NATURALEZA DEL INFIERNO:

En la teología católica actual existen dos maneras de concebir el infierno.

a) Dios ofrece su amistad sobrenatural al hombre, que puede rechazarla libremente. Esto
Dios nos lo da como don gratuito y así como no está obligado a ofrecerlo no está obligado
a mantenerlo por siempre. De hecho Dios ha establecido un límite, después del cual ya no
ofrece su amistad y este es la muerte. Si el hombre mientras vivía rechazó la amistad de
Dios, después de la muerte ya no tiene opción de participar en la comunión con Dios. A
causa de esta conciencia de no admisión, el hombre experimenta la pena de daño. Pero,
porque además sabe que Dios ya no le ofrece su amistad, entiende la inutilidad de
cualquier intento de conversión; de esta conciencia de inutilidad surge el odio y el
endurecimiento; ésta es la pena de sentido que tradicionalmente se explica como fuego y
dura eternamente ya que mayor es la ofensa en cuanto mayor es la dignidad de la
persona ofendida; en el caso del pecado, esa persona es Dios que posee dignidad infinita
por tanto la pena es infinita.
b)