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Magali Martija-Ochoa Sc ee _ eS El gran libro de las RQUIDEAS Especies y variedades, cultivo y multiplicacion, prevencion y tratamiento de las enfermedades... De)Vecchi tal Magali Martija-Ochoa EL GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS INDICE ee are Se iaeP. RNAI ole mm Sie ep 7 PEQUENA Y GRAN HISTORIA DE LAS ORQUIDEAS.. 2... 9 Ls herencia del pasado: las vittudes de este curioso tubérculo 9 Eisclep, la nueva panacea . 15 Le epopeya de los naturalistas viajeros. 7 Garadores de orquideas . 6... eee 21 Orquideas venenosas... la flor de la neurosis de «fin de siglo»... . 24 La BOTANICA DE LA ORQUIDEA. . . . . 29 Le dlasificaci6n originaria de la flor. - 29 Elnsecto, la orquidea y el hongo: una histori 31 Te orquidea, una planta en todo el mundo . 39 EL CULTIVO DE LA ORQUIDEA........ : 49 ‘Composiciones florales de Ryu Kubota .... . 56 Le correcta adquisicion de una orquidea . .. . . 68 ‘Tins orquidea en casa: un suefio al alcance de todo el mundo. 69 EL CUIDADO DE LA ORQUIDEA........ 101 Berstos.............. p 101 Enfermedades criptégamas . : 102 ‘Exfermedades bacterianas y virales. . 104 ICHAS DE LAS VARIEDADES (Ls SERBORIZACION EN EL SIGLO XXI, EN BUSCA DE LAS ORQUIDEAS SILVESTRES... 175 ANEXOS ‘Ls PROTECCION DE LAS ORQUIDEAS 2 181 ‘Lise de orquideas terrestres amenazas en Europa . 181 DBBECCIONES UTILES . . 183 daciones .. . 183 Eoieces en Internet . 183 Gosano. 185 Betlocers... 187 ADECE DE ESPECIES . 189 | | | | PROLOGO Cuando, al caer la tarde en el mes de junio, la mirada de mi abuela se iluminaba con un brillo especial al contemplar la Ilanura, yo entendia que habia llegado el momento. Ella empufiaba el bastén con decidido semblante y, ascendiendo con menor dificultad de lo habitual la cuesta del Pico, reiteraba al que queria escucharla que quizas ese afio se verfa alguna abejera (Ophrys apifera) ‘Tampoco existia mejor momento para ella, cuando, encorvada sobre el erial del campo de cultivo, apenas a algunos metros de los altimos trigales, descubria 2 pocos centimetros del suelo una orquidea silvestre... Pensativa, contemplaba la flor con emocién: «Mira lo misteriosa que es la naturaleza. ..». Entonces, teniamos que descender deprisa y regresar con la cdmara de fotos para inmottalizar el milagro de la naturaleza. Algunos veranos, la maleza permanecia desesperadamente despoblada de esta flor tan incierta... Entonces regresabamos pensado ya en junio del afio si- guiente. Cuando sus ojos perdieron la nitidez de las cosas, me converti en testi- go ocular de la llegada de las orquideas: mi abuela me esperaba en la entrada del campo y yo me sumergia cn el erial Ileno de maleza para ver si ese afio una or- guidea silvestre o dos nos honraban con su presencia. Ese campo, que solamente le interesaba a ella, se convirtié por su propio de- «El Testiculus, que los griegos Haman Cynos orchis “testiculo de perro”, tiene 2. Didscorides, médico griego del siglo Ide nuestra eva. 3. De materia medica, libro 3, capitulo 124. las hojas en torno a su tallo, partiendo desde debajo, recostadas en el suelo, pa- recidas a las del olivo, més largas, estre- chas, lisas. »Su tallo es alto como la mano, sus flores son de color purpura; su raiz es bulbosa, bien nutrida; el bajo mas blan- do y atrugado.... Crece en lugares pedre- 0808 y arenos0s (...)». Dioscérides indica sobre la orquidea Orebis lo siguiente: «Las raices se comen cocidas, como los demés bulbos. Se dice que si el hombre se come la mayor, en- gendraré a hombres; sila mujer se come la menor, a mujeres. »Se dice que las mujeres en Tesalia beben la blanca con leche de cabra para incitar a la lujutia; la seca sirve para en- PEQUENA Y GRAN HISTORIA DE LAS xan sse, y una impide la virtud de la cera Respecto a la orguidea Serapias, Dios- Sdes indica lo siguiente: «Su raiz aplicada en cataplasma hace Sesaparecer las inflamaciones, las hin- Sazones, reduce las uilceras, cura los Bexpes y las fistulas». En cuanto a la Satyrium: «Los bulbos 22! satirién consumidos con vino son en exneral afrodisiacos; son tiles tambien = los espasmos», Los escritos romanos E= su famosisimo tratado de Historia na- seal, inmensa recopilacién de miltiples conocimientos sobre las orquideas de esa <5oca, Plinio el Viejo (escritor y erudito Seno 23-79 d. de C.) recupera a su vez las sbservaciones de otros muchos autores egos: «(...) Existen pocas plantas tan Szavillosas como la Orchis, 0 la Serapias, ‘Sezba de hojas de porro, de tallo alto de == palmo, flor pirpura, rafz formada por tubérculos que se asemejan a los tes- culos. »El tubérculo mas grande, o que algu- ses llaman el més duro, tomado con zea, incita al amor; el mas pequefio o el pen, tomado con leche de cabra, prime los deseos amorosos (...)». Claudio Galeno, médico inventor de is conocida medicina galénica, insistira famosa obra El libro de los sinsples sobre las cualidades de esta planta, debi- 22s, sobre todo, a los indices de hume- ded que tienen jos bulbos: «Su raiz bul- besa y doble tiene una virtud himeda y ezlsente, y es dulce al paladar. La raiz ma- sor posee, por tanto, una gran humedad =scrementosa y ventosa: tomada en bre- incita a [a lujuria. La menor tiene === humedad més digesta por la fuerza y speracion de la naturaleza; como su tem- peratura es mas alta y seca, esta raiz no SSc22 a la lujuria, sino que la impide y la smortiza». Un perfume embriagador... El camino labrado asi por nuestros ante- pasados determinaré literalmente las vir- tudes de la orquidea en sus bulbos: esta herencia servira de base —equivocada- mente— en todas las investigaciones Ile- vadas a cabo para entender esta flor tan enigmatica. Los primeros viajeros descubrieron que, al otro lado del Mediterréneo, en Tunez, por ejemplo, las orquideas, agru- padas bajo el nombre genérico de E/ ‘mita-El haya («la muerta y la viva»), alu- sién directa a la presencia de los dos tu- bérculos, son también explotados para la preparacién de recetas de brujeria que favorecen, entre otras cosas, el poder de Ia reproduccién. P Besnehard’ explica que «se desig- nan con este nombre todas las especies locales. (...) Parece set que la Himanto- glossum hircinur es, con diferencia, la més apreciada por su almizclado perfu- me y sus tubérculos particularmente vo- luminosos». Esta es, pues, una receta que se repro- duce en los siguientes término: «Consiga la planta El mtta-El haya; tie- ne dos huevos en forma de testiculos: uno grande, el otro arrugado y seco. Sile da de comer a un hombre el bulbo seco (Ef mita) sin que se dé cuenta y esconde el otro, este hombre no podra volver a tener relaciones sexuales con su mujer hasta que no le dé el bulbo que ha escondido». En el centro de las creencias popula- res, la orquidea se revela emisaria de Dios o del diablo. Dactyloriza recibe asi cl nombre de Pal- ‘ma christi por akusién a las manos cortadas de Cristo; se le atribuyen virtudes protecto- ras y se usa como amuleto de la buena suerte. No era raro que el tubérculo se lle- vara colgado como un talisman 0 que se conservara en un frasco. 4. Besnebard, Bl hombre y la orguidea: historia de una mirada, tesis inédita, 1990. Cuenta una antigua leyenda fraile le corto la mano a una estatua mila- grosa pata llevarsela a sus hermanos de Convento, En el camino de regreso, el fraile no 5 a la sentencia divina; imploré perdén de Dios, pero tuvo el tiempo ju to para esconder la mano debajo de la iguiente, florecié en ese mismo lugar una orquidea cuya raiz tenfa la forma de una mano de nifio. Ast nacié la Nig tella perfumada. Maléfica... la orquid para untar el fondo de Is cer que se agotara la leche. PEQUBRA ¥ GRAN HISTORIA DE LAS cxouion emitica... al parecer fue la flor del gemmcsardalon..> Miézica, podia ayudar a que naciera el Ia joven deseada por un hom- para si... sal, en Sudamética, se utiliza en sees las ceremonias que armonizan la “WSs celigiosa de los seres humanos (bau- Sm boda y muerte), y tiene nombres Se Sarcan la presencia de la religion ca- lice Flor de Jestis, flor del Espiritu San- 9 Gice de los muertos. Es Afica, en la cultura zuli, las raices @e bs Ansellia gigantea constituyen un Ssessceptivo para la mujer no casada y, == cembio, las hojas de la Ansellia humi- © sen Ikvadas en el pecho por los jéve- == Sse quieren cortejar a una chica. eeimente, en la India o en China, al en gran parte del continente ss=eno, las orquideas sirven de ingre- Bise= en Ia preparacion de medicamen- Ss cos vittudes vulnerarias. Le cnigmatica orquidea manifiesta, = eres de la diversidad de nombres geese k acibuyen, la estrecha relacion que = mantiene con el mundo de = Soscs, funcién de intercesor o tes- ‘Gmerio del paso de los dioses por la i ‘Se Siizacién estd mds cerca de la ma- ele brujeria, aunque la medicina le “see Scibuido durante varios siglos ca- ‘Qeeidedss de tratamiento médico y de cidad es la misma que se ha @erzedo 2! almizcle, la miel, el 4mbar @& | lezerto, la cantaridina, los testicu- Me = allo, el cerebro de gorrién, el vi- wie de "0 o de toro y otra mandrégo- 9 = bes cegistros de los brujos... BS se Sel comosandaton: en tiempos de la Se mse ex planta estaba dedicada al culto a Dee So de la fecundidad. Los cientificos han Seem eke siempre, una orquidea en esta flor ems Pie cemedio universal. EI salep, la nueva panacea Aungue los que han hablado del salep estén divididos sobre el tipo al que pertenece esta fécula, todos estén perfectamente de acuerdo sobre sus virtudes terapéuticas y dietétices. El padre Serici dice que el tico indio y ¢l moro utilizan el salep también con eficacia y con el mismo objeto que el chino utiliza el ginseng; Ja masa que se forma con su polvo tiene una virtud eficaz para reponer las fuerzas perdidas debido a una larga enfermedad o la edad; esta raiz es muy estomacal, nutritiva; purifica la sangre sin calentarla demasiado; la utilizan mucho los turcos para reponer las fuerzas agotadas, Journal de médecine, «Lettre sur le salep», 1759 En el siglo xvi, la medicina se interesa por todas las plantas que pueden servir en una farmacopea «tazonable: café, té, tabaco, ginseng, y durante la primera mi- tad del siglo xvi, también por el salep, o salop, osalab de Persia, una «droga» muy en boga, vendida sdlo en Paris, en la ca- lle de la Harpe pot el Sr. Andry, tendero- droguero...; pasar atin un tiempo para que se identifique el origen de esta «goma de salem», que se parece, antes de limpiatla, a un higo seco. El salep es, de hecho, la harina que se obtiene des- pués de desecar los bulbos de las orqui- deas. Turquia era, y sigue siendo, el pri- mer productor de salep. Este ingrediente se consideraba