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Sistema Español Siglos XVI y XVII - Cervantes y Don Quijote
Sistema Español Siglos XVI y XVII - Cervantes y Don Quijote
Evolución Histórica
La Casa de Habsburgo (Casa de Austria)1 fue una de las más influyentes y poderosas
casas reales de Europa. Los Habsburgo ocuparon el trono del Sacro Imperio Romano
Germánico de forma continuada entre 1438 y 1740. También ocuparon en distintos
momentos los tronos del Reino de Bohemia, el Reino de Inglaterra, el Reino de Hungría, el
Reino de Croacia, el Reino de Portugal y el Reino de España. Y a partir del reinado del
emperador Carlos V la Casa de Habsburgo se dividió en dos ramas.
El siglo XVI está marcado por dos reinados que vienen a coincidir con las dos épocas que caracterizan
el Renacimiento en España; el primero corresponde a la época de Carlos V, primera mitad del siglo,
y el segundo a la época de Felipe II.
Estas dos épocas se caracterizan también desde un punto de vista político, social y cultural de forma
diferente:
El reinado de Carlos V está abierto a Europa y a todas las corrientes que de ella provengan, es un
periodo donde la influencia italiana tiene una gran presencia. Esto se puede apreciar en poesía, en
filosofía y en lo religioso; metro italiano, neoplatonismo y erasmismo.
Matrimonio Conveniente
Para 1479, se da la unidad en dos de los reinados en el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando
de Aragón; en 1492 esta fuerza politica y cultural internacionaliza la lengua castellana, continuado
en el reinado de Carlos V, donde dio a España el ascenso que necesitaba y su expansión en los nuevos
territorios de América.
Esta extensión amplifico y el uso del español, pero en América desgajo conflictos con las propias
lenguas amerindias de los territorios conquistados, llevando la lengua y el dialecto a una
homogenización.
El castellano, lengua en España: El Español
La hegemonía politica de Castilla hace que se imponga como lengua en toda la península el castellano,
siendo su uso no tan generalizado, pero si comienza a ser utilizado de forma mayoritaria a mediados
del siglo XVI.
El español Y Su Gramática
Evolución Lingüística: El nuevo modelo del habla “Del español medieval al clásico”.
A lo largo de este siglo la distinción entre los fonemas /b/ y /v/, que en algunas regiones
todavía persiste, tiende a simplificarse en el fonema /b/, oclusivo bilabial sonoro.
Se mantiene en la primera mitad del XVI algunos grupos consonantes que ya se habían
simplificado en el habla o transformado, cobdiciar, cobdo, dubda.
También perduran en esta misma época formas vacilantes como san o sant, cien o cient.
Simplificación del sistema fonológico medieval, se produce un ensordecimiento paulatino de
las sibilantes:
o s- y -ss- y s- se simplifican en /s/, fonema alveolar fricativo sordo;
o G, J y X se simplifican en /x/, fonema velar fricativo sordo.
o Z y Ç se simplifican en /q/, fonema interdental, fricativo, sordo.
Simplificación de los grupos consonánticos latinos, conceto por concepto, manífico por
magnífico.
Como rasgos meridionales que comienzan a resurgir podemos señalar:
o El yeísmo, el fonema fricativo lateral /l/ se transforma en /y/ o /ž/.
o Aspiración de la /-s/ final de sílaba.
o Comienza la tendencia a la desaparición de la /-d-/ intervocálica procedente de una
/-t-/ latina, sobre todo en los participios -ado, -ido.
Morfología:
La mayoría de las modificaciones que se producen durante este siglo en el aspecto gramatical
provienen de la Edad Media, en ella, y sobre todo en el siglo XV, es donde comienzan estos cambios
que se consolidan a lo largo de los Siglos de Oro. Aunque en la primera época del siglo la vacilación
y la inseguridad siguen presentes.
