Está en la página 1de 1

Hace años en África, cuando la existencia de la vida comenzó.

Dios había creado los


animales y el género humano.

En la tierra, todos los animales y humanos estaban contentos. Todos


menos la jirafa. La jirafa no era como las jirafas de hoy. Tenía el cuello
corto y las patas cortas también. La pobre jirafa tenía hambre, mucha
hambre. Todas las cebras y las gacelas eran glotonas y comían todas
las hierbas.
Un día la jirafa notó que los árboles estaban llenos de hojas suculentas.
Ese día le pidió a Dios que le diera un pescuezo muy largo. Así
alcanzaría las hojas. Dios le concedió su deseo. El siguiente día, la
jirafa se despertó y descubrió que el pescuezo era verdaderamente
largo, por lo menos un metro. Finalmente la jirafa pudo alcanzar las
hojas de los árboles. Comió mucho y estuvo muy contenta. Entonces
notó que los otros animales se reían de ella. Su cuerpo era
desproporcionado. Otra vez la jirafa le pidió a Dios que le hiciera un
cuerpo bien proporcionado.

Al día siguiente, la jirafa se despertó y descubrió que las patas eran muy largas, por lo
menos dos metros. Ahora la jirafa podía alcanzar las hojas; además, era muy elegante, con
el pescuezo largo y las patas muy largas. La jirafa estuvo muy contenta y le agradeció a
Dios.

También podría gustarte