1\hJ e Le o ' z EL ESTADO ARGENTINO FRENTE A LOS TRABAJADORES

!JIUlANQ~=. riiüt1~1fsó_C::1L\T~y){[?RJi.SlQICI8B()~ 1916.

JUAN SURu\NO
UNIJA y PEIJESA·CISEA

~ ~ A/0 U A(2.1 O Agrad€zco los comentarios y oi>ser<.'acrones de Luis A. Ro-

5-EG? 0 !VD/:\ -é? OCA:- mero asr co1110 las sugere11cws de ,\firta Lobato.

l. In traducción

El proceso de crecimiento de la ~cg_~_om(_'.'.,3g_'._9_~_:<~~~9?E~--~g_<:_!l·

(l¡;;¡gc;n<:ragq _('.n_t'?rn.'?..i.l.rn~QP..rnfl_~jg...i::Qm.Q. \lno.,clf .~us r.esujtados m~s
norªl1lcs, la_aparición_dc un het-:rogénco.mosaico de trabapdores urba-
nos.,[s cierto que una seríe de diversidades (étnicas, culturales, geográfi-
rns y laborales) trabaron la constitución del proceso de identidad colec-
uva. Sin embargo, los tf~~31-E..9.R!.("..~.h_;:!IJ!!LQEI.!~.!D~r:Q§O_s es.Racíos donde
p1asmar SUS e;5 ~ri~Ü<!.L<;QJ!ll!Jl.e_s_: __s_()s;ie_cj;¡_d_e.L[llJ!.14.<!1~, _C_OQ !2('.!}lti_y_as,
centros recreativos y .cultur_ales, bibliotecas, escuelas alternativas, v1vien-
cl¡¡Lc::Qlcs:tivas, 12rensa co..f1 tegataria y, [ll_f1Qª.IJ1_e_i:i_tal mcn te, las soc_íedades
gremiales de resistencia. Estos ámbitos se convirtieron o al menos inten-
taron hacerlo en las instituciones representativas de los trabajadores des-
de donde se resistieron las presiones de los sectores patronales y del Es-
tado.
En el proceso constitutivo de la rdación de! Estado con los nuevos
secrnres sociales, eJ ..ar.m:aro__e;~agl se_m!'..o.!Y.s:ó. ('.ll_la~_ z_on;is conflictivas
de la sociedad sólo cuando el orden social y e<;onómicg_ ;iran:ció, su-
puestamente, amenazado por la posibilidad de los trabapdorcs de ins-
trumentar respuestas (huelgas, boicots) ámparados enl.a fuerte presen-
cia del anarquismo y,cl(;a,dalisrn9 En ese momento ('._l_E:stad?_5Qf11e_n~g
~propj.o_p.gic_~so_-=~-ªl!Jofom1acíci.oc<?m~_árb1t~o y regulaci_or__de las re~.
lá.dones. sociaTes •. ya. sea iioL!as vías de la coerción o el_ consenso. Así,
T~s emcrgier~omorespu~stas-ai;s· problem;s dc__cg-¡
l2~s_1ón so_c.íª1J'...9~kgit~~-detlpüCapí­
~cida5 pot(~acre'cüñüfi;!éa.
En el presente artículo se intentará establecer cuál fue el compor-
tarrnento del Estado ante la aparición y conformac16n de este nuevo ac-
tor social y frente al consecuente conflicto social planteado en el seno
de la sociedad urbana finisecular
La hipótesis central del trabajo apunta a sostener que l_;¡__p_o_!i.üca
social del Estado Argentirw.fue modificándose gradualmente a partir de
1.9..5..ª1\Qs_och_enJ.a (como parte constitutiva del proceso de formación de
las instituciones estatales) )~p.arJ.Lc.ular:mrnte ~-d.~s.d.cJY-0..Q.rnJa..m~c:licia .
. qyc ias rclacio nes so ciocco.nómkas.foero.r1.comp licánd.o.se_y_ _dao do. Jugar
 a_E~~rgencia g.e;_.k~~l$2-_[j2.n .. sS!~?L La PEÍmm. r_~..~cció1.~2!!.~~~!lQ: Entonces, p+mmos de la premisa de que el proceso de formación
menº-JiLQ lug,::tr d.Lw.su:.,um.snJa~i._ón...Jc.;_11n.a...fµ_t:fJ:,s~!Nlír,is:;i.rcpces1va,­ del Estado y su \·elación con la sociedad es conrradictorio y no lineal,
manifesrac1on de la sorpresa Je la clase goberna11te así como Je la ínca- puesto que no e.-.:iste una subordinación mecánica e tnsrrument::il entre
~aciJaJ )' la escasa prcJ 1sposiciÓ11 Je generar re·SpUcsras imegT;idoras. el Esrado y una :clase socwl en la medida que se ve obligado a asumir
Sin em IJargo, p.W.!H.Q_..c!1J11eozarof1 __a..\1~.s_arr_9[l_;irse. pPJü1os so c1ail's .1m- m re reses generales de la socieJad y convenirse en árb 1rro; que su pos-
pqJ~a<J;is_ [l9.Lt: Ls.c:.<:;ror_mJs !:.t:.fQf!Il¿1(fQr _deJi!_,<::lase dominante con el ob- rura anre el problema social no fue homogénea y unívoca y se recurrie-
jeIQ_ilt:_t:_g~J!_li;_se.r el _s_o_r1_rrol _soci§.l 59,Qrs:Jgs_ s¡:_~r.Q[_~spa'pµlar~s ~ í~[en­ ron a diversas csrrareg1as de integración o marginación Je los rrabapdo-
r;ir olirencr un consenso .que por - las_v:ías
a1canz.ar
' .<le
- ...h 1· .....,,,. -. . ·'· ...
· ..• c.o'e'nc1ón
.......
t~'. -...
no era facrilik res que pusieron en evidencia difc.:renc1as y conflictos entre grupos hege-
~ mónicos y grupos subordin::idos rep1·csrntados en el EsraJo.
S1mulrineameme con este proceso, y tributario del mismo, se fue
gcnerandcu:ll..t:.L~n.º-:>i~Lap_a.rato.. e~raral una éfü$'._P-9litiq_12~m:.r1~_i;:_1c;:rge
2. El Estado ante l~ cuest_ió11 s~_ci~l:_f1_eg¡¡.ci9_n¡_fl_í~?.clrid~f1Cía )'
al_~ b_l!,!:O~_i:~_ci~-~s!r:r1n1~~ra_~Í\'.a_,_~~¡J_~_cialmenre en el Deparramen ro Nacio-
percepción del conflicto, 1880-1900.
n:.tl_delJrabaJO, ala que se::5un1aro_ri-ª-lguf!0Sprofesionales rnJt:pendien-
r~s qut: ro111_ar_o11 J1--1.mP~~.i.\.LUS:.JiJ.rnJí_rica.sociaL~ ÍXl_tt:J:irnron asig~1ar al i lacia 1880, conclu1Ja la inregrnción Usica y económica del vasto
LsraJo un. roL regulaJor de.J;i~_ ~~L<1c.i9!},t:S~~2.~faks,::_p3~cularmt:me con
rc:rmuno nacional, el Estado .haiJ laJ.sgrado consolit~~2~J?9.~!_;¿i_s_ny a
respccro a las vinci,dacioncS,. obx~JQ;p_;itr9!1ales. La poJ i~~;-5Q~L1CJ~sa=
Pi!IPf _de ese. 1110_1111:.nro ~~ª.~,~Le_r_'2_..':n t_or1ri_~~n.c;r~_~le la rnc_orporación de
rrollada _por esta incíp1en re burocraci:i político a<lminisrran\'a s1gu1ó ca-
Argi;;@na_al '.l11ercado !}1Untli:i_L corng prod.ll~ro~ _dt: _bienes p~i_ni_a_rios ex-
mmos J1frrenres de las que:, hasta entonces, habian. impulsado los secro-
pgrrablcs. Como es s::ibidoJua.c~am~JL\;.ma.tLda...J.e_w.a.no~Je,..,our:Lfue. ..
re; J1ngcntes con qu1cnes tuvieron no pocos probknus. Los magi:gs re-
cubierta con la llegac)_a_9_e_ rnili".!i..d..UD.igrnme.s. ulcran1arinos que, como
sulradoLolicen_¡JQ?...JlJ.<;,CA,J~2,lRJ\li1X,-;an .no. sólo S\1Q.p..!J2.P-1as-¡y;;¡-¡::1ci;-i)~~ · -
un amplio ab;rníco, se volcaron tanto a las careas agropecuanas como a
srno, fundamentalmeme, la o.posicjºJ1,_ a ':'.ecesmanifiesta en torma Je
CJLl>.uLlo s req \1c:nni.ien..tos_ .deJ_se: C:tQr. se_c_1,iri:Llr.Lo_y_terci;1rio, de- notable
apatía y Jesin:ere~, dt: lus st:ct()1-_es_polír_icos:_¡;eg~-~ÓrÍÍcos: i::s.rc. mlcvo
impulso a la sombra dc:I 'boom' agrocxporcador
~[QLC_o_mrnrn...;;i___ il)t('.1qlarse.e_n[~eel_p()<le;r polí,rico y lasoc1cdad civil,
Con la repósi\:ión dcTi ftler:Za-<.kfrabájo aseguraJa por el incesJn-
u1_ren tan_<lo ..•Jifrt:.\".r:i.<:.ÜU:JQ.?. !nr.~IsK~d~LEga<l_o (represen tan te Je la so- ce flujo humano provenienre de Europa o una 1ndusma urb:.tnJ. rncípien-
ciedad en su conjunto) de los intereses sectoriales. En este sentido inter-
re y sin graves uasrornos en las relaciones de crabaJo, 1:1 cuesr1ó11 socLd
preralJan a aquellas comen res e-uropeas-que.cóncebían a una políuca es-
no se li.1zo evidente para los conducrnrcs del proceso No obsr;ince, el
catal que lmndara condic10nes Je 1'.id_a y de trabajo relauvan~enrc equi-
brusco crecimienro Je la ciudad de fluenos Aires generó la cermlumiJre-
rauvas a los uau;ipdores como la unica garantía Je la reproJucc1ó11 de
Je un;i mulrnud de problemas_ vu1culados a los_se_crores_pgpular~s. el ha-
la rrnr:i capitalista y Jd 111all[cnimienw del orden y la armoni;i social.
c111am1enrn y la falr;i de higiene en las viviendas sumadas a la c;irenc1a de
De.wd.:-i-sÍQCLD.as los primeros pasos de los podert:s públicos en m;i"
rena depol_¡uca .SC?C!:lI fuerf-.Jll.rÍrg1dp~y.c:gi:i_r1:;r<li~ro~i()SY p<1reclan rc:s- .
dispoSl(iVOS san1rmos )' Je Salubrtdad Se (.'.Olll;enian en .gt:ncradores )'
12.ro_¡ng;ido:res c]e__¡'¡n_sinnúmer_o_de en_frrn1e~;idcs "físicas y morales"
. -. ponder ::imes :.tl re mor del conflicto que a una conciencia cbr::i de la ne-
1 La cenez;i de estos problema' provocó en la élire dingente una
cesidaJ de integr;ir a los rrnbajadores al si;úrna. En rodo casó esra con-
hund:.t prcocup~1cíon y la búsqueda dt: soluciones :J[lUIHÓ a crear Jispos1-
cieQ.CJ<l.~S..c.f~1\'.-.g_~n.s:r.~nJQ.. }'. .9.~'\U.9U:w_dg~e.!.1,:,~l seno de un reducido nú-
uvos cenJit:1Ho a g;ira1H1z:ir la regulación y el conrrol dt: b soc1edaJ.
mern Je funcionmo, y legísia¡jores_rnás__cj_ue e_rl.]:i'~_[Ó[aTfJ;d·cieTó'ig.fi.1:
As1·, se entrecrnzJron bs 1111ciat1vas privadJs vrnrnladas a la filamropia
p~;:J1gados :.ti poJcr. En general predominó la opinión Je que- !a repre-
y L1 1n tervl'.nción Je los podcrc, 1L1cionales y mu111c1pales con el objern
SIO!L~U~-1"1 ..?º1l1<::!.<JI1 J~arJ Un problell)_a_qut;:_se C()!1S!~eraba _importado de
de sanear y Jisc1plinar la ciudaJ en liase a una m;i;•or comrol de l::ts acu-
l:urup:i pur l()s_J!.!Jl_ligr;¡_1.!_l:_e~_Y~C.:'.<.tr~~.c:>.gl.s1:1erpo ;ocia] de la N;ición. Es,
v1dadc:s y modos de vida Je los sectores porularc:s 1 llaJO la 111tluc11cia
!~» J 1su ci__Jci<'.~'..:::!s.L~y¿i_J li~ tp_=s:~~::ill.2.~'-.'-~11n_ir~ülllúiu~~ ¡ J~ IJ:~~rajo de los meJicos hig1er;ist;i, e(~g,q_l_!.J.qn,o
~!~~:__3 1megm ª,~ m:iyor:~ ~o.~b-~E.~Lores y¿_'.f1~r[l_n_a!_:a u1u ro disrinras mediJ,1s._(l~_sdt:.n.l2D1S de_s,tl)J q~1\:__ en pQco riernpo
-~~ 1\s1, el EStaJo :i la vez que comcnz:ilía a elaboi·ifr·
w:ic¡:_o_n buena _parre _del .. ccnrr_o Je ja c1m[ad _c_on cl_oacas )'
una pul1uc.1 suciJI, prumovi·a una legislación represiva sumameme dura
::i.g1.1as corríe 11 res_l1asr:i..~l_d,!11qm i_<:Ll_[f) h OS[)lt_;¡._l;i ríg, la ::is1sr¡:_n_c1_;¡
Y espec1;iliLaba y pcrfccc1on:iba un cuerpo represivo, ni.is prec1samenre
c:l co11rrol y la kg1slación de la prosricución o L1 regbmentación
la pulic1J dt.: Li cip1r:.tl, Je;[lnado J erradic:ir lu,; dementos "no asimila-
c10.nam1c11to dc losconl'enrillos y c::.tsa' de 111quili11~ro
lik,:' dt.: la cla>t.: tilirc:ra
 La degradación Je la \'1tl3. urbana fue cc1ns1dcrada un;1 rnnsccucn-
cia inevitable del crecimiento descontrolado de la cn1dad dellldo. n1·ec1-
samente, al laisscz [aire que cxclu1·;i acc1um:s plan1i'iodén:is F.nt~nccs.
se tornó necesario disciplinar la ciurlad para arrnoni1.ar el prnceso pro-
ductivo, el uso del espacio y el con1porram1cnro de los secrmes pupul:i-
res. D,:sde i:ste punto ..de 1:i.sr;isl ¡:1_r;r1_~1IE11iaf;it:.!lclir:iJ1J~dn_pc)J' r;:.U:>;r:1d(l
casi..ex.ci.u:;i1·:imen_te af;\mhLt_O...J}lJll.lLCJP;il...rrLJllli.Q_t;t1csr1ú1L.url.0J.1.J.;1 (sin
olvidar algunas esferas de índole nacional oncnt;idas haCia el nmmo ob-
jetivo: Elucac1ón, Depanamcnrn de 1!1g1ene oh l'olic1'a). i\llí el goli1cr
no de la ciudad apareeia con poder de rcgl:imc11tac1ó11 1· ¡rnlic1·a para en-
trometerse twto en la esfera Je lo público corno de lo prn·ado al dispo·
ner un conjunto de normas de conducta encaminado a ~l'ltar la degrada-
ción moral, íucnte de los conflictos de la sociccbd de acuerdo a la 1·1s1r'111
dominante ~n el seno ele la élite argent111a finisecular.
