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ANOMALIAS CONGETITAS
ANOMALIAS CONGENTAS
Marco teórico
Malformación·
Más del 20% de los fetos malformados terminan en aborto espontáneo; el resto nacen con una
enfermedad congénita. Hasta un 5% de los recién nacidos presenta algún tipo de anomalía
congénita, y éstas son causa del 20% de las muertes en el periodo post-natal. Un 10% de las
enfermedades congénitas son hereditarias por alteración de un solo gen; otro 5% son causadas
por alteraciones en los cromosomas.
Causas y riesgos
A pesar de que se desconoce la causa de las anomalías congénitas, se sabe que ciertos
factores aumentan el riesgo de desarrollarlas. Entre ellos se encuentran las
deficiencias nutricionales, la radiación, ciertos fármacos, el alcohol, ciertos tipos de
infección y otras enfermedades de la madre, traumatismos y los trastornos
hereditarios.
Algunos riesgos pueden evitarse, mientras que otros no. Aun así, una embarazada
puede seguir estrictamente todos los consejos (seguir una dieta apropiada, descansar
lo suficiente y evitar tomar medicamentos) y, sin embargo, dar a luz un bebé con un
defecto congénito. Por el contrario, otra mujer puede hacer muchas cosas perjudiciales
para el feto y en cambio tener un hijo sin ningún defecto congénito.
Teratógenos
FACTORES
Agentes externos
Causas ambientales
Factores nutricionales
Factores físicos dentro del útero
Factores genéticos y cromosómicos
A. AGENTES EXTERNOS
Alrededor de un 10% de las anomalías congénitas están causadas por factores externos. Se
demostraron los efectos de la radiación por la gran incidencia de malformaciones en los hijos de
las japonesas embarazadas expuestas a las bombas atómicas de 1945, así como en las gestantes
sometidas a radioterapia. El riesgo para el feto es menor en las radiografías utilizadas para la
elaboración de diagnósticos; no obstante, los radiólogos recomiendan realizar sólo las necesarias
o no realizarlas durante el embarazo. Otros agentes externos como someter a una gestante a
temperaturas elevadas (como la de un baño muy caliente) también pueden producir anomalías
congénitas.
En 1955 se descubrió en Japón una "epidemia" de parálisis cerebral debida a que las
embarazadas consumían pescado contaminado con el producto industrial metilmercurio.
Diferentes infecciones padecidas por una gestante pueden lesionar al feto. La más típica, la
rubéola, puede producir retraso mental, ceguera y/o sordera en el recién nacido. La vacunación
de niñas y adolescentes evita que se produzca la infección durante los embarazos futuros de esas
mujeres. Otras infecciones que pueden dañar al feto si se producen durante la gestación son el
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la varicela, la toxoplasmosis y la infección
por citomegalovirus.
Las mujeres con diabetes melitus tipo I (insulín-dependiente), mal controlada durante la
gestación, pueden tener hijos con cardiopatías congénitas y otros problemas. La fenilcetonuria
(enfermedad del metabolismo) puede producir polimalformaciones y retraso mental en el niño, si
no se controla durante el embarazo.
B. Causas ambientales
Las mutaciones pueden producirse espontáneamente o bien ser inducidas. En este último caso,
los agentes que provocan mutaciones se denominan mutágenos y se clasifican en:
a.- agentes de tipo físico, como las radiaciones alfa, beta, gamma, X, ultravioleta, etc., los cuales
producen rupturas o lesiones cromosómicas.
b.- agentes de tipo químico, como algunas sustancias del humo del cigarrillo, drogas y
componentes vegetales.
c.- agentes de tipo biológico, como ciertos virus que afectan al material genético de la célula a la
que parasitan.
d.- agentes nutricionales y metabólicos.
e.- reacciones de autoinmunidad.
f.- factores asociados a la edad materna.
A) los agentes productores de mutaciones y que se ubican u originan en el ambiente externo al
embrión se los denomina agentes teratogénicos ambientales.
Características de los agentes teratogénicos ambientales
1.- los agentes teratogénicos pueden afectar al embrión directamente, o hacerlo a través de
modificaciones en la madre o en la placenta.
La placenta es el órgano que vincula al organismo en desarrollo con la madre y, a través de ella,
con el ambiente exterior. El embrión se nutre y elimina los productos de su metabolismo
mediante el pasaje de moléculas por la placenta. Existen sustancias tóxicas que atraviesan la
barrera placentaria y actúan directamente sobre el embrión. También se han encontrado otras
sustancias que alteran la circulación placentaria y provocan alteraciones fetales sin necesidad de
ingresar en el cuerpo del organismo en desarrollo.
