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be RMERISTON EDAD ies al CMR crisiSMTU AQUI. AHORA YLO QUI vss l= pn i] Titulo en inglés HERE NOW NEXT Paul Goodman and the Origins of Gestalt Therapy Taylor’Stoehr Este libro es traduccion de Here Now Next. Poul Goodman crd the Origins of Gestait Therapy © fossey Bass, tnt, 1994 © Buitorial Cuatro Vientes, Santiago de Chile, 1997 “Aqut. Ahora y bo que Viene, Pau! Coodman y la Psicoterapta Gestalt en ‘Tempos de THsis Mundial Pan 207 Derechos resetvados pars techs fos paises de habla hispana, Inseripelon Registro de Propiedad intelectual NF 102,591 ISBN, 56242-0069 ‘Teaduccidn: Renato Valenzuela Vertieactén: Paulina Correa y Francisco Hunecus Diseho prtade: Josefina Olivos CCompasicion y diagtamaclén: Héctor Petia ‘Salesanss knpresores SA, Ninguna parte de esta publicacin, Incuido of diseno de la cublerta, puede ser reproducld, almacenada 0 transmitids en manera alguna ni por ningin medio, Yya sea elctrico, quimico, mecinico, éptico, de grabacion o de fotocopia, sin permise previo del editor. Aqui, Ahora y Lo Que Viene Paul Goodman y la-Psicoterapia Gestalt en Tiempos de Crisis Mundial Taylor Stoehr ‘Traduceién: Renato Valenzuela CUATRO VIENTOS, EDITORIAL EIBROSRELACIONADOS, Freidaniontrs de te Gestalt Joe Latiee La Vor det Sinioma De discuss méticnal diseuse ofaaknieo ‘Adriana Sehouke Los Didogus det Cuerpo Us enfoqe boistico de a stud yb efemeded Adcinga Sehnake Sonia, te Envio los Cuadernos Café ‘punts deterapia gestion Adriana Sehnake Enfermedad, Sintoma y Cardcter Dialogos zeatilticos can el cuerpo ‘Adana Sehriake: Contacto v Relecién en Pricoterapia Jean-Warie Rebine sa Vista Get ei ce Suettos » Betsteneta ‘Traps genstice FrizPerls | CONTENIDOS 4 | | Protoce 4 1A Eoiaiy ev Eseaton. de Marta Slemenson, Pa PRERACIO onsen ss saaix Uso: Bt fa EMerUet008 een wd Dos: Fritz y Lore Petls vn 31 ‘Twas: Las Renctilas con Wilhelm Reich y AS. Neil. a unre: Escribiendo La Terapia Gestitica 6 neo: La Tradicion Intelectuat 1” Sea: El Instituto de Nueva York y sus Fandadores . 108 Sters: Goodman el Terapeuta wat cue: "/Se Podé Salvar Algo de Todo Ese Esfuerzo?” sown 1B ume: La Gestalt y ta Politica en los Aitos 60 igt Diez: “Mi Unico Hijo Cayo y Mri8” 207 ‘Once: En Memoria de Frit. 23 Dock: Ni Gur ni Texto Sagrado —E] Modo Gestalttc. 223 Noms 27 [Bnuooaara Seiz0c0NAD4.. 251 oes ano 255, Para Geoffrey Gardner, amigo y consejero 3 AGRADECIMIENTOS MUCHAS PERSONAS me ayudaron en esta obra al compartir conm go sus recuerdos y conocimiento dz Paul Goodman y el movimien to de terapia gestéltica, y por otras vias de consejo.y apoyo. Deseo agradecer a Diva Agostinelli, Rogers. Albritton, Robert Anderson, Rose Mary Anderson, David Andree, Gregory Bateson, Karl Bissin- ger, Burt Brooks, Holley Cantine, Jonathan Croall, George Dennison, Mabel Dennison, Honore Valincourt Etkus, Howard Frisch, Isadore From, Jane Gapen, Frieda Gardner, Geoffrey Gardner, Betty Go- mory, Naomi Goodman, Percival Goodman, Sally Goodman, Susan Goodman, Marilyn Hamilton, Toby Huff, Karen Humphrey, Alexan- der Katz, Richard King, Richard Kitzler, Lawrence Kornfeld, David Koven, Edmund Leites, Abba Lerner, Glenn Lewis, Diana Ltben, ‘Meyer Liben, Nilo Lindgren, Alexander Lowen, Judith Malina, ilse Mattick, Paul Mattick, Robert Merideth, Richard P. McKeon, Jackson MacLow, Arthur Nelson, Benjamin Nelson, Edwin Nevis, Jim Nixon, Jobn Oatfield, Laura Perts, Erving Polster, Miriam Pols- ter, Virginia Pond, Leo Raditsa, Dachine Rainer, Jerome Raphel, Raymond Rosenthal, Michael Rossman, David Sachs, Oscar Shaitel, Eliott Shapiro, Myron Sharaf, Lottie Weisz, Gordon Wheeler, Blea nor Rackow Widmer, David Wieck y Joe Wysong, Entre éstos, mu- chos buenos amigos mios, algunos ne vivieron para ver este libro. Conffo que en sn momento comprendieron mi gratitud por sus irreemplazables consejos, Por ia autorizacién para citar parrafos de fuentes publicadas y no, deseo agradecer a las siguientes personas e instituciones: Marie Coleman, Mabel Dennison, Sally Goodman, Alexander Katz, Ena Neill y Zoe Readhead; Rare Book and Manuscript Library de la Universidad de Columbia, por cartas de Goodman en Documentos xl AQUL, AHORA ¥ Lo QUE VIENE, de Benjamin Nelson; Beinecke Rare Book and Manuscript Library de Ja Universidad de Yale, por cartas de Alexander Katz en Docu meatos de Dwight Macdonald; Houghton Library de la Universidad de Harvard, por material en Documentos de George Dennison y Paul Goodman. Quiero agradecer espectatmente a Elizabeth Falsey, de Houghton Library, por 10s alios de generosa cooperacién, Partes de este libro fueron sresentadas como charla en el Ins- tituto de Terapia Gestaltica de Nueva York, y como discurso en la Conferencia Anual det Gestatt Joumat en 1991, Este tiftimo, junto con otras partes de! libro, se public como "Paul Goodman y las Dimensiones Politicas de la Terapia Gestaitica’, en el Gestalt Jour rnat (primavera 1993), 16, pp. 55-90. Varios amigos cuyas opiniones valoro especialmente, leyeron y comentaron las primeras versiones o partes de este libro. Quiero agradecer a Mabel Dennison, John Dings, Isadore From, Geolfrey Gardner, Naomi Goodman, Sally Goodman, Susan. Goodman, Robert Nichols, Ruth Perry, Lewis Petrinovich, Gordon Wheeler y Joe Wysong, 5 Ts. viene! brary’ EL AUTOR “TAYLOR STOEHR, albacea tterario de Paul Goodman, est escrk endo su biografia. Nacido en Orraha, Nebraska, en 1931, Stochr rey asisti a las escuelas pUiblicas del lugar y se gradué en la Univer- pbert | sidad de Omaha. Estudi6 en ta Universidad de California, Berkeley, jonde obtuvo un Ph.D. (1960) en literatura inglesa y estadouniden- | se, Ha ensefado en las Universidaces de Cornell, Estatal de Nueva York (Butfaid) y de California (Santa Cruz). Desde 1971 es profesor | de inglés en la Universidad de Massachusetts, Boston. Ademas de editar mas de una docena de volimenes de la obra de Goodman, Stoehr ha escrito cinco fibros y numerosos artfculos sobre figuras literarias como Dickens, Lawrence, Hawthorne y Tho- | yeau, ademés de estudios culturales acerca de comunidades ut6pi- as, @] movimiento del amor libre pseudociencia ¥ otfos experi- | mentos