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El derecho financiero es el conjunto de normas jurídicas que regulan la actividad financiera del Estado.
El objeto del derecho financiero es la actividad financiera, que se traduce en una serie de entradas y salidas de
dinero en la Caja del Estado. La actividad financiera está integrada por tres actividades parcialmente diferenciadas,
que son:
Dentro de los caracteres del derecho financiero, podemos decir que es una rama jurídica que debe ubicarse dentro
del derecho público. Ello porque las normas financieras no están destinadas a atender directamente las necesidades
de los particulares, sino a normar el poder estatal de mando en el campo financiero, lo cual permite actuar como
regulador general en cuanto a la debida atención de las necesidades que esos particulares tienen, pero no
aisladamente sino como integrantes de la comunidad jurídicamente organizada.
Dentro del contenido del derecho financiero encontramos varios sectores con caracteres jurídicos propios:
1. La regulación jurídica del presupuesto.
2. Las relaciones concernientes a la tributación en general, integran un sector específico denominado
derecho tributario.
3. El conjunto de normas jurídico – económicas relacionadas con la moneda.
La ciencia de las finanzas tiene como objeto el examen y evaluación de los métodos por medio de los cuales el
Estado obtiene los fondos necesarios para llevar a cabo sus propósitos y de los métodos por los cuales, mediante los
gastos, provee a la satisfacer necesidades.
El derecho tributario es el conjunto de normas jurídicas que se refieren a los tributos regulándolos en sus
distintos aspectos. En cuanto al contenido del derecho tributario en general y en forma panorámica, observamos que
comprende dos grandes partes: una primera parte o parte general, donde están comprendidas las normas aplicables a
todos y cada uno de los tributos, y una parte especial que contiene las disposiciones específicas sobre los distintos
gravámenes que integran un sistema tributario.
La parte general es más importante porque en ella están comprendidos aquellos principios de los cuales no se
puede prescindir en los Estados de derecho para lograr que la coacción que significa el tributo esté regulada en forma
tal que imposibilite la arbitrariedad.
La parte especial, en cambio, contiene las normas específicas y peculiares de cada uno de los tributos que
integran los sistemas tributarios.
En cuanto a la autonomía científica del derecho financiero podemos decir que no existe autonomía científica de
rama alguna de un derecho nacional, y la admisión de esta posibilidad implica la negación de la premisa de que el
derecho es uno. Lo único científicamente autónomo es el orden jurídico de un país.
Sobre la autonomía del derecho financiero hay distintas posturas:
Posición Administrativista: afirman que el derecho financiero carece de autonomía científica y lo consideran un
capítulo o parte especializada del derecho administrativo.
Posición autonómica: la escuela italiana explica que cuando un sistema llega a su madurez se segrega del
tronco originario y se torna autónomo, siempre que disponga de principios generales propios, tal es lo que
sucede con el derecho financiero, que tiene principios generales propios y actúa cordialmente en permanente
conexión con el derecho administrativo como otras ramas del derecho.
Posición restringida: niega que el derecho financiero tenga autonomía científica, admitiendo solo su autonomía
didáctica. Descarta la autonomía del derecho financiero por ser esencialmente heterogéneo, comprende
institutos de diferentes naturaleza y estructura, como el derecho presupuestario, la regulación jurídica de los
ingresos, del crédito público, de la tributación, etc.
En cuanto a la autonomía del derecho tributario, las posturas son las siguientes:
1. Las que niegan todo tipo de autonomía porque lo subordinan al financiero.
2. Los que estiman que es una rama del derecho administrativo.
3. Aquellos que consideran al derecho tributario material o sustantivo como científicamente autónomo.
4. Quienes afirman su dependencia con respecto al derecho privado y le conceden al derecho tributario tan solo
un particularismo exclusivamente legal.
Derecho tributario y derecho común.
Mediante el tributo, los integrantes del Estado contribuyen al sostenimiento del gobierno en proporción a su
respectiva capacidad económica. Como los contribuyentes son básicamente los particulares surge la posibilidad de
investigar sus actos y negocios para tratar de captar las realidades económicas y seleccionar los hecho imponibles.
De ahí que el legislador, puesto en función tributaria, vuelve a poner sus ojos en las instituciones del derecho común
como la compraventa, locación, hipoteca, prenda, etc.
A veces, el legislador puede no encontrar razón alguna para producir modificaciones en estas instituciones,
pero también es posible que se crea necesario introducir las variantes legales, cuando son consideradas desde el
punto de vista tributario.
Para algunos autores, la ley fiscal no puede alterar directa ni indirectamente disposiciones del Código Civil,
porque el Código Civil es dictado por el Congreso con carácter general de derecho común para toda la Nación. Se
afirma que el poder fiscal encuentra sus límites en las prohibiciones constitucionales determinadas por la prioridad del
derecho común, tanto frente al fisco nacional como al provincial. Por tanto, el poder fiscal no puede afectar principios
del derecho civil en instituciones como la propiedad, la familia y la autonomía contractual. Un ejemplo de esto lo
vemos en el caso del derecho tributario provincial (punto c) donde se concluye que las provincias deben ajustarse a
las leyes que dicte el congreso.
c) Autonomía del derecho tributario nacional y del derecho tributario provincial. Evolución de la
jurisprudencia.
Según el art. 31 de la CN, las leyes que dicte el Congreso son la Ley Suprema de la Nación y las autoridades
de cada provincia están obligadas a conformarse a ellas, no obstante cualquier disposición en contrario que contengan
las leyes o constituciones provinciales.
De este principio constitucional surge que son inconstitucionales las disposiciones del derecho tributario
provincial que modifiquen instituciones, conceptos o principios contenidos en la legislación nacional de derecho
común.
La potestad provincial no puede, en ningún caso, crear un tributo sobre la base de la tortura de conceptos
jurídicos que están en el derecho privado, ni puede, con el lógico fundamento de las proyecciones del concepto de
potestad tributaria, que es en doctrina la capacidad de configurar el tributo en todas sus manifestaciones, ir en contra
de las determinadas del derecho privado en cuanto éste califica y perfila determinadas figuras jurídicas.
Un ejemplo de esto es que la ley tributaria provincial no puede dar a la palabra bienes otro significado que el
del Código Civil.
La jurisprudencia afirma que bajo pretexto de una presunta autonomía del derecho tributario no puede
desconocerse la uniformidad de la legislación de fondo.
Una parte de la doctrina dice que las leyes tributarias establecen prestaciones pecuniarias coactivas, que son leyes
de excepción. Hoy esta doctrina ha sido dejada de lado, y considera que con el pago del tributo se garantiza el
derecho de la propiedad.
En materia tributaria no puede aplicarse la analogía, no pueden crearse impuestos por analogía.
Fuentes.
Constitución Nacional: tiene supralegalidad. Está en el vértice de la pirámide. La parte dogmática consagra la
declaración de derecho y garantías. Se denomina el estatuto del contribuyente, que a su vez es el límite al poder del
Estado. La segunda parte de la CN es la parte orgánica y, por ejemplo, el art. 75 faculta al Congreso para legislar
sobre las aduanas.
Ley: sólo el Congreso o Consejo Deliberante puede sancionar una ley tributaria.
Decretos del PEN: los decretos reglamentarios no pueden avanzar en el campo del derecho tributario sustantivo. A
los reglamentos de necesidad y urgencia se los excluye del campo de acción en materia penal, electoral, tributaria,
etc.
Normas internas: no tienen fuerza vinculante salvo dentro de la estructura de la Administración, pero aquel que las
conoce las puede invocar.
Conforme al principio de soberanía, cada Estado tiene amplias facultades para gravar todas las situaciones
imponibles situadas bajo su poder de imperio, lo que implica, que el poder de imposición se ejerce dentro de los
límites territoriales sometidos a la soberanía del Estado. El art. 11 del MCTAL dispone lo siguiente: “las normas
tributarias tienen vigencia en el ámbito espacial, sometido a la potestad del órgano competente para crearlas”.
Codificación en la Argentina.
Fonrouge elaboró un anteproyecto de Código Fiscal en 1943, el cual no tuvo sanción legislativa. En 1963, el PEN
le pidió otro proyecto de Código Tributario, remitido a las autoridad en 1964 de alto valor científico sobre aspectos
sustanciales, formales, penales y procesales, con novedosas normas. Sin embargo no fue sancionado. Esta situación
de atraso que se advierte nacional no existe en las provincias, que elaboran Códigos Fiscales muy meritorios.
MCTAL
Fue elaborado en 1967 por Valdés Costa, Gomes e Souza y Fonrouge. Posee principios generales de la tributación
sustancial, procesal y administrativa con prescindencia de los diferentes tributos en particular. Consta de 196 arts. En
5 títulos :
1. Disposiciones preliminares.
2. Obligación tributaria.
3. Infracciones y sanciones.
4. Procedimientos administrativos.
5. Contencioso tributario.
Es un instrumento de alto valor científico.
Clases.
La interpretación doctrinaria la realizan los teóricos de la materia. La jurisprudencial se realiza en los tribunales; y
la auténtica proviene del mismo legislador que por medio de otra ley establece el alcance de la norma.
d) Métodos interpretativos.
Cuando en general se realiza un acto jurídico o una negociación puede distinguirse la intención empírica y la
intención jurídica.
La intención empírica es aquella que se encamina a obtener el resultado económico para cuyo fin el acto se
realiza.
La intención jurídica es la que se dirige a alcanzar mediante el acto o negocio determinados efectos jurídicos para
lo cual se encuadra ese acto o negocio dentro de un determinado molde o figura del derecho.
Ejemplo: explotación de un campo a porcentaje: la intención empírica buscada (el resultado económico) es que el
aparcero explote el campo y se repartan los productos en porcentajes con el dueño del campo. La intención jurídica,
en cambio, es aquella que se encamina a que el acto produzca determinados efectos jurídicos, para eso las partes
adoptarán la forma que más les convenga (sociedad, arrendamiento, etc). E s aquí donde entra en funcionamiento la
interpretación según la realidad económica. El derecho tributario se interesa de la operación económica que hacen las
partes, para ver por ejemplo si éstos han distorsionado la realidad de la operación mediante una forma jurídica
inapropiada para defraudar al fisco.
La Ley 11.683 art. 12 establece que se tendrán en cuenta los actos, situaciones o relaciones que afectivamente
realicen, persigan o establezcan los contribuyentes prescindiendo de las formas o estructuras jurídicamente
inadecuadas.
Evolución de la jurisprudencia.
Hubo históricamente dos posiciones marcadas:
1. In dubio pro fiscum: cualquier duda debe favorecer al Estado, apuntalar los intereses del fisco. Sus abusos o
excesos llevan al fiscalismo exagerado.
2. In dubio contra fiscum: cualquier duda de favorecer al contribuyente por cuanto la ley tributaria es restrictiva
del derecho de propiedad.
Fonrouge dice que no se debe actuar con preconceptos a favor o en contra del individuo o del Estado. La única
finalidad del interprete debe ser la de obtener el sentido de justicia para que la norma pueda cumplir la función que le
corresponde en las distintas situaciones de la vida.
Bolilla XI
Derecho Constitucional Tributario
a) Soberanía, poder de imperio y poder tributario. Concepto. Distribución de los poderes tributarios entre
los distintos niveles de gobierno en la CN. poderes: originarios, delegados y derivados ; exclusivos,
concurrentes y reservados ; transitorios y permanentes. Cláusula comercial, cláusula de progreso,
establecimientos de utilidad nacional. Inmunidad de los instrumentos de gobierno. Jurisprudencia.
El Estado nos quita cierta riqueza a través de los tributos. El Estado puede exigirlo. Su fundamentos varía según
la postura seguida:
Para algunos autores extranjeros es debido a la soberanía del país.
Para otros es consecuencia del poder de imposición que tiene el Estado sobre los ciudadanos.
La potestad tributaria es la facultad que tiene el Estado de crear unilateralmente tributos, cuyo pago será exigido
a las personas sometidas a su competencia tributaria espacial y cuyo destino es el de cubrir las erogaciones que
implica el cumplimiento de su finalidad de atender las necesidades públicas. Es decir, es la facultad inherente del
Estado para exigir tributos dentro de los límites establecidos por las leyes fundamentales.
La potestad tributaria debe ser íntegramente ejercida por medio de normas legales (principio de legalidad o
reserva), pero este principio tan sólo es una garantía formal de competencia, no constituye garantía de razonabilidad
y justicia en la imposición. Por eso, la CN incorpora también el principio de capacidad contributiva que constituye el
límite material en cuanto al contenido de la norma tributaria (así como el principio de legalidad es el límite formal
respecto al sistema de producción de esa norma). Ambos principios constituyen el “estatuto básico del contribuyente”
que la CN ampara.
En materia tributaria la creación y percepción de gravámenes está sometida al control judicial de
constitucionalidad. Ese control no se ejerce de forma abstracta. No pueden los jueces de oficio tomar una ley
tributaria cualquiera y declararla violatoria de una garantía constitucional, sino que el sujeto legitimado para provocar
el control de constitucionalidad es el titular actual de un derecho que padece agraviado por las normas o actos
inconstitucionales.
Además la invalidez que declara el Poder Judicial está limitada al caso en particular, es decir, que la declaración de
inconstitucionalidad de una norma tributaria no significa que esta cese en su aplicación general.
Distribución de los poderes tributarios entre los distintos niveles de gobierno en la CN.
Según el art. 1 de la CN, nuestro país ha adoptado la forma federal de gobierno, lo cual implica que existen
diversos entes estatales: un Estado Nacional y Estados Provinciales o locales. A su vez, el art. 5 establece que las
provincias deben asegurar su régimen municipal, surgiendo, en consecuencia, los municipios como un tercer orden de
ente estatal.
Las provincias poseen la generalidad de las potestades tributarias y la Nación y los municipios sólo poseen las
delegadas por las provincias.
El art. 75 inc. 22 establece que al Estado Federal le corresponde recaudar los impuestos indirectos externos en
forma exclusiva y los internos en forma concurrente con las provincias. Los directos le corresponden por tiempo
determinado y siempre que la defensa, la seguridad común y el bien general del Estado lo exijan (en la práctica esto
no se cumple porque por ejemplo el impuesto a las ganancias existe desde 1932 y se prorroga su vigencia cada 10
años).
En cumplimiento de dicho precepto constitucional, el Congreso concedió exenciones tributarias a los impuestos
nacionales (esto era lo que se entendía de la CN) pero también concedió exenciones a los tributos provinciales y
municipales. Esto fue detonante de una discusión doctrinaria para dilucidar si esas exenciones podían o debían
alcanzar a las provincias y municipios.
No obstante la amplitud con que fue concebida la doctrina a favor de las facultades de la Nación para establecer
exenciones, la CSJN admitió que la dispensa establecida por leyes nacionales no tenía un alcance absoluto, sino se
estaría cercenando las facultades impositivas de las provincias, que éstas deben ejercer en su ámbito propio, mientras
no las deleguen al gobierno federal.
La CSJN en la causa “Banco Hipotecario Nacional c/ Municipalidad de Santa Fe” expresó que la tasa cobrada por
los servicios de iluminación, limpieza, etc. no importa una traba a la actividad del Banco, que era la construcción de
viviendas económicas. Las exenciones de tributos provinciales y municipales deben limitarse a los supuestos en que
el gravamen local impida u obstaculice la realización del fin tenido en cuenta por la política nacional, que ha
determinado el otorgamiento de estímulos impositivos. Sólo así se puede hablar de supremacía constitucional.
Las provincias no pueden trabar o dificultar el ejercicio de poderes nacionales consagrados en la CN, pero, a su
vez, la Nación no puede privar a las provincias del ejercicio del poder tributario que se han reservado, ni estorbarlas
en la determinación y percepción de sus contribuciones fiscales, sancionadas en uso de facultades legítimas no
delegadas.