Pn:rnamente. Í.ll.\'._('.[1_¡::l _áp1bito ~l!D.!~\r:vildonde >e percib~J_o,
primeros sintomas_de la e;·m~S.J!~~eo conglol11erado ~~e
trabajadqres que corn.~m,ªl_ia_n_ ~1.cuest1of]ar la_lc:gitim1~ad de los sectores
dominw.te~.9._,,_gL.r.i2e_[!_.Q.~~..:\Íg1r I~ ·-121.S..\.E~ié.'.'.. ~.. l<J ~. p()cie_res p~ lil.i_C()S en
las__d_e5;¡1•.cncnc1;¡s c~urgidi1S_5:Q_nJc~:;_-~!12PEes_~r:ios, En 1881 la Soc1ecbd de
Dependientes de Comercio, apoyada poi· la Sociedad Tipográfica Bonae-
rense, solicitó a la Corporación Municipal el cierre obligatorio de los co·
mercios durante los dlas do1111ngo 2 El cuerpo 111u111c1pal, in1·oc:mdo
una viep ordenanza de 1857 que apelali:i a motivaciones religiosas 1· no
a reivindicaciones del mundo obrero, no percibió 1nco111·cn1cntes en
aceptar la solicitud decretando el descanso dominical. Sin embargo, los
comerciantes e industriales presionaron ah rntenclenc1a con una impo-
nente manifestación y la entrega de un petitorio avalado por siete mil
fimas ex1g1endo la derogación Je la medida. El apoyo unánime de la
prensa y el 1\.lin1sterio del Interior a los empresarios determinaron a la
Corporación Mun1c1pal a derogar la medida prohibiendo el 'trabajo do-
minical sólo a los menores de catorce años en la industria, medida que
tuvo escasa aplicación prácnca 3 Más allá de los aspecws anecclot1cos
del hecho s~.J~'ii;:iJ!!!ljQ~-~.lt:l1l~..n..~(),~ .•~!1:fl()!~.'.1..tes: .por. un lado.•_.sl ~on·
íligg_s_esll_Jtél __surn}n1.cnte iri~er.c_s(ln¡i::_e_n_la me¡] ida en que _fue una de l<!s
primeras manj[~lé\QQ.rJ.~~.0e;l~91IJ.f,l.QfJi1..1JlLt::_f1LQ..\l.c:.JQ_s_~¡os_oue_1·os actores
de [_;¡__sociedad acgcntin_a __deJ9_sjños ocher1ta, los trabajadores urbanos y
los_ cmpresarios 4 Es cierro que estos actores present:iban at.1n un perfil
poco definido, extremadamente heterogéneo)'' con corporaciones pro-
pias débiles y dispersas. Sin embargo, el conflicto tui:() la__v.trl1.1.tLdc..r110-
v_~liz_;iu9Jicl<i_ri9_ad~~--er1 L1.J1.Q_IJ ()_tEO si::n ¡1t:J.o s:nfre11¡an_J,o a los. compone11-
te_LQSJ:J. s9ciedad, o a parte de ellos, desde clmomento que_ su_stent~jian
intereses diversos o contrapuestos. Por otro lado, cljQten¡_o_c.j¡:_p~~t1i::1-
p;i_qq_n_cjc:;_Lgo.wern_q_1m111icipal, más all:í de la conl'icc1ó11 con que acturJ,
marco _los límites dentro delos i::uales se so. mp_o1:¡;¡rla nnte los proiJlc-
112
1i.:.:~.s-~.~1_c1alcs. La reglamentación Je! uesonso clom111ical escapaba a su
auibución en la medida en que no era un problema :::specífico de h1g1e-
ne o salubridad así como ia111poco la cuemón de la utilii:ac1on ucl trem·
po libre era en 1880 una preocupac16n de los sectores dirigentes ni aun
de los médicos hig1e111stas. Por su p;inc, la inrc!':ención del ,\\ini'1erio
d!.'/ interior, adcf1:1:1S de dc-mosrrar l:i íalta de autonom!a de la inst11.u·
ción mun1c1pal y un incip1cnti:: conflicto entre poder nac10nal r comu-
nal que alcanzari·a cierra magnitud en torno al tem:i. Je J;¡ 1·1nenrÍa nopu-
lar, IT.illi..0.riili_poc~_ilim22Lc:1ón del P9_g_s,~.J::J.S:J:i.ll.~()--:'. _1_m~()Jucrarsc en
Ja, rcl:ic1ones entre los.rr;i(¡apdo1:es y patrones · · · · · ---
1\I ma1·gen de las uispos1c1011es comenidas en la le)' orgánic;1 de
1.'l82 5 v la \·a señalada ordenanza prohibiendo el tralia¡o infantil los do-
111111gos. las preocupaciones por las relaciones laborales en el ámliito mu·
n1c1pal fueron escasas y no trascendieron de algunos proyectos recibidos
1ndifcrrntcmente por el (:once,10 Deliberante . .'\s1', las 1111c1at11·a<; prescn-
c1d;1s en 1892 por el dot-,,or !'enna solJre reglamentac16n del trabajo fe-
111en1110 r por el doctor Emilio Coni dirigido a controlar el trabajo in-
fantil fueron relegados al olndo de igual modo que el proyecto Je! con·
cepl E l'italuga destinado a establecer la JOrnada Je ocho horas para
los empleados municipales o el pemono que la Federación Obrera pre·
sentó después de la crisis del 90 con el objet1\'0 de 111stitu1r bolsas de
trahaJCl en edificios municipales.
La s1tuac1Ón comenzó a re1·crt1rsc relat1va111enrc cuando la "cues-
uón 'oc1al" habla aflorado en la sociedad argentina. En 1901 el inten-
dente l~.i.dlrich designó a Gabriela L. de Con1 inspectora ad honorem de
la i1\un1c1palidad de Buenos r\ires con el fin de realizar una 111ve.st1gac1ó11
more las condiciones Je trabajo de las muje~es 1· niiios empleaclos.cn las
Líbricas y talleres ele la Cipíral. Este tral.iaJO pionero en el área de las in-
1·est1gac1oncs laborales ofic1ales 6 ru1·0 serias lim1tac1ones debido al ca-
rácte~r no profesio11al otorgado a Ja inspección y la Con1 no pudo conrar
con un cuerpo de: inspectores que secundaran su labor Tamli1én atentó
contra u11a eficaz inspección el carácter 1·oluntario de la e11cuesta para
lus propietarios 111dustriales, quienes podían negarse a /a inspección o a
suministrar los daws que los compromct1cran. La 1nfor111ac1ón recogida
íue fragmentaria e impidió establecer conclus1one.1 generales, no obstan·
te le perm1t1Ó a la autora preparar un anteproy·ecto de le1: reglamentan·
Jo el trabaJO femenino e 111fantil que, s1 bien no fue tratado en el ámbi-
to mu111c1pal, s1f':íó ele base al proyecto elaborado por 1\lfredo P;ilac1os
\' s~nc1onaclo por el Congreso en 1907 ;\lás alli de esta 111ic1at11·a, mer1·
toria debido al empe1io de Gabricla de Coni, la acutucl del gobierno co-
munal oscih:'n:1rtre_la_,[ll:es.c1ni'lt:ncia:y.Ja negación a í"ri[c·¡:;,,¿fi¡r eíi' los
cq_nflictos ya tibios 1.ntentgs reform1stasqi1e no pcod11j('r.on Jurante las
el~. ~l~~f11_;!~~-~~ª~-~~~LL~!: s1glo __a~1 t~ríor u na sola mcd ida dcsr111:itb a regu-
br ias rel;iciones obrcro'·natronalcs.
- .. ' ¡ ... ~- - - - ·' - - - -
113
 Sí se examina la acrnación de los poderes públicos nacionales du-
rante el mismo. período se comprueba la casi total inexistencia de preo-
cupaciones en torno a la cuestión social. Del análisis del tratamiento de
temas vinculados a la l~gislació~s~~~~r::.L~C:ámara ~~...Q..i~a.9..~.s.!.1:..L~.--­
Nación duran re el pm'odo se despr~nd~ C[l!é'. l<;>s C:<J..n.fli~~qs._la_boraJ~2.ílº
fJJeron remas.de are_n ción para J.()s Jeg1sladores. Sólo en mamen ros de
crisis o de efervecencia social, cuando el contlicw se tornaba percepti-
ble, se produjeron algunos atisbos de inrervenc1ón. Así, en 1891 inmer-
sos en las consecuencias de la crisis desatada el año anterior el dipurado
Lucio V. Mansilla solicitó la formación de u~a ~;a.iisión especial con el
objeto de tratar el pedido del Comité lnternacio\utl Obrero referido a la
sanción de leyes protecwras para la clase obrera. Si bien la Cámara
aprobó la conformación de la c misión, ·ésta nunca expidió el despa-
~o7. · O
Cinco años m:í.s tard e, también en un cqrft~xro de movilización
1
obrera, Ios_~_jp,utados _Eleodors:i ..Lo bos y D~)fo,r!~LY.aJJs p_re~e:f!sar_o!1 d
º.
ú ni c9~-P-I.. Y~S!.9J.~l<!lru.:ESIT1..~2- J¡_i_ho_raJ~..·LSDtr:~..J2ºs.. :i~ ()S_ J..8J!QJ:'.:J.2.QQ.
El mismo se refería a la modificación de la ley,orgánica municipal de
1882 con el objeto de esrablecer tribunales arbirHles obrero-patronales,
la reglamentación del uaba10 nocturno, el descanso dominical y las con·
diciones de higiene en los establecimien ros industriales. En..lª'-.jld.llif,ic.a.-
ción_ 5kl _proyect(J .. l1J.S_;J.l1Iº~~~ _e_sb_oz:~~-~n2....E.9!.Primer~~~~-f!.C.:.! ~()_!1gr<;­
so::) ~ j"1(;,ª~d di.:¿dsi~óii~,{!~_.!a,~~'.g[e~~~~~11-~2fÍ.~ !.'~. il~!\9.!L~..'.1P)a, jlf;st~f[~ :t •
rañ. A su criterio, d ·malestar entre.Jo~.tI.ªQ_alasJgre;~_~r_a_prg~l~stQ.de !a
md ifr.z:en.cia.,c}eJ9~.. !?.Ú;)t;_í!;_S. pQ_l{l_Íf(!§_: j_e_Lf!1_Uf1.Ícip_iCJ_ por_ no.r~glap1ent;ir
el trabajo 1ndusrx1ai y dcsaí:en~er_una il_tribución propia; de los poderes
nacionales por la indifcre_nc_iª arHe.Jgj_gro~lemaS'obreros gue, "lejos de
prevenir exageraciones o in temperancias en Lis clases obreras las provo-
can y a juicio de muchos, hasta la justifican" 8 . ~Of!Cl\J~'![l ql:le e! .Esw!y
delJÍ~ legi~l~r y _reguJarJas re!aci(Jnes erHr~ el_ Ca¡Ji~al_y eL_trabajO_f1_ü par~a
impedir la ag'.e!J'liac[Qn y manifestación º~'.era sí_no co!1 el objeto de evi-
tar~!~~·~:-opag~da agr~s!ya" yJas Ideasextrañas _al corpus social de b
Nación. · · · - .... ·--........ ·· ............. ..
. ....... ETproyecro no fue tratado en la Cámara pero resulta significativo
la inquietud social de estos típicos representantes de la clase gobernan·
te pr~ocupados por el pleno funcionamiento de la economía agroexpor-
ladora9 . En este sen udo. la atención _de los legislador_es_se relacionaba
con d remo e.de que_ Jos. problema.s.s.ociale.s.pu.die[an.enrorpecer eLflujo
inmigr!J.t9rio a un p_aí:5 _''v":C_Í()".. ~o_m() _0._rg.e:i:i.tina. Esta preocupación no
era nueva y los aspectos novedosos del proyecto radicaban en no focal i-
zar la atencicin en el problema social como problema policial vinculado
a las "ten.ciencias disolventes .del extranjero" como era común pensar el
tema, colocando en el cenlro de la cuemón la problemática del Estado
como garante del bienestar de los trabajadores. Sin embargo, estas scilo
fueron voces a1slad:is y recién añbs más tarde el problema sería retoma-
do con seriedad.
Una acmud :¡imilar a La del cuerpo leg1sla[lvo se observa e~:
d~ EjecutivQ... Rrá..c:.tiprnen~~---n_g_i,;.:Jstrn•. r.~.fe_rell\;l>l!\.. ll. Jos problemas_
obreros y cuando ~:iparecen, coincidentes con el tratamiento legislativo,
si: debe a lassacudida·s provocadas por las cnsis o al aumento de la in-
tensidad.de !as huelgas. Los mensajes presidenciales en las aperturas de
los períodos legislhivos son un buen tes[imomo al respecto en tanto re-
presentan una aut~evaluación de las acciones del gol:i1erno. Así, en 1891
eJj?_:_::.~_ente Pel[~P.ri!'.~,~{-~<.::~li!!rnLL~fg(".q,c:iaa!p~oble0a ~eT~ ~~~octj'­
pac1on y, c~'.1:~~9..;i,n..02.mas .. rnr.de, ..1Jnl:nl.@menc:'.<?.f1~b~_PS!E. p~~!TI~~~ ':'.~2':­
el téfüa· obrero e1~:~!ppío.1lo .Q~stÍn.!!ili!._a ~.f1.~l~za~..!~.~C.~.'.'.~i_qnsk @.2.Q-
liéía.~ara e) Poder Ejecutivo. "esrns_con flicJQ$ entre obreros y capitalis-
raSJi'!.D.-t.f.!JL<;!QJ!dg;i r en..YM1º.~gIT m io_S....)~_obedec_en al. cjesarrnJlo__c;n:cien te
ele;_! socialismo en es_l;i pp..i.rn)" 10 . Los conflictos no eran atribuidos a
causas internas. Si bien es cierro que la crisis del noventa había puesto
en tela de juicio la creencia y la fe ilimitad:i. de la clase gobernante en el
progreso, ésta derliostraba una obstinada resistencia a interpretar las
transformaciones sociales acaecidas como consecuencia del proceso de
crecimiento: la aparición de los primeros conflictos obreros (predomi·
nanremen ¡e en oficios semi artesanales o en la construcción y excepcio-
nalmente en los ferrocarriles), Jos intentos fallidos de crear una federa-
ción obrera o la irrupción de Jos primeros grupos anarquistas y socialis-
tas fueron todos elementos que aparecían, a los ojos de la clase domi-
nanle, como la consecuencia de la acción disolvente de "elementos ex-
tran Je ros indeseables". Gremialismo, anarquismo o socialismo, aunque
con tonalidades diferentes, ¡.¿p..ri_se_11:gl¿~n-:Jsfo:i~~;·sio~-i~:i;,:(_~If\3:S y aje:
DJli...'1LC.l1.l':(¡:J.Q..s,gcj_ªLf!;.tC10~1:1LY, .C:9n~o tal_, se convenía en una cuestión
~e io..Sll.!Il.1lrnd.:tp9Jj_cial. · · ·· · ·· . · · - ··
En sentido inverso a la propuesta integradorn de Lobos y del Valle
la percepción neg;¡tiva del exrran je ro, que desembocó inevitablemente
en la ley de rzesi<lercia y u;1a política de.: fuerte.sesgóreprcsivo, se'!mpó-
nía en las diversas visiones de laclase~_of'._1Íf1ann: gener_alizando el recha-
zo al inmigrante desde alusiones culrnrales hasta biológicas y racistas.