contraculturales en los Estados Unidos del siglo XIX. Sus | iibros mds recientes son Decentralizing Power, compilacién de ct | tieas sociales de Paul Goodman, Format and Anxiety, compilacién | de articulos de Goodman sobre los medios de comunicacién, y | Gazy Hope and Finite Experience, que resine los ditimos ensayos de | Goodman estructurados como un credo. |. Taylor, Stoehr tiene cinco hijes y un hijastro. Vive en Cam- | bridge, Massachusetts, con su esposa, la académica feminista Ruth verry. y Joe. -TS: EL AUTOR ‘TAYLOR STOEHR, albacea literario de Paul Goodman, est’ escrk biendo su biograffa. Nacido en Omaha, Nebraska, en 1931, Stochr asisti6 a las escuelas piblicas del lugar y se gradué en ta Univer- sidad de Omaha, Estudi6 en ta Universidad de Caltfornta, Berkeley, donde obtuvo un Ph.D. (1960) en Ikeratura inglesa y estadouniden- se. Ha ensefiado en las Universidades de Cornell, Estatal de Nueva ‘York Buffalo) y de California Santa Cruz), Desde 1971 es profesor de inglés en la Universidad de Massachusetts, Boston. Ademas de editar mas de una docena de volimenes de la obra, de Goodman, Stoehr ha escrito cinzo libros y numerosos articulos sobre figuras literarias como Dickens, Lawrence, Hawthorne y Tho- reau, ademas de estudios culturales acerca de comunidades ut6pi- cas, €l movimiento del amor libre. pseudociencia y otros experi- mentos contraculturales en fos Estados Unidos del siglo XIX. Sus libros més recientes son Decentralizing Power, compilaciin de cri ticas sociales de Paut Goodman, Format and Anxiety, compilacion de articulos de Goodman sobre Ios medios de comunieacién, y Crazy Hope and Finite Experience, que reine los iltimos ensayos de Goodman estructurados como un credo, ‘Taylor Stocbr tiene cinco hijos y un hijastro. Vive en Cam- bridge, Massachusetts, con su esposa, la académica feminista Ruth Perry, a PROLOGO A LA EDICION EN ESPANOL Algunas reflexiones sobre Paul Goodman a partir del Aqui, ahora y lo que viene Lo, primero que impacta,en el libro de Taylor Stoehr.sobre Paul Goodman, es que se trata de un material entretenido, cuajado de angedotas, escrito con un estilo impecable, lo que no va en desme- dro de la erudici6n y el cuidado meticuloso con que es tratado el personaje. polémico que ue —y sigue siendo— Goodman. Parece importante sefalarlo, porque entretenimiento y erudicién suelen ser vistos como caracteristicas, polarizadas para los que transita- ‘mos las rutas frecuentemente Arides del saber cfentifico: la forma podria. engaharnos.con respecto, al contenido de lo. que se lee, Lo que.decimos del autor se aplica, de algén modo, a su per- sonaje, Sensible y comprometido, a veces admirable y otras irritan- te-por la frecuencia con que se ubica a contramano con las deman- das. del entomo, las caracteristicas personales de Paul Goodman podrian ocultar, ante, una mirada menos atenta que la de Stohr, la ‘originalidad de su pensamiento y la Importancta que tuvo su aporte en la teorizaci6n dela psicoterapia gestalt, Hablo de teorizacién.y no de difusién, porque esto nos enfren- ta.con.un_punto que originé controversias, y con la, primera pre- ‘gunta clave: cqué lugar ocupé Paul Goodman en et desarrotto de la lerapia gestiitica en la Angentina? La respuesta es ningano: la. pst- coterapia gestalt en la Argentina tuvo un protagonista absolute Fritz Perls, al menos, durante la década del, 70 El primer argumento que aparece, intentando explicar este < hecho, es que aqui desconociamos la participacién de Goodman en el Gestalt Therapy: excitement and growth in the human personality (G7), el libro que para muchos de los integrantes de los grupos de Nueva York y de, Cleveland. sintetiza, en la segunda parte que, él redact6, la mayor contribucién hecha al enfoque. Sin embargo, los xvi AQqUL, ANORA Y LO QUE VIENE ejerciclos de Hefferline y ef texto de Goodman fueron utilizados desde el primer aio que se aarié la escuela de postgrado de Ia AsociaciGn Gestiltica de Buenos Aires (AGBA). Aunque sin saberlo en ese momento, introdujimos la lectura de la segunda parte del GT, del mismo modo que lo hacfa Isadore From, leyéndolo parrafo a parrafo. Por lo menos dos colegas gestaltistas le concedleron espe- cial importancia: Myriam Guiter, profesora de nuestra casa, quien siempre utiliz6 la combinacién del GT con los aportes de Gregory Bateson (combinacién que el snismo Goodman eligié alguna vez) como una orientacion preferida en su ensefianza: y Mabel Allerand, formada en la escuela de Cleveland y profesora intermitente de AGBA, quien fue la introductora en nuestra medio de Laura Perls. Un segundo argumento que suele esgrimirse, es que no siem- pre se le concedié a Paul Goodman et lugar real que ocupé, como coautor de Perls y Hefferline, ya que lo que comenz6 siendo un contrato pago de 500 dolares para desempefar el rol de editor, terminé adquiriendo un desplisgue de pensamiento: personal que explica su Inclusion como cozutor. Se lo podria’ considerar una ‘omisi6n aplicable a quienes recibimos las ensefianzas de la gestalt californiana, maximo centro de difusién del renombre de Perls; pero no es asi, El autorazgo miltiple siempre fue entendido como tal: la introduccion de GT dice claramente: fo que empezé como et trabajo de un autor termins como et de tres, cada uno de nosotros igualmente responsable... Muchas de (as ideas det manuscrito original fueron conservadas en este libre, pera otras tantas han sido agrega- das con el esfuerzo conjunto de los tres autores en ta escritura det mismo, y, lo mas importante, adquieren un nuevo significado dentro del coniexto del libro ya completo. Es cierto que algunos’ coeténeos de Goodman —como Elliot Shapito— afirman que Goodman se sintié desplazado del primer lugar que creia merecer en ta redaccién final del mismo. AI no estar vicos los tres autores, considero que el tema perdié la vigencia y objetividad que alguna vez puede haber tenido para elles El tercer argumento es que su escasa difision se debe a que no fue traducido, y a que la mayoria de los profesionales no leon en forma habitual el inglés, a menos que les resulte indispensable, Es verdad, en tanto recordemos que la