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—HAcebo (Gd.) Isabel Gomez Relectura , del, Genesis e inicia con este volumen una nueva coleccién de libros religiosos y teolégicos con la pretension de divulgar el pensamiento femenino sobre estas materias, un pensamiento que se ha presentado con fuerza a partir de los afos 70 y que se inicio, fundamentalmente, en el mundo americano y aleman Tradicionalmente se han buscado en la Biblia los razonamientos necesarios para asentar el principio de una pretendida subordinacion natural de las mujeres a los varones. jNo sdlo se ha interpretado sin contar con las mujeres, sino que a menudo esta interpretacion ha sido en su contra! Pero, también, muchas mujeres a lo largo de los siglos han encontrado en las paginas del texto sagrado motivaciones para combatir situaciones de esclavitud contrarias a la dignidad humana. La intencidén de este libro, escrito por cinco prestigiosas autoras, es hablar de las mujeres del Génesis. La razon es la negativa interpretacién a la que tradicionalmente han sido sometidas las mujeres biblicas, tachadas de tentadoras, seductoras, rivales...Es bueno detenerse sobre ellas y ofrecer, si es posible, una lectura re-constructiva de sus personalidades que sirva de ejemplo y de espejo para generaciones futuras. Sacarlas del anonimato y del silencio haciéndolas caminar junto a los varones por la senda que conduce a la tierra prometida ISBN 84-330-1247. WNL 7884339012470 nr. bP... Isabel G6mez-Acebo (Ed.) Carmen Bernabé Ubieta Elisa Estévez Lopez Maria Dolores Aleixandre Parra Mercedes Navarro Puerto RELECTURA DEL GENESIS Desclée De Brouwer © EDITORIAL DESCLEE DE BROUWER, S.A. 1997 C/ HENAO, 6 48009 BILBAO Printed in Spain ISBN: 84-330-1247-9 Depésito Legal: BI-1484-97 Impresion: Ecolograf, S.A. {NDICE 1 - Introduccién .... 9 2- Un jurado femenino declara a Eva: No culpable .. 17 3 - jDejad que hablen las matriarcas! ...... 71 4- Las grandes ausentes. La memoria de las esclavas ..... 5 - Las extranas, tan parecidas y tan diferentes . 155 221 6 - Libro de origenes y fundamentos INTRODUCCION SE INICIA CON ESTE VOLUMEN UNA NUEVA COLECCION de libros religio- sos y teolégicos con la pretensién de divulgar el pensamiento feme- nino sobre estas materias. Un pensamiento que se ha presentado con fuerza a partir de los afios 70 y que se inicié, fundamentalmen- te, en el mundo americano y aleman. Las mujeres espafiolas hemos entrado tarde, lo que no le puede extrafar a nadie, ya que nuestra cultura mediterranea ha supuesto un mayor freno a la incorpora- cin de las mujeres a la vida publica cualquiera que fuera su campo. Mil razones impedian los estudios teolégicos a las mujeres en Espana. En primer lugar, la prerrogativa de su ensefianza en los seminarios frente al resto de Europa que tenia facultades teolégicas en las universidades civiles; y en segundo, innumerables razones sociales y econémicas. Por un lado, se necesitaban medios para “perder el tiempo” estudiando y por otro, una vez terminados los estudios, las expectativas profesionales estaban copadas por los sacerdotes. Gracias a Dios, en los ultimos afios han cafido muchas barreras y hoy hay un buen ntimero de mujeres espafiolas capaci- tadas para ofrecer su investigacién y opinién sobre estos temas; para ofrecer una teologia desde nuestro pais y con nuestras carac- teristicas propias. 10 INTRODUCCION Pretendemos recuperar silencios, corregir interpretaciones, ofrecer espiritualidad... con la convicci6n de que también las mujeres podemos y “debemos” acceder a alguna parcela de verdad sobre Dios. Un camino que con frecuencia se cruza con la senda de la teo- logia tradicional y sus modos de ver la realidad de las mujeres. Como nos sentimos Iglesia queremos poner por escrito todas estas intuiciones para que puedan servir a la comunidad. Los futuros lec- tores diran si las consideran enriquecedoras o si nuestra oferta no es digna de tenerse en cuenta. Tradicionalmente se han buscado en la Biblia los razonamientos necesarios para asentar el principio de una pretendida subordina- cién natural de las mujeres a los varones. jNo sélo se ha interpreta- do el texto sin contar con las mujeres sino que con frecuencia esa interpretacion ha sido en su contra! Pero también muchas mujeres a lo largo de los siglos han encontrado en las paginas del texto sagrado motivaciones para combatir situaciones de esclavitud con- trarias a una dignidad humana que comparten con el hijo de Dios. Por ello, hemos querido que nuestro primer libro fuera biblico y més concretamente que hiciera referencia al Génesis, el primer texto de la Sagrada Escritura y el que con mas safia se ha interpre- tado en perjuicio de nuestro sexo. Hablar de Génesis es hacer referencia a un comienzo que en nues- tro caso se ajusta al inicio de una nueva