Basta recorrer los textos de Cambaceres, i\fartel, Cané o el último Sar·
miento p'ara comprobarlo. _!::~i_1'._11_:iig~a~ión, aun cuando en nrngún mo-
mento fue desalen:rada, __s_é:,J!:iP_ͪS,(}.D.~'.Srt_li;i9.<::n .u11 proble:ma yrnculado a
lil..1!.gu..a.1:i..Q.iLP-P.p..l.!J.¡¡..i:..lJd:J.ª11.a..y.~como sostiene David Viñas, "la uniJc:ii:n:ii-
d_a_y_ci_eJ~"L:'.()Ces ~aún las más crispadas .. 111dica _qy~_e_s_t;¡I11os ante una
n~acción de clase: lp _que inicialmcme _se_ ma11ifes¡Ó de manera burlona,
CQl!l.q_.J:!!Jª.,J).ll!tiJe.: ~pr_e..:i~_ciéJ.f1 ,de. J isgu srn rné rico, se va exai tan do
hasta convenirse en JUStificación espiritualista, en rac1onalizac1ón de los
Jesn1yeJes sociales después o una explicación con pretensiones c_ientífi-
cas qu~ u'es~m bq~;~~~ -~n~ -~~cla~i~-d~s~~1-G;·~·;;_¡¿-q~-1e.. =G~nL p~¡~ pre-
visiblcmeme- concluye por ser sólo unpretexto político" 11 .
Esca idea de recházo al ínmig.rante penetró el entramado de las ins·
ritucíones estatales. Si las luchas sociales ¡enían senndo en Europa no
las tenían en un país donde la amplia movilidaJ social permitía a cual·
 quier trnbapdor convenirse en patrón. Con un marcado rcduccíon1s1110
se vinculaba el conflicto social local con la calidad de la inmigración. Ya
en 1889 Miguel Cané sostenla desde su puesto de cónsul en Esp:11ia que
el gobierno debía intervenir y controlar a las eompaiiías contratistas pa-
ra seleccionar a los inmigrantes puesto que "durante varios meses se han
embarcado en los puertos de 1\ndalucía millares Je hombres sin oficio
conocido. vagabundos, inhábiles para el rraliajo, futuros par:is1tos de
nuestras ciudades, vercfadera lepra social en vez de contingente de rique-
za ... Lª-iD..mígr'!,cióri,_l~JQUis_~L_unJ15_n.!:=fiC:_i_Q_par;i_L~ l~cpública, es un
elemento de disolución social, n_(J §<?lg_ p9rJc:i_s yicig¿_rpo_r;¡_lcs que esa
masa de hombres per\'crtidos importa, sino también por las numerosas
enfermedades f!sicas que padccen" 12 Cané era consciente de la impor-
tancia dci ílu10 inm1gr:norio para el desarrollo del país y ante el frac1so
de la inm1grac1ón norcuropea proponia que el Estado comrolara a los
agentes y se limitara el ingreso al país sólo a aquellos qu<! acreditaran
profesión o empico adecuados a las necesidades locales. "Dejados los
J~_as_a1es aia_rbitrio de las comp:uiías contratantes, he demostrado que el
interés de estas está en embarcado primc;ro quc ..rnc::_u_~D.ti:.:tn,_que_esna­
ruralmente, como calidad de inmigrantes, lo más malo que hay" 13
Pero ... IQ_QlLt.291<2..~L'UJ.ruLP.!:5: Q.~_LIE-ª..clfu~-R<:JL)lfl ~íp_tqrna ·_de d iso 1u-
c1ón morai de la sociedad _devi_no e.n.in.sJ;gtu;i<J.ª9.e jnquíerud del Estado
y la sociedªci_¡;i_gJítJ.f.ª-Jl:..G!.LLd<::_J;¡_i_rJJ:I.PSÍQ[) __<:!_eJ~c:J~Íalisrr10 y príncip;il-
me_nte del anaq:¡uism_g_._ Nuevamente, el fenómeno fue analizado como
un elemento extraiio al cuerpo social nacional, Ei mismo Cané fue el en-
cargado de comenzar la cruzada en el seno de los sectores dirigentes. Fn
1899 presentó en la Cámara de Senadores el proyecto de ley úe !~csí­
dencia y en su fundamen tacíón descartaba la existencia de conflictos
sociales en nuestra sociedad. Estos eran provocados por los anarquistas
al turbar a los trabapdores de "espíriws débiles v propensos al odio por
la dureza de su conc1encia" 14 . A su _criterio ci país_se hallaba en estado
d.LiQ_<:!_e_f¡:_nstón legal yd_esprovisto de med_ios de defcn:sa· ante los nuevos
"enemigos del.orden social" En consecuencia con ta expu-lsión de los
extranjeros mdescables, anarquistas, vagos y prostitutas se cortaba de
raíz con los males que aqucpban la sociedad convenida en "laborato-
nos de crímenes al amparo de la más absoluta impunidad Je nuestro
Código Penal" 15 . ;
La inquietud frente a las ideas contestatarias no' eran nuevas en el
seno de los poderes gubernamentales; si el ya mencio:nado discurso del
presidente Uriburu .había introducido la \lll1CUiaciói1 _entre huelgas e
ideas socialistas el informe dcí Jefe de la policía, ese mismo a1io, rclativí-
zab.a_)a_magnttutJ _de_l9s_c0,!1ílis:_~g5qbrc.~os aupque advertía a las autori-
dades que los bajos salanos y la creciente desocupaciónpodría ser u tili-
zada por el socialismo para difundir sus ideas. En cuanto al anarquismo
señalaba que, aunque circunscrípto a un reducido grupo, era un peligro
latente para el momento en que se complicaran las relaciones obrero pa-
tronales16 Simultáneamente el gobierno encargaba a Estanislao í.'.cba-
116
Hos, cónsul argentino ;n Estados Unidos, un informe sobre la difusión
del :rnarqu1smo en ese pa!s y las formas legales de combatirlo 17 .
Con I;¡ sola excepción de la creación_ d_e un_ cuerpo de inspectores
polici:i1es"C:"uya-rñislon -coñs!stfa-eñ"íiifilti-arse en asambléás e institucio-
nes obreras, la década del novei-itá rr:inscurrió sin que el Esrado cfecti-
i:j_t.;ita acciones concretas. Tal ve~ porque la inquietud de la clase domí-
na;itc ·se debía más a un reflejo del temor al anarquismo por parte de las
hurgucsías europeas-que a una situaci6n real en el país. El auge en Euro-
¡n de ciertos grupos terronstas autoproclamados anarquistas, cuyas víc-,
timas más notables fueron el primee rninístro español Cánovas, e! rey
Humbcrto Pnmero o los presidentes de Francia (Sadi Ca.rnot) y de Est:i-
dos Unidos (Me Kinley), amén de las andanzas del mítico Ravachol,
provocó u na ola de pánico ·que tuvo como con trap arrida una fuerte re-
presión no sólo a estos grupos sino también a los movimientos liberta-
rios no violen tos. Es evidente que esta situación influyó notablemente
en ios sectores gobernantes locales, aunque la inexistencia de grupos te-
rroristas en el país postergó la sanción e implementación de medidas re-
presivas 18
Estas aparecieron como consecuencia directa del conflicto social
que emergió con inusitada dureza entre 1,90Q.}'..J.2.Q~,-bacíendo visible a
la clase dominante una serte de transformaciones sociales que habían
permanecido, en cierta medida, ocultas y veladas a su mirada. El con-
tlicw_clemQstró,_en.. prímer lugar,_que los trabajadores hablan sidoé:-á.pá.=-
c:.::s de conformar instituciones propias donde plasmaban sus experien-
cias y fc;ir.jaban....una...-i-<lenridacLcomún, opuesta y antagónica a la susten-
tada por los grupos 1.lirigen tes: ,~9ge_dac]_e~ ~dé resíste~éi~Jperiód icos, cs-
cu el as alternativas. Q,¡:eo. trn.s_c.ultur:aks_ap_a.r_e:c.ic ro n._co mo J as_i ns ti tu ci o-
nes populares desde donde se resistía la polít'ica oficial y se establecían
lasrcdes de solidarid~c:l __ d_e_JQ?Jr;ib_~j¡¡cJ9rs:s. Por otro lado, estas institu-
ciones pudieron demostrar que contaban con temibles herramientas de
lucha: ia huelga o e(bo1cot. Precisamente, la interacción de estos facto-
res aunados a la intransigencia patronal y a la poca disposición guberna-
mental a mediar en el conflicto permitieron a los trabajadores llevar
adelante un movimie-nto huelgui'.stico que paralizó,. por primera vez, la
ec_cn.om_í_a_deLp.aís.. afrctando directamente.los intereses de la burguesía
agroexport~dora e í2splando el ~onflicto_ de c!ases en un primer plano
de !as relaciones soc:i¡al:)s-, _ ., _.
La ley de Res1aenc1a y la aplicac1on del estado de smo en 1902 19 \
no es más que la cul'ininación d~ un' proceso mcc.liante el cual la clase (
gobernante elaboró un sistema de ideas sobre la política y la sociedad
que· desc-mbocó en im esquema de dominación en el cual los conflictos
sociales nQ~J~_aP_f:_'!_Ifª_~a_a~tj_5uJ~i:?~A~sc!~ el _eo~er~ El Estado argentin,o,
que se hab 1a mostrado dmam1co y moderno impulsando· Ja mserc1on
dei país en el mercado mundiaí y que habla adoptado medidas progre-
sistas ante los sectores más trad ic10nales y conser;adores de la sociedad
117

a través de la imple111entación delaeducación laica y el matnmon10 ci-
vil, exhibió fuertes de!JiJigadt:s¡1nreJa,.i!:rnpc:ic2f1 .. sl~_l.QJ!1.u.e\losse.cMp
sociales. El grupo dirigente se aferró al esquema de sociedad elaborado
por la generación del ochenta y ante las impugnaciones pol1"ncas y so-
ciales apeló a la_p_ro.fund.izas:i.ó_r:uk.la..c.o_~i:.ció.r.diüca....p_ac.a..-ma.n.ce.necun
ouk!,1_~r:i1P,q_a~~CJ..1:1~-ª.l"EÍSul~b.::t.JLb_~L~üismg_..~SPJJ,9.n1ico.. ;uo11se,rv;:idt1ri5-
1!1.Q.Pºlínco y social..i\\iguel Cané, una vez más, sinteriza!Ja con claridad
esta visión de la sociedad: "me direi~ que (la ley de Residencia) es puco
hospitalana, que no condice con los principios de fraternidad universal
de que se peta el liberalismo moderno, que está en oposicíón con las Je-
claraciones de derechos y garantías de nuesrra constirnción, que. Jestru-
ye la igualdad civil y ocras paparruchas por el estilo. Los verdad.e.ms_y:-
únic~nci1:1ios de gobierno consisten en armonizar el orJen con la li-
bm;d, y es ffi-üy-ciato~g\ie"éfpoae-;:j~~~l_jS_~;_:qiJ~~(Ifri~~s_i~dO. rien~~é¡ue_
hace.LCo.n.Jo.s....capri.mo.s.~vele.Ldades_~f-..pasiunes.de.. los__ciudadaq.os,. se_en-
~~.i\~degr.'.Jl)!QQ,Jr,m~~-.;i,!,~~mrni~.~Q.. qt,1e digc cJpaís como Je;mo de.
sus agitaciones" 2 º.
La ley de Residencia y otras medidas represivas (el estado de sitío
o la creación de la Sección Especial de la policía) representaron una res-
puesta lógica de un sistema de ideas que vinculaba concepros tales como
cnmen, violencia, anarquismo, socialismo, huelgas, prostitución o dege-
neración de la raza con la inmigración, con el extranjero. Consecuente-
mente, el_conílicto social instalado en la sociedad urbana de comienzos
d~_,sígl9_J~1~_¡;i_c:i:_c;_i!;i_ido como ~~ f~~¿~:;~o resid\{aí de las relaciol1es so-
cial c:_s -'~~J.~2.'![~eU~~-~t~i;."1íz~<l?~eü~éíp_e_os.-T~_sfa~yisi§ri r:iegad9.i:~J.~
a
conflicto social como elemel1 to inh-eren.í:e Ías modernas sociedades ca»-·
pitalistas instaló un- velo dístorsioriado.ien el eíltrairíado éle las relacio,
~es erme b clas,;--¿fo'mlnante y l()S trabajadore§:- :,\ - ·· - protesta o de peución colectiva" 24 , Sólo con una legíslac16ngl0Lal e in- ..
. ()
3. ¿ I_ncegra~.Q..I.<';p.1imirl.J..fil.. p.úme_Ul~-Bl!.~~J_e__ p Q.)_üi_c_:a§º_c:i;iLcl_e.l.
EstadQ arger:1J:ÍJ1º.......
(¡
Sin embargo hubo quienes P.ersi_gjg_g.IJ_s_o_~¡.Ji;}~YQL<::.!ar¡Ll,<i9Ios_res­
quebrapmie:nt?~-~9.<:iale_s provoc_ad9s por e,! proc(clo agrnexporrador y la
conseéuenre necesidad de equilibrar medidas represivas con concesiones
a los trabajadores ..con el objeto de aflojar las tensiones. Es el caso de
JQill¡11 In .'L. GoozilÚ:.!;Jv\inistro del In tenor del G~'bierno de !Zoca y uno
de los hombres clave de la clase gobernante 21 • quien co_r:iipre_'.'.4.iéJqtJe__ el
J:'.~E~-~2~~0E-.JI}Q~_ific_ai:_il!. J.<::t.Í!IJd__ante Jos sectores populares. _Su tra-
yectoria rransiró un contexw .en el cual el gn1po·dingente, sóliJameO[e
establecido en el poder durante los años ochenta, descubrió sucesiva-
mente el conflicto politíco y social. Seco ' t1ó en uno e los ex onen-
tes ' · · a cor · e conservado a armadora al oerc1 ir an-
ta la-~l como las tensiones políticas y las conexiones i:xis:--
...,
1' ~
rentes emre amL~roblemas. Al .converrnse en el mtermediano ene.re
la~ Roca y las preswnes opositoras aporto, como sostie-
ne David Viñas, "losJngredieo tes progresistas y de decompresión en es-
ta etapa de repliegue de la oligarr¡uía liberal" 22
Artífice de h tenue reforma electoral de 1902 que permitió el a_<:-
ceso del_primt:r.~iput~do socialista al parlamento, recibió con satisfac-
ción el [riunfo d~ Palacios en 1904 al "que por fonuna hemos visto ha-
cer sus primeras'. ar.mas dentro del terreno de la legalidad y el orden
constitucion:.il" 2 ~. La presencia del socialismo en el marco de la legali-
dad y el orden consclrucional implicaba la posibilidad de orientar la
protesra_o~_r_e:r_~_~.!_:!_r_r:_o__~::._!9~_mar.cos del sis_tema. Aunque esta aperrura
no ofreció soluciones al problema de la participación de los [rabajadores
extranjeros representó un doble triunfo «i<!. González pues por un lado
la ampliacion del sistema ensanchaba, por cierro relativamente, la base
consensual ·del régimen y por otro separaba claramente la acción socia-
lista del anarquismo; uno dentro del sistema y el otro fuera de él.
