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VIII.

TRASTORNOS DEL PENSAMIENTO

8.1 Trastornos en el contenido del pensamiento

A. Ideas sobrevaloradas
Son pensamientos que predominan sobre los demás por su especial tonalidad afectiva y
que mantienen su predominio permanentemente o durante un periodo largo de tiempo. Gira
toda su actividad en torno a sí, predominando los temas del honor, la afirmación social, la
venganza. Conducen a una convicción de origen mental o nervioso que racional. En las
ideas sobrevaloradas se da una alta carga afectiva a ideas que aparecen más importantes
de lo que objetivamente son.
CASO 1
Un rentista de 61 años, que les presenté hace poco, ofrece como causa de su internación
las "molestias" a las que está expuesto fuera del establecimiento. En el establecimiento
está completamente libre de esas molestias y se siente tan bien en él, que hace ya cuatro
años que está aqui y piensa quedarse.
Algunos intentos de darlo de alta fracasaron, pues esas mismas molestias motivaron varias
veces que interviniera la policía y que lo intemaran. Al principio se trataba de un cierto señor
al que sólo conocía por el nombre, que vivía en su vecindad y que por esa razón encontraba
con frecuencia en la calle. Le llamó la atención que ese señor lo esperara, aunque parecía
que estaba contando las ventanas de un edificio. Por esa razón cruzó a la otra vereda, pero
la próxima vez observó que ese mismo señor hablaba sobre él en el mismo lugar con un
conocido, de eso estaba convencido, pero no podía oírlos. Por lo tanto pasó cerca de los
dos señores y les dijo: "¿Desean algo de m?" Luego caminó hacia su casa y observó que
los señores lo seguían y se quedaban parados frente a su domicilio. Al llegar a su casa se
asomó por la ventana y los amenazó con su bastón, exclamando: "Vengan, sabrán lo que
es bueno". Un encuentro parecido ocurrido en otra ocasión tuvo como consecuencia que
los dos hombres lo siguieran realmente hasta su casa, donde averiguaron su nombre y lo
denunciaron a la policía. Ese fue el hecho que llevó a la primera internación del enfermo.
Yo lo examiné poco tiempo después en la clínica, comprobé que su delirio de relación se
dirigía exclusivamente contra la persona de un carpintero, y le pregunté entonces: «¿Cómo
es que este señor lo molesta?" La respuesta fue muy característica. El enfermo sólo podía
pensar lo siguiente: El señor del episodio de referencia era el hermano de otro señor al que
conocía más de cerca, que seis años atrás había sido, igual que él, diente de cierto
comerciante de vinos. El paciente se había interesado durante años en la hija de ese
comerciante y también le había hecho una proposición, pero luego cortó la relación porque
se enteró que el padre se encontraba en una mala situación económica. El carpintero habló
con el otro señor sobre él, y probablemente dijo: "Allí va el sinvergüenza, que dejó soltera
a la joven". Una revisión y observación minuciosa del enfermo no nos permitió descubrir en
él ningún síntoma psicótico, salvo que insistía en que sus presuntas observaciones eran
correctas. Por eso, pocas semanas después, siguiendo su deseo, fue dado de alta, pero
fue recibido de nuevo poco tiempo después, y eso se repitió una vez más. Desde entonces
no quiere hacer un nuevo intento. Las molestias a las que estuvo expuesto el enfermo en
el exterior las dos últimas veces fueron mucho más numerosas que antes: participaron otras
personas y también la policía, pero todo conducía siempre al mismo carpintero, que
entretanto había relatado la vieja historia a otras personas y había hecho que la policía
observara en él una enfermedad mental. En el establecimiento nunca se le encontró el
menor indicio de un delirio de relación u otros signos de una enfermedad mental.

B. Ideas obsesivas
Estas ideas aparecen reiteradamente, de carácter molesto y preocupante, que escapan al
control del Yo y determinan que el enfermo establezca una serie de estrategias para luchar
contra ellas, sin éxito, ya que una y otra vez le torturan con su presencia, apareciendo contra
el deseo del paciente. Las ideas, imágenes o impulsos
reinciden y persisten en el campo de conciencia, a
pesar de la voluntad o deseo del sujeto de retirarlas
del mismo. Sus características son: ideas erróneas,
absurdas para el propio sujeto, aunque se siente
obligado a pensarlas de forma repetitiva y que se
acompañan de gran angustia. Se expresan como
dudas, vacilaciones, escrúpulos representaciones o
temores irracionales
Aunque las ideas obsesivas son propias de los
trastornos obsesivo-compulsivoss, también pueden
aparecer en las depresiones, en la esquizofrenia y en
los cuadros orgánicos.

