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Una droga es una sustancia química, natural, semisintética o sintética que, al disolverse en la
sangre, puede actuar sobre el cerebro y modificar el comportamiento de las personas,
produciendo manifestaciones de dependencia y/o abuso.
Según sus efectos, las drogas se clasifican en:
Las drogas se pueden consumir por diferentes vías: aspiración, inhalación, ingestión e inyección.
La interrupción brusca del consumo de algunas drogas (alcohol, opiáceos) provoca un síndrome de
abstinencia, que será leve o intenso, en función del grado de dependencia física existente.
El consumo habitual de algunas drogas provoca primero dependencia psicológica (deseo de
consumo) y, más tarde, dependencia física.
Hablemos de Drogas
El Tabaco
El tabaco es la hoja de la planta Nicotiana tabacum que, después de un proceso industrial, se hace
apta para ser fumada en forma de cigarrillo, cigarro o pipa.
El Alcohol
El alcohol es una sustancia que se encuentra en las bebidas alcohólicas
Consumido de forma habitual, puede producir diversos trastornos.
La intoxicación alcohólica va desde la euforia hasta la embriaguez.
El alcohólico representa también un riesgo para otras personas, pues bajo los efectos del alcohol,
el alcohólico puede tener conductas de riesgo como conducir temerariamente. En el caso
de mujeres alcohólicas embarazadas, el alcoholismo puede producir graves lesiones en el feto,
como la subnormalidad.
El alcohol, igual que el tabaco, goza de mayor aceptación que el resto de drogas, al considerarse
un hábito de consumo frecuente y extendido. No por ello, tabaco y alcohol dejan de ser drogas y
comportan elevados riesgos de dependencia, como las drogas que trataremos a continuación.
Otras Drogas
Hachís
Es la resina de cáñamo (Cannabis sativa). El hachís se fuma mezclándolo con tabaco rubio y
liándolo con papel de fumar.
Fumar hachís distorsiona las percepciones proporcionando, según sus consumidores, sensación de
placer o somnolencia. Su efecto se manifiesta con un aumento de los latidos del corazón,
enrojecimiento de los ojos y sequedad de boca y garganta.
Esta droga es consumida fundamentalmente por jóvenes adolescentes. Pero sus efectos dificultan
la concentración, el rendimiento intelectual y, parcialmente, la conexión con la realidad. Por estos
motivos, su consumo se ha asociado a un síndrome antimotivacional que puede poner en peligro
la responsabilidad del individuo que la consume.
Estimulantes
Además del café y el tabaco, son drogas estimulantes la cocaína y las anfetaminas.
La cocaína
Es la sustancia activa que se encuentra en las hojas de la planta Eritroxylon coca.
Su efecto estimulante, que dura entre 15 y 60 minutos, produce en el consumidor una gran
euforia y sensación de bienestar e importancia. Además, al anular la percepción del cansancio
físico y psíquico, el individuo que la consume sobrevalora sus propias capacidades.
Después de un consumo continuado, la cocaína puede modificar las percepciones de quienes la
consumen, producir trastornos mentales y de memoria, depresión, agresividad y otros efectos
negativos.
Anfetaminas
Son sustancias químicas, de laboratorio, derivadas de la efedrina, principio activo de la planta
Ephedra vulgaris.
Generalmente, las anfetaminas se consumen en forma de pastillas y se administran por vía oral,
aunque en algunas ocasiones se inyecten. Se emplean como estimulantes para aumentar el
rendimiento físico y disminuir el apetito en curas de adelgazamiento. Las anfetaminas producen
rápidamente dependencia y pueden ocasionar graves trastornos mentales, además de conductas
agresivas y violentas.
Al intentar abandonar su uso, el individuo dependiente siente desánimo, pérdida de fuerza y
depresión profunda que puede inducir de nuevo al consumo.
Alucinógenos
Son alucinógenos el cannabis, LSD y las drogas sintéticas se pueden obtener de plantas o
fabricarse sintéticamente.
Los alucinógenos provocan tanto alegría y euforia como tristeza, pánico y depresión. Se trata de
sustancias capaces de alterar las percepciones de los sentidos. Por ello, pueden ocasionar
alucinaciones y distorsiones de la realidad.
Los efectos del LSD, la mescalina y la psilocibina son imprevisibles y representan un alto riesgo
para la salud. Muchas veces sus efectos se confunden con enfermedades mentales tipificadas,
como esquizofrenia y paranoia, entre otras.
Opiáceos
Son sustancias derivadas de la planta del opio (Pappaver somniferum), que se han utilizado
básicamente para el tratamiento del dolor, especialmente la morfina. La codeína, por su parte, se
utiliza para combatir la tos.
Los opiáceos son, como el alcohol y los barbitœricos, drogas depresoras de las funciones del
sistema nervioso central.
La heroína, sustancia semisintética derivada de la morfina, es una de las drogas ilegales que más
problemas sociales y de salud pœblica provoca.
La heroína suele administrarse por aspiración nasal o inyectada.
La heroína provoca una fuerte dependencia psicológica y física. Las primeras experiencias
provocan una somnolencia agradable. Después de varias administraciones, la somnolencia da paso
a la euforia y, durante 3 ó 4 horas, el adicto queda indiferente, aislado, percibiendo todo su
entorno como perfecto.
Drogas de Diseño
Recientemente han aparecido una serie de sustancias sintetizadas químicamente de forma
clandestina que se conocen como "drogas de diseño", entre ellas la más conocida es el éxtasis o
MDMA.
Se trata de sustancias derivadas de anfetaminas que se consumen por vía oral y presentan unos
efectos fundamentalmente psicoestimulantes, similares a los de las anfetaminas como aumento
de la energía, euforia y disminución del sueño y del apetito.
Hasta el momento no existen evidencias suficientes para determinar que son sustancias para
producir dependencia, sin embargo presentan una serie de complicaciones orgánicas por sus
efectos estimulantes a nivel cardiovascular y neurológico; y psiquiátricas relacionadas con su
toxicidad en diversas regiones del sistema nervioso central. Las manifestaciones más frecuentes
tras su consumo son insomnio, disminución del apetito, sequedad de boca, náuseas, vómitos,
sudoración, dilatación pupilar, tensión muscular, aumento de la presión arterial y palpitaciones.