Está en la página 1de 10

Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

Cultura, Artefactos y El Reino.

Osvaldo Jorge Daniel Diaz

Seminario Wesley en Indiana Wesleyan University

Fecha del Escrito: 30 de julio de 2017

Nota de Autor

Al incluir el nombre del estudiante indicado en el título de esta página, tal estudiante

certifica que ha leído y comprendido la política de honestidad e integridad académica, tal como

aparece en el Catálogo IWU y en el plan de estudio de cada curso.

Al añadir esta declaración a la página del título, certifica que los pasos correctos para

completar la presente tarea fueron seguidos y que la misma es un trabajo original diseñado para

este curso.

Si el plagio y/o deshonestidad académica aparece en este escrito, el estudiante entiende que

este acto puede resultar en una expulsión del Seminario Wesley tal como lo describe los

reglamentos de la Universidad.
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

Cultura, Artefactos y El Reino

En estos tiempos de cambios culturales tan marcados, hablar de cultura ya genera ciertos

desafíos, ya que el término a lo largo de la historia ha sufrido cambios y hoy más que nunca se

habla de él. En el latín en Roma significaba inicialmente "cultivo de la tierra", y luego, por

extensión metafóricamente, "cultivo de las especies Humanas", para finalmente hoy en día

designar a la cultura como el conjunto total de las prácticas humanas, de modo que incluye las

prácticas: económicas, políticas, científicas, jurídicas, religiosas, discursivas, comunicativas,

sociales en general. Ahora también para nosotros sería bueno analizarla desde la perspectiva de

nuestra cosmovisión Biblica y en tal sentido siguiendo a Justo González en su libro, “Culto,

cultura y cultivo” (2008) podríamos decir que esto tuvo su origen en la creación. “Entonces dijo

Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los

peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se

arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y

hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y

sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que

se mueven sobre la tierra.” Génesis 1:26-28. Por lo tanto el origen de la cultura está precisamente

en ese espacio, en esa comisión que Dios le da al ser humano para que como representante suyo,

cultive el huerto y gobierne sobre el resto de la creación. Y por ende, el que hoy haya una

diversidad de culturas y que estas se desarrollen, es parte del propósito de Dios en la creación del

ser humano.

Nuevamente siguiendo el pensamiento de Justo Gonzales (2008), la cultura como cultivo

se enfrenta al medio ambiente; y como culto, lo interpreta y le da sentido. La cultura tiene una

dimensión, por así decir, externa, mediante la cual responde a los retos del ambiente, una
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

dimensión interna, a través de la que establece los medios de comunicación entre el grupo, y una

dimensión que bien podríamos llamar trascendente, mediante la cual interpreta tanto el ambiente

circundante como la cultura misma. Y todos estos elementos se entremezclan y ejercen su

influencia el uno sobre el otro, Nuestro desafío entonces será evaluar las diferentes dimensiones

culturales basadas en criterios sociológicos y teológicos, buscando al final una aplicación

contextual que refleje los principios de reino de Dios en nuestro rol de liderazgo ministerial.

Nuestra misión y sus artefactos.

El hecho que haya cultura -y de que exista cultivo y culto- ya vimos que es parte del

propósito de Dios desde la misma creación, pero esto no nos garantiza que todo lo que se

produzca sea bueno. El pecado que ha corrompido la creación y la vida humana, ha corrompido

también todas las culturas. A esto hemos añadido que la diversidad de culturas, al tiempo que

puede verse como consecuencia del pecado – desde la torre de Babel - es, asimismo, también

acción liberadora por parte de Dios. Finalmente vemos que el mismo Verbo de Dios que existía

desde el principio con Dios, por medio del cual todas las cosas fueron hechas, es el mismo Verbo

que sigue actuando en la creación y, por tanto, en todas sus culturas y se encarna en medio de

ellas. Justo Gonzales nos recuerda (2008) que todo esto quiere decir, en resumen, que toda

cultura ha de verse bajo el doble lente del amor y presencia de Dios, por una parte, y la

corrupción del pecado, por otra. Toda cultura es pecaminosa; pero, al mismo tiempo, Dios actúa

en toda cultura.

Es en este sentido y a modo de mirarnos al espejo, usando los modelos de Schein (2010)

y Hofstede (2001) hare un análisis cultural de un artefacto de nuestra Gran Comisión, aunque en

realidad hay varios para analizar, tales como nuestros departamentos de misiones, la manera que

seleccionamos a nuestros candidatos, la preparación, el envío y varios más, pero por razones de
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

espacio solo me dedicaré a uno, que en mi contexto, tiene muchos peso: los viajes misioneros de

corta duración.

Primer Análisis Cultural de Edgar Schein.

 Artefacto: Viajes misioneros de 10 a 14 días.

o La iglesia asume que es una manera de cumplir la gran comisión.

 Creencias/valores:

o Compartir el evangelio, apoyar necesitadas, visitar misioneros.

 Presuposición:

o Cuanto más viajes mejor. Y si es a un lugar exótico y con ciertos riesgos,

ya estás en un nivel superior.

