Está en la página 1de 3

Ácido graso trans

Los ácidos grasos trans también popularizadas como grasas trans, son un tipo
de ácido graso insaturado que se encuentra principalmente en alimentos
industrializados que han sido sometidos a hidrogenación o al horneado como
los pasteles, entre otros. También se encuentran de forma natural en pequeñas
cantidades en la leche y la grasa corporal de los rumiantes.
Los ácidos grasos trans no solo aumentan la concentración de lipoproteínas de
baja densidad (LDL) en la sangre sino que disminuyen las de alta densidad
(HDL), lo que coloquialmente se denomina el «colesterol bueno»), dando lugar
a un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los ácidos grasos trans se forman en el proceso de hidrogenación que se
realiza sobre las grasas con el fin de solidificarlas para utilizarlas en diferentes
alimentos. Además, favorece la frescura, le da textura y mejora la estabilidad.
Un ejemplo de ello es la solidificación del aceite vegetal, líquido, para la
fabricación de margarina. Inicialmente no se fabricaban mediante
hidrogenación y se ha descubierto que el resultado puede ser perjudicial para
la salud: según la OMS una dieta saludable debe evitar estas grasas lo máximo
posible.
Estos ácidos grasas trans pueden ser particularmente peligrosos para el
corazón y se asocian con el mayor riesgo de desarrollo de algunos cánceres.
Los estudios más recientes demuestran que las concentraciones más altas de
ácidos grasos trans pueden incrementar el riesgo de diabetes de tipo II.[cita
requerida]
Las grasas hidrogenadas se utilizan en comidas rápidas, productos
comerciales de pastelería, alimentos procesados y fritos.

Estudios sobre el impacto en la salud


Los ácidos grasos trans parecen aumentar el riesgo de la enfermedad cardíaca
coronaria más que cualquier otro macronutriente, confiriendo un riesgo
sustancialmente creciente en los niveles bajos de consumo (del 1 al 3 por
ciento de la ingesta total de energía). En un meta-análisis de cuatro estudios
que implicaban a casi 140.000 sujetos, incluyendo análisis actualizados de los
dos estudios más grandes, se asoció un aumento de 2% en energía
procedente de ácidos grasos trans con un aumento de 23% en la incidencia de
la enfermedad cardiaca coronaria
Ácido graso cis

Un ácido graso cis tiene ambos grupos semejantes en el mismo lado del doble
enlace. Es decir, teniendo dos carbonos unidos por dobles enlaces, sabiendo
que tienen cuatro enlaces, que gastan dos es unirse entre sí, otro en unirse al
carbono de al lado y el último, en un grupo funcional semejante al carbono al
que va unido (generalmente, un Hidrógeno).

Un ácido graso trans tiene los grupos semejantes de lados contrarios, es decir,
que están enfadados y no se pueden ni ver. (es una chorrada, pero a la gente
se le queda). En el ámbito industrial se las conoce como grasas hidrogenadas.
Esta pequeña variación estructural, desencadena en propiedades de las grasas
trans bastante poco recomendables para el organismo humano.
Mientras que los cis no tienen ninguna propiedad maligna a destacar, ya que se
encuentran en la naturaleza; los ácidos grasos trans artificiales o grasas
hidrogenadas ya se han prohibido en algunos lugares del mundo por riesgo que
causa su ingesta para la salud: aumenta el llamado colesterol malo y disminuye
el bueno, produciendo hipercolesterolemia; es responsable de muchísimas
enfermedades cardiovasculares, aumentan exponencialmente el riesgo de
sufrir determinados cánceres (más si se tiene predisposición genética), riesgo
de sufrir Diabetes Tipo II; y mi favorita: inhiben el desarrollo de ciertos ácidos
grasos esenciales, retrasando el crecimiento adecuado de determinadas zonas

También podría gustarte