El período más sensible a la acción de agentes teratogénicos se corresponde con las primeras
etapas del desarrollo y, principalmente, de la organogénesis. Sin embargo, algunas sustancias son
teratogénicas en las etapas más avanzadas.
Los agentes teratogénicos ambientales pueden producir fenocopias, es decir, anomalías
congénitas idénticas a las originadas por genes anormales.
Si una anormalidad en el gen A determina la ausencia de la enzima B, esta ausencia puede causar
una malformación a través de la falta de síntesis de la sustancia D, a partir de un precursor C. la
presencia de un agente capaz de inhibir a la enzima B produce igual efecto, a pesar de que la
enzima se haya formado normalmente.
Agentes teratogénicos ambientales
Radiaciones
Las radiaciones ionizantes se clasifican en dos categorías. La primera son las ondas
electromagnéticas (radiaciones gamma y rayos X), y la segunda son las corpusculares
(radiaciones alfa, los neutrones y las radiaciones beta). Se las denomina ionizantes porque, al
actuar sobre la materia, producen impactos en los átomos que la constituyen, expulsando de los
mismos protones o electrones, alterando así el balance de cargas que normalmente mantiene a los
átomos en un estado de neutralidad eléctrica. Cuando una radiación altera alguno de los átomos
que constituyen una molécula proteica, determina su ionización y la molécula se vuelve extraña
para la célula. Los efectos nocivos dependen de la cantidad de radiación recibida. Si es baja,
probablemente afectará a pocas proteínas y la célula pondrá en acción mecanismos reparadores,
siendo el daño reversible. Existe así un "umbral" que deberá ser sobrepasado para que el daño
sea irreversible. Otro tipo de molécula para cuya alteración no existe un umbral es el ácido
desoxirribonucleico (ADN). Si el impacto de la radiación provoca la ruptura en un cierto lugar
de la molécula, esta puede, en ciertos casos, repararse completamente. Pero esa reparación puede
producirse de manera errónea. Por ejemplo, que las dos hélices se unan entre sí de manera
cruzada, alterándose el código genético, lo que implicará una alteración en la proteína codificada
por ese segmento. Toda alteración en el código lleva a la aparición de genes anormales.
La tríada clásica de las anomalías por radiación en los animales domésticos incluye: 1- retardo
del crecimiento intra o extrauterino, 2- muerte embrionaria, fetal o neonatal y 3- malformaciones
congénitas. El sistema nervioso central es la estructura más afectada en los mamíferos.
Agentes químicos
Los agentes químicos constituyen el grupo de teratógenos potenciales más amplios, tanto como
agentes terapéuticos como ambientales. En general, las dosis terapéuticas no ocasionan
alteraciones.
La exposición a sustancias tóxicas como el selenio, la toxina tetánica, las sulfonamidas
(antibióticos), producen aumento de anomalías congénitas. Existen vegetales que, al ser
consumidos por hembras gestantes, producen anomalías. Por ejemplo el Veratrum californicum
produce malformaciones craneales y cerebrales.
Obtenido el 20/12/11 en:http://msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_23/seccion_23_254.html
En bovinos se han observado crías nacidas con deformidades de la columna vertebral y de las
articulaciones del carpo y del tarso como consecuencia del consumo de cicuta (Conium
maculatum) por sus madres entre los días 55 y 75 de gestación.
Agentes infecciosos
Los virus. Los virus pueden afectar a las células de dos maneras distintas. Por una parte, pueden
proliferar dentro de las células produciendo su ulterior ruptura y, por otra, incorporar su
información genética, determinando la síntesis intracelular de proteínas que conducen a una
alteración del metabolismo. Un requisito para que los embriones resulten afectados por los virus
es que en la madre se produzca una "viremia", es decir una generalización de la infección por
virus. Existen casos donde los virus no provocan alteraciones en la madre y, sin embargo,
afectan gravemente al embrión. La determinación del origen viral de una alteración en los
embriones puede hacerse únicamente mediante aislamiento del virus de los tejidos embrionarios
o por medio de estudios serológicos.
Las infecciones parasitarias. El caso más conocido es el de la toxoplasmosis. Este parásito
ocasiona, al afectar a mujeres embarazadas, casos de retardo mental.
Temperatura ambiental
La hipertermia en los animales domésticos preñados es causa de anomalías del sistema nervioso
central y del ojo. Entre las causas ambientales que conllevan hipertermia está el encerrar a una
hembra preñada en un auto expuesto al sol. Las enfermedades febriles durante la preñez también
constituyen un riesgo de embriotoxicidad.
