada con manga de tres cuartos
de largo y me dirigí por el camino hacia el frente.
Mientras caminaba por la carretera con mi equipo en la mano, vi a
Travis y a su madre hablando. Travis parecía que también acababa de tener su
carrera matutina. Llevaba pantalones de chándal negros, con una camiseta del
mismo color que se aferraba a su cuerpo por el sudor. La definición de su
abdomen se mostraba a través de la tela y me encontré pensando en algunas
ideas muy inapropiadas para esas horas del día. Probablemente era porque
tuve que detener sus avances anoche, y mi deseo de darle un beso de buenas
noches, lo que hacía que mis sentidos sexuales aumentaran.
—Buenos días, Paige —dijo Lucille, indicando con su mano que me
acercara a su campamento.
—Buenos días —le dije, caminando hacia ellos. Travis se volvió para
mirarme cuando escuchó a su madre, y me saludó con una cálida sonrisa.
—¡Hola! ¿Acabas de terminar de correr? —preguntó.
—Sí, ¿tú también? —respondí.
—Sí. El agua estaba muy tranquila.
—¿Vas al edificio principal para bañarte, Paige? —preguntó Lucille,
interrumpiendo nuestras miradas.
—Sí. Voy a salir con las chicas esta mañana, y mi madre está usando el
baño. Puede tardar un rato. Todo parece tardar más en ese pequeño espacio —
le dije, riendo ante el pensamiento.
—Deberías usar el baño en la habitación de Travis en el edificio
principal. En realidad, a partir de ahora no dudes en ir allí para bañarte o lo
que sea. Sé lo que es necesitar un poco de privacidad y espacio para alistarte,
así que considéralo tu propio cuarto de baño privado. No te importa, ¿verdad,
Travis? —preguntó, volviéndose hacia él.
—No. No, en absoluto. Puedes guardar tus cosas allí, si quieres —dijo,
volviéndose y guiñándome discretamente. Me di cuenta de que le gustaba la
idea.
—Está bien, gracias. Sería realmente genial —le dije. 146
—Travis, cariño, ¿podrías mostrarle a Paige dónde se encuentra y
ponerla al tanto de todo? —pidió Lucille.
—Claro, mamá. Vamos, Paige —dijo, liderando el camino.
Caminamos por el sendero, y luego Travis habló una vez que estábamos
fuera del alcance del oído. —Lo siento, cariño, por como terminaron las cosas
anoche —dijo dulcemente.
—Yo también —estuve de acuerdo.
—He pensado mucho en lo que dijiste y tengo pensado hablar con
Ashley más tarde. —El anuncio me hizo bastante feliz, pero no podía abrazarlo
porque la gente nos estaba mirando.
—¿En serio? —pregunté con entusiasmo.
—Sí. Cuando vuelvan, le haré a un lado para hablar con ella.
—Oh, ¿cómo es que quieres hablar con ella en vez de sólo decírselo a
Scott y luego contárselo casualmente a los otros? —No entendía por qué
Ashley era el problema. Ella y yo ya habíamos logrado superar lo nuestro.
—Debido a que Ashley es la prima de Cora. No quiero que me odie por
seguir adelante. —Esta pequeña pieza de información hizo que comprendiera
un poco más las cosas. Entendí un poco mejor por qué quería mantener las
cosas en secreto. Tenía la esperanza de que Ashley no se enfadara conmigo en
nombre de su prima. Si Cora aún estaba molesta por la ruptura, entonces
Ashley podría albergar cierta animosidad hacia mí.
—Bien, luego me cuentas cómo te fue. Me gustaría hablar con ella
primero si voy a volver a ser el blanco de un montón de bromas —dije.
—Me aseguraré de que no suceda nada, cariño —me aseguró.
Entramos en la oficina y subimos las escaleras hasta la suite. Aún tenía
que darme un recorrido del lugar, y me sentía emocionada de ver la habitación
de Travis, o la sala de maquillaje, debería decir. Mientras entrábamos, me di
cuenta del cartel‖de‖‚No‖Molestar‛‖colgando‖del‖pomo‖de‖la‖puerta, y reconocí
el propósito de él de inmediato. La habitación era enorme, con una cama con
un dosel de gran tamaño en el costado izquierdo. Había un armario y un
escritorio apoyados contra otra pared, y una pantalla plana en la pared frente a
la cama, pero eso era todo. En el lado opuesto de la habitación, vi la puerta que
daba al vestidor y una para el baño. La ropa de Travis llenaba el armario; pero
aún queda suficiente espacio como para la mía, pensé, recordando su plan para el
próximo verano, donde compartiríamos la habitación.
El cuarto de baño tenía una gran bañera de hidromasaje, una cabina de
ducha, y un tocador doble. Era bastante amplio, y sorprendentemente limpio. 147
Para un chico, Travis era realmente aseado. Me sentía emocionada por tener
acceso al cuarto de baño, y definitivamente usaría la bañera. Sonreí al pensar
que, con suerte, Travis y yo usaríamos la bañera juntos en algún momento.
—Así que, aquí es —dijo Travis—. Estos cajones están vacíos, por si
quieres poner tus cosas allí. A nadie le molestará que lo hagas —añadió,
abriendo los cajones.
—Gracias. De verdad que es genial, Travis. Me emociono de sólo pensar
que tendré una ducha decente.
—¿Quieres que me una a ti? —preguntó, meneando las cejas mientras se
paraba detrás de mí. Miró seductoramente mi reflejo en el espejo, y su
expresión hizo que se me apretara el estómago. Tenía muchas ganas de aceptar
su oferta, pero también quería mantenerme firme.
—Oh, no, no, señor. Todavía pienso lo que dije ayer por la noche, y
estoy bastante segura de que los amigos no se duchan juntos —dije, negando
con la cabeza.
Travis se puso frente a mí. —¿Estás segura? Podría ser tu propia esponja
personal —susurró, inclinándose para besar mi mejilla. Deslizó sus manos
hasta mi pelo y pasó los dedos por mi cuero cabelludo. La sensación se sintió
tan bien que mi cuerpo empezó a palpitar—. Primero, voy a lavarte el cabello
—dijo en voz baja, y su voz sonó llena de seducción mientras rozaba
suavemente con las uñas mi cuero cabelludo—. Luego, voy a lavarte el cuello
—dijo, pasando los dedos por esa zona, una donde presionó besos a lo largo
de mi clavícula—. Prometo que me aseguraré de limpiar cada centímetro de tu
cuerpo —dijo, moviendo los dedos a lo largo de mis hombros y luego
deslizando sus uñas ligeramente por la longitud de mis brazos—. Incluso tus
dedos tendrán su debida atención —dijo, poniéndolos en sus manos y
apretándolos con fuerza—. Así que, ¿qué dices? —preguntó. Podía ver el
deseo ardiendo en sus ojos, tal y como quemaba a través de todo mi cuerpo.
A pesar de que sabía que él estaba tratando de ser respetuoso y no
cruzar los límites, quería que me mostrara sus verdaderos deseos. —Pensé que
dijiste que te asegurarías de que cada centímetro de mí esté totalmente limpio
—me opuse, mordiéndome el labio para contener mi sonrisa.
Incluso aunque sabía que estaba tratando de ser respetuoso y no romper
mis reglas, quería que me mostrara sus verdaderos deseos. —Creo que dijiste
que te asegurarías de limpiar cada centímetro de mi cuerpo —señalé,
mordiendo mi labio para contener la sonrisa.
Permaneció en silencio, mirándome fijamente, antes de continuar. —No
te preocupes.
No descuidaré ningún centímetro —me aseguró, dándome un seductor
guiño. 148
—Muéstrame —susurré. Quería sentir sus manos en mí un poco más de
tiempo, y sin dudar, Travis comenzó de nuevo.
—Luego, tomaré el jabón y enjabonaré mis manos de nuevo, así puedo
pasarlas suavemente por tu estómago y pechos. —Sus manos imitaron sus
palabras y sentí sus palmas ahuecando mi pecho a través del material de mi
sujetador deportivo. Gemí ante la sensación mientras él los apretaba
ligeramente—. Me aseguraré de que cada pecho y pezón sean limpiados —
dijo, haciendo que mis pezones ansiaran su toque. Estaba frotándolo con los
lados de sus pulgares, y otro gemido lleno de deseo escapó de mi boca
mientras el fuego crecía entre mis piernas—. Después de que tus pechos estén
limpios y correctamente masajeados, seguiré con tu espalda —dijo,
moviéndose nuevamente hasta ponerse detrás de mí y observando mi reflejo
en el espejo.
Me incliné contra él, incapaz de contenerme cuando el deseo llenaba
todo mi cuerpo. —Tendré que deslizar mis dedos de arriba abajo por cada
centímetro de tu espala, sólo para asegurarme de que tiene la atención que
merece. Después de todo, tú probablemente no puedes alcanzar cada parte —
señalé mientras arañaba mi espalda con sus uñas, haciendo que escalofríos
recorrieran mi espina dorsal—. Luego lavaré tus caderas hasta alcanzar tus
pies.
Se saltó las partes que más quería que tocara y deslizó sus manos a lo
largo de mis piernas, deteniéndose justo en la cima de mis muslos internos. —
Una vez que estés limpia y totalmente satisfecha con el trabajo que he hecho,
tendré que limpiar las partes más importantes —dijo, moviendo su mano
ligeramente, quedando a unos cuantos centímetros de mi centro. Volvió a
poner las manos en mi espalda y ahuecó mi trasero. La mirada en su rostro me
dijo que estaba disfrutando de su demostración tanto como yo, y que quería
desesperadamente que le dijera que sí—: Una vez que ese sexy trasero tuyo
esté limpio —susurró, besando mi oreja y dejando un rastro de calidez a su
paso—, lavaré tus labios. —Esperé a que sus manos se movieran entre mis
piernas, pero en su lugar, su dedo se deslizó a lo largo del labio inferior de mi
boca, para luego hacer lo mismo con el superior.
—Oh, cierto, no puedes olvidar esos labios —dije, pasando la lengua a
través de mis labios, por el mismo camino que él había tomado. Mi voz sonaba
baja y áspera, expresando el deseo que mi cuerpo sentía.
—No puedo olvidar esos labios, tampoco —dijo, girándome para que lo
enfrentase, y luego deslizando una mano entre mis piernas, haciendo que
gimiera ante el contacto directo de mi centro—. También necesitan ser
limpiados —dijo.
La cabeza de Travis descansó contra mi frente, y ambos cerramos 149
nuestros ojos mientras disfrutábamos del momento. Incluso aunque él no era
el que estaba siendo tocado, definitivamente lo disfrutaba. Los gemidos y la
respiración acelerada era la clara prueba de ello, junto con la erección
presionándose contra sus pantalones de chándal. Sus dedos subieron y bajaron por el
material entre mis muslos, y con cada desliz, sentía mi clímax construyéndose.
—Quiero hacerlo sin ropa —susurró. Tanto como quería que continuara, que
sacara nuestras ropas y nos bañáramos juntos, mi mente me recordaba que Travis aún
no le había dicho a nadie sobre nosotros, y que por lo tanto, no podía ceder, incluso
aunque cada porción de mi alma quería.
—Travis —gemí cuando comenzó a hacer círculos en mi clítoris—. No creo
que los amigos hagan esto.
—Paige, quiero ser tu mejor amigo, y tu amante, y hacer todo tipo de cosas
contigo —gimió mientras comenzaba a besar furiosamente mis labios.
La sensación de su boca moviéndose desesperadamente contra la mía casi me
envió sobre el borde, así que me aparté rápidamente. Di un par de pasos hacia atrás
para calmar mi respiración. —¡No! Tenemos que detenernos —solté sin aliento—.
Quiero esto, Travis, pero quiero que esto —dije, apuntando entre nosotros—, sea de la
forma correcta. Así que, voy a ducharme y sacarle provecho a esa ducha después de
que le cuentes a todos sobre nosotros.
—¿Estás segura? —dijo, acercándome a él una vez más, tratando de
convencerme con sus ojos.
—Sí —respondí, suspirando con la decepción que sentía por la situación.
Era la decisión correcta, pero no fue fácil tomarla cuando todo en mi cuerpo
gritaba que sólo me rindiera. —Necesito encontrarme con las chicas en un rato, así
que voy a bañarme —dije, sacándome la camiseta y revelando mi sujetador deportivo.
—¿Puedo quedarme para el espectáculo por lo menos? —preguntó, dándome
una infantil sonrisa.
—No. Los amigos no ven a sus amigos dándose placer a sí mismo —bromeé,
tratando de molestarlo un poco. Desde que mi frustración sexual estaba matándome,
quería que lo sintiera también.
—Maldita sea, también debería haber instalado una cámara de seguridad aquí
—bromeó—. Bueno, te diría que no uses toda el agua fría, porque necesitaré algo,
pero supongo que tú tienes cosas más calientes y humeantes allí.
—Bastante calientes y humeantes —dije, sacándome los pantalones cortos y
lanzándoselos a él. Agarré sus mejillas y luego lo besé. Mi lengua encontró la suya y
comenzaron a deslizarse como dos cuerpos que encajaban. Continué besándolo
mientras nos guiaba hacia la cama y luego lo empujaba sobre su espalda. Me alejé, y
le sonreí antes de girarme para regresar al baño.
—Podrías‖ necesitar‖ usar‖ esa‖ señal‖ de‖ ‚No‖ Molestar‛‖ —dije, girándome para
ver su expresión. 150
—¿En serio? —preguntó, excitado al pensar que estaba rindiéndome.
—Sí, ¿no quieres algo de privacidad mientras de ocupas de ti mismo? —
bromeé, dándole una última sonrisa antes de que me encerrara en el baño y entrara a
la ducha.
Mientras la cálida agua se deslizaba por mi cuerpo, mi estado físico se volvió
tan ardiente que no pude soportarlo más. El pensar en Travis corriendo sus manos
por mi cuerpo y la mirada en su rostro tuvo mi cuerpo temblando, así que en realidad
decidí hacer algo al respecto. Decidí no esconder mis sonidos, en casi de que Travis
hubiera decidido quedarse en la habitación, sólo para darle algo de inspiración extra.
Cuando estaba limpia y lista, abrí lentamente la puerta, queriendo saber si
Travis aún se hallaba allí. Estaba recostado en la cama, pero se sentó cuando escuchó
la puerta del baño abrirse. Me acerqué hasta quedar de pie frente a él, y vi que sus
mejillas estaban más que rojas. No pude evitar sonreír ante el pensamiento, sabiendo
exactamente lo que había hecho mientras me encontraba en el baño.
—Esa ducha estuvo bastante increíble —dije.
—Sí —estuvo de acuerdo, asintiendo profusamente—. Paige, eres de lejos, una
de las chicas más sexys que he conocido. Sólo espero que alguna vez sea capaz de
conseguir la misma reacción de ti cuando sea yo quien te lave —dijo, dándome un
guiño.
—No dudo, Travis, que me tendrás gritando —dije, y luego deposité un beso
en sus labios—. Ahora, tengo que irme, ya voy tarde.
—Sí, y yo necesito tomar una ducha fría —bromeó.
—Yo digo que tomes una caliente y humeante, realmente funciona. —Salí de la
habitación, dándole un pequeño movimiento de mi mano mientras salía, y luego me
encontré con las chicas.
20
Traducido por vaviro78
Corregido por Jezel07