Segundo Análisis Cultural de Hofstede

 Símbolos:

o t-shirt, gorras, logos, colores.

 Héroes:

o Son aquellos que vuelven con historia únicas.

 Rituales:

o Reuniones previas, oración, ayunos, reconocimiento público.

El reino, es la buena noticia.

Hoy debemos redescubrir, interpretar y explicar el significado del reino de Dios y sus

implicaciones para el día de hoy. Estoy de acuerdo con Samuel Escobar cuando en su libro “En

busca de Cristo en América Latina” (2012) presenta la situación teológica del mundo evangélico

latino como en un eclipse en relación al concepto del Reino de Dios. Por un lado, aparecía un
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

concepto manipulado por organizaciones cuyo énfasis solo era los temas sociales o peor aún por

algunas sectas que los usaban es sus slogan y postulados. En contraste, cuando analizamos los

evangelios, lo vemos como algo central en la vida y práctica ministerial de Jesucristo, y cuando

ya resucitado -Lucas nos relata- en el libro de Hechos: “a quienes también, después de haber

padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta

días y hablándoles acerca del reino de Dios”. (Hechos 1:3)

Más adelante Escobar (2012) nos lo recuerda citando a Mackay que para Jesús el Reino

de Dios era “su concepto de lo que constituye la realidad suprema en la vida del individuo y en la

historia de la sociedad”. En las parábolas se destaca la existencia de valores absolutos que

confrontan al ser humano con opciones y decisiones. El Reino de Dios “significa la soberanía de

Dios en todas las esferas de la vida humana, así individual como doméstica, como social e

internacional, interpretándose concretamente esta soberanía en el sentido del acatamiento de

Cristo como Señor de la vida, y de la aplicación de sus enseñanzas a todos los problemas de

aquélla”. De esta cristología de firme base bíblica se desprende la misión integral, que no hace

dicotomía entre salvación personal y transformación de cada espacio de interacción humana. En

esta línea se reconoce Samuel Escobar, y por lo mismo su acercamiento lo distancia de un Cristo

proclamado por algunos como mero revolucionario de estructuras económicas y políticos, o bien

como un ser que exclusivamente tiene interés en la vida espiritual, más bien espiritualista, de sus

seguidores. La salvación, según las pautas bíblicas, se debe expresar en la encarnación del

shalom personal y comunitariamente en forma cotidiana.

Y ya para finalizar esta perspectiva del reino, me gustaría citar a Rene Padilla que tanta

influencia tiene para Latinoamérica y en general para el mundo a partir de lo que fue Lausanna

1974, cuando en su libro “El Evangelio Hoy” (1975) nos dice: “El Evangelio es buenas nuevas
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

de Dios en Cristo Jesús. Es buenas nuevas del Reino que él proclama y encarna; de la misión de

amor de Dios que trae salud al mundo exclusivamente por medio de la Cruz de Cristo; de su

victoria sobre los poderes de destrucción y muerte; de su señorío sobre todo el universo. Es

buenas nuevas de una nueva creación, una nueva humanidad, un nuevo nacimiento por medio del

Espíritu que da vida. Es buenas nuevas de los dones del Reino mesiánico contenidos en Jesús y

mediados por su Espíritu; de la comunidad carismática que por su poder encarna su Reino de

shalom aquí y ahora, ante toda la creación, y hace visible y da a conocer sus buenas nuevas. Es

buenas nuevas de liberación, de restauración, de salud y de salvación personal, social, global y

cósmica. ¡Jesús es Señor! ¡Aleluya! ¡Que el mundo entero oiga su voz!”

Entre artefactos, cultural evangélica y ser discípulo.

Ahora nos toca contrastar el análisis cultural de nuestros artefactos evangélicos para

cumplir la gran comisión, con los principios y postulados del reino de Dios. En nuestro caso en

particular analizare los “viajes misioneros” de corta duración, que en algunos casos rondan en

promedio de dos semanas y que por año pueden alcanzar los 12 viajes. Estos viajes suelen

involucran a un promedio de 10 personas por cada proyecto. A continuación algunos de nuestros

analices y desafíos.

Turismo vs. Misión. Creo que el mayor problema radica en que hoy vivimos

culturalmente hablando un momento donde la posibilidad de hacer viajes, turismo y conocer

otros pueblos y culturas es una valor de nuestros días. Sin darnos cuenta ese valor de la cultura,

se nos infiltro en nuestros deseos de hacer la misión de Dios. Jesucristo claramente nos muestra

en Juan 20:21 que la “forma de hacer misiones” es encarnacional, es de larga duración, y nos

cuesta la vida.
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

Evento vs. Procesos. Otro fenómeno que detectamos es que entre viajes y viajes no hay

conexiones, ni continuidad en la tareas, por lo tanto no hay procesos, ni para las personas que

hacen el viaje, ni supuestamente para los proyectos del campo misionero. Todo lo contrario a lo

que nos muestra que son los procesos de reino: como una semilla, que es sembrada, cuidada, y

que cumpliendo los procesos biológicos, madura, da fruto y comienza un nuevo ciclo.