coleccién y con nuestra mayoria de edad. Iniciamos una singladura de libertad de expre- si6n y de opinion dejando atraés un pasado de silencio y de opre- sién. Como cristianas liberadas por Cristo rebosamos de nueva vida y se agolpan las palabras en nuestra boca para proclamarlo. Muchas de estas palabras han contribuido a la formacién de este libro y contribuiran a los venideros. Somos conscientes de que la Sagrada Escritura es un texto patriar- cal, escrito por varones y para varones pero en el que subyacen pequefias pistas que nos permiten una lectura muy distinta de la que tuvo el autor original y los cientos de intérpretes masculinos RELECTURA DEL GENESIS que lo han lefdo a lo largo de los siglos. Desde esas pistas queremos poder seguir leyendo la Biblia, poder mirar atras, poder encontrar modelos de comportamiento en el mundo antiguo que enriquezcan nuestra fe de personas, de cristianas y de mujeres. La palabra de Dios no es idéntica a la del texto biblico ya que el cre- ador se somete a las limitaciones de su criatura y nuestra mision es eliminar sus telarafias hist6ricas y colocarla a la luz del rayo laser de la modernidad; un rayo en el que ha entrado la 6ptica del femi- nismo y su consecuente critica por todos aquellos que no quieren cambios en el statu quo. Los feminismos son, antes de hablar, tacha- dos de extravagantes aunque simplemente pidan que las mujeres tengan la posibilidad de votar como sucedié con las famosas sufra- gistas de finales del XIX. No queriamos Hamar nuestra produccién femenina por todo lo que este término conlleva de color rosa y desmayos de debilidad. Tampoco nos gustaba el apelativo de feminista por contraponerse a machista y aparecer como agresivo y anti-varén. Finalmente, hemos optado por decidir que esta coleccién llevara por titulo En Clave de Mujer algo que no compromete de antemano y que per- mite que se nos juzgue y valore a posteriori, a sabiendas de que no es posible escribir para el gusto de todos. Para nuestra recepcién, nos viene bien la falta de cultura biblica de las generaciones jéve- nes ya que pueden aceptar mejor nuestras sugerencias pues no tie- nen su pensamiento prejuzgado. Incluso, creo que, encontrarén més l6gicos nuestros razonamientos que los defendidos tradicio- nalmente. Con la intencién de que en estos libros colabore el mayor nimero de personas hemos optado por dividirlos en partes. En éste sobre el Génesis son cinco los capitulos y cinco las mujeres que los firman. Lo que la obra puede perder en conexién lo gana con creces en la riqueza de enfoques y de perspectivas. Incluso, me atrevo a afirmar que sin esta parcelacion seria muy dificil ofrecer una produccién literaria pues la falta de tiempo dificulta Ja realizacién una obra 11 12 INTRODUCCION completa en solitario. Si hemos apostado por muchas autoras tam- bién lo hacemos por numerosos lectores y para ello escogemos un estilo divulgativo, pero serio, que tiene como trasfondo muchas horas de trabajo y de investigacién. La intenci6n del libro es hablar de mujeres del Génesis. Haber opta- do por este camino no significa que no nos interesen los demas per- sonajes ya que una lectura En clave de mujer puede detenerse sobre cualquier figura 0 episodio del texto. La razon de nuestra eleccion viene dada por la interpretacién negativa a la que tradicionalmen- te han sido sometidas las mujeres biblicas, tachadas de tentadoras, seductoras, rivales... Es bueno detenerse sobre ellas y ofrecer, si es posible, una lectura re-constructiva de sus personalidades que sirva de ejemplo y de espejo para generaciones futuras. Sacarlas del anonimato y del silencio haciéndolas caminar junto a los varones en la senda que conduce a la tierra prometida, la misma senda que recorremos los seres humanos de todos los tiempos. Ese esfuerzo revalorativo de las mujeres del Génesis es la linea comtin que reco- rre la obra. El primer capitulo, que escribo yo misma, nos sumerge de Ileno en el tema de Eva. Esa mujer mitica que se convirtié en el chivo expia- torio de toda la humanidad y que transmitié su culpa a todo el género femenino. Mi intencién, a lo largo de esas paginas, ha sido presentar el relato como una lectura que hacen los autores del Génesis de la situaci6n social en la que viven; una situacién nega- tiva para las mujeres, los varones y las serpientes y que no corres- ponde con la intencién originaria de Dios. Hoy podemos encontrar una serie de pistas adicionales de inter- pretacién que no se corresponden con la intencién primaria de sus autores pero que el Espiritu coloca en el entendimiento de los lec- tores modernos, en este caso de las mujeres modernas. Esas pistas, aunque parezca mentira, reivindican la figura de la madre de todos los mortales haciéndola aparecer dentro de toda una tradicién de mujeres sabias en el