Los Municipios tienen poder tributario, aunque para algunos sólo posee el poder tributario derivado, pues el
original es facultad de la provincia solamente (Bielsa), ya que es ella quien fija la organización y conformación de los
Municipios y le autoriza a cobrar ciertos tributos.
La jurisprudencia de la CSJN seguía el criterio de Bielsa pero la ha ido cambiando al igual que la doctrina.
Los municipios tienen poder tributario original en caso de las tasas que financian servicios generales. Alberdi
hablaba de la soberanía comunal.
La CN no dice mucho sobre el tema. El art. 5 CN dice que cada provincia dictará su propia constitución siguiendo
algunas pautas: bajo régimen representativo republicano, de acuerdo a los derecho, declaraciones y garantías de la
CN, asegurar el régimen municipal y la educación primaria, etc. El art. 123 CN establece que las provincias deben
darse su constitución asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional,
político, administrativo, económico y financiero.
En lo referente a la ciudad de Buenos Aires, el art. 129 CN dice que la ciudad tendrá un gobierno autónomo, con
facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la
ciudad. Leer : Arts. 9 inc. 7 , art. 51, art. 53, art. 66, art. 80 inc. 2, art. 81 inc. 2 y 9 , art. 103, art. 104 inc. 25.
S/ Villegas el poder tributario es la capacidad potencial de obtener coactivamente prestaciones pecuniarias de los
individuos y de requerir el cumplimiento de los deberes instrumentales necesarios para tal obtención (facultad que
tiene el Estado de crear unilateralmente tributos). Su fundamento reside, s/ Jarach, en el poder de imperio del
Estado, el cual, sin embargo, se encuentra limitado por la CN.
Pontiggia agregó en clase que este poder de imperio o fiscal es de naturaleza política y es inherente al poder de
gobernar “no hay gobierno sin tributo”, es la contracara del deber ético y jurídico de los contribuyentes de contribuir
al mantenimiento del Estado.
El “estatuto del contribuyente” consiste en el conjunto de principios constitucionales que limitan el poder
tributario del Estado en resguardo de los dchos del contribuyente.
La delegación legislativa
Ni el PEN ni la AFIP, ni el Bco Central, etc. pueden crear tributos ni delinear sus aspectos estructurales, aún
cuando haya delegación legal (ya que la CN no lo autoriza). S/ Villegas sólo se puede delegar al PEN la facultad de
conceder exenciones.
Tampoco se pueden crear tributos o alterarse elementos estructurales de ellos en forma retroactiva, aunque sea
hecho por ley, ya que el principio de legalidad significa que las situaciones jurídicas de los contribuyentes deben ser
regidas por ley anterior a los hechos que caen bajo su imperio.
b) Principios sustanciales
Proporcionalidad
Exige que la fijación de contribuciones a los habitantes de la Nación sea “en proporción” a sus singulares
manifestaciones de capacidad contributiva. Esto no impide la progresividad del impuesto, es decir la elevación de la
alícuota a medida que aumenta la cantidad gravada.
Surge del art. 4 CN “y las demás contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población imponga el
Congreso”. La Corte ha dicho que lo que la CN ha querido establecer no es una proporcionalidad rígida, sino graduada
para lograr la “igualdad de sacrificios en los contribuyentes”. También ha dicho que se funda en la solidaridad social,
en cuanto se exige más a quien posee mayor riqueza en relación con quien posee menos, pues supone que el rico
puede sufragarlo sin mayor sacrificio de su situación personal.
Generalidad
Ordena que tributen todos los que están incluidos en el ámbito de la capacidad contributiva por la ley, cualquiera
que sea el carácter del sujeto, categoría social, sexo, nacionalidad, edad o estructura. Alude a un aspecto negativo
“nadie debe ser eximido por privilegios personales, de clase, linaje o casta”, surge del art. 16 CN.
El límite de la generalidad está constituido por las exenciones y beneficios tributarios, conforme a las cuales
ciertas personas no tributan o tributan menos pese a configurarse el hecho imponible. Estas excepciones y beneficios,
sin embargo, tienen carácter excepcional y se fundan en razones económicas, sociales o políticas, pero nunca en
razones de privilegios, y la facultad de otorgamiento no es omnímoda.
La Corte entendió que “el Congreso puede eximir de gravámenes fiscales (nacionales, pciales o municipales) si lo
estimare conveniente para el mejor desempeño y funcionamiento de un servicio de interés nacional que el mismo
Congreso puede autorizar en ejercicio de la facultad que le confiere el art. 75, inc. 18”.
Igualdad
El art. 16 de la CN establece que “la igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”. No se refiere este
principio a la igualdad numérica o aritmética, que daría lugar a injusticias, sino a la necesidad de asegurar el mismo
tratamiento a quienes están en análogas situaciones o circunstancias (con igual capacidad contributiva).
La jurisprudencia ha admitido la posibilidad de que el legislador, en procura de los fines del art. 75, inc.18
(prosperidad, progreso y bienestar), pueda disponer distingos entre los contribuyentes, siempre que sean razonables
y no arbitrarios (pej. distinción entre personas físicas y sociedades, entre propiedades urbanas y rurales, entre cías
extranjeras y nacionales, etc.) que no respondan a propósitos de injusta persecución o indebido beneficio.
Equidad
S/ Pontiggia es un principio de imposición más que una garantía constitucional, va más allá del orden positivo, es
un criterio superior de justicia.
Existen dos tendencias jurisprudenciales: las que consideran que la falta de equidad genera la inconstitucionalidad
del tributo directamente y los que entienden que no sería revisable judicialmente salvo que la inequidad tornara al
tributo confiscatorio.
No confiscatoriedad
La CS ha sostenido que los tributos son confiscatorios cuando absorben una parte sustancial de la propiedad o de
la renta. La razonabilidad de la imposición se debe establecer en cada caso concreto, según exigencias de tiempo y
lugar y según los fines económico-sociales de cada impuesto.
S/ Villegas no es aconsejable que el texto constitucional establezca un límite fijo, siendo preferible el análisis de
las situaciones concretas que se presentan. La Corte ha fijado el 33 % como tope de validez constitucional de ciertos
tributos (pej. impuesto sucesorio que exceda el 33 % del valor de los bienes recibidos, imp. inmobiliario que insuma
más del 33 % de la renta calculada según el rendimiento normal medio de una correcta y adecuada explotación, etc.).
Según Linares Quintana un tributo es confiscatorio cuando su tasa es irrazonable y ese “quantum” es irrazonable
cuando equivale a una parte sustancial del valor del capital o de su rena o de su utilidad, o cuando ocasiona el
aniquilamiento del derecho de propiedad en su sustancia o en cualquiera de sus atributos.
S/ Villegas la confiscatoriedad se configura cuando el tributo excede la capacidad contributiva del contribuyente,
disminuyendo su patrimonio e impidiéndole ejercer su actividad, ya sea a causa de un tributo puntual o ante la
concurrencia de tributos que individualmente pueden ser inobjetables pero que en concurrencia con otros, en su
conjunto, se tornan imposibles de soportar por el contribuyente.
Uniformidad.
El tributo debe aplicarse uniformemente en todo el país. Este principio surge en 1870 y tiene raíz histórica, pues
anteriormente los productos del exterior que recalaban en el Puerto de Bs. As. pagaban más impuestos. Esta
maniobra era para dejar sin comercio a Bs. As.
Prohibición de tributos que entorpezcan la circulación territorial o impidan el ejercicio del comercio o industrias lícitas
De la CN surge que el mero tránsito dentro del país no puede constituir, en sí mismo, motivo de imposición alguna
(arts. 9, 10, 11 y 12). Esto deriva de la libertad de circulación territorial, garantía que no debe confundirse con la
circulación económica de bienes, que sí es objeto de gravámenes.
En razón de que el art. 14 C.N. consagra dentro de los derechos y libertades civiles el “trabajar y ejercer toda
industria lícita” como también “comerciar”, estos derechos fueron utilizados en varias oportunidades por los
contribuyentes como sustento para la impugnación de pretensiones fiscales, mereciendo acogida por el tribunales la
medida en que el gravamen se convertía en una traba insalvable para la actividad, en tanto esta fuera no sólo lícita
sino también económica y socialmente útil.
Capacidad contributiva
S/ Sáinz de Bujanda supone en el sujeto tributario la titularidad de un patrimonio o de una renta, aptos en
cantidad y calidad para hace frente al pago del impuesto, una vez cubiertos los gastos vitales e ineludibles del sujeto.
Si bien nuestra CN no consagra en forma expresa este principio, sí lo hace implícitamente, este principio es la
base fundamental de donde parten todos los demás principios (generalidad, igualdad, proporcionalidad y no
confiscatoriedad). Numerosos países han incluido la capacidad contributiva como principio de imposición de los textos
constitucionales (como la italiana y la española).
Este principio tiene cuatro implicancias fundamentales:
1) Todos los titulares de medios aptos para hacer frente al impuesto deben contribuir en razón de un tributo u otro,
quedando al margen de la imposición los que cuentan con un nivel económico mínimo.
2) Los de mayor capacidad económica deben tener una participación más alta en las entradas tributarias del Estado.
3) No pueden seleccionarse como hechos o bases imponibles, circunstancias o situaciones que no sean
abstractamente idóneas para reflejar capacidad contributiva.
4) En ningún caso el tributo o conjunto de tributos puede exceder la razonable capacidad contributiva de las
personas, sino se estaría confiscando su propiedad.
Razonabilidad
S/ Pontiggia es un principio que surge de los derechos implícitos o no enumerados (art 33), por el cual el tributo
debe ser intrínsecamente justo, es un elemento de valoración de cada una de las garantías constitucionales, dando
sustento a todos los principios sustanciales mencionados con anterioridad. Se contrapone a la arbitrariedad.
El sustento constitucional de esta garantía también lo encontramos en el art. 28 en cuanto dispone “los principios,
garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos no podrán ser alterados por las leyes que reglamentan su
ejercicio”.
Seguridad jurídica y tutela jurisdiccional
En materia tributaria, la creación y percepción de gravámenes están sometidas (como cualquier otro acto estatal)
al control judicial de constitucionalidad. La inconstitucionalidad puede provenir de leyes o actos violatorios de las
garantías constitucionales que en forma directa o indirecta protegen a los contribuyentes, o también de leyes o actos
violatorios de la delimitación de potestades tributarias entre Nación y provincias.
Este control judicial no se ejerce en forma abstracta (en el orden federal no hay acciones declarativas de
“inconstitucionalidad pura”), sino siempre en un caso concreto.
Sólo es sujeto legitimado para provocar el control de constitucionalidad judicial, el titular actual de un derecho que
padece agravio por las normas o actos inconstitucionales. Además, la invalidez que declara el Poder Judicial está
limitada al caso planteado.
La Corte ha dicho que “lo dispuesto impositivamente por la autoridad competente en ejercicio de facultades
propias, es irrevisable en la instancia judicial en lo concerniente a su oportunidad y acierto”.
El Poder Judicial federal tiene competencia de revisión constitucional en cuanto a los tributos sobre los cuales
legisla la Nación (ya sea por facultades constitucionales propias o delegadas por las provincias). El Poder Judicial
provincial, en cambio, juzga sobre la constitucionalidad de los gravámenes provinciales y municipales sin perjuicio del
recurso extraordinario ante la Corte.
El derecho tributario material es la rama del derecho que regula la potestad publica de crear y percibir tributos.
Contiene:
Hecho Imponible, Sujeto activo, Sujeto pasivo, Capacidad jurídica tributaria, Exenciones y beneficios, Elementos
cuantitativos, Modos de extinción de las obligaciones tributarias, Solidaridad, domicilio, privilegios, Causa de la
relacion obligacional.
DOCTRINA, 2 escuelas:
-ITALIANA: (Giannini) El poder que ejerce el Estado sobre el contribuyente, incluyendo no solo la obligación
del pago sino todos los derechos y deberes reciprocos y emergentes.
-ESCUELA MAYORITARIA: Jarach no admite esa complejidad de la relacion jurídico-tributaria. Para él se trata
de una simple relación obligacional al lado de la cual existen otras relaciones diferentes. Incluye dentro del concepto
de relación jurídico-tributaria sólo la obligación o deuda tributaria.
ELEMENTOS:
SUJETOS
-ACTIVO: quien recibirá, el Fisco.
-PASIVO: quien debe, destinatario legal tributario (la ley debe contener una descripción objetiva de una
circunstancia hipotética que se produzca respecto de una persona, en un momento y lugar preestablecidos.
OBJETO: relación jurídico tributaria, la obligación, el tributo en si.Acaecido el Hecho Imponible acarrea la
consecuencia de que un sujeto pasivo pague al fisco un tributo. El destinatario legal tributario es aquél respecto al
cual el hecho imponible se configura, y debe ser un particular, no entes estatales.
1) Teoría Causalista: sostiene que la deuda tributaria no surge sin el concurso de otro elemento esencial: causa.
Jarach sostiene que la causa es la razón por la cual la ley justifica que de un determinado supuesto de hecho derive la
obligación tributaria. Dice que en la tasa la razón está en la contraprestación; en la contribución en la ventaja o
beneficio y en el impuesto la capacidad contributiva.
2) Teoría Anticausalista: (Villegas, Fonrouge, Giuliani) Rechazan que la causa sea un elemento de la obligación
tributaria.
HECHO IMPONIBLE
Hipotesis legal condicionante que acaecida, genera la obligación tributaria en el supuesto de no verificarse otras
hipótesis legales neutralizantes, es el hecho tributario.
-Puede describir hechos o situaciones ajenas a toda actividad o gasto estatal (impuestos).
-Puede consistir en una actividad administrativa o judicial (tasa).
-Puede consistir en un beneficio derivado de una actividad o gasto del estado (contribución).
El acaecimiento de esta hipótesis legal, trae como principal consecuencia la potencial obligación de una persona de
pagar un tributo al fisco.
El hecho imponible debe estar descripto por la norma en forma completa, para permitir conocer con certeza cuáles
hechos o situaciones engendran potenciales obligaciones tributarias: es decir que la norma debe contener
indispensablemente:
a) Descripción objetiva de un hecho o situación (aspecto material).
b) Datos necesarios para individualizar a la persona que debe realizar el hecho o encuadrarse en la situación
descripta (aspecto personal).
c) El momento en que debe configurarse el hecho imponible (aspecto temporal).
d) El lugar donde debe acaecer el hecho imponible (aspecto espacial).
ASPECTOS
ASPECTO MATERIAL: la obligación, la descripción objetiva del hecho concreto que el destinatario legal tributario
realiza o la situación en que el destinatario legal tributario se haya a cuyo respecto se produce. Este elemento siempre
presupone un verbo (es un “hacer”, “dar”, “ser”, “estar”, etc.) Ejemplo: en el impuesto sobre el PN el aspecto material
es “ser” el poseedor de un PN.
ASPECTO PERSONAL: aquél que realiza el hecho o se encuadra en la situación que fueron objeto del “elemento
material” del hecho imponible; este realizador es denominado “destinatario legal tributario”, que puede o no ser el
sujeto pasivo de la relación jurídico-tributaria principal. Por ej. En el impuesto a los premios, el destinatario legal del
tributo es el ganador de un premio en dinero; pero la ley sustituyó este destinatario por el Ente Organizador del Juego
o Concurso.