lectura de textes en dicho idioma siempre fue un-requisito de nuestras licenciaturas: También €s cierto que los sels libros sobre gestalt que publicé ta editorial Cuatro Vientos entre 1974 y 1976 no incluyen ai GT; y que la com- PROLOGO A LA EDICION EN BSPAROL aii pilacién de Joen Fagan e Irma Shezerd que tradujo Amorrortu en 1973, no incluye a Goodman —aunque el GT es mencionado en su bibliografia. Entonces, es éste ono el argumento correcto?. Se trata de una verdad a medias, que nos convertiria en receptores pasivos: de fas editoriales, y miega el hecho de que. hay muchos autores que se, incluyen en las bitiliografias antes de ser traduci- dos. Conello quiero seflalar que Hay veces en que fueron los di- rectores de editorial los que originaron conductas innovadoras; y otras, en que proceso sucede a verse Interés que desple- ta un autor es el que provoca su iraduccion. Hay un cuarto argumento que me interesa desechar; porque arroja una sombra de descalliicacién ambigua sobre la trayectoria de quienes seguimos a Fritz Petts: el que supone que su reconocids histrionismo actuarfa como un imén para los que se dejan tentar por lo que Gary Yontef Ilamé —en Proceso y Didlogo en Psicoterapia Gestditica— “el estilo bum-bum-buri". La solvencia de Yontef me permite Imaginar que su comentaric alude a situaciones y persona- Jes que desconozco; 0 bien, podria conectarse con su reincién per- sonal con: Perls que —segin él mismio relata— le provocaba confu- sion, Lo relevante es acentuar que ‘0s argentinos conocimos la te rapia gestalt a través de Adriana Schoake, Francisco Huneeus y, mas tarde, Claudio Naranjo: ellos desplegaron tres modalidades de traba- Jo, clertamente diferentes entre si, que no ameritan esa adjetivacion despeetiva, Esto es un llamado de atencion sobre el hecho de que traspolar a nuestro continente y fuera de contexto discusiones que nos son ajenas, induce a una lectura histérica equivocada y_pre- juiciosa, Un-dltimo argumento, posiblemente adecuado para los Estados Unidos. —ya que quien lo dio es Laura Perls, en una entrevista con Joe Wysong publicada en et Gestalt Journal— es que el libro en et que intervino Paul Goodman, no es de facil Jectura para no profe- sionales porque lue pensado para.quienes lo son, De ser asi, no se nos aplica por dos motivos: quienes leimos a.Goodman éramos profesionales; y la universidad estatal de la que salieron, entre 1956 ¥-1966, los. primeros psicdlogos de Buenos Aires, les dio una for- ‘macién humanistica sélida. ‘Me permito una disgrestén que fundamente, ain més, lo absur- do de trasladar Jas realidades de un pais a otro sin detenerse en Ja: importancia que merecen sus respectivos contextos. En la unk versidad de Filosofia.y Letras de Buenos Aires contamos con algu: xvi Agu, AHORA Y LO QUE VIENE nos directores de cftedra que después de 1956, adquirleron di- ‘mensién nacional ¢ internacional. Un ejemplo de ello fue la cétedra de Introduccién a la Psicologta social, que creé el profesor Enrique Butelman, cofundador con Jaime Berstein de la editorial Paidés. Obiigatoria para las licenciaturas de psicologia y sociologia, opcio- nal para las de ciencias de la educaci6n y antropologfa, desempehé un rol que quizis no ha sido suficientemente valorado, De la mano de Enrique, pudimos incursionar en casi todo to que era fundamen- tal en el pensamiento psicoldgico de aquellos aitos, Quienes fuimos sus colaboradores podemos testimoniar Ia generosidad con. que nos regalaba los libros que iba publicando Paldés, y que luego in- troduciamos en los trabajos practicos. Ast, lelmos a los autores de 1a psicologia de ta forma; de las escuelas de psicoandlisis no freu- dianas, de la escuela culturalista, y de las psicologias existenciales, entre muchas otras: No s6lo psicblogos como Wertheimer, Koltka, Koehler, o Lewin; también Reich, Jung, Rollo May, Fromm, Allport, Buber, Frenkel, Erikson, Rogers, Bettelheim, etc., fueron nombres que nos resultaron familiares mucho antes de que sus teraplas tu- viesen divulgaci6n. ¥ esta cétedra-no fue una excepeién. Quienes tuvimos el privilegio de formarnos con el grupo de profesores que durante una década organizaron la Facultad de Filosotia y Letras —Gino Germani, José Luis Romero, Enrique Pichon Riviere, José Bleger, Norberto Rodriguez Bustamante, Gregorio. Klimovsky, por mencionar algunos~ sufrimos las ventajas y las exigenclas de una formacién académica que pretendia competir con los llamados pal ses del primer mundo, El exceso de erudicién acarreé e! mote.de cientificista; pero lo cierto es que muchos de los docentes ¢ inves- tigadores emigrados formaron parte del drenaje de cerebros que enriquecis las filas de aquellos paises. Agreguemos a lo anterior que, desde fines de la década del 40, el psicoandlisis tuvo un auge tal que nos convirtié en el segundo pais de consumo de terapias psicoanaliticas (al que venian formarse futuros psicoanalistas de toda América Latina). En sintesis, es diffeit creer que la falta de expansion del pen- samiento. de Goodman se debié a la superiicialidad, a la falta de lecturas, 0 una praxis simpliicadora. Para entender nuestro encuentro con Perls, debemos investigar la historia in situ, en el momento y:con-Jos.antecedentes con que se dio, Historia que en la Argentina, incluye et desmembramienta de esa tniversidad privilegiada, después de lo: que se conoci6. como. “La a PROLOGD A LA EDICIGWE EN HSPAKOL xix noche de tos bastones argos”, en 1966. No era mas que el comienzo de dos décadas de represin que provocatian rios de sangre y rfos de tinta: ambos exceden la intencién de este prélogo. Los temblores politicos no fueron de nuestra exchisividad y habriamos de compar lirlos con: casi todos los paises de América Latina, ‘A comlenzos de la década det 70, ya se habjan producido Feacomodos en el mundo. intelectual. Muchos se habfan ido; los ‘que permanecimos, atin los que habfamos logrado una ubieacién profesional y econmica en universidades e institutos privados —en mi caso como investigadora invitada en el Instituto Torcuato Di Tella y profesora titular en la Universidad del Salvador—~ buscé- bamos puntos de apoyo con que compensar el