Ashley, Britney y yo nos detuvimos para desayunar antes de dirigirnos


hacia el salón para hacernos la manicura y pedicura. Britney y yo habíamos
151
pasado la mayor parte del tiempo durante el desayuno conociéndonos la una a
la otra. Ashley, por supuesto, podía llenar los vacíos que Britney dejaba
cuando me contaba historias divertidas de cosas que sucedieron en el pasado.
Era evidente que las chicas eran mejores amigas, y sabían todo sobre la otra.
Verlas reír mientras evocaban el pasado me hizo extrañar a Tracey, así que
me prometí llamarla esta tarde y ponerla al corriente de todo lo que había
estado pasando. Independientemente de la opinión que podría tener, quería
que supiera lo que pasaba en mi vida y me sentía culpable por no haberla
mantenido al tanto hasta el momento.
Ambas chicas me hablaron sobre la caridad, y quería ayudar de
cualquier manera posible. Britney había sido una animadora y bailarina, así
que me sentí más que emocionada de que me permitiera ser parte del baile. Iba
a ser muy divertido trabajar con las chicas, y enseñarles el baile este verano.
—¡Eh! —dijo Ashley que estaba mirando su teléfono con una mirada de
asombro en su rostro.
—¿Qué pasa? —preguntó Britney, adelantándose.
—Travis quiere hablar conmigo después de que regresemos. Me
pregunto qué pasa —dijo Ashley—. La última vez que quería hablar, me contó
que Scott quería salir conmigo y me preguntó en lugar de él. Esperemos que
no me lo vaya a proponer por Scott esta vez —bromeó, soltando una carcajada
ante su observación, haciendo que todas nos riésemos.
—Bien, esto debe ser bueno. No puedo esperar a escuchar lo que quiere
decirte —intervino Britney. Sonreí en secreto, sabiendo condenadamente bien
cuál iba a ser el tema de conversación. Mi risa fue causada por la comprensión
de cómo los acontecimientos de esta mañana fueron realmente motivadores.
—¿Sabes qué? Creo que voy a hacerme una depilación con cera del área
del bikini mientras estoy aquí. —dije y luego le dejé saber a la manicurista mi
idea.
—¡Ay, que te diviertas con eso! —dijo Ashley y luego volvió su
atención a Britney mientras especulaban de qué podría querer hablar
Travis. Mis uñas fueron terminadas y secadas, por lo que la señora me llevó de
nuevo a la sala de depilación. Me dio un menú que consistía en un montón de
diferentes opciones de estilo. El que acabé eligiendo se llamaba ‚Vaso de
martini‛. Pensé en honor de Travis haciéndonos salir del armario hoy, que
me gustaría sorprenderlo con un diseño especial de depilación.
Después de que todo estuviera listo, me encontré con las chicas en el
vestíbulo. También terminaron con sus tratamientos de belleza, así que
hicimos el camino de regreso al coche de Ashley.
—Entonces, señorita Paige. ¿Hay un hombre en su vida? —preguntó
Ashley. Al cabo de media hora, una vez que hablara con Travis, la respuesta a
152
esa pregunta iba a ser evidente. Como no quería que pensara que le había
mentido descaradamente, le respondí vagamente.
—Sí, posiblemente. Estamos trabajando en ello, déjame ponerlo de esa
manera —le dije.
—¡Ay, qué lindo! Bueno, espero que estar aquí con nosotros este verano
no esté poniendo un freno a su relación —dijo Britney. Lo que era algo fácil de
comentar, por eso hablé.
—No, en realidad mejoró nuestra relación.
—Sí, es lo que siempre dicen, la distancia hace crecer el cariño —agregó
Ashley.
—Lástima que no tenemos chicos solteros en el campamento, tenemos
que encontrar a un hombre británico. —dijo Ashley.
El comentario de Ashley me confundió por un minuto porque no
reconocía a Travis, pero supuse que ya que era como un hermano mayor para
las chicas, ella no lo contaba.
—No, estoy bien. Quiero estar sola por un tiempo. Quizá una vez que
llegue a Nueva York estaré lista para una cita —dijo Britney.
—Sí, supongo que tienes razón —admitió Ashley, abandonando el
tema.
Estábamos entrando en el campamento, cuando me di cuenta que el
Porsche de Travis se encontraba aparcado en el estacionamiento.
—Adorable. ¡Travis trajo el nuevo auto! Espero que me lleve a dar una
vuelta en él. Tal vez acerca de eso era su mensaje —dijo Ashley, girando en
una plaza del aparcamiento y estacionando el auto.
Nos bajamos del vehículo de un salto y las chicas de inmediato
corrieron a verlo. Travis salió del edificio, y sonrió al vernos.
—Entonces, ¿qué les parece, damas? —preguntó Travis.
—¡Excelente! Tengo que decir que eres el mocoso mimado menos
mimado que conozco —bromeó Ashley. Su declaración fue tan precisa porque
aunque Travis tenía todo, nunca lo supondrías basado en su personalidad.
—Entonces, ¿quieres llevarme a dar una vuelta en esa cosa, mientras
que tenemos nuestra pequeña charla? —preguntó Ashley.
—No quiero apartarte de tu tiempo de chicas, podemos ir después —
dijo Travis.
—De hecho, tengo que ir a trabajar en el baile por un rato, así que todos
pueden ir. ¿Quieres venir a trabajar en ello conmigo, Brit? Luego Ashley puede
unirse a nosotros cuando regresen —le ofrecí. Quería asegurarme que Travis
tuviera la oportunidad de hablar con Ashley y que nada se interpusiera en su 153
camino.
—Ah, bueno, entonces, Ashley debería ir a trabajar en el baile con
ustedes. Ella y yo podemos hablar más tarde —dijo Travis.
Aquí le estaba dando a Travis su oportunidad de tener la discusión
privada con Ashley, y él se echaba para atrás. Empezaba a molestarme por la
situación, lo que podía decir que se empezaba a mostrar en mi rostro.
—Puede ser que salga con Scott después. Además, tenemos la fogata
esta noche, así que vamos a hablar ya. Voy a reunirme con las chicas cuando
terminemos —dijo Ashley. Parecía desde su perspectiva que era ahora o
nunca si la charla iba a suceder hoy, así que crucé los dedos y esperé que
Travis hubiera conseguido el valor suficiente para hacerse cargo de esto ahora,
si los nervios aún eran el asunto aquí.
—¡Hola, bebé! —dijo Scott saliendo del edificio a un lado—. ¿Tuvieron
un día agradable? —preguntó, abrazando a Ashley.
—Sí —respondió Ashley, dándole un casto beso.
—¡Oye, hombre! ¿Por qué no te llevas a tu chica a dar una vuelta en el
Porsche? —sugirió Travis a Scott.
—¿En serio? ¡Diablos, sí! —prácticamente gritó Scott de alegría—.
Vamos, nena, ¿quieres ir? —le preguntó. La expresión confundida de Ashley
igualó lo que mi mente estaba pensando. Travis había evitado la oportunidad
de tener la conversación, y ahora Ashley era consciente de ello también.
—Está bien. Eh, claro. Oye, Trav, cuando vuelva, vamos a tener que
hablar —manifestó con bastante firmeza.
—Está bien —coincidió Travis. Scott tomó las llaves y luego él y Ashley
se metieron en el coche y se fueron.
—Oye, Paige. Déjame ponerme algo más apropiado y luego me reuniré
contigo para trabajar en el baile. ¿Dónde quieres trabajar? —preguntó
Britney—.
—¿Qué hay de la terraza de atrás? —le dije.
—Está bien, estaré allí en quince minutos —dijo, volviéndose irse.
—Creo que has cambiado de opinión —le dije a Travis una vez que
estábamos solos.
—No, sólo quería dejar que Scott sea quién llevase a Ashley en su
primera vuelta en el auto. Es más una cosa romántica —dijo Travis como
excusa, pero me pareció que era débil.
—Bueno, supongo que tienes tus prioridades —afirmé, y entonces 154
empecé a hacer mi camino de regreso hacia mi campamento.
—Paige, no era un buen momento —dijo, agarrando mi brazo y
frenándome hasta detenerme.
—No me di cuenta de que había un momento o lugar perfecto para
decirle a Ashley que estás enamorado de mí. Lo siento, mi error. Supongo que
sus sentimientos al respecto son más importantes que los míos —corté y luego
comencé a caminar una vez más por el camino. Travis me llamó, pero opté por
ignorarlo.
Podía oír sus pasos alcanzándome cuando, de repente, empezaron a
tocar la bocina detrás de nosotros. Me giré para ver de quién se trataba,
pensando que podía ser Ashley y Scott tratando de llamar nuestra atención
para mostrar el Porsche, pero no eran ellos. Reconocí el Jeep sin embargo, y
estaba completamente sorprendida de ver Tracey colgando de la ventanilla del
pasajero.
—¡Paige! —gritó mientras se detenían junto a mí.
—¡Oh, Dios mío, Trace! —grité y luego me estiré para darle un abrazo a
través de la ventana. Rápidamente abrió la puerta y saltó para darme uno real.
Tom estaba conduciendo, así que puso el coche en el aparcamiento y se bajó
también. Me di cuenta entonces la apertura de la puerta trasera de pasajeros y
vi a Jared saliendo. Él había mencionado que quería visitarme durante nuestro
intercambio de textos, y puesto que aún tenía que discutir algo con alguien,
sabía la razón detrás de su viaje. Al instante me sentí culpable porque Jared
pronto estaría decepcionado, una vez que se enterara de que Travis y yo
estábamos juntos.
—¡Hola, Paige! —dijo Jared, acercándome y levantándome para darme
un gran abrazo. Era alto, con el pelo rubio todo alborotado por el movimiento,
pero todavía se veía muy bien.
—¡Hola! —le dije, estrujándolo de nuevo.
—¡Sorpresa, sorpresa! —dijo, sonriendo alegremente colocando mis pies
de nuevo en el suelo. Tom se acercó para darme un abrazo también, y tuve la
oportunidad de echar una ojeada a la expresión en el rostro de Travis.
Definitivamente parecía confundido por la escena que se desarrollaba frente a
él. Pensé que ahora sería un buen momento para presentarlos a todos.
—Trace, Tom, Jared, quiero que conozcan a Travis. Él es el hijo del
dueño campamento, y Travis, estos son mis buenos amigos de casa. Esta es mi
mejor amiga Tracey, su novio Tom, y su mejor amigo Jared. —Vi el cambio en
la expresión de Travis cuando le presenté a Jared y sabía que estaba
acordándose de lo que habíamos hablado la noche anterior y se dio cuenta que
este era: "El Jared‛.
155
—Es un placer conocerlos a todos —dijo Travis—. No me di cuenta que
había gente que venía hoy —dijo, mirándome acusatoriamente, como si le
hubiera ocultado información.
—Llamamos anoche y hablamos con Barney, que es tu… ¿papá? —
preguntó Tracey—. Fue una decisión de último minuto para venir a
sorprender a Paige —animó, poniendo su brazo a mí alrededor. Me sentí
agradecida por su observación con la esperanza de que podría aliviar el
malestar de Travis hacia mí.
—Bueno, déjenme ver si todos están registrados. Supongo que ustedes
se hospedan en uno de nuestros sitios de acampar —preguntó.
—Sí, salimos y compramos carpas ayer. Ahora, tendremos que ver si
estos chicos pueden llegar a armarlas —bromeó Tracey.
—¡Oye, ya! —dijo Tom, acercándola a su lado. Jared se acercó a mí y
puso su brazo alrededor de mi hombro. Estaba preocupada por lo que
pensaría Travis, pero no iba a menospreciar a mi amigo. Era inocente y muy
pronto sabría que estaba fuera del mercado.
—Oye, ¿podemos acampar en tu sitio, Paige? ¿Hay espacio para dos
tiendas de campaña para que podamos estar todos juntos? —preguntó Tracey.
—¿Por qué no conseguimos nuestro propio sitio, e invitamos a Paige a
quedarse con nosotros? Así no tendremos padres toda la noche —propuso
Jared.
—Bien, buen punto —estuvo de acuerdo Tracey. Travis estaba oyendo
todo y me di cuenta que se sentía molesto por el plan. Él debería saber que,
realmente, no iba a dormir en una tienda con Jared.
—¡Oye, hombre! ¿Dónde está el baño? —preguntó Jared.
—Es por el lado de la construcción —contestó Travis.
—Oye, tengo que ir también —dijo Tom.
—Yo también —intervino Tracey.
—Por esa puerta a la izquierda —señalé, y luego los tres se desplazaron
juntos.
—Ese es Jared, ¿eh? —preguntó Travis una vez que nos quedamos
solos—. Resulta que él siente algo por ti después de todo. —Su voz transmitía
su irritación en el tema.
—Perdió la oportunidad —dije.
—Probablemente no. Parece que vas a quedarte con ellos en las tiendas.
—Los celos de Travis eran evidentes, lo que era un poco irritante considerando
que él era quién nos hacía mantener nuestra relación en secreto. 156
—No te preocupes por nada. Me quedaré con Tracey, y si por alguna
razón decide compartir una tienda con Tom entonces volveré al vehículo
recreacional.
—Correcto —dijo Travis, poniendo los ojos en blanco con incredulidad.
—No seas idiota, Travis. Estoy enamorada de ti y no soy ninguna zorra
que engañaría a alguien nunca. Así que deja de asumir lo contrario. Mis
amigos vinieron a visitarme y voy a pasar el rato con ellos. Eso es todo —
afirmé, agarrando su camiseta del otro lado del mostrador para jalarlo hacia
adelante por un beso. Las campanas sonaron mientras las puertas se abrían, lo
que hizo a Travis se alejara antes de que nuestros labios se tocaran.
—Ese es un lindo auto, estoy oficialmente celoso —le dijo Scott a Travis,
lanzándole las llaves.
Ashley y Scott habían regresado de su pequeño paseo de la alegría, y
alucinaban por la suavidad con la que se conducía el Porsche. Ashley brincó
sobre el mostrador, colocándose al lado de Travis.
—Entonces, ¿estás listo para tener esa pequeña charla ahora? —
preguntó.
—No puedo en este momento, algunos de los amigos de Paige acaban
de aparecer y tengo que ubicarlos.
—Todo lo que tienes que hacer es darles nuestro número de sitio y
podemos resolver el resto —le dije, no permitiéndole salirse esta vez.
—¿En serio? ¿Algunos de tus amigos están aquí? ¿Sabías que iban a
venir? —preguntó Ashley, entusiasmado con su llegada.
—No, vinieron a sorprenderme —le dije.
—¿Por casualidad este es el chico con el que estás en una especie de
relación ahora? —susurró Ashley, haciendo un gesto con la cabeza hacia la
puerta, donde vimos entrar a Jared seguido de Tom y Tracey.
—No —dije firmemente, moviendo la cabeza para reiterar así lo que
Travis sabía, que no había nada entre Jared y yo.
—Bueno, él es súper sexy. Si no tiene novia, tal vez deberíamos
presentarle a Britney —dijo.
—Buena idea —estuve de acuerdo.
Tom, Tracey y Jared volvieron al mostrador y terminaron de registrarse
en la noche. Necesitábamos leña, pero les dije que Travis podía entregarla
cuando él y Ashley hubieran terminado. Ella apretó su brazo, instándolo a
decirle lo que pasaba y el resto de nosotros hicimos nuestro camino afuera. 157

Tom y Jared se metieron dentro del auto para llevarnos al sitio, pero
antes de que Trace y yo llegáramos a la parte de atrás, susurró en mi oído—:
Tú y yo necesitamos tener una pequeña charla, Missy. Al parecer, tú y Travis
resolvieron sus cosas y no me lo has contado —dijo.
—Sí, tú y yo tenemos que hablar, pero ¿cómo lo sabes? —le pregunté,
sintiendo curiosidad en cuanto a lo que nos delató.
—Eh, era bastante obvio. Todas las miradas furiosas que te dio y la
mirada celosa que recibió Jared. —Sonreí ante la idea de cómo de evidentes
eran los sentimientos que Travis tenía por mí, y esperaba que fuera capaz de
expresárselo a todos los demás.
21
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Cami G.

