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Que Es Venta
Que Es Venta
Venta es una acción que se genera de vender un bien o servicio a cambio de dinero
La venta es un proceso de complejidad social, ya que las estrategias van
dirigidas directamente a un cumulo de personas configuradas
como clientes, por lo que la empresa que produce el bien o el servicio debe
concentrarse no solo en vender el producto, si no también de hacer un
correcto uso de la publicidad a fin de agradarle al consumidor y más aun,
mantenerlo fiel al producto que se desea vender.
equipo de ventas sino que es un problema mucho más global y que ha de ser tratado en toda
su amplitud
Las objeciones de los clientes son una razón para no comprar que nace de la falta de conocimiento por
parte del cliente y se basa en una información insuficiente. Generalmente cuando un cliente tiene dos tipos
de objeciones en ventas:
1. Necesita más información para poder tomar una decisión de compra.
2. La información que ha recibido o no ha sido entendida por él o no la has explicado con claridad.
Las objeciones de ventas es un concepto que forma parte del día a día de cualquier vendedor.
Conozco a muchos vendedores que, en cuanto el cliente les pone la primera objeción, se echan a
temblar.
A lo largo de todos mis años como vendedor puedo asegurar que no he hecho una sola venta en la
que no me pusieran objeciones.
Las objeciones de los clientes son una razón para no comprar que nace de la falta de conocimiento
por parte del cliente y se basa en una información insuficiente. Generalmente cuando un cliente
tiene dos tipos de objeciones en ventas:
1. Necesita más información para poder tomar una decisión de compra.
2. La información que ha recibido o no ha sido entendida por él o no la has explicado con claridad.
Toda compañía debe considerar la venta y su proceso como una técnica perfectamente
estructurada hacia un objetivo final. En RMG – Consultora de Ventas podemos ayudarte a vender
más.
Algunos vendedores consideran las objeciones como si de una amenaza se tratase y se sienten
obligados a luchar contra ellas. Esto es absurdo. Un buen vendedor debe saber que son las
objeciones de ventas, que tipos de objeciones existen y mentalizarse adecuadamente a este
respecto. Las objeciones son buenas y, como ya he dicho antes, si al cliente no le interesa lo que le
ofreces, no te las pondría.
Las objeciones en ventas son indicadores de dirección. Te están diciendo constantemente lo que el
cliente desea realmente comprar. Lo primero que tienes que pensar es que al cliente no le
interesa el producto en sí, sino lo que éste puede hacer por él. Por lo tanto, como ya hemos dicho
con anterioridad, el vendedor que se empeñe en vender lo que el producto es, no venderá. Pero el
vendedor que venda lo que el producto puede hacer, éste Sí venderá.
Al cliente no le interesa el producto en sí, sino lo que éste puede hacer por él CLIC PARA TUITEAR
Las objeciones expresadas por un cliente pueden estar comprendidas en una de estas ocho
razones o causas:
1. Por miedo a ceder ante la influencia del vendedor, es decir, por amor propio, autodefensa, etc.
2. Para darse importancia, lo que es sinónimo de mostrarse competente, técnico, “enteradillo” o
difícil negociador. Generalmente esta actitud es adoptada por los que les falta poder decisión o
poseen un complejo de inferioridad.
8. Para acabar de convencerse. Necesidad de más información para tomar la decisión de compra.
Justificación de la compra.
Una objeción nace, en líneas generales, por un móvil de compra insatisfecho. Recordarás que,
hablando de los móviles o motivaciones que animan al cliente a actuar (MICASO), generalmente se
dan varios de ellos a la vez. Tu obligación es averiguar cuáles son esas motivaciones de compra y
enfocar la entrevista de ventas a satisfacerlos plenamente. Si no consigues este objetivo, será
entonces cuando surjan las objeciones.
Antes de proseguir con el tema de las objeciones, quiero hacer un alto para explicar qué es una
condición.
Una condición es una razón para no comprar que realmente existe. He aquí algunas condiciones.
A. No hay dinero, ni capacidad para conseguir crédito de financiación. Si es cierta esta condición,
ni las mejores técnicas de venta lograrán que vendas.
C. No lo necesita.
Pero quiero prevenirte de algo; Cuando oigas una condición, no la aceptes sin un detenido
examen. Si el cliente te dice, por ejemplo, “No tengo bastante dinero”, no lo aceptes,
compruébalo. O si te dice “Esto a mí no me sirve” o “ya tengo bastante de eso”, NO LO ACEPTES,
COMPRUÉBALO.
