En el texto de Cortázar, el estado viento se define como un medio transparente en el cual no

existe lo tangible ni lo corpóreo. Es similar al estado agua dado que ambos se caracterizan

por ser fluctuantes y por la sensación de movimiento que generan en Janet. También se

puede ver esta semejanza desde un punto de vista científico, a partir de los estados de la

materia: en el estado líquido y gaseoso, la materia es fluida, ocupa volúmenes mayores y

posee la capacidad de adaptar su forma a la del recipiente que lo contiene. Por otra parte, el

texto menciona que el estado viento representa el deseo de Janet y este es el que, en

últimas, atrajo a Robert hacia la muerte. Esta noción se hace evidente en el momento en el

que Janet se encuentra en la celda frente a Robert y trata de comunicarse con él: “…el

deseo Janet era un tigre de espuma translúcida que cambiaba de forma, tendía blancas

garras de humo hacia la ventanilla enrejada, se ahilaba y se perdía retorciéndose en su

ineficacia.” El deseo de Janet o, el estado viento, se manifiesta como el humo del cigarrillo

que Robert fuma instantes antes de cometer suicidio, pues este es el que lo conduce hacia la

ventanilla, el lugar donde finalmente muere.

El estado reptante se refiere a un estado de estancamiento, lentitud y torpeza. En el cuento,

se define como “opuesto al viento”, por lo que se puede entender como una condición de

inmovilidad parcial (no total, pues esta alude al estado cubo), en la cual se “progresa a

ninguna parte”. Se hace una analogía con una oruga que se arrastra sobre las dos caras de

una hoja constantemente, por lo que también se puede establecer una relación con el estado

Moebius, pues ambos determinan un recorrido infinito, uno de ellos por dos caras

(reptación) y el otro por una sola (Moebius). Se podría decir que este estado simboliza el

sufrimiento de Janet al revivir su violación una y otra vez, en un loop lento e interminable

(como la oruga en la hoja, o como el propio anillo de Moebius).