. Ggnzález encaró en ! ?O± la_el~iJ()r:~cigl},Q('.'"l1.n__ arnbicios() proyecto
de le -nacionaf de traba·o cu- o ob e[ivo res ondia no solo a la necesi-
a de hallar res~ frenar el conflicto social sino también a la in-
t~e los trabajadores al sistema. J;l Estado debia comen-
zaran1ediar en los conflictos intentando captar a los trabajadores me-
qi_~!,¡;_.U.fli~~~gi~-q;isC:Oji;~~GJ:;~á}a coÚción y _él conse!ls~. En ese
sen cid o -cuesriº.n_ól~ü:::d:eJq:n0J:>i~_[ñ:Q~j;Q"ü9_ ¿6"mp r.e11der.Ja !Jlag-
ni ni c:I dt!Jos proiJlem_as _S_!l_scitadq~_r;_n Ja_relaci6n enue capital y trabajo.
Ame el problema sostenía que "el criterio tradicional y dogmá[ico de la
clase gobernante ·acudió desde luego al sistema defensivo y represivo de
las leyes penales,. comenzando por imaginar un delito el movimiento de
tegradora podían elimmarse Los.problemas provocados por las protescas
ol.Jreras y alcanzar "b armonía permanente entre los Jos factores esen-
ciales del trab<Ijo ,del hombre: la mano de obra y el capital" 25 .
La importancia del proyecto de ley nacional de trabajo 26 y, en es-
te caso, de la misma figura de J. V. González se relaciona a la profunda
mutación de la v:isión de una parre de los sectores dirigentes sobre el rol
del Estado en la regulación de las relaciones sociaks. El des cu bnmienro
Jd conflicto social y el consecuente reconocimiento de la existencia de
1a clase obrera cofrio-~-n- Tn1portar\re -a·C:i::fií~()C:laJ_ti_~riY-ó en fo rcformula-
oon y el reacomodamiento de la polícica estatal orientada a los trabaja-
d9_n;_s._ En otras palabras, el Estado se vio obligado a ampliar esferas de
actuación con el.fin de lograr la paz y la_armon._ía social y un relativo
consenso político mediante unaestrategia de integración de_ los trabaja-
dores al sistema, basada en una táctica dual que apelaba a la represión o
a la aplicacior¡ de polÍlícas laborales y de seguridad social 27 .
U proyecto de ley nacional de trabajo fue recibido con una gene-
ralizada indiferencia por el Congreso. Nunca fue cr:i.tado integralmente
11 (\
 y sólo se desgajaron de él aigunns pro\·ccro;; ciue se co111·1n1<:rnn rn le-
yes28, prevía elin11nac1t'.i11 de los aspectos imrar11·os al ;ccwr·pa1ro11al 29
Pese a la consranre 111sisrcncía de! Poder l'.jccur1\"C1, cxprcs:1da mrcm:i11-
camen re en los mensajes pre s1dc11 c1a les w re la asam ti lea lc1;1sl a rn·a. di-
pu tados y senadores uo_dcmostraron. ur¡zcnc1as ante l:t cucsr1¡i11 socl:!i
dejando entrever _algunas fisuras entre el CJ<:Cut1\·o }"el kg1sl:H11·0 rn la
percepción v rcsolucíún del problema. ' trab~JO y el ordrn público_ Es <lecÍL ~o se acc¡ 1 1ab~ el caractcr_tumul-
El l'odcr Ejccurivo co1ncnzcja_J:1r_s1!s pr11!1crCJs p:is(ls corno 11wd1;1-
dor del contlicm social s1r1 aliandonar ia rcprcsc111ac1ón de 1:1 cL1sc hq:c
món1ca pero moderándola y orientando su políuc1 en Li búsqueda de
formas de dominación rn(1s legales. organ1iadas \' dicaces. ¡\J cnc:1rn:1r
la insranci:i máxima de represen taCIÓn Jcl ht:ido se 1·10 uliligaclti :1 sos-
tener una visión totalizadora del sistema Je explornción 1· dom1nac1011,
ubicíndose por encima de los cntcrios susren rados por los clisr1ntos sec-
tores de las clases dominantes ven apoyo ele ciertas re1l'!nclicacmncs de
los rralia¡adorcs con el objeto- de reduor los niveles ele ·n111r!icr1l'ldacl
instalados en ia soc1ed:id 30 No se cst~__sugir1fill!_g___g~r_a_t.aba de 1111
Estado neutral e impar_ciaj_¿1ño]_c; un Esqd_Q._lllcdiil_gQU:Pn.mu:ncwnn
de vincular las dascs so_c;_i_¡¡J_¡;s en una re lamín de domin;¡__ci~n _que: garan-
ri~la rcpt'()g_L_I_s~1.si_f!_dcl_sí~c:_rr2a-eo pa?:}; :i_r:r!i_oi]"l.-C.s~icial Como sugc-
rlaci-ñll:.;nio Conzákz, se traral)ade compatibili1.ar "los m:ís amplios
programas liberales de los poderes [Jliblicos con las mayores, las mas am-
plias aspiraciones de las masas populares" buscando cnn esta comu111011
la realización de "una armonía superior cual es la felic1dacl m:is gr:rndc
a que pueden aspirar los pueblos: la fundación de la paz políuc1 \. la
paz social sobre liases inconmovibles, desde que proceden dci comcnso
de todos los elementos que constituyen b nac1onalidad" 31
Entonces, la principal característica de la.. r_o~ít1ca escara! frcnrc a
los trahapdorcs durante los primeros a1ios del siglo cstu1·0 signada por
dos elementos centrales que apuntaban a un mismo fin: ;i) la polirica
rcprcsi1·a cuyo principal objetivo era a1~dar y crraclior a los elementos
más contestatarios del movímicnto obrero. b) La política pre1-c1Hi\'a in-
tegradora que trataba de asimilar al conjunto de los trabapdorcs al siste-
ma. Estas dos estrategias representaban un aspecto ck la ampliación v
especíalización de las esferas de acruac1ón estatal y fueron 111srrunK1Ha-
dos pnnc1palmente por dos mstíruc1oncs dependientes del 1\lin1stcno
del Interior, la Policía y el Departamento Nacional del Trabajo creado
en 1907 32 _
3 a) T:specializacíon del aparato represivo la l'olicra Reconornla
la ex1stenc1a de la cuestión socíal, el F.srndo se propuso destruir los
vínculos establecidos entre el anarquismo y los trabajadores recurriendo
al control parcial de las actividades sindiolcs, la lim1tacÍ(J11 del derecho
de huelga, el hostigamiento e mt1m1dac1ún de los militantes m:is dcsta-
120
caclos, la v1gilanc1a sobre las activi<ladcs de las org:1r11zac1ones obrer~s o .-
¡;";e_;ti:iccio'n ele los piquetes de huelga. Fs dern, operar sobre las practi-
cas sindicales más radicalizadas y establecer los lím1tes impuestos por la
legalidad del sistema En ¡ 907 el ministro di:! Interior. i\\onrcs de Oca
los hacía e\·identcs al expresar ciuc el Estado recnnoc1a el d~rccho de
hucllTJ siempre y cuando esta fuera pacífica:· no afectara l~ libertad de
tuario v 1·íolcnto 411c. a \"Ccc;;. adqu1r1an c<;t:1~ 1l1:1nilestac1nncs_. S1~11en­
do a Le Bon en su conccpc10n <le la ps1colog1:i ele las mulmudes e1 fun-
cwn:mo sostenía: "encontramos que es clifícil q11e ~stas masas morµ::m1-
c:1>, estas agrupaciones que no son pueblo pr(l¡11:1mcntc, porque nodcli-
\Jcran. n1 SL;fl soberanas, 11í razonan, n1 son rcílcx11·:is. escas agrupaciones
scdic1~sas;:\la que l!J' franceses consideran 'arrouppcments' ,- ciuc lrVi
anglosajones consideran :mobs.'. sea~ t:rn pacífico~, tan rranquilos .. _. Fn
mi conccpro las agrupacwnes morgan1cas as1 prnouc1das snn llHJUl('(as.
1mprcs1onisras, hasta ·despóticas: se dcj:rn arrastLH por un or:ulnr exalta-
do ... y facilmente arrasan todas las barreras. :l!l1cnazan d orden y con-
muc\·en a la sociedad en sus cimientos m1smos" 33 Con estas palabras el
gobierno JUStificaba .[;¡ \·1olenta represión a, los obreros en huelga del
¡iucrto de ingeniero \\'h1re como jllstificó este ripo de acciones cada 1·c/
que se produjeron conflictos que. a entena del gobierno, alreraron el
orden público y la ~bgundad_ La aplicación 1k la ley ele l<~sídc~rn :-:
m:i s tarde 1a ele Dcfensa Social, el esta do d.c s_1t 1Q ,Ja_¡iar_t1_c1p;icH!n_ de 1
c¡¿1:¿t~ de 1ínea o eJ"C,1erre compulsivo de pernidi~os ;- localc~ s1ndic:ilcs
fueron hechos mas q~frecuentes durante esr11s anos,
-· ·En estas acciones rcpresÍ\•as huho un-hilo conductor en la polír1ca
de todos los gobernantes y si bien es c1ertp que las posturas de !{oca\'
.S:icnz l'c:1ia a~te la cuestíon social eran esenc1almcnte di1·crgentes, tanto
como las q,ue man)~~n\an an~e la pc;lftica electoral.,no e: me?os cier~o
ciue s1 aquel ausp1c10 .e 1mptemento la ley de Res1dcnc1a, Saenz Pena
so:>.~L~I'() que _el ckretJ(o_de .exp1J[s1c)n era ·:un dc::recl'.o Je soberanía, que
11Q_.se l,".j('.r_cita_ nunca contra los hombres.de bien y .s1 co,n los que pertur-
ban el orden soC1al, que debe ser defendido acriva y energ1camente toda
1·ez que e! gobierno lo viere atacado" 34 Por supuesto esta apología a ia
c:qrnls1on de extranjeros decepcionó a aquellos s~ctores que, como el
Part1do Socialista, habían confiado en la derogac1on de las leyes repre-
s11·as. En todo caso, el si len cío de Sáenz Peñ:i. al asumir la presidencia
ante Ja ley de Defensa Social, sancionada poco -tiempo antes, :::salta-
mente elocuente de su acr.irud así como tamh1en lo es el cenrer.ar de ex-
tranjeros expulsados durante su mandato pres1denc1aL , ,
Los diversos gobiernos, más allá ele la m:1yor o menor oreJ1spos1-
c1ó11 a ejercer ol ~t1cas sociales retormadoras, trnd ieron a im. rnlsar y
¡:rot;L'.n. 1z.ar e mejoramiento e as herramientas ele control polic1a ta~­
to en los aspectos represwos como prel'(:nt11·os. L'na c1UdaJ Je creci-
miento tan e-xplos1\'o v poco ortodoxo como Buenos Aires ofrecía cons-
121
 tamememe nuevos problemas en el mantenimiento Je la >t:gunJJd y l:.i
institución policial Jc!Jió reformular a menudo sus técnica; operanvas e
incorporar nue\'.·as rnod:.diJades para enfrentar con eficaci:i el problema
de la delincuencia y la criminali,bJ. La ampli:ición del número de comi-
sarías (21 en 1886; 43 en l912), la militarización Je la Ínsríruc1ón parn
controlar los desbordes de la lucha electoral, la formación- Je la GuarJia
Je Ca!Jallería, h creacíói~ de la Comisaría Je Pesquisas o Je la Oficm<í
Je !Jentificación Antropometnca son 5ólo algunas Je las reform:is que
apuntaron a resoh·er, no si".'.mprc:: con éxirn, esrns problemas.
La irrupción Je Lis huelgas, los mitines, la milirancia síndic:il y po-
lítica ranto anarquista 'como socialisca con el manejo Je un apararo
simbólico nuevo y extraño generaron nuevo> problemas a la policía y,
sin duda, deben haber oorprenJido ia capacidad de repn:sión y preven-
ción de los conflictos. Ya en 189 3 con la ere: ación Jcl Escuadrón de Sc-
guri1.Ld destinado a nL.HHcner Ú. qrde[l en _los- se.rvicios pi:ililicoo y reu-
niones polícicas c:orncnzó ·la reestrr~cturac1ón policial adecuada :t lus
nu..:vos tiempos. Pero sólo cuanJo la cuestión social se hizo evidente Ju-
r:inte la prnw.:ra década del siglo se instrumentaron reformas Jesrinadas
a controlar ;¡ los sec:wres n1ás radicalizados. El p:iso más j·mponan LC c:n
<:st: sentido fue la crt.H.:1Ón,:en 1901, de la Secc16n Especial Je la Policía
Je la capital Jc:sunaJa al control Je los miliranres a.narquisras y ;ociali;-
ras. Control que se efecrnaba fundamentalmenre en forma secreta y con
pPlicías Je_civíl de;rin;idos_ a infiltrarse rn paruJos, grnpos, conferrn-
cj;i~L¡ig_i_Q_t)jsQ;,:,s9J.:JgLe;&S. J:_l11ªf!iJS:SI.ªc_íp_ne:_s_cqn_ef ob je tí yo Je. id-t n r1fi-
car a los Jirigemcs y act1visras más importantes. En 1904 esca oficma
amplió sus tUnciones y ;;e: jt:r;ir4uizó al· adquirir el rango dt.: Corrnsaria
Je lm·estí15ac10nes _e11J:.aq;ad<,1 _de__cqn rro l_ar bs acnvid;iJes pol í cicas. La
mcorpor.tción, e;e mismo ai'10, dei sistema dactiloscópico y la crt:ac1ó11
Lk.!__E.!Jwni;rno }' h r·'·J-1;~lennJad en 19_07 Gnndaron a la policí_:
tnStrumentos de control su mamen te efecrivos 3 "
A parm de la arnculación de estos instrurnc:nro; la polici".1 estaiJle-
ció un sistema de cunuol que le permitió conocer adecuadamence las
formas de organizacion y movilización de los grupos opositores. l'fJd1an
1Jentificar las Ji>tmras trndencías, diferenciar las jeurquías de los mili-
ranrcs, mJnepr las cifras Je afiliados a las org:inizaciones si11Jical<.:s )'
cultural<:; o conocer de: antemano los lugares de realizacíon Je -congre-
oos, rrnmones o miw1es En 1904 d comisaría Rossí, responsable de la
Sección Espc,·ial, lire,c:nro un inr.orme al m1nisrro del lnrerior cun b
prupuc:sta de: expulsión de +l <.tct1vístas anar4ui,?_ps extranjcros 36 . Lla-
ma la atención el pormenonz<.tdo conocimie:uú'Jc: cada uno dt: ellos.
origen ánico, eJaJ, filiJcion familiar, ideologia\jJirofes1ón, lugar de mi-
liuncÍ:l y los anrecedt:ntes ta.nro en el país.como en el extran1cro 37 • Es-
ta mforma..:i6n era proporcionada por una red de pesquisas civiles que
asi;rfan a congn:sos, n:ur1innes o ac(lv1dades cultl!ralc:s ya sea como ac-
tÍl'b[a; fingidos o cnmo pc:nodiscas de medio('íhex1stc:mcs. En varía;
'fJjJ
oportunidades ¿l pcnódico anarqu1sra L:1 Protesr:i cm1có la ligereza
con que procedian lus responsables de ceneros culcurales ~-l acepcar el
mgrcso indiscnn'iinado de mdiv1duos que perm1uao una tacil mtiltra-
cion policial.
