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Estudio Metamorfosis FKafka1°
Estudio Metamorfosis FKafka1°
VivancoVidela
Estudio sobre “La Metamorfosis” de F. Kafka
Comienza así el planteamiento de la relación existente entre su condición de objeto y su situación como sujeto.
Gregorio ha sido, hasta este momento, un objeto útil; por esto la alegoría del insecto nos permite observar el
inmenso grado de soledad en que se encuentra el joven Samsa. Además, el mencionado animal representa -en el
plano de la alegoría-, la incomunicación frente al mundo exterior.
El sueño ha sido intranquilo, primordialmente por dos razones: 1. porque durante esa noche figurada se iba
gestando, poco a poco, la metamorfosis; 2. porque Gregorio iba perdiendo, gradualmente, confianza en sí
mismo, al mismo tiempo que descubría su grado de extrañeza en relación con el universo en que vivía.
El personaje se encuentra indefenso y muy asombrado. Lo que ha ocurrido escapa a los esquemas normales. Al
narrador no le interesa hacer creíble su relato; simplemente los hechos se han dado de esa manera y basta.
Cuando el autor describe al insecto lo hace con la intención de ubicarnos en la verosimilitud de éste; el acontecer
literario no importa por el grado de veracidad que conlleve, basta con que se mueva en el terreno de lo posible.
Desde nuestra perspectiva de análisis, ese animal representa un momento muy duro en la vida del joven Samsa;
realmente existe en su convulsionado microcosmos, frente a lo cual destacamos que la actitud adoptada por
Gregorio representa su intención de no dejarse vencer por los hechos consumados.
El primer intento del personaje se da en el terreno de la reflexión: “¿Qué me ha sucedido?”
No es un sueño porque su habitación es la misma de siempre. En ella aparecen los elementos conocidos que nos
permiten definir la vida de Gregorio cuando era insecto y no lo sabía.
El muestrario de paños que está sobre la mesa bien puede simbolizar el mundo laboral, su condición de viajante
de comercio. La estampa, recortada de una revista ilustrada y puesta en un lindo marquito dorado, es la
representación de algo muy querido por el personaje al extremo de llegar a defenderlo valientemente, en el
entorno de la segunda salida.
Es una mañana lluviosa y esto acrecienta la nostalgia del protagonista. Su decisión consiste en seguir siendo él
mismo, a pesar de lo evidente de la metamorfosis.
Pronuncia un extenso monólogo en el que recapacita acerca de su humana condición. En este monólogo se
advierte el alto grado de desarraigo y soledad en que vive. La profesión lo deja cada día más vacío, mientras que
las amistades, en continuo cambio como natural consecuencia de sus múltiples viajes, no perduran. El trasladarse
en los trenes es molesto y ni siquiera puede comer tranquilamente.
A todo lo anterior, se agrega la imagen implacable de su jefe y la dependencia laboral se impone como una carga
insoportable.
El despertador no ha sonado, o si esto ha sucedido, Gregorio no lo oyó. En verdad, el protagonista sabía que el
sonido del reloj lo llamaba a su condición de objeto útil; quizás por esto último no quiso escucharlo.
A partir de la metamorfosis el fin de Gregorio se impondrá gradualmente, es la imagen del héroe contemporáneo
traumado y abandonado por la sociedad a la cual había servido durante tanto tiempo. Simultáneamente,
corresponde subrayar el carácter extranjero de este hombre quien sufrió y luchó por un mundo que le volvió la
espalda en el momento en el que él más lo necesitaba.
Por otro lado, desde su actual perspectiva de animal, de objeto útil, no puede permitir que se le siga utilizando.
El hacerlo sería una forma de reconocer y aceptar su actual condición.
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LBOCZ Prof.: L.VivancoVidela
Por todo lo dicho, las dos fuerzas se manifiestan así: una lo obliga a salir; la otra le impide moverse con
normalidad y retrasa todos sus intentos.
Desde la perspectiva de los miembros de la familia, las reacciones son diferentes. En ellos también obrará una
especie de metamorfosis que los lleva desde una actitud inicial de relativa aceptación hasta la postura final de
total rechazo hacia el horrible insecto.