La hipotermia experimental en ratas, ratones y hamsters gestantes ocasiona defectos en el
sistema nervioso central y el desarrollo esquelético.
La contaminación ambiental
La contaminación del ambiente producida por los residuos resultantes de procedimientos
industriales, acumulación de productos de combustión, uso indiscriminado de plaguicidas, etc.
Se está constituyendo en uno de los problemas principales para todas las especies. Si bien no se
ha determinado para la mayoría de los agentes contaminantes un efecto teratogénico, no es
ilógico suponer que lo tengan.
C. Factores nutricionales
Para mantener sano al feto no sólo hay que evitar posibles t eratógenos sino que
también se debe seguir una dieta nutritiva. Una de las sustancias necesarias para un
desarrollo apropiado es el folato (ácido fólico). Una cantidad insuficiente del mismo
en la dieta incrementa el riesgo de que el bebé sufra espina bífi da u otros defectos del
tubo neural. Sin embargo, como la espina bífida puede afectar a un feto en desarrollo
antes de que la mujer sepa que está embarazada, las mujeres en edad fértil deberían
consumir al menos 400 microgramos de folato al día.
El líquido amniótico rodea al feto dentro del útero y lo protege de las lesiones. Una
cantidad anormal de líquido amniótico puede indicar o causar ciertos defectos
congénitos. Una escasa cantidad puede interferir el desarrollo normal de los pulmones
y las extremidades, o bien puede indicar una anomalía renal que dificulta la
producción de orina. La acumulación de líquido amniótico puede suceder cuando el
feto tiene dificultades para tragar, un problema que puede ser causado por un grave
trastorno cerebral, como la anencefalia, o por una atresia esofágica.
Clasificación
Uno de cada 120 bebés nace con algún defecto cardíaco, que, por lo general, no es
grave. Las anomalías congénitas del corazón pueden consistir en un desarrollo
anormal de sus paredes o válvulas, o de los vasos sanguíneos que entran o salen de él.
Por lo general, el defecto hace que la sangre siga un recorrido anormal, a veces sin
pasar por los pulmones, donde se lleva a cabo su oxigenación. La sangre oxigenada es
fundamental para el crecimiento, el desarrollo y las actividades normales. Algunos
defectos cardíacos causan graves problemas que requieren tratamiento urgente, por lo
general cirugía.
Para diagnosticar un defecto cardíaco en un niño se utilizan las mismas técnicas que
para los adultos. En los niños con defectos cardíacos, la circulación sanguínea
anormal produce un murmullo (soplo), un sonido irregular que puede oírse con un
fonendoscopio. Para determinar la naturaleza específica del defecto se suele realizar
un electrocardiograma (ECG), una radiografía de tórax y un examen con ultrasonido
(ecocardiograma). Muchos defectos cardíacos pueden ser corregidos quirúrgicamente.
El momento indicado para realizar la operación dependerá del defecto específico, sus
síntomas y su gravedad.
Los defectos en los tabiques auriculares y ventriculares son agujeros en las paredes
que separan el corazón en una parte derecha y una parte izquierda.
Los defectos en los tabiques auriculares se producen entre las cámaras superiores del
corazón (aurículas), que reciben la sangre. Los defectos en los tabiques ventriculares
ocurren entre las cámaras inferiores (ventrículos), que bombean la sangre.
En ambas anomalías, la sangre que vuelve al corazón desde los pulmones no sigue el
circuito completo: es enviada de vuelta hacia estos últimos en lugar de ser bombeada
hacia el resto del cuerpo. Como resultado, aumenta la cantidad de sangre en los vasos
sanguíneos de los pulmones y, en algunos niños, esto les produce ahogo, dificultad
para alimentarse, sudación excesiva y dificultad para aumentar de peso a un ritmo
normal. Estos síntomas son más frecuentes en los niños que tienen algún defecto en el
tabique ventricular. Los defectos en el tabique auricular, que, por lo general, se
detectan después de la infancia, producen síntomas m enos dramáticos.
Puede que en algunos niños sea preciso realizar determinadas pruebas diagnósticas,
como un cateterismo cardíaco, además de un electrocardiograma, un ecocardiograma y
radiografías de tórax. Los defectos en los tabiques auriculares y ventri culares pueden
repararse quirúrgicamente.
El conducto arterial (ductus arteriosus) persistente es una conexión entre la aorta (la
gran arteria que transporta sangre oxigenada al cuerpo) y la arteria pulmonar (la
arteria que transporta la
sangre desprovista de
oxígeno a los pulmones).