Antiguo Oriente Préximo. Todo esto nos da RELECTURA DEL GENESIS motivo para afirmar que no hay razén alguna, en los primeros capi- tulos de Génesis que hacen referencia a Eva, para imputarle culpas de orden moral o de inferioridad temporal que sirvan para justifi- car posturas anti-mujer. Dolores Aleixandre presta su voz para que hablen las matriarcas en un pretendido didlogo entre la unica hija de Jacob, Dina y su nodri- za Rebeca. La curiosidad de la nifa y las respuestas de la nifiera nos transportan a la vida némada de las mujeres de los patriarcas. Nos asomamos a su vida, a su sufrimiento en un mundo que sélo las considera como vientres productivos, a sus rivalidades aparentes y a su uni6n de hermanas en los momentos de infortunio. La propia vida de Dina, que a nadie le importa, se convierte en paradigma de lo que supone ser mujer en este mundo del Israel pri- mitivo: sus sentimientos son sacrificados por los intereses tribales de sus hermanos. Lo mismo ocurrié con Sara, la mujer de Abrahan, y con otras mujeres, meras mercancias al servicio del clan. Si la vida de las matriarcas no era placentera menos atin lo era la vida de las esclavas, las grandes ignoradas en la historia del pueblo que resucitan en el capitulo que sobre ellas escribe Elisa Estévez. A la tensién del género (varén-mujer) se suma la tensién de la clase social (libre-esclavo) reduciendo a estas mujeres a ser instrumentos de placer, de produccién y de lucro. El proyecto de Dios sobre Israel también se deja ver sobre ellas: Bilhd, Zilp4, Débora y Agar... representan los deseos de libertad que tiene el pueblo judio, los deseos de libertad de todo ser humano. Es sobre todo Agar pionera en la huida de un sistema que la oprime y le niega su derecho a ser persona, una actitud en la que juegan un papel fundamental sus encuentros con Yahvé. Pero no sélo las ansias de libertad nos sirven de ejemplo vivificante sino que sus vientres reproductores nos ofrecen una buena metdfora de la tierra prometida, espacio fecundo y fértil, lugar de crecimiento y de cons- truccién comunitaria que todos estamos obligados a fomentar. 13 14 INTRODUCCION A Eva, a las matriarcas y a las mismas esclavas casi podfamos con- siderarlas mujeres normales. A fin de cuentas nos resultan familia- res, hemos oido hablar de ellas. Pero hay otras mujeres en el Génesis que nos resultan extrarias a la mayoria porque son desco- nocidas. Por ejemplo jsabe mucha gente quienes son Adah y Sil- lah?... pero extrafias no sdlo significa desconocidas, sino también mujeres invisibles. Este vuelve a ser el caso de Dina, ejemplo vivo de una ideologia creada para el sexo femenino que dice que lo ideal para una mujer es estar sin estar. Hay otras cuya tinica extrafieza es gozar de mala prensa, gracias a la interpretacién que se hace de algunas de sus conductas, como con las hijas de Lot y la mujer de Putifar. Las primeras, para tener hijos, se acuestan con su padre y cometen incesto. La segunda, apa- rece como el perfecto estereotipo de la mujer, que con su seduccién conduce al varén a la ruina. En esta misma linea de conducta reprobatoria, aunque matizada por el juicio benevolente que al final hace su suegro, se encuentra Tamar que ha urdido una estra- tagema para poder tener hijos. Mercedes Navarro nos acercara a estas mujeres extrafias, nos colo- cara detras de sus velos para ver, como ellas, sin ser vistas. Podremos ir a su lado estudiando sus acciones para compararlas con situaciones contempordneas de mujeres de nuestro mundo, con rasgos que caracterizan situaciones permanentemente actuales... Por tiltimo, el capitulo que escribe Carmen Bernabé que nos intro- duce en las vicisitudes histéricas, literarias y sociolégicas desde las que se escribieron las paginas del Génesis, unas paginas que jams tuvieron la pretensién de ofrecer unos relatos histéricos de orden cientifico; los diversos autores y redactores, las épocas de la con- feccién de las narraciones, las fuentes... de un libro que habla de origenes. Con la resurreccién de esos origenes Israel intenta su autocom- prensién. Esté viviendo un presente problematico y echa la vista RELECTURA DEL GENESIS atras para buscar en su pasado luz que ilumine sus perspectivas. Es en ese pasado donde aparecen patriarcas y matriarcas, roles mas- culinos y femeninos, practicas matrimoniales, sexualidad... siendo las mujeres tratadas siempre en funci6n de los intereses del sistema patriarcal que prevalece. Con esta pequefia introduccién ha llegado el momento de pasar la pagina y dejar que hablen ellas, las mujeres del Génesis. Isabel Gémez-Acebo (Ed.) 15 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Isabel Gémez-Acebo (Ed.) UNA VIEJA LEYENDA JUDIA RELATA LA HISTORIA de una presunta prime- ra mujer de Adan cuyo nombre es Lilith. Esa pareja inicial habia