ASPECTO ESPACIAL: indica el ámbito de aplicación, el lugar en el cual el destinatario legal del tributo realiza el
hecho o se encuadra en la situación descripta. Es preciso ver que mundialmente hay diferentes criterios de
atribuciones de potestad tributaria:
- pertenencia política: quedan obligados a tributar todos los que hayan nacido en un país; no es necesario que
sigan viviendo allí. Aquí no interesa el lugar donde acaeció el hecho imponible.
- Pertenencia social: quedan obligados a tributar los que vivan, se domicilien en un país. Aquí tampoco es
relevante el lugar de acaecimiento del hecho imponible.
- Pertenencia económica: queda obligado a tributar el que posea bienes y obtenga rentas o realice actos o
hechos dentro del territorio de un país. Este es el criterio adoptado por Argentina.
ASPECTO TEMPORAL: indicador del momento exacto en que se configura el aspecto material del hecho imponible,
ya sea cuando se verifica o cuando puede verificarse. La indicación del momento exacto es fundamental para una
serie de aspectos relativos a la debida aplicación de la ley tributaria (retroactividad, plazo de prescripción, plazo a
partir del cual se devengan intereses, etc).
IMPUESTOS FIJOS: la cuantía del tributo está especificada ab initio y directamente en el mandato de la norma. Por
ej. Esto se da en el impuesto de sellos.
Objetivas: son aquéllas en que las circunstancias neutralizante está directamente relacionada con los bienes que
constituyen la materia imponible, sin influencia alguna de la “persona” del destinatario legal tributario. Ej: en los
impuestos internos existen exenciones relativas a mercaderías nacionales que se exportan, a jarabes medicinales, etc.
IMPUESTOS VARIABLES: la cuantía no está directamente especificada sino que necesita otro elemento para poder
transformar la obligación en cifra.
BASE IMPONIBLE:
El elemento cuantificante necesita de otros elementos dimensionantes para poder transformar la obligación en cifra.
Este elemento cuantificante contiene cierta magnitud a la cual llamamos “base imponible”.
Esta puede ser una magnitud numéricamente pecuniaria (ej: valor de un inmueble) o puede no serlo; en éste último
caso deberá consistir en una magnitud a la cual se le asigne cierta relevancia económica, de modo tal que pueda
servir de sustento al importe tributario (ej: un libro de algo).
La diferencia en que la base imponible sea una magnitud numéricamente pecuniaria o no lo sea, salta a la vista. En el
primer caso, sobre esa magnitud será factible aplicar el porcentaje o tanto por ciento denominado “alícuota” (por
ejemplo el 0,6% del valor de un inmueble). El segundo caso, como carecemos de magnitud numérica pecuniaria, será
lógicamente imposible aplicar porcentaje alguno. De esto surge la diferencia entre los importes tributarios “ad
valorem” y “específicos”.
ALICUOTA: porcentaje o tanto por ciento aplicable sobre la magnitud numérica de generalidad.
-INSTANTANEOS: el solo acaecimiento del hecho es suficiente, Ej: IVA, determinado por ley.
-DE EJERCICIO:
PASIVO
La corriente mayoritaria divide a los sujetos pasivos en dos grandes categorías:
contribuyentes (suj. Pasivos por deuda propia) y responsables (sujetos pasivos por deuda ajena), subdividiendo a
estos últimos en donde encontramos la sustitución tributaria. Villegas adopta la postura de la división tripartita entre
los sujetos pasivos, los que delimito así: a) contribuyente es el destinatario legal tributario a quien el mandato de la
norma obliga a pagar el tributo por si mismo. Como es el realizador del hecho imponible, es un deudor a titulo propio,
b) Sustituto es aquel sujeto ajeno al acaecimiento del hecho imponible, que sin embargo y por disposición de la ley
ocupa el lugar del. destinatario legal tributario: El sustituto es quien paga "en lugar de". c) Responsable solidario es el
tercero también ajeno al acaecimiento del hecho imponible, pero a quien la ley le ordena pagar el tributo derivado de
tal acaecimiento. A diferencia del anterior, no excluye de la relación jurídica al destinatario legal tributario, que al ser
el deudor a título propio y mantener la obligación de pagar el tributo al fisco en virtud de la solidaridad, es sujeto
pasivo a titulo de "contribuyente". El responsable solidario es quien esta "al lado de".
- CONTRIBUYENTES:
Es el destinatario legal tributario que debe pagar el tributo al fisco. Se trata de un deudor a título propio y es el
realizador del hecho imponible.
Con relación a los sucesores, la situación de los herederos respecto a la deuda tributaria del causante se rige por el
derecho civil. El heredero es el continuador de la persona del causante y responde por la deuda tributaría, incluso con
sus bienes.
Si hay pluralidad de herederos, cada uno debe responder por su cuota parte, ya que según el Código Civil no se
presume la solidaridad entre los herederos.
En cuanto a los sucesores a título singular, las leyes tributarias disponen que el adquirente es solidario con el
cedente por todo lo adeudado por este último hasta la transferencia aunque con limitaciones, ya que diversas causas
por ejemplo, si se estima que el cedente tiene adecuada solvencia hacen caducar la responsabilidad del adquirente.
Debe destacarse que la calidad de contribuyente no es trasmisible o sustituible por voluntad de los particulares.
Debe también hacerse alguna especial consideración con respecto a los llamados conjuntos económicos. Como dice
Giulliani Fonrouge es necesario para que exista conjunto económico un todo orgánico con autonomía funcional y
desarrollando actividades como ente independiente. En realidad, dicho conjunto no suele ser contribuyente de la
obligación tributaria en el derecho tributario argentino, ya que quienes responden son las personas o entidades que
integran el conjunto, en forma solidaria. En este sentido se consideran a los integrantes del conjunto económico como
codeudores del impuesto.
- RESPONSABLES SOLIDARIOS:
No se excluye de la relación jurídica tributaria principal al destinatario legal tributario, pero se ubica a su lado a un
tercero ajeno a la producción del hecho imponible y se le asigna el carácter de sujeto pasivo de esa relación jurídica.
El realizador del hecho imponible (el destinatario legal tributario) y el tercero extraño a la realización del hecho
imponible coexisten como sujetos pasivos indistintos de la relación jurídica tributaria principal.
Este tercero recibe el nombre de responsable. En efecto, todos aquellos a quienes la ley declara sujetos pasivos de
aquella relación (o sea, potenciales deudores) son igualmente responsables" con respecto a la pretensión crediticia
estatal, con prescindencia de si son o no los "realizadores" del hecho imponible.
Si la ley crea un responsable solidario, el destinatario legal del tributo permanece dentro de la relación jurídica bajo
la denominación de contribuyente. Surge entonces un doble vínculo obligacional cuyo objeto (la prestación tributaria)
es único. Ambos vínculos (fisco con contribuyente y fisco con responsable solidario) son autónomos pero integran una
sola relación jurídica por identidad de objeto.
Los principales responsables solidarios en el derecho tributario argentino son: i) el cónyuge que perciba y disponga
rentas propias del otro; 2) los padres, tutores y curadores de los incapaces; 3) los síndicos concursales;
4)administradores de las sucesiones 5) directores y demás representantes da sociedades o entidades; 6)
administradores de patrimonios; 7) funcionarios públicos; 8) escribanos; 9) agentes de retención y de percepción.
SUSTITUTOS
El sustituto que es ajeno a la realización del hecho imponible- ocupa el puesto que hubiera debido ocupar el
'4realizador" del hecho imponible, y desplaza a este último de la relación jurídica tributaria principal.
Por ello, el sustituto no queda obligado junto a el destinatario legal tributario (como sucede con el responsable
solidario), sino en lugar del destinatario legal tributario. Teorías sobre la naturaleza jurídica de la sustitución
tributaria:
1) El sustituto no existe. Lo que la doctrina llama sustituto es en realidad el único contribuyente del tributo.
2) La sustitución es una especial forma de ejecución contra terceros.
3) El sustituto es un intermediario que recauda por cuenta del Estado.
4) El sustituto es un representante ex lege
5) La sustitución tributaria es una categoría de la más amplia institución de la sustitución en el derecho público
6) La sustitución es una figura típica del derecho tributario.
Villegas es escéptico en cuanto a la utilidad de encontrar la naturaleza jurídica de la sustitución tributaria.
El sustituto existe porque el legislador lo ha creado para posibilitar o facilitar la mejor consecución dc la principal
finalidad para la cual el tributo es creado.
a) Impuesto a las ganancias - Si un pagador nacional está imposibilitado de practicar amputación retentiva sobre
ganancias gravadas de residentes en el exterior (que son los destinatarios legales del tributo), debe sustituirlo en el
pago del tributo al fisco, sin perjuicio del obvio resarcimiento
b) Impuesto sobre el patrimonio neto. Se configura sustitución cuando existen bienes situados en el país cuyos
dueños (que son los destinatarios legales tributarios del gravamen) están domiciliados, ubicados o radicados en el
extranjero. A tal fin, la ley dispone que todo sujeto del país que se hallé con el destinatario del exterior en cualquiera
de las situaciones de nexo económico o jurídico que la ley menciona). Ej., que tenga la tenencia, custodia o
administración de un bien sito en el país) debe pagar anualmente un porcentaje del valor del bien en sustitución del
personaje del exterior. El sustituto nacional tiene derecho a reintegrarse el importe abonado, reteniendo o ejecutando
directamente los bienes que dieron origen al pago por sustitución.
c) Impuesto a los premios de determinados juegos y concursos. Quien obtiene un premio (en dinero o especie) en
los juegos y concursos que la ley comprende, es el destinatario legal del impuesto, pero es sustituido en cuanto a la
sujeción pasiva y queda filera de la relación jurídica tributaria ppal. El vinculum juris se traba entre el sujeto activo
“fisco” y el pasivo "sustituto" (que es el ente organizador del juego o concurso). El resarcimiento se produce mediante
retención o percepción en la fuente, según el caso.
PERCEPCION DE FUENTE:
La fuente de la obligación de pagar tributos es la ley. La voluntad jurídica de los individuos no es apta para crear la
deuda tributaria.
Mediante la ley, el legislador presenta la hipótesis condicionante llamada "hecho imponible", y entonces ese pasa a
ser un concepto jurídico. Mientras no esté vertido en la ley, ningún presupuesto de hecho genera obligación
tributaria. A su vez, la ley debe atenerse a las disposiciones constitucionales, y el poder judicial debe velar para que
no se viole ese acatamiento de la ley a la Constitución en sus postulados esenciales.
A. RETENCION: es un deudor del contribuyente o alguien que por su función pública, actividad, oficio o profesión, se
halla en contacto directo con un importe dinerario de propiedad del contribuyente o que éste debe recibir, ante lo cual
tiene la posibilidad de amputar la parte que corresponde al fisco en concepto de tributo.
A. PERCEPCION: es aquel que por su profesión, oficio, actividad o función, está en una situación tal que le permite
recibir del contribuyente un monto tributario que posteriormente debe depositar a la orden del fisco (la denominación
de "agente de recaudación" es equivalente)
INFORMACION:
Solidaridad tributaria y el derecho de resarcimiento.
Solidaridad tributaria.
Hay solidaridad tributaria cuando la ley prescribe que dos o más sujetos pasivos quedan obligados al cumplimiento
total de la misma prestación. Los vínculos son autónomos porque el fisco puede exigir indistintamente a cada uno la
totalidad de la deuda; pero como integran una sola relación jurídica tributaria por identidad de objeto son también
interdependientes.
La solidaridad puede ser establecida entre diversas categorías de sujetos pasivos. Así, en primer lugar, la
solidaridad de "contribuyentes" entre sí, cuando son plurales. Se trata de diversos sujetos pasivos "realizadores" del
hecho imponible y deudores a titulo propio (e-j. los condóminos de un inmueble respecto al impuesto inmobiliario).
El hecho de ser esos contribuyentes solidarios, destinatarios legales tributarios sólo en forma parcial, tiene
consecuencias jurídicas. En virtud de la solidaridad, el Estado ejecutará la totalidad de la deuda en la persona del
contribuyente solidario que elija. Pero el contribuyente solidario pagador tendrá derecho a resarcirse, cobrando a cada
uno de los co-obligados su parte proporcional. Ello en virtud del universal principio del "enriquecimiento sin causa"
La importancia de estos diferentes tipos. de solidaridad estriba en lo siguiente: Cuando es a los "contribuyentes" a
quienes toca ser "solidarios", su solidaridad es resuelta genéricamente por el legislador y sin necesidad de ley
expresa, lo cual sucede ya sea que esa solidaridad esté establecida con otros contribuyentes o con responsables
solidarios.
En cambio, la designación de un tercero ajeno al hecho imponible como responsable solidario sólo puede provenir
de ley expresa.
El resarcimiento.
La relación jurídica de resarcimiento que interesa al derecho tributario material es aquella que se entabla entre el
sujeto pasivo que pagó el tributo al fisco sin ser destinatario legal tributario, o que es destinatario legal tributario en
menor medida de lo que pago, por una parte, como acreedor, y por la otra, el destinatario legal tributario, como
deudor.
El acreedor del resarcimiento puede ser: a) el responsable solidario que pagó el tributo al fisco y que se resarce a
costa del contribuyente; b) el sustituto que pagó el tributo al fisco y se resarce a costa del sustituido; e) uno de los
contribuyentes plurales solidarios que pagó el total del tributo y se resarce a costa de los restantes contribuyentes.
El deudor del resarcimiento es siempre el destinatario legal tributario, o sea, a quien dio el papel de realizador del
hecho imponible.
Lo mejor seria que esa nómina legal estuviese inserta dentro del ordenamiento tributario, pero aún cuando la ley
nada diga, ello no implica la negación del derecho a resarcirse, por parte de quien pagó una deuda tributaria total o
parcialmente ajena y en virtud del universal principio del enriquecimiento sin causa.
Quiere decir que:
-Si el resarcimiento es anticipado (mediante retención o percepción en la fuente), el monto que el agente de
retención o percepción paga al fisco es tributo, pero no lo es el importe que el agente de retención detrae o el agente
de percepción adiciona al destinatario legal tributario;
-Si el resarcimiento es posterior, es tributo la prestación que el responsable solidario o el sustituto efectúan al
fisco, más no lo es, el monto que el destinatario legal tributario debe entregar al pagador por deuda ajena como
consecuencia del ejercicio de la acción de reembolso (también denominada acción de resaca o de regreso).
Tratándose de una obligación de dar, el medio general de extinción es el pago. Además, otros modos de extinguir
la obligación son aplicables en matera tributaria. El Modelo de C.T.AL. menciona los siguientes medios de extinción:
Pago, compensación, transacción, confusión, condonación y prescripción. Los trataremos en ese orden pero omitiendo
la transacción que nuestro derecho positivo no admite.
Modos de extinción: pago, compensación, confusión, novación, renuncia del acreedor o remisión.
Pago.
Presupone la existencia de un crédito por suma liquida y exigible a favor del fisco. Son aplicables al pago las
normas del derecho civil, aunque con carácter supletorio. Para algunos autores es un acto jurídico, para otros es un
hecho jurídico, y según otra posición tiene una naturaleza contractual.
Esta última es la posición de la CSJN, quien ha declarado que el acto del pago crea una situación contractual
exteriorizada por el recibo que el Estado otorga al contribuyente y por virtud del cual el deudor obtiene la liberación
de su obligación.
Esta posición es jurídicamente objetable, y de efectos criticables. Es asimismo destacable que según reiterada
jurisprudencia, la boleto de depósito bancario de importes tributarios, no tiene la entidad de recibo de pago otorgado
por el fisco acreedor, dado que las instituciones bancarias no tienen facultad de decidir sobre la corrección del pago.