Y ¿cómo lo puedes comprobar?. Pues enfocándolo como si de una objeción se tratase. Entonces, y
sólo entonces, si compruebas que es una verdadera condición, déjalo y no pierdas el tiempo en un
asunto que tienes perdido de antemano.
Una excusa, por el contrario, es una táctica dilatoria que emplea el cliente para retrasar la acción
de compra o, en muchos casos, incluso para evitarla. Trátala exactamente igual como si fuese una
objeción.
Generalmente, las excusas suelen ser ambiguas, poco concretas, no definidas. Por ejemplo:
– No tengo dinero
– Ahora no tengo tiempo
Si eres poseedor de un coche, al adquirirlo, no compraste el coche en sí, sino asientos confortables
para poder viajar cómodamente, un maletero espacioso para poder meter todo lo necesario
cuando salgas de viaje con tu familia, seguridad en los adelantamientos, estabilidad, fiabilidad,
etc., etc.. Si el vendedor que te atendió supo cumplir con su trabajo, te vendió todos estos
beneficios y tú, al comprarlos, adquiriste también el coche. Has comprado un coche que cubre tus
necesidades y la de los tuyos.
A esta técnica se la denomina preventiva. Se usa cuando la respuesta puede ser de gran
efectividad. Generalmente la provoca el propio vendedor. Durante la entrevista conduce al cliente
a presentar una objeción concreta o es él mismo quien la plantea.
Lo que estamos haciendo realmente con esta técnica es brindar al cliente una objeción para que la
haga suya y poder darle una respuesta inmediata y de gran efectividad.
2. En el momento de plantearla.
Este caso es el más normal. La resolvemos y continuamos, a no ser que nos interese posponer su
respuesta.
3. Más adelante.
Cuando nos interese hacerlo. Generalmente, si nos basamos en un manual de ventas previamente
trazado y se nos plantea una objeción que sabemos quedará resuelta cuando lleguemos a un
determinado punto de la entrevista, pospondremos su respuesta no si dar las oportunas
explicaciones al cliente…
Si no le importa, Sr. Martínez, responderé a esta cuestión más adelante, cuando tratemos el tema
de…, y estoy convencido que le quedará perfectamente resuelta.
4. Jamás.
… el cliente no es cliente.
… no sabes la respuesta.
A continuación te voy a dar un sistema para resolver las objeciones y deseo que, siempre que se te
presente una, lo apliques paso a paso.
Te prevengo que no debes caer en la trampa que, a menudo, caen los vendedores. Oyen cuatro
palabras y piensan que ya saben lo que esa persona va a decir, se precipitan en sus deducciones y
trabajan sobre lo que creen que quería decir el cliente y, con frecuencia, se equivocan. Pero,
aunque no se equivoquen, esta actitud puede molestar a tu interlocutor. ¿Te gusta que te
interrumpan mientras estás exponiendo una idea?. De lo anteriormente expuesto se deduce el
primer paso.
Una objeción es como un globo gigante. ¿Cómo lo puedes convertir en un globo pequeñito y
manejable?.
Abriéndoles la espita respondí yo.
¡¡¡ EXACTO !!!. Así es como se debe tratar y rebatir una objeción. Deja que el cliente hable cuanto
quiera, que él sólo la irá desinflando.
Es la mejor forma de hacer hablar al cliente, pero cuando preguntes hazlo como si tu tuvieras la
culpa. Algo así …
Disculpe pero no acabo de entender lo que quiere decirme. ¿Le importaría repetirlo, por favor?.
1. Que el cliente, al responder, nos muestre la objeción real. Las personas tienen dos razones para
hacer algo, una que parece buena y otra la que realmente es.
Más adelante veremos algunos ejemplos de las objeciones de ventas más comunes y como se
resuelven, pero antes quiero que entiendas esta idea.
Lo que debes hacer no es darle al cliente una respuesta, sino conducirle a que la encuentre él
mismo.
No des al cliente una respuesta, sino conducele a que la encuentre él mismo. CLIC PARA TUITEAR
El motivo para rebatir así es muy lógico y sencillo. Si eres tú quien se lo dice, el cliente podría
dudar de tu palabra, pero, si logras que sea él quien lo diga, ¿crees que dudará de su propia
palabra?.
