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I - HB PDF
I - HB PDF
Traductoras:
Maca Sofía ashmcfly ♥...Luisa...
Delos Belikov ♥
nelshia
CoralDone Mitzi.C
aimetz14 Vaanicai
Adriana Becky_Abc
Kelly.appl
Tate Christicki
e1 aa.tesares
Polilla Apolineah
Karlamira Juli
17
ndar NnancyC
Larosky_3 dana.kirei7
Vericity melusanti
Vaviro78
BeaG tefi_wayla
nd Mery St.
Val_17 Clair
Correctoras:
Melii Cami G. Alaska *Andreina
Young F*
vaviro78 NnancyC
Melky2012 Meliizza
Findareaso Juli
ntosmile mterx
Vericity
Lalu♥ Mel
Aimetz14
Markham
Jezel07
Lectura Final:
Mel Cipriano & Sofía Belikov
Diseño:
Jazz
ÍNDICE
Sinopsis Capítulo 25
Capítulo 2 Capítulo 26
Capítulo 3 Epílogo
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Sinopsis
Paige Rice, de dieciocho, es una exquisita belleza de East
Hampton, Nueva York. Acaba de celebrar su graduación y espera pasar
su verano en fiestas con todos sus amigos ricos. Pero sus padres tienen
una idea diferente. Debe irse a las montañas de Vermont por todo el
verano, ¡En una casa rodante!
5
A pesar de asumir que sería una paria entre los otros adolescentes
en el campamento, no está preparada para el tratamiento que recibe, el
cual es mucho peor de lo que imaginó. Tampoco está preparada para
Travis, el hijo del propietario del campamento y el chico más lindo que
sus ojos han visto. Travis es el único que no parece interesado en conocer
a Paige. El único problema es que ellos guardan varias mentiras en
secreto. Pero una vez que todos los secretos salgan a la luz, la verdad
puede ser muy devastadora.
1
Traducido por Maca Delos
Corregido por Melii
Bueno, era hora de comenzar. ¡Tal vez Tracey tenía razón y sólo debñia 12
llevar todos mis bikinis y terminar con eso!
2
Traducido por Aimetz14
Corregido por vaviro78
1
Arcade es el término genérico de las máquinas recreativas de videojuegos disponibles en
lugares públicos de diversión, centros comerciales, restaurantes, bares, o salones
recreativos especializados. Son similares a los pinball y a las tragamonedas o
máquinas tragaperras de los casinos, pero debido a que no son juegos de azar ni de apuestas
–ya que se basan en la destreza del jugador– por lo general no tienen las limitaciones legales
de éstas.
El tono de mamá era sombrío, emparejado con la mirada de su rostro, y
supe que estaba siendo seria. Inmediatamente me sentí culpable porque mi
comentario la había hecho sentir un poco mal. —Mamá. Si puedes o no
cocinar para mí no tiene nada que ver con que seas una buena madre. Tú eres
una madre tan increíble. Por favor nunca dudes eso. ¡Te amo! —respondí
envolviendo mi brazo alrededor de su hombro.
—Voy a extrañarte, cariño —dijo, devolviéndome el abrazo con fuerza.
—Lo dudo, mamá. Después de pasar los próximos dos meses
encerradas juntas en esa caja ahí afuera, estarás ansiosa para que me vaya a la
escuela. Además, no es que me voy para la universidad a California. Me
quedaré en New York. Así que si quieres venir a la ciudad, puedes hacerlo. —
Pude ver el cambio de expresión en su rostro y como la esperanza reapareció.
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Finalmente entendió que las cosas podrían ser mucho peores de lo que son.
—Así que, ¿estás de acuerdo con PB & J2 para cenar? —preguntó,
tratando de hacerme ceder con su pestañeo.
—¿Por qué no nos saltamos la cena‖y‖vamos‖directo‖al‖postre?‖¡S’mores!3
—sonreí y levanté una bolsa de malvaviscos y un paquete de chocolates.
—¡Seguro! Pero necesitamos averiguar dónde conseguir leña y luego
ver si tu papá puede realmente encender una fogata —dijo, sonriendo con
ironía.
—¡Oh, por favor! No es como si fuera una cirugía de cerebro. Estoy
segura de que lo logrará —dije, recogiendo los ingredientes.
—Es tu papá de quién estamos hablando, Paige. —Mamá reiteró su
duda sacudiendo su cabeza.
Lo pensé por un segundo y estuve de acuerdo. —Sí, probablemente
tienes razón. No podremos comer esta noche si lo ponemos a cargo. Yo lo haré.
En realidad, seremos afortunadas si no conecta el tubo del desagüe con la
tubería del agua —bromeé, y ambas nos reímos con la posibilidad. Mi papá es
un genio en su trabajo, pero definitivamente no era un Sr. Arréglalo-todo
cuando se trataba de otra cosa que no fueran cerebros.
Reunimos algunos artículos más, y luego nos acercamos al mostrador
para pagar por ellos. Coloqué los productos que estaba sosteniendo y
finalmente levanté la mirada.
Cuando lo hice me encontré con los ojos azules más impresionantes en
el más hermoso rostro que jamás había visto. ¡Guau! Pensé en cómo mi cuerpo
2Peanut butter and jelly sándwich. En español: sándwich de mantequilla de maní y mermelada.
3 Es un postre tradicional de Estados Unidos y Canadá, que se consume habitualmente en
fogatas nocturnas como las de los exploradores, y que consiste en un malvavisco tostado y una
capa de chocolate entre dos trozos de galleta Graham.
reaccionó al instante. Traté de no comérmelo con los ojos pero me era
imposible mirar hacia otro lado. Rápidamente, le eché un vistazo. Era alto, con
el cabello corto, oscuro y en punta, y lucía una ligera sombra de barba en su
perfecta barbilla. ¡Tan SEXY! Mi mente ronroneó mientras miraba hacia abajo
para apreciar el resto. Aunque llevaba una camiseta de manga larga y
vaqueros, podía decir que estaba bien constituido y que su cuerpo, debajo, era
muy increíble. Nuestros ojos se encontraron y él sonrió. Su boca
inmediatamente captó mi atención y tuve que desviar la mirada antes de que
pudiese leer los pensamientos en mi rostro.
—Hola —dijo, y por supuesto su voz era tan sexy como todo el resto. —
¿Ustedes deben ser la familia Rice?
Me sorprendió que supiera quiénes éramos, pero probablemente no
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debería, ya que trabajaba allí y posiblemente conocía todo sobre todo el
mundo. —Sí, soy Maxime y esta es mi hija, Paige —dijo mi mamá de
inmediato. Yo aún no podía pronunciar una sola palabra, asombrada por su
aspecto.
—Un gusto conocerlas. Soy Travis Medler, mis padres son los dueños
del lugar —explicó.
—Oh, tu eres el hijo de Barney y Lucille. He escuchado mucho sobre ti.
Tus padres han sido tan amables por ayudarnos a situarnos este verano. Tú y
Paige resultan ser de la misma edad y ambos irán a la universidad este otoño,
así que tu mamá y yo hemos estado consolándonos la una a la otra por
teléfono. En realidad nunca le pregunté a tu mamá, pero, ¿a qué escuela irás?
Mientras esperaba que respondiera la pregunta, me encontré a mí
misma cruzando los dedos y rezando por un milagro.
—Me metí a Columbia, por lo que estaré en New York —respondió y mi
corazón empezó a latir un poquito más rápido, en realidad MUCHO más
rápido.
—Que coincidencia. Es donde Paige va a ir. ¡Qué divertido! No puedo
esperar para hablar con tu mamá otra vez. —Ella se deleitaba del hecho
mientras yo estaba tratando de convencer a mis mejillas para que obedecieran,
porque sabía que estaban de un rojo flamante. Mil, no un millón de dólares, a
que aquel Dios del Sexo tenía novia, por lo que necesitaba mantener mi cabeza
en su lugar.
—¡No puede ser! —dijo Travis y luego dirigió su atención hacia mí. —
¿Sabes dónde te vas a quedar? —preguntó, dándome la más sexy de las
sonrisas.
—Sí, mi amiga Tracey y yo encontramos un lugar fuera del campus,
pero está cruzando la calle. —Odiaba admitir que mis padres compraron para
mí una hermosa casa de piedra rojiza, así que mantuve mi respuesta simple.
—Genial. Bueno, yo voy a estar en los dormitorios, pero al menos estaré
solo en él. —Basándome en su respuesta entendí que provenía de un lugar
más modesto. A pesar de que su padre estaba en el mismo campo que el mío,
no era seguro asumir que gozaban de los mismos ingresos. Me sentí
repentinamente nerviosa al pensar que Travis iba a juzgarme como una niña
rica y mimada. Me sentí cohibida.
—¡Qué bien! He escuchado que es difícil conseguir tu propio
dormitorio, así que es genial —dije, esperando no sonar degradante de
ninguna manera.
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—Sí, mi papá claramente dio una importante donación para hacer eso
posible —dijo rodando los ojos. Su comentario me pareció tan gracioso y
espere que no estuviera tratando de presumir a mis espaldas.