El conducto arterial permite
que la sangre no pase por
los pulmones. En el estado
fetal esta función es
fundamental ya que el feto
no respira aire y, por lo
tanto, no necesita que la
sangre circule a través de
los pulmones para ser
oxigenada. Sin embargo,
cuando nace, la sangre sí
debe circular para recibir
oxígeno. Por lo general, el
conducto se cierra muy
rápidamente, uno o dos días
después del nacimiento.
Pero si continúa abierto,
cierta cantidad de sangre
destinada al cuerpo puede
volver a los pulmones y
producir una sobrecarga de
sus vasos sanguíneos. En
consecuencia, algunos
bebés desarrollan
insuficiencia cardíaca, que
se manifiesta por dificultad
para respirar, una
frecuencia cardíaca
acelerada e imposibilidad de ganar peso.
Si el conducto no se cierra, un bebé nacido a término puede desarrollar insuficiencia
cardíaca varias semanas después de nacer. En tales casos, el conducto debe cerrarse
quirúrgicamente. Con frecuencia se detecta el conducto abierto cuando es posible oír
el murmullo (soplo) que produce, a través del fonendoscopio.
Coartación de la aorta
Los problemas asociados más frecuentes, tales como una válvula aórtica con dos
valvas (bivalva), una estenosis aórtica, una válvula mitral anormal o un defecto del
tabique ventricular, también pueden necesitar tratamiento.
Al nacer, el bebé parece normal porque la sangre proveniente del ventrículo derecho
atraviesa el conducto arterial abierto y llega al rest o del cuerpo, pero cuando este
conducto se cierra, se produce una grave insuficiencia cardíaca. La mayoría de los
niños con esta afección muere.
Tetralogía de Fallot
b) Defectos gastrointestinales
Atresia esofágica
En la atresia del esófago, éste se estrecha o se cierra como en un fondo de saco; no se conecta con
el estómago como debiera. Una esófago fístula traqueoesofágica es una conexión anormal entre
el esófago y la tráquea.
En la atresia esofágica, el
esófago no se conecta con el
estómago como debería, sino
que éste se estrecha o acaba en
un callejón sin salida. La
mayoría de los recién nacidos
con atresia esofágica también
presenta una fístula
traqueoesofágica, una
conexión anormal entre el
esófago y la tráquea.
En la mayoría de los casos, un
recién nacido con atresia
esofágica tiene gran cantidad
de saliva, tose cuando intenta
tragar y está cianótico (tiene
la piel de color azulado). La
fístula traqueoesofágica
permite que la saliva entre en
los pulmones cuando el bebé
traga.
Obtenido el 20/12/11 en:http://msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_23/seccion_23_254.html
Hernia diafragmática
La hernia diafragmática es un defecto del diafragma que hace que algunos de los
órganos abdominales protruyan hacia el interior del tórax.
La hernia diafragmática suele producirse en un lado del cuerpo, con más fre cuencia en
el izquierdo. El estómago, parte del intestino e incluso el hígado y el bazo pueden
protruir a través de la hernia. Si la hernia es grande, el desarrollo del pulmón del lado
afectado suele ser incompleto.
Tras el parto, mientras el recién nacido llora y respira, las curvas del intestino
rápidamente se llenan de aire y se convierten en una masa que crece a gran velocidad
y hace presión contra el corazón, comprimiendo el otro pulmón y causando dificultad
respiratoria. En los casos graves, la dificultad respiratoria se produce de inmediato.
Cuando, mediante una ecografía, este defecto se diagnostica antes del nacimiento, el
bebé es intubado (un tubo colocado hasta la tráquea) en cuanto nace. Para reparar el
diafragma, es necesaria una intervención quirúrgica.
Enfermedad de Hirschsprung
Onfalocele
Atresia anal
Atresia biliar
La atresia biliar es una anomalía en la que los conductos de la bilis no se han desarrollado o bien lo
han hecho de forma anormal.
La bilis, un líquido secretado por el hígado, transporta los productos de desecho de este órgano y
también contribuye a metabolizar las grasas en el intestino delgado. Los conductos biliares del
interior del hígado recolectan la bilis y la transportan hacia el intestino. En la atresia biliar, los
conductos biliares sólo se desarrollan de forma parcial o bien están ausentes. En consecuencia, la
bilis no llega al intestino y en lugar de ello se acumula dentro del hígado. Al final, la bilis
acumulada pasa a la sangre y causa ictericia.