sido modelada por Dios de un barro arcilloso al que luego insuflé el aliento vital. La novedad del relato frente al biblico es el cambio de nombre del personaje femenino y la simultaneidad en la crea- cidn de ambos seres; una simultaneidad que le impedia a Adan, reivindicar derechos de primogenitura en su aparicion terrenal. Por esa razon, pronto estallaron los conflictos y las discusiones sin fin para determinar a quién de los dos correspondia el mando de la pareja y a quien la sumisiOn. En vista de la postura arrogante del var6n que reivindicaba el liderazgo, Lilith decide huir; salta la pared del jardin del Paraiso y se adentra en el desierto. Adan protesta y gime, pues se ha quedado sélo. Implora ante Dios para que acttie para que vuelva su mujer; y Yahvé se apiada de su criatura, accede asus demandas y manda a tres angeles en busca de la fugitiva. Después de un periodo de btisqueda la encuentran junto al Mar Muerto y entablan con ella un didlogo encaminado a convencerla 17 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE para que vuelva al Paraiso. Ninguna palabra es capaz de hacerla cambiar de opinién y tienen que desistir de su empefio, no sin antes, amenazarla y maldecirla con la muerte de muchos de sus hijos en el momento de su nacimiento. La leyenda se amplia y la que empezé siendo Lilith acaba convirtiéndose en bruja que persi- gue a parturientas y recién nacidos. Un desarrollo no muy distinto del que sigue el personaje de la auténtica Eva, pero, no conviene que adelantemos acontecimientos'. Lo que aqui nos interesa de esta leyenda es el hecho de que una mujer no quiso seguir las reglas que le imponia la sociedad y salt6 unas tapias en busca de la libertad y del desarrollo de su persona- lidad. Hoy, son muchas las mujeres que consideran que las iglesias han creado unas normas y han confeccionado unos roles femeninos que les impiden ser mujeres auténticas y por ello, abandonan la ins- titucién y rompen la cadena de la fe. Saltan, como Lilith, las tapias del Paraiso y se niegan a volver por grandes que sean sus prome- sas. Asu lado, hay otra postura que reconoce la legitimidad de muchos argumentos que aconsejan saltar tapias pero que postula la posibi- lidad de un cambio desde dentro. Hay que convencer al sistema de que muchos desarrollos racionales estén obsoletos y que muchos mitos ya no sirven para fundamentar las opiniones. Uno de estos mitos ha sido el personaje de la auténtica Eva al que se le han ido colocando sucesivas capas que han hecho irreconocible su figura inicial, a la par, que han servido para legitimizar la subordinacién de la mujer. No creo que jamas se hubieran imaginado los autores de los prime- ros capitulos del Génesis la importancia que sus relatos iban a tener sobre la reflexién teolégica referente a la mujer. El mito-cuento de la + Numerosos libros dan referencias sobre la leyenda judia de Lilith. Se puede consultar para mas informacién R.Graves y R.Patai, Los mitos hebreos, Madrid, 1986 el capitulo 10 dedicado a los ayudantes de Adan. 18 RELECTURA DEL GENESIS creacion y la caida pas a ser considerado como historia auténtica y Ja madre de todos los vivientes, el chivo expiatorio sobre el que todas las culpas se cargaban. La misoginia se encargé de ampliar la culpabilidad de la primera mujer a todas las demas y todo ello, con Ja legitimacién de los pensadores teolégicos mas relevantes. No puede extrafiar, por ello, que una de las primeras reflexiones de la teologia feminista se haya dedicado al estudio de esta parte de la Biblia para desentrafar una posible hermenéutica falseada. En la medida en que podamos reivindicar una nueva Eva, sera posible quedarse en el Paraiso y conseguir lo que intentaba Lilith sin saltar sus tapias. Esta es la intencion de este capitulo’. LOS AUTORES DEL RELATO LOS AVANCES EN LOS ESTUDIOS BIBLICOS CON LA APLICACION de moder- nas técnicas han permitido descubrir la pluma de, al menos, dos autores distintos en la confeccién de los primeros capitulos del Génesis*. Se les conoce con el nombre de Yahvista porque cuando hace referencia a Dios le llama Yahvé y Sacerdotal porque su autor pertenece a los circulos sacerdotales de Jerusalén. Dos letras maytisculas los identifican Y para el yahvista y P (de priester = sacerdote en aleman) para el sacerdotal Conocer los autores y la época en la que escribieron nos permite encuadrar el texto y sus afirmaciones en su mundo. Con ello, obtendremos claves y pistas para entender lo que dicen, rellenar silencios y encontrar la posible razon de la afirmacion que aparece en el relato. * La primera vez que he tratado este tema ha sido en Ephemerides Mariotogicae, vol XLVI de 1996 bajo el titulo “La nueva Eva en la teologia feminista”. El lector de ambos textos reconocerd afinidades. » Recientemente se han levantado numerosas voces que disienten de este planteamien- to en la doctrina de las fuentes del Pentateuco. 