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F-13-03-2015-01

UNIVERSIDAD RURAL DE GUATEMALA


PROGRAMA DE LA ASIGNATURA: Derecho Tributario 1
CÓDIGO: FG134

SEGUNDA CLASE:

CONTENIDO:

2da. Semana 2. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO TRIBUTARIO 2.1. Legalidad 2.2. Capacidad de pago 2.3. Igualdad
2.4. Generalidad 2.5. Proporcionalidad 2.6. Análisis de dichos principios con la Constitución Política de la República

(Arts. 9, 10, 11, 12, 14 2º. PÁRRAFO; 17, 18 Y 19)


PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO TRIBUTARIO

Los principios, en derecho son conceptos o proposiciones que explican, dan cuenta y delimitan un
determinado saber o conocimiento. Indican la creación, modificación o extensión de las normas
jurídicas. En el Derecho Tributario estos existen por ser límites a la potestad tributaria, es decir existen
como control del poder del Estado para crear, modificar o extinguir tributos. Así, la determinación del
contenido de los principios tributarios tiene un ámbito específico: La potestad tributaria del Estado. Por
consecuencia mediante estos principios se subordina al propio Estado, a la voluntad general de la
sociedad, protegiendo a la sociedad de cualquier arbitrariedad del uso del poder estatal en el ejercicio
de su potestad tributaria.

Por eso los principios tributarios “son el límite del Poder Tributario del Estado, a fin de que no se
vulnere los derechos fundamentales de la persona, ni se colisione con otros sectores y potestades con
las cuales se debe coexistir.” Y estos derechos fundamentales están preferentemente en, por ejemplo,
el derecho a la propiedad privada y a la riqueza, porque como se sabe, los tributos son una afectación
a la riqueza de las personas.

Según la doctrina existen los siguientes principios tributarios: Legalidad, Justicia, Uniformidad, Respeto
de los Derechos Fundamentales, Obligatoriedad, Certeza, Economía en la recaudación, Igualdad, No
confiscatoriedad, Capacidad contributiva, Redistribución o Proporcionalidad, Estabilidad económica,
Eficacia en la asignación de recursos. De los cuales desarrollaremos sólo algunos.

2.1. Principio de Legalidad (nullum poena sine lege art. 1 CPP)

Este principio está basado directamente en el aforismo latino nullum tributum sine praevia lege
tributae, el cual significa: no hay tributo sin ley previa que lo establezca. El referido precepto denota
que solo la ley puede establecer la obligación fiscal, y por tanto solo la ley debe definir su alcance y
limites, es decir la ley es la única que puede definir los hechos imponibles en su acepción objetiva y
también en su esfera subjetiva. Arts. 118 y 239 CPRG

2.2. Capacidad de Pago

CPRG art. 119 y 243. El tributo que se establezca, debe estar íntimamente ligado con los rendimientos
que perciba el contribuyente, evitando con ello que se grave la mayor parte de las rentas de los
contribuyentes, perjudicándoles de esa forma al reducir significativamente, sus márgenes de ganancia,
así como la disponibilidad de recursos para inversión en actividades productivas, evitando con ello
desmotivar la inversión que permite el buen desarrollo del país.

2.3. Principio de Igualdad o Generalidad

CPRG art. 4. El principio de igualdad es un valor supremo de todo el ordenamiento jurídico, y que, por
lo tanto, resulta de aplicación en materia tributaria. Todos los empresarios deben facturar todas sus
compras y ventas, evitando la evasión fiscal. Este principio ordena el tratamiento igual entre iguales y
faculta el tratamiento desigual entre desiguales, siempre y cuando las diferencias establecidas estén
debidamente fundamentadas. Ello implica que se puedan instaurar situaciones de privilegio o
discriminación en materia fiscal, esto es, intuito personae. (es un término usado en derecho para
describir contratos por obligación. Proviene del latín y significa “Atención a la persona “, es usado para
describir aquellos contratos hechos entre dos partes y en el cual se debe cumplir a cabalidad). Art. 4
CPRG

2.4. Principio de Proporcionalidad y Equidad Tributaria (art. 243 CPRG)

Por proporcionalidad se entiende, aquel principio axiológico, en virtud del cual las leyes tributarias, por
mandamiento constitucional, de acuerdo con la interpretación jurídica deben establecer cuotas, tasas o
tarifas progresivas que graven a los contribuyentes en función de su capacidad económica y al costo
en las demás cargas fiscales, es decir, afectar físicamente una parte justa y razonable de los ingresos,
utilidades o rendimientos obtenidos por cada contribuyente individualmente considerado; y, distribuir
equilibradamente entre todas las fuentes de riqueza existentes y disponibles, el impacto global de la
carga tributaria, a fin de que la misma no sea soportada por una o varias fuentes en particular, ya que
tiene relación normativa con la situación financiera del país, en el sentido de repartir el gasto público
entre los sujetos pasivos o universo de contribuyentes.