—Bueno, me alegro de que tendrán todo el verano para conocerse. Será
agradable tener una cara familiar al comenzar el próximo año —aseguró
mamá, mirando entre nosotros dos.
Estaba bastante segura que mi madre podía leerme como un libro,
notando mis mejillas sonrojadas. Sólo esperaba que no dijera nada para
avergonzarme.
—Sí, sería agradable. —Travis estuvo de acuerdo, dándome otra
sonrisa, y luego dirigió su atención de vuelta a mi mamá—. Así que, he
escuchado que necesitan leña. Permítanme terminar aquí y la traeré en cinco
minutos. ¿También puedo ayudar si su padre necesita una mano? —por su
comentario, era obvio que Travis había escuchado nuestra conversación
mientras estuvimos comprando alrededor.
—¡Oh, eso sería maravilloso, Travis! —aceptó mamá, entusiastamente.
—Déjeme cuadrar aquí y voy a estar abajo en poco tiempo para que
puedan tener su cena o postre —dijo, dándome un guiño.
Sonreí de regreso, y entonces decidí coquetear sólo un poquito. Pensé
que si tenía una novia no haría daño a nadie ser amigable. —¡Tengo un amor
por todas las cosas dulces! —dije regresándole el guiño, y agarre la bolsa con
los artículos del mostrador.
—¡Gracias, Travis! Nos encontraremos allí —agregó mi madre, y ambas
tomamos la salida del edificio.
La oí bromear todo el camino de vuelta sobre mis mejillas rojas y el
hecho obvio de que encontré a Travis atractivo. Ignoré todos sus intentos de
avergonzarme y sólo rodé mis ojos.
Travis se presentó en un carrito de golf para entregar la leña unos diez
minutos más tarde. Él y mi papá se habían conocido durante el registro, así
que se saludaron y hablaron casualmente. Travis ofreció a mi papá una mano,
lo cual aceptó voluntariosamente. Procedió a mostrarle como conectar la
caravana mientras se conocían más. Mi papá apreció la ayuda y también lo
hizo el resto de nosotros. Si no fuera por Travis no hubiéramos tenido agua
corriente.
Papá comenzó sacando unas sillas de jardín y las bolsas debajo de la
caravana mientras mi madre fue adentro a ver si todo estaba funcionando.
Travis apiló la leña por nosotros y empezó a construir la fogata.
—¡Gracias! —dije, tocada por el gesto.
—No hay problema. Te voy a mostrar cómo hacerlo y entonces podrás 20
tener‖s’mores‖cada‖noche‖si‖quieres. —Era evidente que Travis era un anfitrión
amable, pero su bondad era más profunda que sólo un buen servicio al cliente.
—¡Fabuloso! ¿Significa que también vas a asar mis malvaviscos? —
Bromeé y reí sobre mi observación. Se rió y me di cuenta que mi comentario
podía erróneamente ser considerado como sexual.
—Para asar un buen malvavisco, necesitas un palo muy largo.
No pude evitar soltar una carcajada ante eso. Ahora que mi cabeza
estaba en el canal, sonaba tan mal. Me miró confundido porque lo encontré tan
gracioso, y estaba agradecida de que nuestras mentes no estuvieran en el
mismo lugar.
—Lo siento —me disculpé, tratando de inventar algo para hacerle frente
a mi vergüenza—. Es sólo que no tenía ni idea que había un arte para asar
malvaviscos —finalicé agradeciendo mi rápida recuperación.
—El arte principal es asegurarse de no quemarse —dijo y me encontré
leyendo su comentario entre líneas. ¿Eso quiere decir que piensa que soy una
niña rica cabeza hueca? Sabe que estoy rumbo a Columbia, la cual es de la Ivy
League4. Voy a tomar el consejo pensando que está mostrando preocupación
por nuestra seguridad y no quiere que ningún accidente se dé en su sitio.
—Bueno, gracias por el dato —dije y fui a buscar un palo largo.
Travis terminó ayudando a papá con algunas otras cosas y luego subió
hacia el carrito de golf para irse. Dijo que necesitaba volver a la oficina porque
era el único de turno en el lugar, pero que si necesitábamos cualquier cosa le
hiciéramos saber. Antes de irse, rápidamente asé un malvavisco y se lo di. —
¡Aquí! Uno para el camino. ¿Satisface tus estándares? —pregunté, mordiendo
4La Ivy League (Liga Ivy o Liga de la Hiedra) es una conferencia deportiva de la NCAA de
ocho universidades privadas del noreste de los Estados Unidos. (Brown, Columbia, Cornell,
Darmouth, Harvard, Pensilvania, Princeton y Yale.)
mi labio inferior mientras le daba una sonrisa coqueta. Él nunca miró el
malvavisco sólo se quedó mirándome a los ojos mientras hablaba.
—Va más allá de mis expectativas —Entonces dio la vuelta y arrancó el
carrito. Mi estómago se agitó e instantáneamente, y me gustó el hecho de que
iba a estar aquí por los próximos dos meses.
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3
Traducido por Kelly.apple1
Corregido por Findareasontosmile
Había dos chicos dentro, que se hacían cargo de los trámites de alquiler.
Uno era moderadamente guapo y parecía estar en los treinta años, y el otro
parecía ser de unos veinte. Realmente alto, cabello oscuro, ojos azules, y muy
guapo. Entre Travis y este chico, de seguro saben cómo cautivarlas aquí en Vermont.
¡Guau! Pensé mientras admiraba su hermoso rostro y grandioso cuerpo. Mi
mamá claramente tuvo la misma opinión porque estaba moviendo sus cejas
hacía mi mientras asentía en su dirección. Sabía exactamente lo que me
insinuaba, y definitivamente estaba de acuerdo, pero te todas maneras me
sentía humillada por su falta de sutileza.
Una vez que todo estuvo preparado, el más joven de los dos nos llevó
por la carretera a unos pocos kilómetros con las balsas amarradas en la parte
delantera de la camioneta. Todo el camino, mi papá se mantuvo haciendo un
montón de preguntas acerca de la temporada de rafting, la pesca, la
temperatura del agua, y cualquier otra cosa que se le pudiera ocurrir. Corey
estaba siendo un buen guía respondiendo a todas ellas, pero pude notar que
me miraba a través del espejo retrovisor. Un par de veces, nos miramos a los
ojos y me encontré ruborizándome a la segunda. Finalmente, decidí
concentrarme en la ventana y mirar el río. Después de todo, mis padres
estaban conmigo y nada iba a suceder.
Llegamos al punto de partida, y Corey desató nuestras balsas. —Está
bien, aquí es donde ustedes se van a meter, debería tomarles dos horas
regresar, como mucho —explicó.
—Grandioso, ¿podemos dejar nuestros zapatos y nuestros pareos
contigo? —preguntó mamá, consiente que podría perder sus sandalias Gucci.
Estaba lista al traer mis sandalias, pero aún me preocupaba dejar mi pareo.
—Claro, pueden dejarlos en la camioneta y pasarlos a recoger a la
cabaña cuando regresen. No hay problema —dijo Corey, mirándome
directamente mientras respondía. Está bien, señor sexy, estás empezando a ser
un poquito enérgico con tu mirada. ¡Hola! Mi padre está junto a mí, grité
mentalmente, avergonzada del hecho de que me estaba comiendo con los ojos
frente a él.
—Grandioso. Bueno, pongan sus cosas en la camioneta y vamos a
navegar —dijo mi padre mientras se dirigía a su balsa, poniéndose en posición.
Mi madre puso sus cosas en la camioneta, y luego se unió a mi padre en
el agua. Me quité mi ropa y la lancé con las cosas de mi madre. Corey, por
supuesto, estaba en la puerta de la camioneta viendo cada uno de mis
movimientos. Una vez que revelé mi traje de baño, realmente no apartó su
mirada. A pesar de ser guapo, estaba empezando a sentirme un poco
incómoda.
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—Entonces, ¿de dónde eres? —preguntó, claramente intentando hacer
su movimiento.
—New York —respondí simplemente.
—¿Estarás en la ciudad por un rato? —curioseó más a fondo.
—Por el verano —respondí, arrepintiéndome de las palabras en el
segundo en que salieron de mi boca. Nunca había sido buena mentirosa, pero
debería haber simplemente ignorado la pregunta. Ahora, parecía que lo estaba
animando.
—Así que, ¿dónde te estás quedando? —No, no iba a responder eso.
—Lo siento, voy a ir a navegar —le dije, pasando junto a él, haciendo mi
camino hacia el agua. Se quedó en la orilla, y esperó hasta que nuestros ojos se
encontraron para hacerme un guiño. Está bien, ¡qué asco! Sexy o no, no me
gustaban los chicos agresivos que me joden en el acto.
