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David Pérez Chico y Luisa Paz Rodriguez Sudrez (eds.) Explicar y comprender aE EE EE Esta obra ha sido realizada con la ayuda del Proyecto de Investigacién UZ2008- HUM-10 de la Universidad de Zaragoza Primera edici6n: 2011 © David Pérez Chico y Luisa Paz Rodriguez Suarez, 2011 © Plaza y Valdés Editores, 2011 Derechos exclusivos de edicién reservados para Plaza y Valdés Editores. Queda prohibida cualquier forma de reproduccién o transformacién de esta obra sin previa autorizacién escrita de los editores, salvo excepcién prevista por la ley. Dirijase a CEDRO (Centro Espafiol de Derechos Reprograficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar 0 escancar algin fragmento de esta obra. Plaza y Valdés, S. L. Murcia, n.° 2. Colonia de los Angeles. 28223, Pozuelo de Alarcén, Madrid (Espafia). =‘: (34) 918625289 e-mail: madrid@plazayvaldes.com www plazayvaldes.es Plaza y Valdés, S. A. de C. V. Manuel Marfa Contreras, 73. Colonia San Rafael. 06470, México, D. F. (México). ‘®: (52) 5550972070 e-mail: editorial@plazayvaldes.com www plazayvaldes.com.mx ISBN: 978-84-92751-84-6 D. Li: SE-597-2011 Cubierta: Usual: Disefio gréfico y web Impresién: Publidisa 1 Presentacién: La controversia explicacién-comprensién David Pérez Chico La explicacién de un suceso tan trivial como la caida de una manzana tiene un significado objetivo extrapolable a escala * césmica. Datos observables y medibles como la masa de la manzana caida, asi como la distancia que separa a la manzana del centro de la Tierra pueden convertirse en variables de una formula de aplicacién general y enorme capacidad de prediccién, de tal ma- nera que un fenémeno tan particular como la caida de una manzana es explicado por alguna ley general. Desde la Revolucidn Cientifica en el siglo XVI, con las destaca- das aportaciones de autores como J. Stuart Mill o Carl Gustav Hempel y avalado por los avances de la ciencia moderna y contempo- r4nea, el método de las ciencias naturales consistente en proporcionar explicaciones de los fenémenos que ocurren en nuestro universo que, ademas, predigan sucesos futuros, se ha acabado imponiendo como el paradigma para la obtencién de conocimiento. 2. Ahora bien, supongamos que quien observa la caida de una man- zana no alberga interés cientifico alguno. Supongamos ademas que recoge la manzana del suelo y Ia lanza con fuerza en la direccién de DAVID PEREZ CHICO otra persona que en ese momento pasaba por alli cerca. gPodemos dar una explicacién del comportamiento del sujeto que lanza la manzana a la luz de los datos observados? En este segundo caso no nos encontramos tinicamente ante un movimiento fisico, sino que el fenémeno observado es una accién realizada por alguien, por alguna raz6n. En otras palabras, el comportamiento descrito tiene un senti- do, un significado intencional. Esto podemos caracterizarlo de ma- nera provisional afiadiendo simplemente que el movimiento pura- mente fisico consistente en lanzar la manzana con fuerza en una determinada direccién esta precedido por una intencién (0, en gene- ral, por estados mentales intencionales como los deseos, las creen- cias, etc.). En este caso, los datos necesarios para explicar el fenéme- no observado no son objetivos, no estén necesariamente a la vista. ‘Tampoco se trata de un comportamiento generalizable («siempre que una persona se encuentra con una manzana caida en el suelo la recogerd y se la lanzaré a la primera persona que en ese momento se encuentre a una distancia...») ni, por tanto, predecible. En situacio- nes como la descrita, antes que tratar de dar una explicacin objetiva del fenémeno observado, decimos que lo que tenemos que hacer es tratar de comprenderla: comprender sus razones (antes que sus cau- sas). 3. Desde el siglo XIX, la controversia en torno a la distincién expli- cacién-comprensié6n ha ido perfilando un debate sobre los métodos que caracterizan a las ciencias naturales y a las ciencias sociales y humanas, aunque no exclusivamente. ;Apunta la aparente incon- mensurabilidad de la explicacién y la comprensién a algiin rasgo inherente de nuestra condicién humana? Por el contrario, en el caso de que la inconmensurabilidad no sea sino aparente, ¢son intercam- biables dichas operaciones metodolégicas?, ;podriamos, entonces, hablar de una unidad de método? Mas concretamente, es aplicable el método de las ciencias naturales al objeto de estudio de las cien- cias sociales y humanas?, gnecesitan éstas incorporar el método de aquéllas para poder hablar con autoridad?, zes deseable que sea asi? Sf parece claro que, como nos muestran algunos de los trabajos reu- nidos aqui, la controversia original ha ido dando paso gradualmente a cuestiones que van ms all de lo estrictamente metodolégico. PRESENTACION: LA CONTROVERSIA EXPLICACION-COMPRENSION 4. En «La filosofia. {Una guia para perplejos?»,! George Henrik von Wright sefiala que comentarios como los de nuestra primera apro- ximacién a la controversia explicacién-comprensién reflejan una «tensién inherente entre la comprensién racional del hombre y la naturaleza». Una tensién que habria alcanzado sus maximas cotas en varios momentos histéricos muy significativos: en el eclipse del hu- manismo renacentista por parte del «racionalismo orientado hacia la ciencia del Barroco»; o en la amenaza que supuso para el humanis- mo de la Ilustracién el , Luisa Paz Rodriguez Sudrez propone una revisién de las nociones de explicar, comprender ¢ interpretar y, con ello, de la herencia de la —12- PRESENTACION A CONTROVERSIA EXPLICACION-COMPRENSION controversia explicaci6n-comprensién, a la luz de la aportacién de Heidegger. El trabajo parte de la primera fase de la controversia que surge con la recepcién que Dilthey hace de Schleiermacher y Droy- sen, y recoge, entre otros aspectos, las implicaciones del plantea- miento de Dilthey en la propuesta de Heidegger. En este sentido, muestra el papel del comprender en la formacién de la razén herme- néutica a partir de la transformacién que supone la ontologia de la comprensién de Heidegger y que ha resultado fundamental para otros planteamientos posteriores como el de Gadamer o Arendt. EI siguiente trabajo, «Un caso sorprendente de mutacién concep- tual: el avatar contempordneo de la comprensién y la explicacién», muestra la sorprendente fluctuacién conceptual sufrida a lo largo del siglo XX por los términos originales de nuestra controversia. El autor de este capitulo, Josep Maria Bech, comienza constatando que el sur- gimiento y la evolucién del pensamiento, y en particular el ascenso, consolidacién y declive de conceptos y teorias, en nuestro tiempo suelen ser escrutados desde tres puntos de vista contrapuestos: el fun- cionalista, el sociocéntrico y el historizador o singularizador. Para su- perar esta perplejidad, examina a continuacién la contraposicién de las operaciones de «explicar» y «comprender», advirtiendo que su hipo- tética estabilidad a lo largo del tiempo parece esfumarse cuando su pe- ripecia contemporanea se observa con detenimiento. La «explicacién» y la

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