a la vez un medicamento (mezclado con otros ingredientes como la miel, el jengi- bre o el ginseng, el salep tenia entonces muchas virtudes terapéuticas: por ejem- plo para luchar contra la epilepsia, la di- senteria, los célicos, la diarrea, el célera, etc.) y un producto que podia resolver Jos problemas de hambruna. Pero las or- quideas escapan a todo intento de culti- vo intensivo. Charles de Lécluse lo inten- tara en el mismo momento en que se introdujo la patata. (En vano! ‘Transportada de Pert por los ingleses, y calificada de «salep de los pobres» por Littré, no fue hasta el siglo xvi cuando Pementier redescubrié el tubérculo que se=i Is hortaliza del pobre. Sus virtudes se =uy discutibles, pero el salep queda- = Sscrito en el cédex hasta principios #1 Selo xx. Hoy en dia, la recogida de “walbes est absolutamente prohibida, ‘== sia prohibicion no cambia la reali- =s= ls venta de salep se cuenta atin hoy == = por decenas de toneladas, y se Sem scriamente que las orquideas sil- sss (especialmente en Turquia e Iran) “=== con esta practica, llegar el momen- Se su desapaticién... iL epopeya de los naturalistas _ “asjeros: descubriendo es «hijas del aire» “De coaguista del mundo esté en manos _ & es poderosos; como la Tierra no es “= essa extensién Ilana donde un abis- “gee espera al que quiere llegar a sus limi- B= Sescubrir lo que se encuentra més “als & los mares conocidos es su patri- “Geso: ies preciso verlo y conquistarlo “ee! Las orquideas, oro vegetal si acaso “sss strac la mirada de los conquista- es “Sesque en un principio acudian en = ce oro, los manusctitos de los in- ores son testigos del efecto que ‘gequideas epifitas provocaron en esos =ses conguistadores. 4=2 cuando Cristébal Colén desem- ea la isla de Guanahani, observ de cinco 0 seis clases y todas dife- que eran en realidad orquideas. “ado los pasos de Cortés, Francisco endez, que habia sido enviado, “Stace murié Carlos I de Espafia, a ca- todas las riquezas naturales de suevos imperios, ya describié dos Sedes de orquideas, la Stanhopea ti- =i Lelia majalis; y se fij6 en la uti- de una planta singular, el /lilco- chitl, ana orquidea —ique no es otra que la vainilla!— utilizada en la preparacion de una bebida que sirve para poner re- medio al cansancio, las preocupaciones, combate el miedo y fortifica el alma: el chocolate... Al cabo de los afios, los ex- ploradores se animaron: el mundo ya no tenfa limites y la esfericidad de la Tierra movié a los occidentales a conocer todos los horizontes. Se establecieron entonces las compaiiias y las colonias: se organizé el comercio, las misiones eran cada vez mas frecuentes. De todos los rincones del mundo, los boténicos aportaron her- batios, dibujos, especimenes de orqui- deas que enriquecieron las bases de lo que serfan las grandes colecciones. El océano Indico, el archipiélago de las Molucas, Aftica, el cabo de Buena Espe- ranza, China, la India... iSi las riquezas naturales constituian la fortuna de las co- Jonias, los naturalistas no iban a la zaga: habfa orquideas por toda la Tierta! A menudo con el encargo de sus sobe- ranos de verlo todo, describirlo todo y di- bujarlo todo, personajes como Jussieu, Condamine, Humboldt, Bonpland... compilan, exploran e incluso llegan a per- der... el juicio. x Es el preludio de una fiebre que pron- to se apoderaré de Europa: la orquideo- mania. ‘Asi, en 1731 Collinson regresa de la isla de la Providencia, en el mar Caribe, con una Bletia verecunda. Es la primera orquidea exética viva que se introduce en Europa. Qué es lo que se sabia en esa época de esas flores tan diferentes? Muy poco... Linneo clasificé las orquideas tropicales bajo el género Epidendrum (que significa «plantas que viven en los Arboles») y describié en su obra Species plantarum una escasa veintena de orqui- deas «tropicales». ¢Cémo no pensar, en efecto, que se trataba de plantas pardsi- tas, ya que viven en las mismas ramas de los arboles en lo més profundo de los bosques tropicales? Durante un siglo, PEQUENA Y GRAN HISTORIA DE LAS ORQUID t a GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 18 UNA ORQUIDEA DISTINTA A LAS OTRAS. LA VAINILLA, LA FLOR NEGRA | flixochitl La vainilla fue descubierta en las primeras expediciones del historiadar y comentarisia Francisco Hernandez a América, en el siglo xv. En México, [a vainilla se utilzatba Junto con ofros ingedientes, como el cacao y [a pimienta, para preparar el chocolat (por el que | ‘emperador azteca Moctezuma tenia verdadera pasi6n). Al parecer, los aztecas debian este, ‘Gescubrimiento a otro pueblo, los tofonacs. que vivian donde actualmente se extiende ol estado de Veracruz, Cortés llev6 Ia vainilla a Espana y a Europa; mezelada con chocolate, se Convirtlé en el adyuvante de una bebida «reals Se atribuyan a esta planta muchas viriudes medicinales (digestivas, afrodisiacas. .) y pronto llegaré alla faracopea europea, adoptando el estatus de draga esencial, al mismo nivel que eljengibe, [a pimienta y la canela, Verdadera panacea, entra en ja composicion de. numerosos remedios y elixires. Su aroma y su perfume embrujardn Europa. Un edicto real impone en 1692 un monopollo sobre Ia venta de vainila que figurora en el codex hasta 1940. En'1658 Piso le dio el nombre que convertira la planta en especie, a partir de la palabra vaine, ya quo esta planta croméatica tiene una cdscara © vaina. El4émino sera recogido por muchos Botanicos y misioneros (padre Piumier, Piton de Tournefort y Linneo) y el género sera definitivamente aprobado por Schwartz en 1799. Sintesis calmante del mais alld, el perfume de Ia vainilla ‘A partir del siglo xvu la vainilla és transportada para ser cultivada en Europa, pero la sompresa fue mayGscula cuando los cultivadores se dieron cuenta de que los esquejes de Ia vainilia json estériles! En efecto, los europeos habian plantado esquejes de vainilia en los primeros invernacieros cle Europa, y especiaimente un esqueje madre en el jardin de las plantas en ta isla Borbén, la actual Reunién, pero no podian hacer que fructificase, Debemos a Edmond Albius, un joven esclevo en la plantacion, el secreto de la fecundacién manual de Io vainilla, ya que Gnicamente Ia abeja melipona Gin aguljon), que sdlo vive en América, jpuede fecundarla naturalmentet vedium, Cattleya, Dendrobium, Van- que inspira a escritores como Huysmans, Maupassant o Zola una embriaguez 0 una tentacién mérbida que nunca esta any alejada del amor. «Me gustan las flores, no como flores, sino como seres materiales y deliciosos; me paso los dias y las noches en los in- vernadetos donde las escondo, al igual que a las mujeres de los harenes. »¢Quién conoce, salvo yo, la dulzura, la perturbacién, el éxtasis tembloroso, carnal, ideal, sobrehumano de esa ternu- ra; y esos besos en. una piel rosada, en la carne roja, en una piel blanca milagrosa- mente distinta, delicada, rara, fina, un- tuosa de esa flor admirable? »Poseo invernaderos donde sélo entro yoy el que las cuida. »Entro alli como quien se desliza en tun lugar de ocultos placeres. En la alta galeria de cristal, paso primero entre dos multitudes de corolas cerradas, entrea- biertas 0 abiertas que se elevan desde el suelo hasta el techo. La gran moda de las oruideas, durante la Belle Epoque, en- cuenira sin dada ta explicacion en la linea muy pura de es- tas flores, pureza que las asemeja a joys: los Borebres las prendian en sus solapasy las mujeres en sus tocades para dar tun toque subline a sus peinados, Hay en dia, la joya extrae su ingpiracton de la flor... Jaya ereada por Lorenzo Lucian (© 1 Gioielli di Rossana) »Es el primer beso que me envian. »Estas mismas flores, las que engala- nan el vestibulo de mis misteriosas pasio- nes, son mis servidoras y no mis favo- ritas. »Me saludan al paso con su brillo cambiante y sus frescas exhalaciones. »Son graciosas y coquetas, dispuestas en ocho filas a la derecha y en ocho filas ala izquierda, y tan apretadas que pare- cen dos jardines que Ilegan a mis pies. »Mi corazén late, mi mirada se ilumi- na cuando las ve, mi sangre se altera en mis venas, mi alma se exalta, y mis manos ya se estremecen con el deseo de tocar- jas. Entro. Tees puertas estan cerradas al fondo de esta alta galerfa. »Puedo escoger. Tengo tres harenes. »Pero entro a menudo en el de las or- quideas, mis embaucadoras preferidas. Su habitacién es baja, ahogante. »El aire himedo y célido me humede- ce la piel, me hacer jadear la garganta y temblar los dedos. Estas hijas curiosas llegan de paises pantanosos, ardientes y malsanos. mundo. en 26 LAS ORQUIDEAS ¢Cémio to sentir aqut el deseo ingpetuoso del horabre por la flor fréil, protegida por el eapullo brimedo del inveradero, que tan bien describe Macipassant? (Phalaenopsis sp. © Overseas / Farabolafato) »Si, tienen alas, y ojos, y matices que ningtin pintor podria imitar... y todos los encantos, todas las gracias, todas las for- mas con que se puede sofiar. »Los extrafios dibujos de sus peque- fios cuerpos sumergen el espiritu grisa ceo en el paraiso de las imagenes y vo- luptuosidades ideales. »Tiemblan sobre sus tallos como si quisieran volar... Volardn y vendran ha- cia mi... No, es mi corazén el que vuela sobre ellas, como un ser mistico y tortu- rado de amor. »Ni un ala de una criatura las puede rozar. »Estamos solos, ellas y yo, en la clara prisién que les he construido. Las miro, las contemplo y las adoro una por una. >»iSon gruesas, profundas, rosas, de un rosa que moja mis labios de deseo! »iCuanto las amo! El borde de su ca- liz esté rizado, més pélido que su gargan- ta, y la corola est oculta en él como mis- teriosa boca, atractiva, azucarada bajo la lengua, mostrando y desenvolviendo los 6rganos delicados, admirables y sagrados de estas pequefas y divinas criaturas, que sienten y no hablan... »A veces he experimentado por algu- nas de ellas una pasion tan fugaz como su existencia, algunos dias, algunas no- ches. »Cojo a la preferida, la saco de la ga- leria comin, la encierro en un bonito gabinete de cristal, donde susurra un hilo de agua por un lecho de césped tro- pical traido de las islas del Pacifico. »Y me quedo alli, junto a ella, ardien- te, febril, atormentado, sabiendo de su proxima muerte, contemplando cémo se marchita mientras la poseo, aspiro y bebo su corta vida con una suprema ca- tricia». Maupassant, «Un caso de divorcio», en Contes et nouvelles LA BOTANICA DE LA ORQUIDEA La clasificaci6n originaria de Ja flor El final del bulbo afrodisiaco Paulatinamente, el ser humano fue en- tendiendo el funcionamiento de las or- quideas. Las antiguas creencias fueron dificiles de erradicar y, hasta el final de la Edad Media, las