La meditación Zen un sistema oriental de reequilibrio mental y físico, ha sido estudiada

científicamente en forma continua durante las ultimas décadas, llegando a la conclusión,

que puede proporcionar un equilibrio mental, físico y emocional puede reducir el
dolor.

Un nuevo estudio informa que los meditadores tienen una menor sensibilidad al dolor,
tanto dentro como fuera de un estado de meditación en comparación a los no
meditadores.

Joshua A. Grant, un estudiante de doctorado en el Departamento de Fisiología, co-autor

del documento con Pierre Rainville, profesor e investigador en la Universidad de
Montreal y sus afiliados Instituto Universitario de geriatrie de Montreal.

El estudio se centró en examinar a meditadores sobre los diferentes umbrales de dolor,

en relación a un grupo de control no meditador.

Mientras que estudios anteriores han demostrado que la enseñanza de la meditación

a los pacientes que padecen dolor crónico, es muy beneficiosa, pero muy pocos
estudios se han centrado en el procesamiento del dolor en personas sanas, que son
meditadores experimentados.

Este estudio es un primer paso para determinar cómo o por qué la meditación pueden
influir en la percepción del dolor", dice Grant.

Estudios previos han demostrado la influencia de las emociones sobre el dolor y la

meditación, determinando que dicho umbral de dolor es muy inferior en los
meditadores.

Por lo tanto si la meditación puede cambiar la forma en que se percibe el dolor, además
de disminuir las dosis de medicación para el dolor que los tratamientos actuales dan
para la enfermedad, nos encontramos ante una muy buena opción en la lucha contra la
enfermedad.