Síntomas y diagnóstico
En los bebés con atresia biliar, la orina se oscurece cada vez más, las deposiciones son claras y la
piel cada vez está más amarilla. Estos síntomas, además del crecimiento del hígado, se notan por
primera vez hacia las dos semanas después del nacimiento. Con 2 o 3 meses el bebé nota picores,
está irritable, tiene una gran pre sión en el interior de la vena porta
(el gran vaso sanguíneo que transporta sangre desde el estómago, el intestino y el bazo hacia el
hígado) y su crecimiento puede verse interrumpido.
Para hacer el diagnóstico, el médico realiza una serie de análisis de sangre y una ecografía puede
resultar de gran utilidad. Si el diagnóstico todavía no es seguro, se realiza una operación quirúrgica
con el fin de explorar el abdomen (laparotomía), por lo general antes de que el bebé tenga 2 meses
de vida. El diagnóstico y tratamiento precoces son muy importantes, ya que puede producirse una
cicatrización progresiva e irreversible del hígado, llamada cirrosis biliar.
Tratamiento
Se necesita recurrir a la cirugía para disminuir la presión de la bilis dentro del hígado. El mejor
procedimiento consiste en construir unos conductos biliares que lleguen al intestino, pero esta clase
de operación sólo es posible en un 5 o 10 por ciento de los bebés con esta afección. El pronóstico es
favorable para estos niños y la mayoría de ellos lleva una vida completamente normal. Sin embargo,
si han requerido intervenciones quirúrgicas de otro tipo, el pronóstico no es tan bueno y los bebés
finalmente suelen fallecer. Uno de estos procedimientos consiste en modificar la posición del hígado
para que su superficie toque directamente el intestino, lo que permite que la bilis rezume de la
superficie del hígado al intestino, a pesar de la falta de conductos biliares.
Las anomalías congénitas pueden afectar a cualquier hueso o músculo, pero los del
cráneo, la cara, la columna, la cadera, las piernas y los pies son, frecuentemente, los
más afectados. La mayoría de estos defectos se repara quirúrgicamente.
Anomalías faciales
El tortícolis congénito es una enfermedad por la cual el cuello del recién nacido y la
cabeza se inclinan hacia un lado de forma poco natural. La causa suele ser una lesión
de los músculos del cuello durante el nacimiento; otras causas incluyen la unión de las
vértebras cervicales (síndrome de Klippel-Feil) o la unión de la primera vértebra del
cuello con el cráneo (fusión atlanto-occipital).
La escoliosis congénita es una curvatura anormal de la columna del recién nacido. Es
raro que se presente al nacer; por lo general, se produce en niños mayores. El
tratamiento con abrazaderas suele iniciarse lo antes posible para evitar que la
escoliosis se convierta en una deformación cuando el niño crezca. Si la curvatura
anormal se agudiza, puede ser preciso recurrir a la cirugía.
El pie zambo (talipes) es una enfermedad en la que el pie presenta una forma o
posición anormal. El arco del pie puede ser muy alto o el pie puede estar inclinado
hacia dentro o hacia afuera. El verdadero pie zambo está causado por anomalías
anatómicas. A veces los pies parecen anormales debido a la posición del feto en el
útero, pero en este caso no se trata de talipes verdaderos. Si no se detecta ninguna
anomalía anatómica, el defecto puede ser corregido colocando una escayola y con
fisioterapia. El tratamiento precoz con vendaje de yeso es útil en el caso del pie
zambo verdadero, pero en general se necesita cirugía.
Extremidad ausente
Osteogénesis imperfecta
El pectoral mayor (músculo del pecho) puede estar formado sólo parcialmente, o no
haberse desarrollado en absoluto. Este defecto puede ser un fenómeno aislado o bien
acompañarse de anomalías en la mano.
Existe otro defecto muscular, llamado síndrome del abdomen en forma de ciruela
pasa, que afecta a los músculos abdominales. En esta anomalía, una o más capas de
los músculos del abdomen pueden estar ausentes, lo que provoca que éste protruya
hacia fuera. Esta enfermedad se asocia a graves anomalías renales y urinarias. El
pronóstico es favorable en los niños cuyos riñones funcionan normalmente.
La anencefalia es una anomalía en la que falta la mayor parte del cerebro del bebé
porque no se desarrolla. Un bebé con anencefalia no puede sobrevivir: nace muerto o
bien muere a los pocos días.
Espina bífida
La microcefalia es una
anomalía en la que la
cabeza es muy pequeña.
Los niños con
microcefalia suelen
sobrevivir pero tienden a
tener retraso mental y
carecen de coordinación
muscular. Algunos
también sufren
convulsiones.
