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1- Ir directamente al tema.

Hay que tener claro que normalmente hay “un camino que recorrer” dentro de toda relación sexual… ir directamente a
meterle tus manos bajo la ropa interior tras apenas un par de besos posiblemente conseguirá el efecto contrario al de
excitación que perseguimos.
2- No saber cómo besarla.
Hay muchas formas de besar y sólo una o dos son adecuadas para cada situación. Apasionado, sensible, fuerte, suave…
besar bien es un arte que lubrica los engranajes del sexo. Aprender a besar es indispensable para disfrutar de la
experiencia… piensa que un beso (en la boca) ya es en sí mismo un acto sexual, así que si no sabes besar tu pareja
podría pensar que tampoco sabrás ir más allá.
3- Ser demasiado brusco/rudo cuando tocas sus zonas erógenas.
A nosotros nos suelen gustar más las caricias fuertes, pero a ellas ese tipo de caricias sueles producirle más dolor que
placer (y en algunos casos lo agradecen). Su clítoris es el punto más sensible de todo su cuerpo así que hay que tener
mucho tacto a la hora de tocarlo. (dedos, manos, lengua, labios y nariz lubricados).
4- No acariciarla.
El segundo mayor órgano sexual de la mujer es su piel (el primero es su mente). Puedes convertir cada roce sobre su
cuerpo en una caricia sexual… concentración, suavidad y calma (que parezca que sabes lo que haces).
5- Engancharse a sus pezones como un recién nacido.
Reconozco que en este punto siempre caigo… veo un pezón y me lo tengo que meter en la boca. Pero, por lo visto,
antes debemos jugar con la lengua sobre su areola y el resto del pecho (sin olvidar las caricias)… les encanta.
6- Morderle el lóbulo de la oreja porque crees que es sexy.
Puede que ella no piense lo mismo. En cualquier caso hay que hacerlo suavemente y esto también va por vosotras…
que más de una vez he estado a punto de irme llorando a casa.
7- Hacerle un chupetón en el cuello
Si tienes más de 16 años esto no se debe hacer… si necesitas saber porqué es que tienes menos de 16. Dejar marcas
sobre el cuerpo en zonas visibles sólo lo hacen los ganaderos con las vacas… respeta a tu pareja.
8- No afeitarse antes del sexo.
Esto es obligatorio, la barba de dos o tres días se clava en la suave piel de las féminas con tremenda facilidad. Seguro
que a ti tampoco te gustaría hacerlo con un tío que no para de clavarte su barba.
9- No lavarte (en general y antes del sexo).
La higiene es esencial… tampoco es plan de ir al baño justo antes a lavarte los bajos como si estuvieses con una
prostituta pero hay que salir limpio de casa para asegurarse de que los calzoncillos no hacen ruido al despegarse de tu
piel.
10- Olvidar que su cuerpo está esperando a ser tocado.
No hace falta llegar a la cama para comenzar las caricias… de hecho cualquier momento es un buen momento para
tocarla sutilmente (o no tan sutilmente). A veces un roce de manos mientras camináis puede excitarla mucho más que
las caricias premeditadas y evidentes.
11- Intentar meter tus dedos bajo su ropa interior antes de que esté preparada.
Tómate tu tiempo, deja que la situación se desarrolle con naturalidad… a veces la certeza de “lo que está por venir” es
más erótico y excitante que el acto por sí mismo.
12- Tirar el condón al suelo.
Capullo, como tú no limpias… lo ideal es tirarlo a la basura. Evita lanzarlo al inodoro porque a veces se queda flotando…
se han dado casos en los que se atascan las tuberías y no es una situación agradable. Tampoco suele ser agradable ver
cómo lo guardas en el bolsillo/cartera como trofeo.
13- Ir directamente al clítoris durante el sexo oral o la masturbación.
A diferencia de nosotros, esto a ellas no tiene porqué gustarles. En todos los casos será mucho más excitante y
placentero que te centres en la zona que hay entre su vulva y sus piernas, al rededor de los labios y su clítoris o incluso
en otras zonas del cuerpo… seguro que provocarás más placer que sólo estimulando su clítoris.
14- Parar justo cuando ella no quiere que pares cueste lo que cueste.
A veces puede ocurrir que ella esté disfrutando tanto de la relación que se olvide por un momento de participar de
forma activa… eso significa que lo estás haciendo bien, no que esté pensando en qué habrá para cenar.
