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Plan Antiguo y Nuevo Testamento
Plan Antiguo y Nuevo Testamento
para leer
la Biblia
en un año
ENERO FEBRERO
MAR ZO ABRI L
MAY O JUNIO
1 1 S 20, 21; Sal 34; Lc 21:20-38 1 Sal 39, 40, 41; Jn 12:27-50
2 1 S 22; Sal 56; Lc 22:1-23 2 Sal 53, 55, 58; Jn 13:1-20
3 Salmos 52, 57, 142; Lc 22:24-46 3 Sal 61, 62, 65: Jn 13:21-38
4 1 S 23; Sal 54, 63; Lc 22:47-71 4 Sal 68, 72, 86; Jn 14
5 1 S 24, 25, 26, 27; Lc 23:1-25 5 Sal 101, 103, 108; Jn 15
6 1 S 28, 29; Lc 23:26-56 6 Sal 109, 110, 138; Jn 16
7 1 S 30, 31; Lc 24:1-35 7 Sal 139, 140, 141; Jn 17
8 2 S 1, 2; Lc 24:36-53 8 Sal 143, 144, 145; Jn 18:1-18
9 2 S 3, 4, 5; Juan 1:1-28 9 1 Reyes 1, 2; Jn 18:19-40
10 2 S 6, 7; Sal 30; Jn 1:29-51 10 1 R 3, 4; Proverbios 1; Jn 19:1-22
11 2 S 8, 9; Sal 60; Jn 2 11 Pr 2, 3, 4; Jn 19:23-42
12 2 S 10, 11, 12; Jn 3:1-15 12 Pr 5, 6, 7; Jn 20
13 Sal 32, 51; Jn 3:16-36 13 Pr 8, 9; Jn 21
14 2 S 13, 14; Jn 4:1-26 14 Pr 10, 11, 12; Hechos 1
15 2 S 15; Sal 3, 69; Jn 4:27-54 15 Pr 13, 14, 15; Hch 2:1-21
16 2 S 16, 17, 18; Jn 5:1-24 16 Pr 16, 17, 18; Hch 2:22-47
17 2 S 19, 20; Jn 5:25-47 17 Pr 19, 20, 21; Hch 3
18 Sal 64, 70; Jn 6:1-21 18 Pr 22, 23, 24; Hch 4:1-22
19 2 S 21, 22; Sal 18; Jn 6:22-40 19 Pr 25, 26; Hch 4:23-37
20 2 S 23, 24; Jn 6:41-71 20 Pr 27, 28, 29; Hch 5:1-21
21 Sal 4, 5, 6; Jn 7:1-27 21 Pr 30, 31; Hch 5:22-42
22 Sal 7, 8; Jn 7:28-53 22 Cantares 1, 2, 3; Hch 6
23 Sal 9, 11; Jn 8:1-27 23 Cnt 4, 5; Hch 7:1-21
24 Sal 12, 13, 14; Jn 8:28-59 24 Cnt 6, 7, 8; Hch 7:22-43
25 Sal 15, 16; Jn 9:1-23 25 1 R 5, 6, 7; Hch 7:44-60
26 Sal 17, 19; Jn 9:24-41 26 1 R 8, 9; Hch 8:1-25
27 Sal 20, 21, 22; Jn 10:1-21 27 1 R 10, 11; Hch 8:26-40
28 Sal 24, 25, 26; Jn 10:22-42 28 Eclesiastés 1, 2, 3; Hch 9:1-22
29 Sal 27, 28, 29; Jn 11:1-29 29 Ec 4, 5, 6; Hch 9:23-43
30 Sal 31, 35; Jn 11:30-57 30 Ec 7, 8, 9; Hch 10:1-23
31 Sal 36, 37, 38; Jn 12:1-26
JULIO AGOSTO
S E PT I E M B R E OCTUBRE
NOVIEMBRE DICIEMBRE
David F. Haslam
Enero 2000
1. FORMALISMO. Somos criaturas tan débiles que cualquier tarea se puede degenerar a una forma sin
vida. La tendencia de leer la Palabra como una regla formal puede, en algunas mentes, crear una reli-
gión muerta. Guarda su alma de este peligro. Que el calendario perezca antes de que la carcoma le co-
ma su alma.
2. LLEGAR A SER UN SANTURRÖN – Algunos que hayan dedicado su tiempo a leer la Palabra, y
hayan cumplido la porción diaria, podrían tentarse con la autocomplacencia. Temo que hay muchos que
salen de su tiempo devocional no perdonados, ni santificados, y yendo a la perdición, porque sólo leen lo
prescrito y no dejan que la Palabra les llene el corazón.
3. LECTURA DESCUIDADA – Pocos son los que tiemblan al leer la Palabra de Dios. Pocos, al leerla,
oyen la voz del Dios santísimo, llena de majestad. Algunos, al leer una porción muy larga, se cansarán,
al igual que los israelitas se cansaron del maná. Esto llegará a provocar a Dios a la ira. Tenga mucho
cuidado de leer con cuidado lo que le dice Dios.
4. UN YUGO PESADO – Algunos podrían comenzar bien, pero al poco tiempo, sentirán que es una carga,
difícil de aguantar. Tal vez su conciencia les obligará a seguir con la lectura, pero no con el deseo para
el alimento espiritual. Si esto llega a ser su caso, deje la lectura por el calendario, y festéjese en el jardín
de Dios por otro lado. Mi deseo no es poner trampa para usted, sino ayudar que experimente más gozo
del Señor.
1. La Biblia entera se leerá de una manera ordenada en el transcurso del año. El Antiguo Testamento una
vez, el Nuevo Testamento dos veces, y los Salmos dos veces. Temo que muchos no han leído ni una vez
toda la Biblia, y como bien se sabe, toda la Biblia es igualmente divina. Si no leemos toda la Biblia,
seremos cristianos incompletos.
2. El tiempo no se perderá escogiendo cuál porción uno quiere leer. A veces los creyentes no saben cuál
parte de las Escrituras debe leer. Aquí esto se resuelve prontamente.
3. Una lectura así puede ayuda a los padres en la educación espiritual de sus hijos. Por ejemplo, si todos
están leyendo juntos los mismos textos de la Biblia, se puede comentar, hacer preguntas, y aplicar los
pasajes a la vida de sus hijos. Si un grupo de amigos está leyendo lo mismo cada día, cuando se reúnen,
tienen algo qué comentar y aprender los unos de los otros.
4. El pastor sabrá dónde está leyendo su rebaño – Si todos están leyendo lo mismo, el pastor puede exten-
der mucho más ayuda y consuelo a la luz de lo que cada persona en su iglesia está leyendo.
5. Se fortalecerá el amor y la unidad de los cristianos – Cuando estamos todos leyendo lo mismo, nos forta-
leceremos unos a otros, sabiendo exactamente dónde estamos en la Palabra de Dios. Podremos orar so-
bre las mismas promesas del Señor, podremos llorar y confesar juntos, podremos alabar a Dios con las
mismas canciones, y podremos ser alimentados por las mismas palabras eternas.