embargo, el club toma un color y tiene filiales. Se convierte en una sociedad de
pensamiento (v. A . Cochin, op. cit.). En sus manifestaciones recientes, el club es una tentativa de dar expresión a una nostalgia. Trata de colmar cierto vacío ahondado por la flaqueza de los partidos políticos que ya no cumplen su papel intelectual. Habiendo estado casi todos, alternada o simultáneamente en el poder, su gestión práctica ha agotado su savia doctrinal y su atracción mística. Las disparidades entre la treintena de clubes existente en el momento de su mayor auge hacen difícil su definición. Sin embargo, se puede aceptar esta fórmula de G. Suffert: "grupos de hombres a los que interesa el futuro político de Francia y que deciden reunirse entre ellos para debatirlo". En principio, dedicados a las discusiones de ideas, los clubes no han podido mantenerse generalmente fuera de la acción. Varios pasaron a la órbita de un partido político y contribuyeron a su renovación, como es el caso del partido socialista. Porque si bien el club es un grupo de hombres al que interesa el futuro político de su país, algunos de sus miembros también se preocupan por su propio futuro político, lo que no se les puede reprochar si tienen la franqueza de confesarlo. Allí donde subsiste como tal, el club está muy cerca del comité, con esta doble diferencia: que es de tono más intelectual y que no busca tanto adherentes como compañeros de diálogo.
264. L a s formaciones de s u p e r p o s i c i ó n . A fin de evitar el desmenuzamiento
proveniente de la multiplicidad de partidos, se intentan reagrupamientos para llevar a varios partidos a aceptar una misma plataforma electoral y obtener así una mayoría. Esos conjuntos, que superan a los partidos, se llaman, históricamente bloques, cárteles, frentes. Los bloques han tenido una gran influencia en la política francesa de la IIP. República. Dos bloques se enfrentan ya en 1877, después del 16 de mayo. Pero el papel de los bloques es particularmente eficaz durante el período que se extiende desde comiehzos del siglo hasta el fin de la Tercera República. La palabra "bloque" proviene de Clemenceau que, con motivo de la prohibición de la pieza de Sardou, T h e r m i d o r , se rehusa a distinguir entre los beneficios y los excesos de la Revolución. En 1919 el bloque triunfa. Pero podría decirse que está invertido, porque el Bloque Nacional va de la derecha a los radicales independientes. El bloque tradicional de las izquierdas ha abortado, ya que los socialistas decidieron combatir por su propia cuenta. En 1924, los socialistas, los republicanos socialistas y los radical-socialistas, con el triunvirato B l u m , Painlevé, Herriot, forman un neo-bloque, el Cártel de las Izquierdas, que se impone. En 1928, está en el poder el ministro Poincaré de U n i ó n Nacional; las elecciones se hacen bajo este signo y no bajo el de la estabilización del franco. En 1934 reaparece el Cártel de las Izquierdas. En 1936, el Frente Popular es un bloque de izquierdas que se extiende incluso hasta los comunistas. De una manera general, la política de los bloques domina la I I I ' . República, al menos durante los últimos cuarenta años. Casi siempre "un escrutinio de gladiadores"