EL oliJer1vo prinopal de la persecuc16n policial estaiJa claramenre
dc:marcadu por el Pode!" Ejecu iivo y apuntaba a mantener un m11rnc10-
so conocimit:nto de todas bs acuv1d:ides realizadas por los grupos con-
cestararios, tUer;;n socialistas o anarquísrns, pero los informes marcaban
una clara diferenc1ación entre unos y otros. El control se rornaba mu-
cl10__ más_cJi.GIYll ... co~11__ c_l au.arq.u 1sino q_ue. era consiJeraJu el vc:rdaJero
enemigo dc:l orden público y al cual era necesario desarticular r.:n la me-
J,~!_a_,9..1:1~!1J:l,}~_r;_í,·,1_~~i'.1.t~f!.l'._1_ón d:;:~l'._5:'.Ptar_bs reglas de juego Como sostu-
vo el n11n1srrn Gunzález '·escas asociaciones amortas consc1ruycn un ver-
dadero peligro social, poryue 110 acomodándose a la; kyes funJamenta·
les del oaís se convienen en rc;iliJad en focos inv1siblc:s de una revolu-
ción la~ent~ y Je una per~urbac1ón c~nstante de la paz pública y social
de la cap1raf Je la Nac1ón" 38 En con:.c:cuencía, la policía i::staiJlec16 cla-
ras diferencias en ere socialistas y anarqu1sras_ que se 111~1eron evidentes
en las formas de°: conrrol sobre unos y otro~. Incluso en el rnno de los
ll!forn{es pucd~11 ínfrrirst: matices en ti 1rata1111enro: en 1904 la Seccion
t::special énv10 pi.:squ1sas a los congresos aureros de la Union Gremial Je
Trabapdores y de la Federación Obrera Je la Reg1cin Argentina y mien-
tra:. la reurnón soc1alisra era dog1ad:t por sus rendenc1as pacífica> y
evoluciornstas, el conbrreso fonsta fue cxecr:1do por su carácter v1olenro
donde "el msulro no ha respetado a nada 111 a nadie" y las insrnuciones
)'altas automlades resultaron "rorpemc:nct: vepda;" 39
En el marco de una visión gcneraliza(bmencc: negauva y hosril de
la clase domm<.tntc: hacia el anarquismo, la policía adopcó una acmuJ en
l:!.,..(jl'.<_:__i1g.c:ibía1! mat_icés. para c::ir;icterizar al enemigo del orden social.
Fuertemente mfluenciada por la criminología lombros1ana exaltaban los
rasgo:> nc:gam·os y perversos :ilriliuíJos a los mili canco lilien<iríos: viu-
knc1a 1nmor:i.li,Iad \' excernalitbd a la clast: ol>rera. ''Tcmperamenro
v1nkn,ro", "mU\' ex'.ilrado", "surnarnc:nte agrc:s1vo", "penu~·l>ador del
orden púlilico",-"in,Jiv1duo di.: icka; p<.'.1"\'ersas" son algunas de las califi-
cauones hJillcuales qut: aco111p:111an, casi ;111 excc:¡ic1ó11, los prontuarios
de los acr11·1stas.· lrreliimibk> por narur;ikza 110 mc:recian el esfuerzo del
Estado rara re1r1:,e.narlos ..c.n la..socied;t,I )'.Ja.únicc soluc16n propuesta
pgr la 1r.1sLÍtucíón t:ra la expul;ión dd pal; o la cú..:i:l y cuando d <ll1ar-
fjUISl1lO comenzo a ser numdo por 11:ni1·os se apelo a una suluc1ón sin11-
lar t:l exrrar1:11111t:nto intern<J e11 Tic:rra dd_ Fw.:go
La necesidad Je aislar y sc:par;1r dd c:ut:rpo social al anarquismo no
t.:ra sólo atribuible a Li viole11cía sino también a su suµuesu taita de mo-
ral. Si la adhes1611 a una suciedad sin Esrado y ;rn n:lig1ó11 resultaba difí-
cil de as1mib1·, b co11ccpc1ón ;obre el amor lilirc c:r:i protundamrnre
perturiJadora de la moral l>urguna. En los 11durr11e' pulic1ales St dc:c-
1Z~
 tuaban a menudo aprccíaciones criticas sobre L1 conduna ¡irn·ada de ltis
activistas libertarios. "En el >enu de su familia ohsen·a una conducta m-
moral·para dar impulso ai amor libre" se sostenía en uno de cllos 40
La otra característica co111un atribuida a los anarquistas se releria
a su supuesta falta de perteneneía al mundo ohrc:ro au;1que al¡;una 1T1.
lo hubieran integrado. La conversión de trabapdor a ag!lador les rontc-
r!a una nue1·a condición: "luce tiempo que 110 trahap y su linico medio
de vida es el de ser empresario de huelgas". Y sí el aporre de los trali:qa-
dores afiliados a organismos gremiales sc1YÍ:l para financiar nqes o g1r:1s
de propaganda se sostenía que estos milit:rnres "no tienen otros me.dios
de vida que la explotación del ohrcro'11 Fn síntesis, el. militante :111:1r-
c¡uista. en_ la percepción polic1al. era siempre a1c110 al r~;;;llio del ¡¡·,1ha-
jo, ya sea porque hubiera abandonado la fábrica o el taller o nrol'In1cr:1
del extranjero La asimilación dci acti1,ista con JÓ externo_ n.o e~a una
cuesti.ón prívatt:'ª de los sectores dominantes argentinos s1110 una pcr-
cepc1on generalrzada en la burguesía europea siempre inclinada a defi-
nir como for:íncos a los aeti1·ístas obreros cuando en realidad, como sos-
tiene l lobsbawm, para el uni1·erso social de la burg.1es1·a el agitador
siempre proviene del exterior pues "no podían ad a¡na1·se al este;eotrpo
de obedicncía, íncrcia y estup1dcz" 42 •
Esta actllud hacia el anarquismo y por extensión hacia el conflic-
to social se fue endureciendo a medida que transcurría la década v si el
gobierno paralelamente, a tra1·és del Departamento de Trabajo, r(o:ib1-
lizaba su postura frente a los conflictos del mundo dci tralia10. la poli-
cía adoptaba posiciones francamente au torítarías y sugería al !'odcr l·:ie·
cutívo profundi7.ar y generalizar la represión. El Coronel blcón, que
comandó la policía entre 1906 v 1909, encarnó esta postura crnlencra-
c..la en la violen ta represión a las movilizaciones contestatarias, especial-
mente en la masacre pro1·ocada por la acrnud policial en la rnaniCcsta-
ción convocada por d anarqu rsmo el 1º de ma}1 0 de 1909 en plaza La-
rca. Esta c..letermínó una larga huelga general que tuvo como una de sus
reívindicacrones centrales la renuncia de Falcón, considerado el prrnci-
pal responsable de los sucesos. Este conflicto motivó un extenso infor-
me policial en el cual se solicitaba al gobierno "la reforma de las leves
de Residencia y de ciudadanía, así como también ia sanción de otras.so-
bre delitos de imprenta y la creación de tribunales llan'1ac..los a entender
en sus causas: la reglamentación del derecho de reunión v sobre ci :inar-
quísmo"43. Esta propuesta se basaba en la creencia de que el anarquis-
mo había sido el principal culpable de ios incíciente.s pero no el único
puesto que se acusaba al socialismo de complic1dad al haber apovac.Jo e
impulsac..lo la huelga general y, fundamentalmente, se efectuaba u~ duro
c~es.tionamiento a[ rol de la prensa. Para la policía era cnmprensihlc qllc
dianas como La Protesta o La Vanguardia hubieran apoyado a los huel-
gtristas "pero causa asombro en cambio que otras hops de publicidad
h~:-~!.!....igi,i~fodo su~n9o..f.lo_ pasado._;¡ aqudlas_ell la íncirncÍÓfl a_luevucL-
124
ra \' las represalias sangrientas. No tendría 1/ E. rara conn:ncerse de
cll~. s1110 que recorrer Jos números aparecidos en los días Je mavor con-
moción e intranquilidad, de los c..liarios El Nacional, La Argentina, El
D1arro Ultima Hora\' l':I País, ie\·e!l(IO de ellos cuando no en todos sus
caract('.res, las cntreli~eas y el sentido de la rrédica a todas luces sulwer-
s1vas"'M
La auror1dac..l policial no aceptaba el cuest10namrento generalizado
de ia prensa a la bru-tal represión de 1909 as1 como tampoco admitían
nit1c1s a sus métodos. Incluso, los rnformes policiales permiten infcnr
cierta crlnca a la perm1s1vidad de! sistema. e~rccralmcnte a la libertad
de circulación y expresión de !a prensa anarq11isra 45 . La tendencia a ca-
raucn1.ar como enemigos del régimen v aliados de! anarquismo a otros
sectores contestatanos hizo eclosión después del atentado al 1eíc de po-
lici:i. y, mas precisamente, durante el centenano Y SI Ja policía Se mm·1ó
con dificultad para manejarse dentro de los carriles legales de.ió total li-
bertad de acción a los grupos nacionalistas que :-tn ticipando las acciones
parapolic1ales se encargaron de atacar, ante la pasiva mirada policial. no
sólo a los acuvistas anarquistas sino a los sospechosos de serlo, a los so-
c1alistas, a los grupos sindicales, a los judíos e incluso a expresiones de
la cu!tuL1 popular como el circo de Frank flrom1 totalmente destruido
por un incendio intencional. Un funcionario policial de entonces rern-
noc1·a que "la !fa de la clase conservadora no conocia límites ... y no su-
po deslindar el anarquista del obrero" y ante la aparícíón <le los grupos
nacionalistas "la policía aprm·echó e'ie concursn para oiJr;tr co.n tra los
ácraus" 6 finalmente, la escal:ida r:·:1resiva obtuvo su respaldo legal al
sa11c1on:irse la ley de Defensa Sacra! poco después del centenario.
La especializac1ón poli[lca de una parre \ic_laparato.ceprcswo_gcne-
ro ciertas distorsiones en las funciones de la pbliL·ia c¡ueh lle\'aron a ex-
cecler-Íos objetivos asignados por el Poder Ejecu t ívo. Los informes poli-
c1:tles no se limitaron a efectuar reserias de su acruacíón sino que a me-
nuc..lo (como se ha observado en el informe Falcón) em1tíim apreciacio-
nes y JU 1c1os de valor ·Jvanzando sobre temas que nÓ le eran específicos
como la libertad de pt:"'nsa, e! derecho c..le reunión y circulación, el rol
de las agrupaciones políticas o la libre agr'e1111ación de los trabajadores
En cs¡e sentido la poticía fue entusiasta partidaria de limitar y restrí11-
g1r la actividad polírica y smdical basandose en la ic..lea, tan repetida
po-;(('~;or~e1~te, de -la existencia de un ene'migo rnterno. en este caso el
a::arqt1ísmo, de quien la Nación deb1·a defenderse apela~do ~!.a.reforma
del sistema legal considerado obsoleto. La perm1s1vídact policral ante.el
accionar de l;s grupos Je extrema derecha durante el cemenano estarra
indicando la adl~es(ón de un sector de la policla a métodos más expedi-
tivos que Jos'brindaclos por el régimen legaL De esta forma, casi como.
un hecho natllíal, desde la institucíón_pol[c1al _se JUStificó la censura de
prensa; ia detcnc1ór~:_enc~r¿~F1c[óo-y · <::xpuJ~tón.d_~.tQi.lo._só~pechoso de
profesar ideas libertarias así como el cuestionan11ento )'apercibimiento
125
 de ac¡uellus ;ecto.res que nu LümpJnian la e:..:1stencí;i Je un enemigo rn-
terno pues .co!1'1Jc:rab:in al anarquismo más como una expresíón de
1Jeal1smo trasnochado que un n10nstruo Jestrné1or de.! Escado. En sín-
tesis, durante esrns ..1ños st de:iarrcilló en el seh'Olde_la_polida una co-
mente de pensamirnto con un sesgo_ anuJemo_crjtlco que anncipal1a las
ce.rnknc¡_as auc9rí¡aria; de~arrolL1dJs en el ejérc1cp;·ª ¡nrtirdel final Je la
Jecada de 191 O y que ten ta su corrc:bco en el acc'íonar de los grupos na-
cwnalisr J.s acrnantes a panir del a-.esínaco Je Ramón Falcón en 1909.
, 3 b" El Depart,111Ie11w NL1c101i.1l del Tr<1bajo. Quien mejor repre-
oen to la 1Jea Jd Ltado previsor fue, sm Ju Ja, eW_e.pa.nameruo Nac10,
n,1L~L<:=LCraliaJO. Sí_bíenfue e~bozaJo en_ el_ proy~cto Gonz,íli:uleb 1ó su
creac1pr; ª-\J~;-~ S(Jlil:!t~J prese_ncada ~nJonna sorpresiva por ddi¡iu cado
curJoues Juho !Zoca en 1906. En etecrn, durame el ffaLamic.:nto de: la
ley Je presupuesco el legisbdor reili_m_Q__fa._a_sJgrraci!irul_e_LLU;Lparnda de
Jm~Ll). s.sfls9:iLs!est1Q;¡!Ja. __a.la___qt;_;i_¡;j,q[1_9_e__L! !)_a pJici_na .de trali;iJp. Des-
pués de unJ puja enm: la Cámara de Diputados y un Senado rerni;o a
aprouar un desvío presupuestario destinado a la legislación lauoral, el
D.N T tue Jdirncivamence .creado a con;1enzos de: 1907 47 ,
l?._2_;._J~!=tor:es ri11c!p_al~s con\'e~·gieron en la conformación del De-
r,i,ar~.iU!l~Jl¡()_~_c_Jr:ab_aj(): e prÍn.;cro se re acio;Ía 'con la irresolución <l~l
contlicco social y la.con:,~cuente nece·s¡<l~J 0t:Í Esmlo de conc:ir con hc-
rrJ.1rnen tas idóneas.p :iu_in_rerven ir y resolver /as5i ru acíones con tlicr;1·as
planu.:aJas en el sen_fi de la sociedad_ La solución del prolilema pasaua
por b creación d_e l!Il_cqrpusJegislacivq_p_ero también por la_t;:..:i~cer1(I'1
de una oficma ele rralujo estatal, al escila de bs existen tes en los pai';co
mdusmal izados más a\·anzados,_q.u~_>;__Ü;_;::tu.(t.GLJJ-1l_s:_s.mc;ljQ _apr_()p¡;:¡ll_y Je_
la >llUación de lo~ trabajadores rarapoc!er legislar sobre esa liase. ,~-s(
como ramhién <lebfa desempeñar Jin rol arbirral,y_con~iliadur cnbs rc-
lac10oc:s_ o_Gr<::LCLPªLrPi2.JJ~s._rt:emplazan<lo a ja pg_li¡:iaque_cL1n1plía ese
papel Je,Je la sauc1ón Je un decreco del Poder Ejecutivo en l 9ü·L [(e·
>u Ita c.:videntc que la ·existencia de uri organismo ele éste cipo se enrn:ir-
cabJ Jemro Je la neces1Ja<l Jel Estado <le ampliar y especializar sus fun-
cwnes y, rn este '>c1Hidu, la msrnución policial era 1dentificad..1 por la
~ciedJd como un cuerpo estnc1almente represivo y no prevenríl'o.