15- Ser torpe al desnudarla.
En todo momento debe parecer que sabes lo que haces, eso es algo que consigue excitarlas más de lo que creemos y
lo notan en seguida. Nunca he tenido problemas para arrancar un sujetador, pero sé que muchos se atragantan en este
punto… si no estás seguro de hacerlo bien, NO LO HAGAS… sigue excitándola y se lo quitará ella misma.
16- Quitarte la ropa de forma ridícula.
Ten en cuenta que te está viendo alguien, procura quitarte la ropa con algo de dignidad. No hay nada más patético
para una mujer que un hombre en calcetines y calzoncillos… salvo, posiblemente, un hombre en calcetines. El orden
más adecuado es: primero parte de arriba (camisa, camiseta, etc), después calcetines, después pantalones, etc… evitar
dar saltos por la habitación para hacerlo y mantener el equilibrio. O lo haces bien o darás que hablar en su círculo de
amigas.
17- Esperar que se depile su “cosita” para ti.
Este punto me cabrea. A todos (o casi) nos encanta ver esas zonas depiladas… al menos parcialmente… pero a ellas les
pica (prueba a depilarte tú y entenderás, como yo, porqué no lo hacen). Si no te puedes resistir pídeselo o explícale
porqué quieres que lo haga, pero si dice “no” no la agobies y acepta su decisión.
18- Meterle un dedo en la vagina antes de que esté preparada, listos, fuera!!
En general, les gusta ser penetradas tanto como a nosotros penetrarlas. Pero sólo les gusta cuando es el momento
correcto, es decir, cuando están lo suficientemente excitadas para disfrutarlo. Por ejemplo, durante el sexo oral
mientras estimulas su clítoris (y alrededores) con tu lengua, llegará un punto en el que ella deseará tener uno o dos
dedos dentro… comienza con uno y, si crees que le gustará, usa también otro… a no ser que tengas dedos de duende:
CON DOS BASTA.
19- Atacar sin preguntar.
No coincido con este punto… ¿qué pasa con el factor sorpresa? Evidentemente debemos estar seguros de que ella está
de acuerdo en tener relaciones y saber hasta dónde nos va a dejar llegar… eso no significa que tengamos que
preguntar cada vez que queramos hacerlo, sino simplemente leer sus gestos (Piernas abiertas = Si; Corte de Mangas =
No).
20- Intentar meterla a ciegas una y otra vez sin conseguirlo.
Si por alguna razón no encuentras la entrada al templo maldito… pídele que te ayuda. Notar como lo intentas en vano
puede provocar carcajadas.
21- Esperar hacer el amor con ella dándote la espalda.
A muchas les encanta esta posición, pero a muchas otras les hace sentir incómodas… pueden ser más conscientes de
su culo o sentirse como un objeto sexual por lo impersonal de la postura. Explicándole porqué te gustaría hacerlo así
seguramente hará que coopere.
22- Empujar demasiado fuerte.
Como en el caso de la barba, a ti tampoco te gustaría tener a un tío metiéndotela demasiado fuerte. Al principio hay
que ser suave y poco a poco aumentar la fuerza (si es necesario), pero nunca pasarse… si oyes crujir su cadera ya es
tarde.
23- Correrse demasiado pronto.
No hay muchos hombres que puedan durar lo suficiente para satisfacer a una mujer que disfruta de su estimulo vaginal
y punto G. A pesar de todo hay técnicas para intentar controlarnos como por ejemplo la conocida como “¿cuál era el
nombre de aquel libro de Paco Umbral?”… u otras mejores como el Tantra.
24- No correrse o perder la erección al ponerse el condón.
El primer caso es poco habitual, así que soy raro hasta en eso… el segundo es casi la norma y prácticamente todos
perdemos algo de vigor si no somos rápidos al ponerlo. “No terminar nunca” puede resultar molesto para ella, que
puede pensar que no te excita lo suficiente o doloroso por erosión… puedes visitar a un especialista para ver si tienes
algún problema. Para no perder la erección mientras nos ponemos el condón ya se han hecho muchos avances
(PRONTO!!)
25- Preguntarle “¿Te ha gustado?”
Serás chuloplaya… si le ha gustado es algo que te comentarán los vecinos al quejarse de los gritos. Como mucho
podrías preguntarle: “¿Qué te gustó más? ¿cuando te hacía xxxx o cuando te hacía xxxx?”
26- No darle sexo oral cuando lo está pidiendo a gritos.