Muchos vendedores tropiezan con este obstáculo porque no han entendido la idea. Oyen una
objeción, la toman como un reto y se lanzan a convencer al cliente de que está equivocado. Esto
no funciona. Si caes en esta trampa, el cliente te pondrá otra objeción y tú se la resolverás.
Planteará otra de nuevo y volverás a resolvérsela. El proceso de ventas degenera entonces en ver
quien tiene más capacidad de los dos, si tú en resolverlas y rebatirlas o él en ponerlas. Caerás en el
error de tener que demostrar continuamente que el cliente estaba equivocado. Y, cuando se canse
de estar equivocado, querrá demostrar que él también tiene razón diciéndote NO.
Una vez resuelta la objeción, debes confirmar que ha quedado aclarada perfectamente. Lo harás
diciendo…
¿Qué sucedía cuando no se aplicaba este paso?. Pues que, pasados cinco minutos, el cliente volvía
a plantearte la misma objeción, la resolvías y continuabas con la entrevista. Al poco tiempo, vuelta
a escuchar la misma objeción. ¿Qué pasaba?. Sencillamente que no se habrá confirmado la
respuesta la primera vez. Que no habías remachado…
Hasta aquí los pasos a seguir para rebatir las objeciones en ventas. A continuación voy a plasmar
algunos ejemplos de objeciones de ventas que con más frecuencia se escuchan en la calle. Antes
de proseguir quiero volver a remarcar una vez más que no memorices las respuestas que aquí leas,
sino la técnica empleada en resolverlas.
A continuación se van a enumerar una serie de normas de conducta para poder hacer frente a las
objeciones.
1º.- Aceptarlas de buen grado. Piensa que quien más se beneficia al desvanecer la objeción es el
vendedor, es decir, tú. todo lo que se haga de positivo en este momento, revertirá en favor de
uno, ya que mejorará considerablemente su posición ante el cliente.
2º.- Admitir la lógica de las objeciones sinceras. Esto no significa actuar con hipocresía, sino con
cortesía, a la vez que predisponemos al cliente favorablemente para que acepte nuestros
argumentos.
3º.- Nunca eludir una objeción. Podemos posponer su respuesta para cuando nos convenga a
nosotros, pero jamás la eludiremos por completo. Hacerlo supondrían tanto como que el cliente lo
pudiera tomar como una puerta de salida para no cerrar la venta.
4º.- Tener calma y dominar la situación. Aún cuando el cliente adopte una postura impertinente,
injusta o incluso abusiva . . . es cuando más debemos dominarnos. Te recuerdo que el papel del
vendedor es el de persuadir sin imponer, convencer sin vencer, ganarse al cliente sin discutir.
5º.- Busca puntos de acuerdo. Resalta los puntos más importantes en los que estéis de acuerdo el
cliente y tú antes de tratar las posibles diferencias. Enuméralos ante el cliente, resáltalos
conjuntamente con él. Este hecho puede predisponerle muy favorablemente.
6º.- Utiliza el nombre de tu empresa. Para desvanecer las objeciones utiliza el nombre de tu
empresa y apóyate en él . . .
7º.- Sé sincero. Si te falta experiencia sobre un determinado tema, o no puedes dar una respuesta
exacta, es preferible que se lo digas al cliente antes de improvisar, inventar y mucho menos
engañar. Di algo así como . . .
9º.- Vigila tu actitud ante el cliente. Conozco a más de un vendedor que cuando el cliente le dice . .
. “Sólo vendo a ver…”, cambia su gesto y parece decirle al cliente . . . “pues suba en la moto que le
doy una vuelta rápida por la exposición”.
No hay que rebatir las objeciones. Deseo remarcar un hecho importantísimo. Las objeciones hay
que desvanecerlas en lugar de rebatirlas. Sinónimos de rebatir (batir dos veces) lo son impugnar,
refutar, contradecir, repeler, combatir , etc., implicando una connotación psicológica de lucha y
oposición incompatibles del todo con la venta. Mientras que de la palabra desvanecer son
sinónimos atenuar o disipar gradualmente, lo que supone una acción suave de esfumar, aclarar,
borrar suavemente.
Las objeciones hay que desvanecerlas en lugar de rebatirlas. CLIC PARA TUITEAR
ERA DE REA
Hace unos años compré un mueble en este establecimiento y resultó ser una porquería. No pienso
volver a comprarle nada a una Compañía que tiene muebles así.