El encefalocele es una
situación en la cual el
tejido cerebral sobresale
por una parte defectuosa
del cráneo. La cirugía
puede reparar este defecto.
El pronóstico suele ser bueno.
La porencefalia es una condición en la cual se forma un quiste o cavidad
anormal en un hemisferio cerebral. La porencefalia es una clara evidencia
de que existe lesión cerebral y, en general, se asocia a anomalías de la
función cerebral. Sin embargo, algunos niños tienen una inteligencia
normal.
La hidrencefalia es una forma extrema de porencefalia en la que lo s
hemisferios cerebrales faltan casi por completo. Los niños con hidrencefalia
no se desarrollan con normalidad y tienen un notable retraso mental.
El tratamiento consiste en proveer al niño una vía de drenaje alternativa para mantener
la presión dentro del cerebro a niveles normales.
Espina bífida
Un niño nacido con espina bífida grave necesita una terapia prolongada e intensiva
para evitar el deterioro de la función renal y de la capacidad física, y para permitir
además el máximo desarrollo posible. Es necesario realizar una operación para cerrar
la apertura y para tratar la hidrocefalia asociada, las anomalías en la vejiga y el riñón
y las deformidades físicas. La rehabilitación mantiene la movilidad de las
extremidades y refuerza los músculos que sí funcionan.
El glaucoma congénito es una rara enfermedad que eleva la presión dentro del globo
ocular, por lo general en ambos ojos. Si no recibe tratamiento, los globos oculares se
agrandan y es casi seguro que el bebé quede completamente ciego. La cirugía
realizada poco después del nacimiento ofrece las máximas probabilidades de aliviar la
presión dentro del ojo y de preservar la visión del pequeño.
Las cataratas congénitas son áreas turbias (opacidades) en el cristalino del ojo que
están presentes desde el nacimiento. Pueden ser causadas por anomalías
cromosómicas, infecciones como la rubéola u otra enfermedad que haya tenido l a
madre durante el embarazo. Es necesario operarlas lo antes posible para que el niño
pueda desarrollar una visión normal.
Los defectos de nacimiento son más frecuentes en los riñones y el aparato urinario que
en cualquier otro sistema del cuerpo. Los defectos que impiden el flujo de orina
pueden hacer que ésta se estanque, lo que a su vez puede favorecer el desarrollo de
una infección o la formación de cálculos renales. También puede interferir en la
función de los riñones o causar una disfunción sexual o esterilidad con el paso de los
años.
Las posibles anomalías de los uréteres, los dos tubos que conectan los riñones a la
vejiga, incluyen la formación de un uréter de más, la situación anómala de los mismos
y su estrechamiento o agrandamiento. La orina puede refluir hacia atrás desde la
vejiga y entrar en los uréteres anormales, provocando una infección renal
(pielonefritis). Un uréter estrecho impide que la orina pase normalmente desde el
riñón hasta la vejiga, lo cual puede causar que el riñón se agrande (hidronefrosis) y se
lesione.
Defectos de la vejiga
Defectos de la uretra
La uretra puede ser anormal o estar ausente. En los niños, el orificio de la uretra
puede encontrarse en un sitio equivocado, como debajo del pene (una anomalía
llamada hipospadias). La uretra en el pene puede permanecer abierta como un canal en
lugar de estar cerrada como un tubo (una anomalía llamada epispadias). Tanto en los
niños como en las niñas, una uretra estrecha puede obstruir el flujo de la orina. La
cirugía puede corregir estas anomalías.
Estados intersexuales
Un estado intersexual es aquel en que un bebé nace con genitales que no son
reconocibles como masculinos ni femeninos (genitales ambiguos).
El bebé que nace con genitales que no son claramente ni masculinos ni femeninos
puede tener órganos reproductivos internos (gónadas) normales o anormales. Los
hermafroditas verdaderos tienen tanto tejido ovárico como t esticular y órganos
reproductivos internos masculinos y femeninos, pero se trata de una situación
excepcional. Los niños con genitales ambiguos son en general seudohermafroditas, es
decir, tienen órganos genitales externos ambiguos pero sólo tejido ovárico o testicular
(y no ambos).
Una mujer seudohermafrodita es una mujer genéticamente normal (con sus dos
cromosomas X) que nace con genitales que se parecen a un pequeño pene. Sin
embargo, los órganos reproductivos internos son femeninos. El seudohermafrodi tismo
femenino está causado por la exposición a altas concentraciones de hormonas
masculinas antes del nacimiento. En general, el feto presenta glándulas suprarrenales
agrandadas (síndrome adrenogenital) que producen un exceso de hormonas
masculinas, o falta una enzima, motivo por el cual las hormonas masculinas no pueden
convertirse en femeninas como sucede normalmente. En algunos casos, las hormonas
masculinas han entrado en la placenta procedentes de la sangre de la madre; por
ejemplo, la madre puede haber recibido progesterona para evitar un aborto o puede
haber tenido un tumor productor de hormonas masculinas.
