Cuando se habla de la integración entre el pueblo y las fuerzas armadas
no es una mera habladuría, es la clave de nuestra supervivencia como nación, de la permanencia de nuestra revolución. La solución para que los campesinos no sean asesinados es que éstos se integren a las unidades de reservas del ejército, que formen cooperativas agrícolas que a su vez funciones como puestos militares. La idea también es aplicable a las zonas urbanas, pero, yendo más allá, los jóvenes deben ser estimulados a ingresar a las fuerzas armadas, que éstas se conviertan en una opción atractiva para la juventud, para nuestros profesionales y sobre todo para nuestros científicos. Es nuestro deber como ciudadanos de este país defender con nuestra vida el suelo sagrado de la patria, que los jóvenes ingresen en masa a las fuerzas armadas, que los profesionales y técnicos también lo hagan. Las FAN son el mismo pueblo uniformado, como lo ha dicho el Presidente en muchas ocasiones, mas, debemos hacer una realidad en nosotros esa afirmación, cada uno participando en su campo.