19 20 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE 1- El Yahvista EL MAS VETERANO DE NUESTROS DOS ESCRITORES es el Yahvista, posi- blemente uno de los escritores mas antiguos y geniales del libro sagrado. Su obra esta datada en una fecha cercana al s.X a.C. (no todos los exégetas estan de acuerdo) correspondiendo posiblemen- te su redaccién a la segunda mitad del reinado de Salomén. Es un momento de paz y prosperidad para Israel lo que permite que se pongan por escrito las grandes sagas constitutivas del pueblo, los relatos conservados por tradici6n oral al calor del fuego, al tiempo, que se intenta recopilar y organizar todo el saber que aporta el entorno. Es esta labor de afan sapiencial la que ha dado a Salomon el adjetivo de sabio. Todos estos relatos seran el corazén sobre el que el Yahvista trabaja para compilar, organizar y expresar todo un programa teoldgico. El resultado final es un documento tan com- prensivo y universal que es capaz de fundamentar toda la Sagrada Escritura y el Corén. Histéricamente han quedado atras los afios de nomadismo, de esclavitud en Egipto, de peregrinaje por el desierto, de los esfuer- zos de los primeros colonizadores de la tierra prometida, y es la hora de florecimiento de un pequefio imperio bajo los dos monar- cas mas poderosos que ha tenido Israel: David y Salom6n. Los aires imperialistas adquieren visos de universalidad y exigen una lectu- ra del papel que tiene el hombre en el mundo y del lugar que les corresponde a Yahvé, a Israel y a su monarquia. Como se trata de mujeres y de la visién que nos ofrecen sobre la primera, es importante destacar el profundo cambio que en los tlti- mos afios habia sufrido la situacién de la mujer israelita. En los ini- cios de la colonizacién de la tierra prometida su papel habia sido muy relevante. Los primeros asentamientos tuvieron lugar en las laderas de las montajias ya que los valles fértiles estaban en manos de los cananeos. Para poder sembrar esas tierras era necesaria una labor de abancalamiento, de roturacién y de sistemas de riego RELECTURA DEL GENESIS mediante cisternas donde guardar el agua necesaria para utilizar en los meses estivales. Junto a este trabajo ingente al que colabora- ban, codo con codo, varones y mujeres, habia que sumar la necesi- dad de acrecentar la poblacién, muy mermada, por las frecuentes luchas contra los pobladores cananeos. La mujer, en su doble face- ta laboral y reproductora, se gané un reconocido prestigio de pio- nera‘. El enriquecimiento econémico, con su consiguiente division del trabajo fue apartando a las mujeres de la vida publica y recluyén- dolas en el mundo de lo privado. La sangre femenina de sus mens- truaciones y partos las incapacitaba para oficiar en el templo. No les quedaba ninguna esfera donde poder codearse con los varones que se convirtieron en los amos absolutos de esposas e hijas, consi- deradas siempre como propiedad masculina y menores de edad. No debemos perder de vista que ésta es la situacién sociolégica que tiene ante sus ojos el autor Yahvista cuando escribe sus relatos. {Qué documentos del entorno influyeron sobre estos primeros capi- tulos? ;Qué tom6 y qué rechazé del patrimonio cultural comtin para apoyar sus afirmaciones? Las similitudes entre textos nos confirman que una de los documentos que influy6 en estos primeros relatos del Génesis es La epopeya de Gilgamesh, una obra de la que se han encon- trado versiones en muy diferentes lugares de Mesopotamia. El poema relata las aventuras legendarias de un personaje que pudo haber reinado en Uruk hacia el s. XXVIII a.C. y sirve de pretexto para explicar el mal sobre la tierra, la situacién de la condicién humana y una concepcién de la vida y de la muerte. Son varias las imagenes que nos resultan familiares. En primer lugar, el hecho de que Enkidu y Gilgamesh fueran formados del barro en medio de la estepa para ser trasladados posteriormente a « Es muy interesante para conocer la forma de vida de las mujeres en el Israel primitivo consultar la obra de Carol Meyers, Discovering Eve. Anicient Israelite woman in context. Oxford University Press, N.Y. 1988. 