Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Existen 3 tipos de
teorías: las explicativas, que hablan de las cosas como son, dan una explicación
de la realidad (como las teorías científicas), buscan la verdad. Las teorías
normativas, en cambio, no hablan del ser, sino del deber ser. Dan una propuesta o
solución a una cuestión determinada. No intentan explicar la forma en la que
funcionan las cosas, sino cómo deberían funcionar y por qué. No tiene
pretensiones de verdad, sino de ser aceptada. Las teorías críticas son las que
toman una teoría existente y la someten a una observación, intentando extraer de
ellas aquellas proposiciones que han sido hechas en base a prejuicios. Es una
observación de la observación.
Definir la política es algo que se ha intentado hacer desde la antigüedad misma,
desde la filosofía. El pensamiento presocrático ya se encargaba, de una forma
general, de reflexionar sobre la política.
Con los sofistas Siglo 5 A.C, la política aparece como un área específica de
conocimiento, aunque sin existir una teoría política, ya que sólo enseñaban la
técnica, no un conjunto de proposiciones sistemáticas. Los sofistas aprendían y
enseñaban a utilizar el lenguaje en su propio beneficio, mediante la retórica.
Gracias a ser viajeros, encontraron diferentes culturas, y, por lo tanto, la existencia
de instituciones políticas mutables. Y para triunfar en cada una de esas culturas,
era necesario llevar a cabo un realismo político, es decir, adaptarse a las reglas de
cada polis.
Definiendo a la política de esta forma, se puede notar que todos, en todo momento
de su vida, están haciendo política, ya que buscan imponer sus propios intereses.
En este sentido amplio, se puede llamar “politicidad”. En cambio, aquellas
personas que se dedican exclusivamente al mundo político, de forma técnica y
profesional, son los verdaderos “Políticos”. Político es quien ejerce influencia
como medio para acumular más influencia.
Sieyes
Completa la teoría de la división de poderes con la teoría del poder constituyente,
orientado a legitimar la representación del pueblo.
Identifica a la nación como el conjunto de individuos que pertenecen al orden
común, estos son los que llevan a cabo los trabajos y funciones necesarias para la
vida política en sociedad. La nación es la única soberana, que está por encima de
todo porque tiene la facultad de constituir el derecho y el gobierno.
Constant
La primera expresión histórica del Estado como tal es el Estado absolutista, cuyos
principales exponentes teóricos fueron Bodin y Hobbes. Suponían la existencia de
un poder absoluto que dictara las leyes como forma para acabar con las guerras
civiles religiosas existentes en Europa.
El primero perteneció a un grupo llamado “politiques”, y propuso una monarquía
con un poder perpetuo (que no tenga plazos), absolutos (que ninguna institución
estuviese por encima) e indiviso (contraria a la teoría de la división de poderes).
Admitía ciertas restricciones al poder soberano: los derechos naturales, las leyes
de sucesión al trono y ciertos límites a la política impositiva. El ejercicio del poder
podía ser legítimo, tiránico, o despótico. Hobbes, por su parte, viene a continuar la
teoría de Bodin de un poder absoluto, pero con ciertos cambios. Considera que el
hombre en estado de naturaleza es egoísta y competitivo, que es su propio peor
enemigo, y para acabar con este estado de guerra constante, es necesaria la firma
de un pacto ficticio que ceda todos los derechos a un único soberano que tendría
un poder absoluto, sin ningún tipo de restricción, que gobierna mediante el miedo
(desarrollar más si lo pide puntual en base a TGD). Metáfora teológica y
mecanicista.
La segunda expresión histórica del Estado es el Estado Liberal Clásico es una
forma completamente opuesta al Estado Absolutista. Mientras que el primero se
presentaba como garante de la paz social, el nuevo Estado (surgido a partir de las
revoluciones, en especial la francesa) se destaca por asegurar las libertades
individuales. Aparece el concepto de sociedad civil, es decir, aquello que el Estado
resguarda. Los principales teóricos de este tipo de Estado fueron Montesquieu,
Locke y Constant. La idea principal era una despersonalización del Estado dividido
en poderes (teoría de la división de poderes), sometido al derecho, en particular, a
la Constitución (teoría del poder constituyente), y la garantía de las libertades
individuales privadas, aunque no políticas. Para ello, cuentan con las llamadas
técnicas jurídicas, como lo son el control de constitucionalidad, legalización de la
oposición, etc
El primero en hablar de una división de poderes fue Locke, quien consideraba la
existencia de tres poderes: legislativo, ejecutivo y federativo, el último subsumido
al ejecutivo, y el mismo al legislativo. Es Montesquieu quien desarrolla
propiamente la teoría de la división de poderes. De ideas iusnaturalistas, existe
una ley natural a la cual la ley positiva debe ajustarse. Sostiene que la diversidad
de regímenes jurídicos se da por los factores físicos (clima, geografía), por los
factores económicos (caza, recolección, ganadería) y por los factores religiosos.
