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Según la filosofía los hombres nos diferenciamos por la capacidad de razonar, pero, al

fin y al cabo, los humanos somos un ser vivo más. En concreto, según la clasificación
que nosotros mismos hemos creado y empleamos, somos animales. Lo cierto, es que
tenemos algo que nos hace diferentes. Todos lo sabemos, pero nadie sabe explicarlo.
Cuando tiene lugar una catástrofe natural, como puede ser un tornado, una erupción
volcánica o un terremoto, la mayoría de los animales lo presienten, lo notan, lo
“huelen”, etc. Se dan cuenta de alguna manera que desconocemos e intentan evitarlo.
Sin embargo, nosotros no lo percibimos. Es un estímulo desconocido para todos
nosotros, aunque existe gente que afirma que lo puede sentir.
¿Por qué? ¿Qué ventajas nos ha aportado el razonamiento? ¿Hay más ventajas o
desventajas? ¿El razonamiento es algo fiable?
Desde mi humilde punto de vista, y por la educación que he llevado, creo que nada es
perfecto. El concepto de perfección es algo que no podemos alcanzar por ahora. El
razonamiento no nos hace más perfectos que otros seres vivos. La curiosidad que
sentimos nos ha llevado a destruir el único mundo en el que vivimos y conocemos.
Controlamos todo lo que creemos que podemos controlar, pero ni siquiera sabemos
todo lo que tenemos a nuestro alrededor. El razonamiento no es perfecto y todo es
modificable.
Toda esta filosofía que no conduce a nada, como dirían algunos, me viene a la cabeza
en los momentos que me encuentro triste y solo. ¿Merece la pena sentirse triste? ¿Los
sentimientos forman parte del razonamiento?
La gente dice que los animales también tienen sentimientos. Yo sé que es cierto, lo he
visto con mis propios ojos en animales similares a mí. También he observado que los
animales comparten nuestro razonamiento en mayor o menor medida, y en cambio,
todas las cosas que hemos hecho a lo largo de nuestra corta existencia son muchas
más de las que creemos que un animal se puede llegar siquiera a imaginar.
La tristeza me hace plantearme si merece la pena sentir. Siempre llego a la conclusión
de que nunca renunciaría a mis sentimientos, pero también es cierto que nunca he
tenido otra opción. Desde que tengo consciencia siempre he sentido todo lo que
estaba a mi alrededor.
Soy una persona indecisa. Eso me ayuda a entender muchas opiniones y a enfocar
muchos problemas desde muchos puntos de vista, pero todo este razonamiento no me
ayuda escaparme de lo que siento. Por tanto, supongo que podrían ser dos cosas
entrelazadas y dependientes la una de la otra. De todas formas, por más vueltas que le
dé al asunto, no consigo lograr averiguar una respuesta eficaz ante la tristeza que me
ataca, salvo el tiempo. Dicen que el tiempo todo lo cura. No sé hasta qué punto es
fiable este dicho, pero ojalá me ayudara siempre.
Esta noche, mientras tocaba la guitara y mi hermano jugaba con el iPad, mi madre llegó
a casa con alguna que otra copa de más. La convencí para que hicieron unos huevos
rellenos, y mi hermano y mi abuela se fueron para la cama. Mientras cenábamos,
charlábamos y salió el tema de la familia.
Yo siempre me enorgullecí de lo que siento por todos mis seres queridos y por lo bien
que nos llevamos entre nosotros, pero no es oro todo lo que reluce. A pesar de lo
ingenuo que soy en numerosas ocasiones, de esto me di cuenta hace mucho tiempo.
Ahora cada vez que pienso en mi familia, siento impotencia, poca tolerancia y como
consecuencia, una profunda tristeza. Mi abuelo se murió hace poco más de un año. Yo
viví con él desde que nací y lo quería muchísimo. Le echo mucho de menos. Creo que
todos lo echamos mucho de menos y eso nos afecta. Muchas veces me planteo cuánto
lo echo de menos. En esos momentos tengo la sensación de que estoy haciendo algo
mal. ¿Se puede cuantificar el amor, el dolor o cualquier otro sentimiento?
Mamá necesitaba desahogarse, porque no puede hacerlo con nadie más. Yo para
desahogarme escribo, y a veces me ayuda mucho cuando estoy muy angustiado. No
creo que ella pueda emplear el mismo sistema que yo para desahogarse, así que no la
culpo cuando me cuenta las cosas que la atormentan y que no sabe si me debería
contar. Yo opino que mi madre es una persona bellísima y con un físico muy atractivo,
sin embargo, su ingenuidad le hace una persona bastante vulnerable. No tiene mucha
fuerza de voluntad y necesita apoyarse en los demás. Tampoco la culpo, vivimos en
grupos porque todos dependemos de todos.
Esta noche dijo que mi tía es alcohólica desde hace ya un tiempo. Ese comentario me
sorprendió mucho porque nunca me fijé en ello. Yo me fío de lo que me dice mi madre,
pero me ofendió un poco que hablara así de su cuñada. Ese sentimiento es coherente,
no me gusta que se hable mal de una persona a la que quiero tanto como mi tía. Al
darle vueltas, llegué a la conclusión de que si mi tía tiene problemas con el alcohol es
porque se siente sola.
Mi madre dijo que mi tía se siente sola porque no tiene muchas amigas debido a su
prepotencia. Mi tía es una persona altanera, pero no creo que sea el único motivo de
su soledad. Mamá también me aportó otra información que me sorprendió muchísimo:
mi tío le ha puesto los cuernos a mi tía, y mi tía lo sabe. Yo nunca me habría imaginado
algo así, pero creo que ya va siendo hora de salir de la burbuja. Como bien dije antes,
nada es lo que parece.
Mi tío es una persona inteligente, apasionada y liberal. Sé que quiere mucho a mi tía y
me sorprende el dato que me proporcionó mi madre sobre su infidelidad. Aunque
cuando era más pequeño no era tan consciente de este tema, creo que ahora jamás
sería infiel a mi pareja. Si es cierto, y mi tía lo sabe, es normal que esté abrumada. Yo lo
estaría. No soportaría que una persona a la que amo con todo mi ser y que creo que
siente lo mismo por mí me sustituyera de esa manera. De todas formas, no soy quién
para juzgar a nadie.

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