21 22 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE un jardin regado. El papel de la mujer es primordial en la civiliza- cién, pues uno de los heroes del relato, Enkidu, no abandona el bes- tialismo y la convivencia con animales hasta que no descubre la relaci6n sexual con una cortesana. Esta mujer le ensefia a comer pan, a beber, a lavarse, a vivir en un entorno urbano... una ciencia que le transforma en un ser divino. Podemos entrever la idea de mujer = iniciadora de la civilizacion’. Por otro lado, los seres humanos del relato aunque conocen su con- dicién de mortales pretenden conseguir la vida eterna persiguien- do una zarza espinosa cuya posesién confiere una vida inmortal. A Gilgamesh, el héroe de la epopeya, le revela un amigo el lugar donde se encuentra la planta milagrosa. Tras dificiles aventuras, que nos recuerdan cuentos y leyendas de todos los paises, se hace con ella. La mala fortuna hace que mientras se bafia en un rio, una serpiente que le sigue, aprovecha su distraccién para robarle la planta y de inmediato muda sus escamas. Esa muda de piel del rep- til dié pié a la creencia de que gozaba de una vida eterna, pues ave- jentado su cuerpo lo cambiaba por otro nuevo. Vemos que varios personajes del drama son los mismos que en el Paraiso: un ser de barro, un jardin, una mujer iniciadora de la civi- lizaci6n, una planta de la vida y una serpiente que estropea el buen fin. Con todo, el relato del Génesis se aparta de su modelo en varios momentos que, o bien alaban las relaciones homosexuales 0 preco- nizan la prostitucién sagrada. Este camino de adaptacién o de rechazo es el que nos va a permitir una comprensién mds profun- da de la ideologia del autor. La igualdad entre mujer y sabiduria no es exclusiva de Meso- potamia ya que también en Egipto aparece una figura femenina, la pequefia diosa Maat, como la fuente del conocimiento y la dispen- * La obra de Juan Errandonea, Fondo cultural mesopotdmico en el relato biblico de la creacién, Ediciones Marova, Madrid 1966 sigue paso a paso todas las similitudes entre ambos relatos. RELECTURA DEL GENESIS sadora de la justicia que esa sabiduria lleva aparejada. Es casi una nifia y su pequefiez y fragilidad son simbolo de la vulnerabili- dad de su existencia y de la dificultad que tienen los hombres para conseguirla. Mas tarde, sera Isis quién herede todas las vir- tudes de la sabiduria convirtiéndose en la Gran Diosa Madre del Mediterraneo. La Sagrada Escritura también retoma el tema perso- nificando la sabiduria de Dios, una auténtica mujer, que incluso se disfraza de prostituta gcémo en Gilgamesh? y sale al encuentro de los hombres para que la sigan. Esa Sophia sera la que identifique Juan en su prdlogo con el Logos que se encarné entre los hombres. Con estas premisas en la mente abordaremos el estudio de los rela- tos del yahvista, unas narraciones vivas, concretas, plagadas de imagenes y de personajes donde la trama psicoldgica y la intriga son el hilo conductor. Pero antes tenemos que conocer el entorno vital del otro autor de nuestros capitulos. 2- El Sacerdotal HAN PASADO MUCHOS ANOS, SIGLOS ENTRE UNO Y OTRO. El autor sacer- dotal, tiltimo tedlogo fundante de Israel, escribe al final del destie- tro en Babilonia 0 mds probablemente en Jerusalén durante el periodo persa lo que nos sitGa en una fecha cercana al s.V a.C. Como su nombre indica pertenece al estamento sacerdotal que ha hecho de Israel una teocracia que, a falta de monarquia, ha dejado el poder en manos de los sacerdotes. También han quedado muy lejos los aftos de esplendor y de impe- rio israelita. El pueblo esta en el destierro o ha vuelto de él a una ciudad devastada, abandonada y sujeta al imperio persa. En estos capitulos no se trata de presentar grandes tratados de teologia uni- versal sino de dar explicacién de las causas del fracaso judio y sem- brar granos de esperanza en el pueblo. No interesa tanto reflexio- nar sobre la nacién, que practicamente no existe, ni cuenta en el juego politico, sino sobre el pueblo como comunidad religiosa, en torno a su Dios. 24 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE. Yahvé habia permitido todas las calamidades sucedidas hasta entonces por la infidelidad de los israelitas, por su btisqueda de idolos falsos. La solucién para que hechos semejantes no volvieran a ocurrir estaba en conseguir que el pueblo elegido se uniera en una comunidad cultual y ritual que adorara a su Dios, que se agru- para en torno al templo y que fuera guiada por los sacerdotes. Todo queda ordenado, jerarquizado y a la espera de oir e interpretar la palabra de Dios. Los conocimientos de esta época son infinitamente superiores al periodo saloménico pues hay que sumar las influencias babiloni- cas, persas, griegas... Encontramos similitudes con el Enuma Elish, un poema acddico que se recitaba en Babilonia durante las fiestas de afio nuevo. El poema relata la aparicién de la luz, de la tierra, de los astros, del hombre para, finalmente, dar cuenta del descanso de Jos dioses una vez terminada la faena. Pero nuestro autor se aparta del relato en algo muy importante: los hombres no fueron creados para que los dioses pudieran gozar de una vida ociosa, sino como colaboradores de Dios. Ni que decir tiene que la posicién de la mujer en este periodo se deterior6é atin mas. Considerada una auténtica menor de edad no se le permitia sentarse