Está en la página 1de 4

“Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas”

Stephen R. Covey

Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas resulta ser el


instrumento adecuado que logra un cambio de mentalidad, con propósitos
eficientes y eficaces, en donde se trabaje no solamente para el beneficio
personal, sino también en un campo de interacción personal frecuente,
donde cada uno de los que interferimos logre una interconexión arraigada
a la capacidad de mejorar sobre la base constante, es decir propender al
equilibrio del trabajo en equipo, arrojando como resultado un beneficio
general que modifique drásticamente los paradigmas de dependencia e
independencia que por años nos han gobernado, para lograr una alta
efectividad debemos modificar estos paradigmas, patrones y/o actitudes,
introducirnos en una directriz totalmente renovada, realizar acciones
edificadas sobre principios y valores alineados entre sí, para lograr una
autonomía y un buen funcionamiento en cualquier campo de tu vida
cotidiana.

Los hábitos no podemos visualizarlos como elementos dispersos o partes


independientes, debemos enfocarnos en ellos como un conjunto de
medidas a adoptar que nos servirán de instrumento para el alcance gradual
hacia la afectividad personal e interpersonal, todo esto bajo la óptica del
desarrollo en las tres etapas a las que hace mención Covey, la
dependencia, independencia e interdependencia, las personas
dependientes son aquellas que necesitan de los demás para conseguir un
logro en su desempeño; las personas independientes son aquellas que se
trazan sus propias metas y las logran bajo su propio esfuerzo; y las personas
interdependientes, se caracterizan porque en ella confluyen los preceptos
de trabajo en equipo, es decir, que combinan los esfuerzos propios con los
demás para lograr un nivel de éxito generalizado y mayoritario.

Stephen, distingue los hábitos en dos grupos, los de la victoria privada,


y los hábitos de la victoria pública, los primeros denominados proactividad,
empezar con un fin en mente y establecer primero lo primero, son
trascendentales para realizar un cambio de adentro hacia afuera, es decir,
la primera etapa que hay que agotar para recurrir al camino del verdadero
éxito, con ellos, la persona logra una transformación de la dependencia a
la independencia. En el segundo grupo de hábitos encontramos pensar en
ganar – ganar, procurar primero comprender, y después ser comprendido y
por ultimo sinergizar, son éstos los fundamentos para lograr una
interdependencia efectiva, van encaminados a reforzar las acciones de
cooperación, solidaridad y trabajo en equipo, teniendo como pilar la
comunicación entre cada uno de nosotros, si sabemos aprovecharlos de la
manera correcta lograremos el consecutivo de madurez en el punto más
alto, forjaremos una personalidad sólida y gran carácter.

¿Y el 7 hábito?, el séptimo habito denominado afilar la sierra, es el


instrumento que conlleva a la mejora continua, es decir que buscar la
renovación y el mejoramiento de las acciones emprendidas en nuestro
diario vivir, la sociedad por ir paulatinamente evolucionando, siempre está
en constante cambio, de nada nos serviría la aplicación de hábitos
continuos cuando existe un cambio sustancial en cualquier campo, a mi
modo de ver, afilar la sierra juega un papel fundamental en el actuar, toda
vez que crea un desarrollo ascendente y conduce a nuevos niveles de
efectividad.