CASO 1:
Paciente de 25 años, natural y procedente de Bogotá, casada, dedicada al hogar,
quinto de bachillerato, católica.
Enfermedad actual:
Asistió a la consulta externa de la Unidad de Salud Mental del Centro Hospitalario San
Juan de Dios por presentar un cuadro clínico de tres años de evolución caracterizado
por' ansiedad asociada a una serie de ideas e imagines intrusivas y parasitas, cuyos
contenidos estaban relacionados con la agresividad y la contaminación; teniendo que
efectuar una serie de actos para atenuar la ansiedad que estos pensamientos
generaban. EI cuadra se había iniciado con una serie de ideas relacionadas con la
suciedad y contaminación de sus manos con materia fecal. Estos pensamientos,
considerados absurdos por la paciente, se presentaban en forma súbita, intrusiva, en
contra de su voluntad, generando gran ansiedad y obligándola a lavarse las manos
muchas veces al día. Progresivamente dicha conducta empezó a ritualizarse teniendo
que lavárselas siete veces seguidas, las tres primeras con jabón y agua fría, las dos
siguientes con agua caliente y las dos últimas con alcohol. Para luego secarlas con tres
toallas diferentes que estuvieran completamente limpias. Si rompía el orden de esta
secuencia tenía que empezarla de nuevo, invirtiendo una considerable cantidad de
tiempo. La paciente siempre considero este ritual como absurdo, y lo mantuvo en
secreto por temor a que su familia la considerara "loca"; sin embargo, en varias
ocasiones tuvo necesidad de consultar al médico debido a una dermatitis secundaria.
Asociada a esta sintomatología, durante los últimos meses presento una serie de
imágenes inicialmente relacionadas con la observación de cuchillos, en las que se vela
enterrando esta arma en el abdomen de su hijo, Estas imágenes Ie generaron gran
ansiedad y culpa, a pesar de ser consideradas como absurdas por la paciente. La
ansiedad era parcial mente aliviada a través de la ejecución de actos como golpear una
mesa de madera con la cacha de un cuchillo en diez ocasiones consecutivas y luego
guardarlo en un cajón vacío después de abrirlo y cerrarlo en tres oportunidades. La
paciente empezó a evitar el contacto con los cuchillos, pero progresivamente las
imágenes se hicieron más frecuentes asociándose a una gran variedad de objetos corto
punzantes y sin requerir la presencia física de los mismos para ser generadas. En
consecuencia, la ansiedad y los sentimientos de culpa aumentaron, ocasionando serias
dificultades en las relaciones intrafamiliares y en la realización de las actividades
domésticas, que la llevaron a consultar a psiquiatra por ' el temor de "estarse volviendo
loca".

C. Ideas delirantes
Los delirios implican una forma de creencia falsa, es decir, son inconsistentes con la
realidad externa y no tienen validez para cualquiera excepto para la persona que cree en
ellos.
Tipos de delirio
a. De grandeza
Concepción extremadamente exagerada de
la propia importancia del individuo. Dichos
delirios van desde creencias de que la
persona tiene un papel importante en la
sociedad.
CASO 1:
 Jorge es un estudiante de Medicina de
22 años, el cual cree que todo lo sabe, se considera el más erudito de toda su
facultad, que nadie lo puede igualar, sin embargo esta actitud hace que tenga
problemas en relacionarse con los demás, ya que considera que todos son
inferiores a él.
b. De ser controlado
La sensación de que se está siendo controlado por
otros e incluso por máquina o aparatos.
CASO 1

 Mujer de 59 años de edad, llega a clínica junto con


su hija mayor, después de haberse lastimado a causa
de haber tumbado un vaso al momento de servirse
agua. La mujer señala que ella no lo tumbo apropósito
si no que sintió que su cuerpo fue movido por algún
impulso externo.
La hija refiere que no sería la primera vez que su
mamá menciona que sus acciones o sus pensamientos son controlada por otra persona
o factor externo.
La señora fue derivada al área de psiquiatría del hospital general, para ser tratada sobre
los síntomas de delirios que el cliente y la hija mayor refieren.

c. De infidelidad
Creencia falsa asociada por lo general con celotipia patológica, que involucra la idea
de que la pareja es infiel.