Mientras Tom y Jared estaban ocupados intentado armar las tiendas,


Tracey y yo fuimos a mi caravana a hablar. Ella les contó a los chicos que había
visto a mis padres, así que fue evidente que necesitábamos un momento para 158
chismear. Le informé de todo lo que había sucedido, y noté cuán molestaba se
sentía porque no la hubiese mantenido al tanto de la situación.
—Pensé que te decepcionarías por mis elecciones y querrías que
terminara con Travis. En serio, me gusta mucho, Tracey, y a pesar de este
pequeño contratiempo, quiero estar con él.
—Esto no me gusta mucho, Paige. Él está manteniendo su relación en
secreto. Comprendo que al principio quizás fue lo mejor para ti, ya que las
Perras de Eastwick intentaban lastimarte. Pero ahora que han resuelto sus
problemas, deberían estar gritándole su amor al mundo —insistió. Tracey
tenía la razón, y con todo el dolor de mi corazón no podía negarlo.
—Lo sé. Estábamos en medio de una pelea cuando tú llegaste esta tarde
—dije.
—Sí, eso fue raro. Jared preguntó quién era el chico que estaba
persiguiéndote y se dio cuenta de que tiene algo de competencia. Ahora me
siento como una idiota, animándole a venir a verte. Pensé que ustedes tenían
algo —admitió.
—Sí, lo siento. Voy a contarle lo que está pasando. Con suerte, no se
molestará mucho. Él tuvo un año y medio para hacer su movimiento y no lo
hizo —dije.
—Sí, ¿quién sabía que ibas a huir al medio de la nada y te enamorarías
de un pueblerino? —dijo—. Pensé que bromeabas cuando salí de casa. Siendo
sincera, no esperé que fuera cierto —dijo Tracey, sacudiendo la cabeza con
incredulidad.
—Quizás tú deberías decírselo a Ashley, Paige, y así Travis no tendrá
que enfrentarse a ella. Es sorprendente cuánto miedo puede hacerte sentir una
chica tan pequeña. Bueno, a mí ella no me intimida —dijo Tracey.
—De hecho, creo que tiene más que ver con no querer lidiar con la
confrontación. Seguramente tiene miedo de que una vez que se lo diga a
Ashley, ella correrá hacia Cora y él recibirá una llamada telefónica llena de
lágrimas. Esa es mi teoría —dije.
—Sí, probablemente tengas razón, no quiere que los fantasmas de su ex
lo persigan. Bueno, tiene que superar ese miedo si espera seguir contigo.
Decidí guardar la sugerencia de Tracey de contárselo yo mismo a
Ashley en mi bolsillo trasero. Si Travis no quería enfrentar esto, yo lo haría.
Después de que Tom y Jared consiguieran armar las tiendas, lo que
prácticamente tomó siglos, decidimos ir a cenar algo. Me informaron del
último drama que sucedía en casa y quién salía con quién. Jared coqueteó
conmigo, pero evité sus avances físicos. La oportunidad de hablarle de Travis 159
y yo no se había presentado todavía, así que estaba haciendo mi mejor
esfuerzo para no animar sus coqueteos.
Terminamos nuestra cena y volvimos al campamento. La fogata ardía y
todo el mundo se reunió alrededor para asar malvaviscos. Decidimos unirnos
a la diversión, ya que aún no habíamos comido el postre. Tom y Jared nunca
habían asado malvaviscos antes, así que estaban muy dispuestos a intentarlo.
Mientras los veía intentar torpemente no quemar los malvaviscos, no pude
evitar comparar a Jared con Travis. A pesar de que eran de buenas familias,
listos, amables y atractivos, Jared era el tipo de príncipe que se tomaba su
tiempo en que su cabello estuviera siempre en su lugar y llevaba su auto a
lavar, mientras que Travis trabajaba en una cafetería y pasaba los veranos
trabajando en el campamento con el fin de ayudar a sus padres. La
comparación me hizo admirar a Travis mucho más. Ya sabía cuán increíble era
Travis, pero ver a Jared en acción, especialmente fuera de su elemento, me
hizo más consciente de la suerte que tenía al encontrar a Travis. Él era el chico
correcto que esperaba, pero que nunca soñé encontrar.
Travis y el resto se acercaron a nosotros. —¡Hola, Paige! —gritó Ashley.
—¡Hola! —respondí. Intenté leer en su comportamiento para saber si
Travis había hablado con ella esta tarde. Pensé que ella iba a decir algo, o
darme un guiño o algún tipo de señal para hacerme saber que estaba puesta al
tanto, pero no ocurrió nada. Tratando de quitarme la decepción, aproveché la
oportunidad para presentarle a mis amigos. Travis estuvo callado y no se unió
a la conversación. Fue solo cuando Jared me dio un par de malvaviscos
perfectamente asados cuando Travis finalmente notó nuestra existencia, lo
cual era evidente por las malas miradas que comenzó a lanzarle a Jared.
Tracey también las notó, porque inmediatamente intervino e introdujo a
Travis en la conversación. Mientras charlaba con Tom, podía oír un poco de su
conversación y escuché las preguntas de Tracey para intentar conocer más a
Travis. Sabía que ella quería conocer más al chico que le robó el corazón a su
mejor amiga. En poco tiempo, Travis y Tracey reían y yo sabía que él se la
había ganado. No tardó mucho en ver el gran chico que era, y a juzgar por la
actitud de Tracey, ahora era su fan.
Jared y Britney platicaban mientras los demás se dirigían a la cancha de
baloncesto para lanzar algunas pelotas. Tom le preguntó a Tracey si quería
regresar al campamento, había un claro objetivo oculto y estaba intentando
quedar a solas con ella. Disculpándose con Travis, ella aceptó su oferta y se
despidió antes de desaparecer por la colina con el brazo de Tom alrededor de
su cintura. Travis se movió a mi lado, y extendió su mano para rozar
discretamente su dedo con el mío. Quería abrazarlo, pero no lo hice.
—Oigan, ¿quieren unirse a los demás en el juego de baloncesto o ir a la
160
sala de juegos para jugar billar? —preguntó Travis, interrumpiendo la
conversación de Jared y Britney.
—¿Qué dices, Paige? —Jared se volvió para preguntarme.
—¿Qué tal un poco de billar? —dije.
—Genial. ¿Te unes a nosotros, Britney? —preguntó Jared. Su repentino
interés en Britney era lindo, y me hizo pensar que no tomaría mi rechazo tan
fuerte.
Después de un par de juegos de billar, Jared me preguntó si quería dar
un paseo de vuelta al campamento. Acepté porque quería aprovechar la
oportunidad para hablarle de Travis y yo. Sabía que Travis se molestaría por el
hecho de irme con Jared, pero tendría que aguantarse. Después de todo, no
tenía derecho a molestarse cuando era evidente que no le había dicho la
verdad a ninguno de sus amigos todavía.
—Claro. Vamos —dije. Travis inmediatamente trató de hacer contacto
visual conmigo, pero apartó su mirada cuando me volví hacia Britney para
desearle una buena noche. Le di un abrazo y luego me marché con Jared.
Rápidamente le escribí un mensaje para Travis para que no se preocupara de
mis intenciones.
Yo: Espero que no te importe. Voy a decirle a Jared que me has robado
el corazón. Me aseguraré de que no se lo mencione a nadie. Aunque espero
que para mañana no sea necesario.
Travis: He estado todo el día volviéndome loco al saber que está aquí
para conquistarte, y al mismo tiempo pensando que tú estás molesta conmigo.
Yo: No estoy molesta. Sólo decepcionada. Espero que rectifiques eso.
Travis: Estoy en eso. Lo prometo. Sólo no duermas en la tienda con él.
Yo: Te prometo que no lo haré.
Travis: ¿Aún me amas?
Yo: ¿Quizás?
Travis: ¿Quizás? ¿Cómo puedo relajarme con esa respuesta?
Yo: Puedes reunirte conmigo al lado de los baños y darme un beso de
buenas noches. ¡Un muy bueeeen beso!
Travis: ¿Los amigos no se besan?
Yo: Correcto, gracias por el recordatorio. Casi lo olvido.
Travis: ¡Espera, no! Te veré en cinco minutos.
Yo: ¡Besos!
Sabía que tenía que mantener las distancias, pero no quería terminar la 161
noche estando peleados. Después de todo, él se ganó a Tracey y fue amable
con mis amigos durante la última parte de la noche, a pesar de sus
preocupaciones. Luego le dije a Jared que necesitaba ir al baño y que me
encontraría con él en el campamento en unos minutos. Le aseguré que no
necesitaba una escolta antes de girarse y caminar en dirección opuesta a donde
me dirigía.
Travis me esperaba cuando llegué al lateral del edificio con una sexy
sonrisa en el rostro. —¡Hola, nena! —dijo, envolviendo sus brazos alrededor
de mi cintura—. Me gustaría que vinieras a mi cabaña y tuviéramos una fiesta
de pijama —dijo.
—Tengo que ir a hablar con Jared, pero creo que él lo tomará bien. ¿Lo
viste coquetear con Britney?
—Creo que no notaste cuál era su intensión al coquetear. Creo que
Britney era su manera de intentar ponerte celosa —opinó Travis.
—Bueno, si esa era su táctica, es evidente que no funcionó
correctamente. Tu trasero —dije, metiendo las manos en los bolsillos traseros
de sus vaqueros—, me distrajo durante toda la noche —bromeé.
—¿Estás acusándome? —bromeó—. Bueno, tengo que decir lo mismo
del tuyo —dijo, imitando mis movimientos.
Travis me presionó contra la pared del edificio y me besó de una
manera que hizo que mis piernas se debilitaran. Mientras el beso continuaba,
nuestras lenguas se mezclaban entre sí. Travis levantó mis piernas alrededor
de su cintura. Gemí cuando lo sentí presionar entre mis piernas, provocando
un gemido proveniente de su garganta.
—Tómame aquí, Travis —supliqué sin aliento. Lo deseaba más que a
nada, y estaba lista para ser suya en todos los sentidos. Algo dentro de mí
quería reivindicar y asegurarse de que él era mío, a pesar de que ya lo sabía.
—¿Qué pasa con Jared? Él está esperándote —dijo Travis sin romper el
beso.
—No me importa‖él.‖Te‖quiero‖a‖ti,‖Travis…‖ahora‖ —dije, dejando mis
intenciones claramente evidentes.
—Nena, esta noche no —negó, apartándose de mis labios para mirarme
a los ojos.
Mi ego estaba herido y al instante me sentí rechazada una vez más.
¿Qué tipo rechaza a su novia ofreciéndole sexo en bandeja de planta? Me
separé de él y me quité sus brazos de encima. Todo lo que quería hacer era
tomar mi orgullo herido y regresar al campamento. Cuando me giré y
comencé a alejarme, Travis tomó mi brazo para detenerme. —Paige, te mereces
algo mejor que un rapidito contra la pared. 162
—Buenas noches, Travis —dije, y luego corrí rápidamente hasta que
pude visualizar a los demás. Sabía que Travis no intentaría seguirme o hacer
una escena delante de ellos, lo cual también dolió bastante. Así que apresuré
mis pasos y volví con Jared.
22
Traducido por ♥...Luisa...♥
Corregido por Mel Markham

—¿Estás bien, Paige? —preguntó Jared, notando mi estado de ánimo


cuando volví.
163
—Estoy bien, Jared —respondí, y mi voz no escondió la molestia que
sentía.
—¿Sucedió algo con Travis? —preguntó. Jared era, o muy perceptivo, o
Tracey le había contado.
—Sí. ¿Cómo lo sabes? —pregunté con curiosidad.
—Es bastante obvio que le gustas. Noté todas las miradas que me envió
hace un rato. Una vez que me di cuenta de que los sentimientos eran mutuos,
volví mi atención a Britney, que parecía estar bastante atenta a mí —admitió.
—Lo siento, Jared. Espero que no te arrepientas de haber venido a
verme.
—Estoy decepcionado, pero me lo merezco, por no haberte pedido que
salieras conmigo cuando tuve la oportunidad. Sólo yo tengo la culpa —dijo.
—¿Por qué te tomó tanto tiempo hacerlo? —le pregunté. La pregunta
escapó de mi boca antes de que la procesara, y esperaba que no le importara
ser puesto en evidencia.
—Creí que necesitaba librarme primero, Paige.
—¿Eh? —pregunté, confundida por su comentario.
—Tú eres la chica con la que pensé que podría casarme. Eres hermosa,
dulce, inteligente, una bailarina increíblemente sexy, y una persona bastante
maravillosa, con todo lo que haces por los demás. Sabía que una vez
tuviésemos una relación, tendría que sentar cabeza y serías la elegida. Por lo
que me alejé y salí con otras chicas en la ciudad para divertirme. Pensé que era
joven y necesitaba salir activamente con muchas personas antes de atarme, que
tenía un montón de tiempo. Es por eso que nunca te invité a salir. —Su
admisión fue dulce, aunque algo presuntuosa al suponer que podría querer
casarme con él un día, pero dulce, después de todo. Sin embargo, me pareció
un poco frustrante el saber que todo el tiempo que había pasado suspirando
por él, a él realmente le había gustado. Pero ya no importaba, porque me sentía
feliz por cómo resultaron las cosas, ya que si él y yo hubiésemos estado juntos,
probablemente no habría conocido a Travis, con quien realmente creía que
estaba destinada a estar.
—Guau, qué interesante, Jared. Así que, ¿cómo es que te has decidido
ahora a invitarme a salir? —pregunté.
—Empecé a darme cuenta de que estaba actuando como un idiota y que
no quería estar con las otras chicas, así que decidí ir a por ello y si me
encontraba felizmente atado, que así fuera. Probablemente sería mucho mejor
que estar correteando desgraciadamente por ahí —explicó—. Por desgracia,
tardé demasiado en darme cuenta —dijo, y pude ver la mirada de decepción
en su rostro.
164
—Lo siento —me disculpé, sintiéndome culpable por hacer que se
arrepintiera.
—No lo sientas. Pero, ¿qué sucede entre tú y Travis? ¿Por qué no son
sinceros con sus sentimientos? Espero que no sea porque puedan herir los
míos —dijo.
—No, todavía no le hemos dicho a nadie que estamos saliendo. Es una
larga historia —contesté.
—Es una noche bastante larga. Soy un chico, tal vez pueda ayudar —
ofreció.
Me gustaba que Jared y yo pudiéramos hablar como amigos, y no
hubiese ninguna incomodidad entre nosotros. En todo caso, pensé que podría
darme una perspectiva masculina y ayudarme a ver las cosas desde el punto
de vista de Travis. Por lo tanto, me tomé mi tiempo y le conté lo suficiente
como para que pudiera imaginarse todo hasta ahora.
—Caramba, ¿quién pensaría que habría tanto drama aquí en el bosque?
—bromeó Jared con una expresión de horror en su rostro.
—Sí, claro, es un lío, ¿eh? —dije.
—Bueno, honestamente, creo que Travis es un idiota. Si fueras mi novia,
todo el mundo lo sabría. Me aseguraría de ello —admitió tímidamente.
—¡Gracias, Jared! —dije.
—Entiendo que no quisiera que las chicas se metieran contigo al
principio, Paige, pero… no lo sé. ¿Y qué si recibe una llamada de Cora? El tipo
no me parece que tenga una falta en esa área12 —bromeó Jared. No iba a decir
nada, pero era verdad, Travis definitivamente no carecía de nada allí.

12Hace referencia a que si Cora lo llamase, Travis iría a por ella sólo pensando en sexo.
Aunque se suponía que nuestra conversación iba a hacerme sentir
mejor, me encontré sintiéndome peor. Jared claramente pudo leerlo en mi
rostro y trató de consolarme. —Paige, escucha, estoy seguro de que Travis
volverá y hará lo que sea necesario. No va a dejar que las cosas terminen así;
bueno, no a menos que sea un total idiota. Pero puede que necesite que te
vayas primero antes de que se dé cuenta de que tiene que dejar el pasado atrás.
Si en realidad es porque no quiere restregárselo en la cara a Britney, no pasará
mucho tiempo antes de que se dé cuenta de que no es necesario. Ella me
parecía bastante feliz; no habría pensado que acababa de terminar una
relación seria —comentó.
—Lo sé. Parece estar manejándolo muy bien —estuve de acuerdo.
—Incluso la invité a salir por la mañana en frente de Travis, así podía
165
ver que está bien —dijo.
—Te gusta, ¿verdad? —Sonreí, empujando su brazo.
—Es linda —respondió.
—Es una chica realmente impresionante, así que no la invites a salir si
piensas que sólo puede ser una de tus aventuras —dije con firmeza. Aunque
sus intenciones pudieran ser buenas, Britney se encontraba demasiado frágil
como para sufrir otro desengaño por el momento.
—Voy a ver si quiere salir como amigos y tomarlo desde allí. Además,
ya que estará en Nueva York con nosotros el año que viene, no hay necesidad
de apresurar las cosas.
Jared realmente era un buen tipo; si no estuviera enamorada en ese
momento, estaría muy celosa de que Britney hubiese ganado su atención tan
pronto. —Bueno, creo que tengo que ir a la cama —dije, levantándome para
estirarme y caminar de regreso a mi vehículo recreacional—. Gracias por la
charla, Jared —añadí.
—En cualquier momento, Paige. ¿Quieres que te acompañe? —ofreció.
—No, estoy bien. Estoy a sólo dos campamentos más —le dije.
—Está bien, ven a despertarnos en la mañana para que podamos tomar
desayuno.
—Está bien. Lo haré. Que duermas bien. Espero que puedas dormir algo
en el suelo —bromeé.
—Sí, mi noche va a apestar. —Se rió ante eso. Me dio un abrazo y luego
volví a la caravana.
Me desperté a la mañana siguiente y me vestí antes de ir a ver si Tracey,
Tom y Jared se habían despertado. Cuando llegué a su puesto, Tracey y Tom
no se hallaban en ninguna parte. Le eché un vistazo a su tienda, pero no se
encontraban dentro, y luego me di cuenta de que el coche había desaparecido.
Quería saber a dónde fueron, así que decidí despertar a Jared y ver si lo sabía.
Lo llamé desde fuera de su tienda, pero no me respondió. En vez de dejar que
continuara durmiendo, me metí en la tienda y lo desperté. —Arriba, señor —le
dije, empujando su costado.
—Buenos días —dijo aturdidamente, tratando de concentrarse
—Lamento despertarte, ¿sabes a dónde se fueron tus compañeros de
campamento? —le pregunté.
—Se fueron a comer algo, creo. Estaba medio dormido cuando Tom me
lo dijo —respondió.
—Oh, bien. Bueno, te dejaré dormir un rato más si quieres —le ofrecí.
166
—No, voy a levantarme —dijo.
Ambos salimos de la tienda, y Jared casi se cayó sobre mí mientras lo
hacíamos. Justo cuando estaba recuperando el equilibrio, noté a Travis y
Ashley de pie en el camino, mirándonos.
—¡Oigan, ustedes dos! —bromeó Ashley, moviendo las cejas—. ¿Cómo
durmieron? Bueno, si es que han dormido algo —continuó con insinuación, lo
que sabía que lucía cada vez peor a los ojos de Travis.
Travis tenía una furiosa expresión en su rostro, pero no podía
defenderme exactamente delante de Ashley. Se volvió hacia ella y le dijo que
necesitaba ir a la oficina y luego se fue. Ashley hizo caso omiso de su repentino
cambio de humor y se acercó a charlar con nosotros. Jared y yo
inmediatamente disipamos su especulación y nos aseguramos de que fuera
consciente de que no había pasado nada. Incluso añadí que él pensaba que
Britney era linda para que nos creyera realmente.
—Ah, bueno, sé que llamaste la atención de Britney, Jared. Pero eso es
todo lo que voy a decir —dijo, guiñando deliberadamente.
—¡Genial! Bueno, voy a cambiarme entonces. Espero que los otros
traigan algo de comida. Me muero de hambre —dijo, frotándose los ojos con
las manos para alejar el sueño. Lo dejé para poder subir y suavizar las cosas
con Travis.
—¡Hola! —dije, al entrar en la oficina, donde Travis renovaba algunos
de los estantes con alimentos.
—Hola —murmuró.
—No es lo que piensas, Travis —dije.
—¿Qué? ¿Vas a negar que durmieras con Jared en su tienda anoche? Los
vi saliendo de ella juntos —afirmó con dureza.
—Sí, pero fue porque fui a despertarlo para saber a dónde habían ido
Tracey y Tom. Mamá puede decirte que dormí en el vehículo recreacional
anoche, si en realidad no me crees —dije, moviéndome para evitar que
siguiera con su tarea.
—Se vio mal —admitió—. Estabas tan enojada conmigo anoche que
inmediatamente pensé que podrías haber encontrado consuelo en los brazos
de Jared —exclamó.
—Déjame decirte esto otra vez, Travis. Nunca he engañado, ni engañaré
a nadie, jamás. No voy a cambiar eso, así que puedes olvidarlo. No tienes que
preocuparte por eso —le dije rotundamente. Por la mirada en el rostro de
Travis, no podía decir si me creyó o no.
—Paige, tenemos que hablar —dijo, y su voz sonó sombría. Una terrible 167
sensación golpeó la boca de mi estómago y de inmediato pensé que Travis
podría querer terminar conmigo. Con la forma en que las cosas habían ido
entre nosotros en el último par de días, y luego con él encontrándome así esta
mañana, no sabía que esperar.
—¡Hola, Travis! —saludó Barney, interrumpiendo nuestra
conversación—. ¿Puedes limpiar el camping treinta y uno y cortar algo de leña
mientras estás en ello? Los Compson van a llegar en un par de minutos —
indicó.
El sitio treinta y uno era el camping contiguo al nuestro, por lo que me
di cuenta que estábamos a punto de conseguir vecinos.
—¡Hola, Paige! Van a conocer a los Compson. Se van a quedar al lado
de su sitio —dijo—. Trav, tendrás que presentarle a Cora. Apuesto que estarás
muy contento de ver a tu chica —dijo Barney, caminando hacia el lugar donde
nos encontrábamos—. No la ha visto desde las vacaciones de Navidad, por lo
que puede que no veamos este hermoso rostro por unos pocos días mientras se
familiarizan a fondo —bromeó, agarrando la barbilla de Travis y moviéndola
de un lado a otro con la mano—. De hecho, dijo: "Dile a mi amado que estaré
allí pronto" —bromeó Barney ruidosamente y luego le dio una palmadita en la
espalda.
Las palabras se registraron en mi mente mientras la realidad se
desplegaba frente a mí. Travis... aún... está... con... Cora, llegaban mis
pensamientos silenciosa y lentamente, haciéndome sentir como si estuviera en
otra dimensión. Travis... aún... tiene... novia. Levanté la mirada para ver a Travis
mientras mi mente trasbillaba, y sus ojos lo confirmaron. Me... mintió.
Las lágrimas se agruparon en mis ojos, y supe que tenía que escapar
antes de que me desmayara del dolor que me invadió cuando mi corazón se
estrelló contra mi pecho. Sabía que las lágrimas ya se habían desbordado, pero
hablé de todos modos. —Estoy ansiosa de conocerla, Travis, espero que me la
presentes antes de que me vaya. —Dicho eso, me di la vuelta y salí corriendo
de la oficina tan rápido como pude.
Dejé que la puerta se cerrara de golpe detrás de mí y corrí por las
escaleras del porche delantero sin levantar la mirada hasta que choqué con
alguien. —Lo siento, lo siento —exclamé, incapaz de mirar hacia arriba.
—Paige, ¿qué pasa? —preguntó Ashley con la voz llena de
preocupación al ver lágrimas corriendo por mis mejillas. Me sorprendió ver
que era ella, y permanecí en silencio. Después de todo, Cora era su prima y
que yo hubiese tenido un romance con Travis no me iba a dar ningún punto.
Así que evité la conversación.
—Nada, me tengo que ir —murmuré, antes de seguir mi camino para
encontrar a Tracey. Me sentí agradecida por mi velocidad en ese momento, 168
porque no podía llegar lo suficientemente rápido.
23
Traducido por Mitzi.C
Corregido por *Andreina F*