La conjunción de estos 3 factores dará un tipo determinado: un despotismo, a
base del temor, una república, a base de la virtud, y una monarquía parlamentaria,
a base del honor. Tenía en mente un poder legislativo dominado por una nobleza,
un poder ejecutivo en manos de un monarca y un poder judicial en manos de
funcionarios temporales. Ve en el modelo inglés la existencia de éstos 3 poderes.
Sieyès, por su parte, completa la teoría de la división de poderes con la teoría del
poder constituyente, creadora de la Constitución Nacional. Por ello, ésta teoría se
funda en la idea de Nación. Sieyès, mediante una tergiversación del lenguaje
Rousseauniano, ajusta la idea de Voluntad General con Voluntad Nacional, la
misma con Voluntad de la Mayoría y finalmente Voluntad de la Mayoría con
Voluntad de los representantes de la misma. La CN creada a través de este poder
crea poderes constituidos (ejecutivo, legislativo y judicial). Sin embargo, si se
desea reformar la Constitución, es necesario llevar a cabo un proceso establecido
por la misma Constitución para crear un nuevo poder constituyente, pero que, si
bien tiene pretensiones de ser igual al poder primero, se transforma en una ficción.
Los juristas han separado al primero poder constituyente del que se encarga de
reformar la CN, siendo el primero el poder constituyente originario y el segundo el
poder constituyente derivado. Sieyès, a diferencia de Montesquieu y Constant,
critica al modelo inglés.
Constant, otro gran teórico del modelo clásico liberal dedica su obra a diferenciar
la libertad antigua de la libertad moderna. La libertad antigua era una libertad en el
ámbito público, pero una “esclavitud” en el privado. El objetivo en la antigüedad
era dividir el poder social, mientras que, en la modernidad, la seguridad de los
goces privados es el elemento definitorio. Esto se debe al crecimiento de las
repúblicas, al pasaje de la guerra al comercio y la desaparición de la esclavitud.
Además, sostiene Constant que es necesario ciertos derechos políticos, que
funcionen no sólo como garantía de los derechos individuales (sin derechos
políticos, es sólo cuestión de tiempo para perder también los derechos
individuales), sino también como un elemento de educación para el ciudadano.
Constant observa en el modelo inglés la existencia de 5 poderes: el regio, el
tradicional, el popular, el ejecutivo y el judicial.
Resulta llamativo que a pesar de que la teoría de Constant y Montesquieu
encuentren su modelo a seguir en Inglaterra, y que la de Sieyès por el contrario la
critique (ya que la CN debería estar basada en la razón, y no en la costumbre,
como la inglesa), ambas hayan sido unificadas como explicación al modelo teórico
del estado clásico liberal. Esto se debe que, a pesar de las incompatibilidades
teóricas, comparten un punto en común y es su metáfora teológica: todos ellos
realizan una extrapolación de la teología a la política (por lo que se comprueba lo
sostenido por diversos autores como Donoso Cortés, Proudhon, Bakunin,
Feuerbach, Schmitt y Kelsen en cuanto a la teología como paralelismo de la
política, aunque difieran en el pensamiento de si es conveniente o no la existencia
de la teología). Es fácilmente observable que tanto Constant como Montesquieu
ven en el modelo inglés los principales atributos del poder divino, repartidos entre
los poderes: creador, providencia y juez. La idea de Sieyès, de la existencia de
algo previo y eterno (Nación), y la idea de Creación y Creado (constituyente y
constituido) tiene también una clara concepción metafórica teológica. La teología
ha servido como punto unificador de dos teorías que en principio resultarían
contradictorias.