Los sujetos pasivos son quienes deben realizar el pago, pero también el Modelo del C.T.AL. expresa en su art. 34
'los terceros extraños a la obligación tributaria también pueden realizar el pago, subrogándose sólo en cuanto al
derecho de crédito y a las garantías, preferencias y privilegios sustanciales".
Es decir, que nada obsta a que un tercero efectúe el pago liberando al deudor. Nuestra doctrina y jurisprudencia,
en concordancia con la solución del Modela de CTAL, coinciden en negar al tercero el ejercicio de la vía de ejecución
fiscal, por entenderse que es un procedimiento de excepción instituido a favor del fisco exclusivamente.
Debe destacarse muy especialmente que los pactos particulares respecto de la carga de la obligación tributaria
pueden ser válidos entre ellas, pero no tienen efecto alguno en relación al fisco.
Compensación.
Este medio extintivo tiene lugar cuando dos personas reúnen por derecho propio la calidad de acreedor y deudor
recíprocamente.
El autor italiano Tesoro dice que la compensación no puede operarse en derecho tributario porque el fisco necesita
recaudar rápidamente los tributos y porque los créditos contra el Estado no son ejecutables; sin embargo, la
tendencia de los ordenamientos tributarios modernos se manifiestan a favor de la compensación aunque
generalmente limitada a créditos y deudas fiscales.
El modelo de C.T.A.L. está en esta tendencia, y su art. 48 admite compensar de oficio o a petición de partes los
créditos del fisco por tributos, con los créditos que el sujeto pasivo tenga por el mismo concepto.
Según se explica en el Modelo se admite que los créditos líquidos y exigibles se compensen.
Según la ley 11.683, el contribuyente o responsable pueden compensar sus deudas hacia el fisco nacional con sus
saldos favorables, siempre que la DGI ya hubiese acreditado ese saldo favorable del sujeto, o que éste hubiere
consignado tal saldo en declaraciones juradas anteriores no impugnadas.
A su vez, la administración fiscal puede compensar de oficio los saldos acreedores del contribuyente con las deudas
o saldos deudores de impuestos declarados por aquél o determinados por la Dirección y concernientes a períodos no
prescriptos, comenzando por los más antiguos, pudiendo provenir esos saldos deudores de distintos gravámenes
sometidos al régimen de la ley 11.683. Igual facultad tendrá la administración para compensar multas firmes con
impuestos y accesorios, y viceversa.
Vemos que tanto en la compensación que puede hacer valer el fisco, como el sujeto pasivo, su oposición depende
de la voluntad unilateral de la parte facultada (siendo obligatoria, en cambio, para la parte contra la cual la
compensación se opone). Pero si el fisco hace uso de su facultad de compensar los saldos acreedores de un
contribuyente con sus deudas tributarias, ello importa reconocer la existencia de esos saldos acreedores favorables al
contribuyente. En consecuencia, dicho contribuyente puede repetir su importé en la medida que exceda el de las
deudas tributarias. Por otra parte, ese reconocimiento por el fisco opera como interruptor de las prescripción que
podría estar corriendo a su favor.
a efecto de la compensación es la extinción de ambas deudas hasta el importe de la menor, quedando subsistente
la mayor por el saldo restante.
Confusión.
Se opera la extinción por confusión cuando el sujeto activo de la obligación tributaria (el Estado), como
consecuencia de la trasmisión de los bienes o derechos sujetos a tributo, queda colocado en la situación del deudor.
Esta situación se produce muy raramente en derecho tributario; por ejemplo: en el caso de que el Estado recibe una
herencia en cuyo pasivo figuran deudas tributarias.
Villegas no esta de acuerdo con la tesis de Giulliani Fonrouge, según la cual también puede darse la confusión
cuando el Estado pasa a ser sucesor a titulo singular de vienes cuya propiedad sea circunstancia determinante del
tributo (ej. Impuestos inmobiliarios adeudados con relación a inmuebles que el Estado expropia). Ello porque el
impuesto no es una carga real que siga a la cosa, sino el objeto de una relación jurídica personal.
Novación
En el caso de deudas tributarias no pagadas a su debido tiempo, tales deudas originarias quedan extinguidas
mediante el sometimiento del deudor al régimen de regularización patrimonial
Cuando se produce el acogimiento, los deudores suelen declarar sus gravámenes orrundos y sobre tales montos se
aplica una alícuota reducida, de la cual surge una deuda tributaria inferior a la que habría correspondido si se hubiese
cumplido en tiempo y forma la originaria obligación tributaria. Surge entonces una nueva deuda para con el fisco,
cuyo importe dependerá de la alícuota que se fije sobre los montos impositivos omitidos.
Consiste en la transformación de una obligación en otra, lo cual viene a significar la sustitución de una obligación
por otra tributaria, al tiempo que queda extinguida la primera. No cabe duda en cuanto a la extinción de la originaria
obligación sustancial tributaria, por cuanto en su lugar aparece otra obligación diferenciable por su objeto que pasa a
ser tributo de menor monto.
Condonación y remisión.
El poder legislativo puede dictar leyes de condonación de tributos y sanciones fiscales, y por cierto que en nuestro
país ha usado ampliamente esta facultad en numerosas oportunidades y con diversos alcances.
En cambio, no es unánime la opinión en cuanto a la posibilidad de que la administración efectúe remisión de
deudas de esa índole; en Italia se considera, generalmente, qué existe prohibición absoluta al respecto, en tanto que
otras legislaciones la autorizan con restricciones.
En Argentina está permitida y desgraciadamente se la practica con demasiada frecuencia, con injuria de principios
éticos (Gullianí Fonrauge).
Prescripción. de los poderes y acciones del fisco y de las obligaciones tributarias. // Plazos.
Cuando el deudor queda liberado de su obligaci6n por la inacción del Estado (su acreedor) por cierto período de
tiempo. El principio general es que todas las obligaciones tributarías son prescriptibles. En una rápida visión
panorámica del régimen argentino en la materia, observamos que según el art. 53 de la ley 11.683, si el
contribuyente se halla inscrito en la DGI o, no tiene obligación de hacerlo, o él mismo registra espontáneamente su
situación, la prescripción de su obligación sustancial se operará en el término de cinco años, pasado el cual el fisco
carecerá de acción para reclamarle el pago de la suma que debió pagar y no pagó.
Si, al contrario, el contribuyente no está inscrito en la DGI, teniendo la obligación de hacerlo o no regularizó
espontáneamente su situación, su obligación sustancial en cuanto a importes no ingresados prescribirá en cl plazo de
diez años.
El Código Fiscal de Buenos Aires estipula un único plazo de 5 años transcurrido el cual prescribe la facultad fiscal
de determinar obligaciones tributarias o de verificar y rectificar declaraciones juradas de los contribuyentes. En
cambio, se fija en diez años el plazo de prescripción de la acción fiscal para el cobro judicial de tributos.
Tampoco hay uniformidad con respecto a la fecha a partir de la cual debe contarse el término. Según ley Il.683, el
Código Fiscal de Buenos Aires y el Código Tributario de Córdoba, la acción comienza a prescribir a partir del primer día
de enero siguiente al año en que se produzca el vencimiento de los plazos generales para la presentación de
declaración jurada e ingreso del gravamen. Otros tributos, en cambio, regidos por ordenamientos que no tienen
disposición específica al respecto, deben regirse por el principio general del Código Civil, y por tanto la prescripción
comienza a contarse desde el momento en que nace el crédito fiscal. Respecto a la interrupción de la prescripción (la
interrupción tiene como no transcurrido el plazo de la prescripción que corrió con anterioridad al acontecimiento
interruptor), observamos que la ley civil admite dos causas que son la demanda judicial y el reconocimiento del
derecho del acreedor. El Código Fiscal de Buenos Aires menciona las siguientes dos causales de interrupción: 1) el
reconocimiento, expreso o tácito, de la obligación 2) cualquier acto judicial o administrativo tendiente a obtener el
pago.
Otras leyes fiscales introducen como tercer causal la renuncia al término corrido de prescripción en curso, lo cual
tiene criticas doctrinales.
Por último, y en lo relativo a la suspensión de la prescripción (la suspensión inutiliza para la prescripción su
tiempo de duración, pero desaparecida la causal suspensiva, el tiempo anterior a la suspensión se agrega al
transcurrido con posterioridad), la ley 11.683 establece los siguientes casos: en la determinación de oficio o cuando
medía resolución que aplica multas, se suspende cl curso de la prescripción de la acción fiscal por el término de un
año contado desde la fecha de intimación administrativa de pago.. Sin embargo, si se interpone recurso de apelación
ante el Tribunal Fiscal, el término de suspensión se prolonga hasta noventa días después de notificada la sentencia del
citado tribunal que declare su incompetencia, determine el tributo o apruebe la liquidación practicada en su
consecuencia.
El art. 69 inc. b) de la ley ll..683 autoriza a renunciar a la prescripción en curso, y está en pugna con el art. 3965
del Código Civil cuya nota dice que "renunciar con anticipación a la prescripción es derogar por pactos una ley que
interesa al orden público, fomentando la injuria en perjuicio de la unidad general"
Esta disposición de excepción es frecuentemente utilizada por la administración para disimular su morosidad y
como elemento dc coacción contra los contribuyentes, que no osan sustraerse al requerimiento de los funcionarios por
temor a represalias que podrían afectar su situación fiscal.
¿Es válida la disposición del art. 69 inc. b) de dicha ley?
Para quienes creemos (Jarach y Soler) en la autonomía del derecho financiero o del tributario, no es dudosa su
validez. Se trata de una norma equivocada y opuesta a los fundamentos de la institución de la prescripción, pero que
constituye una de las tantas derogaciones a los principios generales del derecho privado. En cambio, si partimos de la
base de que la materia se rige por las normas del Código Civil corno -interpreta la Corte Suprema- la conclusión debe
ser otra.
La ley 11.683 es de alcance limitado, válida para ciertos supuestos únicamente. Dicha ley ha sido dictada por el
Congreso, pero actuando en el ámbito restringido que señala el inc. 30 del art. 75 y ni siquiera tiene aplicación
respecto de otros tributos nacionales, tales como las contribuciones especiales, etc., de manera que no podrá
prevalecer sobre el Código Civil (Constitución Nacional art. 31) y siendo que éste, en el art 3965, prohíbe renunciar a
la prescripción en curso por las razones consignadas en la nota del codificador, es indudable que para el
tradicionalismo civilista resulta inválida una norma como la examinada de la ley fiscal.
Exención tributaria: la desconexión entre hipótesis y mandamiento es total. Puede ser (la exención) subjetiva u
objetiva.
- Subjetiva: son aquellas en que la circunstancia neutralizante es un hecho o situación que se refiere
directamente a la persona del destinatario legal tributario. Así las entidades gremiales, científicas, religiosas,
etc que se consideran de bien público y no persiguen fines lucrativos, se hallan generalmente exentas (por
ejemplo los impuestos a las ganancias de sellos, IVA, etc).
Beneficios tributarios: cuando la desconexión entre hipótesis y mandamiento no es total sino parcial. Suele otorgarse
dos tipos diferenciados de Beneficio Tributario:
I. En algunos casos, se produce una neutralización cuantitativamente parcial del efecto normal derivado de la
realización del hecho imponible. Es decir, el sujeto pasivo paga el tributo, pero en menor cantidad a la que el
legislador previó como monto pecuniario generado por el hecho imponible realizado. Un ejemplo es el de la deducción
del impuesto a las ganancias de los montos invertidos en vivienda para alquilar.
II. En otros supuestos, la neutralización es temporalmente parcial. Esto significa: no se disminuye el monto
trtibutable, pero se dispensa de pago por un cierto período de tiempo (ese puede ser uno de los efectos de la
declaración de las zonas de emergencia)
Las normas que establecen exenciones y beneficios tributarios son taxativas y deben ser interpretadas en forma
escrita.
Domicilio Fiscal.
Con respecto a las personas físicas, se considera domicilio el lugar de su residencia habitual y subsidiaria el lugar
donde ejercen sus actividades específicas. En lo que respecta a las personas colectivas, se considera domicilio el lugar
donde está su dirección o administración efectiva y subsidiariamente, en caso de no conocerse tal circunstancia, el
lugar en donde se halla el centro principal de su actividad.
El M.C.T.A.L agrega que en caso de existir más de un domicilio se considerará a los efectos tributarios el que elija
el sujeto activo, o sea el físico. Agrega que en caso de no existir domicilio, se tendrá como tal aquél donde ocurra el
hecho generador.
Privilegios:
Es el derecho dado por la ley a un acreedor para ser pagado con preferencia de otro. En el caso de tributario, el
privilegio puede definirse como la prelación otorgada al fisco en concurrencia con otros acreedores, sobre los bienes
del deudor.
El privilegio del fisco cubre toda clase de tributos, refiriéndose tanto a tributos nacionales, provinciales y
municipales.
El privilegio fiscal, sin embargo solo protege la deuda tributaria en si misma. No protege las sumas que se
agreguen por otros conceptos (por ejemplo intereses moratorios) ni las multas, dada su distinta finalidad (sancionar)
con relación al tributo (cubrir gastos públicos)
Autoridades administrativas.
AFIP: ente de ejecución de la política tributaria y aduanera de la Nación. Actúa como entidad autárquica en lo
que se refiere a su organización y funcionamiento, bajo la superintendencia general y control de legalidad que ejerce
sobre ella el Ministerio de Economía. Depende de ella la DGI y la DGA (Dirección General de Aduanas).
La AFIP se encuentra a cargo de un Administrador Federal designado por el PEN a propuesta del Ministerio de
Economía. Además existen un Director General a cargo de la DGI, y otro a cargo de la DGA, y subdirectores
generales cuyo número y competencia son determinados por el PEN.
Juez administrativo.
El administrador federal y los directores generales en su jurisdicción actuaran como jueces administrativos y
determinaran que funcionario y en que medida los sustituirán en dicha función. El sustituto deberá ser abogado o
contador público nacional, salvo cuando no fuere posible por la zona del país, debiendo ser en este caso funcionarios
con antigüedad mínima de 15 años en el organismo y que se haya desempeñado en tares técnicas o jurídicas en los
últimos 5 años.
Naturaleza jurídica.
Villegas sostiene que es declarativa porque la determinación no hace sino ratificar cuando se produce el
hecho imponible con que nació realmente la obligación tributaria.
Además, dice que quienes la consideran constitutiva confunden dicho término con condición de eficacia.
Determinación mixta.
La realiza la administración (AFIP) con la cooperación del sujeto pasivo, quien brinda los datos que el Fisco le
pide, pero el monto a pagar lo fija el Fisco. En nuestro sistema la determinación tiene carácter excepcional y se aplica
por ejemplo a deudores aduaneros.
Se trata de un deber de carácter formal o instrumental que el Fisco exige de los contribuyentes responsables,
solidarios o sustitutos de terceros. En cuanto al tipo de obligación, puede decirse que se trata de una obligación de
hacer.
Etapa instructoria
En ella el fisco intentará llegar a la verdad de los hechos, tratando de conseguir los datos necesarios para
llegar a una precisa, clara y circunstanciada atribución de la deuda tributaria y de evitar que desaparezcan elementos
probatorios de los hechos o situaciones que motivaron la atribución de deuda.
Prerrogativas
En líneas grales, la administración puede interrogar a sujetos pasivos (SP) reales o presuntos, a terceros que
nada tengan que ver con la deuda que se investiga, pero que pueden hacer alguna aportación útil respecto a ella (pej.
Bco en el que opera el investigado); puede examinar libros, anotaciones, documentos, facturas, comprobantes;
realizar inspecciones; realizar o requerir pericias y estudios técnicos; solicitar el auxilio de la fuerza pública si tropieza
con inconvenientes en el ejercicio de sus funciones; etc.