Le resté importancia, agradecida de que no iba a volver a verlo, y luego
me uní a mis padres para disfrutar de la tarde. El agua estaba un poco fría,
pero absolutamente clara. Era poco profundo y si me ponía de pie, sólo me
llegaba hasta las rodillas, así que fácilmente podía ver el fondo. Después de
flotar un poco, empecé a buscar rocas en los riachuelos para ver si había
alguna que valiera la pena guardar. Mi padre estaba recostado sobre su
espalda, absorbiendo tranquilamente el sol, y mi madre estaba apuntando
todas las cosas que veía a lo largo de la orilla.
—Así que, ¡Corey era lindo, Paige! —dijo mi madre una vez que papá
estuvo lejos.
—No, muchas gracias —respondí, sacudiendo mi cabeza
terminantemente.
—¿Por qué no? Estás de vacaciones; vive un poco, Paige. Deberías ir a
citas y tener un poco de diversión antes de que sólo tengas que estudiar —
declaró.
—Era un poco demasiado ansioso, y no me dio una buena vibra —
respondí, esperando que ella entendiera el punto.
—Sí, definitivamente no estaba intentándolo. Sé cuánto te gusta eso —
comentó, descolocándome.
—Mamá, ¿qué se supone que significa eso? —pregunté, tratando de
entender su comentario.
—¡Paige, cariño! Han sido dos años desde Jared, cuando podrías haber
escogido a cualquier chico de la ciudad. ¿Por qué? Debido a que no mostró
interés —declaró y luego apoyó la cabeza en la balsa. 28
42
5
Traducido por BeaG
Corregido por Lalu♥
—No te preocupes por eso. No creo que le guste, sin embargo —fracasé
en mi intento de encontrarme ilesa de su tratamiento, y me arrepentí de
inmediato de mi comentario.
—No le gusta el hecho de que eres hermosa —el tono de Travis se oía
casual, pero era el cumplido más dulce que jamás había recibido.
—Chicos, ¿están listos para comer? —preguntó Barney, que venía detrás
de nosotros poniendo sus brazos sobre nuestros hombros.
—Sep, me muero de hambre —dijo Travis, luego se volvió a darme un
guiño y una sonrisa. A medida que nos dirigimos hacia la mesa, sentí su mano
presionar sobre la parte baja de mi espalda mientras me guiaba a mi asiento.
—Gracias —le dije mientras se sentaba frente a mí. El contacto suave me
dejó con ganas de más, y me preocupaba estar desarrollando sentimientos por
alguien que era intocable.
Pasamos la mayor parte de la cena hablando de Travis y de mí, rumbo a
Columbia en el otoño. Nuestros padres estaban discutiendo los temas
educativos y dándonos recomendaciones de programación, mientras nuestras
madres corrían sobre todas sus preocupaciones e inquietudes de vivir solos
por primera vez. Estaba claro que a Lucille se le haría difícil adaptarse al hecho
de que su único hijo se iría a la universidad y dejaría el nido. Estaba feliz de
que nuestras madres tuvieran ese verano para ayudarse mutuamente a
enfrentar la realidad.
Travis y yo nos sentamos, interponiéndonos y contestando las
preguntas de todos. Durante toda la comida, no pude dejar de robarle miradas.
Cada vez me gustaba más verlo. Encontré sus ojos en mí todo el tiempo, y su
sonrisa torcida como si hubiera sido atrapado con la mano en el tarro de
caramelos. Era adorable y me hacía sentir mariposas alrededor del estómago.
Era obvio que nuestros padres habían conectado realmente, porque ya
se reían de bromas y tenían mucho de qué hablar.
—Así que Paige, tus padres nos contaron sobre Pri*Tee Pixies hoy.
Impresionante es un eufemismo. Es increíble lo que alguien de tu edad ha sido
capaz de lograr. Debes estar muy orgullosa de ti misma —dijo Barney, y
Lucille asintió con la cabeza. El comentario estalló a través de nuestro silencio
comiéndome con los ojos, y mis mejillas ardían de vergüenza al darme cuenta
de que Travis y yo habíamos estado mirándonos fijamente.
—Gracias, me siento afortunada de poder hacerlo, y por todo el apoyo
que ha brindado a la comunidad —le dije y luego miré hacia atrás para ver la
expresión confundida de Travis.
—Travis —dijo Lucille, llamando su atención—, ¿te ha dicho Paige que 54
comenzó una organización hace unos años con el fin de apoyar a las familias
necesitadas y con hambre? Ella hace eventos y bailes recaudando dinero para
la caridad y ha logrado juntar más de unos pocos millones de dólares —la
breve explicación de Lucille capturó la esencia de mi organización, por lo que
ahora Travis tenía un indicio a mi vida como Pixie7.
—Guau, Paige, eso es increíble. ¿Así que es por eso que bailas? —me
preguntó y parecía estar dándose cuenta de todo.
—Sí, vamos a realizar el próximo evento durante el Día del Trabajo. Por
lo general es uno de nuestros más grandes desvíos. Así que, tengo que trabajar
en el baile mientras esté aquí este verano —le respondí y miré sus ojos. Se veía
sumido en sus pensamientos, y me hubiera gustado saber lo que estaba
pensando.
—¿Tienes otros bailarines, Paige? —preguntó Lucille, llamando mi
atención hacia los adultos.
—Sí, mi mejor amiga Tracey y yo somos las conductoras, pero tenemos
un grupo de diez chicos y chicas que tienen que sacar un número diferente —
le contesté, y volví a mirar a Travis.
—Entonces, ¿cómo vas a prepararte para el baile mientras estés aquí? —
Lucille parecía realmente interesada y quería conocer los detalles.
—Bueno, por lo general escribo todos los movimientos y luego hago un
video de toda la danza. Tracey está le enseñará al grupo, y luego todos ellos
serán capaces de ver el video en línea para la práctica.
—Vaya, la tecnología moderna —dijo Barney, meneando la cabeza con
asombro.
—Sí, les resultará más fácil, eso es seguro —estuve de acuerdo.
7 Pixie: Duendecillo.
Después de la cena, cuando estuvo todo limpio, nos sentamos alrededor
del fuego para asar malvaviscos como postre. Travis hizo alarde de su técnica
para conseguir un malvavisco tostado perfectamente.
—¡Este es para ti! Perfectamente marrón dorado —dijo,
entregándomelo. Me tomó un bocado e inmediatamente asentí con aprobación.
Travis continuó haciéndolo por mí. Traté de devolverle el favor, y terminé
dándole un malvavisco totalmente calcinado.
—Guau, eso se ve delicioso —bromeó, mirándolo desde todos los
ángulos.
—¿No vas a por lo menos intentarlo? No quieres insultar al cocinero —
lo presioné. Se lo metió en la boca y luego mi madre se echó a reír.
—Lo siento, Travis, es mi culpa. ¡Heredó mis habilidades culinarias! 55
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Traducido por Findareasontosmile
Corregido por NnancyC
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Traducido por SomerholicSwiftie
Corregido por Alaska Young
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Expresión que se usa para expresar que piensa lo mismo.
10
La Hacienda Ethan Allen es un museo en honor al fundador de Vermont, Ethan Allen.
—Mamá, ¡NO! —chillé—. Sólo pasamos el día juntos haciendo turismo
por la ciudad. Me llevó a todos sus sitios favoritos y llegué a conocer a sus
amigos. Después, me llevó a un sito de alfarería donde realmente hicimos
tazones de cerámica para ser donados a un comedor de beneficencia.
—¿Qué? —me interrumpió mi mamá.
—Travis encontró este sitio en internet y se enteró de que están
trabajando‖ en‖ un‖ proyecto‖ llamado‖ ‚El don de la Sopa‛. Así que llamó al
dueño y nos consiguió una sesión privada.
—¡Oh, Dios mío! —Mi madre prácticamente chilló de la emoción—.
Paige, él vale la pena. Por mucho que ame a tu padre, y realmente lo hago,
cuando él tenía tu edad no era así de romántico. Ni ninguno de los otros
chicos, si vamos al caso. Travis es sorprendentemente maduro para su edad y 110
muy dulce. Me di cuenta al hablar con su madre de que lo han criado bien.
Guau, ahora te voy a decir que es exactamente el tipo de chico que siempre
deseé que encontraras —dijo mamá, repitiendo las palabras que Lucille le dijo
a Travis, lo que me hizo reír.
—Cálmate mamá, todavía no necesito que elijas tu vestido de madre de
la novia. Pero si voy a decir que me he enamorado, como realmente enamorado,
de él.
Mi madre se acercó apretando mi mano y habló con lágrimas en sus
ojos—: ¡Estoy tan feliz por ti, cariño! Recuerda siempre darle el beneficio de la
duda porque los chicos pueden, disculpa mi francés11 joderla magníficamente.
Pero son chicos, les toma un tiempo aprender nuestras costumbres —comentó
riendo. Su consejo no podía ser más adecuado, ya que después del desastre de
la mañana había descubierto la importancia de hacer eso.
—¡Gracias, mamá! Las palabras de los sabios son siempre apreciadas —
respondí, apretándole la mano.
Terminamos nuestro café riendo de todas las historias que compartí con
ella de la niñez de Travis, y luego volvimos a buscar a papá. —Está bien,
supongo que ustedes señoritas están listas para ir de compras, ¿eh? —
preguntó papá, envolviendo su brazo alrededor de la cintura de mamá.