El coche de Tracey no se encontraba en su lugar cuando doblé en la


esquina rápidamente. Vi a Jared de pie en la carpa, así que no pude evitar
correr directamente a sus brazos, tomándolo completamente por sorpresa. 169

—Paige, ¿qué sucede? —dijo, envolviendo sus brazos con fuerza a mí


alrededor—. ¿Qué pasó? —No podía hablar porque mis sollozos restringían
mis cuerdas vocales en ese momento—.‖ Shh…‖ Paige,‖ est{‖ bien...‖ Shh...‖ Por‖
favor, no llores. Voy a subir y asegurarme de que Travis sepa que nada pasó
entre nosotros anoche y que encontrarnos esta mañana fue sólo un gran
malentendido. Puedo arreglarlo. —Las palabras de Jared eran tan dulces.
Supuso que Travis no me creyó y quería ayudar a arreglar la situación. Si sólo
me hubiera enamorado de él, gritaba mi mente a través de los sollozos que
sacudían mi cuerpo, sollozos que sólo abrían aún más las compuertas de mis
ojos—. Paige, está bien —dijo en voz baja, tratando de consolarme mientras
frotaba mi espalda con suavidad—. Todo estará bien.
—¡Paige! —gritó Ashley sin aliento, mientras se acercaba corriendo a
nuestro lado—. ¿Qué sucedió? Me asustaste, ¿ocurrió algo? —dijo—. Travis
salió corriendo de la oficina gritando tu nombre, ¿qué está pasando? ¿Te hizo
daño? —preguntó Ashley mientras apartaba un mechón de cabello para ver mi
rostro. Negué con la cabeza, aún sin poder de hablar.
—Travis piensa que Paige y yo dormimos juntos anoche, pero es sólo un
gran malentendido, no lo hicimos —dijo Jared, defendiendo su equivocada
malinterpretación de la situación.
Necesitaba decir algo para que las cosas se aclararan.
—No, él tiene novia. Jared, él tiene novia —susurré, mirándolo.
—Espera, ¿qué? —preguntó Jared, sonando confundido—. ¿Travis tiene
novia? —preguntó, mirando a Ashley para confirmarlo.
—Sí,‖Cora.‖Pero,‖¿qué‖tiene‖que‖ver…?‖—comenzó a preguntar Ashley,
luego se detuvo, entendiéndolo—. Espera, ¿tú y Travis? —preguntó.
Justo cuando todo el mundo empezaba a entenderlo, Travis detuvo el
carrito de golf, aparcándolo rápidamente y bajándose de un salto para
acercarse a nosotros. —Paige, por favor, déjame explicarte —dijo, sonando
herido y desesperado, queriendo hablar conmigo.
—¡Tú, idiota! —gritó Jared, moviéndome a un lado protectoramente,
pero sin dejarme ir.
—Necesito explicarlo —suplicó Travis otra vez, ignorando a Jared y
alargando un brazo hacia mí. Jared me puso rápidamente detrás de su espalda
y empujó a Travis con la mano.
—Eres un cretino, ¿no crees que ya la has lastimado suficiente? Dudo
que alguna tonta excusa que puedas tener pueda defender tus acciones. Ahora,
sal de aquí, o patearé tu trasero —dijo Jared tan furiosamente que incluso me 170
dio escalofríos.
Una vez más, Travis lo ignoró por completo. —Paige, por favor.
Necesitamos hablar.
—¿Has perdido toda pizca de cordura o sólo eres estúpido? ¡Vete! —
gritó Jared, una vez más en tono amenazante. Se encogió de hombros y tomó
una actitud depredadora, moviéndose hacia Travis.
Mientras Travis igualaba la estatura de Jared, listo para llevarlo a una
pelea, una caravana aparcó a un lado. —¡Travis! —gritó una chica que sólo
podía suponer era Cora, desde la ventana—. Hola, bebé —prosiguió,
asomándose sobre el hombro de su padre en el asiento del conductor.
—¡Hola, Trav! ¿Vienes para ayudar a instalarnos? —dijo el hombre.
—Mierda —gruñó Travis en voz baja, tan baja que sólo nosotros
pudimos oírlo, luego, a regañadientes, se acercó para hablar con el hombre a
través de la ventana abierta.
—¡Hola, Ash! —gritó el hombre.
—¡Hola, tío Frank! —saludó Ashley en respuesta—. Pasaré por su
camping en un rato para ponerme al día con ustedes —dijo Ashley, antes de
volver su atención hacia mí—. Paige, ¿puedes venir conmigo? —preguntó,
hablando amablemente. Asentí y tomé su mano.
—Empacaré mientras —dijo Jared, dándome otro abrazo y luego
soltándome en los brazos de Ashley.
Ashley me guío hasta mi casa rodante y entramos. Por suerte, mis
padres se encontraban fuera por la mañana, así que no tendría que
enfrentarlos por el momento. Me desplomé en el sofá tan pronto como entré,
envolviendo los brazos alrededor de un almohadón.
—Paige, lo siento mucho. No tenía ni idea de que algo pasaba entre tú y
Travis, o que tenías sentimientos por él. Supongo que debería haberlo visto,
pero claramente no lo hice —dijo, sonando culpable por su falta de intuición.
—Por favor, no te disculpes, Ash, nada de esto tiene que ver contigo.
Travis dijo que quería mantener las cosas en secreto por ustedes. Debería
haber sabido que era mentira, y que había más que eso.
—Así que, ¿en serio te pidió mantener las cosas en secreto por nosotros?
—Su voz sonaba sorprendida por el hecho.
—Sí. Al principio, me dijo que le preocupaba lo que dirían los demás
después de cómo me trataste. Luego, una vez que arreglamos eso, dijo que
deberíamos seguir manteniendo las cosas en secreto porque no quería
restregarle nuestra relación a Britney, ya que ella acababa de terminar las cosas 171
con Corey. Hombre, soy una idiota por creer todas sus mentiras —dije,
dejando caer la cabeza en la almohada mientras los sollozos comenzaban de
nuevo.
—¿De eso es sobre lo que quería hablar conmigo? —preguntó Ashley—.
Durante los últimos dos días, Travis ha estado queriendo decirme algo, pero
cuando teníamos la oportunidad de hablar, me evitaba —dijo, preguntándose
si su teoría era correcta.
—No, creo que todo era parte de la mentira. Me hizo creer que en
realidad iba a ir y contarte sobre nosotros. Dijo que quería hablar contigo
primero, ya que eres la prima de Cora y todo, pero al parecer nunca tuvo esa
intención —dije, finalmente viendo las cosas de la forma en que realmente
eran.
—Paige, lo siento mucho —dijo y su voz sonaba sincera—. ¿Te importa
si te pregunto qué pasó entre ustedes dos? ¿Hace cuánto que están juntos?
—Desde el tercer día que llegué aquí —contesté—. Tuvimos, como él la
llamó, nuestra primera cita oficial ese día, y nuestro primer beso. Hace unos
días, me dijo que me amaba. —Sacudí la cabeza mientras los recuerdos hacían
que mi corazón doliera.
—Guau, ¿te dijo que te amaba? Dios, no puedo creer que no lo notara —
dijo, sacudiendo la cabeza. Lo que me hizo darme cuenta de que
probablemente no me amaba en realidad, ya que sus amigos no habían notado
algo diferente en él—. Entonces, ¿lo hicieron? —preguntó.
—No, gracias a Dios. Quería hacerlo anoche, pero me rechazó.
Obviamente, fue por el bien de Cora. Tal vez, todo ese tiempo que no tuvo
sexo conmigo, fue para poder racionalizar sus acciones —dije, bastante herida
por ese hecho. Me imaginé que si Ashley tenía alguna lealtad a su prima, ese
pequeño detalle ayudaría a aliviar el enojo que podría estar sintiendo hacia mí,
aunque hasta el momento, sólo estaba siendo amable y reconfortante.
—Paige, no sé qué decir. Estoy realmente sorprendida de que Travis no
rompiera con Cora, especialmente si hubo algo entre ustedes dos. Ni siquiera
sé por qué todavía está con ella, después de todo, lo engañó. —Mientras
Ashley decía esas palabras, el entendimiento me golpeó.
—Eso es. Quería usarme para vengarse de ella. Tal vez pensó que si
tenía una aventura, igualaría el marcador —dije, sintiendo la tristeza
abandonarme por la ira.
—No, Travis no es así. He conocido al chico por diez años, incluso a
través‖ de‖ su‖ etapa‖ de‖ ‚chico‖ rebelde‛,‖ y‖ sé‖ que‖ nunca‖ lastimaría
intencionalmente a alguien. 172
—Sí, pero tal vez no fue intencional —dije—. Tal vez sólo trataba de
seguir adelante, pero se encontró con que algo en él no podía dejarla ir. Es por
eso que nunca le contó a alguien sobre nosotros, por eso no quería que
lleváramos las cosas al siguiente nivel. En realidad, ahora que pienso en ello,
esta mañana estuvo a punto de hablar conmigo y tenía una mirada muy seria y
sombría en su rostro. Fue justo antes de que su padre nos interrumpiera,
poniéndome al corriente del engaño de Travis —dije, recordando el
sentimiento de temor que me llenó al pensar que Travis estuviese a punto de
romper conmigo antes de que su padre entrara—. Tuve este terrible
presentimiento en la boca del estómago, pensando que iba a romper conmigo.
Tal vez ese era su plan, sabiendo que Cora venía. Tal vez recordó sus antiguos
sentimientos por ella, y ya que ahora no iba a estar fuera de su vista, fuera de
su mente, trataba de terminar las cosas conmigo para resolverlas con ella.
Mientras hablaba, sentí el cuchillo rasgar más profundamente mi
corazón. Sabía que probablemente tenía razón, lo que me dolió bastante.
Mientras Cora se hallaba lejos, Travis debió de haber tratado de encontrar una
forma de apaciguar su corazón herido por la traición, y me encontró. Pero
ahora que ella había regresado, probablemente sabía que su corazón la elegiría
a ella.
—Es sólo que sé que Travis no haría esto, no lo entiendo —dijo Ashley,
sonando desconcertada.
—¿Por qué se quedaría con ella de todos modos? No te ofendas, pero
¿qué tan maravilloso tiene tu prima? —pregunté, queriendo entender cómo
podía tener tal control sobre él. Claramente, todo lo que Travis me había dicho
de Cora debía haber sido una mentira, así que quería saber la verdad.
—Honestamente, Paige, no lo sé. Sé que es mi prima y todo, pero Cora
es una perra —dijo Ashley con firmeza, nada más que sinceridad en su voz—.
Es tan egocéntrica, y cree que todos los chicos deben adorar el suelo que pisa.
Realmente no sé por qué Travis estaría con ella —dijo, encogiéndose de
hombros. Su respuesta había sido igual a la de Travis, pero tal vez ese era el
gran atractivo: Cada chico la adoraba, y él estaba desesperado por ser el que la
tuviera al final.
—El verano pasado, estuvo prácticamente encima de Corey justo en
frente de Travis. Podrías saber cuán herido se sentía viendo cómo flirteaba con
Corey. Incluso aunque ella es parcialmente la culpable de que lo de Corey y
Britney no funcionase, aún así lo culpo a él por no fijarse bien —dijo,
sacudiendo la cabeza—. Cuando Cora me dijo que había engañado a Travis en
su baile de bienvenida e iba a decírselo en las vacaciones de invierno, pensé
que Travis terminaría con ella. Es un buen chico y se merece algo mejor.
Créeme, si me hubieras dicho algo al respecto, le habría dicho que te escogiera
—admitió, haciéndome sonreír ligeramente—. En realidad, me sentí 173
sorprendida porque aún estuvieran juntos. Pensaba hablarle al respecto, y se lo
mencioné a Britney ayer, mientras tú te encontrabas de escapada. Pensé que tal
vez él querría hablar conmigo sobre lo que sucedió con Cora. Si lo hubiera
sacado a colación, le habría dicho que terminara con ella porque se merece
algo mejor, pero nunca llegamos a hablar.
Me di cuenta de que me había perdido inconvenientemente una parte
importante de la conversación entre Ashley y Britney ayer, y habría hablado
con ellas si no hubiera estado tan ansiosa por arreglarme para Travis. El
pensamiento trajo más lágrimas, a pesar de que no creía que fuera posible
llorar más. —Escucha, Paige, sé que Travis te ha mentido, pero realmente
parecía querer hablar contigo. Aunque lo hagas nada más que para darle un
cierre, creo que deberías darle la oportunidad de explicarse. Puede que en
realidad haya desarrollado sentimientos por ti, pero no tuvo la oportunidad de
decirle a Cora. Por lo tanto, habla con él —dijo, frotando mi espalda mientras
lloraba silenciosamente en la almohada.
Permanecimos en silencio mientras las lágrimas corrían por mi rostro, y
luego se escuchó un golpe en la puerta. Instantáneamente me senté,
preocupada de que fuera Travis viniendo a hablar conmigo; no me encontraba
lista para verlo aún. Ashley se levantó para abrir la puerta, y por suerte, era
Tracey.
—Paige, cariño. Lo siento —dijo, caminando hasta mi lado y
abrazándome apretadamente—. Jared me contó lo que pasó —dijo,
reconociendo que sabía lo que había sucedido mientras se encontraba lejos—.
Así que, es por eso que mantuvo las cosas en secreto, ¿eh? —Su voz era suave
y amable, y sólo estaba allí para ofrecerme apoyo—. Paige, lo siento mucho —
me consoló, y luego sólo me sostuvo en silencio. Era una de las cosas que más
amaba de Tracey; no era de las que me sermonaban en mi momento de
necesidad o me decía un‖ ‚te‖ lo‖ dije‛, simplemente se quedaba allí para
proporcionar comodidad.
Después de unos minutos, Tracey finalmente habló. —Entonces, ¿qué
quieres hacer? ¿Quieres regresar a casa con nosotros? —No había pensado en
eso antes, ya que me encontraba atrapada en el dolor que sentía mi corazón
roto. Pero dándole un momento para penetrar, me hice a la idea.
—Sí, quiero ir a casa con ustedes. —Ashley frunció el ceño ante mi
anuncio, pero luego asintió mientras entendía mi decisión.
—Bueno, los chicos ya han empacado. Así que, tal vez deberíamos
empacar tus cosas —dijo, y luego ella y Ashley maniobraron a mí alrededor,
juntando todas mis pertenencias.
—Vale, parece que eso es todo, Paige. Voy a llevar tu bolsa al coche 174
mientras llamas a tu madre —dijo Tracey y luego salió con mi maleta.
—Paige, te voy a dar un poco de privacidad mientras hablas con ella.
Por favor, no te vayas sin decir adiós —declaró Ashley y luego salió justo
detrás de Tracey.
Tan pronto como las chicas salieron, todo desapareció. El dolor y la
tristeza que sentía por la pérdida de lo que creía era un amor verdadero eran
demasiado grandes como para cargarlos, así que sólo me tumbé en el sofá para
llorar. Después de que unos pocos minutos pasaran, me calmé lo suficiente
como para llamar a mi madre y dejarle saber que me iba. No iba a decirle que
mis planes eran no volver, así ella me dejaría ir, pero iba a decirle que
necesitaba tiempo por lo que pasó con Travis
—Paige, cariño, ¿por qué? Pensé que las cosas iban muy bien entre tú y
Travis —dijo mamá, no entendiendo el repentino cambio de rumbo.
—Tiene novia, mamá —dije, sin querer mentirle.
—¿Qué? Lucille nunca mencionó que Travis estuviera saliendo con
alguien. Muy por el contrario, sólo había hecho comentarios con la esperanza
de que tuviera un interés por ti, uno que obviamente tenía. No lo entiendo —
susurró, sonando tan confundida como yo me sentía.
—Escucha, sólo necesito ir a casa por un rato y superar esto, pero tal vez
regrese en una pocas semanas, si es que puedo soportarlo. ¿De acuerdo? —
traté de tranquilizarla, pero en el fondo de mi mente sabía que no había
manera de que pudiera volver. Sabía que una vez me hubiera ido, y mis
padres se dieran cuenta cuán felices la pasaban sin mí alrededor, estarían de
acuerdo con que me quedara en casa.
—Está bien, cariño. Lo entiendo. Cuando estés lista para regresar, sólo
regresas en tu Jeep, ¿de acuerdo? —dijo.
Nos despedimos, pero antes de que colgara el teléfono, me dejó un
último consejo. —Paige, debes escucharlo antes de irte. Te ayudará a sanar
más rápido si sabes la verdad. —Terminamos la llamada con eso, y sabía que a
pesar de que tenía razón, mi corazón no podría soportarlo.
Fui al baño a recomponerme. Después de unos minutos de salpicarme
agua fría en la cara, seguido de un poco de maquillaje, me encontraba
presentable. Las lágrimas habían disminuido momentáneamente, pero la ira
las empezaba a reemplazar. Me sentía molesta porque Travis me hubiera
mentido y hubiese caído. Enojada porque hubiera dejado que las cosas
llegaran tan lejos entre nosotros. Molesta conmigo por no preguntarle antes
sobre mantenernos en secreto. Pero sobre todo, me enojé conmigo misma por
enamorarme tanto, y tan rápido. Una vez que lucía más como yo, di un rápido
vistazo alrededor de la habitación para asegurarme de que las chicas hubieran 175
empacando todas mis cosas antes de hacer mi salida. Sólo tenía que decirle
adiós a todos, bueno, casi todos, y luego encontrar a mis amigos para irme.
24
Traducido por becky_abc2
Corregido por Cami G.