orquideas justificaban su existencia con mucho misticismo, bru- jerfa y magia: en realidad, no se produce ruptura entre la Antigiiedad y la Edad Media en lo que respecta a la botanica de la orquidea. Paracelso (1493-1541), al inventar la medicina espagirica’, utiliza atin los prin- cipios definidos en la Antigiiedad: selec- ciona plantas gracias a las relaciones ana- logicas instauradas entre las partes del cuerpo y las del mundo vegetal. Tragus y més tarde Kircher desarrollaron a su vez en el siglo XVII la no menos famosa teoria de la panspermia, en la que se afirma que la materia inerte (la tierra, por ejemplo) puede ser fecundada por la simiente ani- mal: asi pues, las orquideas serian puros productos panspérmicos. El botanico John Parkinson, inspirandose en los es- tudios de Tragus, confirmaré la tesis por Ja que la simiente del macho cabrio (por 8, Medicina espagitica: medicina que utiliza la quin- taesencia de las plantas, el principio activo extraido por destilacién de la materia inerte analogia con la forma de los bulbos) fe- cundé la tierra y originé la Himantoglos- sum hircinum (Sprengel). El nacimiento de la botanica El reino vegetal, y antes de este las orqui- deas, se emanciparé progresivamente de las creencias misticas y sobrenaturales gra- cias a los trabajos de algunos cientificos. Asi, Leonhart Fuchs de Tubingen, autor de una de las primeras historias na turales (Historia stirpium, 1551), fue qui- ‘ds el primero en establecer una clasifica- cién de las plantas descubiertas por un species, es decir, un conjunto de rasgos ca- racteristicos, entre los que se describen: — la forma de la planta; — su habitat; — el petiodo de floracién; — Ios diferentes nombres que la designan; — el temperamento de la planta (princi- pios galénicos del calor, frio, hume- dad y sequia); — sus propiedades. La preocupacién de esos nuevos «in- vestigadores» es, ante todo, identificar nuevas plantas apoyando sus descripcio- nes en un tnico motivo de observacién: esté naciendo la boténica. Estos nuevos sabios también deseaban identificar las nuevas variedades de plantas: Jean Bauhin “is o GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS a 30___ Phalaenopsis Mystik Golden Leopard ‘Cheetah’ Floricone (© Bloemenbreaze Holland) Zygopetalum Arthur ell’ (invemnaderos del Senado) distinguid de ese modo 40 especies de Or- chis de las que utilizamos, todavia hoy, los nombres (Orchis militaris, Dactylorbiza vi- ridis, Himantoglossum hircinum). Piton de Tournefort describié la familia de las ‘orquideas occidentales en 6 génetos: Or- bis, Helleborine, Calceolus, Limodorum, Ophrys, Nidus-Avis. Se pasa pagina sobre ls cteencias medievales. Las aproximacio- aes botanicas se concentran en la repro- ducci6n sexual de las plantas, tema hasta entonces apartado por los taxonomistas. Konrad Sprengel fue quien describié la es- tuctura de dos orquideas europeas, una Ebicpactis y una Listera, y demostré el pa- pel indispensable de los insectos para libe- rar las masas polinicas. G. E. Rumpf (1627-1702) describio ls primeras orquideas del sudeste asiati- La BOTANICA DE LA ORQUIDEA 4 coy fire uno de los primeros en afirmar la presencia de un polen en las flores de las orquideas. Van Rheede (1636-1691) re- conocié, a su vez, una quincena de ot- quideas indias. .. El insecto, la orquidea y el hongo: una historia... de amor A pesar de los esfuerzos de investigacion, las orquideas encerraban un enigma, y asi se mantuvieron los esfuerzos de los botanicos en efervescencia durante va- tios siglos. En efecto, écémo se reprodu- cen estas flores? En el siglo xvu,, el aleman Cameratius, director del Jardin Botanico, descubrié el secreto de la reproduccién de estas flo- Paphiopeditum res: [a flor es un érgano sexual en el que algunas partes son masculinas y otras fe- meninas. Y sin la intervencién de insec- tos, la polinizaci6n no es posible... Por fin: el secreto de las orquideas ya esta casi al descubierto. En 1862, tres afos después de la pu- blicacion de Del origen de las especies, Danwin publicé un opisculo extraordi- nario que tendrfa mucha resonancia: So- LA BOTANICA DE LA ORQUIDE. a ‘ bre la fecundacién cruzada de las orqui- deas, exttaido de sus observaciones en el campo de Kent y de las orquideas tropi- cales. Darwin establecié la interdepen- dencia de las especies vegetales y ani- males. Sin embargo, fueron los trabajos de Noél Bernard los que pusieron fin a la opacidad que envolvia el misterio de Ja germinacién de las orquideas. MORFOLOGIA DE LA FLOR DE ORQUIDEA En las orquideas monopodiales, |as flores nacen en Ia oxilo de las hojas. En las ora largo del tallo a Ic altura de los nudos. ‘08 con rizoma, las infiorescencias nacen en la base de los pseudebulbos © alo Su falla puede ser muy variable: desde el tamano de una cabeza de agua a més de 45 om, La flor es Unica 0 en espiga; la espiga puede tener varias formas: cilindrica, esférica, piramidal oespiral. La flor zigomorfa Gimétrica respecto a un plano), est compuesta por sels partes * tres s6palos, que protegen ios Srganos reproductores del viento; * tres pétalos: dos laterales e idénticos; el tercero se distingue de los otros dos por su forma y su color que confieren a la orquidea toda su originalidad. $s llama /abelo y puede ser entero o estar dividido por escotaduras y moteado con manchas, jaspeados 0 atigrados muy espectaculares, con formas que recuerdan a los insectos. pétalos labelo i. GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS ' COMO INTERVIENE EL INSECTO EN LA POLINIZACION Elinsecto liba ia flor se sitda sobre el labelo, que es una auténtica pista de atertizaje. Atraico por el olor del néciar situado en la trompa del espolén, se pega ala antera y los polinios se pegan sobre su cabeza, Cuando el insecio levanta el vuelo de nuevo, se lleva los polinios. El insecto iré 4 continuacién a libar ofra orquides, y gracias a la absoluta perfeccion de la naturaleza, los pedicelos de los polinios, todavia flados en su cabeza, se mueven: los polinios se situarén sobre el estigma, el receptaculo femenino. Después, el polen entra en la cavidad estigmdtica, el pediinculo se agronda. EI fruto es una Capsula que tarda bastante en madurar (de 12 4 18 meses). Esta capsula, dehiscente por sels hendiduras, lbera entonces en su madurez un ntimero extraordinario de semillas, Controriamente alas ideas recibidas y a los vanes intentos de los horticultores del siglo xx. hoy en dia se sabe que las semillas pueden germinar. Onguides de los invernaderos Lecoufle Los trabajos de Noél Bernard: simbiosis y virulencia Catedrético de Ciencias Naturales en 1898, alumno de Ja Escuela Normal Su- perior, Noél Bernard prepara, bajo la direccién del profesor Costantin, su te- sis sobre las orquideas, que debe termi- nar después del servicio militar. Una afortunada casualidad le permite, no obstante, realizar uno de los descubri- mientos més importantes para la orqui- deologia: en el transcurso de un paseo no muy lejos de la caserna en la que esté destinado, descubre varios centenares de semillas de Neotia nidus avis en ger- minacion. Recogera varias muestras y as{ descubriré el proceso de germina- cién y simbiosis de los que Link habia establecido Ia primera base (en efecto, descubrié la existencia de grupos en la corteza de tubérculos que no pertene- cfan a la planta madre). Lo que difiere en las orquideas de las demas plantas es la constante presencia de hongos en sus raices. Las orquideas tienen semillas muy pequefias (scobifor- mes, que en gtiego significa «serrin»), y cada una contiene un germen. Noél Bernard examiné esas semillas en el microscopio y constaté que no ha- bia ningdn hongo. No obstante, en el es- tadio de plantulas, ya estan invadidas por hongos. ‘Asi pues, planted la hipotesis de que las semillas de orquideas eran invadidas por el hongo cuando germinaban en el suelo. Coneluyendo que ninguna orquidea escapa a este fenémeno, dedujo que el en- cuentro entre el hongo y Ia semilla era ne- cesario para el desarrollo de las orquideas. Entonces aislé los grupos de hongos después de extraerlos de las células de orquideas y las cultivé en medio estéril sobre una gelatina (nutrient) y paralela- mente llevé a cabo vatios experimentos: — un cultivo de semillas sin hongos: cons- taté que las semillas no germinaban, los embriones verdecian y se estancaban durante vatios meses sin evolucién; — un cultivo de semillas con un grupo de hongos: la semilla de orquidea se de- sarrollaba muy facilmente y con regu- laridad. ‘También observé que el hongo hacia germinar indiferentemente semillas de Cypripedium o de Catéleya Mostré sus descubrimientos a los hor- ticultores, pero no le prestaron atencién. Al menos pudo hacer germinar semi- llas de Odontoglossume, Phalaenopsis 0 Vanda. Estas orquideas son micorrizadas por un hongo especifico; procedié del mismo modo que en sus primeros expe- timentos y el éxito fue total. CONJUNTOS DE HONGOS SEGUN N. BERNARD + GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS Mas tarde surgirian las dudas, cuando algunos horticultores desesperados al no poder hacer germinar sus semillas recu- trieron a él, Este les envié varias cepas de hongos que le habjan servido durante sus primeros experimentos de micorriza, Sin embargo... el fracaso fue sonoro. N. Bernard concluyo que las cepas de hongos en cultivo estaban agotadas. Hizo referencia a los estudios de Pas- teur sobre fa virulencia de algunos micro- bios, emitié la hipstesis de que la germi- nacién de las semillas resultaba de una virulencia del hongo en presencia de una se- milla de orquidea. Dos afios de investiga- cidn y experiencia confirmaron su hips- tesis. Asi es como procedié: — realiz6 una primera siembra con pe- lotones de hongos inactivos; las semi- llas no germinaron, pero los embrio- nes fueron micorrizados; — de ese tubo de ensayo recogié peloto- nes que, en contacto con la semilla, a. adquirian una nueva virulencia, y Phalaenopsis (invernaderos Lecoufle) constat6é que cuanto mas largo habia Odontoglossum (anverraderes del Senado) 2 Ra 36 2 i, Gunn inno DB Gd GATTO AS Gracias a los trabajos de Noél Bernard y después «los descubrimientos de Georges Moret sobre ef menistenso, abora ya es posible conseguir que las orquideas crezean en masa... para placer de los amantes de todo ef mundo (invertaderas del Senado) sido el contacto entre el hongo y la planta, més fuerte era la virulencia; — concluyé también, para responder a las inquietudes de los horticultores, que si las semillas fracasaban en el in- vernadero no era por la ausencia de hongos, sino por la ausencia o ate- nuacién de su virulencia Knudson, después