derrambe emocio- nal, Para ello no servian ni las teorias que habian estado en. boga. ni los léxicos de élite que dejamos de usar. Fritz Peris lleg6, para algunos de nosotros, como un soplo de vitalidad, una descompresion que nos liberaba y permitia que, ante nuestra mirada aténita, las plezas sueltas se acomodasen. eni:el lugar apropiado. Muchos coincidimas: nos parecié faci! no porque lo luese, sino porque se homologata con Io que habiamos intuido durante aiios, la vox nos era tan familiar que tenia sabor a déja ou. Una vex mas,.la terapia gestalt iba a crecer en un momento de crisis, y sigulendo el ejemplo aprendlido de Perls, lo haria apoyan- dose en las caracteristicas de un marco te6rico lo suficientemente ablerto como para absorber diferentes tendencias. Atirmé muchas veces que-a ello refiere su capacidad transgresora: la posibilidad de mutar en un mecanismo establlizador, cuando se acompana de la comprensién adecuada de lo que se descarta, Si lo miramos desde la experiencia presente, es cierto que los laboratorios podtan convertirse en una adiccién engafiosa, 0 que los tratamientos breves no to fueron en todos los casos, Pero para Jos que habfamos fatigado divanes en.terapias inacabables que no ‘nos aniabamos a cuestionar, el presente centrado en el presente, nos Hegaba como na. péclma magica. En ta mitad de ta aridez del desierto, nos habiamos tropezado con el-genio de ta limpara de Aladino. . Sos . En Jo personal, ‘me hablaron de tos grupos de introduccién a Ja gestalt que coordinaba Marta Atienza, una alumna de los chile- os Adriana Schnake y Francisco Huneeus. En un facil boca a boca que mostraba lo urgente de la necesidad, ella arm6 grupos: que inclufan a muchos psicoanalistas, y que duraban unos pocos me- ax AQUI, AHORA Y LO QUE VIENE ses, ¥ luego trajo a sus maestros, a quienes répidamente Hamamos La Nana y Pancho, para: trabajar en las primeras maratones (que tos argentinos Hlamamos laboratorios). Pronto se intercalarfan con Tos encuentros mensuales formativos en los que La Nana hizo un Tol muy similar, creo, al que tuvo Laura Perls con el grupo de Nue- va. York. Ambas eran. médiccs con experiencia psiquiatrica y psicoanalitica, y ambas desempefiandose.en un pais que no era él propio. Este largo: predimbulo nos Neva a la segunda pregunta clave: ;cual seria la necesidad y la importancia de ocuparse de Paul Goodman, transcurridas. mas de dos décedas de este proceso? ‘Me parece tan indtil detererme en ef desgastado tema de st existen tres modalidades. para hacer terapia gestalt la del Oeste, la de Nueva York y la det grupo. de Cieveland— como. plantear cules son sus méritos respectivos para encabezar un liderazgo en nuestros paises. Despuds de ia muerte de Fritz y, més atin después de la de Laura; pareceria que Ia gestalt mundial debe tomar par a favor 0 en contra de cualquiera de estos niicteos, decidir quienes son los progenitores legitimos del enfoque. La razén implicita es ‘“darle a cada uno el lugar que le corresponde en este desarrcllo”, Jo que a veces resulta en una especie de ludo infantit de "tanto tomo. y.tanto te doy", Visto desde es'e contin del mundo, resuena coma una pelea estéril entre los herederos de padres famosos, que se autodenominan favoritos de tos unos o de los otros. En tanto parientes lejanos sin derechos adquiridos, tenemos la ventaja de poder elegir to bueno de cada uno sin tomar. ningin partido.. La posibilidad de adoptar una posicidn. distante: en. un tema tan controvertido, me.parece realmente positiva. Mientras es- ribo esto recuerdo.una anécdota que hace al caso: en 1994, visité Ja: Argentina leana Rubenfeld, quien, colaboré muchos afios con Perls, integrando las téenicas de Feldenkrats y Alexander. con ta gestalt. Cesar Rios —que (ve el primer presidente de AGBA— ¥ yo, Je contabamos a leana aquellos primeros ahos en que Adriana Schnake nos hizo leer Suefios y Sxistencia y Dentro y Fuera det Tarra de. la Basura. Ella nos. sorprendis comentando lo afortunados que habfamos sido-al tener un primer contacto tam amoroso- con Pers, (aunque sincera admiradora det terapeuta, ella narré en Fritz Pers; Aqut y. Ahora, las dificultades que surgieron en su: intercambio a PROLOGO A LA EDICION EW ESPAROL fal personal), Creo que ese primer contacto amoroso nos permite seguir teniéndolo con todos aquellos que lo rodearon, Fritz y Laura tuvieron personalidades fuertes, lo que facilit6 la tarea de difundir el enfoque gestalt y dificulté la convivencia entre ellos. Quienes los acompanaron en la tarea —las primeras genera- ciones de gestaltistas que formaron— tuvieron sus propias afinida- des y diferencias que incidieron en las respectivas elecciones de los terapeutas que los guiaron durante el aprendizaje. Nadie puso en duda la amplia ‘ormacion de Laura y todos re- conoctan, contaba Erwin Polster (An Oral History of Gestalt The- rapy), su posibilidad de continencia, esa condicién de moverse ff sicamente hacia el otro..su forma de sentir calidez hacia la persona con Ia que trabajaba. Fritz tuvo un rol fundamental en la difusion extensiva y de impacto; en parte porque no podia estarse quieto, y en parte por se carisma que, el mismo Erwin Polster sintetiz6 en una frase muy grafica: “nunca habfa conocido a un mago, ahora sabia lo que un mago podia hacer”. La lectura de esta Oral History me permite suponer que é! utiliz6 su especial intuicién para marcar los hitos y que los demés, liderados por Laura, bordaron el entretejido al que alguno, como Goodman, le dio profundidad y relieve. Ella y los integrantes del primer grupo que formé en Nueva York, fueron los que realizaron la insercién metédica que asenté al grupo de Cleveland. Claro que también Fritz participé de estos entrenamien- tos, pero la continuidad de los mismos no constituy6 lo esencial de su quehacer. Desde esa éptica, puede imaginarse a Laura como a tuna didacta atenta, incondicional; y a Fritz como al director eseé- nico brillante —aunque a veces Imprevisible y otras autoritario, Erwin Polster habla de que estar con Perls era como hacer un recorrido con (sp, porque transmitia una vibracién vital y un sen- tido de coraje que permitfa meterse