CASO 1
 Francisco de 46 años, tiene pareja, con
la que vive desde hace 25 años. Conoció
a su pareja sobre los 18 años, se hicieron
novios y decidieron irse a vivir juntos a
pesar de las quejas de la familia de
Francisco, ya que María es 10 años
mayor que Francisco. Ha sido la única
mujer de su vida y su relación de pareja
ha tenido altibajos.
En este último año, su vida se ha
convertido en un auténtico martirio.
Comenzó a sospechar que María
mantenía una relación con otra persona, a partir de sus primeras sospechas ha
invertido mucho tiempo en conseguir pruebas. María soporta un auténtico
interrogatorio cada vez que llega a casa, puesto que Francisco quiere saber que ha
hecho en cada minuto. Estas preguntas constantes revelan una desconfianza y
provocan numerosas discusiones entre ambos, porque Francisco no se queda
nunca satisfecho con las respuestas de María. Ha comenzado a realizar
numerosos comportamientos comprobatorios, que lejos de tranquilizarle, le ponen
más nervioso: llamadas constantes, comprobación de olores, grabaciones de
sonidos, etc.. A pesar de que sus pruebas no son concluyentes, mantiene firme sus
dudas al interpretar erróneamente tanto el comportamiento de María como las pruebas
conseguidas.
Desde que esta situación se ha desencadenado, ha experimentado un cambio
radical con respecto a María, se ha vuelto más distante, han aparecido sus complejos
y pensamientos como “es que yo no puedo satisfacerla”, “he sido siempre inseguro”,
etc. Siempre que se dirige a ella es para preguntarle, donde ha estado, que ha hecho,
etc. Esta situación está volviendo a Francisco muy nervioso, nos comenta
que lo está pasando muy mal, que actualmente lo que hace es mantener con
María relaciones sexuales y de una forma agresiva. Le es muy difícil controlar sus
pensamientos, esta situación incluso le está afectando al estado de ánimo y en el
trabajo, ya que es incapaz de concentrarse.

INTERVENCIONES DE ENFERMERIA :
 Ayudar al paciente a sentirse seguro y aceptado en la medida de lo
posible.
 Construir una relación de confianza.
 Ser sincero cuando se hable con el enfermo. Evitar comentarios vagos o
evasivos.

 Alentar al paciente a que hable de su enfermedad, dado que dichas ideas


nacen de lo que contiene los pensamientos de dicha persona.
 Explicarle los procedimientos que se van a llevar a cabo (tratar de
asegurarse de que el enfermo entiende el proceso).
 Reconocer y apoyar los logros cumplidos del enfermo (por ejemplo,
actividades o proyectos terminados, responsabilidades cumplidas en el
servicio o interacciones iniciadas.
 Hacer que el paciente participe en actividades con una sola persona al
principio, después en pequeños grupos y gradualmente irlo integrando
en actividades de grupos mayores.
 Disminuir la ansiedad y los temores del paciente; ayudarlo a sentirse con
mayor tranquilidad.
 Reconocer las ideas delirantes del paciente como percepciones del
ambiente.
 Al principio, no argüir con el enfermo ni tratar de convencerlo de que sus
ideas son falsas o irreales.
 lnteractuar con el enfermo con base en cosas reales; no insistir en el
material delirante.
 Mostrar empatia en cuanto a sus sentimientos; darle apoyo de su
presencia y aceptación.
 No ser prejuicioso y hacer bromas respecto a sus creencias.
 Ayudar al paciente a reconocer sus ideas delirantes como tales.
 Nunca dar a entendet al paciente que se aceptan sus ideas delirantes
como parte de la realidad.
 Directamente intervenir con dudas respecto a las ideas delirantes tan
pronto el paciente dé muestras de que puede aceptarlo. No discutir con
él pero sí presentar una relación detallada de hechos en cuanto a la
situación como uno la ve.
 Intentar explicar las ideas delirantes como un problema en la vida del
enfermo: ¿puede el paciente apreciar que sus ideas delirantes interfieren
con su vida?
 Ayudar al paciente a descubrir formas más sanas de tratar con sus
sentimientos de ansiedad, temor y disminución de la autoestima,
independientes de las ideas delirantes.
 Animar al enfermo a expresar sus sentimientos; apoyarlo en sus intentos
de decir su ansiedad, temores, etc., en forma directa.
 Buscar junto con el enfermo distintas formas de expresión y de
enfrentamiento a sus sentimientos; ayudarlo a encontrar otras maneras
más eficaces y aceptables para él.
 Disminuir o eliminar las ideas delirantes respecto a comida y
alimentación:
que otros se privan de alimento cuando el paciente come.
 Es muy importante ganar la confianza del paciente.

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