Está en la página 1de 3

La sanación es posible cuando 'tú' dejas de

interponerte...
Deja que cada quien pase por lo que tiene que pasar
en el momento presente. Todo el mundo está
agotado y desea descansar. Están cansados de luchar,
cansados de fingir y de mentir, de tener que sostener,
mantener y pretender, y grandes olas de energía
están siendo liberadas a través de su cuerpo.
Mantente presente con ellos. Olas de tristeza,
desesperanza, miedo, vergüenza y culpa están
emergiendo en este momento. Permite que todas
esas energías salgan a la luz, deja que todo su cuerpo
vibre, tiemble y se agite si es que así debe ser, deja
que lloren, griten, rujan, rían. No les ofrezcas nada,
excepto el regalo más grande de todos: tu apacible
presencia. Quédate a su lado en cada respiración, en
cada movimiento, momento a momento. Toma su
mano, pero no hagas el intento de componerlos, de
cambiarlos, de que dejen de experimentar lo que
están experimentando, ni tampoco les ofrezcas
respuestas prematuras.
Si comienzas a sentirte incómodo, o como si quisieras
apresurarte para 'sanarlos', o 'salvarlos', o evitar que
se sigan sintiendo como se sienten, o hacer que todo
les parezca 'bien', acéptalo - es tu necesidad, tu
incomodidad, tu temor, y no el de ellos. No los trates
como víctimas o como inválidos. No los confundas con
aquello que tú crees que son. Honra el poder que se
mueve dentro de ellos; valida su experiencia,
absolutamente. Confía en la impredecible inteligencia
del sanar, y sabe que sus 'síntomas' podrían
acentuarse justo antes de empezar a mejorar; que la
energía podría intensificarse antes de apagarse. Lo
que ahora aparece como caos y desintegración
podría, de hecho, ser una liberación necesaria y
reorganización inteligente de un sistema bloqueado.
A veces, nuestros corazones necesitan romperse
completamente para poder abarcar más vida, para
poder aceptar un amor mucho más poderoso.
Permite que tu cálida presencia le recuerde a tu
amigo su propia cálida presencia, tan estable, tan
apacible, tan libre, tan profundamente arraigada en
este mismo suelo, aquí. Recuerda que lo que
realmente son jamás podrá ser descompuesto, ni
siquiera por la más intensa de las energías, y que la
naturaleza jamás comete errores, aunque de pronto
parezca que todo ha sido un error.
El amor es todo lo que importa. La lluvia cae, las
estrellas explotan silenciosamente en la inmensidad
del espacio, y aquí, en este diminuto planeta llamado
Tierra, algunas veces nos encontramos y nos
regalamos un abrazo.

También podría gustarte