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Cuando hablamos de criterios internos, Wittgenstein piensa en una persona hablando consigo
misma sobre sentimientos o estados internos. Estos estados internos no pueden ser vistos y
entendidos por nadie que no sea él mismo, por lo que no se podrían descifrar ni saber a qué se
refieren. Por eso, si se quisiese hacer un lenguaje de estos "estados internos", harían falta criterios
externos que corroborasen la referencia de dichos términos, pues de lo contrario no habría una
norma que asegurase la concordancia entre el nombre y lo nombrado.
De ahí concluye Wittgenstein la imposibilidad de crear un lenguaje privado, pues un lenguaje es más
que una concordancia entre descripciones, sino también de juicios. Es decir, la concordancia es lo
que decide qué es verdadero y qué es falso, y verdadero o falso es lo que las personas decimos, y
coincidimos en el lenguaje.
Pero, ¿en qué manera se distingue este lenguaje privado del común, a la hora de referirse a estados
internos? Pues, se supone que nadie más puede saber si algo me duele o no, ya que nunca tendrá su
concepto de dolor o el suyo propio la "identidad" del mío. Pero, ¿acaso existe la identidad fuera del
lenguaje?
Para Wittgenstein el problema de la identidad es filosófico, ya que no hay dos cosas idénticas en el
mundo material. Así, no se vendría abajo la teoría de que el lenguaje requiere criterios externos para
crear la concordancia, usando la teoría de que nunca nos entenderíamos al no sentir la "identidad"
en el sentimiento. Además, derrumba la posibilidad de un lenguaje privado, pues incluso si
inventásemos una palabra para un sentimiento y lo "nombrásemos", pero no pudiésemos hacernos
entender con esa palabra, realmente ni siquiera lo estaríamos "nombrando", pues no tiene
referencia ni sentido. Esto es, no tiene criterio externo (podríamos llamar dolor a diversas
sensaciones distintas) ni, por tanto, concordancia; claves de todo lenguaje.
Sin aplicación, no hay definición ni nombre; sin reglas, no hay aplicación ni consenso y, sin consenso,
no hay lenguaje. Los procesos internos conllevan criterios externos.