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Los peligros de la cocaína

Los jóvenes están rodeados de mensajes que promueven las drogas a través de los
medios de comunicación y la Internet. Es posible que prueben la cocaína por sentir la
emoción de la experiencia sin darse cuenta de los riesgos y las consecuencias reales
que esta droga trae.

Como padre o madre, usted es la primera y la mejor protección contra el consumo de


drogas. La siguiente información de la Academia Americana de Pediatría habla sobre
la cocaína y cómo ayudarle a su niño a decirle "No" al consumo de drogas. (En esta
publicación niño se refiere tanto a niños como adolescentes.)

El consumo de cocaína afecta la salud y el bienestar


La cocaína estimula el sistema nervioso, causando breves sentimientos de euforia,
mayor vivacidad, locuacidad y un sentido de poder. Las personas bajo el efecto de la
cocaína también pueden estar sudorosas, inquietas y mareadas, así como tener
náuseas y vómitos. Al ir perdiendo los efectos de la cocaína pueden sentirse tristes,
tener ideas delirantes o paranoicas e incluso contemplar el suicidio.

Efectos agudos

El consumo de cocaína aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial, y puede


conllevar a un ritmo cardiaco anormal y ataques cardíacos mortales, incluso en gente
joven y saludable. La cocaína también puede provocar convulsiones y derrames
cerebrales.

La cocaína es una droga muy adictiva


La cocaína es altamente adictiva. El consumo de cocaína, incluso poco después de
haberse iniciado, lleva a una pérdida del control de su uso y a fuertes ansias de
consumir más y más cocaína con mayor frecuencia. Si el consumo de drogas no
continua con regularidad, el usuario tiene síntomas de abstinencia, incluyendo letargo,
debilidad muscular, irritabilidad, lentitud para comprender y depresión. La adicción a
las drogas no tiene una cura rápida y fácil, pero el cuidado médico es fundamental
para enfrentar la adicción y recuperar la salud.

¿Cómo se usa la cocaína?


La cocaína se vende en polvo y usualmente se inhala a través de la nariz. El polvo
también puede derretirse para ser inyectado en forma de líquido directamente en una
vena.

El crack o piedra es una forma de cocaína que se fuma y que se prepara a partir del
polvo de cocaína. El crack es relativamente barato. El fumar crack incrementa no sólo
la rapidez y la intensidad del estímulo de la cocaína, sino también el riesgo de
adicción.
Signos del consumo de cocaína

Reconocer los signos del consumo de drogas es el primer paso para obtener la ayuda
que necesita su niño. Sin embargo, algunos de estos signos pueden ser vagos.
Contemple la posibilidad de que su hijo está consumiendo cocaína u otras drogas si:

 Pasa menos tiempo con la familia y los amigos y más tiempo a solas o fuera de
casa
 Pierde contacto con viejos amigos o cambia de amigos
 Se irrita y discute con frecuencia, y suele perder el control de sus actos
 Comienza a faltar a clases, suele llegar tarde a la escuela o sus calificaciones
desmejoran
 Pierde interés en sus pasatiempos
 Pasa la noche fuera de casa o huye de la casa
 Desarrolla problemas de sueño o de apetito
 Tiene un gran cambio en su peso o apariencia
 Hurta cosas en las tiendas o roba dinero
 Posee drogas o parafernalia (objetos) relacionados con las drogas, como
espejos, cuchillas, cucharas o encendedores.

Lo que usted puede hacer

Siga estos pasos para prevenir que su hijo se interese en el consumo de cocaína y
otras drogas.

 Establezca expectativas altas y límites claros. Inculque valores sólidos. Hágale


énfasis a su hijo en que usted espera que no consuma drogas. Enséñele
valores saludables e importantes para su familia, y a usar esos valores al
discernir entre lo correcto y lo incorrecto.
 Hable con su hijo sobre los peligros del consumo de drogas, incluyendo la
cocaína. Los jóvenes que desconocen los hechos sobre las drogas pueden
probarlas sólo por saber qué se siente. Comience a hablar con su hijo a una
edad temprana acerca de los peligros del consumo de drogas. Anímelo a
hacerle preguntas y a expresar sus inquietudes. Escúchelo y no lo dé
sermones ni hable sin parar. Pregúntele qué piensa sobre el consumo de
drogas y sus riesgos.
 Aproveche los momentos aleccionadores. Hablen sobre los accidentes
automovilísticos y otras tragedias provocadas por el consumo de drogas que
aparecen en las noticias o se presentan en la vida de su hijo.
 Ayúdele a enfrentar la presión de sus compañeros. Los compañeros y otras
personas pueden ejercer una fuerte influencia para que un joven pruebe las
drogas. Como padre o madre, usted puede ejercer una influencia aún mayor
para ayudar a su hijo a tener confianza en sí mismo, tomar decisiones
saludables y resistir las presiones poco saludables de sus compañeros. Dígale
que está bien decir "¡No!" a conductas riesgosas, y a decirlo con convicción.
Ayúdelo a dedicar su tiempo a intereses positivos que fomenten la autoestima.
 Ayúdele a afrontar los cambios físicos de su cuerpo. Durante la adolescencia,
los chicos y chicas experimentan estirones de crecimiento asociados con
ganancia de peso y cambio en la forma corporal. Algunos adolescentes se ven
tentados a usar drogas estimulantes, como cocaína, para perder o controlar su
peso. Asegúrele a su hijo que los cambios corporales son normales y
saludables. Hable sobre los parámetros corporales poco realistas que
presentan los medios de comunicación y la moda mundial. Ayúdele a sentirse
bien acerca de los cambios que experimenta su cuerpo y anímelo a hablar con
su médico acerca de una dieta saludable y opciones de ejercicio.
 Ayúdele a afrontar sus emociones. Durante la adolescencia, muchos jóvenes
enfrentan emociones fuertes por primera vez. Es usual que se depriman o se
sientan ansiosos, lo que puede llevarlos a recurrir a las drogas para tratar de
eludir esos sentimientos y olvidar sus problemas. Explíquele que todos los
jóvenes experimentan esos sentimientos de vez en cuando, así que es
importante aprender a expresar sus emociones y enfrentar las situaciones
difíciles de un modo saludable, lo que le permitirá prevenir o resolver los
problemas.
 Dé un buen ejemplo. Evite consumir tabaco y drogas ilícitas. Reduzca al
mínimo el consumo de alcohol y nunca conduzca habiendo bebido. Dé un buen
ejemplo en el modo en que se expresa, se controla y alivia el estrés, el dolor o
la tensión. ¡Las acciones dicen más que las palabras!
 Obtenga una evaluación profesional. Si cree que su hijo está consumiendo
drogas, exprésele al pediatra sus inquietudes exactas. El médico podrá
ayudarle.

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