El segundo faccurse l'incula con la existencia Je: un grupo de rncc-
lectuales }' prut'csíonak" intlucnc1ados, Je una u orra forma, porc_l pos1-
t1v1smu ,pencenano y el cunsecuentc Jeoarrollu Je !Js_Ciencia, Sociales
en EuropJ y Lstad0s Un1dus. ht'1 corríen te precornzaba la posihilí~l:1d
de adaprJr J[ e;tu,liu de: Li :ioc1edad méro<lus.~imilares a los utilizados
po_r las Ciencias Narnraks. observación, expe11rnentac1ón y compara-
c.:1011. ,-\,¡,:,e puclr1.;1 prc\'cr c:I func1onam1ento de la sociedad y sancionar
las meJida, Jcstin;iJ:;, a e\'Har lqs contliccos ex1scenccs c:n el corpus so-
c1Jl48
U uso de h11-:;ru i¿uc:;a,la t:' p,1udigmáuco h1c uno Je lus prt.:-
cursore:i en el seno Je la élicc unelecrnal no socialista en prever la im-
porrancia dc: la cuemón social, En 1895 dictó una conferencia sobre ' .la
iglesia y b cues~ión social" en la qu~ efectuaba u~ llamado de atencton
a las clases <lirigcnces sul>re la rnagnicud que podia aJqu1m c:l entrenta-
m1enl0 socíal si no se prestal>a atención al problema. El peligro radicaba
en el potencial ~recín~iento Je! socialismo y, partidario Je.la no mter-
vencion del Esc:i.do, sugcr1':t la panícipación y tutela de la 1g!es1a sobre
los gremios para' canalizar los cont1ictos ínfluencíaJo por la Joctrina so-
cial de la iglesia elaborada por León Xlll 49 • . •
Sin embargo, el pensamiento de Ql1~~~d_<l__ :v.olucion?, a parnr del
escudio Je los fenómenos sociales en los paises 111dustrial1zados, de ma-
nera que en 1907 al dictar, su conferencia_solire ~'Ja_cuestión obrera y su
esrn<lio universicario" 50 su propue~ca q:wten ía <los element()S básicos
co-;:;Wr~~;-~-fj'"~lyorí~ de los ~eformadores sociales; esto es, una fuerte
crÍ[lca a la prc:scin-JencÍa e ÍncapaciJad de la clase gobernanre para re-
SOll'<.:r los probl.,;mas soci:des y la rcsolución_de la cuesuón mediante la
.aplicación de m{a mewdología <le análisis cien rítica u asada en el méto-
do de observación y expenn1en tación. Quizás, el aspecto más nove Jo so
Je--s~i discurso l1:iya ;.;aic:ido no tanco en la 1mponanc1a as1gnaJa al Es-
tado sino a una carea que: Jparecía previamente a la part1c1pac1ón guber-
namentai;.Ja_<::9J}9J':IlP{.a~_1ón Je lo_~ in telecl1!;des )' p rotes_1onales que de-
oí;i . J~sembocar en _[a_~_spei.:1ali_~_;¡_~j(¡1!_ Y,e __aJi()g;,i_Q_~,_Jl1~gi~c.'.~'. ecoD_ornis_:
t:lZ_·}~-_-:;0_~1ól~gQ~-in_n~estiunes Jaborale~. En ronces, la 111is1on de este
cuerpo Je especialistas apuntaua no sólo a proveer profesionales apcos
al Estado smo a fornnr una con(Íencia de la cuesc1on social en bs clases
Jingenres. "no ~-'-' pul'.de 11í dd.ic -,us1enia- co11l111uar esJ prescllldcn-
ua comrapro<lucente Je nuestro elemenco mtclcnual" 51 Se trJ.tal,..a ele
c¡uc: escos profesionales csLaulecic:rJ.n dísta11c1:i de !:is panes (p.atrones y
uureros) y ofrecieran una v 1a prel'ennva alternanva a la repres10n de Jos
contlicwo. Asi, el del•er d<.: las u111vcrsicl;ides sería d esrudio expenmen-
tal de loo prolilcmas sociales y d manejo adc.:cuado Je.: e~ material hab~­
tuanJo a ios protesionales a en(arar estos problemas con cnceno cienu-
tico. La prevención del contlicro paoaba, enronccs, por el esrudio Je bs
con\'uls1ones Slll:1ales v de la lcgiolacíón exu·an1era. La uni1·ers1dad apa-
recia como la tl)Cargada Je preparar esre terreno, en suma, como un la-
borawno dotllle se esrndialian los icnórm:nos y ;e elahuralian las solu-
uunc.:s a loo m1smos" 52 .
ln turma Sl!nilar a otros n;tormadorc:s soc1alo ya analizados en es-
te traha¡o, Quc;:1dJ elauoró su p ropuc;ta p rcve1H11·a ;i !'in de canali1.ar tí
conllict~ y permitir la n:producc1ón pacífica y ordenada del sistema.
Sin cmlurgo la ci;mu de s11 d1s(ur,o est:Í cructda por hilos 1101Tdosos.
Si cae en' el lu~;ir común al sostener que.: ::1 anarquismo re¡xc.:senulia un
"lermento 1m¡~onaJo y cxóucu" y como verc1e1H<: pre o e:..: era ::apiralis-
Lt era ;u;ce¡Hilik Je ser nradic1Jo rnnlía11lt' la rcpres1011, ucilizo argu-
rnentaciÜnes de h1gcb para legl! 1rnar su descalifica(IOii de: las (üfl'lentes
 lihcrcarias en la medida que 'C con1·crr1.a11 en clcme1Jtos di,oil'c1Hes del
socialismo v "tienen '1c111pre 111 tcrcs en e:-::igcrarlo todo. en grnar m:is
que los dem;Ís y en lln·ar .la 1·i<1k11c1;i, de p;;lal>ra 1· de !1cd10~ hast:I 'us
últimos limites, 1·a que husc1n sólo desrru1r CIC!,!amcnrc todo lb c:-:istcn·
te sin admitir discusión. 111 reforma de género all!uno" 53 !'ero 110 es en
el anarquismo d0nde Ques;nlamfrria cf. L1.i:int,:1¡ia'l 12~J.ig':.Q.d_sl s1.src.111a si:
no en la lucha ele clases preconizada por el 111ar:-:1s1110 a qu1cn,no.vl>s·
tªnte, reconocí;i la clari1·icienci:i de h:il>er estaldccido que la n>nr11111 1k
l~s.x_istenci;t m_1sma del prolqanado.. tr:isc1cndc b 111cra cuesi1ci11 grc1111:il
! crcdiro, conciliación y arbitraje, accidentes de trabajo y clasificacion y
o .. naciona.Lpara. \:.O.nVC?rt1rs1?. cl.J .ti n. proJ1!crn:l.. dc .. onLCJ.LS.o.ciaLL lULm:LLHL
1 Su rpTCJ[JfdlimTqpá'rrinh·erenre a la concepción pasiva de la insriru-
111hcrcntc al régiri~c_n.._s~¡1_irali~ta ... l·:n c:;re -;cnrido 1\rgcnnna no pml1.;1
considerarse como un:i enrnlnd pri1·ilq~1ada al margen de las modernas
sociedades industnalizac!as; la cuestión soCJal era inherente a su propio
desarrollo De alli' "la nccesidaú c1·identc del esruJio de la rnesuón
obrera. Se trata de la cx1stenc1a misma de nuestro orden rnc1al. 1· negar,
se a comprenderlo es repetir la VICJa anécdota dei avcstru1. que, :m1~L1·
Jo, dispara por la \'Ía enrielada de un ferrocarril y, ncndo \·cn1r en di-
rección contraria un rrcn, cree -~ue basta cerrar los O.JOS v perm:rnece1
mmóvil para escapar al choque"'
S1 me he d<.:rcnido en el an:ílisis del proyecro ele Quesada se dehr
a que expresó de manera notable, por s1q.Jticsw junto a l.\' Condlc1.. ;1
una corriente de pensamicnro que influyó consideralikmcntc en el nuc-
1·0 o rga 11 isrn o
La rra\-cctona Je! D, N T fue errática r carente de automlad al
comienzo p':ira co111·crr1rsc paulatinamente, en especial desde 1912, ;:11
una institución algo más c,1ecunva, con relativa prcsrn.c1a en las rclarn1-
nes obrero patronales y con c1cna auronomía ::n su funcionamiento que
comenzaba a conferirle los rasgos pamcularcs de una burocracia politi·
co admin1stratil'a. Esta evolución se 1·incula no sólo a·los cambios pro-
ducidos en el seno Je la clase gobernante (su misma cxistrnua com1·
Departamenro r·uc producto ele -la fracción rnodcrnizante de la aligar
qui·a consc1Yadora) s1110 raml;ién a las modificacione.~ en· la t:structura
111terna Je! D.N T que fue conformando a un g:rupo de tecnócratas es·
pccializados r pamdanos de una politica social orgánica 111Jependicnte
de las clctcrm111acioncs económicas
Ca primera etapa dd funcionamiento dei D.N.T expresó bien las
ideas de su primer presidente, José Nicol:is 1\\aticnzo, con respecto al
rol que dcb1.a descn;pc1iar un organismo laboral. Seguidor de la tcorla
pol!tica mecarncista de Spencer 55 en el m1s1110 sentido que Quesada.
asignó al Departamento un rol pasivo consecuente co11 el princ1p10 de
"observar, experimentar y comparar" cuyo olijcuvo apuntaba a prepa·
rar la legislación del trabajo '.'rccogiCll~~o. ~oordinanclo y pulilicando to·
do~JQ.~ gato~ pcrtmentes al asunto, especialmente a las relaciones del
trabaJP__c_o_i:_cí capital, y csrudian.doJos medios ele pi:omovc.r lapro.,pcn-
dad rnªtcn~J~Q.~úiLIIÍ..s~Jectual }'~r.,al__d.~ ío~ rrab.ªEl..c!..O.~.s.~' . Una ex-
56
128
tensa y variada gama Je temas fueron investigados r sus conclusiones
public:idas en íos boletines trimestrales de la instirucíón: siruación com·
paranva del trabajo en el país y en el extranjero. costo de producción y
precio de venta de los insumos básicos, salarios, costo de vida, influen-
CJa de los impucsros en las condiciones económicas y morales de los tra-
bapdorcs, huelgas, higiene y seguridad en las fábricas, empleo de mu je·
res y nirios en la ind_ustria y el comercio, instituciones de pre»isión y
distribución clci trabajo en e! país 57 ,
c1ón y a la falta de capac:idad de inspección y control; la carencia de una
icy orgánica reglamentan do su función o la oposición de trabajadores y
cmpn:sarios, no sólo· a aceptar su mediación sino también a colaborar
con el aporre de datos, rntensificaron el rol pasivo del Departamento
Incluso, su competencia en el campo de la investigación se 1·eía, a 1·cces,
lirrntada por un plantel técnico excesivamcn~c reducido\' dependiente
de las pequeñas remesas de dinero asignadas por las leyes pre5t1puesta·
nas. Producto <le una resolución legislativa formal; no asumida su Ím·
portancia por una c1rse gobernante que oscilaba cmre la indiferencia y
la tentación de suprimirlo, el_D.N_.J_,_!1_9_ª1_canzaba_i!_elaQQ[ªJ.1!J_f'lropio
p~rfi.I :·a o.c.. upar.unE.~. •. racio, desde el Estado, en el complejo cntramatlo
de las relaciones soct:alss·
----·¡.-;1e a ¡;;¡:(lr.. C:fe}i éonducción de 1\-\arco 1\vellaned2 58 cuando co·
mcnzaron a'esbozarse cienos cambios en la concepción de la insriruc1ón
que e\·1deneiaba una polémica. por cierto encubi~rta, sobre el papel del
Departamcnro, En lfp,resen tac1ón del proyect() de le;¿ orgA_n 1q_e_n 19_1 Q__
/\vellaneda reivmdisabj.i para el D.N.T. (adem,ás de la necesidad de de-
sempeñar un rol preponderan te en la mediación. laboral) no sólo las fun-
ciones pasivas de recopilación estadística sino tambiénJas.facultadcs.ac-
t1vas y e_1ecurivas de inspección y vigilancia del cumplimiento de las po:
cas leyes sociales que. hasta allí, tenían poca o ninguna aplicación prác-
tica. En este sentido y tratando de penetrar la cerrada resistencia de los
legisladores no proponía la creación de un cuerpo con poder <le polic!a
sino "un número sufic1enre de inspectores como los tiene ya el Dcparra-
111cnto Nacional de H1g1ene, la División de Ganadería y la üficma de lm·
puestos !nrcrnos" 59 .
El sesgo 1n tervcn ci 0111sq_s~. p roft1nd in). .9.lJJ:atitf.la..~XLÓ_o_de_J_LJJ.i.Q.
Lczaí1l:t_al~,0_tad~ pc:i: I;:¡_ politic;_i ref.or:_f!liSta de SácnzPci'1a. /\demás, la
ap~rtura politica de 1912 con la consecuente renornción parcial r!e! par·
lamento allanó la sanción de la ley orgánica largamente postergada por
los grupos conserrndores 60 1\\ediante la misma se ratificaba la existen-
cia de las divisiones ele legislación y estadimca y se creaba la de inspcc-
cion y vigilancia que otorgaba a los mspectores e! derecho de ingresar en
fálmcas, talleres y comercios y a labrar actas de infracción a aquellos
empresarios que violaran las leyes laborales vigentes. Sin emliargo, la
129
 instii;ución seguía man teniendo s~rlasJin1i tacLones ql!{". ate11ta_ban con tr_a_
su .propio funcionamíenm.y crecimiento; su acción se restringía a la Ca-
pital Federal y los Territorios Nacionales puesto que en el Congreso pre-
valeció el .criterio, cerrad amen te localista, de los representantes del inte-
rior que negaban la posibilidad de interferencia de un organismo nacio-
nal en las relaciones laborales provinciales. Además, la dependencia po-
lítica directa del Ministerio del Interior y la asignación de fondos por
parte del Congreso median te la ley .de presupuesto condicionaron seria-
mente el margen de maniobras del D.N.T .. Por ejemplo, la disposición
de reducidos fondos limitó a ocho el número de inspectores para todo
el ámbito de la Capital Federal e hizo muy poco efectivo e! control de
las infracciones a las leyes laborales 61 •
No obstante las iim\taciones.señaladas~ÍQt_er_e,5_a~c_¡;_rrn:a.lro~J:~...foL_
rasgos que, a parrir de aquí, adquirió. eLP,.N..Tc.!2.~é:.?!.O._q!:1~1.li:i.. g_e_la_r,r9_:
11 aurn.ª-...R<Ü í~i c_a .ir:i.<;tegi'.rrc:f ien t.e. Qe]_ RE2Q~L.fü ~c:u. ti v_~t.C:()m~[] z.ó ..a. l!Erca_r: ...
se_u_na diferencia,:Lón_Q.d_el].tada_ a convertirlo. en un activo participante
del conflicto social. Las críticas de los funcionarios laborales no se de·
tén"ían-en-clP.oder"legislativo sino que involucraban al mismo Ejecuti-
vo a quien instaban a intervenir en todos los ámbitos de las relaciones
sociales. Es indudable que el "liberal break" producido en Inglaterra
hacia el final del siglo pasado influyó notoriamente sobre los técnicos
laborales. El pasaje de la política basada en los principios de la caridad
y la coerción física a la implementación de la legislación proteccionis-
ta, la inspección de fábricas. la libertad de asociación, el desarrollo y
aceptación de los sindicatos. la contratación colectiva y Jos principios
contributivos aseguradores se hallaba presente en la doctrina que guia-
ba el accionar del D.N.T. 62 . Así. fomentó y participó en tribunales ar-
Lirrales, implementó una oficina de asesoramiento gratuito para obre-
ros a los efecros de evitar las molestias v demoras ocasionadas por los
trámites judiciales así como la creación de un Registro Nacionai'de Co-
locaciones (Sancionado por la ley Nro. 9.148 de 1913) cuyo objeto era
regular la oferta y la demanda de mano de obra evitando y sancionando
a las agencias particulares que efectuaban cobros anticipados o indebi-
dos y obligando a las mismas a inscribirse en el registro oficial. El Regis-
tro N;¡.cional de Colocación, a pesar de funcionar con sólo dos oficinas
en la Capital, parece haber logrado cierto éxito puesto que el número de
colocaciones ascendió de 5.220 en 1913 a 22.868 en 1916; mientras en
el mismo lapso las colocaciones de las agencias particulares descendie-
ron de 83.391 a 35.100 63 .