en cualquier viaje... porque él siempre sabria qué hacer para apoyar esos viajes, Se puede supo- her que eso implica saber no s6lo qué parte de cada uno apoyar, sino también cuindo hacerlo, Tomar lo bueno de cada uno sin tomar partido significa, claro esté, la ventaja de conocerlos, sin ocuparse demasiado de cuén grande es la tajada que merece cada uno, pero aceptando a todos los que merecen ser incluidos. Gooiman es uno de ellos. En la nota introductoria que redact6 para el GT, un par de décadas después de haber escrito la primera versién, Perls dice ll AQUI, AHORA Y LO QUE VIENE. que la primera parte del libro, retomada por Hefferline, sigue sien- do valida; y que lo que vari6 es el acento general, desde la idea de terapia al concepto gestiltico de crecimiento, En ese momento, considera que la neurosis no es una enfermedad sino uno de los varios sintomas que se producen al estancarse el crecimiento... La maduracién es un proceso ccntinuo de trascender el apoyo am- biental y desarrollar el autosoporte, lo que significa una disminu- cién creciente de las dependencias El principio basico que subyace en estos sintomas es el de la demanda ambiental de ser lo que uno no es, de actualizar un ideal en lugar de actualizarse uno mismo... Finalmente, esta profunda division entre nuestra existencia social y nuestra existencia biolégica, lleva a un niimero cada vez mayor de conflictos y “agujeros”. Si atendemos al contenido de estos enunciados, la biogralia de Stoehr nos da una introducciéa adecuadisima para la comprensin de Goodman, no s6lo porque explica al teorizador de la gestalt y al terapeuta, sino porque nos permite redimensionar su vida. La importancia del material reside no s6lo en lo que incluye, sino en lo que nos permite entrever con respecto a las notas personales y clinicas que dejé Goodman, Sin ellas, no se entienden afos muy significativos en los que pudo, por fin, mostrarse ante un piblico mas amplio. Es curioso que quienes intentan las “defensas” de Laura Perls, ‘y Paul Goodman —en contraste con la figura de Perls— lo hacen ‘con criterios que nos desubican con respecto a su real valer. Creo que es empobrecer la figura de Laura preocuparse en exceso por los dos capitulos que escribi6 en Ego, Hambre y Agresin —aunque ella misma lo ha hecho— porque para avalar su importancia como co-creadora del enfoque, basta arrojar una mirada global a su ac- cionar en la insercién de la gestalt en los Estados Unidos. Y me parece que se es injusto con Paul Goodman cuando se discute su rol exacto como uno de los padres de la gestalt: se diga lo que se diga, el manuscrito que él manejé partié de Fritz Perls. Sorprende esa vision que lo limit6 a lo gestaltico durante tantos afios, porque sélo se puede tener una Idea exacta de Goodman si, en vez de verlo como un “padre” de la gestalt desde un segmento de su creatividad total, lo aceptamos como al hijo rebelde més interesante que surgi de ese movimiento. Reich y Perls fueron hijos brillantes y rebeldes de Freud; trans- gresores creativos que tomaron lo dado y, a partir de sus disiden- PROLOGO A LA EDICION EN ESPAROL saat clas, configuraron avances fundamentales. Goodman fue un hijo rebelde de Freud, Reich, y Perls, porque tuvo en comiin con ellos la capacidad de realizar ajustes creativos partiendo de sus propios conilictos, de sus agujeros. Intuyo que Goodman es uno de esos personajes que despiertan lun macartismo frecuente en ciencia y arte; un personaje que resul- ta Inc6modo, diffell de encasillar con los cénones habituales. La conducta prejuiciosa, la de La Personalidad Autoritaria desarrolla- da por E, Frenkel-Brunswick, consiste en ver al mundo en blanco y negro, sin matices; en creer que una tinica caracteristica —color de la piel, religién, orientaci6n politica, inclinacién sexual— defi- ne a la totalidad de un individuo, una institueién o un grupo so- cial Vincent Van Gogh no se puede reducir a su orela cortada, ni Oscar Wilde-a.sus.anos.deprision por homosexual, ni Fritz Perls. a sus desbordes histriénicos, ni Wilhelm Reich al discutible episo- .dio psicdtico que marcé su muerte y nos distancié durante muchos aiios del total de su obra, por citar unos pocos. Del mismo modo, Paul Goodman noes s6lo_un bisexual ni un anarquista, aunque no puede discutirse la importancia esencial y el tono militante que les dio a ambos temas, en su vida y en su produccién Los prejuicios pueden ser a favor 0 en contra, y ambos tipos son igualmente peligrosos para aquellos a quienes tocan: 0 los con- vierten en mitos idealizados y banceras de ideologias varias —ni gurd ni texto sagrado, nos previene Stoehr— o en anatema para los puntales societarios. El enfoque gestalt nos permite observar desde una posicion ‘que integra por igual el consenso y el disenso, evitando las evalua- clones superfluas que proyectamos desde nuestros propios in- troyectos. ‘Sin duda, importa que Goodman no vacile en exponer su neu- rosis y su lucha por rescatar lo que le es propio, y que Stoehr proponga pistas para acompanarlo en este camino: desde lo esen- clales que le resultaron sus diez anos como terapeuta para superar algunos de sus bloqueos en la relacion con los otros, hasta cémo los grupos de Nueva York y Cleveland le dieron una experiencia diferente de lo que significa tener buenos limites de contacto, pax sando por algunas de las instancias que pudo recorrer merced a la particular relacion terapéutica que mantenfa con sus pacientes- amigos, Seay AQUI, AMORA Y Lo QUE VIENE Pero desde mi posicién, lo mAs interesante que nos puede ocurrir a los lectores de este libro, es encarar el verdadero desaffo que propone a cada uno la superacién de las pautas aprendidas. Goodman afirma que si uno acepta el mundo tal cual es, enloque- ce... pero si uno no lo acepta, enloquece también. El espera clara- mente la disyuntiva que encierra esa paradoja, y nos permite ver {que es imposible encarar un ajuste creativo sin resolverla. Me resulté apasionante indagarme a partir de los maltiples problemas con que nos enfrenta Paul Goodman, como hombre y ‘como terapeuta. El planteo ético de lo que es una distancia profe- sional minima que