A la mayoría nos gusta y nos excita… pero es que hay chochos y chochos. Si te desagrada el olor o el sabor podéis
probar a ducharos/bañaros juntos antes del sexo. En cualquier caso, si no se lo haces no esperes que ella te haga lo
propio a ti.
27- Fallar en darle placer si te corres demasiado rápido.
Recuerda: “Ella debe terminar primero!!”. Nosotros acabamos y perdemos por un pequeño lapso de tiempo el interés
sexual, pero suele pasar. Asegúrate de haberle dado placer antes (durante el sexo oral) para que ambos hayáis
disfrutado de la relación. Si no consigues que disfrute se aburrirá en tu cama… y no quieres que eso pase.
28- Intentar coaccionarla para que te haga sexo oral.
Si quiere hacerlo lo hará y si no NO. Ella no te obliga a ti, así que respétala… no me hagas sacar otra vez el ejemplo del
hombre de la barba.
29- Intentar forzar su cabeza para “que entre toda” mientras te practica sexo oral.
Aquí si… el hombre de la barba te hace eso y tú haces de todo menos disfrutar. Se trata de una relación entre dos
personas que quieren pasarlo bien… ¿tú te lo pasas bien cuando tienes ganas de vomitar? (Pues vete al parque de
atracciones). Lo que realmente nos da placer es su lengua jugando con el glande, mantén tus manos alejadas de su
cabeza o, como mucho, sujeta su pelo y disfruta del espectáculo.
30- Sujetar su cabeza mientras te practica sexo oral.
Parecido al anterior pero no necesariamente igual… puede ser útil durante un momento, pero mantener la mano
sujetando su cabeza puede llegar a agobiarle. Esto es muy común en el porno USAmericano, pero no por eso adecuado
en la vida real.
31- Correrte en su boca sin haberle preguntado si está de acuerdo.
“Es que si le pregunto me dice que NO”… ya, ya lo sabemos, pequeño Timmy, ninguna te dice que SI la primera vez…
pero al final se cansan, las convences o pierden una apuesta y consigues tu deseo. El sabor del semen (a mi me lo han
contado) no es precisamente el de las uvas en enero… es algo desagradable y, si lo hace, lo hace porque A TI te gusta.
De tragar ni hablamos… muy hambrienta tiene que estar una mujer para hacerlo sin tener en cuenta tus gustos. (Que
también son los míos).
32- Pensar que el porno tiene algo que ver con la vida real.
La prueba: Levanta tu camiseta, ¿hay abdominales marcados? El porno no es real (por mucho que me joda), la mayoría
de las prácticas son desagradables tanto para ellas como para ellos…
33- Poner una película porno sin preguntarle.
A ella puede desagradarle o hacerle sentir que no te excita por si misma. Puede ser una experiencia muy satisfactoria si
está de acuerdo pero también un gran fracaso si no lo está… asegúrate antes.
34- Pedir perdón por el tamaño de tu pene.
Lo que me faltaba, esto no lo había oído nunca. A quien lo haga se lo cortamos. Recuerda: El 98% de las mujeres
prefieren tener un amante sensible antes que uno con un gran pene. Tener la polla grande sólo te garantiza trabajo en
la industria del porno… complacer a una mujer requiere mucho más.
35- Responder sinceramente cuando te pregunta “¿cómo era tu última amante?”
JAMÁS LE DIGAS A UNA MUJER QUE TU ÚLTIMA NOVIA/ROLLO/AMANTE ERA GENIAL. JAMÁS. Si te pregunta si está
gorda, ¿le dirías la verdad? Pues ya está. “Mi última amante era lo peor, no sabía hacer nada y tuve que dejarla por
eso…” Puede que tu pareja no te crea pero es justo lo que quiere oír.
36- Preguntarle si quiere hacer un trío con otra chica.
Suelen proponerlo ellas, casi ninguna quiere probar con otro chico pero sí con otra chica. La cuestión es que si se lo
propones tú pensará que necesitas algo más y si hablas de una chica concreta se pondrá celosa. A mi me lo han
propuesto en alguna ocasión pero con condiciones… una de las cuales era casi siempre: “pero a la otra no se lo puedes
hacer, sólo a mi”
37- Hacer que ella haga todo el trabajo.
Cambiar de posición de vez en cuando siempre es buena idea para pasarlo bien. No le digas siempre que se ponga ella
encima u os estanquéis en una misma postura… imaginación!!