Travis se encontraba sentado en una de las sillas al lado de nuestra


fogata cuando salí de la casa rodante.
—Ashley dijo que te irías con tus amigos, ¿es verdad? —preguntó en
176
voz baja, su rostro lleno de remordimiento. Asentí en respuesta mientras las
lágrimas caían por mis ojos—. ¿Me dejarás explicarte antes de irte? —suplicó.
La voz de mi madre sonó en el fondo de mi mente, y sabía que tenía razón. Si
quería tener una oportunidad de curarme, tenía que escucharlo, así que asentí
de nuevo. Él inmediatamente se paró frente a mí y trató de tomar mi mano,
pero me alejé.
—Detente, Travis. Sólo dime tus excusas y déjame ir —dije, tratando de
permanecer firme.
—Paige, necesito que sepas que los sentimientos que tengo hacia ti eran
reales, son reales —corrigió rápidamente, y pude darme cuenta de que los
nervios estaban devorándolo—. Sé que no puedo borrar el que te haya
mentido, pero quiero que sepas que lo hice porque quería que tuviésemos una
oportunidad.
—Claro, porque mentir es la clave del éxito en las relaciones —corté
sarcásticamente, frustrada por la ridiculez de su comentario.
—Paige, el primer día que te conocí, me enamoré de ti. No pude evitar
enamorarme de tu personalidad mientras tranquilizabas dulcemente a tu
madre en la tienda. No sólo te encontré increíblemente hermosa, sino que
también adorable: haciendo bromas y rogando por comida —dijo, sonriendo
mientras recordaba—. Cuando mencionaste que ibas a ir a Nueva York,
inmediatamente tuve la esperanza de que fueras a Columbia. Luego, cuando
descubrí que ese era el caso, sabía que tenía que conocerte.
Me encontraba siendo cortejada por las palabras de Travis, y necesitaba
mantenerme sobre tierra para evitar caer en otra de sus trampas, así que di un
paso atrás. —Paige, ese día en la playa, no esperaba besarte. Quería pasar el
día aprendiendo más de ti, pero cuanto más aprendía, menos podía resistirme.
Todo en mí quería besarte, así que en vez de hacer lo que era correcto al no
estar disponible el cien por ciento, me permití hacer lo que quería. Me estaba
enamorando de ti —dijo, tratando de alcanzar mi brazo nuevamente. La parte
en que dijo que no estaba disponible sonó fuerte y claro en mi mente y no
quise el contacto, así que lo empujé.
—Tener novia, Travis, significa que no estás disponible para nada, no
hay un porcentaje —dije, recordándole cómo funcionaban las relaciones—. Por
lo que estoy enojada es por el hecho de que después de que me preguntases si
tenía novio, no te hice la misma pregunta —dije mientras una lágrima de ira se
deslizaba por mi mejilla—. Aunque probablemente me habrías mentido de
todos modos.
—Paige, nunca, ni en un millón de años habría hecho algo para herirte,
pero me sentía atrapado en una situación difícil —dijo, dando un paso hacia
delante, cerrando la brecha que acababa de abrir entre nosotros—. Mira, quería
177
terminar las cosas con Cora en septiembre. Después de que pasó todo el
verano coqueteando con Corey, lo iba hacer —aseveró, podía ver el enojo en
sus ojos y sabía que decía la verdad.
—Volvimos a la escuela en otoño y finalmente mi mente se aclaró. No la
amaba, y sabía que era estúpido seguir aferrándome a algo que no funcionaba.
De todos modos, tenía que ir a su baile de graduación, pero cancelé al último
momento. Pensé que sería un error engañarla haciéndole creer que las cosas
seguían bien entre nosotros, y no quería arruinar su semana por haber roto.
Luego, dos días antes, decidí que iba terminar con ella después de todo. Cora
se enojó conmigo por no ir al baile, no me devolvía las llamadas.
Sé por qué no te regresó las llamadas; o seguía enrollándose con el chico con el
que te engañaba, o no sabía cómo darte la cara debido a la culpa, susurró
silenciosamente mi mente, pero no iba a interponer mi opinión, así que seguí
escuchándolo. —No fue hasta un par de semanas después que ella finalmente
me regresó la llamada y me dijo que su familia vendría para navidad. Me
imaginé que terminar con ella en persona y en términos amigables sería mejor
que hacerlo por teléfono, así que decidí esperar hasta su visita para hacerlo —
dijo, apartando la mirada mientras una expresión de dolor cruzaba su rostro.
No podía leer su mente, pero podía darme cuenta de que se arrepentía de su
decisión.
—Cuando su familia llegó a la ciudad, el ambiente se sentía extraño
entre nosotros, otra indicación de que me encontraba listo para seguir adelante
y hacer lo correcto —dijo—. Luego, me senté a hablar con ella una noche, cerca
del final de la estadía de su familia, y cuando comencé con mi discurso de
‚seamos‖ amigos‛,‖ me interrumpió, divulgando el hecho de que había sido
violada. —Jadeé ante la confesión de Travis y apenas pude creer lo que
escuchaba.
—¿Cómo es posible conocer a dos chicas que han vivido algo tan
traumático en el último año? Eso es terrible —dije en voz baja y,
silenciosamente en ese momento, juré seguir el consejo de Britney y
permanecer siempre acompañada el siguiente año en la escuela.
Podía ver la angustia en los ojos de Travis mientras continuaba y mi
corazón se detuvo por él. —Una vez que me contó lo que le sucedió, no pude
hacerlo, Paige. No podía romper con ella. Imágenes de Britney pasaron por mi
mente, y no había manera de que le hiciera eso a Coraline después de lo que
Corey le había hecho. No podía hacer que Cora se sintiera rechazada por lo
que le sucedió, apartándola como basura, y tampoco podía añadir más dolor.
Así que decidí ser el novio que necesitaba en ese momento y hacerle frente a
mis propios asuntos después. Me imaginé que alguna curación podría llegar a
través de la primavera, cuando estuviéramos separados, y para este verano
ella estaría mejor. Iba a usar la excusa de la universidad como forma de
terminar las cosas, esperando que entendiera y respetara mi decisión. No 178
quería que se culpara de ninguna forma o creyera que tenía algo que ver con lo
que le había pasado —dijo.
Sus ojos se encontraban llenos de tanto dolor, y podía ver que se sentía
agobiado por cómo habían terminado las cosas. No podía permitirme
abrazarlo y ofrecerle mi perdón, pero iba a seguir escuchando.
—Esperaba terminar las cosas para cuando llegara el verano, y pasar el
resto de mi tiempo tratando de ganarme su amistad de modo que ella me
perdonara. Pero sus padres‖ pospusieron‖ su‖ viaje‖ y…‖ —Se detuvo, y una vez
más, alargó su mano para sujetar mi brazo. Elegí no alejarme de él esa vez,
porque podía sentir su alma herida tratando de aferrarse a mí como si su vida
dependiera de ello, y no podía dejarlo ahogarse—. Y luego apareciste —dijo,
deslizando los dedos por mi antebrazo hasta llegar a los míos—. Paige, no
tenía idea de que iba a enamorarme tan rápido. Por un segundo pensé que
podría mantenerme a distancia, hasta que solucionara las cosas, pero era
imposible —dijo, apretando mi mano.
—Entonces, ¿por qué no me lo dijiste, Travis? ¿Por qué no podías
simplemente ser honesto conmigo? —le pregunté, esperando
desesperadamente entender todas las mentiras.
—Porque sabía que no nos darías una oportunidad, Paige, si te hubiera
dicho que aún tenía una relación, no me habrías dado ni la hora del día. ¿Por
qué lo harías? Puedes tener al chico que quieras —apuntó, recorriendo con su
otra mano mi mejilla—. Y si te hubiese dicho la verdad, que emocionalmente
estaba libre y que había roto mentalmente por un largo tiempo, pero que
simplemente no podía romper el corazón de Cora porque ella fue violada, aún
así no nos habrías dado una oportunidad.
Sus palabras eran ciertas, y comprendí su razonamiento. La verdad era
que Travis se encontraba en lo cierto. Si hubiera sabido que salía con alguien
más, no habría manera de que hubiese permitido que algo pasara entre
nosotros y habría cortado cualquier lazo con él. Y si me hubiera dicho la razón
de por qué aún seguía con Cora, no me permitiría a mí misma quedarme
atrapada en tal situación, así le ahorraría el mayor dolor posible a Cora. A
pesar de que su idealismo era incorrecto, su predicción de lo que hubiera
pasado era cierta.
—Travis, entiendo por qué me mentiste, pero eso no lo hace mejor —
dije, sacudiendo lentamente la cabeza.
—¿No lo ves, Paige? Hemos sido capaces de descubrir lo que realmente
hay entre nosotros porque no me alejaste —explicó, secando una lágrima de
mi mejilla—. Todo lo que te dije acerca de mí es cierto, incluso las razones por
las cuales esperé para romper con Cora. En lo único que te mentí fue acerca del
hecho de que ya la había terminado. —Su voz sonaba desesperada, y sabía que
179
lamentaba la forma en que había manejado la situación. Pero en vez de darle la
justificación que quería para sus acciones, sólo podía pensar en la dura
realidad de la situación.
—Aún así, Travis, no sé cómo pudiste pensar que mintiéndome y
engañándome con lo de Cora era mejor que simplemente ser abierto y sincero
con ella. No estoy segura de que tu engaño sea mejor de lo que Cora le hizo a
Britney.
Pude ver cómo mis palabras le picaron al segundo que salieron de mi
boca. Aunque lamentaba decirlas, sólo decía la verdad.
—Supongo que he jodido las cosas con todo el mundo. Lo siento, Paige.
Sé que mereces algo mejor que esto, y estoy realmente arrepentido —dijo en
voz baja, tirando de mí en un abrazo, apoyando su cabeza en la mía. En ese
momento, supe que era el final de nosotros, y todo en mí se derrumbó. Dejé
que las lágrimas salieran, y disfruté de la sensación de estar en los brazos de
Travis. Sabía que iba a ser la última vez, y quería saborear el momento.
—Por favor, perdóname, Paige. Iré a solucionar esto ahora mismo. Le
diré toda la verdad, pero no te rindas con nosotros. —Su petición tiró de mi
corazón y por mucho que deseaba que las cosas fueran diferentes y que
pudiéramos estar juntos, no iba a permitirme ser la causante de más dolor de
una joven que ya había sufrido lo suficiente. Había visto la angustia en los ojos
de Britney cuando me contó su pasado, y sólo podía pensar cuánto podría
haber empeorado si hubiera sabido que el corazón de Corey le pertenecía a
alguien más. Aunque no conocía a Cora, y la odiaba por engañar a Travis (un
engaño que supongo fue por despecho), no sería quien la haría sufrir más.
—¿Y qué? ¿Romperle el corazón a Cora al segundo de que ha llegado?
¿Dejarla hecha pedazos después de lo mucho que ha pasado? ¡No! —grité—.
Sabes que no puedes hacer eso, la destrozarías. Está sensible, Travis, y tienes
que manejarlo con cuidado. Por desgracia, eso significa más mentiras, y no
puedo estar rodeada de más mentiras. Lo siento, tengo que irme.
Me aparté y me fui corriendo hacia mis amigos. No había tiempo para ir
a buscar a todos y despedirme. Necesitaba alejarme, rápido. No podía respirar
ni estar ahí por más tiempo, así que corrí directamente al coche de Tracy. Sin
decir una palabra, Tracy se deslizó en el asiento de atrás a mi lado mientras
que Tom y Jared se subían enfrente. Manejaron el coche sabiendo exactamente
lo que necesitaba y nos alejamos de Willow Falls. Tracy me mantuvo
consciente durante todo el viaje y me dejó llorar en sus brazos. Nadie dijo
nada, o trató de calmarme con pláticas banales, sólo manejaron y me
ofrecieron el silencioso consuelo que necesitaba.
Con cada milla que me separaba del campamento, la tristeza se hacía
más grande. Tenía el corazón roto; sabía que había dejado al amor de mi vida
180
atrás, y apestaba saber que era por las circunstancias de mierda de la vida.
Porque si Cora no hubiera sido violada, Travis habría roto con ella, y todo lo
que había pasado con nosotros hubiera sido increíble y honesto. Aún así, había
sido increíble, y por eso dolía tanto.
25
Traducido por Vani & aa.tesares
Corregido por Meliizza

—Muy bien, señorita —dijo Tracey, tirando de las mantas que tenía
sobre mí—. Tienes que salir de esta cama, y tengo la actividad perfecta para
que dejes de pensar en todo —dijo, y se sentó a mi lado en el colchón. 181

Había estado llorando y durmiendo durante dos días seguidos, ya que


todo dolía demasiado. No podría haber imaginado cómo se sentiría el
desamor, y ahora lo sabía de primera mano. Era la cosa más dolorosa que
había experimentado y lo único que quería hacer era quedarme en cama.
—Vamos a trabajar en el baile. Puedes enseñarle al grupo todos los
movimientos que se te ocurrieron y luego, tal vez, podamos terminarlos —dijo,
quitándose el pelo de los ojos—. Y no puedes decir que no, porque ya he
llamado a todos y nos reuniremos en el gimnasio en una hora. —Tracey se
había quedado en casa conmigo durante los últimos dos días, haciendo todo lo
posible para tratar de mantenerme alimentada y consolada. Me sabía mal que
todos sus esfuerzos hubiesen fracasado miserablemente, por lo que a
regañadientes, asentí, aceptando ir con ella.
—¡Oh, vaya! Pensé que iba a tener que llamar a Jared para sacar tu
trasero de aquí. El que vayas a venir voluntariamente es algo bueno. Ahora,
vamos a ducharte y alimentarte. —Sacó mi ropa y lo hizo casi todo por mí,
excepto bañarme. Con el agua caliente corriendo por mi cuerpo, sentí un poco
del dolor siendo borrado. Sabía que necesitaba unas vacaciones tanto mentales
como emocionales durante un par de horas, por lo que esto iba a ser realmente
bueno para mí. Cuando terminé, me vestí y busqué en mi bolso mi cuaderno
de baile. No había empacado nada, así que no sabía dónde se hallaba.
—¡Oye, Trace! —grité en dirección a la cocina.
—Sí, ¿qué pasa? —dijo, subiendo de nuevo las escaleras.
—¿Te acuerdas de dónde pusiste mi cuaderno de baile cuando
empacaste mis cosas? —pregunté, aún buscando sin éxito.
—No recuerdo haberlo embalado. Oh, espera, creo que lo vi en el
tablero de la casa rodante —dijo mientras recordaba salir sin él—. Tengo la
parte que me enviaste antes, así que podemos trabajar en eso hoy. ¿Por qué no
llamas a tu madre y le pides que te lo envíe por correo?
—Está bien —concordé—. En realidad, creo que sólo voy a enviarle un
mensaje. No quiero hablar con ella ahora —dije, bajando para buscar mi
teléfono. Tracey había estado en contacto con mis amigos y mantenido
vigilada todas mis llamadas telefónicas. Se negó a decirme de quiénes eran
algunas, por lo que sabía que ese alguien debía ser Travis. No las revisé en ese
momento, porque sólo trataba de superar todo esto, e iba bien hasta ahora.
Sólo tenía que enviarle un mensaje de texto a mi madre y luego irme.
Yo: ¡Hola, mamá! ¿Puedes enviarme mi cuaderno de baile? Lo dejé en
la mesa. Te quiero.
Me puse los zapatos y comí el pan que Tracey me había hecho mientras 182
esperaba que respondiera. Finalmente lo hizo y una vez que lo leí todo, me di
cuenta porque le había tomado tanto tiempo responder.
Mamá: Me debatí en llamar porque te conozco y sabía que no
contestarías el teléfono. Hablé con Lucille y dijo que Travis le contó todo.
Dijo que estuvo llorando y que esta era la primera vez que la había buscado
para pedirle un consejo sobre cómo hacer las cosas bien. Para que lo sepas, ya
no está con Coraline. También es muy lamentable la forma en que resultaron
las cosas y en gran medida todavía está enamorado de ti. Debes contestar sus
llamadas, cariño. Sé que no lo harás porque te sientes herida, pero creo que
ambos pueden superarlo. Te quiero y sí, voy a enviarte el cuaderno de baile.
Una vez más, las lágrimas picaban en mis ojos y cuando Tracey
preguntó qué decía, le pasé mi teléfono. Estuvimos calladas todo el camino
para encontrarnos con nuestros amigos, lo cual era bueno, porque lo único que
evitaba que me cayera por el precipicio era un pequeño hilo. Sólo tenía que ir
al gimnasio y ver las caras de mis amigos; esperaba que eso pudiese
adormecer el dolor.
La tarde pasó y aún tenía que pensar en Travis, y en mi corazón roto.
Todos trabajamos en la pista, consiguiendo aprendernos la primera mitad. Me
había memorizado un montón de la segunda parte, así que casi habíamos
conseguido terminar. Después de ocho horas, estaba físicamente agotada junto
con los demás. Tracey me hizo ir a comer con todo el mundo, lo cual era
bueno. Cuanto más tiempo me mantuviera ocupada, mejor me sentiría. Sin
embargo, se estaba haciendo demasiado tarde, y sabía que era hora de hacerle
frente a la inevitable soledad de esa oscura noche. Tracey me rogó para poder
quedarse conmigo, pero la convencí de que una vez que me dejara en mi casa,
era su obligación ir a ver a Tom y tener una noche libre. Aceptó de mala gana,
pero prometió que estaría de vuelta en la mañana. Me daba miedo el tiempo a
solas, pero sabía que a largo plazo, sería bueno para mí.
Cuando llegamos, vi que había un coche aparcado delante de mi casa.
Había oscurecido, así que no pude descifrar quién era hasta que estuvimos
más cerca, luego vi la puerta del Porsche negro abrirse y a Travis salir.
—¡Oh, mierda! —jadeó Tracey y puso su coche en el aparcamiento—.
Voy a deshacerme de él, quédate aquí, Paige. Yo me encargo de esto —ordenó,
saliendo del coche. Me encontraba en estado de shock, sin saber por qué había
venido, pero al mismo tiempo aliviada de verlo. Sabía que probablemente
estaba auto-infligiéndome tortura, pero abrí la puerta del coche y salí.
—Paige —dijo Travis, pasando a Tracey y parándose frente a mí.
Tropezó con la luz de seguridad mientras caminaba hacia mí, por lo que su
rostro se iluminó—.‖Yo… Eh…‖—Hizo una pausa. Sus ojos se encontraron con
los míos y nos quedamos mirándonos el uno al otro en silencio. No podía
183
apartar la mirada y encontré que mi cuerpo me atraía hacia él—. Tu madre dijo
que necesitabas esto —dijo, finalmente rompiendo el silencio y entregándome
la libreta de baile. Extendí la mano para tomarla y su mano rozó la mía. La
sensación corrió directamente a mi corazón, haciéndolo golpear en mi pecho.
—¡Gracias! —susurré, tomándola de su mano—. ¿Haz conducido siete
horas para darme esto? —pregunté. Abrí el cuaderno para mirar dentro de
modo que pudiese apartar la mirada de la suya.
—Sí, tu mamá dijo que la necesitabas de inmediato y realmente quería
verte. Incluso si sólo era por un momento —dijo en voz baja y su voz se apagó
cuando se dio la vuelta para ver a Tracey dándole una mirada llena de odio.
Cuando le di la vuelta a la parte posterior de la libreta, noté una
pequeña nota que se hallaba escondida dentro, la cual tenía la escritura de mi
madre.