Debido a las crecientes injusticias sociales surgidas a partir del liberalismo estatal
de ésta segunda forma de Estado, surge la tercera expresión del Estado conocida
como el Estado Demo-representativo, cuyo principal exponente es Mill. En ésta
época, aparecen los primeros movimientos sociales obreros que transforman poco
a poco el Estado. No es una ruptura del modelo liberal clásico, sino una
modificación al mismo. Se le agregan las siguientes características: legitimidad de
los gobernantes basada en el sufragio universal, periodicidad de elecciones
plurales y competitivas, amplia libertad de prensa y expresión, garantizando la
opinión pública, amplia libertad de asociación política a través de los partidos
políticos. Es decir, se produce una apertura política. Si bien al principio los
términos ‘democracia’ y ‘representación’ eran contrarios entre sí, a partir de la
segunda mitad del siglo XIX se los comenzó a tomar como sinónimos. El EDR se
caracteriza por ser un sistema representativo. Existen varios tipos de Estados, en
base a la libertad que promueven tanto para los derechos políticos como para los
individuales. Amplios derechos políticos equivalen a un Estado popular, de lo
contrario, será autocrático. Amplios derechos individuales equivalen a Estado
limitado, de lo contrario, será total. La conjunción de los grados de ambas
libertades dará un tipo de Estado. El Demo-Representativo se caracteriza por
poseer amplias libertades en ambos sentidos, por lo tanto, es un Estado Popular
Limitado. También puede caracterizarse en base a su finalidad, aunque esto no
define a un tipo de Estado, sino tan sólo a su orientación, pudiendo ser racista,
socialista, desarrollista o redistribucionista (aunque además existen otros infinitos
objetivos). El Estado Demo-Representativo posee una finalidad redistribucionista.
UNIDAD 3
Estado Demo-Representativo y el sistema político
Para comprender el funcionamiento del aparato estatal, es necesario dividirlo en
un sistema político y un entorno político. El sistema político no es sólo el Estado,
sino que también comprende el régimen electoral y el sistema de partidos
políticos.
El entorno político no es tan sólo la sociedad civil, sino un conjunto
de fuerzas sociales que alimentan el sistema político, es decir, grupos de
presión y opinión pública. El entorno político demanda (inputs) al Estado
respuestas (outputs) a sus exigencias, mediante los partidos políticos. El Estado
toma determinadas decisiones en cuanto a esas respuestas, es decir, se
retroalimentan (feedback). De esta manera, el entorno civil demanda, los
partidos políticos canalizan, y el Estado procesa y responde. El elemento que
articula los vínculos entre Estados y partidos es el régimen electoral. Con esto se
completan las tres variables determinantes de los partidos políticos
contemporáneos: Formas de gobierno del Estado, Regímenes de partidos políticos
y régimen electoral.
Podemos clasificar las fuerzas políticas en dos grandes categorías: 1) Las fuerzas
específicamente políticas – estado y partidos políticos – y 2) fuerzas de incidencia
política – grupos de presión y opinión publica-.
Los partidos políticos son un punto de contacto entre la sociedad civil y el Estado.
Realiza entonces una separación entre Voluntad General y Nación, siendo ésta
última una mera conjunción de éstas unidades políticas de una forma
confederativa entre quienes comparten lenguas, costumbres, religión, etc. Esto
permitirá llevar a cabo el modelo de democracia Rousseauniana, donde todos los
ciudadanos voten sus leyes.
Rousseau está en contra del sistema representativo, ya que sería sólo el voto de
una minoría. Lo ideal es la no existencia de partidos políticos que aglutinen
ciudadanos, pero frente a la imposibilidad real de la eliminación de los mismos, se
propone una proliferación tal de los mismos que permitan acaparar todo el pueblo,
y no sólo una parcialización. La sobreabundancia en riqueza también es negativa
en cuanto otorga al gobierno un mayor poder.
La libertad política solo es posible en unidades de dimensiones municipales
o comunales. Tendencia a divorciar la organización política de la pertenencia a
una nación: la soberanía política debe recaer en pequeñas unidades políticas
donde el pueblo pueda ejercer directamente el poder legislativo. La nación
caracterizada por la comunidad de costumbres, lenguas y tradiciones, por cuanto
suele atravesar una pluralidad de pueblos, comarcas y ciudades, ha de
organizarse al modo de confederación libre y voluntaria de todas estas pequeñas
unidades