de Noél Bernart, se interes6 por esta via simbiotica y logré sustituir la inoculacién del hongo por in- cubacion de semillas de orquideas en una solucién muy rica en azticares, gelatina, féculas y levaduras. No fue hasta esta eclosién cuando puso las plantulas en contacto con Rhizoctonia, el hongo, luego los planté con un sustrato compuesto por una mezcla de polipodos y Sphagnum, lo que le permiti6 obtener muchas semillas. Cultivo por meristemo En los afios cincuenta, el descubrimiento de Georges Morel provocé una revolu- cidn en el mundo de la orquideofilia. En efecto, realizé una serie de experimentos a partir del meristemo de las orquideas, es decir, un montén de células indiferen- ciadas recogidas tanto a la altura del api- ce como de las raices. Este meristemo puesto en una sustancia nutritiva se de- sarrolla con la misma identidad que toda 2 planta: son los clones vegetales....; gra- cias a este procedimiento de multiplica- cién por meristemo se pudo desarrollar considerablemente el cultivo en masa de orquideas destinadas a la venta. El microesqueje fue experimentado en las orquideas por Vacherot y Lecoutle en al- gznas variedades hibridas de Cattleya (Poti- zara), absolutamente idénticas al original. Esta técnica ha petmitido salvar espe- cies en vias de desaparicion (Epidendrum dense, Catasetum imperial). Lemboglossum cordatum (iipemaderos del Senado) La orquidea, una planta en todo el mundo Las orquideas son monocotiledéneas, es decir, sus semillas slo poseen una tinica hoja en estado embrionario que se llama cotiledén, y se organizan segtin una es- tructura ternaria Vivaces, las orquideas son plantas con capacidad de adaptacién climética, ya que se han desarrollado en toda la super- ficie del planeta, salvo en las zonas pola- Pychopsis papilio kramerianum res, aunque crecen sobre todo en. las zona tropicales de América, Asia y Aftica (un 90 % de las orquideas crece, en efec- to, en zonas tropicales 0 subtropicales) Sus semillas extremadamente finas y reunidas por cientos de miles en una sola «cpsula» son Ilevadas por el viento, a veces depositadas en las ramas de los ar- boles, y muestran una capacidad de adaptacidn ejemplar. Asi pues, se puede esbozar un inicio de clasificacién segin el lugar donde se desarrollan. Las orquideas epifitas En las zonas tropicales y subtropicales, los bosques son, a menudo, muy densos y sombrios para que las orquideas pue- dan desatrollarse en el mismo suelo, alli donde crecen habitualmente las plantas. Las epifitas eligieron asi su domicilio en los arboles (y por eso durante un tiempo se creyé que eran plantas pardsitas) para estar mas cerca del cielo... y de la luz. Se alimentan tinicamente de lo que las ro- dea: detritus acumulados en las ramas, excrementos de pajaros, y son regadas pot las aguas de Iluvia, ya que el arbol constituye sélo un soporte. Las orqui- deas no son las tinicas que crecen de este modo (las bromelidceas y los musgos si- guen la misma adaptaci6n). Por ello se abren particularmente bien en las pluri- ‘vas y los bosques nubosos, donde la hi- srometria es elevada. En cambio, pue- den crecer a altitudes y a temperaturas muy variables. El aficionado debera siempre informarse mucho sobre el bio- copo original de la orquidea que ha ad- quirido para recrear lo mejor posible las condiciones climaticas de la planta. Ls ESTRUCTURA DE LAS ORQUIDEAS EPIFITAS s orquideas erecen en los troncos, las ramas 0 en la copa de los arboles que les LA BOTANICA DE LA onal . Las raices de las orqutdeasepiftas som aéreas'y absorben la bumedad det aire sirven de apoyo, més cerca de la luz y el aire. Las races son aéreas y absorben la humedad del aire (s6lo grandes epifitas, como la Grammatophyllum speciosum, pueden poner en peligro el Arbol en el que crecen, ya que, al alcanzar los 5m de largo, rodean literalmente con sus raices el tronco del arbol). Las flores de las or- quideas epifitas son muy diversificadas y sorprendentes, tanto por su aspecto como por sus colores. I. ee Fa 7 Rizoma de orguideas de nacimvento si Cada una de ellas, para asegurar su propia supervivencia, se ha adaptado para set polinizada por un solo insecto. Por regla general, estas flores crecen en las zonas suficientemente calidas y hu- medas para que su sistema radicular no sc hicle. Las orquideas tropicales cultivadas en invernadero o en nuestros climas son la mayoria de las veces orquideas epifitas. Su crecimiento est4 organizado en dos principales sistemas. © Orquideas de crecimiento simpodial. — las flores se desazrollan a partir de un tallo horizontal y rastrero que se lla- ma rizoma; — la mayoria producen pseudobulbos. En realidad, no son bulbos, sino tallos CRECIMIENTO DE UNA ORQUIDEA SIMPODIAL t GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 44 hinchados cuya funcién es almacenar agua. Un pseudobulbo vive 5 0 6 afios. Su tamano y sus formas son muy variables segun la especie de orqui- dea (cénica, alargada, redonda, aca- nalada). Son unas auténticas reservas nuttitivas pata las hojas y las raices y sirven como punto de salida de las hojas. Cuando no tienen hojas, se co vierten en un érgano de reserva y mentan a los jévenes pseudobulbos que toman el «relevo» de los viejos cuando estos mueren; — las hojas son muy variadas en sus for- mas (largas y estrechas, més 0 menos redondas) y nimero; — las raices pueden ser fibrosas, finas 0 catnosas: se agrupan con el nombre de cabellera, conjunto de raices, y al- canzan hasta 1 m de largo. Algunos ejemplos de orquideas simpo- diales: Pephiopedilum, Dendrobiunt, Stan- hopea... La BOTANICA DE LA oxave s EGECEREMSIORUNNGRSLCEN # Orquideas de crecimiento monopodial. MONOPODIAL — las hojas se desarrollan alternativa- mente en el tallo que crece vertical; — las flores proceden de las rafces aéreas las cuales crecen en Ja axila de las hojas. éCOMO VIVEN EN ESTADO NATURAL? Estas orquideas adoptan el modo de vida de los Arboles en los que se instalan: al principio de la estacién seca sus raices dejan de crecer y se cubren con un velo blanco (el velamen) que las protegerd de la deshidratacién y de eventuales dafos. Resisten también en la estacién seca, gta- cias al agua contenida en los pseudobul- Se observa perfectamente el velamen, wn velo blanco que cubre las ralces aéreas para protegertas de la deshidratacién (ivernade ros de Auteuil) bos. Luego llega la estacién de las lluvias: nuevos brotes, nuevas raices que absor- ben la humedad para llenar de nuevo los pseudobulbos. La vida de las orquideas puede prolongarse asi decenas y decenas de afios, mientras su anfitrién siga con vida. Las orquideas litéfitas Son las orquideas que crecen y se desa- rrollan en suelos rocosos y en condiciones climéticas a menudo extremas (acantila- dos cretaceos al borde del mar); sus rai- ces se desarrollan a menudo bajo el mus- go que cubre las rocas que colonizan. Su comportamiento es bastante pare- cido al de las orquideas epifitas; también necesitan tener una estacién de Iluvias y una higrometria mas bien importantes. Presentan, no obstante, una maravillosa resistencia a la sequia desarrollando un follaje mas espeso. Algunas orquideas litofitas tienen pre- dileceién por las rocas calcéreas (algunas Puphiopedilum, por ejemplo). Las orquideas terrestres Las orquideas terrestres también estan ampliamente repartidas por el planeta, desde el desierto australiano hasta casi el circulo polar; la més boreal es la Calypso bulbosa (71° de latitud norte). En Espa- fia existen mds de un centenar. Se trata también de plantas vivaces. Su sistema radicular es subterraneo y se desarrolla en forma de tubérculo, de ri- zoma o de pseudobulbo, o incluso en forma de raices mas finas. Conocen un Thunia marshalliana (© Overseas / Farabolafoto) periodo de latencia durante el que todos los érganos aéreos desaparecen, y con- servan sélo bajo tierra los bulbos, autén- ticos drganos de reserva. En el caso de una orquidea con bulbos, uno de estos se «recarga» por completo durante el periodo de vegetacién. Asi, se puede observar que, en los dos bulbos, uno ya estaré marchito y seco, mientras que el otto, liso y relleno, esté repleto de sustancias nutritivas. Seguin las especies, la forma de estos bulbos ser4 muy distin- ta: ovoide, globulosa, digital... Un tallo, anual en las orquideas euro- peas, prolonga los tubérculos subterré- neos, en realidad el pedtinculo que co- necta la espiga floral con la planta enramada, Puede ser simple, cilindrica 0 més angulosa. Las orquideas terrestres son imprevisi- bles en su floracién. Ausentes durante muchos afios, pueden cubrir campos en- tetos sin aviso previo, y no volver a tesur- git hasta al cabo de unos afios. Crecen en la tierra (humus de los bos- ques, prados); algunas de ellas tienen in- cluso la osadia de crecer y florecer ibajo tierra, como las Rhizantella australianas! Las orquideas sapréfitas Contrariamente a sus hermanas més «aéreas», algunas orquideas se han adap- tado a la oscuridad de los bosques, ali- mentandose de materia orgdnica en des- composicién, asimilando los nutrientes que necesitan gracias a la presencia de los miiltiples hongos con los que viven. Estos son algunos ejemplos de orqui- deas saprofitas: Neottia nidus-avi, Lino- dorum abortivum... 