Un varón seudohermafrodita es un hombre genéticamente normal (con un cromosoma
X y uno Y) que nace sin pene o con uno muy pequeño. Su cuerpo no puede producir
suficientes hormonas masculinas o presenta resistencia a las hormonas que sí produce
(síndrome de resistencia a los andrógenos).
Es importante identificar correctamente el sexo del bebé y ello debe hacerse de
inmediato. De lo contrario, el vínculo de los padres hacia el bebé puede ser más difícil
y el pequeño puede desarrollar un trastorno de identidad genética. Años más tarde se
puede realizar una operación para corregir la ambigüedad genital, en general, cerca de
la pubertad.
g) Alteraciones cromosómicas
Síndromes de deleción
En algunos niños puede faltar parte de un cromosoma. El raro síndrome del cri du chat
(síndrome del maullido del gato, síndrome 5p–) es un ejemplo. Los niños con este
síndrome tienen un llanto agudo que se asemeja mucho al maullido de un gato. Este
sonido se percibe inmediatamente después del nacimiento y dura varias semanas, para
luego desaparecer. El bebé afectado por este sínd rome suele tener poco peso al nacer y
una cabeza pequeña, además de una cara asimétrica y una boca que no se puede cerrar
correctamente. Algunos bebés tienen la cara redonda (de luna) con los ojos separados.
La nariz puede ser ancha y las orejas, que tienen una forma anormal, están en una
posición más baja de lo habitual. El cuello puede ser corto. Pueden presentar piel
adicional entre los dedos (dedos de palmípedo). Es probable que presenten defectos
del corazón. En general, el bebé parece fláccido. Su des arrollo físico y mental es muy
escaso. A pesar de estas anormalidades, muchos niños con el síndrome del cri du chat
sobreviven hasta la edad adulta.
Otro síndrome de deleción, llamado síndrome 4p–, es similar, pero extremadamente
raro. El retraso mental es profundo. Pueden presentarse varios defectos físicos.
Muchos de los niños afectados por este síndrome mueren durante la infancia; los
pocos que sobreviven hasta los 20 años quedan gravemente discapacitados y corren
grandes riesgos de desarrollar infecciones y epilepsia.
Síndrome de Turner
Tiene los párpados caídos, un pecho muy amplio con pezones muy separados entre sí
y muchos lunares negros en la piel. Los cuartos dedos de las manos y de los pies son
cortos y las uñas están poco desarrolladas. No presenta períodos menstruales
(amenorrea); las mamas, la vagina y los labios están poco desarrollados. Los ovarios
no suelen contener óvulos. La parte inferior de la aorta puede ser estrecha (coartación
de la aorta), lo que puede causar hipertensión arterial.
Son frecuentes defectos de los riñones y pequeñas inflamaciones de los vasos
sanguíneos (hemangiomas). En ciertos casos, los vasos sanguíneos anormales del
intestino se rompen y producen hemorragias. Muchas niñas con síndrome de Turner
tienen dificultades para orientarse en relación al espaci o. Por lo general, obtienen
malos resultados en aspectos que requieren destreza y en el cálculo, si bien los
resultados en las pruebas de inteligencia verbal son normales o superiores a lo normal.
En raros casos se produce retraso mental.
Síndrome de triple X
Las niñas con tres cromosomas X tienen el síndrome de triple X. Alrededor de uno de
cada mil bebés aparentemente normales padece este trastorno. Las niñas con tres
cromosomas X suelen ser menos inteligentes que sus hermanos o hermanas normales.
A veces, el síndrome causa esterilidad, a pesar de que algunas mujeres con síndrome
de triple X han dado a luz niños físicamente normales con cromosomas también
normales.
Se han identificado raros casos de bebés con cuatro e incluso cinco cromosomas X. El
riesgo de retraso mental y anomalías físicas se incrementa cuanto mayor es el número
de cromosomas adicionales, en particular cuando son cuatro o más.