—Estamos bien, hoy es acerca de ti y de ver lugares. Podemos ir de
compras en cualquier otro momento —contestó mamá.
Fue bonito ver a mis padres siendo tan considerados y amorosos entre
sí. Definitivamente había pasado un tiempo desde que se pusieron
acaramelados frente a mí, y estaba feliz de ver que las cosas se iban
solucionando tan bien para ellos. —Bueno, mi amor, sé que esto va a sonar un
poco sorpresivo, pero tuve mi ración de historia por el día, y preferiría llevar a
11
Expresión usada antes o después de soltar una maldición.
mis chicas a la ciudad, comprarles a ambas algo hermoso y brillante, y luego ir
a cenar contigo. ¿Qué te parece? —La oferta de mi padre fue tan dulce, y no
había forma de negar lo mucho que nos amaba.
Mamá contestó dándole a mi padre un beso que me hizo apartar la
mirada, pero estaba muy entusiasmada con el nuevo plan. —Ves, Paige, ¡elegí
bien! —dijo mamá, sonriendo dulcemente y enganchando mi brazo con el de
ella. Los tres caminamos de vuelta al auto y condujimos hacia Burlington para
comenzar nuestro día de compras. Se sentía como si estuviéramos
volviéndonos de nuevo una familia. y estaba perfectamente contenta.
Después de un largo día lleno de compras y comida, finalmente
regresamos al campamento. Estaba emocionada de estar de vuelta y quería
encontrar a Travis. No podía esperar para compartir toda la diversión que
111
tuvimos y las noticias sobre lo bien que se estaban llevando mis padres.
Además, quería enseñarle la nueva pulsera que mi padre me había comprado.
Él y mi mamá eligieron el dije para ponerle. Mi papá eligió una pequeña hada
y dijo—: Siempre serás mi hada mágica. —Y mamá eligió un pequeño número
tres y me dijo que—: Somos y siempre seremos el trío perfecto. —Sentí que el
mensaje era más profundo, y que me intentaba decir que ella nunca iba a
dividir nuestra familia. Aunque en el pasado nunca hablamos de divorcio, me
había preguntado si eso iba a suceder cuando me fuera de casa. Ahora, estaba
segura de que no pasaría.
15
Traducido por nelshia
Corregido por Melky2012
—Lo siento, tuve que ir al baño otra vez —me excusé rápidamente.
—Sí, tus mejillas están rojas, puedo ver que no te estás sintiendo bien. Si
quieres, puedo pasar de la caminata, y quedarme contigo para jugar cartas —
ofreció. Ashley estaba siendo muy considerada, pero la realidad de mis
mejillas sonrosadas era por otra razón.
—No, estoy bien ahora. Vamos.
Travis subió las escaleras cuando me estaba metiendo en el agua y
rápidamente saltó a mi lado, mojándose por completo. —¿Natación o
senderismo, Trav? —preguntó Ashley desde el barco.
—Senderismo. Sólo necesitaba refrescarme. ¿Puedes pasarme mis
zapatos? —preguntó, y me dio un guiño, salpicándome con un poco de agua
fría.
—¡Oye! —grité y luego me eché hacia atrás. Después de unos segundos,
me encontré empapada, pero sorprendentemente fresca. Ahora entendía todo
eso de la ducha fría.
—¿Han terminado? ¿Es seguro entrar ahora? —preguntó Ashley,
preocupada de poder encontrarse empapada en la línea de fuego.
—Síp, estamos bien —dijo Travis. Luego nos dirigimos a la orilla y nos
pusimos nuestros calcetines y zapatillas de deporte de nuevo.
Ashley y yo escalamos juntas y hablamos. Me sorprendí al descubrir lo
mucho que teníamos en común, como el hecho de que nuestra comida favorita
eran los tacos, y nuestro postre favorito era el pastel de chocolate, lo mucho
que nos gustaba leer, y nuestra serie de libros y películas favorita era
Crepúsculo de Stephenie Meyer. Travis se había excusado de la charla de chicas
y siguió adelante con Scott y los otros.
—Así que, ¿tienes algún hermano o hermana, Paige? —dijo Ashley al
patear una piedra del camino.
—No, pienso en mi mejor amiga, Tracey, como una hermana ya que
crecimos juntas, pero aparte de eso, soy sólo yo —respondí, y luego le
pregunté lo mismo—. ¿Qué hay de ti?
—Lo mismo, soy hija única. Britney siempre ha sido como una hermana
para mí y también me siento como si todos estos chicos fuesen mi familia. ¡Así
que, creo que tenemos lo de ser hijas únicas en común, también! —Aplaudió
ante ese hecho y luego su cara cayó—. Sin embargo, no compartimos lo de la
familia divorciada —dijo Ashley y podía oír el borde en su voz. No quería
presionarla para obtener información, pero fue ella quien lo sacó a colación, así
que me sentí como si tuviera que reconocer su comentario.
123
—Entonces, ¿tú y tu madrastra se llevan bien? —le pregunté, con la
esperanza de que mi pregunta no la enojara.
—No —dijo Ashley y su tono era inflexible—. En primer lugar, la chica
tiene veintiséis años, es sólo siete años mayor que yo. Mi padre, por supuesto,
no lo ha admitido, pero estoy bastante segura de que tenía una aventura con
ella antes de que mis padres terminaran las cosas. Después de todo, Brianna
trabajó para mi padre por sólo un año antes de que consiguiera el ascenso para
ser‖su‖secretaria‖‚personal‛.‖—Sabía, por su uso de comillas, exactamente a lo
que se refería, lo que hacía que tampoco me gustara Brianna—. De cualquier
modo, es un poco difícil que te guste la chica cuando mi madre todavía tiene el
corazón roto.
La voz de Ashley era sombría y me di cuenta de que la situación
también pesaba sobre su corazón. —¿Sabes? Lo que está hecho, hecho está.
Brianna se divorció de su propio esposo y se casó con mi padre un mes más
tarde, por lo que sería bueno que fuesen sinceros sobre su aventura. Hasta que
lo hagan, no siento ningún respeto por ellos o su ridícula relación.
Afortunadamente, este es el último verano que tengo que estar con mi padre
en base al acuerdo de custodia entre mis padres. Una vez que me vaya a la
universidad en otoño, voy a tener que decidir con quién quiero pasar mi
tiempo. Y déjame decirte, no va a ser con ellos.
Aunque apestaba saber que Ashley se sentía herida por el divorcio de
sus padres y su nueva situación, tuve el honor de saber que lo había
compartido conmigo. Me ayudó a entender un poco más las facetas de su
personalidad y la forma en que se comportó durante los primeros dos días de
mi llegada. También me hizo sentir como si ella y yo estuviéramos dando un
paso más para convertirnos en muy buenas amigas.
—Lo siento. Eso es una mierda —le susurré, al no encontrar las palabras
adecuadas.
—Gracias —dijo, dándome una sonrisa—. Ahora, dejemos de hablar de
temas tan deprimentes y averigüemos qué más tenemos en común. Entonces,
acerca de ser una porrista o bailarina, ¿hiciste alguna de las dos en la escuela?
—La voz de Ashley sonaba normal de nuevo, así que haciendo juego con su
espíritu, empecé a hablar de mi vida como bailarina.
Una vez que ella me habló de su amor por el baile, le informé de la
Pri*Tee Pixies. —¡Guau, Paige, eso es increíble! —Su voz estaba llena de
asombro—. Sé que en realidad no nos conocemos tan bien, pero me gustaría
ayudar de cualquier manera posible. Incluso si sólo significa hacer una
donación o hacer correr la voz, mi padre es dueño de una gran empresa de
relaciones públicas, de manera que sería fácil.
La oferta de Ashley era tan amable y generosa, que me dio una gran
124
idea. —Oye, ¿te gustaría presentarte en el próximo festival? Te puedo enseñar
el baile este verano, y entonces podrías estar con nosotros.
La mirada en el rostro de Ashley me dijo que se sentía emocionada por
la idea. —Oh, Dios mío, me encantaría. Pero, ¿dónde se llevará a cabo? Iré a la
Universidad de Nueva York en otoño, por lo que mi viaje podría ser un
problema —dijo.
—Es perfecto, ya que será en mi ciudad natal, East Hampton, así que
puedes tomar el tren conmigo. Voy a Columbia en otoño, por lo que vamos a
ser vecinas —le dije y me sentí mareada por el hecho de que fuésemos a estar
tan cerca.
—¡Impresionante! —Se animó—. ¡Entonces, sí! ¡Quiero estar en el baile!
Me sentí emocionada por la idea de que Ashley, Travis y yo
estuviéramos cerca en la ciudad, porque me dio la esperanza de que nuestras
relaciones durarían. Lo que me hizo preguntarme a dónde iría Scott, y si él y
Ashley irían a la universidad juntos, para que pudiésemos hacer citas dobles.
—Oye, Scott —dije, llamando su atención—. ¿A qué universidad irás en
otoño? —le pregunté, con la esperanza de que fuera a estar en Nueva York con
nosotros.