Sobre base presuntiva: cuando el fisco carece de dichos elementos la determinación se practica sobre la base de
indicios o presunciones discreta y razonablemente aplicados (pej. capital invertido, monto de compras y ventas,
existencia de mercaderías, utilidades obtenidas en otros períodos fiscales, etc).
Presunciones
Una presunción permite inferir hechos desconocidos, partiendo de otros conocidos. Podría definirse como el
acto de aceptar la verdad de un hecho por la evidencia de otro del que normalmente depende aquel hecho no probado
y cuyo propósito es el fe facilitar el procedimiento determinativo del Fisco.
Presunción legal: es aquella regulada por normas jurídicas (trasladan la carga de la prueba al SP de la obligación
tributaria). Puede ser absoluta (juris et de jure), cuando no admite prueba en contra, o relativa (juris tantum), en
caso que la admitiera.
Presunción humana o simple: está vinculada con la simple apreciación que haga el juez de los hechos imponibles. Se
refiere a hechos y circunstancias conocidos, vinculados con el presupuesto fáctico, que posibilitan en casos
particulares, inducir la existencia y medida del mismo.
Tributarista: el DPT es un capítulo del derecho tributario. Giuliani dice que el derecho tributario es un todo
orgánico con aspectos diversos pero interconectados y no separados, y estima que las infracciones y
sanciones pertenecen a una misma categoría jurídica ilícita – fiscal. Sostiene que la singularidad de las
sanciones tributarias no permite aplicarle las disposiciones del Código Penal, salvo cuando la ley tributaria
remita expresamente a sus normas.
Penalista: el DPT es parte integrante del derecho penal común. Sáinz de Bujanda afirma que existe identidad
sustancial entre la infracción criminal y la tributaria, la única diferencia entre ellas es de carácter formal. El
Código Penal es de obligatoria vigencia para lo relativo a la infracción tributaria y su sanción, a menos que
una norma expresa derogue su aplicación.
Existe un derecho penal general que regula jurídicamente el poder represivo de la sociedad en forma integral, o
sea la potestad pública de castigar y aplicar medidas de seguridad a los autores de infracciones punibles.
Ahora bien, ese derecho penal admite una división según la naturaleza jurídica de las infracciones contenidas:
a) Común: rama del derecho penal general que regula la seguridad de los derechos naturales
y sociales. b) Contravencional o administrativo:
rama que regula la punibilidad de las infracciones al orden de la actividad administrativa tendiente al logro
del bienestar social.
O sea que se puede aplicar las fórmulas del Código Penal siempre y cuando exista congruencia con la esencia de
la contravención fiscal.
El derecho sobre la autonomía o no del DPT surge de la creación de derechos jóvenes que se van
desprendiendo de sus derechos troncales. Surgen dos interrogantes:
1. Puede el DPT modificar las normas del Código Penal?: Mucho se ha discutido sobre la cuestión. Hay quienes
han negado esta posibilidad, sosteniendo que no puede ser deformado el derecho. Pero en general ha
primado la teoría de que esto es factible, con las limitaciones constitucionales y de jerarquía de normas.
Villegas participa de esta última opinión, pero piensa que la tarea debe realizarse con suma prudencia. En el
DPT, concebido de manera integral, existen alteraciones con relación a las clásicas fórmulas penales. Hay
diferencias en algunas legislaciones, por ejemplo, con respecto a la forma como conciben la tentativa y la
reincidencia. El Código Penal adopta la reincidencia genérica y sin embargo el DPT muchas veces toma la
reincidencia específica ; más notorio es el ejemplo de la personalidad de la pena del derecho penal, de donde
el DPT se aparte con regulaciones, como la responsabilidad por el hecho de terceros. También hay
apartamento con la responsabilidad de las personas jurídicas.
2. Cuando el legislador de la rama nueva toma una fórmula de la rama principal y no le introduce ninguna
acepción distinta: rige obligatoriamente el significado que le asigna la rama principal: El DPT habla de dolo,
culpa, fraude, pero no les asigna un contenido particularizado. Cómo se definen? Recuérdese que los
administrativistas sostienen que el Código Penal es aplicable siempre que existiese congruencia con la esencia
contravencional de la infracción tributaria, mientras que los penalistas sostienen que la solución penal es
siempre aplicable, por ser un fondo común sólo excluible por disposición contraria. Villegas piensa que cuando
la ley penal tributaria emplea conceptos e instituciones del derecho penal común y no les da un contenido
particularizado, debe interpretarse que éste es el definido por el Código Penal, por su doctrina y
jurisprudencia, tal como es ese concepto o esa institución en el derecho troncal, así en principio deber regir el
Código Penal, y si la solución no es congruente debemos modificarla legislativamente.
No obstante, cabe aclarar que si mediante su normatividad la ley tributaria regula una
cuestión penal en forma diferente de la del derecho común, esto significará el desplazamiento de dicha norma
de derecho penal común, que se tornará inaplicable sin necesidad de normas expresas de derogación del
Código Penal. Sin embargo, este desplazamiento no puede producirse en cuanto al derecho tributario
provincial o municipal, dado que sus normas son de inferior categoría a las nacionales (art. 31 CN) por lo cual
y conforme al principio de unidad de legislación ( art. 75 inc. 12 CN) no puede contener regulaciones de
carácter general que contraríen disposiciones del Código Penal.
c) Evasión fiscal.
Desde el punto de vista económico – financiero, se considera que hay evasión tributaria o fiscal cuando no se
transfiere o ingresa total o parcialmente al fisco una prestación a título de tributo, por parte de quien aquél considera
(según sus intereses) como una unidad económica sobre la que debe incidir. Conforme este criterio es posible
distinguir entre evasión legal o lícita y evasión ilícita o ilegal, según que el resultado patrimonial se obtenga por
medios legales o ilegales, sin tener en cuenta el elemento subjetivo o intencional.
Las actuales concepciones jurídicas, por el contrario, estiman que toda evasión tributaria o fiscal es siempre
ilícita, resultando un contrasentido hablar de evasión legal, pues una categoría jurídica no puede ser o no ser legal al
mismo tiempo ni hablarse de fraude fraudulento o fraude no fraudulento.
Explican también los juristas actuales que los elementos que integran el concepto de evasión se traduce en el
comportamiento ilícito del particular, incumplimiento el deber de prestación patrimonial que origina la realización del
hecho imponible.
Elusión tributaria.
Alguna doctrina considera que hay elusión tributaria (en oposición a evasión) cuando aquellas acciones u
omisiones tendientes a evitar o disminuir el hecho generador se realizan por medios lícitos, es decir, sin infringir el
texto de la ley.
Villegas dice que hay acuerdo doctrinal en que el término “elusión” se refiere a la elección de formas o
estructuras jurídicas anómalas para esquivar o minimizar la respectiva carga tributaria.
Hay consenso en que quienes incurren en elusión fiscal son aquellos que realizan ciertas arquitecturas
contractuales atípicas cuyo único fin es esquivar total o parcialmente la aplicación de la norma tributaria. La solución
estaría en indagar en el significado gramatical de los términos: no cabe duda que “elusión” significa falsedad, argucia.
Y por otro lado, el análisis jurídico muestra que para la ley argentina, la utilización de formas o estructuras jurídicas
impropias de las cláusulas de comercio, que a su vez tergiversen la realidad económica de los actos y que eso incida
en esquivar tributos, es una presunción de defraudación fiscal.
Ello lleva a descartar las teorías de quienes sostienen que el término “elusión” puede ser utilizado para
describir acciones legales.
Ahora bien, el problema fundamental consiste en no confundir evasión tributaria por abuso en las formas
(elusión) con la “economía de opción” o “evitación” mediante la utilización de formas jurídicas menos gravosas, que es
válida y perfectamente legítima. O sea que configuraría elusión el supuesto de recurrir a formas manifiestamente
inadecuadas y anormales con relación al acto o negocio jurídico que se pretende llevar a cabo, si esa recurrencia
obedece al deliberado propósito de no pagar el tributo que grava el acto o negocio jurídico realmente perseguido.
En la evitación el futuro contribuyente se limita a elegir alguna entre diversas formas jurídicas igualmente
legítimas que el derecho privado pone a su alcance, pero la diferencia con el supuesto de abuso de formas (elusión) es
que en la evitación el hecho de adoptar una determinada voluntad ostensible y otra diferente es ocultar.
En conclusión, una cosa es ordenar los negocios en forma de pagar menos tributos eligiendo la forma jurídica
lícita más favorable, y otra distinta es recurrir a artificiosas y arbitrarias manipulaciones en el hecho imponible,
distorsionándolo mediante simulaciones que alteran la vestidura jurídica normal. La elusión es siempre fraudulenta y
es una conducta antijurídica.
Ilícitos Tributarios.
Extinción de la acción penal. (Se otorga por única vez a toda persona física o jurpidica obligada).
En los casos de evasión simple, la acción penal se extinguirá si el obligado:
Acepta la liquidación o la determinación realizada por el organismo recaudador.
Regulariza su situación.
Paga el monto de la misma en forma incondicional y total, antes de formularse el requerimiento fiscal de
elevación a juicio.
Delitos tributarios.
1) Evasión simple.
Caracteres: por declaración engañosa, ocultación maliciosa evadiere total o parcialmente el pago de tributos, cuando
el monto excediere $ 100.000 por cada tributo o ejercicio anual.
Pena: 2 a 6 años.
2) Evasión agravada.
Caracteres: quien mediante ocultaciones maliciosas, declaraciones engañosas, etc evadiere total o parcialmente el
pago de tributos cuando el monto sea superior a $ 1.000.000, monto sea superior a $ 200.000 y hubieren intervenido
personas interpuestas, monto sea superior a $ 200.000 y el obligado utilizare fraudulentamente exenciones, beneficio,
liberaciones, etc.
Pena: 3 años y 6 meses a 9 años e imposibilidad de beneficios fiscales por 10 años.
Delitos previsionales.
1) Evasión simple.
Caracteres: falta de pagos de aportes o contribuciones o ambos conjuntamente correspondientes al sistema de
seguridad social, cuando la suma supere $ 20.000 por cada período.
Pena: 2 a 6 años.
2) Evasión agravada.
Caracteres: igual anterior pero cuando el monto evadido sea superior a $ 100.000 por cada período ; cuando en la
infracción hubiera intervenido personas interpuestas y el monto evadido sea superior a $ 40.000.
Pena: 3 años y 6 meses a 9 años.
Intereses resarcitorios.
Se generan sin necesidad de interpelación por la falta de pago total o parcial de gravámenes, retenciones,
percepciones, anticipos y demás pago fuera de vencimiento.
El interés que se fije no podrá exceder del doble de la mayor tasa vigente (2 % mensual) que percibe en sus
operaciones el Banco de la Nación Argentina. Se da por disposición de la Secretaría de Hacienda. Para Casas son los
llamados recargos. En tanto, que la CSJN les asignó naturaleza penal.
Intereses punitorios.
Surgen una vez iniciada la vía judicial. Cuando sea necesario recurrir a la vía judicial para hacer efectivos los
créditos y multas ejecutoriadas, los importes respectivos devengarán un interes punitorio computable desde la
interposición de la demanda. No puede exceder en más de la mitad de la tasa que deba aplicarse . esto lo dispondrá
la Secretaría de Hacienda. Para Casas no puede superar más de la mitad de la tasa del 3 % mensual.
Multas fiscales.
Privan al autor del fruto de su ilicitud o de su equivalente y privan de algo suplementario con el fin represivo
de castigarlo. Tienen carácter retributivo y reparatorio.
La CSJN dijo que las multas tienen un carácter de indemnización de daños y al mismo tiempo tienen la
finalidad de castigar a los infractores.
Pecuniarias.
Multa: en cierta manera podemos decir que la pena de la ley 11.683 se la considera personal porque no se
transfiere a los herederos del infractor, y si acaece su muerte la multa queda sin efecto, se extingue.
También se puede extinguir por prescripción (el plazo comienza a correr desde el 1 de enero siguiente al año
en que hubiere tenido lugar la violación a los deberes formales o materiales considerados como omisiones
punibles). El art. 20 de la ley 24.769 dispone que la denuncia penal no impide la sustanciación de los
procedimientos administrativos o judiciales. Es decir que aunque haya denuncia penal tributaria contra un
contribuyente, la AFIP puede completar el proceso de determinación de oficio, determinar el impuesto, aplicar
intereses, pero lo que no puede hacer es aplicar multas hasta tanto no haya pronunciamiento (sentencia
definitiva) en sede judicial sobre la denuncia penal tributaria. Una vez firme la sentencia penal, la autoridad
administrativa aplicará las sanciones que correspondan sin alterar las declaraciones de hechos contenidas en
la sentencia judicial.
Comiso: se secuestra la mercadería y se puede secuestrar su transporte.
Impeditivas.
Inhabilitación para ejercer sus funciones.
Clausura: se impide a los contribuyentes que puedan usar en su beneficio establecimientos comerciales,
industriales, agrícolas y ganaderos.
C ) Los ilícitos tributarios en la ley penal tributaria: delitos tributarios; delitos relativos a los recursos de la seguridad
social; delitos fiscales comunes.
La ilegalidad de la llamada elusión tributaria.
Extinción de la acción penal.
Armonización del régimen penal e infraccional.
El derecho procesal tributario esta constituido por el conjunto de normas que regulan las múltiples controversias
que surgen entre el fisco y los particulares, ya sea en relación a la existencia misma de la obligación tributaria
sustancial, a la forma en que le fisco desea efectivizarla, a la validez constitucional de los preceptos normativos que
rigen tal obligación, a los pasos que debe seguir el fisco para ejecutar forzadamente su crédito, a las infracciones que
atribuye y a las sanciones que en su consecuencia aplica; e incluso en relación a los procedimientos que el sujeto
pasivo debe emplear para reclamar la restitución de las cantidades indebidamente pagadas al fisco.
En cuanto a su ubicación científica la doctrina no se pone de acuerdo:
-alguna doctrina ha sostenido que el derecho tributario procesal pertenece como rama científica al derecho
procesal, pero sin embargo, la naturaleza de las controversias vinculadas al tributo exigen que el procesa tributario
tenga particularidades propias.
-guiliani fonrouge considerando la materia tributaria como un todo orgánico e indivisible que no admite
segregaciones no acepta la idea de una autonomía del derecho procesal tributario ni su pertenencia al derecho
procesal y lo ubica dentro del derecho tributario.
-para villegas el derecho procesal tributario es derecho procesal. La añadidura de tributario encierra únicamente un
deseo de identificación: se trata de explicar que al hablar de derecho procesal tributario se abordan solo cuestiones
procesales originadas en el tributo.
CARACTERES GENERALES DEL PROCESO TRIBUTARIO
En los casos de conflictos de intereses las partes dirimen la controversia ante la autoridad jurisdiccional y quedan
sometidas a la decisión de esta.
Pero ese sometimiento deseado por el estado pone a su cargo un deber inexcusable: proveer lo conducente para
que los órganos jurisdiccionales dirimidores de conflictos ofrezcan las suficientes garantías de independencia,
imparcialidad e idoneidad.
Toda generalización encierra arbitrariedad y ello se cumple particularmente en el proceso tributario con respecto al
cual es difícil dar una noción amplia y a la vez precisa. Podremos proporcionar algunas pautas de sus especificidades.
Podremos por ejemplo decir que se trata sobre todo de un proceso de partes y no de un proceso absolutamente
oficioso; pero ello no significa tampoco que se trate de un procedimiento dispositivo semejante al civil, pues las
peculiares motivaciones de la obligación tributaria requieren que la dirección y el impulso del procedimiento estén a
cargo del órgano jurisdiccional con amplia libertad de apreciación aun apartándose de los alegado por las partes.