proteja al consultante, no es més que uno de ellos, pero muy urticante. La dificultad de encarar actitudes sexua- Jes —con las que no nos identificamos— sin ningin juicio previ es otra y muy vigente, por la frecuencia con que aparece en la préc- tica profesional. Y desde ya, ‘a posibilidad de admitir las propias dificultades en el proceso de maduracién con que nos integramos al proceso socio-cultural. Las posibles respuestas a cada una de estas preguntas y a todas las otras que pudiesen surgir, se conectan con nuestro proceso presente. Habra diferencias y es bueno que asi sea. Laura Perls es muy clara en la admisién, apoyo y explicacion de esas diferencias porque entiende que el estilo es algo que cam- bia... que en realidad es la expresin del propio desarrollo hasta ‘ese momento, Pero es de esperar que el si:mismo se-siga desarro- llando en forma permanente. E! sfnismo es la instancia integradora integrada de una persona, mientras el ego es una {unci6n limita- dora, una funcién de contacto momenténeo. El olvido de la gimnasia permanente a que nos obliga el com- promiso de contrariar las demandas de nuestro ego, es una posible explicacién para los ismos que surgen cada tanto en distintas fac- clones profesionales. Es el caso de quienes, porque temen que se pierdan los limites de lo que es la terapia gestalt cuando ésta se combina con otras orlentaciones afines, la definen de tal o cual manera, Se omite que la separacién de las personas por posiciones puristas esconde siempre una forma de fanatismo. Nuevamente es Laura quien explicita claramente la diferencia entre combinar e integrar. El terapeuta que combina no entendio claramente lo que es la gestalt. Todo lo que se use proviene del Individuo que hace terapia y es diferente para cada uno, pero es aquello que asimilé e integrd de modo tal que se convirtié en parte de si, algo en lo que puede epoyarse. PROLOGO A LA EDICION EN ESPAROL aa) Tomemos un ejemplo: Laura nos recuerda que la gestalt es holistica, y que como tal, debe incluir siempre el trabajo corporal. Pero la orientacién corporal dependera de lo que cada uno ha inte- grado en su historia individual. Asi, para Laura, fue la danza mo- derna que practicé desde los ocho afios; para Ileana, Feldenkrais y Alexander; para otros, Moreno y Wilhelm Reich. A mi me resultaria dificil elegir entre la danza moderra, Alexander Lowen, o Stanley Keleman, El acento est puesto no en el qué sino en el cémo. La formacién humanista de la escuela europea, de la que Laura se enorgullecia, daba el tiempo suficiente para realizar la impres- cindible metabolizacién, para masticar los conocimientos. La comi- da —nos dice— no se puede beber ni tomar, debe masticarse; las madres impacientes son las que favorecen los introyectos: fenémeno ‘que observaba y le preocupaba en la educacién norteamericana. Una reflexion cautelosa de estes conceptos y la comprensién de que ambos creadores de la gestalt Fritz y Laura— los compar Ueron, deberia prevenimos contra bos brotes autoritarios de quie- nes pretenden indicarnos el buen camino; y contra nuestras pro- pias trampas intelectuales cuando creemos ser los poseedores de la verdad, El discurso teérico debe tener muy presente su propia ideologfa para poder obviar los escollos. El que Fritz Perls concluya su autobiografia con una pregunta que se abre a mil respuestas: —zalguna vez aprenderé a confiar en mi mismo?— es un disparador para la reflexi6n de lo que significa final, hecho de puros procesos. Desde ‘mi propia dptica, todo gestaltista enirenta un desafio enriquecedor cuando se para en este lugar, porque se obliga a convertir la vida misma en una utopfa, Es el mismo camino que eligié Godman cuando se preguntaba qué podia salvarse de los escombros, y se contestaba: la posibili- dad de hacer un esfuerzo més. Aqui reside el meollo de lo que més me impacta en este personaje fascinante: Goodman recoge el guan- te que arrojé Perls; se sentia halagado cuando se lo acusaba de ut6pico. A partir de Growing Up Absurd, intent6 la realizacién de Programas que intentaban restablecer la estabilidad social. Utopis- ta pragmético, no desconocia las dificultades de su intento, en tanto lo identificaba con la esencla misma del artista: aquél que reacciona ante la pérdida irremediable negandola, porque la pre- gunta es si puede 0 no hacer que su negacién prenda (en la rea- lidad), xxv AQUI, AHORA Y LO QUE vIENE, Aqui, nos dice agudamente Stoehr, se juntan el artista, el tera- peuta y el reformador social, cuando llama ta atenci6n sobre ta Importancia de encarar en el presente las situaciones inconclusas e hipotetiza que el hecho mismo es curativo. Siempre repetia —nos dicen un podriamos probar esto, a la par que explicaba que no siempre sus propuestas eran realizables (quizas lo eran), pero permitian ta esperanza y ol compromiso. Esa comprensién const tufa la Gnica posibilidad de combatir la Impotencia a que nos some- te la sociedad. - Este es el Paul Goodman que me interesa, el que qitisiera ver traducido, no s6lo en ef aporte que realiz6 en el GT, sino también en sus ensayos psicolégicos —quizds los que edit6 el mismo Taylor Stochr y prolog6 ‘correctamente Micliael Vincent Miller, en 1977. Goodman tuvo, sobre Fritz y Laura; Ia ventaja de haber nacido ‘en Nueva York; ello te posibilt6 enraizar sus modelos ‘globales en. una realidad que Ie era propia. Me parece que hoy, aqu{ y ahora, él hace la propuesta mas significativa para aquellos a quienes nos gustaria establecer una red: de contacto, apoyo y comunicacton, entre los gestaltistas de Latinoamérica, No se trata en absoluto de imitar dé Goodman un lenguaje que nos obligue a una coherencia forzada, sino de lo contrario, Lo que <élnos puede indicar es como hacer el pasaje de “hijo sumiso a hijo transgresor”. Pienso no s6l6’en-tiosotros: sino también en los Colegas. de México; Chile, Brasil, Uruguay, Perd, Paraguay, entre Ios-que ya iniciaron el camino; presiento-que mas adelante podrian agregarse nuestros colegas espafioles a los que nos unen ef idioma comin y lazos de simpatta. ‘Acdiferencia de lo que mos parece ver eit Estados Unidos y en Europa, los gestaltistas