Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trabajo Práctico N° 2
“ Museo Escolar”
pág. 1
Universidad Nacional de Córdoba - Facultad de Artes
Si estuviera que escoger un objeto de mi pasado que tenga relación con el arte, sin duda sería
el primer violín que me permitieron tocar, aparte de inspirarme a tocar el violín, me dejó
maravillada por las curvas que poseía el violín y su estructura. Desde que recuerdo siempre
quise dibujarla desde muchos ángulos, siendo tocada por los personajes que yo creaba, roto,
con diversos diseños, casi lo glorificaba al violín -y a la familia de cuerdas frotadas en general-.
Este primer violín era de un baja calidad, casi como si fuera un souvenir que te dan en alguna
carpa de algún pueblo, había venido en un suplemente de “cómo aprender a tocar violín en
menos de una semana”… es casi triste lo fácil que ese título llegaba a engañar a uno que otro
ingenuo, en el instante que tuve la oportunidad de aprender a tocarla con un profesor
particular, quede fascinada con el mundo que me tope, mi profesor fue increíblemente
paciente conmigo, él me guio por un camino que realmente me hacía amar la música, a pesar
de que manejaba un violín no profesional. En el momento que quise tomarla en serio -cuyo
hecho incluía comprar un violín de buena calidad y asistir al conservatorio- tristemente la
realidad pudo conmigo y terminé dejándolo, pero a pesar de haber renunciado nunca dejé de
amarlo, ni a su estructura ni a su sonido. Al día de hoy poseo la necesidad de tocarlo de vez en
cuando y de dibujarlo en mi tiempo libre, recordando con mucho cariño el tiempo que pasaba
riéndome en ese cursillo tanto por las ocurrencias de mis compañeros o por la singularidad de
mi profesor a la hora de enseñarme un tema nuevo o explicarme los temas difíciles.
Mi objeto para el futuro lo represento como si fuera una composición, se vería representado
por una nariz de payaso acompañado por una maleta vieja de estudiante. Más allá de que se
tome con seriedad mis clases y todo lo que llegue a enseñar al seguir el programa impuesto
por la catedra, tengo el ferviente deseo que mis clases estén repletas de risas, que cada día los
alumnos puedan salir del marco escolar y puedan explayarse como a ellos más les gusten en lo
que refiere al arte, adaptando tale aptitudes al programa de catedra.
pág. 2