Adentrándonos un poco más en el tema de los hábitos, haremos


mención a cada uno de ellos de manera específica,
Ser proactivos: Covey, hace un análisis a la proactividad poniendo
como ejemplo el caso de Víctor Frank, un psiquiatra que estuvo encerrado
en los campos de concentración judíos en la época de la segunda guerra
mundial, de toda la narración podemos deducir que entre el estímulo y la
respuesta, el ser humano tiene la capacidad de elegir, la enseñanza que
nos deja no es más que la iniciativa que debemos tener todos y cada uno
de nosotros para realizar acciones, y de la misma manera hacernos
responsables de los actos y decisiones que estas acarrean, nuestra
conducta no debe estar determinada por circunstancias vitales, si no por
decisiones imperantes que cambien nuestra realidad, no debemos estar
sometidos a condiciones externas e incurrir en una conducta reactiva, por
el contrario las personas proactivas llevan consigo su propio clima social.
Comenzar con un fin en mente: Éste hábito no traduce más que
clarificar y trazar tus metas y propósitos, y que a la vez las acciones que
realices vayan orientados a ellos; la eficiencia y la eficacia se logra sólo
cuando comenzamos con un fin en nuestras mentes, en su aplicación este
hábito resulta ser muy certero, la regla general del arquitecto es trazar el
plano y liego ejecutar su proyecto de construcción, debe estar seguro del
plano en plano en la primera creación para así edificar la construcción, lo
mismo sucede en nuestras vidas, mientras tengamos un fin trazado,
realizaremos las acciones pertinentes y conducentes a dicho fin, si en el
transcurso de la ejecución nos desviamos, podemos retomar nuestro camino
y lograr así nuestro cometido.
Poner primero lo primero: Stephen utiliza dos términos claves para darle
importancia a lo debido, y son ¿Qué es urgente? Y ¿Qué es importante?,
urgente es aquello, que requiere de una atención inmediata, por lo tanto
loa lo urgente se le da prevalencia, de otro lado la importancia realiza un
aporte a nuestro fin, es uno de los hábitos que recobra más importancia, es
el resultado de ser proactivos y empezar con el fin en mente, es el punto de
quiebre de los paradigmas convencionales y la aplicación de las nuevas
prácticas y técnicas que repercuten indudablemente en la capacidad
propia de lograr el fin trazado.
Pensar ganar – ganar: Ganar – ganar significa que deben existir
interacciones entre personas que den resultados exitosos para el grupo, con
la aplicación de este precepto lograremos una toma de decisiones en
donde todas y cada una de las partes que integran nuestro campo se
sientan satisfechas y a gusto, por consiguiente se comprometan a desarrollar
un plan de acción beneplácito, es el resultado de un trabajo solidario y
cooperativo, se basa en el patrón de que hay mucho para todos, sin motivo
a excluir a algunos, evita la pérdida de tiempo y diferencias que llegaren a
surgir, clave en este punto el desarrollo de la planificación y comunicación,
ya que por medio de estas herramientas lograremos la capacidad del
reconocimiento de todo aquel que piense diferente y rinda resultados
fructíferos en el transcurso de su labor.
Buscar primero entender, y luego ser entendido: Covey, da una
explicación muy precisa que sucede en la realidad sobre este aspecto,
toma de ejemplo la labor del médico, quien primero para determinar una
enfermedad y diagnosticar medicamentos, hace una serie de preguntas en
donde se logra establecer las causas de la afectación en materia de salud,
es decir primero buscar entender los orígenes de la enfermedad y luego
receta medicamentos para mitigar el daño o afectación, lo mismo
debemos realizar nosotros antes de proceder de manera imperante y
buscar ser entendidos, debemos escuchar con empatía con el objetivo de
lograr una comunicación interpersonal efectiva, en donde se aplique una
máxima esplendorosa en la vida, aprender antes de enseñar, para lograr
tratar a todos por igual, pero a cada una de las personas de modo particular
puesto que no todos los comportamientos, actitudes y conductas, no son
iguales.
Sinergizar: Para el autor, la sinergia no es más que la cooperación
mutua, la suma de todas las partes para lograr la efectividad y el trabajo en
equipo, éste hábito permite establecer un equilibrio en cualquier ámbito, en
donde se sinteticen las distintas ideas individuales, y como resultado de esa
síntesis, se obtenga una idea superior, es aquí donde vemos reflejado el
desarrollo de la unidad, la productividad del trabajo en equipo y la manera
creativa de interactuar entre las distintas personas.
Afilar la sierra: Por último el autor, hace mención al hábito que a mi
concepción se trata del más importante entre todos, que a la vez integra
de manera general cada una de las conductas anteriormente
mencionadas, este último, conlleva a una renovación constante, a la
corrección y el mejoramiento continuo de las actividades que realizas
cotidianamente, nos detenemos en esta fase y corregimos errores en los que
se puedan incurrir con el objetivo de lograr una mayor efectividad,
comprende cuatro dimensiones de nuestra naturaleza, física, mental, social
y espiritualmente, a modo de establecer un equilibrio en los diferentes roles
desempeñados en nuestra vida cotidiana.

Es así como concluyo que una vez se apliquen los 7 hábitos a los que
hace referencia el autor, lograremos ser personas interdependientes, en las
distintas áreas de desempeño, tanto familiarmente, profesionalmente o en
las relaciones laborales de carácter sólido, adquiriendo todas estas un plus
los cuales serán una cooperación integral, desarrollo constante y
diversificación teniendo como base principios que regulen nuestro actuar
hacia un fin determinado.

También podría gustarte