a la mesa, testificar en juicios, ostentar la titularidad de un patrimonio al tiempo que estaba sometida a la posibilidad de un divorcio sin aparentes causas por parte del mari- do. Tampoco ayudaban a su promocién las metéforas religiosas que el profetismo hab{a acufiado: Yahvé era un varén burlado por su mujer Israel que se hab{a prostituido con naciones e idolos fal- sos. E] varén se encarnaba en Dios mientras que la imagen femeni- na era la de una prostituta. Finalmente hay que decir que P no es un narrador y que le falta la genialidad del yahvista. Se limita a enumerar las cosas y los dichos de Dios con un estilo seco y littrgico. Pero eso si, esta dispuesto a infundir esperanza pues Yahvé bendice, promete fecundidad, pro- pone Ilenar y dominar la tierra a un pueblo ilusionado por acabar con sus desgracias. RELECTURA DEL GENESIS Un redactor posterior empled todas las narraciones en la elabora- cién de un documento final que es nuestro Génesis actual. A lo mejor nos extrafia que lo que fue escrito mas tarde quedé colocado al principio. Nosotros estudiaremos el texto como est4, un texto que en lo referente a Eva es obra en un porcentaje muy elevado del autor yahvista. LOS RELATOS DE LA CREACION RECOMIENDO AL LECTOR QUE LEA LOS DOS RELATOS de la creacién y que confronte el sacerdotal Gn 1-2,4a con el yahvista Gn 2,4b-25 tra- tando de ver sus diferencias y similitudes. Si incluimos la narra- cién de la tentacién y la caida tenemos ante los ojos una serie de textos, auténticos pilares, donde se ha apoyado tradicionalmente una comprensién femenina extremadamente negativa. Las tonali- dades oscuras se desenvuelven en torno a dos temas y a dos momentos puntuales: la creacién de la mujer y las consecuencias de su falta. No me resisto a transcribir un texto, el Decreto de Graciano, afio 1140, que refleja admirablemente esta influencia negativa de los relatos del Génesis que vamos a intentar contestar. “Las mujeres deberan quedar sujetas a sus varones. El orden natural para la humanidad es que las mujeres sirvan a los varones y los nifios a sus padres, pues es justo que lo infe- rior sirva a lo superior. La imagen de Dios estd en el varén y es unica. Las mujeres fueron extraidas del vardn, que tiene la jurisdiccién de Dios y es su vicario puesto que es su imagen. La autoridad de la mujer es nula; que en toda cuestién se someta al dominio del varén. No puede ensefiar, ser testigo, dar garantias, sentarse en un juicio. Adan fue engafiado por Eva no al revés. Es justo que aquél que fue inducido por la mujer al pecado la tenga ahora bajo su direccién para que no vuelvan a caer de nuevo por causa de la ligereza femenina”. 26 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Trataremos de ir deshojando, una a una, las hojas de la margarita para buscar las causas de esta descalificacién y ofrecer una nueva lectura, mucho mas positiva y esperanzadora, que propone la exé- gesis femenina. 1 - La igualdad de la mujer Imagen de Dios Es EL UNICO TEXTO DE P AL QUE VAMOS A ALUDIR en este capitulo y nos encontramos en él con una afirmaci6n rotunda: “Cre6, pues, Dios al ser humano a imagen suya a imagen de Dios le cred macho y hembra los creé.” (Gn 1,27) Nuestra primera reflexién nos lleva a preguntarnos lo que intenta el autor sacerdotal en su relato creacional para encajar el sentido de estos versiculos en la imagen global. Si seguimos el texto, paso a paso, descubrimos que se identifican, se localizan y se describen los elementos primarios del cosmos para establecer el orden de depen- dencia de Dios dentro de un marco estructural. Al ser humano tam- bién le corresponde su lugar dentro de este esquema, un lugar defi- nido por la idea de la imagen divina que le convierte en soberano sobre el resto de las criaturas. Repetidamente se especifica que la humanidad debe mandar, someter, dominar a todo lo creado. El narrador emplea el plural dejando claro que macho y hembra los piensa juntos. Es un dominio que no especifica tareas, ni roles, pues el texto habla de la pareja biologica y no tiene en mente nin- guna referencia psiquica o social. Estamos anclados en los origenes del orden natural y no del cultural. * Todas las referencias bfblicas de este capitulo estén tomadas de La Biblia de Jerusalén, Desclée De Brouwer, Bilbao 1975. RELECTURA DEL GENESIS Pienso que la referencia sexual est apuntando a la idea de la mul- tiplicacién de la especie y su alusi6n es un prélogo a la bendicién de Dios para que efectivamente se produzca. El ser humano debe poblar el habitat en el que vive como el resto de las especies y con la pretensién de que gobierne sobre ellas. Frente a este versiculo no caben trabas a la afirmacién de que el ser humano se caracteriza por ser imagen de Dios, algo fundamental que no puede ser negado ni alterado por la