En la Argentina el proceso tributario se caracteriza como un sistemas procesal con amplias atribuciones del juez
para llegar a determinar las reales situaciones jurídicas sustantivas, esto es, las obligaciones tributarias y las
correspondientes pretensiones del fisco aun más allá de lo alegado y probado por las partes. Ello explica que nos
hallemos con las siguientes peculiaridades: a) dirección e impulso del procedimiento por el tribunal; b) libertad de
apreciación mas allá de las apreciaciones y probanzas de las partes; c) prescindencia en lo posible de formalidades.
El proceso tributario jurisdiccional comienza con posterioridad a todo lo concerniente a la determinación.
Sin embargo, los autores que están en esta posición tienen discrepancias. Así giuliani fonrouge sostiene que el
contencioso tributario comienza con el recurso de reconsideración entablado por el particular contra el propio ente
fiscal que produjo la determinación. Considera que puede haber cierta actividad jurisdiccional en la administración
publica. Otros autores no comparten esta idea. Valdez Costa dice que el contencioso tributario propiamente dicho se
abre con posterioridad a la decisión administrativa definitiva o sea, cuando se agota la vía administrativa con todos los
recursos previstos en el respectivo ordenamiento jurídico.
En igual sentido, Francisco Martinez señala que el proceso jurisdiccional tributario no comienza con el
procedimiento de comprobación que llevan a cabo los organismos recaudadores y que culmina con el acto de
determinación de un impuesto. Este acto carece de naturaleza jurisdiccional como carece también de ella la decisión
administrativa recaída en el recurso de reconsideración. Llega a la conclusión de que la actividad jurisdiccional para
que sea tal debe llevarla a cabo un tercer sujeto que se halla sobre los sujetos que son partes de la relación jurídica
controvertida.
Esta ultima solución es la que adopta el CTAL. Así en el articulo 4 que se denomina “Procedimiento ante la
administración tributaria” se encuentran tanto el tramite de la determinación como las impugnaciones ante la misma
autoridad y en el articulo 5 llamado “Contencioso tributario” están todos los procedimientos estrictamente
jurisdiccionales cuyo conocimiento pertenece privativamente a órganos ajenos a la administración activa.
El Tribunal Fiscal de la Nación: constitución; competencia; amparo por mora; representación y patrocinio; procedimiento;
límites de la sentencia.
RECURSO DE AMPARO.
Su contenido consiste en requerir la intervención del tribunal en el caso en el que una persona física o jurídica se
vea perjudicada en el normal ejercicio de un derecho o actividad por demora excesiva de los empleados
administrativos en realizar un tramite o diligencia a cargo de la AFIP.
El tribunal fiscal de la nación, si lo juzgare procedente en atención a la naturaleza del caos, requerirá del
funcionario a cargo de la AFIP que dentro de breve plazo informe sobre la causa de la demora imputada y forma de
hacerla cesar. Contestado el requerimiento o vencido el plazo para hacerlo, podrá resolver lo que corresponda para
garantizar el ejercicio del derecho del afectado, ordenando en su caso la realización del tramite administrativo o
liberando del al particular mediante el requerimiento de la garantía que estime suficiente.
El vocal instructor deberá sustanciar los tramites previstos en la primera parte del presente articulo dentro de los 3
días de recibidos los autos, debiendo el secretario dejar constancia de su recepción y dando cuenta inmediata a aquel.
Cumplimentados los mismos, elevara inmediatamente los autos a la sala la que procederá al dictado de las
medidas para mejor proveer que estime oportunas dentro de las 48 hs de la elevación, que se notificara a las partes.
Las resoluciones serán dictadas dentro de los 5 días de haber sido elevados los autos por el vocal instructor o de
que la causa haya quedado en estado.
Caracteres:
Es una relación jurídica de carácter obligacional cuyo objeto es una prestación dineraria. Se trata de un vinculo
sustancial y no meramente procesal.
Es indispensable la existencia previa de una relación jurídica tributaria principal en virtud de la cual se haya hecho el
pago cuya devolución luego se requiere.
La suma de dinero que recorre la trayectoria particular-fisco lo hace con carácter jurídico original del tributo. Cuando
la suma dineraria recorre la trayectoria fisco-particular en virtud de la repetición deja de ser u tributo. Al perder
el sujeto activo su carácter publico el derecho a la suma repetible pasa a ser un derecho subjetivo privado y no
publico.
Al no ser un tributo la prestación repetitiva, la relación jurídica sustancial de repetición debe ser regulada por el
derecho civil, salvo disposición expresa en contra.
Causas: las principales causas que pueden justificar la pretensión de solicitar repetición del pago tributario indebido
pueden agruparse de la siguiente manera:
Pago erróneo de un tributo: el error consiste en creer verdadero algo que es falso o en creer falso algo que es
verdadero o suponer una cosa que no es tal cual uno cree que existe.
Según el art 784 del código civil el que por un error de hecho o de derecho se creyere deudor y entregare cosa o
cantidad en pago tienen derecho a repetirla del que la recibió.
En derecho tributario puede haber distintas situaciones de error de hecho o de derecho:
Un sujeto pasivo paga una suma no debida o en mayor cantidad que la debida en virtud de una equivocada
determinación tributaria.
El error conduce al solvens a pagar una suma tributaria que ya fue pagada con anterioridad o a pagar una obligación
tributaria pendiente de una condición incumplida creyendo falsamente que esta se halla cumplida o a pagar no
obstante existir exención objetiva o subjetiva.
Falsa apreciación de la realidad lleva a un particular a pagar un tributo ante la creencia de que es sujeto pasivo de la
obligación tributaria a titulo de contribuyente, responsable solidario o sustituto.
Pago de un tributo que se cree inconstitucional: en este caso no hay error de ningún tipo y el sujeto pasivo paga lo
que el fisco le exige. Este, por su parte, no incurre aparentemente en extralimitación, dado que requiere el
importe tributario que surge de la aplicación de la ley tributaria.
Pero si esa ley no se ha sujetado a los principios jurídicos superiores contenidos en la constitución y que
constituyen los limites al ejercicio de la potestad tributaria estatal pierden validez tanto dicha ley como la
obligación tributaria que de ella emana y es procedente la solicitud de repetición. Como el tributo inconstitucional
no es base legal licita de obligación, el sujeto pasivo que lo satisface y que sufre detrimento en sus bienes por tal
causa, tiene derecho de demandar al fisco la repetición de lo pagado, incumbiéndole acreditar los extremos de
hecho que justifiquen o acrediten la inconstitucionalidad del tributo impugnado.
Pago de un tributo que la administración fiscal exige excesivamente: en este caso el
organismo fiscal actúa en exceso de sus facultades legales, ya sea exigiendo la prestación tributaria a quienes no
se hallen en situación de sujeción pasiva o requiriendo importes tributarios en mayor medida que lo que la ley
determina.
Pago en concepto de retenciones o anticipos a cuenta de un tributo que luego no resulta adeudado o es adeudado en
menor medida que lo retenido o anticipado.
Aspectos procesales.
La repetición tiene importancia por tres razones. La primera razón es la facultad que tiene el poder judicial de
pronunciarse sobre la validez constitucional de las leyes creadoras de tributos y de ejercer la revisión de los actos de
la administración. En segundo lugar, la importancia del juicio de repetición deriva de las restricciones a la defensa
existentes en la ejecución fiscal. Y en tercer lugar surge la importancia de la repetición con motivo de la restricción
que tienen los tribunales administrativos con funciones jurisdiccionales que no pueden declarar la inconstitucionalidad
de las leyes salvo si la corte lo hizo previamente.
La protesta: durante muchos años los tribunales decidieron que únicamente se podía iniciar juicio de repetición si el
pago se realizaba bajo protesta. Este pago fue una creación jurisdiccional de la corte. En tal oportunidad el
fundamento fue la penosa situación económica de las provincias ante la supresión de los derechos de importación y
exportación. El criterio se mantuvo pero los fundamentos debieron ser modificados. Así la exigencia se justifico en que
el estado debía quedas alertado de la posibilidad de litigio a los efectos de que adoptara los recaudos de orden
contable o presupuestario necesario para hacer frente a la posibilidad de tener que restituir ese pago formulado bajo
protesta. Sin embargo en los ordenamientos tributarios modernos el pago bajo protesta ha desaparecido.
Sin embargo la corte ha continuada aferrada al viejo criterio afirmando que la protesta es imprescindible para
accionar en tanto el pago no se haya realizado por error excusable de hecho o de derecho.
Reclamo administrativo previo: es requisito generalmente indispensable para la repetición. Esto surge de la ley 3952
que determina que el estado no puede ser demandado ante la autoridad judicial sin haberse formulado
reclamo administrativo previo. Las provincias en forma expresa o implícita se han adherido a este régimen al
incluir en sus ordenamientos la reclamación administrativa previa a la vía judicial.
Competencia y partes intervinientes: cuando se trata de impuestos nacionales y en los cuales la demandada es la
nación, el juicio puede iniciarse ante el juez federal de la circunscripción donde se halla la oficina recaudadora.
Además existe una competencia originaria de la corte suprema de justicia según la cual puede accionarse
directamente ante la corte cuando se sostiene la invalidez de actos emanados de autoridades provinciales que violan
la constitución nacional o una ley nacional. Se trata de una competencia de excepción que deriva de la propia
constitución nacional.
Solo puede ser actor de la acción de repetición quien tiene aptitud para ser sujeto activo de la relación jurídica de
repetición. El demandado en el fisco nacional o en su caso los fiscos provinciales o municipales.
En el caso de una sentencia en contra del fisco por la ley 3952 solamente tendría valor declarativo ya que se
prohíbe la ejecución contra el estado. Esto afecto normas básicas de justicia por lo que se argumento la
inconstitucionalidad de esta ley y la corte declaró su validez. Sin embargo en 1966 la corte modifico su anterior
interpretación amplia y estableció el alcance de la norma en cuestión.
La acción en la ley 11683: En esta ley hay 2 procedimientos distintos para la repetición según que el pago haya sido
espontáneo (mediante declaración jurada) o a requerimiento (en cumplimiento de una determinación de oficio).
pago espontáneo: se entiende por tal el que se efectuó mediante determinación por el sujeto pasivo. Posteriormente
al pago que se estima indebido, el presunto sujeto pasivo tributario debe interponer un reclamo ante la DGI. Si
esta repartición resuelve en contra de la pretensión del repitiente, este dentro de los 15 días de notificado, puede
ejercitar cualquiera de las siguientes opciones:
recurso de reconsideración ante la propia DGI
recurso de apelación ante el tribunal fiscal
demanda contenciosa ante la justicia nacional de primera instancia. Se puede emplear esta vía en forma directa y
también si antes se interpuso recurso de reconsideración y este se resolvió en forma adversa.
Análogas opciones tiene el presunto sujeto pasivo tributario si la DGI no dicta resolución dentro de los 3 meses de
presentado el recurso.
pago a requerimiento: en este caso y para intentar la repetición de lo que piensa esta indebidamente pagado el
presunto sujeto pasivo tributario no necesita hacer reclamo y puede optar por las siguientes vías:
demanda contenciosa ante la justicia nacional de primera instancia.
Demanda directa ante el tribunal fiscal.
El reclamo por repetición faculta a la DGI a verificar deuda prescritas, pero temporalmente en cuadradas dentro del
periodo fiscal a que se refiere el reclamo. Si surge deuda, el fisco puede determinar y exigir el tributo hasta
compensar el importe por el cual la repetición prospere. Pero también se dispone que si a causa de esa verificación
surgen pagos tributarios improcedentes o excesivos, la DGI compensara los importes pertinentes hasta anular el
importe tributario resultante de la determinación, aun cuando la acción para repetir tales sumas hubiese estado
prescrita.
RECURSO DE RECONSIDERACION: se interpone ante la misma autoridad de la DGI que dicto la resolución recurrida.
La interposición es escrita y puede hacerse mediante entrega directa en las oficinas de la DGI o mediante correo con
carta certificada con aviso de retorno. Interpuesto el recurso, debe dictarse resolución dentro del termino de 20 días y
se notifica al interesado tanto la resolución recaída como todos sus fundamentos. Si el recurso se resuelve en contra
se debe pagar e iniciar demanda por repetición.
Si bien se interpone ante la misma autoridad que dicto la resolución el recurso no lo resuelve el mismo sino su
superior jerárquico, siempre que ese superior tenga también carácter de juez administrativo.
RECURSO DE APELACION: procede contra las resoluciones que impongan sanciones o determinen tributos y
accesorios, o se dicten en reclamos por repetición de tributos. No es procedente respecto de las liquidaciones de
anticipos y otros pagos a cuenta, sus actualizaciones e intereses. No es utilizable esta vía recursiva en las
liquidaciones de actualizaciones e intereses cuando simultáneamente no se discuta la procedencia del gravamen.
El art 130 de la ley se especifica que el tribunal fiscal actúa en el recurso de amparo de los art 164 y 165 y en los
recursos entablados con relación a los derechos, gravámenes, accesorios y sanciones que aplique la aduana de la
nación, excepto en los casos de contrabando.
Algunos aspectos de importancia:
Interposición del recurso: se interpone por escrito ante el tribunal fiscal dentro de los 15 días de notificada la
resolución administrativa y el recurrente debe comunicar a la DGI o administración nacional de aduanas que ha
interpuesto este recurso.
El recurrente, en su interposición, debe expresar todos sus agravios, oponer excepciones, ofrecer prueba y
acompañar la instrumental que haga a su derecho.
La sustanciación de recurso suspende la intimación de pago a la parte apelada, es decir, mientras la apelación no
quede resuelta por sentencia del tribunal fiscal, el recurrente no puede ser ejecutado por la suma resultante de la
determinación o por el importe de la multa aplicada. Cuando la apelada sea una determinación se devengara durante
la sustanciación del recurso, un interés equivalente al fijado, al tiempo de la apelación para la infracción de art 42 de
la ley 11683. El fallo del tribunal puede eximir al recurrente de tal interés en forma total o parcial si se estima que
tenia fundadas razones para considerar improcedente el tributo. Pero si encontrase que la apelación es evidentemente
maliciosa, puede ordenar se liquide otro interés adicional incrementado hasta en un 100%. La sentencia debe
pronunciarse expresamente acerca de los intereses.
Traslado a la apelada: se dará traslado por 30 días a la apelada para que conteste el recurso, oponga
excepciones, acompañe el expediente administrativo y ofrezca prueba.
Si no lo hiciere de oficio o a petición de parte el vocal instructor hará un nuevo emplazamiento a la repartición
apelada para que lo conteste en el termino de 10 días bajo apercibimiento de rebeldía y de continuarse con la
sustanciación de la causa. El plazo establecido en el primer párrafo solo será prorrogable por conformidad de partes
manifestada por escrito al tribunal dentro de ese plazo y por un termino no mayor a 30 días.
Excepciones: producida la contestación de la apelada y en caso de que esta opusiese excepciones, el vocal
instructor dará vista por 10 días al apelante para que las conteste y ofrezca prueba sobre ellas. El art 171
enumera taxativamente las 8 excepciones que pueden oponer las partes como de previo y especial
pronunciamiento:
incompetencia
falta de personería
falta de legitimación en el recurrente o la apelada
litispendencia
cosa juzgada
defecto legal
prescripción
nulidad.
Si el vocal instructor estimase que alguna de las excepciones opuestas no es de previo y especial pronunciamiento
dispondrá que tal excepción se resuelva juntamente con el fondo de la causa. El vocal tiene un plazo de 10 días para
resolver si las excepciones son admisibles. Si así lo considera ordena la producción de la prueba ofrecida y una vez
sustanciada el vocal resuelve la excepción sin la facultad de las partes para producir alegatos sobre ella.