Síndrome de Klinefelter
Síndrome XYY
El retraso mental afecta con más frecuencia a los niños que a las niñas, en parte
porque el cromosoma X puede tener genes recesivos de retraso mental (genes ligados
al cromosoma X) que en las niñas suele estar equilibrado por un gen no rmal en el otro
cromosoma X. Un trastorno en el que se observan dichos genes recesivos recibe el
nombre de síndrome del cromosoma X frágil. En este síndrome, que es la causa más
frecuente de retraso mental después del síndrome de Down, el cromosoma X es
anormal.
Los síntomas del síndrome incluyen retraso mental, orejas grandes y despegadas,
barbilla y frente prominentes y testículos grandes (un rasgo que se nota sólo después
de la pubertad). Sorprendentemente, algunos niños con este síndrome son mentalment e
normales, mientras que algunas niñas que portan los genes recesivos, pero tienen una
apariencia normal, tienen retraso mental. La presencia del síndrome del cromosoma X
frágil puede detectarse mediante determinadas pruebas antes del nacimiento, pero no
se puede saber, sea cual sea su sexo, si causará retraso mental en el bebé .
Síndrome de Down
El síndrome de Down (trisomía 21, mongolismo) es un trastorno cromosómico que produce retraso
mental y anomalías físicas.
Se denomina trisomía a la presencia de un cromosoma adicional que se añade a Aspecto de la cara en
una pareja de cromosomas. La trisomía más frecuente en un recién nacido es la el síndrome de Down
trisomía 21, aunque pueden también producirse otras.
La trisomía 21 es responsable de aproximadamente el 95 por ciento de los casos
de síndrome de Down. Otras anomalías cromosómicas son responsables del
resto. El síndrome de Down se produce en uno de cada 700 recién nacidos, pero
el riesgo varía en gran medida según la edad de la madre. Más del 20 por ciento
de los bebés con síndrome de Down son hijos de madres mayores de 35 años, aun
cuando las madres de esta edad sólo representan el 7 u 8 por ciento del total de
nacimientos. El cromosoma 21 adicional provie ne del padre y no de la madre en
una tercera o cuarta parte de todos los casos.
Síntomas
En el síndrome de Down se retrasa tanto el desarrollo físico como mental. Los niños con este
síndrome tienden a ser tranquilos, rara vez lloran y tienen los músculos algo flojos (laxos). El
coeficiente intelectual (CI) promedio de un niño con síndrome de D own es de alrededor de 50,
comparado con el promedio normal de 100. Sin embargo, algunos de estos niños tienen un
coeficiente intelectual superior a 50.
Los niños con este síndrome tienen la cabeza pequeña, la cara ancha y aplanada, los ojos sesgados y
la nariz corta, la lengua grande y, por lo general, prominente. Las orejas son pequeñas y su posición
es baja. Las manos son cortas y anchas, con un solo pliegue en la palma y los dedos son cortos; el
quinto, que por lo general presenta dos secciones en luga r de tres, se curva hacia dentro. Queda un
espacio visible entre el primer y segundo dedo del pie. Alrededor del 35 por ciento de los niños con
síndrome de Down tiene defectos del corazón.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de Down puede realizarse antes del nacimiento y se recomienda una
exploración en busca de esta anomalía en las mujeres mayores de 35 años que queden embarazadas.
Una baja concentración de alfafetoproteína en la sangre de la madre indica un mayor riesgo de
síndrome de Down en el feto; mediante la amniocentesis puede tomarse una muestra de líquido
amniótico para analizarla y confirmar el diagnóstico. Con una ecografía, a menudo el médico puede
identificar anomalías fisicas en el feto.
Desde su nacimiento, un bebé con síndrome de Dow n tiene un aspecto físico que sugiere el
diagnóstico. El médico lo confirma analizando la sangre del pequeño en busca de la trisomía 21.
Pronóstico
Los niños con síndrome de Down corren un mayor riesgo de contraer enfermedades del corazón y
leucemia. Su esperanza de vida es reducida si presentan estos trastornos; si no los tienen, la
mayoría de los niños con síndrome de Down vive hasta la edad adulta. Muchas personas con
síndrome de Down tienen problemas de tiroides, que se detectan difícilmente, a menos que se
realicen análisis de sangre. Tienden a padecer problemas del oído debido a repetidas infecciones y
la consecuente acumulación de líquido en el oído interno (otitis serosa). También desarrollan
problemas de visión causados por cambios en la córnea y el cristalino. Tanto los problemas
auditivos como los visuales pueden ser tratados. Muchas personas con síndrome de Down presentan
síntomas de demencia al llegar a los 30 años, como pérdida de la memoria, un mayor deterioro del
intelecto y cambios en la p ersonalidad. La muerte ocurre a una edad temprana, si bien algunas
personas con este síndrome viven muchos años.