¡Cariño!
Escúchalo. Lo jodieron realmente, pero en esta situación en particular, no fue
su culpa. Sigue mi consejo. Sólo tienes que hablar con él.
Te amo,
Mamá.

La nota de mi madre me dejó confundida. "En esta situación en


particular, no fue su culpa." Nadie más lo hizo mentirme a mí y a Cora, ¿cómo podía
ser culpa de alguien más? Gritó frustradamente mi mente. No sabía qué pensar
ni qué decir, así que me quedé allí de pie, mirando mi cuaderno sin decir una
palabra.
—Paige, esperaba a que pudiésemos hablar —dijo con dulzura y oí los
nervios en su voz.
—Travis, debes irte. No creo que haya nada más que decir; ya has hecho
suficiente daño —protestó Tracey, poniéndose en medio de los dos. En ese
momento, me invadió una emoción mucho más grande, una que nadie, ni
siquiera mi yo racional, podía apagar, por lo que caminé hacia Tracey.
—Está bien. ¿Por qué no entras, Travis? Tracey ya se iba. Tiene una cita
con Tom. —Tracey me miró y pude ver verdadera preocupación en sus ojos.
Sólo trataba de proteger mi corazón y se preocupaba por mí. Aunque me
gustaba mucho su lealtad, quería que se fuera.
—Tracey, voy a estar bien. Puedes irte, te llamaré si te necesito.
—Paige,‖no‖ quiero‖que… —Se detuvo, nos miró y luego se encogió de 184
hombros en señal de derrota—. Está bien. Llámame si me necesitas. Voy a
estar de regreso en la mañana. Pero vendré antes si así lo quieres. —Se volvió
para mirar a Travis y metió el dedo en su cara—. Si le haces daño, voy a venir
con Tom y Jared para patearte el culo. —Tracey se volvió y se dirigió a su
coche. Me saludó cuando salió de la calzada, y me quedé a solas con Travis.
—Vamos, entra, acabamos de regresar de la práctica de danza, así que
apesto —bromeé, tratando de aligerar el ambiente. Entré y encendí las luces
del vestíbulo, y luego me volví para ver a Travis.
—Paige, lo siento mucho. He estado tratando de llamarte, pero no has
contestado mis llamadas. Cuando tu mamá me preguntó si quería entregarte el
cuaderno, acepté pensando que podría ser mi única oportunidad de hablarte.
Así que, lo siento por simplemente aparecer en tu puerta. —Parecía que
hubiera estado llorado y me di cuenta de lo cansado que se veían sus ojos.

Se encontraban llenos de dolor y se me rompió el corazón al verlo de


esa manera.
—Está bien. Muchas gracias por traerla. Le dije a mamá que podría
traerla durante la noche, no tenía ni idea de que me la enviaría tan rápido —
dije, haciendo un nuevo intento de romper el hielo.
Travis se volvió y me agarró, tirándome en sus brazos. Me tomó por
sorpresa y no tuve tiempo para pensar. Sin registrar nada, mis brazos —o tal
vez mi corazón— actuaron por sí mismos, o tal vez a su propia manera, y le
devolví el abrazo.
—Te he echado de menos. No puedo vivir sin ti. No puedo hacer esto.
Me duele mucho. Paige, por favor, escúchame. —Asentí contra él. Nada en mí
quería dejarlo ir. Lo necesitaba tanto como él me necesitaba.
—Estoy escuchando —susurré. Se echó hacia atrás y me miró a los ojos.
—Paige, no debí haberte mentido. Debí haber sido honesto con Cora y
contigo. No puedo cambiar el pasado, pero puedo prometer que nunca voy a
mentirte otra vez. Por favor, dame otra oportunidad.
Por mucho que quería borrarlo todo y seguir adelante con Travis,
todavía me sentía avergonzada de haber sido en parte culpable de romperle el
corazón a otra chica. Cora había salido con él durante dos años y yo sólo lo
conocía desde hacía unas semanas. Como de choqueada y rota me sentí en los
últimos dos días, no podía imaginar lo que ella atravesaba, y ya tenía el alma
herida. La culpa que sentía era suficiente para retenerme y no dejarlo seguir
adelante.
—Lo siento, Travis. Te quiero mucho, pero no puedo estar contigo
sabiendo que hemos lastimado a Cora. —Sacudí la cabeza mientras las
185
lágrimas corrían por mi cara.
—Paige, no la lastimamos. Todo era una mentira —dijo Travis,
alcanzándome otra vez—. Ella mintió, Paige. Nunca fue violada.
Me sorprendí por lo que acababa de escuchar, pero no sabía si Travis
decía la verdad o si esta también era una mentira. —¿Qué quieres decir con
que mintió y que nunca fue violada? —pregunté, dando unos pasos hacia
atrás. Tenía que ganar un poco de espacio para poder procesar lo que me
decía.
—El tema salió después de que hablé con Ashley. Al parecer, Cora
quería decirme que me había engañado, pero cuando pensó que iba a romper
con ella en Navidad, se inventó la mentira. En su mente, fue en parte verdad,
porque había estado con otra persona. Me culpaba por su indiscreción, porque
la sacó de apuros para el baile de bienvenida.
—Espera, ¿qué? —grité, horrorizada por lo que escuchaba.
—Déjame retroceder —dijo, viendo la confusión en mi rostro—. Ashley
fue a hablar conmigo porque quería saber la verdad de por qué le había
mentido a todo el mundo, incluyéndola. Cuando le expliqué el por qué lo hice,
se sorprendió al saber que su prima fue violada, porque era la primera vez que
había escuchado algo al respecto. Luego hizo un comentario diciéndome que
ahora entendía por qué seguí con Cora después de que me hubiera engañado.
No sabía de qué demonios hablaba, porque Cora nunca me mencionó algo de
ello. —Podía escuchar el disgusto en su voz y era obvio que había hablado con
ella.
—Así que, Ashley y yo decidimos hacerle frente a Cora con el fin de
descubrir la verdad. Una vez que fue puesta en su lugar, lo dijo todo. Tenía
miedo de que Ashley fuera a decirles a sus padres acerca de la violación, por lo
que finalmente tuvo que decir la verdad. Por supuesto, le echó la culpa a todos
menos a ella, pero por lo menos, al fin me enteré de la verdad.
No sabía qué hacer con esta nueva información. Travis había mentido.
La verdad era que si Cora nunca le hubiese mentido, habría roto con ella y
nuestra relación habría comenzado bien. Sabía que sólo había mentido porque
realmente no quería dejar a Cora mientras ella no estuviera bien, pero al
mismo tiempo no podía negar o resistir lo que había entre nosotros. No se
podía negar lo que existía entre nosotros. Incluso con la ira que sentía, no
había podido olvidar la conexión que tuvimos.
—Paige, sé que mentir sobre Cora estuvo mal, pero aún así, me haré
responsable de mi propio engaño. No importa cuál sea, debí haber sido
honesto contigo. Debí haber tenido suficiente fe en ti, en nosotros y en el
destino, y haber sido honesto. Lo siento mucho, Paige.
En esa fracción de segundo, decidí‖que‖Cora,‖conocida‖como‖‚la‖perra‛,‖‖
186
había causado suficiente daño y no iba a permitirle quedarse con lo mejor de
Travis. Era un tipo increíble, uno que siempre trató de hacer lo correcto por
ella y lo único que hizo fue pisotear su corazón.
Bueno, a la mierda, pensé y me incliné hasta plantar un beso en sus
labios. Me agarró y abrazó con desesperación. Se sentía como si sus labios
estuvieran llenos de incredulidad, tratando de disfrutar cada segundo nuestro
beso. Su cálida lengua se deslizó contra la mía y sus labios se presionaron
suavemente a los míos, moviéndose sobre cada parte de mi boca.
—¡Dios, te amo, Paige! —susurró a través del beso. Me aparté y lo miré.
—También te amo, Travis, y sé que tienes un buen corazón y buenas
intenciones. Prométeme que nunca, jamás, me mentiras otra vez —declaré.
—Nunca más —prometió y comenzó a besarme con más intensidad.
—Necesito que hagas una cosa más por mí —dije, tirando de él.
—Lo que sea —respondió rápidamente y podía ver en sus ojos la
desesperación que sentía, buscando una forma de salvarse.
—Ven y dúchate conmigo.
Sin mirar atrás, me volví para subir las escaleras. Después de unos
segundos, probablemente de shock, Travis me siguió, cogiendo mis caderas
con sus manos y plantando besos en mi cuello todo el camino hasta el baño.
Una vez que encendí el interruptor de la luz, empecé a desvestirme. Esperaba
impaciente a que Travis hiciera lo mismo que yo, así que me quité la camisa
por la cabeza y la tiré al suelo. Travis me seguía con la mirada mientras me
quitaba las mallas y las dejaba caer al suelo con mis calcetines. Antes de ir más
lejos, me encontré frente a él y abrí la cremallera de sus pantalones. Una vez
que logré deshacer el botón, ellos también cayeron al suelo, uniéndose a mi
ropa en el montón. Se sacó la camisa por la cabeza y permaneció de pie allí, en
nada más que sus calzoncillos. Me volví para nivelar el agua en la ducha y
cuando me di la vuelta, Travis estaba desnudo.
Su pene se encontraba erecto y no podía dejar de admirar su longitud.
Nunca lo había visto a la luz y me encontré incapaz de apartar la mirada. Mi
cuerpo ardía por él. Quería tenerlo dentro de mí, pero iba a tener que esperar
hasta que los dos estuviésemos limpios. Quería lavar el sudor y la suciedad de
mi día y quería quitar todo el dolor y la mentira que había estado entre
nosotros.
Llevé las manos alrededor de mi espalda para desabrochar el sujetador
y deslizarlo por mis brazos, dejándolo caer al suelo. Luego, lentamente, me
deslicé fuera de mi ropa interior y se las arrojé a Travis con el pie. Él las tomó
en su mano y se mordió el labio inferior mientras miraba mi desnudez. Habían
187
pasado algunos días, pero mi vaso de Martini todavía estaba intacto. Le di un
pequeño guiño y luego volví para entrar en la ducha. Travis se hallaba justo
detrás de mí y lo sentí besando mi hombro y cuello, mientras su brazo rodeaba
mi cintura.
—Te amo, Paige —dijo. Me volví y una vez más, nuestras bocas se
aferraron con desesperación. Cada emoción vertiéndose en ese beso y era el
mejor beso que jamás había recibido.
—Me parece recordar que prometiste un lavado completo ahí abajo —
bromeé, moviendo las cejas—. Bueno, estoy lista para ser lavada —invité,
levantando los brazos en el aire, haciéndole saber que estaba ahí por el baño.
—Maldita sea, ¿cómo conseguí ser tan afortunado? Tengo la novia más
sexy del mundo rogándome para que la lave. De verdad, ¿esto es un sueño? —
preguntó, mirándome con asombro.
—No, porque ni siquiera voy a dejarte dormir esta noche —dije,
agarrándolo por el cuello y tirando de él hacia adelante para encontrarlo con
los labios. Travis se acercó para agarrar el gel de baño y poner un poco en sus
manos. Tan pronto como tuvo jabón en ellas, comenzó su lento, suave y
sensual masaje hacia abajo, empezando por mi cuello y brazos, sus manos
deslizándose por mi cuerpo con facilidad, su toque sintiéndose increíblemente
bien. La mirada en sus ojos reflejaba amor y lujuria, lo que hizo que mi cuerpo
ardiera más de lo que ya hacía. Cuando sus manos se deslizaron sobre mis
pechos y comenzó un lento movimiento de fricción sobre mis pezones, tiré la
cabeza hacia atrás y gemí. Se sentía tan bien, que me encontré presionando mis
pezones más fuerte contra sus palmas.
—Tus pechos son tan perfectos —susurró y pude oír el deseo en su
tono. Sus manos siguieron bajando por mi estómago y levanté la mirada. Se
detuvieron justo bajo mi vientre y lo vi admirando mi depilación de bikini.
—Me gusta esto —dijo mientras sus dedos recorrían la pequeña porción
de pelo que se encontraba en la parte superior entre mis piernas. Empujé mis
caderas hacia su toque, haciendo que sus dedos se deslizaran entre mis
pliegues.
—Joder, te sientes tan bien —gruñó mientras su cabeza se posaba en mi
frente. Sus dedos continuaron su ida y venida, explorando y frotando. Se
movían sobre mi alisada piel, lo que hizo que la fricción se acelerara. Entonces,
dos de sus dedos se deslizaron dentro de mí y grité de placer.
—Sí, no te detengas —rogué, con la esperanza de que continuara
empujándolos dentro de mí. Necesitaba ser llenada por él, pero quería esperar
hasta que estuviésemos en la cama para tenerlo completamente.
—Estás tan mojada y apretada, Paige —gruñó. 188
Sus labios bajaron para chupar mi pezón mientras sus dedos me
enviaban a una espiral sobre el borde. Grité su nombre cuando mi cuerpo
explotó y casi me derrumbé encima de él. Me agarró y levantó mientras me
recuperaba.
—Dios, eres tan sexy —susurró en mi oído, besándome el cuello y
mordiendo mi lóbulo. Mis ojos finalmente se abrieron para mirarlo. Era tan
hermoso, y sus ojos me miraban llenos de tanto amor y lujuria que hicieron
que mi corazón y centro quemaran por él.
—Ahora es mi turno —dije, sonriendo maliciosamente. Me miró
atentamente mientras me enjabonaba las manos y luego bajaba para comenzar
a acariciar su longitud. Sonidos escapaban desde la parte posterior de su
garganta mientras mis manos se movían de arriba abajo. Se deslizaban a su
alrededor por la destreza del jabón y agua, y me di cuenta de que le gustaba el
efecto.
—Maldita sea, Paige. Me vengo —gritó, agarrando mis caderas con
fuerza. Todo su cuerpo se estremeció cuando explotó en mis manos. Podía
sentir los latidos de su eje y no quería dejarlo ir. Mi cuerpo se encontraba listo
para él nuevamente, pero esta vez, lo necesitaba dentro de mí.
Rápidamente nos terminamos de enjuagar y luego salimos de la ducha.
Después de ponernos una toalla el uno al otro, nos dirigimos a la cama. Travis
se sentó en el borde y tiró de mí hacia adelante. Me besó sensualmente y luego
levantó la mirada.
—Gracias por darme otra oportunidad —dijo en voz baja y pude ver el
amor de su corazón irradiando a través de sus ojos.
—Siento que ella te engañara, Travis, y siento que las cosas comenzaran
como una mentira entre nosotros,‖pero‖la‖verdad‖es‖que… no me arrepiento de
nada de lo que pasó. Quiero que sepas que no tengo nada que lamentar. Te
amo, Travis, y soy toda tuya.
Fue como si mis palabras le hubieran aliviado el alma. Me agarró y tiró
a la cama, dejándome sobre mi espalda. Sus labios reclamaron los míos,
haciendo que una vez más el fuego estallara dentro de mí. Nuestros cuerpos
comenzaron a deslizarse juntos, nuestras lenguas imitando nuestros
movimientos.
—Travis, te necesito. No me hagas rogar en este momento, necesito
sentirte —gemí, moviendo las caderas hacia arriba, para que pudiera sentir su
piel entre mis piernas. Sin dudarlo, separó mis muslos y se asentó entre ellos.
—¿Estás tomando la píldora? —preguntó y su pregunta
momentáneamente me sacó de mi niebla sexual. 189
—Sí. Necesito sentirte‖y…
Justo mientras pronunciaba las palabras, se deslizó dentro de mí y sentí
el éxtasis de su duro pene llenándome por completo. —Paige, te sientes tan
bien —gimió mientras empujaba. Ambos encontramos rápidamente nuestro
ritmo, estocada tras estocada. Empujé mis caderas hacia delante, deseando
sentirlo más profundamente mientras mi cuerpo llegaba al clímax.
—Maldita sea, voy a correrme. ¿Ya casi llegas, nena? —Mientras
preguntaba, me sentí caer por el precipicio y grité del puro placer que explotó
profundamente dentro de mi cuerpo. Travis siguió mi ejemplo y sentí el calor
de su líquido derramarse en mí interior mientras gritaba mi nombre. En ese
momento, me sentí aliviada de que mis padres no estuviesen en casa,
porque definitivamente no nos habíamos controlado. Recuperando nuestro
aliento, nos tumbamos en silencio, sosteniéndonos el uno al otro.
Travis comenzó a depositar suaves besos a lo largo de mi clavícula y
cuello, y comencé a sentir de nuevo la necesidad de él. —Te amo, Paige —
susurró contra mi corazón antes de presionar un beso directamente en él. El
acto me hizo darme cuenta de que era mío, que quería marcarlo—. ¿Estás
cansada, cariño? ¿Quieres dormir? —preguntó, alzándome para mirarme a los
ojos.
—No estoy lista para dormir —dije—. Pero en este momento, quiero ir a
dar un paseo13. —Travis se despertó instantáneamente por mi petición, así que
me subí a horcajadas sobre sus caderas y le di un paseo salvaje.
Nos encontrábamos acostados en la cama, momentáneamente saciados,
con Travis deslizando su mano arriba abajo por mi brazo, cuando se puso de
costado frente a mí. —¿Puedo preguntarte algo y prometes no enojarte? —