Recursos, emociones y tranquilidad de conciencia. Finalmente quiero analizar estos

tres factores, aunque la lista podría seguir, pero a modo de aplicación didáctica creo que es

suficiente. Si sólo pensamos una inversión promedio de $2500 dólares por persona/viaje, y si se

realizan un promedio de 12 viajes, con un promedio de 10 personas por viaje, llegaremos a que

la suma invertida anualmente de $300.000 dólares. ¡Si, $300.000 dólares! Creo que es una

exorbitante suma que en la mayoría de los casos sólo nos ha producido emociones, y nos hemos

“quedado con la idea que ya hemos hecho misiones”. Nada más apartado de la realidad.

Cuando escuchamos los comentarios de los misioneros que reciben muchas veces a estos

grupos y que nos comentan de las situaciones que tuvieron pasar y muchas veces también que

luego de los viajes ellos tienen que afrontar, por la falta de sensibilidad cultural, deseos

personales, y un largo etcétera… Nos hace reflexionar hasta qué punto un artefacto cultural que

en su momento tuvo su razón de ser, hoy en muchos contextos debemos redefinirlos porque no

estamos haciendo misiones ni mucho menos extendiendo Su reino.

Propuesta: Creo que debemos redescubrir en esencia la razón de ser de la Iglesia como

agente del reino de Dios. Jesucristo no nos mandó a “ir y hacer viajes misioneros”, tampoco a “ir

y hacer ayuda social”, tampoco a “ir y hacer templos” y la lista podría seguir… Jesús nos mandó

a “IR Y HACER DISICIPULOS”. ¿Pero cómo haremos discípulos, si primero no lo somos

nosotros? Por eso redescubriendo el rol de la Iglesia, como una comunidad de discípulos,
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

tendremos oportunidad de donde quiera que estemos, algunos aquí y otros a donde El nos envíe,

podremos compartir un estilo de vida, estando con la gente, compartiendo con ellos… Si, como

Jesús lo hizo. El sigue siendo nuestro modelo.

Por eso me siento plenamente identificado con la declaración del Pacto de Lausana que

en su punto seis textualmente dice: Afirmamos que Cristo envía a los redimidos al mundo así

como el Padre lo envió a Él, y que ello exige una similar penetración profunda y costosa en el

mundo. Necesitamos salir de nuestros ghettos eclesiásticos y penetrar en la sociedad no cristiana.

En la misión de la Iglesia, que es misión de servicio sacrificial, la evangelización ocupa el primer

lugar. La evangelización mundial requiere que toda la Iglesia lleve todo el Evangelio a todo el

mundo. La Iglesia está en el corazón mismo del propósito cósmico de Dios y es el instrumento

que Él ha designado para la difusión del Evangelio. Pero una Iglesia que predica la cruz debe ella

misma estar marcada por la cruz. Se convierte en una piedra de tropiezo para la evangelización

cuando traiciona al Evangelio o carece de una fe viva en Dios, un genuino amor a los hombres, o

una escrupulosa honradez en todas las cosas, incluyendo la promoción y las finanzas. La Iglesia

es la comunidad del Pueblo de Dios, más bien que una institución, y no debe identificarse con

una cultura, sistema social o político, o ideología humana particular. (Juan 17:18, 20-21; Mat.

29:19-20; Hech. 1:8; 20:27; Ef. 1:9; 3:9-11; Gál. 6:14,17; 2 Cor. 6:3,4; 2 Tim. 2:19-21; Fil. 1:27)

Por otro lado, Justo Gonzales (2008) nos muestra algo muy interesante en relación a

nuestro cometido misionero y las culturas. Ya que si tomamos en serio lo que antecede a la Gran

Comisión, resulta que no son sólo las naciones las que necesitan el testimonio de la iglesia, sino

que es también la iglesia la que necesita de las naciones, porque cada vez que se conoce y

experimenta la presencia de Jesucristo en un nuevo contexto cultural, la iglesia también aprende

algo nuevo del significado y alcance del poder de nuestro Señor, Salvador y Rey.
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

Pues la Escritura dice: “Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no

hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos

los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo,

pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han

oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito, !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian

buenas nuevas!” (Rom. 10:11-15)

¡Sí Señor, te seguiremos a Tí, seremos tus discípulos, haremos discípulos, donde quiera

que estemos!
Cornisa: CULTURA, ARTEFACTOS Y…

Referencias

Escobar, S. (2012). En busca de Cristo en América Latina. Buenos Aires, Argentina:

Ediciones Kairós.

González, Justo L. (2008). Culto, cultura y cultivo: Apuntes teológicos en torno a las

culturas. Lima, Perú: Ediciones Puma.

Padilla, R. (1975). El Evangelio hoy. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Certeza.

Lausana, Pacto (1974). Punto 6: La Iglesia y la evangelización. Recuperado de:

http://doulosgroup.org/en-esto-creemos/

También podría gustarte