Cuando la ingesta de alcohol va en aumento, inicia un proceso de inhibición de las vías
reguladoras subcorticales, estimulando las neuronas corticales que precipita los
comportamientos que son característicos de las personas en estado de ebriedad. La corteza prefrontal es la responsable de la planificación de nuestras acciones, del autocontrol y de la inhibición de la impulsividad, entre otros. El alcohol altera estas funciones, explicando el motivo de porque los consumidores de alcohol pierden la capacidad de poder juzgar y controlar sus emociones y conductas sin mostrar preocupación por las consecuencias de sus actos.
Asimismo, el consumo de alcohol se encuentra presente en muchos de los problemas que
atentan contra la integridad física y psicológica de las personas como por ejemplo en casos de feminicidio, violaciones sexuales y casos de violencia familiar. Según el INEI, el 62,8% de las mujeres peruanas que sufrieron violencia física por parte de su pareja, fueron agredidas cuando él se encontraba bajo efectos del alcohol (INEI-ENDES-2012).
falta hablar de impulsividad y narcisismo. NO solo hablas del consumo de alcohol