47 /Farabolafoto) _ Phalaenopsis Danse % Holapocus (© Ot EL CULTIVO DE LA ORQUIDEA wando dos seres estan unidos en la intimidad corazén, rompen incluso la dureza del Eizo y del bronce; y cuando dos seres se den totalmente en la intimidad de su 2, sus palabras son dules y fuertes como -rfume de la orquidea. Extraido del I Ching, el Libro de las mutaciones -nopsis ((nuemaderos Lecoufle) Dos mil afios antes de nuestra era, los chinos y los japoneses ya cultivaban las orquideas por la belleza de sus flores Aunque todas las plantas tienen un sim- bolismo muy fuerte en el Extremo Oriente, las orquideas expresan el refina- miento, la amistad, la perfeccién, la no- bleza, la feminidad y la elegancia t GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS En el primer manuscrito dedicado por completo a Ja botanica, escrito por Ki- Han durante la dinastia de los Chin (290-307 d. de C.), se describen dos or- quideas: la Cymbidium ensifolium y la Dendrobium monoliforme. El Cymbidium sera el centro de las re- presentaciones en las obras de arte del Extremo Oriente. En el Exirento Oriente, la orquidea es venerada desde hace siglos. Lleva intrinsecos los sirbolos del refinaniento y de la perfec. ‘cin, Abajo, Bletila ‘Yokobanza’ (invernadevos del Senado) Relacionadas con los seres humanos por un impulso espiritual, las orquideas se han llenado de un valor simbélico muy fuerte. Lo Chi, gobernador en Ia dinastia Song, escribio: «Trato los Jan (orquidea en chino) como mis més virtuosos y dignos amigos Por la mafiana, recibo el favor de sus per- EL CULTIVO DE LA ORQUIDEA ssiba y en la pagina siguiente, compasioiones florales del Sr Ryu Kubota. Las orguideas se mexclan felzzmente con otras flores, shontas'y follajes EL CULTIVO DE La oRQU a EL ARTE FLORAL DEL RYU KUBOTA: UN ENCUENTRO ENTRE ASIA Y OCCIDENTE Ryu Kubota abandoné Japén en 1991 para aprender el arte floral occidental. Antes de instalarse y alprir su fienda en Froncia, viajé por Europa haciendo escala especialmente en ‘Alemania, Bélgica y luego en los Paises Bajos. Al principio, este entusiasta de las orquideas no deseaba quedarse en Europa, Un poco por casuclicad, en diciembre de 1994 encontré un local en Francia, «por un precio diez veces inferior al que habria encontrado en Japon», asegura. Habia aciquitide una diiatada experiencia trabajando en muchas floristerias japonesas. “A diferencia de Europa, en Japon solo se juzga G Ia gente por su experiencia practice. En mi pais, los diplomas no sitven para nada». Su deseo: fusionar las tradiciones artisticas japonesas con todo lo que ha aprendido en su periplo occidental Esteta, a Ryu Kubota le gusta cambiar constantemente de estilo, segtin las estaciones que armonizan la vida de sus musas, las orquideas. «Algunos estilos siguen a peso de todo, Pero, en general, cambio la casi totalidad ce mis composiciones cuatro veces al aio», asegura. Sise pudiera caracterizar el estlo de este arte orquideat, seria una mezcia entre las principales figuras japonesas y los toques més occidentales y mas contempordneos. Premiacio en muchos concurses artisticos regionales en Japén, hoy en dia participa como jurado en muchos actos, fumes. Por la noche, disfruto de la belle- za de sus flores. »Con mi libro y mi vino, lemos y be- bemos juntos». En Japon, la orquidea, 0 ran, era el sim- bolo de la virtud, de la simplicidad, del encanto, de la gracia femenina acabada. También era costumbre que cada clase social estableciera una preferencia por un género: los comerciantes y las clases sociales acomodadas mostraban ast una inclinacién particular por las Cymbidium, la aristocracia imperial se reconocfa en la Dendrobium monoliforme (sekkoku en ja- ponés) que, traducido literalmente, sig- nifica «la orquidea que hace la vida de los hombres més larga».. Los samurdis, sefiores feudales, no du- daban en desplazarse con sus orquideas durante sus periplos = o. GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS = a EL CULTIVO DE LA ORQUE El arte floral del Sr. Ryu Kubota: una alianza com éxito entre Oriente y Occidente t GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 56 Composiciones florales de Ryu Kubota Accontinuacién, presentamos dos composiciones florales. En general, este tipo de com- posiciones aguanta en perfectas condiciones unas dos semanas. COMPOSICION 1 & e oe ae 1, Se ttade al agua del recipiente una cucharadita de azicar y otra de una mercla de agua y lejia 2-3, Se cubren los bordes del recipiente con ramas de Salix tortuosa 7 ee EL CULTIVO DE LA en a 4, Se coloce una gran hoja de Philomonstera 5-6. El toque fal, una rama de Phalacnopsis Sat, mg “eta = 8, Resultado final 12-13, Sr Ry Kul GRAN LIBRO DE oRQuipEas La correcta adquisicién de una orquidea Las orquideas ya no son plantas rar: Muchas floristerias o grandes superticies las ofrecen a todos los precios, y hoy en dia todo el mundo puede adquirir una ‘Trudelia cristata (Gavernaderas del Sendo) Phalaenopsis, una Cymbidium ona Paphio, © incluso, por qué no, una orquidea mas rara, Ademés de los modelos més co- rrientes propuestos en las floristerfas, puede conseguir especimenes mucho més interesantes en tiendas especializa- das (véase el capitulo «Direcciones titi- EL CULTIVO DE LA noun REGLAS PARA LA ADQUISICION DE UNA ORQUIDEA + No se dele llevar por los flechazos! Por lo menos, en sujusta medida; antes de comprar una corquidea, reflexione bien, por ejemplo, sobre la exposicién de su vivienda, y compruebe que !a [uminosiciad o insolacién serén suficientes para que su nuevo huésped pueda vivir en las condiciones durante large tiempo. + Dé prioridad a plantas aduttas, a punto de florecer, + Compruebe: —las hojas. que deben estar exentas de defectos, sin manchas. Interésese por su color: las hojas verde pdlido rojzas deben ponerle en alerta; —los capulles de las flores, que no presagian nada bueno, sison amarillentos 0 100s: —las raices, que en un medio natural son hilos generalmente bastante finos que permiten ‘a las orquicleas flarse en una rama. Tlenen un fuerte poder adhesive. Estan recublertas por un velo blanco llamado velamen, que deja pasar el extremo de las races. Elvelamen permite también clmacenar ia humedad para que la orquidea puede resist sin sufrir graves anos durante los periodos de sequia. Cuanto mas espeso es, més podrd espaciarse el ago. les», pag. 183). Sepa que las orquideas viajan muy bien por coxteo. Una orquidea en casa: un sueho al alcance de todo el mundo A ppesar de las ideas preconcebidas en tor- no a estas plantas, las orquideas no nece- sitan cuidados constantes, y su cultivo es sencillamente asequible. Existen sdlo al- gunos consejos bsicos que deben respe- tarse y no debe nunca perderse de vista que se trata de plantas exéticas cuyo me- dio natural de vida es muy diferente al de un apartamento o una terraza. En cierto modo, es necesatio ayudarlas a adaptarse En una habitacién fresca (15 °C), es mejor tener Paphiopedilum u Oncidium nitoniopsis. En las habitaciones mas calidas (don- de la temperatura se acerca bastante a los 18 0 20 °C), es decir, las salas de la casa donde se vive (habitacién, salén, co- cina...), las Phalaenopsis, Cattleya, Onci- dium de invernaderos célidos encontra- ran su lugar y su bienestar. Las condiciones idéneas A continuacién le indicamos algunas re- ferencias. tomando buena conciencia de sus necesi- ‘TEMPERATURA dades y anticipar, en el momento de es- coget la orquidea, la buena adecuacién Debe ser: entre sus exigencias y lo que podemos aportarle. La mayoria de orquideas vive bien en un apartamento o en una casa, donde la tinica condicién necesaria es tener habi- taciones con temperaturas sin grandes variaciones. — de 18.2 30°C de dia, y de 16.425 °C por la noche en climas cdlidos; — de 18.a 25°C de dia, y de 13 a 16°C por la noche en climas templados; — de 15 a 20°C de dia, y de 8a 14°C por la noche en climas frios. 69 Oneidium (invernaderos Leconffe) HIGROMETRIA Una vivienda en invierno bien calentada tiene un indice de humedad del 15 %. Las necesidades minimas de una orqui- dea son del 50 % iy mas! Luz Es la condicién sine qua non para que las flores de las orquideas epifitas se abran Hijas del aire y de la luz, la mayoria de orquideas tiene necesidad de mucha luz. Y si no dispone ni de invernadero ni de terraza, sepa que existen variedades hi- Ivo DE LA ORQUIDEA bridas que se adaptan perfectamente a la vida en un piso. Si carece por completo de luz, la so- lucién que le ayudaré es una ilumina- ci6n artificial con la utilizacién conjunta de tubos fluorescentes de luz fria y luz fluorescente de luz calida para reconsti- tuir al maximo el espectro de luz natu- ral. Los tubos fluorescentes se situaran sobre las orquideas, a una altura de aproximadamente 40 cm. Se puede uti- liza luz artificial de 12 a 14 horas al dia © como simple complemento de la luz natural. Aunque lo mas adecuado y pre- ferible es situar las orquideas delante de la ventana. o. 76 AN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS LOS TRUCOS DEL ORQUIDEOFILO Las orquideas conviven perfectamente con otras plantas verdes. Concretamente con el Ficus benjamin: se da el caso de que esta planta presenta las mismas necesidades de luz que las orquideas. Alli donde el ficus esta a gusto, ja orquiciea también estaré a gusto! cesidades ORIENTACION ° Norte Es la orientacion menos favorable, ya que la luminosidad ser demasiado dé- bil. No obstante, es una exposicién que puede ser suficiente para algunas Paphio- pedilum. + Este Orientacién que puede ser muy satisfac- toria, ya que la insolacién de la mafana evita problemas debidos a eventuales golpes de sol durante una exposicién in- tensa. ‘Las orquideas se acomodan perfectamente a la presencia de otras plantas verdes. Algunas tienen a memido las mismas ne- * Oeste y sur Estas orientaciones son idéneas desde el punto de vista de la luminosidad; deberan evitarse, sin embargo, los famosos «golpes de sol», que pueden provocar quemadu- tas inremediables. Por tanto, sera necesario instalar en las ventanas un sistema de per- sianas o de estores para proteger las flores expuestas, Una flor «quemada» presenta necrosis de pardas a negras en las hojas. eSABIA QUE. Aumentaré Ia luminosidad de la habitacién pintando las paredes de blanco. Cuidados basicos AGUA El agua que utilice para tegar las orqui- deas debe ser lo mas pura posible. Tiene distintas opciones: — agua de lluvia si vive en una zona ale- jada de la nunca beneficiosa contami- nacién urbana; — agua filtrada; Eu cuttivo pe La onguipes @ — agua de manantial embotellada (pre- ferible con bajo contenido en calcio); — agua osmotizada El agua del grifo debe prohibirse, salvo para las Paphiopedilum y las Cymbidiuun, con la condicién, sin embargo, de que se deje que el cloro se evapore (dejar el agua en reposo 24 horas). El agua desminerali- zada también debe rechazarse, ya que por definicién carece de todo complemento mineral. La cantidad de agua de cada rie- _ ~ " GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS go depende enormemente de la mezela con la que la orquidea esta plantada, ya que el sustrato en el que vive la planta sit- ve principalmente para mantener un cier- to grado de humedad. Las mezclas mas cortientes se hacen a base de: — corteza de pino (en distintas granulo- mettias); — trozos de poliestireno; — bolas de arcilla. El agua de tiego debe estar a tempera- tura ambiente: para regar conveniente- mente una orquidea, vierta el valor del vo- lumen de la maceta en el sustrato con una’ regadora equipada con una pera suave. ESABIA QUE...? La Paphiopeailum es una de las pocas orquideas a las que les gusta el agua calcarea. LOS TRUCOS DEL ORQUIDEOFILO Para evitar el exceso de agua, |compruebe antes del rego el grado de humedad del sustrato! No actle nunca sistematicamenie y tomese su tiempo para conecer y observar las orquideas COMO DETERMINAR EL PERIODO DE LATENCIA En nuestra lattitud, el periodo de latencia Co reposo de las orquideas se sitia generalmente en invieno, cuando los dias son cortos, En ese momento, su