Al margen de éxitos y fracasos. importa la intencionalidad y los
objetivos perseguidos por el grupo de profesiEJnales nucleados en torno
al D.N.T.. En este sentido sostenian que sólo era factible la reproduc-
ción del sistema capitalista s1 el Estado íntervenia en las relaciones so-
ciales buscando "el ap:iciguamiento y la concord,ialentre las diversas cla-
ses de la sociedad, esforzándose en atenuar el an~agbnismo de los intere-
\ .. ,;
ses en lucha y en. inducir ún poco de JUsticia en las relaciones socia-
les' •ó.J . L,_95 __tr~s__ ¡;úla_rsi.J;>!Í_si~Q].cl_t.'._e~ta,_ pQl (p9_~eb (af1. or_íent:i, se a ~-sta­
blecer _una adecua~~_ protección en e! trabajo, implementar medidas de
pr~_v_isión so_cíal (seguros contra accidentes de trabajo, jubilaciones) e in-
t_e_ns_i_fic:ar la educaqic)n com.o.fa..c_toL.de regen<;ración soc:1al. .
Sin sobredim'ensionar la importancia del D.N.T. puesto que en
1915 tenia poco más de treinta funcionarios, emergen una se ríe de ca-
racterísticas que p~recen sugerir el surgimiento de una burocracia polí-
tico administratI\'~, es cierto que débil e incipiente, consecuencia de la
ampliación del apa:rato estatal producido por la división social del traba-
jo65. El D.N.T. no era una simple prolongación de la clase dominante
sino un factor dif~renciado y complejo que aparecía como mediador
entre la sociedad ~ivil y el Poder Ejecutivo en base a la contraposición
del interés generalldel Estado y los intereses particulares de los diversos
secrnres de la sociedad civil. Aparecía como una inst:rncia conciliadora
de intereses conflitnvos y, en ~se sentido, no era un simple instrumen-
to de aquellos que 'detentaban el poder del Estado de quienes se diferen-
ciaba. Ahora bien. si la actividad del aparato estatal no reflep mecárnca-
mente los mtereses de la clase dominante, como sostiene Oszlak "existe
suficiente evidencia corno para señalar la representación privilegiada, el
tratamiento preferencial que esos intereses reciben dentro de la conste-
lación de funciones desempeñadas por la burocracia. Sea que considere-
mos las tareas del Estado en Ja sociedad c1piralisra o el sesgo sistemático
de su acción como' garante de la reproducción de un sistema de domina-
ción social" 66 . Es decir, la actividad de estas instituciones garanuzaba y
reforzaba tanto Ja dominación.como el carácter capitalista deJE.sJ_<!.do.
El grupo nucleado en torno a Julio Lezama, Alejandro Bun~e. fe-
Jerico Citiils, Alejandro Ruzo, francisco Stag y Aiepndro Unsain 7 sen-
tó las bases de ia constitución de esta burocracia político admrnistrativa
que, a pesar de los pocos logros. alcanzados durante el periodo aliarcado
por esta investigación, marcó uno de los pilares fundamentales de la ac-
tiva intervención del Estado, varias décadas Jespués, en la regulación de
las relaciones socia.les. Quizás en este hecho haya radicado la mayor im-
portancia de las actividades del Departamento de Trabajo
Resulta indudable que la. conformación de la clase obrera y de sus
mmtuciones representativas piantearon un gran desafío al Estado. La
modificación y complejizaci6n de las relaciones socio económicas a par-
tir de 1880, y má~ precisamente desde principios del siglo, alteraron la
actitud prescindente del EsraJo ante las relaciones obrero patronales.
El resultado no fue la conformación de un Estado Interventor. sino..un
_c:..'tm..bJo.. ~nJa..Y..ist~~de un sector_d_e lo!i__gQ±~obernal'._te_s con respecto
aL_r_oJ de_los poderes públicos e~-~ciones sociales 'que_íiñj:il1éaron

los_P..Qf!l<OlºS pasos en [llareria de política_ social_ en el pa1's bajo la in-
fluencia de las diversas cxneriendas. deJt;gisl;¡c:i_ón_SOCÍal eIJ las na,ciones
cariralistas más avanzadas 8 .
. Estos primeros pa~;·5· fueron la consecuencia y la rcspuesra a la
aparición del conflicrn social pero también se vinculó al conflicto polí-
tico puesrn que es el mismo sector de la clase dominante e! encargado
de inícíar la tibia, aunque no1'edosa, renovación con el objetivo de des·
compnmir el nivel de conflictividad y resolver los problemas de cohe-
sión social y legi(lmídad emergentes de la nueva síwación socio -".conó-
mica La intervención estatal en el coníli_cto social aparcc(a comoun
factor co ies1()n_;¡.r_1r~ _e_ cir_ .~n. s_o_~i_al Y: sin epr de rcprcs_c_TJ_iar .3J.92 .1II:
terejc:s -~k__lqs gn1 [2QS__clo_fl1ir:!;Jf1t('..S, C:ºfTll::_r:!zaba a. d_i_ferencíar la_Jur:ic:íóD
del_ Estado con el fin de garantiz;r la reproducción Jel sistema en paz r
ar_mon_ í_a _median te una_ estra_tegia.cJ_ual_q11_~_;ip.eJ;J.Pil.Jl.J;i_r:_~px.c_si60.)~.J.n<l.[:
girJ.ac:i.éin de Jo_s elementos c:uesti_o_nadores del _sísten1a yJ;i.integra~íón_de _
la. mayoría de ios trabajadores a la so.ciedqd segúl'l l.a.Ll,fgl-ªss!.e:.iucgo cs-
t;ibledd.as ..p_Q~ c:_l J.stado"' Este aspiraba lograr el disciplinamicnto Je los
sectores populares y, en este sentido, la política social, tanto en su as-
pecto represivo como integrador, parecía formar par,te de una estrategia
uniformadora global del Estado que complementaba los esfuerzos reali-
zados en otros terrenos: por ejemplo, la expansión; del aparato educa-
dor, el rol asignado a la iglesia y la imposición del servicio militar obliga-
torio como escuela de moralidad y agente uniformador de la nacionali-
dad. ' 12.
¿cuáles fueron los resultados de la política soeial de los gobiernos
orientados por el sector agroexportador' Si ia magnitud está dada por
la media docena de leyes sancionadas entre 1902 y 1916 69 • su escasa
aplicación práctica y limitación geográfica; por el escaso predicamei;:o
logrado por el D.N.T. como policía de trabajo; por la indiferencia del
Poder Leg1slat1vo (modificada sólo en parte por la ampliación electoral
de 1912) o por la constante apelación a la represión habría que conciu 1r
que la política social fue sumamente pobre. Sin embargo e~~l.o.no
ha preten_dido medir la eficiencia de.Jª- polítÍ_c<!_.~Q.9.rrUÍ.1J..q_'p9_0~.r...d.crna­
niflesr~o:.:f.l c,a!JJ.l2io_por.cieno knto, paulatino y contradictorio, de acti-
tud de los grupos dirigentes ante fa 1rru c16n del conflicto social v .a
a ecuac1on e sea o a as trans ormac1ones sociales del roce
cre~!;!ento de la Ar ent1na a oexporia o'i·. . ecuación v1nculada
tañroa la especia 1zac1ón e aparato represor que permitió marginar en
buena medid~stentada por el anarquismo
como a la cre-ación..de ..un....~edw:i.tlo_coLp.us.J.e.aa.Ly__ Jc ..uoainc1 ieme bu-
roc_racia politi.c.o.adm.1.riistr;i,twa ue e tan actuar como nexos ínte . a-
dores e os tra Hpdores al sistem~.
132
NOTAS ilrnUOGRAFICAS
"· Sobre c:l rol de ta cuidaci y la filantropía en el disciplinamicnto de lo5 sectores populares
.ver. Ricardo González. "Caridad y filancropia en Is. ciudad <le Bs.As. durante la segunda
mirad dei siglo XIX" en Diego Armus (comp.), S~ctores populares y vida urbana, CLAC-
SO, íls. As., 1984.
2. MA ROTI A, Sebastián, El movimiento sindical argrntino, Lacio, B•. As.. 1960, Tomo 1,
p:;g'i. 32 a 35 y CUNEO, Dardo, Comportamiento y crisis de la clase t"!presan'a, Plcamir,
Ils. ,\s., 1967, págs. 55 a 60.
3. La ordenanza municipa..l-del 22 de agosto de 1883 establecía en su artículo primero: "To-
das fa.s casas de:: comercio de cualquier clase:: que ~an, los talleres y demii; cstablc::cimicntos
induscrla.les podrán permanecer abiertos los domingos" y en su articulo segundo: "No S(:
permitirá rrabajar en los talleres e industrias en los días domingo a menores de 14 años" .:n
SOR TA, Eug-c:nio F., Recopilación de leyes, ordenanzas y disposicrone;. Bs.As., 1896, pag.
449
4. En este caso la referencia a empresarios indica una amplia gama de comerciantes y prople·
tarios de fábricas y taJleres que empleaban crabajadores en relación de dependencia, no im-
porta el número de dios.
S. La ley orgánica municipal se limitaba a establecer normas rdacionadas a la higiene púhlic1,
salubridad, beneficencia y moralidad pública sin delimitar ningUn ripo de disposiciones vin-
culadas estricta.mente al rrahajo o a las relaciones laborales.
6. DE CONl, Gabriela L.: Infonne a la Intendenci'a Municipal, 1\rchívo \,cneraJ de la Nación
(AGN), Ministerio del lntcrior, U:gajo Nro. 3, Expediente 456, año 1904.
7. Cámara de Diputados, Diaria de Sesiones, Bs.As., 1891, Tomo 1, pág. 762.
8. Cámara de Diputados, Diaria de Sesiones, Bs.As., 1896, Tomo 1, pág. 129.
9 Elcodoro Lobos nació en San Luis en l 86r, se graduó de abogado en Buenos Aires y re--
tornó a su provincia donde ocupó altos cargos, siendo elegido diputado nacional en 1 896.
Profi:sor de la Facultad de Derecho de esta ciudad y jefe: de: redacción del diario La Prensa.
Ministro de Hacienda del gobierno de Figueroa Alcorta y de Agricultura con Roque Sác:nz
Peña.
to. Discurso dc:i presidente Uriburu en la. apernira de las s.csinnc:s legislacivas de 1895. Tomado
de Jorge N, SO LOMONOFF, ldeologias dd movimiento obrera y conflicto sncial, Proyec·
ción, Bs.As., 1971, pág. 227. ·
11. VIÑ 1\S, Oavíd: De los montaneros a los marquistas. Carlos Pérez Editor. ns. As., 1971,
pág.152. .
CA:-.IE, Miguel, Mernoriaa-.)stanislaa Zeballos, AGN, Sala VII, Archivo Canc, Legajo 5 bis,
1
año 1889.
!3. lbidern.
H. Ct\NE, Miguel, Proyecto de Ley de Residencia (manu>erito), AGN, Sala VTT, Archivo Ca-
né, L<gaJO 6, año 1899, sin numero de página.
15. lhldem.
16. Memoria del jefe de policia de: Buenos Aires, Manuel Campos al Ministro del Interior. año
1895 en Hobart SPALDING, La ciase trabajadora argentina (documentos para su hrstoria,
1890·1912), Galerna, Bs.As., 1970, págs. 183 y 184.
17, Estanislao ZEBALLOS, 11
Per.sccuci6n y castigo de: anarquistas" en RevtSta de Derecho, Jiis·
ton.1 y Letras, Bs.As., 1898, Tomo 2, págs. 449 y 639.
18. Argentina suscribi6 en diciembre de 1901 el tratado de exrradicción de sospechosos de
anarquismo en el Congreso Panamericano de: México.
19. Para un análisis de la ley de Res1denc1a y las medidas represivas adoptadas por el gobierno
ver: Juan SURIANO, Trabajadores anarquismo y Estado reprtsor: de la iey.de Rts1'denciil
a ia de Defenm Social (1902-19IOJ, CEAL, Bs.As., 1988 y, cspcci'almentc, Tacov OVED,
"El transfondo hisr6rico de la ley +.144 de: Residencia" en Desarrollo Econ61T1ico, IDES,
Bs.As., Vol. 6, Nro. 61, Abril-junio de 1976.
20. CANE, Miguel, "Notas e impresiones", págs. 133 y 134 en Ricardo SAENZ HA YES, Mi-
guel C.ini y m tiempo, Ed. Kraít, Bs.As., 1955, págs. 466 y 467.
21. Menos !a presidencia de la Nación el autor de: M.is Montañas ocupó los escalones má.s a.Itas
de la clase gobernante:: Diput:ldo Nacional y Senador Nacional por su provincia, La Rioja;
Gobernador <le la misma: funcionario del Consejo Nacional de Educaci6n: M.inistro del In-
terior del gobierno de Roca; Minisrro de Instrucción Pública y Justicia asi como de: Rc:la-
cíones Extcr.iores durante la presidencia de: Quintana; fundador y presidente: de: la UnfVc:r-
133
 sidad de La P~ata sor: algunos de: los cargos mis significanvos ocupados a lo largo <le su rra.-
yectoria políuca. \ .....
22. Vlt'IAS, Davíd, Literanua argentina y rea/iJ.iJ poli'tica, CEAL, Bs.As., pág. 234.
23. fnterpclacion dd Diputado Alfredo Palacios al Minisrro,dc/ Interior Joaquín V. González
el 1.1 de mayo de 1904 en Cámara de Diputados. Di:ino Je Sesion'!, Bs.As .. 1904, Tomo
!, pag. 158.
24. GONZALEZ, J oaquin V .. El juicío del siglo, CEAL, Ils. As., 1979, p:ig. 150.
25. GONZ.ALEZ, Joa~uín V .. 11 Proyecto de Ley Na.cíona1 ds.Trabajo" .:n Cámara Je Diputa·
dos, Diana:1': .seswnes, Bs.As .. 1904, Tomo 1, pág. 76. ~
26. Par> un. anilts1s de:allado del Proyecto de Ley Nac1ona1 d,,Jrabajo ver' José PANETIER 1,
1 51.
L<H truOa}'1Jores. CEAL, Bs.As., 1982, Cap. 7 y Lols pmr¡yas leyes obrerus. CEAL, Bs. A;.
198.\, Cap. 3.
27. Sobre los primeros pasus de políticas de seguridad social ver' Ernesto ISUANI, /.os orige-
n<s conjliccruos Je la segurid.id socw/ argentma, CEAL, 1985.
28. U:y Nro. -!.461 de Descanso Dominical de 1905; Ley Nro. 5.291 de crabajo de mujeres y
nmos de 1907; Ley Nro. 8.999 de organización dd Departamento Nacional· del Trabajo de
1912, U:y Nro. 9.1-!8 sob\e ínstalación de Agencias Graruitas de Colocación de 1?13 y Le·
yes Nro. 9.653 y 9.688 de_ Jubilación de Obreros Ferroviarios y de Seguros de Acc1denres
de Tral>ajO de 1915. , o
29 Los legis.laJorcs sancionaron en 1905 la ley de descanso dominical obligacoria pero ante b.
pr~sión de los emprt:saríos 'eximieron a estos del pago dd jornal correspondiente:. La meúi~
da fue poco c:fc=cciva pucstll que gran parte de empicados y obreros prdc:rían rrabaJar los
dommgos a perder el jornal. a l:.t:i ínvesng3.ciunc::s dd DNT tuvieron el c:normc: mCrico de sísrcmanzar los Jacos ha..sta allí
30. El concepta de vbión tatalizadora del Estado es desarrollado por Goran TflERIJOl\N,
¿cómo ~omi11a fo i:i.JSt: :: ;mi:nante? Aparatos de Estada)!, poder estatal en el (euJ.iiismo.
el socialismo y el c.Jpitn.lisrno, Siglo VcinciunorMadnd,_12.l.2.--Pig......295......-:-vc:..
