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Parque Ciudadano: activismo tras bambalinas

Emiliano Sánchez

Tras el telón de lo que entendemos comúnmente por activismo, se gesta un proceso mucho
más importante; uno que es la columna vertebral de un logro alcanzado y que está lejos de
lo que una sociedad como la regiomontana puede llegar a juzgar de inútil, escandaloso y
subversivo: la gestión con instancias gubernamentales.

Aquél lunes 5 de enero de 2015 llegamos al predio dispuestos a detener máquinas, trepar
árboles, hacer una cadena humana o lo que fuera necesario para detener el inicio de obra
de manera pacífica. Era la fecha programada para arrancar la construcción del
estacionamiento que nuestros diputados de la LXXIII legislatura querían obrar con 55 mdp
del erario, para ahorrarse la caminada desde el estacionamiento subterráneo de la Macro
Plaza al Congreso.

Ese día no ocurrió nada; nunca llegaron las máquinas, no se acercó ninguna autoridad y
decidimos instalar un campamento para evitar la ocupación del predio por parte de algún
otro actor, situación que haría ilegal nuestro reingreso. La suspensión provisional se logró
hasta el 16 de enero por un punto de acuerdo de la Comisión de Coordinación y Régimen
Interino del Congreso de Nuevo León (Cocri).

Los medios jugaron un papel importante al darle proyección a la protesta. Sumado a las
redes sociales de quienes ocupamos el predio y las redes ciudadanas de cada una de las
organizaciones involucradas, pronto tuvimos un apoyo que hizo posible resistir frío, hambre
y lluvia. Nuestra instalación dio para estar ahí día y noche sin la menor carencia, y la
circulación de la nota en diarios y televisión, para que alrededor de 3 mil 500 personas
pasaran a visitarnos y firmar en apoyo a la creación de un parque en vez de un edificio para
autos. El apoyo ciudadano fue determinante.

Pero lo que quiero resaltar aquí, es qué pasó entre el 18 de enero de 2015, que levantamos
el campamento y el día de hoy que estamos inaugurando un nuevo Parque Ciudadano. Eso
que nadie vio, que no llamó la atención de medios, ni salió en las noticias. Eso para lo que
fue suficiente un pequeño comité y que sucedió durante casi tres años mientras la ciudad
olvidaba que hace algún tiempo un grupo de personas ocupó un terreno para detener otra
de tantas obras que emprenden nuestros gobernantes en su idea de lo que es un buen
ejercicio del erario.

Después de cuatro solicitudes escritas al Congreso, requiriendo información sobre los


permisos de construcción; una convocatoria ignorada de diálogo público con los diputados;
una solicitud de acceso a la información a la SEDUE que reveló que el permiso de tala de
árboles estaba expirado; un amparo haciendo alusión al artículo 4° de la Constitución
Mexicana; oficios a la COCRI, Secretaría de Finanzas y SEDUE solicitando se revoquen los
permisos otorgados para utilizar el polígono, se consiguió por otra vía entablar un diálogo,
ya con la nueva legislatura.
Me parece imprescindible que más ciudadanos sepamos que bajo la punta de un iceberg
que es la manifestación pública de un descontento, lograr mover el aparato gubernamental
en favor del bien común, requiere trabajo, constancia, paciencia y muy importante: conocer
las funciones de nuestras instancias gubernamentales. En este caso, el proceso mismo fue
educativo. Después de una decena de reuniones, constante comunicación, negociaciones y
más tareas, una vez fue anunciado el concurso “Hagamos el Parque Ciudadano”, el 7 de
marzo de 2017, tenemos hoy un espacio recuperado para la ciudadanía.

Esta semana no sólo inauguramos un parque, inauguramos un emblema a la participación


ciudadana organizada e informada; un emblema a las capacidades de gestión y de
interacción con la administración pública. Si bien el Parque Ciudadano no es el único, ni el
primer ejemplo de un logro alcanzado por la vía institucional, sí es, por su proyección y valor
simbólico, uno que abre camino a otros grupos para que logren influir en la materialización
de la voluntad política y mantener un balance en el devenir público; es prueba de que hoy
se construye una nueva tradición de participación ciudadana en Nuevo León.

eemiliano.sanchez@gmail.com

Este artículo fue​ ​publicado en El Norte​, el 14 de abril de 2018.

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