D) Admisibilidad y producción de la prueba: si no se plantean excepciones o resuelto lo que corresponda sobre
ellas, el paso siguiente cosiste en que el vocal instructor debe resolver sobre la pertinencia y admisibilidad de las
pruebas. Si resuelve sustanciarlas debe hacerlo en un plazo no superior a los 60 días aunque a pedido de las partes,
puede ampliar tal termino hasta 30 días mas las diligencias de prueba tramitan directa y privadamente entre las
partes y el vocal presta asistencia para asegurar el efecto indicado, allanando inconvenientes y emplazando a los
remisos a colaborar. A ese efecto, el vocal tendrá la facultad que se concede a la DGI para hacer comparecer a las
personas ante el tribunal. Los informes pueden ser solicitados por las partes a entidades publicas o privadas y que
deben ser obligatoriamente evacuados con las formalidades que establece el dispositivo citado.
E) Clausura de prueba y alegatos: una vez que vence el termino de prueba, el vocal instructor declara su clausura
y eleva los autos a la sala la que por 10 días los pone a disposición de las partes para que aleguen. Si no se produce
prueba, la remisión es inmediata. Si la sal cree necesario un debate más amplio, convocara a audiencia de vista de
causa por auto fundado. Esta audiencia es oral y se realiza en los términos y conforme a las pautas que indica la ley.
F) Medidas para mejor proveer: hasta el momento de dictar sentencia, el tribunal puede declarar medidas para
mejor proveer o sea, prueba adicional que el tribunal resuelve recibir de oficio para un mejor y más completo
conocimiento de la causa. En caso de medidas de mejor proveer el termino para dictar sentencia se amplía en 30 días.
G) Autos a sentencia: una vez contestado el recurso y las excepciones y cuando no hay prueba a producir, los
autos pasan directamente a resolución del tribunal, siendo destacable que en esta circunstancia la ley no faculta a las
partes a producir alegatos. Lo mismo sucede una vez que finaliza la audiencia de vista de causa.
H) Limites y facultades de la sentencia: la sentencia del tribunal no puede declarar la inconstitucionalidad de las
leyes tributarias o aduaneras o sus reglamentaciones. Pero si la corte suprema ha declarado este tipo de
inconstitucionalidad el tribunal puede aplicar esa jurisprudencia.
EJECUCION FISCAL
Si el sujeto pasivo no paga a tiempo su obligación que puede consistir en importes tributarios, pagos a cuenta,
anticipos, accesorios, multas ejecutoriadas y sus correspondientes incrementos por actualización monetaria, el estado
tiene derecho a perseguir su cobro por el procedimiento especial de ejecución fiscal. Es un juicio sumario y se basa en
el principio de la legitimidad de los actos administrativos.
Cuando se trata de tributos nacionales, la ejecución fiscal debe iniciarse ante la justicia federal. Si se trata del
cobro de tributos provinciales y municipales corresponde la actuación de la justicia provincial ordinaria. El
procedimiento de ejecución fiscal se inicia con una demanda donde el fisco pone en conocimiento del juez la existencia
de la deuda y su decisión de llevar adelante la ejecución hasta el pago completo del capital adeudado y las costas
correspondientes. Acompaña a la demanda una boleta de deuda que acredita la existencia de la obligación tributaria
concreta. Una vez iniciado el tramite, se libra un requerimiento de pago y embargo. El procedimiento posterior es el
de la citación de venta, consistente en la oportunidad concedida al demandado en contra de la acción del fisco. Las
excepciones mas comunes son las de inhabilidad de titulo, pago, prescripción, espera y pendencia de recursos
autorizados por ley.
La sentencia de remate se dicta posteriormente ordenando llevar adelante la ejecución.
En general en la ejecución se prohíbe la discusión de aspectos sustanciales. Esos aspectos sustanciales podrán ser
objeto del juicio de repetición. Se trata de un procedimiento que tiende a la rápida percepción de lo adeudado en
concepto de tributos.
Las excepciones de la ley 11683 son las siguientes:
pago total documentado: no se requiere que el pago sea total, procede también por pago parcial.
Espera documentada: se refiere a las prorrogas de tributos concedidas por ley o por el organismo recaudador cuando
la ley autoriza su concesión.
prescripción: esta autorizada por el código civil cuando se refiere a su oposición al contestar demanda o en la primera
presentación en juicio que haga quien la intente.
Inhabilidad de titulo: la ley 11683 restringe la procedencia de esta excepción: vicios formales en la boleta de deuda.
Consideramos la inclusión dentro de esta excepción de la de defensa de falta de legitimación sustancial pasiva, lo
cual fue admitido teóricamente por la doctrina. La corte suprema de justicia ha admitido esta doctrina cuando se
hallan en tela de juicio algunos de los presupuestos esenciales de la vía ejecutiva sin cuya concurrencia no
existiría titulo hábil. también puede ser incluida como inhabilidad de titulo la condonación de una multa que luego
pretende ejecutarse, pues si queda sin efecto la multa el titulo que la documenta deja de valer como tal.
La inconstitucionalidad como defensa en la ejecución fiscal, en principio no es oponible según la jurisprudencia
tanto de la corte suprema de justicia de la nación como de la mayoría de los tribunales del país. Las corte ha admitido
esta defensa para prevenir un agravio que resulta irreparable atento a la imposibilidad de conjurar ese mal por la vía
ordinaria o cuando lo decidido reviste gravedad institucional y pueden resultar frustratorio de derechos de orden
federal con perturbación de servicios públicos.
Apelación extraordinaria y ordinaria ante la Corte Suprema y competencia originaria ante el Alto Tribunal. Juicio de
ejecución fiscal: excepciones; defensa de inconstitucionalidad. Principio solve et repete.
Recurso ordinario de apelación: este recurso que abre instancia ordinaria y permite la revisión de las cuestiones
de hecho y de derecho implicadas en el proceso, solo procede cuando el estado nacional es parte interesada, directa o
indirectamente, siempre que el “valor disputado en ultimo termino, sin sus accesorios, sea superior a determinado
monto”.
Por lo tanto las condiciones de procedencia del recurso son:
1-que la nación o cualquiera de sus dependencias sea parte interesada, directa o indirectamente, sin que la reforma
introducida por la ley 15271 y decreto ley 17116/67 acerca del interés comprometido haga suponer que el propósito
legislativo fue dejar sin efecto o modificar la doctrina de la improcedencia del recurso cuando el fisco nacional
interviene en gestión de sus intereses locales, referentes a impuestos para la capital federal y territorios nacionales.
2-que el valor cuestionado exceda de determinado monto, para lo cual la corte ha establecido:
debe computarse el monto reclamado en la demanda sin considerar las cuotas que se devenguen durante el pleito ni
la eventual depreciación monetaria producida en ese periodo.
a los efectos de establecer el valor cuestionado, el caso de acumulación de acciones distintas debe considerarse el
monto individual de cada una de ellas y no el total; así como también que no basta la simple aserción de que el
valor actualizado de los bienes motivos del juicio supera la cifra tope, si ella carece de fundamento objetivo en las
actuaciones.
debe entenderse por accesorios los intereses y las costas.
a los efectos de establecer el tope determinante de la competencia de la corte, hay que considerar el existente a la
fecha de concesión del recurso.
3-la apelación debe referirse a una sentencia definitiva, esto es, la que pone fin al pleito y hace imposible su
continuación.
según la orientación de la corte, el recurso ordinario es improcedente en las causas en que se discuten multas de
índole punitiva, como son las aplicaciones en caso de contrabando o de infracción a las leyes de impuesto a los
réditos.
El recurso debe interponerse dentro de los 5 días de la notificación de la sentencia y tramitarse con arreglo a las
normas establecidas en los 244, 245 y 254 del código procesal de la nación, debiendo tenerse en cuenta que el pedido
de aclaratoria de la decisión apelada no suspende aquel termino. no hay impedimento para que conjuntamente con el
ordinario se deduzca el recurso extraordinario, pero la improcedencia de aquel determina el rechazo de estos.
Recurso extraordinario de apelación: la otra vía para llevar las causas a conocimiento de la corte suprema es el
recurso extraordinario que autoriza el art 14 de la ley 48 y que procede contra sentencias definitivas de las cámaras
federales de apelación, de las cámaras de apelación de la capital y de los tribunales superiores de provincia. por
excepción también corresponde con respecto a decisiones de funcionarios u organismos administrativos autorizados
por ley a dictar resoluciones de naturaleza judicial, es decir, de las que en el orden normal de las instituciones
incumben a los jueces y siempre que ellos tengan carácter final y no sean pasibles de revisión o recurso, sin embargo
se declaro improcedente en el caso de sentencias del tribunal fiscal de la provincia de Buenos Aires, a pesar de que
ellas no eran revisables por vía de recurso sino por acción especial contencioso administrativa ante la suprema corte
local, lo que no ocurre en el tribunal fiscal de la nación por ser recurribles ante la cámara federal.
El recurso procede en las situaciones enumeradas por el art 14 ley 48:
-Cuando se cuestiona la validez de un tratado, de una ley del congreso, o de una autoridad ejercida en nombre de la
nación y la decisión fuese contraria a su validez.
-Cuando una ley, decreto o autoridad de provincia fuere cuestionada como contraria a la constitución nacional, a los
tratados o leyes de aquellas.
-Si el litigio versa sobre la inteligencia de alguna cláusula de la constitución o de un tratado o ley del congreso, o se
cuestione una comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional y la resolución fuere contraria a la validez de esas
normas o derecho.
Para la procedencia formal de este recurso se necesitan:
sentencia definitiva: la decisión recurrida debe ser una sentencia definitiva. La corte dijo que reviste tal carácter: 1) la
resolución que aun no resolviendo el fondo del pleito le pone fin; 2) el auto que decide una cuestión de
competencia; 3) son equiparables a sentencias definitivas los pronunciamientos que por su índole y consecuencias
puedan llegar a frustrar el derecho federal invocado, ocasionando perjuicios de imposible o tardía reparación
ulterior.
Tribunal de ultima instancia: la decisión materia del recurso debe emanar de un tribunal de ultima instancia ordinaria,
lo cual tienen importancia especialmente en las causas sustanciadas ante la justicia provincial.
Planteamiento oportuno: debe plantearse en tiempo oportuno para que los jueces de la causa conozcan de ella, lo que
también rige para los procedimientos administrativos. El recurso extraordinaria no abre instancia a diferencia de lo
que ocurre con el recurso ordinario de apelación, pues solo permite que la corte ejerza su facultad de control
constitucional del derecho publico aplicado. Por lo tanto no son revisables por esta vía las sentencias que
resuelven una cuestión con fundamento en circunstancias de hecho y prueba. Este principio excluyente sufre
excepción cuando ellas están tan íntimamente ligadas con la cuestión federal planteada, que deben ser
examinadas en cierta medida para el reconocimiento del derecho invocado.
En cuanto a los aspectos sustanciales, el recurso procede cuando se trata de interpretar la constitución nacional o
leyes federales y en el supuesto de colisión entre una norma o acto con la constitución nacional o con otras
disposiciones dictadas sobre la base de ella. La corte ha dicho que para la interpretación de la jurisprudencia hay
leyes nacionales que pueden ser comunes (corresponden a los códigos sustantivos y otros ordenamientos derivados
de los poderes delegados), leyes locales (dictadas par un determinado lugar o porción del territorio) y leyes federales
propiamente dichas (dictadas en virtud de facultades generales asignadas por disposición constitucional). De acuerdo
a esta clasificación:
Procede el recurso extraordinario: cuando se cuestiona la inteligencia de normas federales propiamente dichas y
la decisión ha sido contraria al derecho invocado; leyes tributarias provinciales que se impugnan como violatorias
de la constitución nacional; aunque se trate de una ley local.
Es improcedente el recurso extraordinario : respecto de leyes locales; con motivo de la interpretación de normas
convencionales y de orden común; en las cuestiones de orden procesa, aun regidas por leyes federales; en la
cuestión relativa a la falta de protesta previa como condición para una demanda de repetición.
A pesar de la improcedencia del recurso en los casos citados previamente, debe tenerse en cuenta que si lo resuelto
importa agravio constitucional o compromete instituciones básicas de la nación, corresponde abrir el recurso
extraordinario. Tal situación supone una excepción a la norma general. Inversamente si bien las leyes federales
pueden ser examinadas por vía del recurso extraordinario, ellos resulta improcedente en el supuesto de que se
apliquen a la percepción de tributos de carácter local, pues en tal caso las leyes de la nación pierden allí el carácter de
normas federales.
Competencia originaria de la corte: conforme el art 116 de la constitución nacional la corte suprema conoce en
ultima instancia en las causas que versen sobre los puntos regidos por la constitución y por las leyes de la nación, con
la reserva hecha del art 75 inc 12, y lo hace por apelación (ya sea por apelación ordinaria o por recurso
extraordinario); pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros y en los que
alguna provincia fuese parte lo ejercerá originaria y exclusivamente. Se trata de una competencia de excepción
derivada de la constitución nacional y que surge con prescindencia de la nacionalidad o vecindad de las partes.
Acción meramente declarativa.
a) procedimiento: en el caso de una multa se requiere un acta de comprobación. En esta acta se dejara constancia de
lo siguiente:
1- Todas las circunstancias relativas a las infracciones: esto significa que el acta debe describir concretamente las
operaciones que los funcionarios consideren violatorias de la normativa vigente, haciendo una relación circunstanciada
de dichas operaciones de tal forma que del acta surjan sin duda alguna las razones de orden fáctico que permiten
llegar a la conclusión del fisco de que el contribuyente ha cometido la infracción.
2- Las razones y pruebas que desee incorporar el interesado: dada la importancia del acta como instrumento publico y
su valor probatorio, el derecho de defensa del administrado obliga a que los funcionarios hagan constar en el acta
todas las circunstancias relativas a los hechos u omisiones que desee incorporar el contribuyente, así como la prueba
que quiera agregar.
3- Todo lo relativo a la prueba del ilícito atribuido: el detalle circunstanciado de las conductas que se imputan al
supuesto infractor, debe ir acompañado de las pruebas pertinentes. La falta de ese requisito, atribuible a los
inspectores actuantes, impide la acreditación de la imputación que se intenta formular.
4- Encuadramiento legal de la conducta que se ha considerado punible: debe tenerse en cuenta el inciso vulnerado del
art 40 de ley 11683 y también los artículos e incisos de la resolución general de la DGI que resulte aplicable.
Además el acta de comprobación debe contener una citación para que el responsable, con las pruebas de que intente
valerse, comparezca a una audiencia para su defensa que se fijara para una fecha no anterior a los 5 días ni superior
a los 15 días. El acta debe ser firmada por los actuantes y notificada al responsable o representante legal de el. En
caso de no hallarse presente este ultimo en el acto del escrito, se notificara el acta labrada en el domicilio fiscal por
los medios establecidos en el art 100.
En las audiencias el supuesto infractor deberá demostrar personería suficiente, podrá contar con asesoramiento
letrado y podrá optar por presentar su defensa por escrito. deberá ofrecer y producir las pruebas pertinentes que no
haya adjuntado previamente.
En esta oportunidad el presunto infractor tiene la opción de reconocer la materialidad de la infracción cometida, en
cuyo caso las sanciones se reducirán, por única vez, al mínimo legal.
b) Procedimiento recursivo administrativo: una vez finalizada la audiencia y dentro de los 2 días, el juez
administrativo dictara la resolución pertinente que pondrá fin al procedimiento.