La coexistencia de formas verbales como «amáis», «tenéis», «sois», con «amás», «tenés», «sos»; el
imperativo «cantad», «tened», «salid» subsisten con «cantá», «tené», «salí»; esta confluencia de
formas arcaicas y modernas queda resuelta ya en el siglo XVII, aunque será en el siglo XVIII donde
se resuelva ya definitivamente las alternancias verbales. Esta vacilación hace que en muchos casos la
lengua literaria opte por las desinencias más antiguas.
En el pronombre personal, la opción por la forma más moderna nosotros, vosotros está generalizada
a mediados del siglo XVI. El clítico vos perdura durante este siglo, aunque se da la variación con os.
Las formas medievales de gelo y gela y sus plurales dan paso ya a finales del XV a la forma más
moderna se lo y se la y sus plurales.
Léxico:
Durante el siglo XVI se produce uno de los mayores aumentos en el léxico del español que continuará
a lo largo el siglo XVII. Y se debe a:
El Renacimiento español viene a coincidir plenamente con este siglo, dividido en los dos reinados
que lo abarcan: época de Carlos V y época de Felipe II. La primera se caracteriza por una poesía
italianizante, por el platonismo y erasmismo, grosso modo; la segunda por la defensa de los valores
nacionales: misticismo y ascetismo, principalmente. De forma generalizada, podemos establecer el
siguiente esquema de la literatura en el Renacimiento:
Lírica renacentista:
o Reinado de Carlos V:
Garcilaso de la Vega
o Reinado de Felipe II
Fray Luis de León
San Juan de la Cruz
Fernando de Herrera
No obstante, habría que señalar que este primer Renacimiento español, a principios del siglo XVI, no
supuso una ruptura con las formas medievales, incluso, teniendo en cuenta el Humanismo que surge
en el siglo XV. Entre los poetas que lideran una visión hispana de la literatura sin influencia italiana
habría de destacarse a Cristóbal de Castillejo o escritores como fray Antonio de Guevara que mantiene
rasgos de la retórica medieval.
Sin entrar en valoraciones estilísticas, sí que es conveniente precisar cuál es el estilo de escritura
empleado en este siglo. El estilo imperante en el siglo XVI se puede resumir en el lema: ¡Escribe
como hablas! Célebre es la frase de Juan de Valdés que recoge (en Cano Aguilar, 2004:754-5):
“el estilo que tengo me es natural, y sin afetación ninguna escrivo como hablo;
solamente tengo cuidado de usar de vocablos que signifiquen bien lo que quiero
decir, y dígalo cuanto mas llanamente me es posible, porque a mi parecer en
ninguna lengua stá bien el afectación”
Sin ser un estilo coloquial, finge parecerse a un estilo natural, espontáneo, simple y ligero.
Análisis
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, es uno de los hombres más sabios de todos los
tiempos. Aunque sin formación universitaria, o acaso debido a este mismo hecho, Cervantes gozaba
de una vasta cultura. Había seguido el naciente teatro español desde la juventud. Leía constantemente,
y es el primer autor que tiene un sentido de la literatura española en toda su riqueza, el primero en
percibir la importancia y valor del surgimiento del nuevo género, la novela. Observador curioso,
conversador infatigable, Cervantes conocía todas las clases sociales y todos los ambientes de su
tiempo, desde la cárcel de Sevilla hasta la casa real. Conocía, también, el campo y el pueblo tanto
como la ciudad. Por la ventana de Don Quijote verás, entonces, una vivísima España desaparecida,
mucho mejor que en cualquier película.
Cervantes no es un autor fácil, pues su lengua es de hace cuatro siglos. Supone de sus lectores
unos conocimientos y actitudes que sólo recuperan y mantienen vivos los eruditos. Pero con todo eso
es un autor que todos pueden leer, y de quien todos pueden aprender, entre otras cosas a mejorar su
lenguaje..
Intención de la obra.