crecimiento disminuye. También puede regar la orquidea su- mergiéndola en una cubeta con dos ter- cios de agua de 10 a 25 minutos. Cuidado, todas las orquideas necesi- tan un periodo de reposo durante el que debera disminuir los riegos MANTENIMIENTO. DE UNA HIGROMETRIA SUFICIENTE Dispone de varios medios pata recrear un ambiente «tropical»: — pulverizaciones ligeras sobre el sus- trato y el reverso de las hojas. Cuida- do, la pulverizacién debe ser extre- madamente suave; — instalar las plantas en una cubeta con agua; — siestos sistemas no bastan, un humidi- ficador y difusor de agua en forma de fina niebla aliviara de inmediato a las orquideas de la sequia de su vivienda. MANTENIMIENTO DE LA HUMEDAD cubeta de fotografia , 1a eS prir ero yey de 3.a4.em de agua 80 bolas de arcilla __ Este sistema permite a la planta asegurar aprontmadamente el 60 % de la bumredad EL CULTIVO DE LA oxo Un bigrbmetvo le permitnd saber con seguridad si su casa posee la bumedad necesaria para que sus orguideas vat atas MACETAS cubeta de plastico llena de agua 4 as ae maceta vacia y del revés ‘Las macetas de cultivo estén situadas sobre macetas waclas 81 oo GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS Muchas orquideas exbticas crecen en lox bosques tropicales. Inféronese bien, antes de su adguisiciOn, sobre el origen geogrfico de su onguddea, ya que la buimedad de la babitacion on la que la quiera poner deberé aprosamearse ala del biotopo de la planta SOPORTES Las flores de porte caido de algunas es- pecies (como las Stanbopea 0 Gongora) necesitan una suspension. También pue- den instalarse estas orquideas en cestas suspendidas 0 trozos de corcho. En este ultimo caso, no obstante, proceda con cuidado, ya que la higrometria debera es- tar controlada con mucha regularidad, puesto que las raices estan en contacto directo con la atmésfera ambiente. ZA FAVOR O EN CONTRA E LAS MACETAS DE TIERRA? La polémica esté servida entre los orquidestios. Algunos son muy aficionados a las macetas de barro, Cuyos cualicades en materia de aiireacién, poresided, estabiidad y estética no son muy satisfactorias. Otros prefieren las macetas de piastico, ya que son mds faciles de iimpiar y desinfectar. Petmiten espaciar los tlegos (la evaporacién no es tan rapide) jy sobre Yodo no son tan fraglies! Muchas orguideas son epifitas, es decir, que en estado nats ral creven en los roncos 0 las rama de los drboles para estar ‘nds cerca de la lz. Por tanto, no dude en crear en su cast ts entorno similar al del biotopo de su orguidea, cnidando constantemente la bigrometria, Agud, el soporte escogido es, simplemente, ium tronco de drbol ‘Alggmas flores de porte caido se valarizan en una cesta col- tra composicion en ia cestecolgante gate. Las races areas se ven aud perfectamente ‘Aguila opetin ba sido que la orguidea cretea en un simple troto de madera de formas rortuoses. El modo de crecimiento de las ‘orqideas permite asi creaciones completamente esiticas y originales nm GRAN LIBRO _DE LAS ORQUIDEAS a SOPORTE DE PLACA DE CORCHO ABONO En ua medio artificialmente compuesto, el aporte de abono compensa la pobreza del sustrato y del agua. Se distinguen tres componentes prin- cipales: — el nitrégeno (N), que permite acele- rar el crecimiento de las plantas y fa- vorece la vegetacién; — el fosforo (P), que regula la nutricién y favorece la formacién de los esca- pos florales; — dl potasio (K), que refuerza la planta y le permite mejorar sus defensas. ‘Tiene un papel clave en la fabricacion de la clorofila y en el proceso de la fo- tosintesis. A estos componentes cabe afadir los elementos minerales (magnesio, azufre, A numcerosas orquieas les gusta macho wn rozo de coreho oligoelementos, etc.), en general, presen- tes en el agua en cantidad infinitesimal. * €Qué abono se debe utilizar? No existen abonos especiales para orqui- deas, pero, en cambio, puede utilizar un abono «especial para planta verde», con proporciones NPK equilibradas (por ejemplo N = 10, P = 10, K = 10, cuya anotacién es 10-10-10), durante todo el periodo en que la orquidea desarrolla su follaje (para las orquideas monopodiales, el crecimiento de la vegetacién se concre- ta con la Ilegada de una nueva hoja; para las simpodiales, orquideas de rizoma, se constata la salida de la vegetacién, cuan- do un nuevo brote emerge en la base de Ja planta); y puede altemnarlo con los abo- nos «especiales para plantas con flor», menos ricos en nitrégeno (por ejemplo, N = 6,P = 12, K = 18, cuya anotacién es 6-12-18), desde el momento en que Eu cunt papilio BRO DE LAS ORQUIDEAS Phalaenopsis (fnvernaderos Lecoufle) termina el crecimiento foliar y aparece el tallo floral. + Como se realiza la fertilizacion? Si prefiere Ia administracién de abono disuelto en agua, habra de ser habil para evitar el riesgo de quemar las rafces de la planta. La regla absoluta que nunca debe sal- tarse es la de proceder a la fertilizacin de la planta después de regar el sustrato con agua clara, por ejemplo la noche an- Cattleya intermedia Alba’ (© Overseas / Farabolafoto) EL CuLTIVo bE oRquip, terior, y siempre realizar dos riegos des- pués del abono para limitar la acumula- cién de pequefs cristales que con el tiempo pueden llegar a quemar la planta Principales intervenciones EL TRASPLANTE El trasplante depende enormemente del ritmo de crecimiento de la planta, pero en general se procede al trasplante de la or- quidea cada 2 0 3 aftos. Se aumentaré el ta- majio de la maceta muy progresivamente. os GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS COMO SE TRASPLANTA UNA ORQUIDEA e 1 Prepare ef sustrato, conipesto por una 2. Bara evitarla propagacion de las enfermedades criptogameas arcillay corteza, por ejemplo 0 virales, desinfecte todas las berramentas com wna lana 5, Prepare la maceta de trasplante un poco més grande que la 4. Extraiga el pan de tera, Cuando ls raices extn ray Dene (que exté sustitiyendo das, es buena seal. Si le cuestaextraeras,girelas kacta wn lado para despegar fas races de la maceta =< 5-6-7, Disgregue el sustrato y desemrede ef Conjunto de raices h i EL. GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 8-9 10, Conte as ra: ces que estén demasie do secas 0 esropeadas EL CULTIVO DE LA oRQUID: 11. En la nueva maceta, estabilice el fondo con 10 2.0m de 12. Coloque con cuidado el pie de la orqutdea, justo en el sustrato centro 13-14, Reparta bomogéneamente el susirato alrededor del pie de la orquidea 7 clave bien la planta en la maceta 73] c a ‘ t EL GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS a 4 15. El nasplemte ya esd hecho. iMisin cumplidal Espere unos diez dias antes de regarla LA MULTIPLICACION DE LAS ORQUIDEAS Esta al alcance de todo el mundo y pue- de realizarse de forma sencilla. Cuando, al cabo de unos afios, su orquidea (o sus orquideas) haya (o hayan) prosperado, puede proceder a la division necesaria, tanto si la orquidea tiene demasiados pseudobulbos viejos como si se ha vuelto demasiado grande o imponente. La téc- nica de la divisién depende del tipo de orquidea, * Division de una orquidea monopodial {o de tallo tinico). Para este tipo de orquideas, las raices se desarrollan en toda la longitud del 16. veces, deberd pomer wn tutor en ls plantas de grandes tall para poder eguilirarlas tallo, con lo que basta con cortar unos 10 cm del extremo del tallo con raices y hojas. Corte limpiamente y trasplante este aesqueje» a una maceta con un tamaiio adecuado, es decir, entre los 5 y 8 em de diametro. Si las raices de la planta estén en mal estado, el cambio de sustrato aumenta el indice de humedad y favorece también el desarrollo de nuevas, y por lo tanto més sanas raices. * Divisién de una orquidea simpodial. Para ilustrar esta técnica de divisién le presentamos una serie de fotografias en Jas paginas siguientes. EL CULTIVO DE La ORQUIDE DIVISION DE UNA ORQUIDEA SIMPODIAL 1. Cuando la planta sea demasiado grande, proceda a dividirla 2, Extvaiga la planta del tiesto 3-4 Panta por donde se separe mejor 3) i. GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS FS LA POLINIZACION 1-2, Se etira el labelo 3. Las boloas polinicas se extraem com wna agua que se babi esterlizado previanente 3 Sees a EL CULTIVO DE LA mat 10, La polinizacion ma sual be terminado salts 97 EL GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDFAS LA SIEMBRA DE SEMILLAS DE ORQUIDEAS EN EL CULTIVO IN VITRO Con tiempo y paciencia, todas estas ope- raciones de cultivo estarén a su aleance. Ciertamente, la siembra de semillas exi- ge muchos cuidados, pero sus esfuerzos seran proporcionales a la alegria que sen- tira con el éxito de esta actuacién. Esta es, en cierto modo, la prolongacién de la polinizacién manual. Si ha obtenido con fortuna una cép- sula después de la polinizacién, enton- ces su viaje a la botnica de la orquidea continia... Puede comprar las semillas, ‘La cépsula debiscente, tan esperada, lena de promesas... (imvernaderos de Auteuil) pero también puede acudir a las distin- tas asociaciones de amigos de las orqui- deas que a menudo organizan intercam- bios. Asi pues, le indicamos el camino que se- guir para realizar una siembra por cultivo Fa vitro. Los consejos que le damos son in- dicativos; con todo, le recomendariamos que efectuara uno 0 varios cursos para aprender a efectuar este tipo de manipula- ciones, las cuales, sin ser dificiles, requie- ren una cierta destreza. Para realizar el curso, puede informarse en las asociacio- nes o clubes de amigos de las orquideas (véase «Ditecciones tiles», pag. 183). MATERIAL NECESARIO + frascos + tapones de bokelita + offculos de coucho del mismo diémetro ue los tapones + algodén cardado + medio de cultive (agar-agar + NPK + cazticares, vitominas, oligoelementos, hor- moncs) + autoclave + agua + lejia + escudilla + fogoncito de gas + superficie de trabgjo (tipo placa de mi- croondas de 30 em de dimetro) + papel secante + espstula de cuttivo + solucién al 5 % de hipoclorito de calcio + solucién de lejia diuida en 1/5" + cronémetro + pequena probeta + semillas de orquidec. * Preparacién de los frascos — En el tapén, perfore un agujero en el centro con una barrena de 5 mm; — recorte una cruz en el centro del citculo de caucho; — deslice el circulo de caucho en el in- terior del tapén con el fin de sujetar bien el algodén cardado en la cara in- ferior del tapon; — diluya el medio de cultivo, vendido en forma de polvo, en el agua desminera- lizada o desionizada en las proporcio- nes indicadas en las instrucciones; — segiin el tamatio de los frascos, colé- quclos, con el tapén cerrado, en el autoclave, 20 minutos a 120 °C, a partir del silbido de la