argentinos que fulmos primera generacién, no nos interesamos demasiado en asumimos como protagonistas, Yeo con regocijo que tampoen fo hacen los de 1a segunda, ni tos que la siguen: Desconozco la raz6n, aunque estoy segura de que 0 es por humildad. ‘Quizas, la explicacion radique en que'el autoritarismo del con- texto nos curd de nuevos paternalisimos, o en que logramos parir hijos rebeldes y estamos orgullosos de ellos. Lo dicen de sus hijos muertos fas madres de paftue'os blsncos que siguen destilando en Plaza de Mayo; lo decimos de nuestros hijos vivos y de nuestros alumnos que no se nos parecen. PROLOGO A LA BOICION EN SPARC, vsvil Quisiera que la gestalt los ayude a intentar sus utopias, aunque éstas fracasen como fracasaron muchas de las nuestras; porque como les dirla Goodman, siempre se puede intentar de nuevo. ‘Me resulta claro que el modelo que alcanzamos nos fue muy dificil de encontrar y ain més dificil de mantener: una asociacién sin fines de Iucro y sin estrellas, pero con muchos jovenes activos, Como a Goodman, me interesa la jeventud. La mayor riqueza de América Latina reside en que todavia no somos socledades en las que priman los ancianos, pese a los filicidios cometides durante aflos, por expulsion y muerte. Aprovechemos esa riqueza, Me parece que la psicoterapia gestalt solo crecerd en nuestros paises si renuncia a los modelos imitativos y aprovecha su caudal _especitico. Si crea, sin falsas competencias y sin tratar de imponer los propios patrones, un lenguaje que nazea de la sumatoria de los procesos de maduracién locales y regionales, para integrarios con lo heredado y lo aprendido. » Marta Stemenson* Buenos Aires, noviembre de 1996. “+ erta Slemenson es cofundsora de la Asoeiactin Gestatica de Ouenos Aires y ‘aiombro de la Comistin Cienttica Permanente de AGBA. PREFACIO| EN ESTE LIBRO contaremos dos historias: primero, el rol de Paul "Goodman en la formulacién de las principales ideas. de la terapia ~_gestaitica, y. segundo, la forma en.que su propia prictica como terapeuta lo. cambi6 y condujo finamente a una nueva vocacién, que podria Hlamarse socioterapeuta det Estado, 5 Como uno de los amigos més jovenes de Goodman; ful testigo de gran parte de esta sltima carrera, y'como su albacea literario ¥¥bidgrafo, me he familiarizado con los hechos de su vide y sus < contextos en una lorma.que ningtin amigo, o incluso familiar, po- dria haberlos conocido. Sin embargo, soy un lego-en:psicoterapia 2 Yolamas pertenech a ningdn grupo gestéltico. A: excepeién ‘de Goodman, no conoct terapeutas y:sblo’ algunos. pacientes durante los inicios det Instituto Gestaltico: Me encontré una sola vez ‘con Fritz Petts ~una noche de febrero ée-1950; cuando an amigo me Neve al. departamento, de Goodman en Manhattan. En esa época, © Perls y. Goodman trabajaban en Gestalt Therapy (La Terapia. Ges- tdltica), pero yo.no era ms que un ingenuo de 18 aiios e ignoraba que aque! hombre gris con un {uerte acento extranjero y el hombre -" vivaz.que.me bes6 al entrar. —para gran sorpresa mia— estaban escribiendo juntos un gran libro. Poco después me ful de la Costa Atlantica y.jamés vivé-en.la misma ckudad. con. Goodman, pero ermanecimos en contacto y-nuestra amistad crecié, especialmens te durante la década del 60.. Pasaron més de veinte aos antes de ‘conocer.a otro. terapeuta, gestéltico, eb protegido. de Goodman; George. Dennison. Nos, conoclamos:a través de Goodman, pero el ‘verdadero encuentro. fue-en 1972 junto. a su tumba, después de lo ‘cual. llegamos, 2. ser buenos amigos, Aunque, Dennison: habla trabé “Jado como.terapeuta s6lo por. un breve periodo, tenia mucho que 10x AQUI, AHORA Y LO QUE VIENE contarme sobre su aprendizaje con Goodman y la forma en que éste manejaba sus grupos. Después que decidi escribir la biografia de Goodman —una empresa mayor que el presente volumen— cconocf a otros terapeutas, que habfan participado en el primer ins- tituto y me contaron sus propias versiones de su fundacién. Agra- dezco a quienes compartieron conmigo sus recuerdos. Sin su ayu- da, mi historia habria depencido demasiado del punto de vista de Goodman, revelado en sus cartas, diarios y notas para sus sesiones didacticas. Es importante saber cémo lo veian sus colegas y pacien- tes desde sus propias perspectivas Este libro se centra en lo que Goodman aporté al y extrajo del movimiento de terapia gestltica. Hay escasas referencias a su tem- prano interés en el psicoanlisis, a su absorcién y defensa de las Ideas de Wilhelm Reich, o a su autoanalisis inmediatamente previo su trabajo con Perls. Habfa que poner el limite en alguna parte. Hay otras omisiones y, sin duda, algunas distorsiones a causa de cllo. Si bien las Ideas y practica de la psicoterapia fueron esenciales para Goodman durante los diez aflos que reconstruyo en este libro, ‘otros asuntos ocuparon tanto 0 mas su atencién: su creciente com- promiso con la politica de la no violencia, su ambivalente romance con el Living Theatre, su devoci6n a su arte y sus esfuerzos por ver su obra publicada, y su entrega a su familia y al circulo de amigos y discipulos que constituian su comunidad. Todos estos puntos de contacto entran en juego en la historia de Goodman como terapeu- ta gestaltico; a veces uno u otro amenaza con convertirse en el centro de atencién y desplazar a la psicoterapia. Para vitalizar y circunscribir el tema, trato de mantener ante el lector una figura {uerte, pero estoy consciente de que en los margenes quedan asun- tos inconclusos. Es un problema de perspectiva que los terapeutas, gestalticos sabrén apreciar. Espero que a mis otros lectores tam- bién les conmueva el retrato de un hombre que, en lo més hondo de su existencia, se entrent6 al gran punto critico de su vida, Esto serfa imposible de captar en un resumen metédico del rol de Good- man en la invencién de una nueva psicoterapia. La expresion “aqui y ahora” se asocia debidamente con Fritz Pers, cuya vida y préctica como terapeuta se centraron en el mo- mento presente. Este libro Io titulé Aqut Ahora Lo Que Viene_para cniatizar la contribucién de Goodman a la teoria de la terapia.ges- puede desarrollarse plenameate