13Frase de carácter sexual


pregunté, con la esperanza de que la pregunta que iba a plantearle no
arruinara su estado de ánimo.
—Por supuesto, cualquier cosa. Ya no mentiré; quiero que me preguntes
cualquier cosa —dijo y pude oír el dolor en su voz por mi incertidumbre.
—¿Es a causa de Cora que me rechazaste, cuando prácticamente me
lancé sobre ti? —Me avergonzaba recordar el rechazo que había sentido y mi
reacción cuando había ocurrido. Travis levantó mi barbilla y miró
directamente a mis ojos.
—Fue porque quería tenerte cuando fuese honesto. Me tomó toda la
fuerza de voluntad que tenía no llevarte a la sala de maquillaje y hacerte el
amor en ese mismo momento. En realidad, me tomó todo lo que tenía alejarme
de ti ese día en mi casa, cuando te ofreciste a ducharte conmigo. Digamos que 190
agradezco la ducha fría que tomé, a pesar de que casi no funcionó. —Se rió de
su observación, causándome risa—. Sin embargo, quería que nosotros
estuviésemos bien. Quería esperar hasta que hubiese roto con Cora y hacer por
lo menos esa parte bien —dijo.
Su respuesta llenó algunos de los agujeros que aún quedaban en mi
corazón, recordando esos momentos. Al menos sabía que no era porque no me
deseara, que no era por el bien de Cora, sino el mío. Con esa parte podía vivir.
—Entonces, ¿es por eso que mantuviste nuestra relación en secreto? ¿Así Cora
no se enteraría?
—Paige, casi rompí con ella por teléfono, simplemente porque no podía
mentir más. Pero cuando levanté el teléfono para llamarla, sentí que era un
error hacerlo así; fue cuando todavía creía en su mentira. Pero a medida que
las cosas entre nosotros continuaron construyéndose, se hizo más y más difícil
contenerme de hacerlo. Y después, me enteré de que iba a venir a la ciudad. En
realidad, me estaba preparando para decirle la verdad sobre todo justo antes
de que mi padre llegara esa mañana. No podía soportar más las mentiras, y
mientras tratabas de convencerme de que nunca me engañarías con Jared o
cualquier otra persona, yo te acusaba de lo que yo era culpable. Me sentía
como un hijo de puta, a pesar de que mis razones para hacerlo no podían
mantener más la mentira. Pero antes de que tuviese la oportunidad, mi padre
me ganó la mano —dijo y pude regresar el dolor regresar a sus ojos al
recordar ese momento.
—Pensé que te estabas preparando para romper conmigo. Sabía que
algo terrible iba a suceder —admití, tratando de ser abierta y honesta con él.
—No, iba a suplicarte y rogar por tu perdón.
—Hmm, ¿así es como luces arrastrándote? —pregunté en broma,
tratando de cambiar su estado de ánimo.
—Bueno, es algo así como esto —dijo mientras besaba todo el camino
desde mi hombro hasta un lado de mi boca—. Y un poco como esto —dijo
mientras besaba un lado de mi oreja, donde mordisqueó suavemente mi
lóbulo, enviando un hormigueo a la zona entre mis piernas—.‖Y… —Su voz se
fue apagando, mientras depositaba besos por mi cuello, por encima de mi
pecho izquierdo, entre mi escote, a través de mi estómago y todo el camino
hasta mi clítoris. Se detuvo y luego me miró a los ojos y dijo—: Y se ve un poco
como esto.
Su boca reclamó al instante mi clítoris y lo chupó entre sus labios. La
sensación hizo que mis caderas se arquearan fuera de la cama, haciendo que
me agarrase y me sujetase contra la cama. No le tomó mucho chupar y lamer
antes de que explotara. A medida que mi respiración se calmaba, finalmente
reuní mi respuesta. —Si sigues así, estás definitivamente perdonado. O tal vez 191
no debería perdonarte, así tendrás que seguir arrastrándote.
Se rió contra mi piel y luego se acostó a mi lado sobre la almohada. —En
realidad, puede que desees invertir en un cinturón de castidad, porque ahora
que he probado tal perfección, nunca voy a tener suficiente. —Apenas podía
controlar mi risa mientras envolvía sus brazos a mí alrededor. Mi cuerpo se
sentía tan cansado debido al drenaje emocional de los últimos días, el día lleno
de baile y todo el sexo increíble, que ya no podía mantener los ojos abiertos—.
Te amo, Paige. —Fueron las últimas palabras que escuché mientras me
quedaba dormida, sintiéndome completamente enamorada y feliz.
26
Traducido por Juli
Corregido por Melii

Me desperté con el sonido de Travis riendo. No venía de mi habitación,


sino desde abajo. No estaba segura de sí el televisor estaba encendido, o si él
había encontrado algo divertido, pero sabía que me hallaba sola en mi cama. 192
La realización trajo un pequeño puchero a mi cara, pero luego vi que el reloj
marcaba las 12:32. —Guau, debo haber estado muy cansada. Ya es pasado el
mediodía —dije, estirándome como un gato contra las sábanas. Me sentía un
poco decepcionada por no despertar en los brazos de Travis, pero esperaba
que se hubiera despertado hace un rato y probablemente hubiese ido a buscar
algo de comida. Me levanté de golpe, y limpiándome rápidamente, agarré una
camiseta sin mangas y me puse algo de ropa interior de encaje rosa que saqué
del cajón. Prescindí del sujetador y los pantalones cortos, porque esperaba que
mi desayuno, y el almuerzo para el caso, no constaran de comida.
Bajé por las escaleras, y ya había doblado la esquina en la cocina cuando
me di cuenta que Travis no se encontraba solo. —¡Buenos días, cariño, o
debería decir buenas tardes! —dijo, inmediatamente notando mi atuendo
mientras sus ojos pasaban de arriba abajo por mi cuerpo. Tan pronto como
llegó a mis pezones, los cuales estaban asomándose a través de mi camiseta, se
mordió el labio y pude leer sus lujuriosos pensamientos.
Yo, por otro lado, estaba volviéndome loca allí de pie, como un ciervo
ante los faros en nada más que una camiseta y bragas de encaje, mientras que
Jared, Tom y Tracey me miraban desde la mesa de la cocina. —Disculpen —
logré decir por fin, y salí corriendo de la habitación para regresar a mi
dormitorio. Rápidamente me apresuré a ponerme algo decente, una ropa más
apropiada.
Hubo un golpe en la puerta, y luego oí la voz de Tracey. —Paige, ¿estás
vestida? ¿Puedo pasar?
—¡Sí! Estoy decentemente horrorizada por haber hecho mi gran
aparición delante de todos —le dije, rodando los ojos.
—Sí, lo siento —dijo, riendo a mi costa—. Quería asegurarme de que
estabas bien, y traje refuerzos conmigo por si acaso Travis hubiera decidido
llevar a cabo un campamento en el patio delantero y se negara a irse, pero
supongo que no quieres que se vaya.
—No. No quiero.
La miré debajo de mis pestañas y me preparé para su reacción. Me
sentía nerviosa sobre lo que podría pensar, y que estaría decepcionada de mí
por perdonarlo tan fácilmente. —Trace,‖él…
—Lo sé —me dijo, interrumpiéndome—. Nos dijo lo que pasó. Es una
mierda que todo haya tenido que pasar de la manera que ocurrió. Esa chica,
Cora, es una verdadera perra.
—¿Así que le creíste? —le pregunté, a sabiendas de que buscaba su
aprobación.
193
—Sí —dijo tranquilizadoramente y asintió para reiterar—. Ashley te
había enviado un mensaje de texto hace un par de días, diciendo que hablaras
con él porque Cora mintió. No sabía lo que significaba, y ese momento fue uno
de los pocos en que te habías quedado dormida y no estabas llorando, así que
no te desperté para decirte. Luego me olvidé del asunto. Ahora todo tiene
sentido. —Tracey llenó el último hueco que quedaba en mi corazón y ya no
había duda en mi mente que quería estar con Travis.
—Escucha, Paige, creo que Travis es un buen tipo, así que lo único que
puedo decir es que sigas a tu corazón. No creo que alguna vez te habría
dañado si no fuera un gran tipo, tan irónico como pueda sonar. Ahora, Jared,
por el contrario, probablemente va a ofrecerte diferentes consejos, sobre todo
después de verte entrando en la cocina en apenas esas pequeñas bragas esta
mañana. No creo que vaya a sobreponerse de esa imagen en tal corto plazo —
bromeó—. Sólo espero poder borrarlo fácilmente de la memoria de Tom —se
rió.
—¡Gracias, Trace! —dije, extendiendo los brazos para darle un abrazo—
. Gracias por estar ahí para mí durante estos dos últimos días. No sé qué
hubiera hecho sin ti. Y gracias por aprobar a mi novio. —Realmente apreciaba
tener una gran amiga y quería que ella lo supiera. Significó mucho para mí
tenerla a mi lado cuando estaba tan dolida, y sabía que no importaba lo que el
futuro me deparara, siempre la tendría.
—Sí, bueno, ¿por qué no lo aprobaría? Ahora entiendo perfectamente
por qué te enamoraste de la forma en que lo hiciste. Su trasero es
extremadamente atractivo —dijo—. ¡Sobre todo desnudo! —Su burlona risita
me dejó en claro el hecho de que debía de haber entrado en la sala esta mañana
para encontrarnos desnudos en la cama, juntos.
—Por lo tanto, ¿todos consiguieron un buen vistazo o sólo tú? —le
pregunté, negando con la cabeza.
—Sólo yo. Los chicos se quedaron abajo. Cuando abrí la puerta, Travis
se despertó, y luego vino a hablar con nosotros. Pero no antes de que
consiguiera un buen vistazo de él —añadió, y el tono de su voz subió unas
cuantas octavas.
—Bueno, bajemos, para que todos puedan irse y yo pueda tener otro
vistazo de él. —Moví las cejas y ella entendió mi insinuación.
—Está bien, déjame ir reunir a las tropas para que todos puedan tener
su diversión. Pero, espera, ¿vas a quedarte en la ciudad, o vas a regresar a
Willow Falls?
No había pensado en ello todavía, pero al saber que iba a compartir
habitación con Tracey el próximo año, pensé que era justo que mis padres me
tuvieran por el próximo mes. —Voy a pedirle a Travis que me lleve de vuelta. 194
Además, tengo que enseñarle a Ashley y a Britney el baile, así pueden
presentarse con nosotros. —Tracey parecía un poco desanimada por mi
respuesta, pero entonces sus ojos se iluminaron cuando una idea le vino a la
mente.
—Bueno, tal vez pueda hacer que Tom me lleve y vaya a visitarte de
nuevo en un par de semanas. Apuesto a que Jared incluso podría querer unirse
a nosotros para ver a Britney de nuevo —añadió, y la sonrisa volvió a su
rostro.
—¡Suena genial! Me encantaría que todos pasáramos tiempo juntos.
Caminamos de regreso a la cocina, pero esta vez llevaba sujetador y
pantalones cortos y me sentí un poco menos expuesta. Los chicos se
encontraban sentados alrededor de la mesa, comiendo bocadillos y hablando
de coches. Era muy agradable ver a mis amigos llevarse bien con Travis, y ver
lo bien que él encajaba con ellos. Todos nos miraron cuando oyeron nuestro
regreso, y Travis me guiñó un ojo cuando llegué a su lado. Me llevó a su
regazo y me besó en el cuello.
—Me gustaba mucho más lo que tenías antes —me susurró al oído y sus
palabras enviaron un escalofrío directamente a la zona entre mis piernas. Noté
a Jared rascarse el cabello con los dedos y mirar hacia otro lado.
—Bueno, chicos, creo que es el momento de irnos. Paige va a regresar a
Vermont con Travis, pero le dije que tal vez iríamos a verla de nuevo.
Travis y yo no habíamos hablado de eso todavía, pero podía ver la
emoción en sus ojos cuando se enteró de que iba a regresar con él.
—Definitivamente, no hay nada que hacer por aquí. Además, no he
podido despedirme de Britney. —Mientras Jared hablaba, me di cuenta de que
el amor platónico que sentía por Britney todavía estaba allí y me sentí aliviada
de que la predicción de Tracey fuese verdadera.
—Voy a ir a donde sea que esta hermosa chica quiere que la lleve —dijo
Tom, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Tracey y apretándola
con fuerza.
—Bueno, entonces, te veremos pronto —dijo Tracey.
—Así que, ¿vas a volver conmigo? —preguntó Travis mientras cerraba
la puerta detrás de mí, después de haberme despedido de mis amigos.
—Sí —dije, inclinándome contra ella.
—¿Eso significa que te quedarás conmigo en mi carpa? —preguntó
mientras se paraba justo en frente de mí, así nuestros cuerpos se encontraban a
unos cuantos centímetros de distancia. Cuando el calor se reunió entre mis
piernas, y un suspiro se me escapó, me encontré sacudiendo la cabeza.
195
—¿No, no vas a quedarte conmigo? —preguntó, luciendo ligeramente
herido por mi respuesta. Extendí la mano y lo acerqué por sus pantalones;
luego moví mis labios para que se cernieran por encima de los suyos.
—Quiero quedarme en la habitación del besuqueo contigo —le susurré
y el cálido aliento de nuestras bocas se mezclaron, antes de que él cerrara la
distancia y me reclamara con la lengua.
Travis me levantó del suelo y envolví las piernas alrededor de su
cintura. La siguiente cosa que supe era me llevaba hacia la cocina,
colocándome en el mostrador. —¿Qué estás haciendo? —cuestioné,
preguntándome por qué no me había llevado hasta la cama.
—Estoy comiendo el postre —gruñó, y antes de darme cuenta, mis
pantalones cortos y bragas estaban en el suelo y Travis me devoraba con su
boca.
—Sí…‖Oh,‖Travis…‖Ahí mismo, no te detengas —grité cuando encontró
el lugar perfecto, preparándome para la erupción. Grité cuando me vine, y él
redujo suavemente la velocidad de su lengua hasta detenerse, dándome unos
cuantos besos antes de levantarse de nuevo.
—Maldita sea, sabes tan bien.
Su voz sonaba cruda, y la mirada en sus ojos me dejó queriendo más.
Desabroché su pantalón y luego envolví mis brazos alrededor de su cuello,
acercándome a él así podía deslizarse en mi interior. El placer que sentí
cuando entró en mí era demasiado para asimilar. No podía levantar la cabeza,
así que la dejé caer hacia atrás mientras me llevaba al éxtasis. Los fuegos
artificiales estallaron de nuevo, y ambos nos aferramos el uno al otro mientras
sucumbíamos al orgasmo más poderoso que cualquiera de nosotros había
tenido. Pasamos el resto del día en la cama, en el sofá, en el baño, y en el suelo,
en los brazos del otro, riendo, hablando y haciendo el amor. ¡Era perfecto!
Epílogo
Seis meses después…
Traducido por dana.kirei7
Corregido por Vanessa VR
196