38- Intentar meterla por detrás “sin querer queriendo”
El sexo anal es algo que se consigue hablando. No creo que para ellas sea una experiencia agradable (al menos no las
primeras veces) y mucho menos si se hace en un momento inesperado. En cualquier caso, decir que fue “por
accidente” no sirve de nada… no te creerá.
39- Fotografiar o filmar vuestras relaciones sexuales.
Desafortunadamente tomar fotos o grabar un vídeo de vuestras relaciones sexuales es poner cierto poder en las manos
de la persona que tiene las fotos. Debemos estar seguros de la lealtad de nuestra pareja para poder hacer algo así y
estar tranquilos… si los dos estáis seguros puede ser realmente morboso.
40- Caer en la misma rutina cada vez que lo hacéis.
Salvo que tus relaciones sexuales tengan la finalidad de procrear y sólo esa, no debes permitir que la rutina se suba a
vuestra cama. Cambiar de posiciones, de roles, compartir fantasías, realizar juegos (vendarle los ojos, por ejemplo) o
incluso hacerlo en sitios distintos al habitual… hace que la chispa nunca se apague.
41- No mantener el romance.
El romance es parte esencial de toda relación… vuestra historia (la parte que se saltan en las pelis porno) es una de las
partes importantes del sexo. Ser romántico (pero no empalagoso) es algo difícil y que requiere mucha experiencia… no
estamos hablando de escribirle poesías y comprarle bombones, sino de, por ejemplo, la sensualidad en las miradas y los
gestos que hacen que note tu presencia aunque estéis en puntas diferentes de una misma sala. (Las poesías suelen ser
malísimas, cutres y muy empalagosas).
42- Abofetearle el culo sin saber si quiere jugar a ser dominada.
Timmy, no importa lo excitante que te parezca… intenta algo más suave primero para ver cómo reacciona. Si no lo
haces, te devolverá la hostia en la cara o, peor, en las pelotas.
43- Intentar hacerlo tal y como lo hacen en algún libro (o película).
Puede resultar divertido si lo habéis acordado, si no seguramente a ella no le gustará. Comunicación.
44- Jugar con su ano antes de que esté suficientemente excitada para que le guste.
Mientras estimulas su clítoris y tienes un dedo en su vagina quizá pienses que le podría gustar algo de jugueteo anal.
Podrías usar tu dedo meñique para tocar suavemente su ano mientras que tu dedo índice juega con su punto G. Esto le
encantará si está muy excitada o cerca del orgasmo… pero podría cortarle el rollo en caso contrario, hay que estar muy
seguro de cuándo hacerlo.
45- Dejarla sorda gritándole al oído cuando te estás corriendo.
Muerde un rato la almohada o no habrá una segunda vez.
46- Decir guarradas sin estar seguro de que a ella le gusta.
En general un poco de lenguaje soez ayuda a aumentar la excitación. La primera vez que tu pareja te diga que “le folles
su caliente y mojado coño” entenderás lo que te digo. Si aún no ha pasado puedes proponérselo a ver qué hace… quizá
ella no se haya atrevido a hacerlo. Recuerda que según las malas lenguas “las más calladas son las que más se
sueltan“.
47- Tumbarte sobre ella.
Si no quieres que muera aplastada o por asfixia… mantén con los brazos tu propio peso.
48- Eyacular sobre ella sin preguntarle.
Hacerlo es de lo más excitante (hacerlo sin preguntarle también), pero es preferible haberle preguntado antes. Luego
se pone todo perdido y pasa lo que pasa.
49- Eyacular sin control.
Me refiero al efecto “manguera a presión - bombero pequeño”. Por cierto, si le das en la cara “sin querer” tampoco te
creerá.
50- No tenerla un ratito entre tus brazos después del sexo.
Esos momentos son en los que tu pareja se siente (o debería sentirse) más cercana a ti… quiere saber que es especial,
que es querida… quiere sentirse adorada por el hombre que está junto a ella. Darse la vuelta y quedarse dormido es,
además de una falta de respeto, el acto perfecto para no volver a compartir cama con esa mujer. Préstale la atención
que necesita.
51- No limpiar después del sexo.
Las cosas se ensucian, las camas se deshacen, la ropa termina tirada por todas partes… lo lógico es ayudar a recoger el
campo de batalla. Si lo hacemos es muy posible que tengamos oportunidad de volver a destrozarlo.

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