en un presente en transcurso. Para ihe presacio sexe °. Goodman, un vivo compromiso cen el imprevisible mundo de fo que viene representaba estar en el presente vital, Eso quiso decir cuando tituld “Novedad, Emocién y Crecimlento” su mitad de La Terapia Gestdltica, La trase “aqui ahora lo que viene” incluso se podria considerar una traducciin atverbial de ese titulo, sacéndola del Ambito estatico de los sustantives abstractos, Por supuesto, Goodman usé a menudo la frase en escritos posteriores para expre- ~ sar en forma taquigrafica qué era importante para contactarse con la experiencia ‘Ademés, con mi titulo quiero sugerir algo de ta dimensién po- litica de ta vision de Goodman sobre la psicoterapia. Se podria de- "clr que ef aquf ahora lo que viene de mi libro es la transicion desde ‘Goodman terapeuta a Goodman terapeuta/paciente y 2 Goodman profeta. En esta secuencia, la terapia gestitica se puede considerar “la base necesarla para la posterior carrera de Goodman como cri- leo social y filésofo politico, Entonces, mi libro no sdlo es una historia de! movimiento de terapla gestaltica y sus antecedentes, ni “un estudio biografico de fa participacion de Goodman en su funda ‘elén y desarrollo, sino también un andlisis de la importancia psico- “I6gica de ese gran levantamiento de los ahos 60 conocide como la ‘Nueva Izquierda, Mas que ninguna otra persona, Goodman entnci6, él punto de vista utdpico y préctico de ese notable movimiento ‘politico. ¥ las percepclones y experiencia terapéutica de la Gestalt ‘moldearon sus ideas al respecto, Casi una generacién més tarde hemos Wegado quizés a una nueva encrucijada, para la salud del Estado y el aqui ahora lo que viene de nuestra cultura. Pienso que siempre sera ventajoso buscar en Goodman consejo € inspiracion. Taylor Stoehr Cambridge, Massachusetts Junio 1994 ~ UNO, En Ja Encrucijada LA TERAPIA GESTALTICA nacié a mediados del siglo XX, Entre sts ". ggstores, Paul Goodman fue ef principal responsable de formular la > teorfa gestéltica, de ponerla en palebras. En. esa época, Goodman todavia no era terapeuta sino escritor, la especie que, segtin Freud, - producia los mejores psicoanalistas. De hecho, eso.4o convirtié en ~ el hombre indicado. para escribir La Terapia Gestdltica, el texto fundamental det movimiento. Es improbable. que quien conozca el nombre de Goodman lo recuerde como terapeuta o escritor, sino mis bien como el critico social cuya defensa de los jévenes descon- tentos:en Growing Up Absurd inicié las luchas intergeneracionales de los aftos 60, y cuya critica al “Sistema Organizado” fue adoptada por los politicos de la Nueva fzquterda. EI punto de partida de.ta terapia gestaltica fue cructal para Goodman, quien habia legaco a la gran encrucijada de su vida. Una ‘década antes tavo grandes expectativas como poeta, dramaturgo y novelista, y de una brillante carrera académica universitaria, si lo hublera deseado. Una década después seria famoso por sus libros sobre problemas piblicos y cambios sociales. Pero en 1950 estaba perdido entre estas dos, carreras. Se sentia fracasado como escri- tor, porque nadie queria leer la docena de espléndides libros. que habia escrito, Veinte anos de arduo trabajo y extraordinarla crea- tividad le habian reportado escasa recompensa y notorledad. Esta- ba a punto de rendirse. La comunidad académica no ofrecia ningu- ‘a alternativa, ni siquiera como dltimo recurso econémico. Habia sido despedido. de tres escuelas por insistir en.su derecho a ena morarse de sus alumnos Goodman comprendta que él misino era responsable de gran parte de esto, pero tainbién crefa que el mundo en que vivia y para 2 AQUI, ANDRA ¥ LO QUE YIENE el cual escribfa, especialmente la sociedad conformista que surgié en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, no podia aceptar a alguien como él. Su piblico se habia convertido en su enemigo, La gente que preferfa entretenerse con Hollywood y Ma- dison Avenue’ estaba satisfecha con ser gobernada desde Washing- ton, agradecia un empleo en una Oficina en un Rascacielos, estaba Aispuesta a viajar todos fos dias & los Suburbios, gozaba compra do en un Mall y era feltz criando una Familia al Estilo Americano. La historla de cémo Goodman se convirtié en wna figura profética en Ia historia politica de su pais, en vez de un famoso poeta 0 novelista, es también Ia historia de como Estados Unidos legs a necesitar cada vez més sus criticas a su cuttura trivial, ésa que valora mas el estindar de vica que su calidad, la riqueza valgar por encima de la pobreza decente, y altas tasas de empleo y. un alto producto interno bruto por sobre las labores dignas y el bien co- min. Peto por urgente que fhera el mensaje de Goodman, su paso de escritor desdenado a exitico social influyente no ocurrié de ta noche a la maitana, y habria ce exigirle gran esfuerzo y camblos en su cardcter, La terapia gestéltica fue su camino para pasar de una carrera a otra, ya que durante su década como teérico y terapeuta llegé a aceptar lenta y penosamente st fracaso como artista para captar un piblico y encontré la voluntad para servir de otra ma era a sus conciudadanos. En este capitulo expongo lo mas com- pletamente posible estas necesidades sociales y motivos per- soniales, el punto de partida y Ia encrucijada, para que el lector comprenda qué estaba en juego para Goodman, la terapia gestall cay nuestra cultura. Los capitulos siguientes diran mas sobre sus opciones y lo que derivé de ella. Después de la Segunda Guerra Mundial, los vencedores de Oriente, y Oceidente reemplazaron la “guerra contra el fascisino” con la ‘creacién de sus propias versiones del mismo superestado omnimo- do que habian estado reduciendo a escombros —salvo que desde entonces el totalitarismo tendria otros nombres y unt rostro son riente, Orwell lo amd Hermano Mayor. En Occidente también se denomind economia permanente de guerra, socialismo democrat co, conspiracién comunista y Gran Sociedad, dependiendo de las * Avenida neojorquina donde 26 eencentran tas principals agenciaé de publicidad ¥ telaciones piblicas (N. del T)

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