31. ldem 23, pág. 158.
32. Por excc<lc:r los objetivos asignados a este artículo no me referir¿ a arras estrategias funda-
menc.al_cs para la integración de los trabajadores al sístema como por ejemplo la polídca
educuiva.
33. Interpelación del Diputado Alfredo Palacios al Ministro del Interior Montes de Oca el tlus
Je agosto de 1907 en Cámara de Diputados, Dwrío de Ses1011es, Os. As., 1907, Tomo 1,
pág. 662.
H. SAENZ l'Et'IA, Roque, Af<nsa¡e al asumir la Prcsidenci.i de lü N.ición, Bs.As., 1910, pág.
60.
35. Sobre la evolución institucional de la policía vep Ramon CORTES CONDE, llisrorw Je la
po/ic1a de fo ciudad de Buenos Aires, Bs.As., 1936 y Adolfo Enrique RODRIGUEZ, Ci«<-
rrocientos años de polici'a en Buenos Aires, Editorial Policial, Bs.As., 1981.
36. Informe del Jefe de la !'olida al Ministro del interior, 16 de enero de 1904, AGN, Sala
Vil, Archivo Roca, Legajo 157,
37. Los c~ntacros e intercambios de informacíones sobre inmigrantes políticos eran sumamc:n·
. -. te fluidos entre el gobierno argentino y las lc:gacJOnes consulares de España e Italia. Al rc:i-
pecto ver' Ju•n SURIANO, Op. cit.
38. ldem 23, pág. 154.
39 Informe policial al Ministro del Interior sobre el Congreso de la FORA <le 190.¡, AGN,
Ministerio del interior, Legajo Nro. 16, Expedienre 3.385, 1904 e informe policial al 1'\i·
aístro del Interior sobre el Congreso Obrero Socialista, AGN, Ministerio del Intenor. Le·
gajo Nro. H, Expediente 2.806, 1904.
+o. ldem 36.
+l. JbíJr.:m.
~ 2. IIOBSBAWM, Ene' lJ <rü dd capitalismo, Guatlarrama, Barcelona. 1977, Vol. 2, pág. 177
+3. Memoria de la Policia de Uucnos Aíres, Bs.As., 1909, p:ig. 279.
+4 . /b1'Je111, p:ig. 275.
.¡5. Si bi<!n 2 menudo se ha resaltado con justicia las múltiples caracceristicas represivas de la
s.o~ic<la.J urbana de comienzos de siglo, como confrapartida también es intc:res.antc dcsta·
c1r una libert;i.d de expresión impensahle en nuestros días. Cuando el diado anarquista U
Protcst2 reapareció <lcsputs Je Jos meses de clausura debido al <ltc:ntado a R. falc6n rci·
vindicó y festejó cun graodes uruiarcs.la muerte dd jefe de policía y a pesar del censo di·
ma que se v1via c:i diado no fue sancionado.
46. VIALE, CC>.ar: E}tdntp.is di! mi riempu, lmprt:nta Bcl;~~nt.:, Us. As., 19-~5.
47 Sol..
47. Sobre la creació~ y puesta eií marcha del DNT ver el dernllado análim de Hécror CORDO-
NE, Ú.J cre.ició1; dt!l Dcparlillf1t:71ta de Tr.i.bujO eu fo R.:pUblicu ,-\.rgerHma (1907), CEIL
(mimeo), Bs . .\s., 1988, págs. 1ia15.
-!B. Ibi'd.:nr, pág. 29, _
49, PRIETO, Adolfo: El discurso criullisca c::n l.ifunmición Je fil Argent mil modt!ma, Sudan1c:·
ricana, Bs. As., 1988, pags. J 69 y 170.
50. QUESADA, Ernesto; ."La cuestión obrera y su c:srudio univc:rsn..a.río", Conferencia pronun-
ciada e! 9 ,..Jc JUr.1iu Je 1907 en la JJibliott!CU de La Plata en Dotetin dt!l Depürwmcmto Na-
c1011al del Trabajo (en adelante IJDNT), Os. As., Nro. J, ¡unía de 1907, págs. 110 a 152.
Ibi'Jem, pág. 112.
52. t
Quesada, JUnrn JosC Nicolás Madcnzo y J?s¿ ingenieros, fue uno de: los pioneros en la in-
croducci6n a1 pais del c:sruJio c1cncífico y sisccm.iuco de matcnas relacionadas al problema
social. Tradición retomada y profun<lizada por quienes se convinic:ron c:n verdaderos c:spe-
qalistas del tcm;" Alejantlro Unsain, Arruro Bas, juan Cafferata. AiejanJro Ruzo, Aleían-
dro Bungc o los ?-Ocialistas para nombrar a los mis <lc:sracaUos.
53. QUESADA, Ern<sto' Op. cit., pág. 149.
H. Ibi'dem, pág. 149.
55. RICAURTE 50\-ER' El posiuuismo argentmo, Paidós, lls. As., 1968, págs. 174 a 177.
56. BDNT, Nru. l,jun10 Je 1907, pág. 27.
57, Si bi¿n c:s cu:rco que: c:xistcn algunas obras u11porcarae5 publicaJas a.ntc:s Je I 907 (<lc:s<lc: las
ya rnc:nc1onada..s~Uc: UiJJcr Ma.ssc: }'Pablo Swrni hasta las de Jua.n Alsma y Adrián l'acroni),
dispersos y fragr¡1entarios del mundo dd crabajo, urin<lando una mformación Je indudable
valor para la tarea del hlsconador.
1
58. El DNT fu¿ \liri gido sucesivamente por Nicolás Mat1enzo Jesdc maro Je 1907 hasta J-
ctembre de 1909,; Alejandro !\uzo (interinamente) hasra mayo de 1910; Marco Avellaneda
hasra febrero de• 1911; Julio Lczama ha;ta 1916. Ver al respectO, Nésror Tom:is AUZA,
"La poliuca Jcl Estado en la cuc:srión obrera aJ comenzar c:I siglo XX. El Departamento
NacrnnaI Je! Trab:.ijo, 1907-1912" en l<euirtJ Je lliscvnü Je/ Oa ...·1.:bo, Insururo Je: lnvcsn·
gac10ncs de llisrnria de! Dcred10, Us. As. Nro. 15, 1·9,87
59. RDNT, Nro. H, sencmbrc tle 1910, pág. 535.
60. La ley, que llcvu el numero 8.999, fue sancionaJa d 8 tle ocrulire Je 1912 y reglamentada
por d PoJc:r Ejecutívo c:I Jos Je enero Jcl aflo siguiente. El tcxto de la ky y la rcgla..nH!nta·
ción'respecciva en /JDNT, Nro. 2-!, agosto de 1913, págs. 439 a 453.
61. La evolución tle la.s actas le•':l.Jlta<las por lu violación úe la ley de Descanso Dominical es la
S1guient" 98 cn,1912: 137 en 1913 y 398 en 191-!. Con respecto a la ley Je trabaío Je
muieres y.niños' 50 en 19H; 59 en 1?15 y 72 en 1916 en .-\nuano del DNT, 191-!, p:ig.
313 y /JDNT. Nro. 38, agosto úc 1918, pag. 23.
62. Sobre el "liberal break" y el tlesarrollo de políríca mtervencronisra del Esraclo inglés que
desemb\}CÓ en las pali·acas Je! Weifare Siate ver P. FLOKA ·A. J. HEIDENllEIMER,
''The lusroncal corc: and d1a.ngi.ng UounJir1es of the. \\'c:lfa..rc: Sta.ce" en P. FLORA - A. J.
l!EIDENllEI~IER (e<ls.J, Tbe deudop'11<11t o[ l\'df"re StJle 111 E.uro pe and Amdrica, New
Oru nswick and London, 19 81.
63. UNSAIN, Alep1icfro, Legi>lacíón SvciJ[ Argenrma, Dicc1onano Elemmtal, lls. As., 1919,
pigs. 50 a 53.
64. IJDNT, Nro. 29, Jic1embre de 191+, p:igs. J3 y H.
65. El concepto Je burocracia csta(al ha saJo tomado t.lc: o~car OSZL.\K, "Notas crícica.s pa-
ra una tc:oria de: la burocracia csratal" en O. OSZLAK {comp.) Tt:uru Je fo buracriJClll es-
'ª'"/, Paiúós, lls.As., 1985. .
66. lb idw1. pags. 284 y 285
67 El ca.so <.fr Alc:¡au<lro Unsaín es paradigmático Je: !a conformación Je profesionales especia-
lii><los en temas, sociales. Nacitlo en 1881 y muerto en 19 5 2. DeJicó toJa su vid-. desde
4ue egresó Je la-facultaJ Je Derecho, a la.s cuestiones >0c1alcs y a la lc~1>bció11 tlel traba¡o
de la que fue un'verJaJero pionero en el pais. Totla su act1v1daJ Jocenrc (en las facultades
tic: Derecho Je Us. Aires y La PIHa y en Cícncias Económicas de Us~ Aires) se refirió al te-
rna. e: incluso incorporó a los prul{Ta.n12s Je Economla Política matcruts relacionadas a. la lc-
glS!ación labor.U.! Además, panidpó Je l<l fundación dd Musco Social Argencino y el Dt.JT
lo contó entre sus pdncípalc:s componentes dur2ntc varia.s <léc2das.
68. Si l>1cn eStc c:s u,n uspc..:to 2 profundizar, es posililc :.upunc:r que las políticas sociales dd
Estado :ugcnnn~ 110 p<1rt:l.'.c:11 haGcr aportado idi.::is Ji.:ma..s1aJo ongma.lcs rcconocienJo Ji-
 v~rsas inílucnclas, <les.Je aquc\la..s prcl\'cnicntcs de E~rados llnido'í o Gran Brcr:tña l¡uc im-
pkmcnraron en un comicnz.o un Ínlcrvcncn1nismo estatal muv !imit:idn ckhidu ;¡f rcsurci-
micnto de las rcorlns Je! l:i15:."cz. í:i1rc r del Est=tdo de 1\rrnonl:t h:ici:i ioi; años. 1870·I8io
ha..'íta la Alemania bl5m:ircki:ma <1uc encaró un:t tcrnpr;ina }" profuntl:t rciorrna 5ociai desde
arriba pero de un dnr:e sumamente represivo. Es posible 11uc r:1..mbit:n har::l rnílucnc1ado en
los reformadores locales, partículJrmcntc en a.lgi.111oo¡ funcionarios de! DN r. la5 idcJs: dcs:a- ORGANIZACIONES Y CONFLICTOS LAI30Ri\LES EN MEXICO A
rrolladas por la burgucsia fr:uiccs:a sobre la "Jcuda ~cí:d" que los ricos: habían conrr:iido FINES_p_g_~_~IGLO X.LX: EL CASO DE LOS TRAI3AJADORES
con los traba¡ador~ en el transcurso <lcl proceso de :icumu!ación; así la polír1c:t ~cinl del TEXTILES DE PUEBLA .
Estado úcbía fomentar la solidarichJ y la paz Ínrcrd;i5ista sin confrnnrar con Jos: rrah;qado-
rcs. Claro que cnda una <le estas polídca.s rccon'oc<=' or!gcncs y antecedente-~ diferente"' rcb.·
cion:idos :t la parricularirlad de l:t coníormación de Ll.s cl:t.~s en ~:id:i uno d~ cso~ n:nsc" ~JUAN CARLOS GHOSSO
Asi como fue csendalmcntc distint:i la consurución de la~ d:i;';cS roi:1al~s en :\r~~n~Íl;l. \'cr IEllS-UNCPU1\ (Tandill y CONICET
al rc'.'"pc.cto: f-ranco de Fclicc, "El Wclfan: Sta re: cucsdoncs a dcb:n1r v un:t hi~úcc:c;1s mrcr-
prCr:inva" en Debats, Valcnc1::I, Nro. 11. marz.o de 1985: Clau~ Ofíc and V~lkcr Bo11gc
"Thcscs on thc thcory of (he St:tt!!" en t\nthony GIDOE.'\'S and David l!ELD, C:l11Ht'J, /•o~
wer .md Conf1ici, Class1ei1[ imd co11tempor111J' dt'iiritcs, Thc ..\\:tcmillan Pres~ LTD, London En ¡, lmwnog;,r;, ;obco el mo"im<Cnw obceco mLno h' ;ido
:1.nÚ Basmgstokc.. 1983; 1\la1J WOLfF., Los /(mues d~ (,1 lcg1t1111írí.1t! Concr,1dicdo11rs rn/1·
t1cas del cnp1talismo cnntf'mporrineo, Siglo XXI, Mexico, 19RO.
muy comun considerar a los conílictos laborales que f/rrnaron parte ele
69 Ver ll:unada 28_ ia crisis del porfinsn;o -en especial las siempre mer~fonadas huelgas de
l 906- ! 907 en el complejo minero de Cananea y crv-l área textil de Pue-
bla, Tlaxcala y Veracruz- corno un ver<lader~pheaguas que marcaría
el ongcn de un, m~r1iento_ sindical, cuya i_~ adurez se habr.ía <le ex-
presar en una <lebif.,y_,:subordrnada part1c1pac1 nen la Revoluc1on que se
1111cíaraenl9!0_ n /
En íos últimos qnince años nuevasfavestigac1ones han permitido
rcrnlorizar e! papel de los mineros, dylos ferroviarios, de los obreros
textiles y de los trabajadores urbanos n general <:n la gestación del mo-
vimiento maderrsd_y )su particípac1' en el villisrno, y ha cobrado nue-
va dimrnsion el pdÓ de las lucha obreras en el curso de la l\cvolución
y en la conformación del estado posr-revolucionario 1 Empero la etapa
Jll(enor, la <le las décadas del r ºgimen porfirnta, caractenzada por algu-
nos :rnrores como la "prehís ria del movimiento obrero mexicano" ha
merecido menos atención, 1 en general su tratamiento se limita a una
rápida mención del mo\'Í iento mutualista de esos años y a la enumera-
ción de los conílictos la! orales que alteraron la "paz porfinana" 2 _
En las ultimas dé adas del siglo XIX la econornia mexicana experi-
mentó una 1mporta1 e etapa de crecimiento y transformación que fue
acompañada por e bios es[ructurales en la sociedad, conformando un
uníco proceso en el que las formas capitalistas de producción tendieron
a su consolidac n, aunque con profundas diferencias regionales y dese-
quilibrios sec rialcs. Como en el resto de Latinoamérica estas transfor-
maciones f ron alentadas por las nuevas y más intensas formas de in-
serción ei la economía mundial; pero s1 bien algunos de los sectores
más din;jfnicos de la estructura productiva se orientaron frecuentemente
hacia \Is mercados ex[ernos, otros se volcaron a satisfacer una demanda
11itc1J'a <:n crec1m1cnto en el marco de un mercado nacional en desarro·
llo/lue, entre !as diversas formas en que se manifesto, cabe destacar los
1rpponantes y crec1cmes flu1os de fuerza de trabajo que movilizaron a
¡Úasívos contingentes tanto desde el secrnr rural al urbano corno de unas
¡'regiones~ otras 3 .
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