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Santiago, mi lugar feliz.

Había una vez un niño que caminaba por Santiago, de repente vio un lugar hermoso y se Acercó
para verlo mejor pero desapareció en un instante. El niño muy deprimido se fue pensando en ese
bello lugar, a los 15 días decidió volver y al no encontrar nuevamente el lugar el mismo lo
construyó. Hizo un sillón de bolsas de basura y llevó muchos caramelos fue el mejor día de su
vida. El niño iba todos los días, llevó a su mascota e incluso siguió yendo hasta viejo. Desde
entonces el lugar sigue estando ahí.

fin

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