Este principio de la proporcionalidad se logra mediante el establecimiento de una tarifa progresiva de


manera que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en forma cualitativamente superior
a los de medianos y reducidos ingresos, es decir que más grava a quien más gana, consecuentemente
menos grava a quien menos gana estableciéndose, además, una diferencia congruente entre los
diversos niveles de ingresos.

OTROS PRINCIPIOS DEL DERECHO TRIBUTARIO

2.5. Principio de Justicia y Equidad

Este principio se basa en que todas las personas tienen la obligación de contribuir al sostenimiento del
Estado, en proporción a su capacidad económica, o sea en base a sus ingresos y por lo tanto los
impuestos tienen que ser justos, entendiendo por justicia, dar a cada quien lo suyo y equitativos, en
forma proporcional. Este principio tiene fundamento en lo que establecen los artículos 135 d) y 243 de
la CPRG.

2.6. Principio de Uniformidad (artículos 135 d y 243 de la CPRG).

El principio de uniformidad pretende darle un mismo tipo de solución a tipos semejantes de problemas.
Por lo mismo puede poner en evidencia otro fenómeno, el de la igualdad. La igualdad jurídica implica
desigualdad contributiva, en materia tributaria, por eso se escribe que “la Ley establece que, en
materia tributaria en lo atinente al pago de los impuestos, todos somos iguales y tenemos las mismas
obligaciones. La igualdad jurídica implica la desigualdad contributiva, a mayor capacidad contributiva la
aportación tributaria es mayor.”. Este planteamiento es sumamente trascendente, porque explica y
distingue lo que es realmente la igualdad. Y lo explica como concepto, y no como dogma. Es decir, que
deja sustentado que no puede haber uniformidad si se olvidan los principios primeros de toda relación
jurídica, que es establecer cierto método de organización social, de resolución y administración de los
fenómenos sociales con carácter de exigibles.

La igualdad jurídica significa que todos somos iguales, solo por ficción, sólo como método para poder
armar un esquema de organización social. No significa que todos somos iguales, sino que todos
necesitamos, por igual, ciertas cosas. Necesitamos, por ejemplo, ciertos servicios, derechos, etc. Y,
aun siendo realmente desiguales, hay algunas iguales necesidades. Por lo tanto, más que igualdad de
personas hay igualdad en las “necesidades prioritarias” de estas personas, por lo que se llaman
“necesidades colectivas”.

Lo que el principio de uniformidad pretende –en el Derecho Tributario- es determinar por intermedio de
la igualdad jurídica cierta uniformidad en el pago, en el tributo, eso significaría “desigualdad
contributiva” justa, es decir: “a mayor capacidad contributiva la aportación tributaria es mayor”. En
términos sencillos: si yo gano más debo pagar mayores impuestos, o porcentajes mayores de un
mismo impuesto general; por ejemplo, el impuesto a las rentas; si se pasa de un estándar determinado
de rentas, entonces se tendrá que pagar al Estado en proporción directa a esa renta. Eso significa
uniformidad de los actos tributarios.

2.7 Principio de no confiscatoriedad o no confiscación y de doble o Múltiple Tributación

(artículo 243 CPRG)

Con este principio se trata de que el tributo no exceda a la capacidad contributiva del sujeto pasivo y
está ligado al de capacidad de pago, de tal manera que le extinga su patrimonio o le impida ejercer la
actividad que le da ingreso económico. Según el diccionario de la academia de la lengua española,
confiscar es 'privar a alguien de sus bienes y aplicarlos al fisco (El principio de la prohibición de
confiscatoriedad, es una garantía del contribuyente para soportar el peso tributario sin el sacrificio de
su patrimonio. Se trata de una garantía contra una posible y radical aplicación de la progresividad por
parte del Estado, que puede resultar en la apropiación de sus bienes. dicho de otro modo, consiste en
el reconocimiento del derecho a la propiedad privada, garantizado también por la Constitución Política
de la República. El carácter de confiscación del tributo debe ser evaluado en función del sistema, es
decir, de la carga tributaria o de los tributos en su conjunto.

Corresponde al poder judicial, en el caso concreto, decir si un tributo es o no confiscatorio. En


resumen, este principio establece que el tributo debe ser una prestación que el contribuyente pueda
pagar sin el sacrificio del disfrute normal de sus bienes. Por esta razón es que no puede tener efecto
confiscatorio.

La doble o múltiple tributación se produce cuando una misma fuente de impuesto es gravada dos o
más veces por parte de uno o más sujetos por poder fiscal, con un mismo tipo de impuesto, por
análogo concepto y en el mismo período de tiempo. Esto significa que una o varias entidades
impositivas afecten a las mismas personas o bienes dos o más veces, por el mismo objeto con la
relación al mismo período de tiempo y con un impuesto de la misma especie.

Hay doble o múltiple tributación, cuando un mismo hecho generador atribuible al mismo sujeto pasivo,
es gravado dos o más veces, por uno o más sujetos con poder tributario y por el mismo evento o
período de imposición.

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