Cervantes afirmó varias veces que su primera intención era mostrar a los lectores de la época los
disparates de las novelas de caballerías. En efecto, el Quijote ofrece una parodia de las disparatadas
invenciones de tales obras. Pero significa mucho más que una invectiva contra los libros de
caballerías. Por la riqueza y complejidad de su contenido y de su estructura y técnica narrativa, la más
grande novela de todos los tiempos admite muchos niveles de lectura, e interpretaciones tan diversas
como considerarla una obra de humor, una burla del idealismo humano, una destilación de amarga
ironía, un canto a la libertad o muchas más.
Entre otras aportaciones más, el Quijote ofrece asimismo un panorama de la sociedad española en su
transición de los siglos XVI al XVII, con personajes de todas las clases sociales, representación de
las más variadas profesiones y oficios, muestras de costumbres y creencias populares. Sus dos
personajes centrales, don Quijote y Sancho, constituyen una síntesis poética del ser humano. Sancho
representa el apego a los valores materiales, mientras que don Quijote ejemplifica la entrega a la
defensa de un ideal libremente asumido. Pero no son dos figuras contrarias, sino complementarias,
que muestran la complejidad de la persona, materialista e idealista a la vez.
Personajes y sentido
Don Quijote, quien vive obsesionado por los libros de caballería, se lanza a la aventura. Esto indica
que llevaba una vida aburrida y tenía ganas de variarla. El personaje oscila entre la sensatez y la
locura.
Sancho Panza no es la antítesis de Don Quijote. Su conocimiento está dado por la experiencia. No es
un cobarde y defiende su dignidad cuando es necesario.
Hay otros personajes, tales como: Maritormes (criada de la venta), Ginesillo (pícaro), gente de la
aristocracia cuyas virtudes y defectos Cervantes resalta. Además, hay referencias a hechos históricos
y en general sobre la España barroca que Cervantes observa con ironía y comprensión.
Los contemporáneos entendían al Quijote como una obra cómica y satírica, pero a partir del siglo
XIX se empiezan a considerar en ella el idealismo (Quijote) y el materialismo (Sancho) y se hace
otras varias reflexiones.
El estilo es variado. El lenguaje es familiar, similar al que solía usarse en los libros de caballería o
en los romances antiguos y no faltan ejemplos de lenguaje culto y literario.
Homenaje al hombre universal,, con sus virtudes y defectos, el Quijote es, además, un apasionado
canto a la dignidad y libertad humanas.
Primera parte
A. Prólogo.
Cuenta Cervantes en los primeros capítulos cómo y con quien vivía Alonso Quijano que, del mucho
leer novelas de caballería y del poco comer y dormir se quedó loco. Así, torna su nombre al de Don
Quijote, otorga a su escuálido caballo el sobrenombre de Rocinante y se inventa una dama enamorada
a la que llama Dulcinea del Toboso. Y una mañana, sin que nadie le vea, sale sólo de su aldea y
emprende un camino sin rumbo fijo. Al atardecer llega a una venta, que su imaginación le hace tomar
por un castillo, y ruega al ventero, a quien cree alcaide del castillo, que lo arme caballero, y éste, con
la intervención de dos mozas, así lo hace (en una grotesca parodia de la ceremonia caballeresca). A
la mañana siguiente, Don Quijote, intenta, ya en camino, liberar a un muchacho de ser azotado por
su amo; más adelante encuentra a unos mercaderes toledanos, a los que exige que proclamen la belleza
de Dulcinea y, en la lucha en que se entabla, cae del caballo y es apaleado, quedando tendido en el
suelo donde comienza a recitar el romance de Valdovinos; un vecino de su aldea al que Don Quijote
toma por marqués, le socorre y lo lleva de regreso a su aldea, donde su ama, su sobrina, el cura y el
barbero llevan a cabo el escrutinio y destrucción de la biblioteca que ha originado su locura. Una vez
repuesto, Don Quijote decide salir de nuevo en busca de aventuras, pero esta vez acompañado de un
escudero que le sirva y le atienda. Convence a un campesino de su aldea llamado Sancho Panza, y
ambos parten si que nadie se entere. Mientras que Don Quijote desfigura la realidad idealizándola,
Sancho intenta disuadirle de su error, y cuando se impone la verdad, el hidalgo manchego se cree
víctima de un portentoso engaño fabricado por sus enemigos. En la segunda salida se suceden
aventuras en las que por lo general ambos salen malparados: la de los molinos de viento, la de los
frailes benitos, la batalla con el vizcaíno y la historia de los yangüeses.