—Voy a estar en Michigan, con Cora, en realidad —dijo. No sabía quién
era Cora, pero supuse que era una de sus amigas.
—Ugh, no me lo recuerdes. Bueno, por lo menos serás capaz de
cuidarla. Ahora, ¿podemos cambiar de tema? —preguntó Ashley.
Era obvio que le entristecía saber que ella y Scott no iban a estar en la
misma universidad el próximo año, por lo que cambié voluntariamente a otro
tema de conversación. —¿A dónde lleva este camino? —le pregunté.
—A Falls Willow —respondió Scott.
—¿Es por eso que le pusieron ese nombre al lugar donde se acampa? —
pregunté. Travis iba más adelante, por lo que Ashley respondió por él.
—Sí —dijo—. Son las más bellas cascadas de la zona. Ya verás.
Seguimos caminando y hablando y Travis comenzó a quedarse atrás
con nosotras, uniéndose a nuestra conversación. —¡Oye, Trav! Paige va a estar
en Columbia contigo en otoño, así que todos estaremos en Nueva York, juntos.
¿No es genial? —dijo Ashley.
—Vaya, qué bueno. Tal vez tengamos algunas clases juntos. ¿Cuál va a
ser tu especialidad? —preguntó Travis, fingiendo que toda esa información era
nueva, aunque él y yo habíamos hablado tanto que prácticamente sabía todo
sobre mí.
—Soy una gran empresaria. ¿Qué hay de ti? —le pregunté, continuando 125
la fachada.
—Voy a estar en diseño arquitectónico, pero todavía tengo que tomar
todas las clases estándar para el primer par de años. Por lo tanto, voy a verte
en todas —dijo, guiñándome un ojo. Travis y yo no habíamos discutido si
realmente íbamos a inscribirnos en clases juntos o no, pero en ese momento en
serio que lo esperaba.
Ashley y Scott se adelantaron con los demás, mientras que Travis y yo
nos quedábamos atrás. —¡Hola, cariño! —dijo, empujando mi brazo con su
codo—. Así que, todo el mundo te adora. No es una sorpresa —habló en voz
baja, para que nadie más pudiera oírnos.
—Todos son geniales. Me alegro haber sido capaz de pasar las barreras
—me reí.
—Ashley era la barrera —dijo.
—Sí, ¿cómo es posible que pueda tener tanto poder sobre todo el
mundo? —le pregunté.
—Desde el divorcio de sus padres, los cambios de humor de Ashley han
sido como terremotos (estamos hablando de diez en la escala Richter), por lo
que todo el mundo le gusta estar al nivel del suelo sólo para estar seguro.
Además, está el hecho de que este es nuestro último verano juntos;
probablemente pensaron que no valía la pena llegar a conocerte si eso
significaba que Ashley iba a actuar como una perra todo el verano, en el
pasado habrían hecho más esfuerzos —explicó Travis.
—Oh, así que tengo que asegurarme de no hacer enojar a Ashley, ¿eh?
Guau, hablando de presión —le dije.
—¡Eres buena! Una vez que la conoces bien, no tienes nada de qué
preocuparte. Su madrastra, por otro lado, no ha tenido tanta suerte. —Travis
sacudió la cabeza, casi con compasión, y no pude entender por qué.
—Sí, bueno, puedo entender por qué no podría ser la mayor fan de
Brianna. Ashley me contó un poco acerca de la situación, así que no la culpo
necesariamente por no querer ser muy amiga de la chica.
—Sí, pero es como lo que Britney le está diciendo siempre: ‚Hay‖ que‖
perdonar para seguir adelante con la vida‛,‖ por‖ lo‖ que‖ en‖ algún‖ momento‖
tiene que dejarlo ir. Después de todo, no se puede evitar enamorarse —dijo
Travis, y aunque entendía y concordaba con lo que decía, todavía sentía que
Ashley tenía derecho a estar enfadada, sus heridas todavía se encontraban
frescas.
126
—Creo que Ashley sólo quiere honestidad. Si supiera la verdad en lugar
de ser forzada a creer una mentira, probablemente lo dejaría todo en el pasado.
Pero su madre está herida, por lo que creo que Ashley siente que si su papá y
Brianna lo confesaran, por lo menos le estarían dando a su madre el respeto
que se merece. De todos modos, estoy feliz de que por fin me haya aceptado.
Ashley es una chica genial —admití.
—Sí. Es como una hermana o una prima para mí, la conozco desde hace
tanto tiempo, hay días en que la amo y otros, no tanto. —Se rió entre dientes.
Finalmente comprendía la dinámica del grupo y cómo se llevaban tan
bien. Algunos habían crecido juntos; pasaron todos los días de sus veranos
juntos, pasando por la pubertad y todo el drama que viene con los años de la
adolescencia. Así que la mayoría de ellos se conocía muy bien. —¿Crees que
este va a ser el último verano para todos? ¿No volverás? —le pregunté.
—En realidad, estuvimos hablando de eso ayer. Como tal vez
podríamos volver en el verano y vivir en las cabañas, las niñas en una y los
chicos en otra. A todos les gustó la idea, así que veremos si podemos hacer que
suceda.
Me sentí un poco dejada de lado sabiendo que discutían los cuatro
chicos a un lado, y las cuatro chicas en el otro. Definitivamente no me
encontraba en la ecuación. —Tal vez tú y yo podamos tener la suite en la parte
superior del edificio principal para nosotros. A menos que prefieras dormir en
la tienda —dijo, al instante aliviando mis preocupaciones.
—¿Hay una suite arriba? —le pregunté, oyendo de ella por primera vez.
—Sí, es donde guardo mi ropa y me ducho. También duermo allí
cuando llueve. Aunque últimamente he terminado en el sofá de la sala de
juegos —dijo, poniendo los ojos en blanco.
Me di cuenta de que había algo que me perdía, así que le pregunté—:
¿Por qué el sofá?
—En realidad, la suite se‖ha‖convertido‖en‖la‖‚sala‖de besuqueo‛. Y con
todo el mundo saliendo ahora, nunca está vacía —dijo con una sonrisa en su
rostro.
—Guau, la sala del besuqueo, ¿eh? ¿Quieres que me quede contigo en la
sala del besuqueo durante todo el verano? —Me reí cuando asintió
efusivamente—.‖Bueno,‖mi‖respuesta‖es… tal vez —bromeé.
—¿Tal vez? —preguntó, alzando la ceja para averiguar la respuesta.
—Si compramos sábanas nuevas, y tal vez un colchón nuevo, lo haré —
dije, haciendo que Travis se riera por mi comentario.
127
—Oigan, ustedes dos. ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Ashley,
volviendo a unirse a nosotros.
—Simplemente le contaba a Paige algunas de las mierdas que han
pasado a través de los últimos años en el campamento.
—Oh, Dios mío, ¿le contaste cuando Britney y Cora vieron un oso y
pensaron que era pie grande? Esa fue buena —dijo Ashley, riendo ante el
recuerdo. Estaba preparándome para preguntarle quién era esta chica, Cora,
cuando noté el cambio de expresión en la cara de Travis; tenía una mirada de
preocupación.
—Oh, rayos. Maldita sea, me olvidé de darle a mi padre tu declaración.
Ash, ¿puedes ir más tarde y dar cuentas? Estoy seguro de que el alguacil Clark
ya ha llamado a mi padre —dijo Travis y me di cuenta que se sentía
preocupado porque su padre se enfadara con él.
—Por supuesto. No hay problema —respondió Ashley.
—Por cierto, ¿cómo lo tomó Britney? ¿Has hablado con ella? —preguntó
Travis.
—Ugh, no se lo tomó bien. Es una de las razones por las que no está
aquí hoy. Piensa que estoy dramatizando el incidente, y tratando de hacer que
rompa con Corey. Me preocupa que Corey consiga salirse con la suya y se
quede con el idiota. También está molesta porque ahora soy amiga de Paige y
dice que estoy de su lado. Así que, digamos que nuestra conversación no salió
bien, pero espero que venga por aquí. —Podía escuchar la tristeza y
preocupación en su voz. Era evidente que realmente adoraba a Britney y se
preocupaba mucho de su amistad.
—Lo hará —dijo Travis tranquilizadoramente—. Por cierto, el alguacil
Clark nos preguntó si ustedes dos querían presentar cargos anoche.
—Me encantaría que lo encerraran para alejarlo de Britney, pero no creo
que las cosas fueran lo suficientemente lejos como para justificar eso —dijo
Ashley.
—Sí, si no hubiera estado completamente borracho, diría que sí. No creo
que se merezca ir a la cárcel, pero definitivamente tiene que aprender que
nunca debe hacer eso con una mujer —le dije.
