¿Por qué a pesar de los intentos de valorar al indio no se ha logrado?

Desde la colonización, el occidental ha tenido en su haber, sea por necesidad o por

presión, otorgarle un significado al indio. Primero cuestionando su humanidad, ya que
de no tratarse de un ser con las mismas condiciones que un ciudadano occidental,
podían justificar sus objetivos opresores, explotadores y expansionistas. En la historia
de la colonia, los indígenas han sido una de las poblaciones más diezmadas o
abandonadas

Se tuvo que caminar – y se sigue andando por el mismo camino hasta nuestros días –
largo y con muchos obstáculos para incluir al indio en la comunidad cívica y de buena
gana tratar de devolver los derechos que, como parte de ciudadano perteneciente a una
república ya para entonces, se le habían arrebatado. Comenzando por entender que el
indio no es un lastre, entender que no su inclusión dentro del sistema no implicaba el
atraso del mismo, sino entenderlo como un personaje diferente al que se le había sido
arrebatado. Así nace la idea de la reivindicación del indio, apoyado en la idea de la
compasión por él o por la búsqueda de justicia, movimientos de personas,
principalmente artistas, que reclamaban devolver al indio a la imagen romántica de él en
un paisaje natural sin ninguna intervención del mundo occidental, donde vivía feliz
junto a su rebaño o practicando la reciprocidad, se añoró las épocas pasadas donde
existía el gran imperio inca.

Se mistificó entonces la imagen del indio y se creó una dicotomía; el indio del
monumento y el indio del mercado, del cotidiano. Y la búsqueda de la reivindicación no
se concretó. Y a pesar de que se promovió su aceptación, no se le dio la oportunidad de
crear su identidad y al contrario de ello se le otorgó adjetivos negativos que finalmente
fueron los que lo definieron.

La idea de devolverle al indio sus derechos por mera compasión o por simple
mistificación o añoranza de un pasado que no fue perfecto, no es la vía correcta. No lo
fue y no lo será ya que se abandona la idea de que forma parte de una república, se deja
de lado su papel como ciudadano, que desde la posición de quien redacta esto es lo que
se debió priorizar y la ausencia de esta idea es la que impide la correcta inserción del
poblador indígena a la urbe de manera adecuada.