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Por lo cuall el sonido se puede valorar bajo dos puntos de vista: subjetivamente como
sensación auditiva en el cerebro; y objetivamente al referirse a los aspectos físicos del
movimiento ondulatorio tales como: frecuencia, período, longitud de onda, etc. La
frecuencia caracteriza el tono y la amplitud el volumen del sonido.
Dentro del entorno laboral y locativo, el ruido puede ser causante de grandes riesgos
laborales e inclusive puede convertirse a mediano y largo plazo en una enfermedad
laboral por la pérdida del oído.
Tanto en el sonido como en el ruido, intervienen algunas variables por las cuales se hace más fácil
la identificación de la presión sonora dentro del área laboral, como por ejemplo la intensidad, la
frecuencia, la amplitud del sonido a diferentes longitudes de onda, cabe resaltar que para que el
ruido cause algún efecto adverso a la salud es porque se han valorado ciertos aspectos vinculados
con el trabajador como, por ejemplo tiempo de exposición, vulnerabilidad, sexo, edad, genética,
del individuo, resistencia y tolerancia al ruido por parte del trabajador, entre otros.
Ya para la parte de temperaturas extremas este es un tema que depende más del tipo de labor
que desempeñe el sujeto y el área laboral en la que cumple con sus funciones
Como una misma presión sonora pero de diferente frecuencia provoca una
sensación auditiva distinta en el oído humano, se establecen diferentes
curvas de corrección. La curva de ponderación A es la más utilizada ya que
es la que mejor se aproxima al comportamiento del oído humano. Por eso
hablamos de dB(A).