Está en la página 1de 1

Es así como surgen las historias de amor. ¿Un paseo por Venecia?

¿Un café en la casa de la vieja


cuadra? ¿Una flor reluciente en el parque, corazón de la ciudad? ¿Escuchando a Michael Bolton?
Todos queremos ser amados y todos queremos enamorarnos. ¿Pero seguro hemos de encontrar el
amor? Somos un invento de las casualidades, una pequeña corriente en un mar que no hace más
que causar más sed.

Podemos llorar pidiendo al dios del amor que tan solo por una tarde nos haga coincidir en cualquier
lugar aleatorio de la ciudad, a la hora que sea, sin términos ni condiciones. Gastar todos los minutos
en una confesión sin miedo a equivocarnos. Llorar y pedirle al dios del amor que nos dé una historia
que contar. Si tan solo ocurriese una tarde, pero sabéis muy bien que esto va más allá de la realidad;
cientos y miles de palabras se han buscado para darle una explicación a ese acto misterioso que está
roto y lastimado en todas partes. Ahora el café es menos dulces, un poco más a verdad. — ¿dónde
estarás cariño mío? Casualidad podría ser. Es así como surgen las historias de amor. En la
conspiración de un chica que sin saberlo está perdida y de un chico que sin saberlo pronto
encontrara respuestas. El mundo es pequeño o inmenso, depende de tu libertad.

También podría gustarte