valvula; — cuando haya transcurrido este tiem- po, deje caer la presién sin retirar la valvula, Abra el autoclave y ponga los frascos en posicién ligeramente incli- nada; espere 4 horas para que los preparados puedan gelificar. Los frascos ast preparados se conser- van una semana a temperatura ambiente, dos semanas en el frigorifico y seis meses en el congelador. * La preparacién de la superficie de tra- bajo (el problema esencial es evitar cual- quier eventual contaminacién) — Lévese bien las manos y los antebra- 208 con jabén antes de cualquier ma- nipulacién; — desinfecte la superficie de trabajo con lejia; — efectiie todas las manipulaciones en tomo a la llama del fogoncito: existe un nivel de esterilidad casi perfecto en un diémetro de 30 cm. La superfi- cie de trabajo, es decir, el soporte mi- croondas, corresponde a esta zona; — someta siempre el cuello del frasco a la llama, cada vez que los frascos sean abiertos o cerrados; — evite hablar y Ileve una mascatilla de papel. Si tiene el cabello largo, recd- jaselo, Para prevenir todo peligro, lle- ve una bata de algodén durante la manipulacién. ¢ Montaje del material. — Cubra la superficie de trabajo con hojas de papel secante impregnadas con solucién de lejfa, ya que el cloro posee una accién antifuego; — coloque el fogoncito en medio de la superficie de trabajo; — en un vaso 0 un recipiente leno con solucién de lejia, coloque todos los instrumentos que necesitard. * La desinfeccién de las semillas. — Coloque las semillas de las orquideas en la probeta con una solucién al 5 % de hipoclorito de calcio. Agite suave- mente cetrando la probeta con el de- do pulgar; — dé la vuelta a la probeta hacia abajo, espere que las semillas suban a la su- perficie y retire el dedo pulgar: el i- quido fluira mientras que las semillas quedardn perfectamente pegadas a las paredes. EL _CULTIVO DE LA snout 99 ; t RAN ere RoLbR HAW ORoUtDRA 100 Desde ese momento es preciso traba- jar en un medio estéril en torno ala llama del fogoncito. * La siembra. — Desinfecte bien el tapén y el cuello del tubo que volveré a emplear para la siembra; — abra el frasco con movimientos muy lentos, y con el cuello dirigido hacia la lama. El tapén se colocara con la abertura hacia la mesa; — con la espatula (que se habra desin- fectado previamente), retire las semi- Cymbidium sp. (© Bloemembureax Holland) llas que estan en la probeta y tras- plantelas al frasco, a la superficie del medio de cultivo; — distribuyan bien las semillas, no haga epaquetesy. Cierre el frasco después de pasar el cuello por la llama. Una vez cerrado, el frasco serd alma- cenado a temperatura constante evitan- do una exposicién directa al sol; sin em- bargo, son necesarias de 16 a 18 horas de luz al dia: sera preciso entonces pre- ver una iluminacién de apoyo (véase pag. 73). EL CUIDADO DE LA ORQUIDEA Aunque las orquideas son plantas con flores excepcionales, desafortunadamen- te no escapan al comin de los vegetales: ilas enfermedades y los pardsitos! El cli- ma hiimedo tan anhelado facilita ain més su propagaci6n Con el fin de evitar una elevada proli- feracién de hongos o de pardsitos, respe- te desde el primer momento los siguien- tes consejos a titulo preventivo: — Cuando detecte una planta enferma, afslela de las demas; — utilice macetas de plastico, cuya de- sinfeccién es mucho mas facil; — después de cada intervencién (tras- plante, multiplicacion...), utilice he- rramientas esterilizadas (por calor) 0 limpiadas con un poco de lejfa; — examine con regularidad sus orqui- deas; — evite los riegos demasiado abundan- tes y los ambientes demasiado cerra- dos. Pardsitos Moscas blancas (Aleyrodidae) Cuando vea volar un pequefio insecto blanco sobre sus orquideas, se trata segu- ramente de la mosca blanca. Este pequefio insecto chupador (de 1a 3 mm), cubierto por una fina cera blanca polvorienta, pue- de multiplicarse con suma rapidez. Se desarrolla en el envés de las hojas y se- creta abundante melaza. Es facil de teco- nocer agitando las hojas de las orqui- deas: iuna nube blanca confirmara su presencia! Se pueden eliminar colocando tram- pas enviscadas 0 con un tratamiento in- secticida a base de bifentrin. Arafias rojas Es un caro chupador que intoxica al ve- getal aspirando su savia. Se desarrolla particularmente en el ambiente htimedo que necesitan las orquideas. Su presencia se manifiesta con la apa- ticién de pequefias manchas plateadas en las hojas y motitas amarillas en los pseudobulbos. Cada generacién de ara- fia roja se renueva en tan sdlo 10 dias. Si el ataque es masivo, las hojas amarillean, se secan y se caen. Para combatirla, se dispone de varios medios: — la limpieza con agua y jabén insectici- da de las partes invadidas; — un tratamiento a base de aceites (pre- feriblemente aceites amarillos 0 de petréleo) que ahogan a las hembras y los huevos; — la utilizacién de un buen acaricida sistémico. “*" JO or GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 102 Cochinillas De pequeiio tamafio (unos 3 mm), la co- chinilla es bastante facil de reconocer de- bido a la presencia de un escudo, 0 capa- razon, cubierto por una sustancia blanca y polvorienta que le da una consistencia algodonosa. La cochinilla es un insecto con un modo de vida muy particular. Inmévil en estado adulto, se desplaza sdlo cuando pasa del estado larval al estado adulto Este estado transitorio se llama «pasean- te» y dura sélo unas horas, el tiempo ne- cesario para salir de la céscara materna, que muere después de la eclosién, y fijar- se en otra parte del vegetal. Luego pierde sus antenas y sus patas. Las cochinillas provocan un gran dao alos capullos flo- rales y a las flores. Se encuentran en la base de las hojas y en el nacimiento de los tallos. Si las orquideas estan poco in- festadas, se despegaré la cochinilla con la ayuda de un algodén impregnado de al- cohol de quemar. En caso de infestacion iva, se utilizara un insecticida de con- tacto 0 sistémico. Caracoles y babosas Sus dafos son claramente reconocibles: grandes trozos de limbo devorados y agujeros en los pscudobulbos son sus sig- nos manifiestos! Los caracoles y las ba- bosas se refugian en los tiestos o el sus- trato; para incitar a que se manifiesten, coloque en los tiestos rodajas de zanaho- tia u hojas de lechuga. iLos cogeré con mis facilidad! Si no puede acabar con es- tos invertebrados, utilice productos a base de metaldehido. Hormigas Se alimentan de las secreciones produci- das por los deméds insectos (en especial melaza), y son valiosos testimonios y fia- bles sistemas de alerta, Si detecta su pre- sencia, ibusque su causa! Pulgones Verde 0 negro, un pulgén es facil de loca- lizat, Se encuentra en los jévenes brotes 0 en los capuillos florales. El pulgén pue- de pulular y debilitar considerablemente la planta, y favorece la aparicién de mu- chas enfermedades criptogamas. Se pueden aplicar varios tratamientos: — limpieza a chorto; — introduccién de insectos tiltiles como mariquitas, que lo convertirén en su ment prefetido; — recurso a un tratamiento insecticida a base de rotenona. Enfermedades criptogamas Los hongos son el origen de las enferme- dades ctiptogamas. Al no producir cloro- fila, deben parasitar a los vegetales pata asegurar su supetvivencia. Su aparato ve- getativo esta constituido por un mix clio que asimila las materias organicas fijan- dose en su huésped por una trompa. El hongo se propaga liberando esporas. Puede incubar la planta durante varios afios antes de que sea visible un solo sin- toma a simple vista La humedad favorece claramente la aparicién de hongos. La instalacién del micelio puede ser causada también por heridas, favorecidas por el monocultivo, la densidad de plantacién y los cultivos subterraneos, El hongo destruye poco a poco la orguidea, provocando, debido a la digestion de los tejidos vegetales, po- dredumbres humedas, secas, necrosis, imalformaciones, chancro o roya. En las orquideas, los sintomas son los siguien- tes: podredumbres en el tallo y pseudo- bulbos, manchas en las hojas y roya en las flores. ‘A continuacién, las enfermedades ctiptégamas mas frecuentes que afectan alas orquideas. La podredumbre negra (0 black rot) La podredumbre negra puede vivir en el sustrato durante afios antes de desarro- llarse. Se debe principalmente a dos hongos (Phytophtora y Pythium). Las ho- jas se vuelven blandas y adoptan un tono pardo o negro; los pseudobulbos ennegrecen y se pudten; las raices se cu- bren de chancro. Por regla general, si el hongo ha contaminado toda la orqui- dea, se caen las hojas y las flores. Se puede tratar quimicamente con un anti- criptogamo. Lo esencial del cuidado sigue siendo, no obstante, la prevencin de la podre- dumbre negra: — no dejar agua estancada en la base de las macetas; — aislar las plantas afectadas; — cortar y «quemar» las partes afecta- das; — no reutilizar una maceta que haya contenido una planta enferma, La podredumbre gris (0 bottitis) Esta enfermedad, muy comin y amplia- mente extendida, se manifiesta con pe- quefias manchas en los pétalos, llamadas de «viruela, un moho gris y velloso en los botones de las flores, manchas en las flores y la enfermedad de la telarafia, que pone de manifiesto en el mantillo infee- tado filamentos blanquecinos que se re- velan por la desaparicién de las semillas y los tallos podridos. Por consiguiente, los capullos florales se pudren antes de abrirse y la planta puede morir con suma sapidez, Ademas de las medidas de pre- Bn curpano pe 1a i vencién indicadas, se utilizaré un trata- miento curativo con un anticriptégamo a base de iprodiona, benomilo o vinclozo- lina, La botritis se propaga particular mente con el tiempo htimedo y célido, cuando el aire esta viciado. La podredumbre blanca (0 sclerotinia) Muy extendido, este hongo se manifiesta por la formacién de manchas de aspecto oleoso en la superficie de las hojas. La orquidea empieza a marchitarse, luego se cubre de una capa blanca que, a su vez, se cubre con pequefias granulaciones ne- gras. A veces, unas gotitas amarillas caen de los esclerocios (que garantizan la con- servacién del hongo). Sin un tratamiento fungicida, la planta muere con bastante rapidez, La negrilla (Capnodium sp.) Este hongo crea costras negras que cu- bren casi totalmente el limbo y recuer- dan al hollin. La negrilla, que no es un hongo peligrosa, es sobre todo, la mayo- tia de las veces, testimonio de la presen- cia de parésitos (como el pulgén y la mosca blanca) que secretan una melaza que favorece la aparicién de la negrilla. Aunque es muy inestético, este hongo no penetra en el tejido foliar y, por tan- to, no perjudica la