2do EGB

Nombre del equipo: Los artistas de la Guaragua

Reseña Histórica

La mayoría de gente coincide que es el sector de la calle Galápagos, comprendido entre

las calles Vargas y Guayaquil, pero nadie sabe a ciencia cierta de dónde viene este
singular nombre.

Este lugar tiene varias ferreterías y tiendas. Aquí también encontramos vendedores
informales, juegos electrónicos y uno que otro ‘cachinero’ de los de antaño.

En este pasaje se encuentra uno de los ingresos a la plaza Arenas, conocida hace pocos
años como un sector de compra y venta de cosas robadas. Hoy es un mercado artesanal.

El experto en tradiciones de Quito, Edgar Freire, coincide con Luciano Andrade Marín,
quien sostiene que Guaragua es una palabra autóctona que significa “lugar pintoresco
tachonado de estrellas”. La razón, según Freire, es que las casas tienen en sus balcones
pequeñas ventanas. Esto hace que la visión nocturna del sector, hace mucho tiempo, se
asemeje mucho a un paisaje estrellado.

Al deambular por las calles y preguntar a sus habitantes, todos tienen diferentes
conceptos.

Rafael Vizcaíno tiene 49 años de edad y ha vivido 22 en esa zona. Él sostiene que la
Guaragua no es ahí, sino en el espacio de la calle Vargas, entre las calles Oriente y
Galápagos. Comenta que el nombre Guaragua significa adorno, algo que no es usual
encontrar, algo exótico.

En efecto, el pasaje Galápagos era exótico. Sus balcones siempre estaban llenos de bellos
adornos y los portones tenían lindos acabados. Pero a raíz de que se convirtió en un lugar
comercial, especialmente para ferreterías, todo cambió. Se pusieron puertas metálicas
enrollables y se dañaron las fachadas.

Luz Vanegas, lleva trabajando 32 años ahí, es vendedora informal. Ella dice que conoció
ese nombre hace tres décadas, reconoce no saber su significado. Sostiene que la que hoy
es plaza Arenas antes era una plaza de toros.

“Antes en esta calle, durante todo el mes de diciembre hasta el 6 de enero, la gente
pasaba disfrazada, bailando camino a los toros. Poco a poco fue decreciendo esta linda
tradición hasta que murió”, recuerda nostálgica.

Para Vanegas es un barrio muy tranquilo al igual que para Elvia Moreno, propietaria de
una tienda. Ella lleva ahí dos meses, pero considera que el nombre se debe al singular
arco que tiene.

Barra: Palo palo palo palo palito palito palo eh, eh, eh seremos campeones otra vez

Arquerito arquerazo, chiquito, pero buenazo.