—Bueno, su padre dijo que iba a asegurarse de que Corey no se quedara
sin compañía. Por lo tanto, va a tener que ir a trabajar con él en el
departamento de policías todos los días y hacer el trabajo de oficina. Lo que
significa que ya no va a andar en la balsa con su hermano. Su padre le
acompañará hasta y desde el trabajo, y luego lo llevará a Alcohólicos
Anónimos cada noche. Espera que Corey entienda las consecuencias que
128
vienen con las escorias que se comportan de tal manera, estando en la oficina y
siendo testigo de primera mano. Corey es lo suficientemente inteligente para
entenderlo y es de esperar que vaya a superar su problema con la bebida
también —dijo Travis.
—Así que, ¿tiene un problema de alcohol? —le pregunté.
—Sí, desde que su madre se fue ha estado fuera de control. —Una pieza
del rompecabezas encajó en su lugar, y pude ver todo mejor.
—¡Oye, Trav! —gritó Scott desde el frente.
—¿Qué sucede? —respondió Travis.
—El arroyo se ha triplicado en tamaño, por lo que ya no podemos saltar.
Tenemos que sacarnos los zapatos y calcetines y caminar —dijo Scott.
—¡Qué asco, no quiero caminar en el agua! ¡Podría haber serpientes! —
se quejó Ashley mientras nos acercábamos a donde el grupo se había detenido.
Miré la sucia agua y no pude estar más de acuerdo. Aunque tuviera que
hacerlo, realmente no quería pasar por él, tampoco. Travis me miró y luego se
volvió hacia Scott.
—¿Qué tal si cargamos a las chicas y las llevemos? Pueden llevar los
zapatos por nosotros —ofreció Travis.
—Bien por mí —dijo Scott, y los demás estuvieron de acuerdo.
Travis dejó ir a los otros primero antes de darme la mano. Las chicas
estaban ocupadas quejándose de lo apestosos que estaban los zapatos, y los
chicos se reían acerca de quién los tenía peor. Travis y yo nos paramos por un
momento y cuando todos se hallaban en el arroyo, abriéndose paso por el
agua, se volvió y me dio un rápido beso.
—¿Lista? —preguntó, retrocediendo y mirándome a los ojos.
—Sí, estoy lista para más de eso también —le dije, rozando sus labios
con mis dedos. Se mordió el labio inferior mientras la lujuria llenaba sus ojos, y
me encontré teniendo dificultades para retenerme. Se estaba volviendo más y
más difícil contenerme cuando cada minuto quería abrazarlo, besarlo, o saltar
sobre sus huesos.
—Más tarde, nena, te lo prometo. Ahora, salta —dijo, guiñándome y
poniéndose de cuclillas.
Me subí a su espalda y luego me incliné hacia la derecha para hablar en
su oreja. —No creo que pueda esperar hasta más tarde; te deseo, Travis —le
susurré seductoramente y mordisqué su lóbulo. Dejó escapar un gemido, y me
di cuenta de lo mucho que lo afectó.
—Oigan, chicos, nos vemos en las cataratas. Voy a acompañar a Paige al 129
baño —le gritó a‖la‖multitud‖y‖luego‖susurró‖un‖‚lo siento‛,‖sólo‖para‖mí.‖Sentí‖
algo de vergüenza por su anuncio, pero entendía su plan.
—Está bien, nos encontramos allí —respondió Scott.
—Asegúrate de darla algo de privacidad, Travis —bromeó Ashley.
Travis se levantó, tomó mi mano y me llevó por el bosque hasta unas
gigantescas rocas. No dijo ni una palabra hasta que llegamos allí. Luego se
volvió y me presionó contra ellas. Estábamos fuera de vista, como también del
alcance del oído de los demás, y me encantaba. Mi cuerpo lo ansiaba, así que
iba aprovechar el momento.
—No tienes que esperar ahora —dijo y luego apretó sus labios contra
los míos. Respondí inmediatamente y me encontré con su lengua. El calor de
su boca hacía juego con el calor que irradiaba entre mis piernas, y nuestras
lenguas se juntaron con necesidad. Travis dejó que sus manos vagaran por mi
cuerpo y las deslizó hasta mi camisa. Lenta y suavemente, deslizó los dedos
bajo las copas de mi bikini y rozó mis senos. Mis pezones alcanzaron su
máximo punto, lo que hizo que los recompensara con un ligero apretón de sus
dedos. Gemí en su boca mientras la sensación vibraba por todo mi cuerpo, y
luego sentí a Travis explorar mis pechos con más firmeza. Mis manos se
aferraban a la parte trasera de su cuello, intentando acercarlo más a mi cuerpo.
Travis liberó uno de mis pechos, dejando que su mano se deslizara por
el lado de mi estómago. Sentí sus dedos viajar más allá del borde de mis
pantalones cortos y deslizarse a través de la piel bajo de mi cintura. Parecía
como si estuvieran pidiendo permiso para entrar, así que asentí en respuesta.
Sin dudarlo, sus dedos se deslizaron en mi interior y comenzaron a moverse
suavemente entre mis piernas. La sensación era increíble, siendo intensificada
por las prohibidas circunstancias. No pasó mucho tiempo antes de que cayera
por el borde y le diera vueltas a mi clímax. —Sí —susurré en su boca cuando
encontré mi liberación. Tiré la cabeza hacia atrás para recuperar el aliento y
calmar mi pulso. Fue el momento más intenso que había experimentado
alguna vez y necesitaba un segundo para recuperarme. Encontré sus ojos
llenos de orgullo y deseo cuando finalmente abrí los míos para mirarlo.
—¡Eres tan sexy, Paige! —susurró, besándome suavemente.
—Ahora es mi turno —le dije.
Nuestros ojos permanecieron trabados mientras que, poco a poco,
deslizaba las manos por debajo de la tela del traje de baño que llevaba para
encontrarlo duro como una roca, listo. Lo saqué para no hacer un lío de su
ropa y comencé a explorar su longitud con las manos. Su piel era tan suave y
sin embargo, su eje se sentía tan duro. Disfruté de la sensación mientras lo
acariciaba de arriba abajo, aferrándome su deseo. Le tomó menos de un
minuto encontrar su liberación, y me sentí satisfecha. 130
—Guau, no creo que me haya venido nunca tan rápido —dijo,
recuperando el aliento y sacudiendo la cabeza.
—¡Lo mismo digo! —le dije.
—Tal vez deberíamos volver al grupo antes de que empiecen a
preocuparse —dijo Travis, depositando besos en mi boca y mejilla.
—Deberíamos —acordé de mala gana, encendiéndome nuevamente por
su contacto.
—Siempre puedo decir que necesitábamos volver al barco porque no te
estabas sintiendo bien —dijo, besando mi cuello y más allá de la V de mi
camiseta.
—Por mucho que quiera, Travis, preferiría que no pensaran que estuve
pegada al inodoro toda la tarde, haciendo que el barco huela mal. Este es mi
primer día con todo el mundo y preferiría no dejarlos con esa impresión —le
dije, explicándome.
—Está bien. Pero quiero más luego —dijo, besándome. Le devolví el
beso duramente y, a continuación, respondí a su comentario.
—Puedes tener todo de mí más tarde. —Sus ojos se agrandaron ante el
comentario y sonrió.
Nos unimos al resto del grupo y nos encontramos con un picnic en las
cataratas. —Guau, así que este es Willow Falls —dije, admirando la belleza de
la cascada. Las cataratas y sus alrededores eran absolutamente impresionantes.
Era tan tranquilo y calmado que entendí completamente lo que todo el mundo
decía.
—Ahora puedes ver por qué nombramos así la tierra detrás de ellas,
¿no? —dijo Travis.
—Sí —le contesté, absorbiendo todo. Travis y yo nos sentamos con el
resto del grupo para almorzar y ninguno pudo quitar las ridículas sonrisas en
nuestros rostros.
Después del almuerzo, pasamos mucho tiempo nadando en el agua y
jugando bajo las cataratas. Los hombres apostaron en un juego de gallinas, por
lo que las chicas fuimos divididas por eso. Estaba en los hombros de Travis
jugando contra Ashley y Scott, pero tuvimos que llamarlo un empate ya que
ninguno podía botar al otro. Los chicos finalmente se atrevieron a mojarse, así
que comenzamos una guerra contra ellos. Por supuesto, eran demasiado para
nosotras, pero dimos nuestro mejor esfuerzo. Fue divertido pasar la tarde con
todo el mundo, hablando y riendo. Me sentí aliviada de que todo hubiera ido
bien.
131
Cuando regresamos al campamento, era cerca de la hora de cenar, así
que todos decidimos limpiarnos e ir a la ciudad por hamburguesas. Travis se
sentó a mi lado en el restaurante, y encontró la forma para acariciar mi pierna
por debajo de la mesa. Por alguna razón, el hecho de que tuviéramos que
esconder nuestros afectos aumentó la excitación de todo. Estaba descubriendo
que me gustaba andar a escondidas con él y tal vez quería prolongar el decirles
a todos acerca de nuestra relación. Pero decidí que, aunque era estimulante,
por el momento, no podía ser la opción más saludable.