¿Hay que abandonar por oír una respuesta así?. Claro que no. Hay que aplicar un proceso para
resolver objeciones que se llama “Poner el zapato en el pie”. Aplicando esta técnica, el enfoque de
la objeción anterior sería este…
Señor Martínez, si Vd. estuviese al frente del Departamento de compras de este establecimiento y
comprase una línea de productos que no resultara totalmente satisfactoria, ¿qué haría Vd. ?.
Como norma general debemos tener la suficiente habilidad para conducir al cliente a que sea él
mismo quien nos dé la respuesta que nosotros le daríamos.
Para entender mejor lo que trato de decir, te pondré un ejemplo relacionado con las casas. La
objeción podría ser esta: El cuarto de baño es pequeño. Esta sería una objeción de las
denominadas de detalle menor. Enfócalo así . . .
Puedo hacerle una pregunta, Sr. Martínez?. ¿Las dimensiones del salón le parecen adecuadas?.
Y, con esta misma técnica, vas haciendo un resumen de beneficios. Sólo preguntarás por aquello a
lo que sabes que te van a responder positivamente.
¿Es grande el jardín?.¿Los armarios empotrados le parecen capaces?, ¿Le agrada las vistas desde el
salón?. Etc., etc.
Dígame, Sr. Martínez,¿está Vd. dispuesto a perder todas estas cosas que Vd. y su familia han
estado buscando durante tanto tiempo sólo porque el cuarto de baño le parece un poco
pequeño?.
Si hiciese una votación a la objeción más oída, seguro que ésta se lleva el primer premio. Te
aconsejo que analices con detenimiento el capítulo dedicado al tema del precio. En esta frase hay
dos objeciones en una. Por un lado se nos dice que el precio es caro y por otra que la competencia
se lo da más barato. Digas lo que digas no caigas jamás en la trampa de sojuzgar a la competencia
y muchísimo menos criticarla. He aquí una de las muchas razones que puedo darte para no
hacerlo:
Al margen de todo, puedo decirte que, cada vez que sale a relucir esta objeción puede ser por tres
razones:
1º.- Que al cliente no se le ha sabido vender lo que significa realmente comprarle a tu Empresa, o
dicho de otra forma, todo lo que has estado diciéndole a cerca del producto no le ha llenado en lo
más mínimo. Vale más el precio de lo que está comprando que el beneficio que obtendrá con su
compra.
2º.- Que realmente le interese el producto y pretenda obtener algún beneficio adicional en su
compra, como un descuento, un regalo, un mayor aplazamiento del pago, etc.
3º.- Que el cliente crea que es el mismo artículo sin serlo. Si partimos de la premisa que el cliente
no es un experto en la materia, le puede resultar muy fácil confundir los artículos de un proveedor
con los de otro. Uno de los argumentos más repetido por los representantes de muebles a la hora
de ofertar un producto al responsable de compras suele ser: Este programa es el mismo que el de
… pero un 10% más económico. Y en muchas ocasiones es cierto.
Para esta objeción, más que una solución concreta, lo que sugiero son unas normas para poner un
poco de luz en el tema.
1º.- Sería interesante que los vendedores supiesen que artículos tienen en exclusiva y cuáles están
compartiendo con la competencia. Esta es una labor de la Dirección y cuya información debe ser
dada a conocer al equipo comercial.
2º.- Si realmente se trata de un artículo que puede tener la competencia, sacarle al cliente dónde
lo ha visto. Esta información no suelen darla el cliente con facilidad, pero al menos debe intentarse
obtenerla.
3º.- ¿Cuánto más barato?. Esta pregunta hecha justo a continuación de que haya puesto el cliente
la objeción es de lo más efectivo por dos razones:
Esta objeción “Lo he visto más barato en … ”, resulta muy ambigua y abstracta. Hay que conseguir
que el cliente la concrete al máximo tratando de obtener respuestas a preguntas como . . –
¿Dónde lo ha visto? y ¿Cuánto más barato?.
Si el tipo de cliente trata de salir por la tangente y te sigue dando respuestas poco concretas,
entonces nos encontramos ante una excusa para eludir el compromiso final. Esta no es la
verdadera objeción. Hay otra escondida y es necesario hacerla aflorar.