Nochebuena
—¡Feliz cumpleaños, cariño! Me han enviado aquí para despertarte —
dijo Travis mientras subía a la cama conmigo. Estaba vestido y listo para el día.
Aunque habíamos pasado la noche juntos, Travis se había escabullido
temprano para guardar apariencias delante de nuestros padres. Estaba
tratando de mostrarle a mi padre algo de respeto, aunque estaba segura que
mi padre ya asumía que Travis dormía en mi casa en la ciudad, lo que hacía
casi todas las noches. Pero mientras nuestras familias se hallaban juntas en la
casa de sus padres por las fiestas, habíamos acordado actuar decentemente en
público. Afortunadamente, la casa de Travis tenía un montón de lugares a los
que podíamos escabullirnos en la noche, donde podíamos ser completamente
indecentes.
—Así que, ¿puedo darte uno de tus regalos de cumpleaños ahora? —
preguntó, apegándose a mí y besando mi cuello.
—¿Hay más de uno? —pregunté, acurrucándome en su abrazo.
—Bueno, hay uno que quiero darte ahora, el cual puedes abrir —dijo,
besándome ligeramente alrededor del hombro—. Luego, hay uno que requiere
que te lleve a otro lugar. —Continuó besando mi espalda y cuello—. Y luego,
hay uno que quiero darte que tendrá que esperar hasta que nuestros padres
estén fuera para su caminata nocturna, porque estoy bastante seguro que ese
va a tenerte gritando. —Susurró el final en mi oído, mientras mordisqueaba mi
lóbulo suavemente—. Al menos eso espero. —Sonrió contra mi piel, dándome
escalofríos.
Travis siempre sabía qué hacer para hacer que mi cuerpo se encendiera,
y tendía a no controlar en lo absoluto mis gritos sexuales. La anticipación de lo
que planeaba hacerme más tarde ya tenía mi interior suplicando. —No quiero
esperar —dije, volviendo mi rostro hacia él—. Te quiero ahora, bebé —
ronroneé, estirándome para tocarlo a través de los vaqueros.
—No —dijo, sacudiendo la cabeza y deteniendo mi mano—. Buenas
cosas vienen para aquellos que esperan. Y me refiero a que vienen duro para
aquellos que esperan. —Hormigueos vibraron con sus palabras, y tuve que
controlarme.
—¡Bien! —resoplé.
Travis sonrió ante mi respuesta, luego metió una mano dentro de su
bolsillo y sacó una pequeña caja azul de joyería que colocó en la palma de mi
mano. Mi corazón se agitó durante un minuto, pero él sabía que quería salvar
a mi padre de la agonía de saber que su hija estaba comprometida a los
diecinueve, así que estaba bastante segura de que era seguro abrirlo. Cuando 197
miré dentro y vi el pequeño y hermoso dije, las lágrimas llenaron mis ojos. Era
un tazón de sopa con una pequeña cuchara dentro.
Lo levanté para admirarlo, y luego me volteé hacia Travis. —¡Gracias,
cariño! Me encanta —dije, sintiendo las lágrimas derramándose por mis
mejillas.
—El día que hicimos los tazones juntos, fue el día que me dije que
estaba enamorado de ti. Desde ahora en adelante, mi cumpleaños siempre
significará mucho más. Grabé la fecha en la parte inferior, mira —dijo,
volteándolo para mostrarme el reverso.
Lo admiré y entonces me incliné para besarlo. —Es perfecto. Gracias,
Travis. ¡Te amo tanto!
—¡Yo también te amo! —dijo, besándome nuevamente de forma
minuciosa—. Ahora, necesitas alistarte, cumpleañera, para tu gran día.
Nuestras madres han preparado un desayuno especial para ti y luego
saldremos para el presente número dos —dijo, dándome una sexy sonrisa.
—Está bien, déjame tomar una ducha y luego me reuniré con todos
abajo —dije, saliendo de la cama.
La mirada en los ojos de Travis era una que reconocía. Lujuria. —
Maldición, ¿sabes cuánto deseaba bañarme contigo ese primer día que
estuvimos aquí? —dijo, negando con la cabeza ante el recuerdo.
—¡Tal vez más tarde, cariño! En este momento, necesitas ir abajo y
entretener a nuestras madres —bromeé. Entonces me quité la ropa justo
delante de él y me giré para caminar hacia el baño. Su expresión deseosa se
reflejó en el espejo y sonreí mientras entraba en la ducha.
Desafortunadamente, Travis realmente necesitaba ir abajo antes de que
nuestros padres comenzaran a cuestionarse qué sucedía, así que me sentía
agradecida porque se haya comportado y dejara la habitación.
Me puse unas mallas negras, con mis botas de piel del mismo color
hasta la rodilla, y una camiseta blanca, la que me puse bajo un largo suéter gris
que dejaba los hombros al descubierto. Una vez que mi maquillaje y accesorios
se hallaban todos en su lugar, bajé las escaleras. Travis salió disparado del sofá
en la sala de estar tan pronto como me vio y se acercó a mi lado. —¿Cómo se
supone que voy a pasar el día cuando esos pantalones están abrasando tu
perfectamente redondeado trasero tan apretadamente? —dijo, aferrándose a
mis nalgas con las manos.
—Sólo recuerda tus famosas palabras: ‚Buenas‖ cosas‖ vienen para
aquellos‖ que‖ esperan‛.‖ —No pude evitar soltar una carcajada, porque había
escogido ese atuendo para torturarlo todo el día.
—No juegas justo —gruñó, levantándome del suelo y lanzándome sobre
198
su hombro.
—¡Travis! —chillé juguetonamente—. ¡Bájame!
—No hasta que te de tus diecinueve nalgadas —bromeó, golpeando mi
trasero mientras me cargaba por el pasillo hacia la cocina.
Chillé todo el camino mientras me azotaba juguetonamente cada lado.
Entonces, justo antes de que entráramos a la cocina, me puso en el suelo y me
clavó contra la pared. Antes de que tuviera oportunidad de reaccionar o decir
algo, me besó. Me dejó sin aliento y mis mejillas, junto con el resto de mí,
fuimos bañados en calor. —¡Feliz cumpleaños, chica sexy! Las verdaderas
nalgadas vendrán más tarde —me susurró al oído y luego se volvió para
entrar a la cocina. Me calmé rápidamente y entré detrás de él.
Mi madre y Lucille se encontraban sentadas alrededor de la mesa de la
cocina, riéndose disimuladamente mientras Travis llevaba una expresión
divertida, sirviéndose una taza de café.
—¡Feliz cumpleaños, cariño! —soltó mi madre inmediatamente,
poniéndose de pie para darme un abrazo.
—¡Feliz cumpleaños, Paige! —Lucille se levantó para hacer lo mismo.
—¡Gracias a ambas! —respondí y luego miré por encima para ver la
deliciosa variedad puesta sobre la barra—. Guau, ¿ustedes dos hicieron todo
esto?
—Lucille hizo de chef, y digamos que yo fui más como una asistente —
admitió mi madre—. ¡Pero estoy aprendiendo!
—¡Bueno, gracias a las dos! Se ve delicioso —alabé—. ¿Dónde están
Barney y papá? ¿Van a venir? —inquirí, preguntándome si deberíamos
esperar.
—No, ellos ya comieron. Barney lo llamaron de emergencia, así que tu
padre fue con él —exclamó Lucille.
—Lo siento, cariño. Tu padre no quería que te molestases, pero quería
asegurarse de que Barney fuera capaz de volver a casa y pasar el resto del día
con nosotros así que le ofreció su ayuda —dijo mi madre.
—No hay problema. De todas formas, Travis quiere llevarme a un sitio
después de desayunar —repliqué.
—¡Oh, ¿en serio?! —dijo Lucille y nuestras madres se miraron una a la
otra y rieron.
—No te hagas ilusiones, mamá. Tienes un par de años antes de que
necesites comenzar a planear nuestra boda —dijo Travis, tratando de dispersar
las especulaciones de compromiso de su madre. 199

—No te preocupes, cariño, Maxine y yo ya lo tenemos todo planeado —


bromeó.
—¡No lo dudo! —dijo, sonriendo y sacudiendo su cabeza. No pude
evitar sonreír. Era increíble saber lo cómodo que se sentía Travis hablando de
nuestro futuro y sus sentimientos por mí. Definitivamente no lo escondía de
nadie ahora.
Después del desayuno, me levanté para lavar mi plato, pero Travis me
lo quitó de la mano. Luego procedió a limpiar la mesa y ayudó a recoger la
comida. Amaba el hecho de que fuera tan caballeroso.
—Así que, ¿a dónde van? —preguntó Lucille.
—¡No! No voy a decírtelo, mamá. Es una sorpresa —dijo Travis con una
pequeña y astuta sonrisa en el rostro. Pensé que quizás iba a llegar al lugar de
cerámica para recrear el día en que nos enamoramos. Sonreí ante la
posibilidad, y me recordé que no importaba qué, necesitaba actuar
sorprendida.
Conducimos por Burlington y Travis se estacionó en uno de los lados de
la calle. Reconocí el área, y supe que el viejo edificio de la fábrica estaba cerca.
Creo que estaba en lo correcto, pensé mientras Travis me ayudaba a bajar del
coche. —¿Estas lista para tu regalo número dos? —me preguntó, clavándome
al auto y devorando mis labios.
—¡Si siques así, entonces voy a demandarte el regalo número tres
primero! —bromeé.
—Lo siento, eres demasiado irresistible, pero ya que es Nochebuena, el
lugar cerrará temprano, así que tenemos que apegarnos al plan —dijo.
—Está bien. —Le di un disimulado puchero y luego lo dejé tomar mi
mano y guiarme.
Cuando llegamos frente a la tienda de tatuajes, me pregunté si
habíamos tomado un atajo para que Travis pudiera parar y desearle a Tye una
feliz navidad. Entonces Travis dijo—: ¡Aquí estamos!
Una bola de nervios llenó mi estómago porque no había forma de que
fuera a hacerme otro tatuaje, si ese se suponía que sería mi segundo regalo. Así
que, traté de encontrar rápidamente la manera de terminar con esto sin herir
los sentimientos de Travis.
—En…‖ ¡Cariño! No esperas que me tatúe tu nombre en el trasero,
¿verdad? —bromeé, tratando duramente de aplacar mi nerviosismo.
—¡No!‖Aunque…‖—Hizo una pausa, haciendo que mi rostro palideciera
instantáneamente por el miedo—. ¡Relájate, cariño! Sólo bromeaba. Estamos
aquí porque sé qué quiero de tatuaje —dijo, abriendo la puerta para nosotros. 200
Una vez dentro, me volví hacia él. —No vas a tatuarte mi nombre en el
trasero, ¿verdad?
Travis soltó una fuerte carcajada ante mi comentario y luego negó con la
cabeza.
—Si fuera a marcar cualquier parte con tu nombre, sería esto —susurró,
tomando mi mano y poniéndola en el frente de sus pantalones. Lo sentí duro y
listo para mí, y me estremecí ante el descubrimiento—. Te pertenece —gruñó
en mi oído y luego besó el dulce punto debajo—. Pero no, hoy tengo algo más
en mente.
—¡Hola, Trav! —La voz de un hombre nos sacó de nuestra pequeña
niebla sexual.
—¡Hola, Matt! ¿Cómo va todo? —respondió Travis, chocando los puños
con el tipo—. Esta es Paige, Paige este es Matt. Él trabaja con Tye —dijo Travis,
haciendo las presentaciones.
Matt era alto, con un cuerpazo y cubierto con tatuajes justo como Tye.
Dije‖‚Hola” dulcemente, y sacudí la mano de Matt.
—¡Guau! Viejo, tendré que convencer a Tye de que necesitamos
comenzar a buscar nuestro próximo local en Nueva York si todas las chicas
son así de hermosas. —El comentario de Matt era dulce y, por supuesto, me
hizo sonrojar en el acto.
—No sé cómo son las otras, porque estoy bastante cegado por mi chica
—dijo Travis, dándome un guiño—. Así que, ¿están buscando abrir una
segunda tienda? —preguntó, regresando su atención a Matt.
—Podríamos necesitar un nuevo sitio. Es una larga historia. Tye no sabe
qué va a hacer su padre ahora, así que está manteniendo sus opciones abiertas.
—exclamó Matt.
—¿Qué? ¿Qué sucedió? —preguntó Travis, sonando preocupado. No
sabía los detalles, pero parecía que algo iba mal, o que al menos había más de
la historia.
—Está en la parte trasera. Dejaré que te lo cuente todo. ¡Familia de
mierda! —explicó Matt sin divulgar lo que parecían ser los negocios
personales de Tye delante de mí, una completa extraña.
—¡Lo entiendo! —dijo Travis, asintiendo con aceptación.
—Le haré saber que estas aquí —dijo Matt, luego dio media vuelta y
caminó por el pasillo hacia la parte trasera.
No quería curiosear sobre el asunto de Tye porque no era nada de mi
incumbencia, así que evité el tema y le pregunté a Travis sobre su tatuaje. —
Así que, ¿qué te vas a hacer? 201

Travis se volvió y su rostro cambió de uno preocupado a uno lleno de


amor. —Bueno —dijo, tomando mi mano—. Por tu cumpleaños, quería darte
mi corazón. Ya lo tienes, pero quería que supieras que es tuyo para siempre.
Así que, voy a hacerme el símbolo chino de la inspiración justo aquí. —Tomó
mi mano y la colocó sobre su corazón—. Paige, tú me has inspirado para amar
completamente y cada día, me inspiras a ser un mejor hombre, y siempre
tendrás mi corazón.
Sentí mi corazón chocar contra mi caja torácica. Era el gesto más
increíble que hubiera imaginado que alguien haría por mí; significaba más
para mí que lo que un anillo de diamantes podría alguna vez hacerlo. —Travis
—tartamudeé a través de la emoción que me embargaba—. Este es el regalo
más increíble que alguien podría darme. ¡Gracias! Espero que sepas que eres el
único dueño de mi corazón, por siempre. —Las lágrimas se deslizaron por mis
mejillas una vez más y me incliné para besarlo.
—Muy bien, ya te he hecho llorar dos veces hoy. Espero que por lo
único que llores con mi tercer regalo sea el placer —dijo, sonriendo
ampliamente e iluminando mi ánimo.
—No puedo esperar —ronroneé y le di un guiño.
Mientras limpiaba mis lágrimas y me recuperaba, un fuerte grito vino
de la parte trasera, sobresaltándonos completamente —¡Joder! —Tye se acercó
tempestuosamente por el pasillo y la mirada en su rostro era una mezcla entre
dolor y rabia.
—Hombre, ¿estás bien? —preguntó Travis, parándose delante mío y
tomando una postura defensiva.
—Sí, maldición. ¡Lo siento! Sólo necesito lidiar con un par de mierdas
ahora mismo. Escucha, Matt va a encargarse de ti. Tengo que correr, pero si
estás en el pueblo por un par de días, quizás podríamos reunirnos —dijo Tye,
dándole a Travis una mirada.
—Sí, estaré aquí por una semana. Llámame. Sabes que estoy aquí para ti
hombre —dijo Travis y Tye asintió con apreciación.
Tye sacó su chaqueta negra de piel del gancho, y justo antes de salir, se
giró. —¡Oye, Trav! Si escuchas de Britney, asegúrate de que esté bien.
—Lo haré —respondió Travis, pareciendo confundido ante la petición.
Y con esas palabras, Tye se fue.
—¿Qué significa eso? ¿Britney está bien? ¿Britney y Tye son amigos?
¿Por qué diría eso? —pregunté, completamente alarmada por su comentario—.
Ahora que lo pienso, no he sabido nada de ella desde que se fue a casa para
las vacaciones de invierno. Quizá debería llamarla —dije y mi voz reflejaba 202
preocupación por mi amiga. No sabía qué quería decir Tye o con qué estaba
lidiando Britney en ese momento, así que necesitaba averiguarlo.
—No lo sé. Tye es amigo cercano de Corey, pero aparte de eso, no sé
porque estaría preguntando por Brit. Tal vez sucede algo con Corey. —Travis
se encogió de hombros, tan desconcertado como yo—. ¿Por qué no la llamas?
—sugirió.
—Sí, la llamaré ahora. —Marqué el número de Britney, pero no había
respuesta. Así que, decidí enviarle un mensaje sólo en caso de que estuviera en
un lugar donde no pudiera charlar.
Yo: ¡Hola Brit! ¿Estás bien?
Miré fijamente mi teléfono, esperando por una respuesta. Ahora que lo
pensaba, de todos mis amigos, era la única que no me había llamado o enviado
mensaje por mi cumpleaños. Nos habíamos convertido en buenas amigas, así
que me preocupé al pensar en que algo pudiera estar mal. A principios del
otoño, sus padres le habían dicho que se iban a divorciar, así que me pregunté
si tenía algo que ver con eso. —Realmente espero que esté bien —dije
suavemente mientras continuaba esperando por una respuesta.
Travis apretó mis brazos, tratando de aliviar mi preocupación. —Estoy
seguro de que está bien. No te preocupes, nos pondremos en contacto con ella,
incluso si tenemos que conducir para allá y comprobarlo —dijo Travis.
Siempre era tan dulce; su tranquilidad hizo que mi estómago se calmara.
—¡Muy bien, hombre, la habitación está lista para ti! —anunció Matt.
Los dos nos pusimos de pie y lo seguimos hacia la parte trasera. Me
senté en la silla junto a donde Travis se hallaba mientras él y Matt discutían el
tatuaje y la localización exacta para ponerlo. Mientras permanecía allí,
comencé a sentirme nerviosa por él. Aunque Travis había pasado por esto en
varias ocasiones antes, no quería ver a mi bebé siendo lastimado.
Travis sostuvo mi mano mientras la aguja comenzaba a zumbar. Supe
que estaba aferrándose a mí más por mi bien que por el suyo, pero me gustaba
ser capaz de estar allí para él. Sin embargo, parecía doloroso, por lo que me
encontré apartando la mirada y admirando todo el trabajo colgado en las
paredes. —¡Guau! Qué asombrosos. Son como hermosas pinturas que deberían
estar en un museo —dije, completamente impresionada por ellos.
—Sí, Tye hizo todos esos. Definitivamente tiene talento, eso es seguro —
compartió Matt.
—¿En serio? ¿Él dibujo todos esos? Increíble. —Me puse de pie para
mirar más de cerca algunos. Habían una red de flores tan hermosa que si fuera
lo suficientemente valiente, habría considerado tenerla tatuada en mi cuerpo—
. Me encanta —dije, admirándola de cerca.
203
—Sí, esa la hizo hace un año. Tye no deja que nadie la tenga. Dice que es
para‖ ‚alguien,‖ y‖ sólo‖ alguien‛‖ —declaró Matt, deteniéndose para mirar la
imagen.
—Oh, ¿tiene a alguien en mente para ello? —cuestioné, preguntándome
si había una chica especial en su vida.
—No. Bueno, al menos no que yo sepa. Tye no comparte mucho sobre
las chicas que piensa que valdrían la pena. Así que, creo que no —dijo Matt y
volvió la atención a su trabajo.
Continué mirando los dibujos y luego volví a mi asiento al lado de
Travis. Estaba mirándome, y me dio un guiño. —¿Estás bien? —pregunté,
asegurándome de que no estuviera sintiendo demasiado dolor.
—Estoy pensando en cómo voy a disfrutar que cuides de mis heridas
más tarde, así que sí, estoy bien —bromeó. Sólo rodé los ojos y negué con la
cabeza.
Cuando todo hubo terminado, Travis se paró para echar un vistazo en
el espejo de cuerpo entero en la pared e inspeccionar el trabajo de Matt. —
¡Genial, hombre! Gracias, es exactamente lo que quería —dijo Travis,
estudiándolo de cerca.
Me paré detrás de él y lo miré. Travis se giró, permitiéndome ver de
cerca también. El tatuaje estaba ligeramente rojo y se veía hinchado, pero la
mayor parte se veía perfecta. Tanto como él clamaba que yo lo inspiraba, diría
lo mismo. —Ya sabes, tú también me inspiras cada día —susurré, deslizando
mi dedo alrededor del símbolo—. Gracias, Travis.
Travis se inclinó y tomó mis labios entre los suyos. Su lengua pidió
entrar e inmediatamente igualé sus empujes. Este hermoso hombre, con un
alma tan hermosa, ahora tenía el corazón más hermoso. Y era mío. ¡Todo mío!
FIN
Traducido, Corregido &
Diseñado por:

204

http://www.librosdelcielo.net/forum

También podría gustarte