La primera en dejar oír su voz a través de la puerta cerrada de la habitación de Gregorio es la madre:
-Gregorio -dijo una voz, la de la madre-, son las siete menos cuarto. ¿No ibas a marcharte de viaje?
Evidentemente la madre está preocupada por su hijo. Una de las características predominantes en esta mujer es
su alto grado de incapacidad para ayudar eficazmente a Gregorio. Tiene la mejor intención, pero no posee los
medios para concretar en los hechos sus aspiraciones de acercamiento válido al hijo enfermo.
Por su parte el joven casi no reconoce la voz de su progenitora:
¡Qué voz más dulce! Gregorio se horrorizó al oír en cambio la suya propia, que era la de siempre, sí, pero que
salía mezclada con un doloroso e irreprimible pitido, en el cual las palabras, al principio claras, confundíanse
luego, resonando de modo que no estaba uno seguro de haberlas oído.9
La metamorfosis se manifiesta también en el discurso. Es obvio que el actual Gregorio no va a expresar los
mismos conceptos que el anterior. El de antes era sumiso, sometido, obediente; el de ahora es rebelde y opuesto
a todos los esquemas del pasado. Si llegáramos a creer que el personaje acepta su actual condición y la defiende
hasta el extremo de continuar actuando en forma eficaz, entonces tendríamos que aceptar la absoluta falta de
rebeldía en Gregorio. Pero los hechos no suceden así: Gregorio quiere salir de su habitación, es cierto, pero su
conciencia rebelde se lo impide.
Por su parte, el padre procede con desconfianza, pero no adopta aún actitudes terminantemente violentas. Le
dice: "Gregorio, ¡Gregorio! ¿Qué pasa?"
La hermana está muy preocupada. Parece presentir lo que ha sucedido. Kafka establece:
Mientras tanto, detrás de la otra hoja, la hermana lamentábase dulcemente: "Gregorio, ¿no estás bien?
¿Necesitas algo?
Es obvio que la hermana manifiesta una actitud mucho más condescendiente. Se preocupa por el sujeto, por el
hombre que hay en Gregorio. Le habla con dulzura y lo interroga acerca de su condición física. En el desarrollo
del relato, podremos observar como Grethe se acerca válidamente a Gregorio y lo ayuda.
De todas formas, al analizar las dos salidas del personaje, retomaremos el tema de la relación familiar.
Así pues, hemos constatado cómo comienza en la tercera parte de la obra un proceso rápido de agravamiento de
la enfermedad de Gregorio que concluye con su muerte. La sirvienta es quien descubre el cuerpo y los convoca a
todos para que vean como "reventó". La familia recibe la noticia como una verdadera liberación. Todos
resuelven consagrar ese día al reposo y al paseo.
El relato concluye con la certeza de que una vida nueva se inicia para todos. Al observar las formas juveniles de
Grethe, parece renacer una esperanza fundamentada en esta hija que les ha quedado a pesar de la pérdida de
quien en otro tiempo fuera el sostén y la alegría de la casa.
Gregorio representa la imagen del héroe contemporáneo, traumatizado y abandonado por la sociedad a la cual
había servido durante tanto tiempo. El movimiento del personaje en el desarrollo de la novela, se da en tres
planos: Gregorio y el círculo familiar, Gregorio y el aspecto laboral regido por el sometimiento, y Gregorio y el
resto de la sociedad, caracterizada por la exclusión del personaje.
Como elementos válidos a los efectos de las conclusiones que estamos analizando, sirve subrayar el carácter de
este hombre que sufrió y luchó por un mundo que le volvió la espalda en el momento en el que más lo
necesitaba. A nivel familiar es donde se dan los hechos más dolorosos, según hemos argumentado.
Por último, Gregorio llega a desconocerse a sí mismo. La sociedad lo ha herido hasta tal punto que ni siquiera le
deja la opción de sentirse en paz con su propia e individual condición.
© Luis Quintana Tejera 2002
Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid
El URL de este documento es http://www.ucm.es/info/especulo/numero20/metamorf.html