Cervantes escribió esta novela mientras permanecía en la cárcel, acusado de quedarse con la
recaudación de impuestos. Pero no parece que se valga de este hecho para captar la benevolencia del
lector ante sus posibles defectos, pues ni siquiera lo comenta. Así que creemos que simplemente lo
empieza a escribir allí porque es donde su talento creador le apareció, o porque tenía tiempo suficiente
para dedicarse a ello.
Cervantes se ríe de los autores que publicaban sus libros precedidos de elogios pues para él no hace
falta ponerle reclamos a un libro para atraer a la gente, si no que se lo importante es el contenido.
En la finalidad de la obra no podemos pensar solo en una crítica a la novela de caballerías, aunque
esté claro que es lo que más espantaba a nuestro escritor. Pero no sólo aparece esta crítica sino un
espíritu liberador, humorístico, que nos muestra cómo era la gente de la época.
B. El protagonista.
3. Capítulo I.
En este capítulo Cervantes cuenta con quien vivía nuestro héroe, que se veía acompañado por una
dama que pasaba de los 40, su sobrina, que no llegaba a los 20, y un labrador que rondaba los 50. La
afición principal de nuestro personaje era leer libros de caballería; hasta tal punto tenía aprecio a estos
libros que, tras el mucho leer y el poco dormir y comer, enloquece creyéndose caballero aventurero,
famoso por sus hazañas.
Esta locura la representa Cervantes a través de la forma, en la que aparecen diversos contrastes (...
noches leyendo de claro en claro y los días de turbio en turbio...), y enumeraciones desordenadas (...
pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores y disparates imposibles,...). La locura le
llevará a tomarse en serio lo de ser caballero y empieza por: limpiar las armas que habían sido de sus
bisabuelos; hacerse una media celada de cartón, la que destrozó al probarla, por lo que se hizo una
segunda con barras de hierro por dentro; puso nombre a su caballo (Rocinante), y el mismo tomó el
de Don Quijote de la Mancha. También buscó una dama de quien enamorarse, escogiendo a una moza
labradora vecina suya a la que le puso el sobrenombre de Dulcinea del Toboso.
C. Primera salida.
4. Capítulo II.
En su salida al mundo de las aventuras Don Quijote descubre que aún no ha sido armado caballero,
aunque su forma de hablar imita perfectamente el lenguaje recargado y altisonante de sus héroes. Este
lenguaje, sin embargo, destaca por su sentido burlesco e irónico:
“Dichosa edad y siglo dichoso, aquel adonde saldrán a la luz las famosas hazañas mías, dignas de
entallarse en bronce, esculpirse en mármoles y pintarse en tablas para memorar en el futuro.”
“no te olvides de mí buen Rocinante, compañero eterno mío en todos mis caminos y carreras">/p>
Fuyan = huyan
Ca = porque
Vos = os
Acuitedes = aflijáis
Fasta = hasta.
Pero donde realmente vemos que está loco es cuando llega a la venta por primera vez. Venta que, en
la mente de Don Quijote, será un magnífico castillo. Esta situación hará que nuestro protagonista
confunda al ventero por el alcaide del castillo, a las dos mujeres de vida pecaminosa por dos hermosas
doncellas, y el sonido de un cuerno por una dulce bienvenida. Estos tres personajes, dándose cuenta
de las sandeces del supuesto hidalgo, aprovecharán para reírse de él contribuyendo a hacer del Quijote
un caballero en toda regla.