17
Traducido por Apolineah17
Corregido por Jezel07
Tom y Jared se metieron dentro del auto para llevarnos al sitio, pero
antes de que Trace y yo llegáramos a la parte de atrás, susurró en mi oído—:
Tú y yo necesitamos tener una pequeña charla, Missy. Al parecer, tú y Travis
resolvieron sus cosas y no me lo has contado —dijo.
—Sí, tú y yo tenemos que hablar, pero ¿cómo lo sabes? —le pregunté,
sintiendo curiosidad en cuanto a lo que nos delató.
—Eh, era bastante obvio. Todas las miradas furiosas que te dio y la
mirada celosa que recibió Jared. —Sonreí ante la idea de cómo de evidentes
eran los sentimientos que Travis tenía por mí, y esperaba que fuera capaz de
expresárselo a todos los demás.
21
Traducido por Mery St. Clair
Corregido por Cami G.
12Hace referencia a que si Cora lo llamase, Travis iría a por ella sólo pensando en sexo.
Aunque se suponía que nuestra conversación iba a hacerme sentir
mejor, me encontré sintiéndome peor. Jared claramente pudo leerlo en mi
rostro y trató de consolarme. —Paige, escucha, estoy seguro de que Travis
volverá y hará lo que sea necesario. No va a dejar que las cosas terminen así;
bueno, no a menos que sea un total idiota. Pero puede que necesite que te
vayas primero antes de que se dé cuenta de que tiene que dejar el pasado atrás.
Si en realidad es porque no quiere restregárselo en la cara a Britney, no pasará
mucho tiempo antes de que se dé cuenta de que no es necesario. Ella me
parecía bastante feliz; no habría pensado que acababa de terminar una
relación seria —comentó.
—Lo sé. Parece estar manejándolo muy bien —estuve de acuerdo.
—Incluso la invité a salir por la mañana en frente de Travis, así podía
165
ver que está bien —dijo.
—Te gusta, ¿verdad? —Sonreí, empujando su brazo.
—Es linda —respondió.
—Es una chica realmente impresionante, así que no la invites a salir si
piensas que sólo puede ser una de tus aventuras —dije con firmeza. Aunque
sus intenciones pudieran ser buenas, Britney se encontraba demasiado frágil
como para sufrir otro desengaño por el momento.
—Voy a ver si quiere salir como amigos y tomarlo desde allí. Además,
ya que estará en Nueva York con nosotros el año que viene, no hay necesidad
de apresurar las cosas.
Jared realmente era un buen tipo; si no estuviera enamorada en ese
momento, estaría muy celosa de que Britney hubiese ganado su atención tan
pronto. —Bueno, creo que tengo que ir a la cama —dije, levantándome para
estirarme y caminar de regreso a mi vehículo recreacional—. Gracias por la
charla, Jared —añadí.
—En cualquier momento, Paige. ¿Quieres que te acompañe? —ofreció.
—No, estoy bien. Estoy a sólo dos campamentos más —le dije.
—Está bien, ven a despertarnos en la mañana para que podamos tomar
desayuno.
—Está bien. Lo haré. Que duermas bien. Espero que puedas dormir algo
en el suelo —bromeé.
—Sí, mi noche va a apestar. —Se rió ante eso. Me dio un abrazo y luego
volví a la caravana.
Me desperté a la mañana siguiente y me vestí antes de ir a ver si Tracey,
Tom y Jared se habían despertado. Cuando llegué a su puesto, Tracey y Tom
no se hallaban en ninguna parte. Le eché un vistazo a su tienda, pero no se
encontraban dentro, y luego me di cuenta de que el coche había desaparecido.
Quería saber a dónde fueron, así que decidí despertar a Jared y ver si lo sabía.
Lo llamé desde fuera de su tienda, pero no me respondió. En vez de dejar que
continuara durmiendo, me metí en la tienda y lo desperté. —Arriba, señor —le
dije, empujando su costado.
—Buenos días —dijo aturdidamente, tratando de concentrarse
—Lamento despertarte, ¿sabes a dónde se fueron tus compañeros de
campamento? —le pregunté.
—Se fueron a comer algo, creo. Estaba medio dormido cuando Tom me
lo dijo —respondió.
—Oh, bien. Bueno, te dejaré dormir un rato más si quieres —le ofrecí.
166
—No, voy a levantarme —dijo.
Ambos salimos de la tienda, y Jared casi se cayó sobre mí mientras lo
hacíamos. Justo cuando estaba recuperando el equilibrio, noté a Travis y
Ashley de pie en el camino, mirándonos.
—¡Oigan, ustedes dos! —bromeó Ashley, moviendo las cejas—. ¿Cómo
durmieron? Bueno, si es que han dormido algo —continuó con insinuación, lo
que sabía que lucía cada vez peor a los ojos de Travis.
Travis tenía una furiosa expresión en su rostro, pero no podía
defenderme exactamente delante de Ashley. Se volvió hacia ella y le dijo que
necesitaba ir a la oficina y luego se fue. Ashley hizo caso omiso de su repentino
cambio de humor y se acercó a charlar con nosotros. Jared y yo
inmediatamente disipamos su especulación y nos aseguramos de que fuera
consciente de que no había pasado nada. Incluso añadí que él pensaba que
Britney era linda para que nos creyera realmente.
—Ah, bueno, sé que llamaste la atención de Britney, Jared. Pero eso es
todo lo que voy a decir —dijo, guiñando deliberadamente.
—¡Genial! Bueno, voy a cambiarme entonces. Espero que los otros
traigan algo de comida. Me muero de hambre —dijo, frotándose los ojos con
las manos para alejar el sueño. Lo dejé para poder subir y suavizar las cosas
con Travis.
—¡Hola! —dije, al entrar en la oficina, donde Travis renovaba algunos
de los estantes con alimentos.
—Hola —murmuró.
—No es lo que piensas, Travis —dije.
—¿Qué? ¿Vas a negar que durmieras con Jared en su tienda anoche? Los
vi saliendo de ella juntos —afirmó con dureza.
—Sí, pero fue porque fui a despertarlo para saber a dónde habían ido
Tracey y Tom. Mamá puede decirte que dormí en el vehículo recreacional
anoche, si en realidad no me crees —dije, moviéndome para evitar que
siguiera con su tarea.
—Se vio mal —admitió—. Estabas tan enojada conmigo anoche que
inmediatamente pensé que podrías haber encontrado consuelo en los brazos
de Jared —exclamó.
—Déjame decirte esto otra vez, Travis. Nunca he engañado, ni engañaré
a nadie, jamás. No voy a cambiar eso, así que puedes olvidarlo. No tienes que
preocuparte por eso —le dije rotundamente. Por la mirada en el rostro de
Travis, no podía decir si me creyó o no.
—Paige, tenemos que hablar —dijo, y su voz sonó sombría. Una terrible 167
sensación golpeó la boca de mi estómago y de inmediato pensé que Travis
podría querer terminar conmigo. Con la forma en que las cosas habían ido
entre nosotros en el último par de días, y luego con él encontrándome así esta
mañana, no sabía que esperar.
—¡Hola, Travis! —saludó Barney, interrumpiendo nuestra
conversación—. ¿Puedes limpiar el camping treinta y uno y cortar algo de leña
mientras estás en ello? Los Compson van a llegar en un par de minutos —
indicó.
El sitio treinta y uno era el camping contiguo al nuestro, por lo que me
di cuenta que estábamos a punto de conseguir vecinos.
—¡Hola, Paige! Van a conocer a los Compson. Se van a quedar al lado
de su sitio —dijo—. Trav, tendrás que presentarle a Cora. Apuesto que estarás
muy contento de ver a tu chica —dijo Barney, caminando hacia el lugar donde
nos encontrábamos—. No la ha visto desde las vacaciones de Navidad, por lo
que puede que no veamos este hermoso rostro por unos pocos días mientras se
familiarizan a fondo —bromeó, agarrando la barbilla de Travis y moviéndola
de un lado a otro con la mano—. De hecho, dijo: "Dile a mi amado que estaré
allí pronto" —bromeó Barney ruidosamente y luego le dio una palmadita en la
espalda.
Las palabras se registraron en mi mente mientras la realidad se
desplegaba frente a mí. Travis... aún... está... con... Cora, llegaban mis
pensamientos silenciosa y lentamente, haciéndome sentir como si estuviera en
otra dimensión. Travis... aún... tiene... novia. Levanté la mirada para ver a Travis
mientras mi mente trasbillaba, y sus ojos lo confirmaron. Me... mintió.
Las lágrimas se agruparon en mis ojos, y supe que tenía que escapar
antes de que me desmayara del dolor que me invadió cuando mi corazón se
estrelló contra mi pecho. Sabía que las lágrimas ya se habían desbordado, pero
hablé de todos modos. —Estoy ansiosa de conocerla, Travis, espero que me la
presentes antes de que me vaya. —Dicho eso, me di la vuelta y salí corriendo
de la oficina tan rápido como pude.
Dejé que la puerta se cerrara de golpe detrás de mí y corrí por las
escaleras del porche delantero sin levantar la mirada hasta que choqué con
alguien. —Lo siento, lo siento —exclamé, incapaz de mirar hacia arriba.