circulacién de la sa- via. En cambio, forma una pantalla a la luz e impide la fotosintesis. Se elimina limpiando las partes afectadas con agua y jabén. Mancha foliar (Phyllosticta) Esta enfermedad criptégama muy ex: tendida dafa la planta con la aparicion en las hojas de pequefias manchas de color amarillo que se vuelven mas oscu- ne ORAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 104 ras y més redondas a medida que avan- za la enfermedad, La necrosis, en cuyo centro se distinguen las esporas, se ex- tiende hacia el limbo. La planta puede morit si se ve totalmente infestada por este hongo. Cuando observe la presencia del hon- go en una de las plantas, debera aislarla y luego retirar las partes afectadas y que- marlas. Se puede realizar un tratamiento fungicida para las plantas que no estén demasiado infestadas Enfermedades bacterianas y virales Estas enfermedades son muy dificiles de controlar y contener. Las enfermedades bacterianas Las bacterias se desarrollan en las célu- las de las plantas. Son seres vivos y mi- croscépicos, del tamafio de una micra aproximadamente. En las personas, ya sabemos que las afecciones que desa- rtollan se tratan con antibiéticos. Tam- bién los vegetales se pueden tratar con antibisticos, pero resulta algo mas com- plicado; por ello, se aconseja cortar las partes afectadas, quemarlas y aislar la planta infestada, Erwinia y Pseudomo- nas son las dos principales enfermeda- des bacterianas que afectan a las orqui- deas. LOS TRUCOS DEL ORQUIDEGFILO La Raphiopedilum, atacada por la Erwinia, enfermedad bacteriana, se fratara con canela en polvo. Cuando se hayan eliminado las partes mas afectadas, se aplicard en el resto de heridas canela en polvo con virludies bactericidas jcomprobadas por muchos ‘amigos de las orquideas! Las enfermedades virales Los virus son organismos diminutos que miden entre 200 y 2.000 nanémetros. Estan compuestos por una cépsula que protege un filamento de ARN (dcido ri- bonucleico). Los virus parasitan necesariamente una célula viva. El filamento se instala en el citoplasma y afecta al desarrollo de las informaciones a partir de las que fabrica las materias primas de los virus, impi- diendo a la planta seguir un crecimiento normal. Los sintomas son numerosos y se ma- nifiestan principalmente en los tallos por deformaciones y necrosis, en las hojas con el amarilleo del limbo, mosai- cos, marméreos y crispaciones y, en las flores, variegaciones. No existe cuidado posible. Las inicas medidas son preventivas: utilice instru- mentos esterilizados, erradique los insec- tos picadores y climine todas las plantas infectadas. REFLEJOS QUE HAY QUE TENER * Silas hojas de su orquidea se ablondan, busque Ia causa en él fiego... jexcesivo escasol * Tras la floracién de su orquidea, es preferible cortar el escapo floral, + En general, debe trasplantarse desoués ‘© antes del periodo de floracién. Evite los meses de inviemo, cuando ¢! period vegetative esta muy ralenfizaco: escoja Ia primavera o el verano. + Elabono es indispensable pora el buen crecimiento de las orquideas: los sustratos Utllzados son demasiado pobres en elementos nutitivos para poder alimentar alaplonta, * Las raices que salen del tiesto no deben cortarse. Para las orquideas son un medio. Indisoensable para absorber la humedad del aire, y son festimonio de la buena salud de la planta, | FICHAS — | DE-LAS 35 = VARIEDADES.- 7 | cultivo facil @ Oe cultivo bastante facil Bae cultivo medianamente facil QG2@ cultivo bastante dificil SSSee cultivo dificil o GRAN LIBRO _DE LAS ORQUIDEAS 108 + Origen: género localizado en la isla de Madagascar, el archipiélago de las Co- mores y las montafias de Africa * Deseripeién: orquideas monopodiales y principalmente epifitas (aunque alge nas sean lit6fitas). Esun género que se ha adaptado pric- ticamente a todos los climas. Las flores son blancas, amarillo-verde, y perfuma- das por la noche; tienen un espolén muy largo. + Cultivo: esta orquidea se cultiva en in- vernadero templado. — Temperatura: de 18 a 22 °C de dia y de 13. a 17°C por la noche. La varia- cién tolerada entre el dia y la noche es de 5.a8°C. — Luz: debe ser abundante. Esta orqui- dea no teme el sol directo por la ma- fana nila tarde. Sin embargo, en las horas de més calor del dfa, es necesa- rio poner las plantas a la sombra. FIcwas DE LAS sasssonotl § — Réego: agua no calcarea (filtrada). sustrato de gran granulometria com- Realice riegos regulares y deje que la puesto por cortezas de pino y bolas maceta pierda la humedad entre los de arcilla expandida. riegos. Lo importante es que cl agua — Abono: es recomendable una mezcla no se estanque nunca. Se pueden equilibrada cada 15 dias. realizar pulverizaciones en el envés de las hojas. — Higrometria: un 70% de humedad \VARIEDADES RECOMENDADAS con ventilacién. Aporoccin ieekipecioe — Sustrato y trasplante: es conveniente Angraecum eburneum susbs. superbum. trasplantar cada dos afios, con un ‘Abajo, en la pagina siguiente, Angraecum eburneum susbs. superbum FIcHAS DE LAS vane CATTLEYA BOSS La Catéleya es una de las primeras orqui- deas que fue cultivada. Debe su nombre a William Cattley, célebre horticultor bri- tinico que, segtin la leyenda, recibié tunas plantas exsticas embaladas en unas extrafias hojas secas que lo intrigaron y que replanté. Siempre segtin la misma leyenda, ha- bria adivinado que tenia entre manos una orquidea... Unos meses mas tarde, quedé maravillado ante la soberbia y es- pléndida floracién dela flor que se abria ante sus ojos. Histéricamente, el descubrimiento de la Cattleya marca el principio de lo que se denomina orguideomania. Sim- bolizando el lujo, la flor pasard a la posteridad gracias a Proust, que in- mortalizé la flor y el amor en su obra En busca del tiempo perdido. EE desoubrimionto de la caleya ee ef siglo x0 augur fa gran mode de as orquideas, Le catleya sigue siendo bastante died de cultivar * Origen: América central, Brasil. * Deseripcién: este género cuenta con 65 orquideas epifitas que crecen en las montafias y bosques tropicales de Améri- ca, a.una altitud que varia entre los 600 y los 1.800 m. En su medio natural reciben una luz muy viva por la mafiana, seguida de nubes durante el dia. Las hojas de los Arboles sobre las que crecen las prote- gen, con todo, de los rayos de sol. Son plantas perennifolias que producen pseudobulbos (de 0 a 90 cm de altura) a To largo de un rizoma. Estas plantas conocen periodos de se- quia durante los que desarrollan érganos de reserva, lamados bulbos 0 pscudo- bulbos, y raices esponjosas que retienen el rocio. Sus flores, que nacen al nivel del pseudobulbo, son grandes, perfumadas y con colores a menudo extraordinarios; su longevidad es de 2 semanas. Se ers obtenido numerosos hibrios a partir de la catleya. Aqui, wn Brasseolaeliocattleya (invernaderes del Senado} - GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS 114 Cattleya gaskelliana x Alsace alba’ x C. loddigesii La catleya posee miles de hibridos hibridos intergenéricos (cruzados con las Laeliocattleya, Epidendrum, Sopbroni- tis...): Brasseocattleya, Sophrolaeliocattle- ya (0 Potinara), etc. Se distinguen dos grandes grupos de catleya: — las unifoliadas, en las que cada tallo leva una sola hoja (Cattleya labiata) y que estén dotadas de 2 a 3 flores de pétalos muy anchos. La floraci6n tie- ne lugar en otofio o en verano; — las bifoliadas, en las que cada tallo lleva dos hojas. Las flores surgen en tacimo y son auy numerosas (una veintena en algunas especies) y a ve- ces son perfumadas. * Cultivo: Cuando estan sanas, las raices de catleya son blancas, espesas y rigidas. En verano, las flores pueden cultivarse en el exterior. — Temperatura: en invierno, temperatura minima de 13 °C y maxima de 30 °C. Siel dia est4 nublado, no es conve- niente que la temperatura supere los 20 °C; aunque en algunos momentos puede Iegar a los 25 °C si brilla el sol. Cattleya Auvergne’ x Patterson’ » bicolor t EL GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS Si la ventilacién y la humedad son muy fuertes, puede soportar perfec- tamente temperaturas elevadas: de 18 a 28 °C durante el dia, y de 13 a 16°C por la noche. — Luz: la luminosidad necesaria es de 20.000 a 30.000 lux, correspondiente ala luminosidad en un piso expuesto completamente al sur. Si el sol es demasiado fuerte, seria necesario sombrear con la ayuda de una tela o similar. En efecto, la luz tiene que ser importante, pero debe evitarse el sol directo, salvo por la Cattleya aurantiace, ae magnifica ctleya de flores naranjas mafiana, e intentar respetar la insola- cién del biotopo de la catleya (como vive cerca del ecuador, 12 horas de dia y 12 horas de noche). — Riego: debe regarse con agua no cal- cétea. Las rafces deben secarse y re- garse en su justa medida, ya que la catleya es extremadamente sensible a que se pudran las raices entre cada tiego; es preciso respetar el ciclo na- tural de la catleya, la cual, en su bio- topo natural, conoce fases casi de se- quia. Si se riega demasiado, las raices se vuelven negras y se pudren. En CUANDO DEBE TRASPLANTARSE? * Cuando las raices se desarrollen en los bordes externas de la maceta + Cuando el sustrato demasiado vielo se descomponga, ya que el enemigo numero uno de Ia pianta es 6! exceso de humedad. Cuidado, no efectiie el trasplante a una maceta demasiado grande. Ademés, fraboje con herramientas esteriizadas: para ello, escoja macetas de pléstico en lugar de macetas de barr. principio, un riego semanal es sufi- ciente. — Higrometria: el indice de humedad debe ser del 70 al 80 % durante todo el afio. Cuando haga mucho calor, realice pulverizaciones diarias y matinales. — Sustrato y trasplante: durante mucho tiempo se ha utilizado el esfagno y la taiz de helecho como sustrato. Hoy en dfa se da priotidad a la corteza de FICHAS DE LAS vanes coniferas (pino, abeto) mds poliesti- reno y espuma de poliuretano. No obstante, es preciso saber que una mezcla de cortezas de pino y arcilla expandida favorece perfectamente el drenaje del agua. Para dividir la plan- ta, se cogen tres pseudobulbos mas un nuevo brote, — Abono: en su fase de crecimiento, es preciso regar mucho y abonar a me- nudo. Si no, abone dos veces al mes con un abono «30/10/10», que debe ser previo y seguir a un buen lavado de las raices. — Pardsitos: esta planta es sensible a la cochinilla (cochinilla algodonosa...). VARIEDADES RECOMENDADAS Cattleya aurantiaca (catleya de flores noranjas). Cattleya skinner. Cattieya labiata, iz t GRAN LIBRO DE LAS ORQUIDEAS CoELOGYNE Su nombre procede de las palabras grie- gas kilos,

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