Alguna doctrina dice que si vence este plazo y el juez no dicta la resolución, hay que interpretar que se ha producido
la caducidad de la facultad del fisco para imponer la medida punitiva y que debe concluirse en que no se ha
encontrado merito suficiente para aplicar sanción alguna, con la indemnidad para el contribuyente.
La resolución puede significar que la defensa prospere y que no se aplique sanción alguna al inculpado. Pero puede
también suceder que se decida la aplicación de las penas que conmina el dispositivo. En este caso, el presunto
infractor puede interponer el recurso de apelación en sede administrativa ante los funcionarios superiores que designe
el director de la DGI, lo cual deberá efectuar dentro de los 5 días de dictada la resolución condenatoria.
Dentro de los 10 días el funcionario autorizado deberá dictar resolución confirmando la sanción o absolviendo al
imputado. Si la resolución fue condenatoria, causa ejecutoriedad, correspondiendo que sin otra sustanciación de la
dirección General proceda a la ejecución de las sanciones que para cada caso autorice la ley.
c) Recurso ante el juez de primera instancia: si la resolución de la apelación administrativa fue desfavorable al
recurrente, este puede interponer ante la justicia recurso de apelación. Pero como se otorga efecto devolutivo al
recurso, las sanciones impuestas por el organismo fiscal pueden ser inmediatamente ejecutadas no obstante la
mencionada interposición.
Es notorio el perjuicio que causa la clausura, ya que obliga a cesar en las actividades por un periodo de 3 a 10 días,
con la siguiente imposibilidad de trabajar y obtener ganancias. Los perjudicados son el contribuyente, sus
subordinados y el propio fisco, que deja de percibir ingresos sobre lo que debería tributar por lo producido.
Con este efecto devolutivo se da la anómala situación de que la sanción debe cumplirse antes de que una sentencia
firme, del juez competente, lo establezca, lo cual significa un atentado a la presunción de inocencia que a favor del
inculpado consagran el art 1 de CPP y el art 8 del Pacto de San José de costa rica. La corte ha sostenido desde el caso
fernandez arias c/ poggio que el pronunciamiento jurisdiccional emanado de órganos administrativos debe quedar
sujeto a un control judicial suficiente
La DGI se transforma en juez y parte, con la facultad de sancionar y efectivizar la medida antes del pronunciamiento
de la instancia judicial revisora. De tal manera, si la sentencia del juez fuera favorable al contribuyente se corre el
peligro de que los perjudicados demanden al estado por los daños y perjuicios sufridos.
d)Recurso ante la cámara: se puede recurrir la sentencia del juez de primera instancia por ante la cámara siguiendo
los tramites de los recursos previstos en el CPP y nuevamente con efecto devolutivo
Denuncia penal por terceros: según el párrafo 3 del articulo 18, si la denuncia penal es formulada por un tercero ante
el propio juez, este debe remitir los antecedentes al organismo recaudador a fin de que inmediatamente inicie el
procedimiento de verificación y determinación de la deuda ya sea tributaria o previsional. Este organismo debe emitir
el acto administrativo a que se refiere el primer párrafo del mismo art 18 en un plazo de 90 días hábiles
administrativos, prorrogables a requerimiento fundado de dicho organismo. Es decir, el plazo es ordenatorio y puede
ser alargado por el juez siempre que medie pedido fundado. No se fija termino para la prorroga lo cual queda
supeditado al buen criterio del juez. Dicha prorroga tendrá en cuneta las circunstancias de la causa, la complejidad
que puede darse ante la envergadura de la empresa o de las operaciones que realiza y el resguardo de los derechos
de defensa del contribuyente.
Atribución administrativa de no denunciar: señala el art 19 de la ley 24769 que aunque los montos alcanzados por la
determinación de la deuda tributaria o previsional fuesen superiores a los previstos en los art 1, 6, 7 y 9, el organismo
recaudador no formulara denuncia penal si de las circunstancias del hecho surgiese manifiestamente que no se ha
ejecutado la condena punible. Esta decisión debe ser fundada debe ser precedida por dictamen jurídico y debe ser
adoptada por funcionarios competentes. Además la decisión debe ser comunicada inmediatamente a la procuración
del tesoro de la nación que se expedirá al respecto.
Esto significa que se excluye la facultad de no denunciar para las figuras mas graves y para otros ilícitos los cuales
deberán llevarse a la justicia aun con la seguridad de que no hay conducta punible.
Comunicada la decisión a la procuración del tesoro, su dictamen también debe ser fundado y podrá confirmar lo
decidido en la instancia administrativa o discrepar en cuyo caso será obligatoria la formulación de la denuncia. Esto
significa que no es la DGI sino la procuración del tesoro el órgano que en ultima instancia con su opinión vinculante,
decidirá los casos en que la denuncia no debe formularse. Ante ello nos parecen infundadas las criticas que se oponen
a esta facultad hablando de delitos dependientes de instancia fiscal o sosteniendo que la administración se convierte
en dueña de la acción penal.
Sustanciación paralela de la determinación y ejecución: el art 20 primer párrafo preceptúa que la formulación de la
denuncia penal no impide que los procedimientos administrativos y judiciales tendientes a la determinación y
ejecución de la deuda tributaria o previsional, se sigan sustanciando. Sin embargo, prohíbe a la autoridad
administrativa imponer sanciones hasta que sea dictada la sentencia definitiva en sede penal. En este caso no será de
aplicación el art 76 de la ley 11683 que obliga a atribuir sanciones en la misma resolución que determina el
gravamen, en defecto de lo cual se entiende que la DGI no encontró merito para imputar dichas sanciones.
El deslinde de competencia queda claramente fijado por la ley: la denuncia penal no despoja de competencia a la
autoridad administrativa o judicial para sustanciar los procedimientos a su cargo, dirigidos a la determinación primero
y a la ejecución después de las deudas tributarias y previsionales. Sin embargo, le impide aplicar sanciones hasta que
se dicte y quede firme la sentencia en sede penal.
Esto surge del ultimo párrafo del articulo 20, según el cual una vez firme la sentencia penal, la autoridad
administrativa aplicara las sanciones que correspondan sin alterar las declaraciones de hechos contenidos en la
sentencia. Es decir, no se podrá volver a discutir en sede administrativa hechos y circunstancias que el juez penal
tuvo como ciertos.
Medidas de urgencia: según el art 21 de la nueva ley penal tributaria si hay motivos suficientes para presumir que en
algún lugar hay elementos de juicio relacionados con delitos fiscales o previsionales, el organismo recaudador puede
solicitar al juez penal autorización para obtener y resguardar dichos elementos, y además puede pedir otras medidas
de urgencia que considere necesarias. Estas diligencias pueden ser encomendadas al organismo recaudador,
asignando en tal caso a los funcionarios que actúen, la calidad de auxiliares de la justicia. La actuación será conjunta
con el organismo de seguridad competente.
El carácter de auxiliar de la justicia debe ser interpretado conforme a los dispuesto por el código procesal penal de
la nación en su art 224 como indicativo de una función y no de una repartición creada por la ley como es la policía
federal. Las facultades del auxiliar de la justicia se limitan a objetos del delito y no a personas y por lo tanto excluye
arrestos, detenciones, interrogatorios de testigos, etc, estándole en cambio permitido recibir denuncias, hacer constar
el estado de cosas y lugares y practicar allanamientos y secuestros de papeles.
Es necesario que el organismo recaudador actué juntamente con la fuerza policial y solo mediando esa conjunción
puede hacer uso de las facultades de auxiliar de la justicia con respecto a los elementos involucrados en los delitos
que investiga.
Competencia federal. Querella. Procedimiento judicial: En el ámbito de la capital federal es competente el fuero penal
económico mientras que en el interior del país es competente la justicia federal. Esta norma se complementa con la
construcción de varias figuras (art 1, 3, 4, 6, 10, 11, 12) que reiteradamente se refieren al fisco nacional. Esto
significa que pueden surgir hechos dolosos cometidos con las mas hábiles maniobras evasivas y por altos montos que
perjudiquen seriamente a las haciendas provinciales y municipales, y que sin embargo no revestirán el carácter de
delitos castigados por la ley 24769.
El art 23 faculta al organismo recaudador para asumir, en el proceso penal la función de querellante particular por
medio de los funcionarios designados para cumplir tal papel. Se trata de la querella por delitos de acción publica,
regulada por el art 82 del CPCC que dispone que toda persona con capacidad civil, particularmente ofendida por un
delito de acción publica, tendrá derecho a constituirse en parte querellante y como tal impulsar el proceso,
proporcionar elementos de convicción, argumentar sobre ellos y recurrir con los alcances que establece el código. La
asunción de tal papel no es obligatoria, ya que el art 23 dice que podrá constituirse. Se trata de sujeto eventual, no es
imprescindible ni necesario den el curso del un proceso. La inclusión de las entidades publicas con capacidad para
querellar importa la intervención de otro acusador publico paralelo. La oportunidad para constituirse en querellante es
en cualquier estado del proceso, hasta la clausura de la instrucción.
La constitución como querellante, habilita la actuación a los fines incriminatorios en la cuestión penal, pero no
permite ejercer la acción civil y concretar el reclamo resarcitorio. Para ello es necesario que el damnificado por el
delito se constituya en el proceso como actor civil en la forma y condiciones previstas por los art 87 y ss del CPPN.
INSTRUCCION Y REQUERIMIENTO DE ELEVACION A JUICIO:
En cuanto a la instrucción y al requerimiento de elevación a juicio por ser el derecho procesal penal tributario parte
del derecho procesal penal, se aplican las disposiciones de este ultimo. La instrucción se encuentra ubicada en el libro
II del código procesal penal y en su libro 7 esta el tema de la elevación a juicio.
Contenido: Buhler sostiene que el D.I.T, en sentido amplio incluye las normas de carácter internacional y las de
carácter nacional llamadas a tener trascendencia internacional.
Jarach, Villegas opina que no se deben incluir las normas internas que delimitan el poder fiscal con referencia a
sujetos o a objetos que por su naturaleza trascienden los límites de su territorio. Éstas normas pertenecen al derecho
tributario material.
Los tratados ocupan un lugar preponderante, sean bilaterales o multilaterales, aunque los primeros tienen mayor
importancia. La costumbre tiene realmente poca vigencia, aunque se puede citar como ejemplo de ella las exenciones
impositivas a los representantes diplomáticos.
Doble imposición.
"Hay doble (o múltiple) imposición cuando el mismo destinatario legal tributario es gravado dos (o más) veces, por el
mismo hecho imponible, en el mismo período de tiempo, y por parte de dos (o más) sujetos con poder tributario".
Requisitos.
1. Identidad del sujeto gravado: que sea el mismo en ambos casos.
2. El gravamen debe derivar del mismo hecho imponible.
3. La doble o múltiple imposición debe ser simultánea.
4. Diversidad de sujetos fiscales: la doble o múltiple imposición puede provenir de la coexistencia de dos o más
autoridades en el orden nacional, en el caso de los países con sistema federal, o de dos o más autoridades de
orden internacional.
Los países exportadores de capitales (países desarrollados) han tendido a la aplicación de los tres primeros criterios,
ya que como exportan los capitales a otras regiones del mundo desean gravar esos capitales en cualquier lugar en
que se hallen.
La casi totalidad de los países en vía de desarrollo postulan el criterio de la fuente, según el cual deben gravarse los
ingresos obtenidos en nuestro país. Estos países reciben capitales exteriores, que sin embargo producen ganancias
dentro de sus territorios y de allí su lógico interés a gravarlos.
Por último cabe aclarar que estos criterios pueden coexistir dentro de una misma legislación.
Los últimos tres procedimientos mencionados, son una muestra del cambio de mentalidad(según Villegas) que se está
operando en los países industrializados. Sin abjurar de su soberanía, los países comienzan a buscar las fórmulas de
cooperación en pro del desarrollo de aquellas naciones menos avanzadas.
La solución a los problemas de doble imposición debe fundamentarse en la solidaridad internacional y en la
desigualdad de las partes en pugna.
Mecanismos para evitar la doble imposición internacional. Tratados sobre doble imposición.
El art. 31 de la Constitución Nacional establece que los tratados con potencias extranjeras además de la propia
Constitución y las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten, son la ley suprema de la Nación.
Dentro de los tratados en general, aquellos que se firmen para evitar la doble imposición deben ser contemplados
como cuerpos legales con un rango jurídico especial, cuyo principal objetivo es el de repartir el poder tributario de los
Estados contratantes de acuerdo con principios equitativos y razonables.
La eficacia de estos instrumentos en indudable y nuestro país ya ha celebrado convenios de doble imposición con 16
países (entre ellos: Bélgica, Bolivia, Canadá, Reino Unido de Gran Bretaña, Austria y Francia). Un ejemplo a destacar
es el acuerdo firmado entre Argentina y España para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia
de impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio, firmado en Madrid en 1992.
Evolución jurisprudencial.
En el primer caso la Corte dijo que si una sociedad extranjera poseía la casi totalidad del capital de una sociedad
argentina, no podía celebrar un contrato consigo misma y desestimó la pretensión de descontar en el balance
impositivo de la empresa local lo pagado a la matriz por regalías. (CSJN 10/7/64, "refinerías de maíz") En"Parke
Davis" la Corte estableció que un pago de regalías de filial a matriz era solo un retiro disimulados de utilidades que se
dedujeron incorrectamente como gastos y disminuyeron las rentas gravadas por la Argentina. En "Mellor Goodwin"
declaró inaceptable un traslado de mercaderías con consecuencias fiscales favorables a la disminución de los
impuestos, y en "Ford Motors" consideró que un supuesto pago de intereses de filial a matriz no era otra cosa que una
remesa de utilidades de la entidad local en beneficio de la no residente.
La teoría del órgano aplicada en estos tres últimos casos permitió "levantar el velo" y así se descubrió que:
1. La matriz no residente era dueña de casi el 100% de las acciones de la filial (subordinación financiera).
2. La matriz seleccionaba y designaba a los jefes y cuadros directivos de la filial (subordinación organizativa).
3. Existía un proceso único de formación de cada decisión económica por parte de la matriz (subordinación
económica).
Finalmente en 1985 la Corte decidió el caso "Kellogg". El fisco dijo que la matriz, residente en los Estados Unidos y
dos empresas que operaban localmente, integraban un solo conjunto dominado por la central no residente. Ante ello
no correspondían las deducciones o regalías, intereses de préstamos, contraprestaciones por servicios técnicos y otros
rubros, por los que las sociedades residentes resultaban deudoras de la casa matriz. Quedó comprobado que ambas
empresas argentinas integraban un conjunto económico multinacional de la que la que era dominante Kellogg de
Estados Unidos, con 80.000 acciones sobre las 89.400 acciones en las que se dividía el capital.
1. La filial argentina Kellogg reconoció estar incluida en dicho conjunto económico, reformuló sus declaraciones
juradas por los impuestos cuestionados y conforme las reglas de la teoría del conjunto económico.
2. La Corte no encontró irregularidades en las contabilidades de las empresas argentinas y tuvo por no probado
el perjuicio al fisco, resolviendo la causa a favor de la empresa.
3. Sin embargo ratificó el principio de la realidad económico o sea que dio preeminencia a la situación económica
real prescindiendo de las estructuras jurídicas ajenas a la realidad económica.
4. Admitió que esta regla interpretativa podía también ser complementada con aquella que permite descorrer el
velo societario y por la teoría del conjunto societario y sus equivalentes.
Como conclusión, quedaron consolidados el criterio de la realidad económica y la utilización de la teoría del órgano.
d) El poder tributario en el marco de la integración económica (uniones aduaneras, mercado común y comunidad
económica).
Armonización fiscal y ejercicio de la potestad tributaria normativa por organismos comunitarios.