—Paige, ¿qué pasa? —preguntó Ashley con la voz llena de
preocupación al ver lágrimas corriendo por mis mejillas. Me sorprendió ver
que era ella, y permanecí en silencio. Después de todo, Cora era su prima y
que yo hubiese tenido un romance con Travis no me iba a dar ningún punto.
Así que evité la conversación.
—Nada, me tengo que ir —murmuré, antes de seguir mi camino para
encontrar a Tracey. Me sentí agradecida por mi velocidad en ese momento, 168
porque no podía llegar lo suficientemente rápido.
23
Traducido por Mitzi.C
Corregido por *Andreina F*
—Muy bien, señorita —dijo Tracey, tirando de las mantas que tenía
sobre mí—. Tienes que salir de esta cama, y tengo la actividad perfecta para
que dejes de pensar en todo —dijo, y se sentó a mi lado en el colchón. 181
¡Cariño!
Escúchalo. Lo jodieron realmente, pero en esta situación en particular, no fue
su culpa. Sigue mi consejo. Sólo tienes que hablar con él.
Te amo,
Mamá.
Nochebuena
—¡Feliz cumpleaños, cariño! Me han enviado aquí para despertarte —
dijo Travis mientras subía a la cama conmigo. Estaba vestido y listo para el día.
Aunque habíamos pasado la noche juntos, Travis se había escabullido
temprano para guardar apariencias delante de nuestros padres. Estaba
tratando de mostrarle a mi padre algo de respeto, aunque estaba segura que
mi padre ya asumía que Travis dormía en mi casa en la ciudad, lo que hacía
casi todas las noches. Pero mientras nuestras familias se hallaban juntas en la
casa de sus padres por las fiestas, habíamos acordado actuar decentemente en
público. Afortunadamente, la casa de Travis tenía un montón de lugares a los
que podíamos escabullirnos en la noche, donde podíamos ser completamente
indecentes.
—Así que, ¿puedo darte uno de tus regalos de cumpleaños ahora? —
preguntó, apegándose a mí y besando mi cuello.
—¿Hay más de uno? —pregunté, acurrucándome en su abrazo.
—Bueno, hay uno que quiero darte ahora, el cual puedes abrir —dijo,
besándome ligeramente alrededor del hombro—. Luego, hay uno que requiere
que te lleve a otro lugar. —Continuó besando mi espalda y cuello—. Y luego,
hay uno que quiero darte que tendrá que esperar hasta que nuestros padres
estén fuera para su caminata nocturna, porque estoy bastante seguro que ese
va a tenerte gritando. —Susurró el final en mi oído, mientras mordisqueaba mi
lóbulo suavemente—. Al menos eso espero. —Sonrió contra mi piel, dándome
escalofríos.
Travis siempre sabía qué hacer para hacer que mi cuerpo se encendiera,
y tendía a no controlar en lo absoluto mis gritos sexuales. La anticipación de lo
que planeaba hacerme más tarde ya tenía mi interior suplicando. —No quiero
esperar —dije, volviendo mi rostro hacia él—. Te quiero ahora, bebé —
ronroneé, estirándome para tocarlo a través de los vaqueros.
—No —dijo, sacudiendo la cabeza y deteniendo mi mano—. Buenas
cosas vienen para aquellos que esperan. Y me refiero a que vienen duro para
aquellos que esperan. —Hormigueos vibraron con sus palabras, y tuve que
controlarme.
—¡Bien! —resoplé.
Travis sonrió ante mi respuesta, luego metió una mano dentro de su
bolsillo y sacó una pequeña caja azul de joyería que colocó en la palma de mi
mano. Mi corazón se agitó durante un minuto, pero él sabía que quería salvar
a mi padre de la agonía de saber que su hija estaba comprometida a los
diecinueve, así que estaba bastante segura de que era seguro abrirlo. Cuando 197
miré dentro y vi el pequeño y hermoso dije, las lágrimas llenaron mis ojos. Era
un tazón de sopa con una pequeña cuchara dentro.
Lo levanté para admirarlo, y luego me volteé hacia Travis. —¡Gracias,
cariño! Me encanta —dije, sintiendo las lágrimas derramándose por mis
mejillas.
—El día que hicimos los tazones juntos, fue el día que me dije que
estaba enamorado de ti. Desde ahora en adelante, mi cumpleaños siempre
significará mucho más. Grabé la fecha en la parte inferior, mira —dijo,
volteándolo para mostrarme el reverso.
Lo admiré y entonces me incliné para besarlo. —Es perfecto. Gracias,
Travis. ¡Te amo tanto!
—¡Yo también te amo! —dijo, besándome nuevamente de forma
minuciosa—. Ahora, necesitas alistarte, cumpleañera, para tu gran día.
Nuestras madres han preparado un desayuno especial para ti y luego
saldremos para el presente número dos —dijo, dándome una sexy sonrisa.
—Está bien, déjame tomar una ducha y luego me reuniré con todos
abajo —dije, saliendo de la cama.
La mirada en los ojos de Travis era una que reconocía. Lujuria. —
Maldición, ¿sabes cuánto deseaba bañarme contigo ese primer día que
estuvimos aquí? —dijo, negando con la cabeza ante el recuerdo.
—¡Tal vez más tarde, cariño! En este momento, necesitas ir abajo y
entretener a nuestras madres —bromeé. Entonces me quité la ropa justo
delante de él y me giré para caminar hacia el baño. Su expresión deseosa se
reflejó en el espejo y sonreí mientras entraba en la ducha.
Desafortunadamente, Travis realmente necesitaba ir abajo antes de que
nuestros padres comenzaran a cuestionarse qué sucedía, así que me sentía
agradecida porque se haya comportado y dejara la habitación.
Me puse unas mallas negras, con mis botas de piel del mismo color
hasta la rodilla, y una camiseta blanca, la que me puse bajo un largo suéter gris
que dejaba los hombros al descubierto. Una vez que mi maquillaje y accesorios
se hallaban todos en su lugar, bajé las escaleras. Travis salió disparado del sofá
en la sala de estar tan pronto como me vio y se acercó a mi lado. —¿Cómo se
supone que voy a pasar el día cuando esos pantalones están abrasando tu
perfectamente redondeado trasero tan apretadamente? —dijo, aferrándose a
mis nalgas con las manos.
—Sólo recuerda tus famosas palabras: ‚Buenas‖ cosas‖ vienen para
aquellos‖ que‖ esperan‛.‖ —No pude evitar soltar una carcajada, porque había
escogido ese atuendo para torturarlo todo el día.
—No juegas justo —gruñó, levantándome del suelo y lanzándome sobre
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su hombro.
—¡Travis! —chillé juguetonamente—. ¡Bájame!
—No hasta que te de tus diecinueve nalgadas —bromeó, golpeando mi
trasero mientras me cargaba por el pasillo hacia la cocina.
Chillé todo el camino mientras me azotaba juguetonamente cada lado.
Entonces, justo antes de que entráramos a la cocina, me puso en el suelo y me
clavó contra la pared. Antes de que tuviera oportunidad de reaccionar o decir
algo, me besó. Me dejó sin aliento y mis mejillas, junto con el resto de mí,
fuimos bañados en calor. —¡Feliz cumpleaños, chica sexy! Las verdaderas
nalgadas vendrán más tarde —me susurró al oído y luego se volvió para
entrar a la cocina. Me calmé rápidamente y entré detrás de él.
Mi madre y Lucille se encontraban sentadas alrededor de la mesa de la
cocina, riéndose disimuladamente mientras Travis llevaba una expresión
divertida, sirviéndose una taza de café.
—¡Feliz cumpleaños, cariño! —soltó mi madre inmediatamente,
poniéndose de pie para darme un abrazo.
—¡Feliz cumpleaños, Paige! —Lucille se levantó para hacer lo mismo.
—¡Gracias a ambas! —respondí y luego miré por encima para ver la
deliciosa variedad puesta sobre la barra—. Guau, ¿ustedes dos hicieron todo
esto?
—Lucille hizo de chef, y digamos que yo fui más como una asistente —
admitió mi madre—. ¡Pero estoy aprendiendo!
—¡Bueno, gracias a las dos! Se ve delicioso —alabé—. ¿Dónde están
Barney y papá? ¿Van a venir? —inquirí, preguntándome si deberíamos
esperar.
—No, ellos ya comieron. Barney lo llamaron de emergencia, así que tu
padre fue con él —exclamó Lucille.
—Lo siento, cariño. Tu padre no quería que te molestases, pero quería
asegurarse de que Barney fuera capaz de volver a casa y pasar el resto del día
con nosotros así que le ofreció su ayuda —dijo mi madre.
—No hay problema. De todas formas, Travis quiere llevarme a un sitio
después de desayunar —repliqué.
—¡Oh, ¿en serio?! —dijo Lucille y nuestras madres se miraron una a la
otra y rieron.
—No te hagas ilusiones, mamá. Tienes un par de años antes de que
necesites comenzar a planear nuestra boda —dijo Travis, tratando de dispersar
las especulaciones de compromiso de su madre. 199
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