historia. Las segrega- ciones o distinciones (que se han hecho) por sexo 0 raza contradi- cen siempre a este orden de la creacién, a lo querido en principio por Dios. La afirmacién de la imagen divina en el ser humano supone una base antropolégica sobre la que deben asentarse unas relaciones de justicia igualitaria. Tanto alteridad como unidad son imagen de Dios, una imagen que el texto desdobla en un singular que se hace dual. Pero es desde la cultura donde se escribe y es en una determinada cultura donde se vive. En el seno de una civilizacién patriarcal y androcéntrica era dificil admitir que las mujeres, dependientes de los varones en la vida social, pudieran tener reconocida una igual- dad de dominio para regir el resto del cosmos y que esto les per- mitiera disfrutar de un paralelismo con sus companeros. Por ello, y aunque se le reconocia a la mujer la posibilidad de ser imagen de Dios (el texto de P era tajante) esta imagen se ha intentado, con fre- cuencia, recortar. El judaismo, aunque igual de androcéntrico que el cristianismo, tuvo menos problemas para aceptar el texto por completo, ya que los rabinos, desde el primer momento, vieron que la imagen de Dios se realizaba en la pareja; en el varén y la mujer unidos y no en cada uno de los sexos por separado. Eran contrarios al celibato y consideraban que era precisamente en la union sexual donde se realizaba esa similitud divina. 27 28 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE La reflexion cristiana comienza con Pablo que hace dos afirmacio- nes en sus epistolas aparentemente contradictorias. Por un lado, tenemos los versiculos de Galatas 3,28 estableciendo la abolicién de las diferencias entre judio y griego, amo y esclavo, varén y mujer dentro de la Iglesia de Cristo. Por otro, su enfrentamiento con la realidad social de Corinto donde las mujeres reclaman un protago- nismo contrario al uso: llevar el pelo suelto y sin cubrir. Las presio- nes del entorno le empujan a Pablo al recorte: “E] hombre no debe cubrirse la cabeza pues es imagen y reflejo de Dios; pero la mujer es reflejo del hombre” 1Co 11,7. Ya no puede fundamentarse el apéstol en Cristo y buscando otro pilar de asentamiento se remon- ta a los relatos de la creacién, posiblemente al origen de Eva de la costilla aunque ello le suponga contradecir la afirmacién rotunda de nuestro autor sacerdotal. Hay que reconocer que la mayoria de los autores cristianos defien- den que la mujer es imagen de Dios pero tienden como Pablo a ponerle cortapisas. Asi, San Agustin, limita la semejanza en las mujeres casadas. Su esposo goza de esa imagen a titulo personal mientras que la esposa sélo en cuanto que esté acompafiada por su marido que es la cabeza de la pareja. De aqui se infiere que las vir- genes no sometidas a autoridad masculina puedan convertirse en “varones” y conseguir la plena imagen de Dios. Santo Toms afirma que la semejanza divina se encuentra en ambos sexos pues hace referencia a la inteligencia natural que es caracte- ristica del ser humano, pero no aparece por igual en varén y mujer ya que el var6n es comienzo y fin de Ja mujer, igual que Dios es comienzo y fin de la creacién’. Con mayor razén se identificaban var6n con inteligencia, sede de la imagen, y mujer con sentidos y corporalidad, que se consideraban antitéticos a la propia imagen de Dios. ” S.Agustin, De Trinitate, 12.7.10 y Sto. Tomés, Summa Theologiae 1.93.4. Se pueden consul- tar las obras de Kari Elisabeth Borresen (ed), The image of God, Fortress Press, Minneapolis 1995 y Maryanne Cline Horowitz, “The image of God in man, is woman included?” HTR 72 (1979) 175-204 para ver cmo comprenden esa imagen otros autores. RELECTURA DEL GENESIS Hoy nos parece mentira que haya podido existir una lectura asi- métrica del texto pero seguimos inmersos en una comprensi6n que aunque igualitaria cuesta llevar a la practica. Timidamente se va abriendo la puerta a las metdforas y a los simbolos femeninos para hablar de Dios; unas imagenes que se ven unas veces con escepti- cismo y otras son causa de burla; unas imagenes contestadas por venerables padres de la Iglesia que achacan de heterodoxia lo que consideran que equivale a resucitar la religién de las diosas. Incluso nos encontramos con que una de las afirmaciones vatica- nas para cerrar la puerta del sacerdocio a las mujeres se basa en su incapacidad para ser imagenes de Cristo, olvidando que en la escritura la afirmacién de Cristo como imagen de Dios, busca el paralelismo con Adan, precisamente en este versiculo que analiza- mos del Génesis; un versiculo que incluye tajantemente a las muje- res. Pero es més, la incultura ha hecho aparecer una iconografia que describe a Cristo crucificado con facciones y colores que corresponden a otros continentes distintos del europeo: cristos negros, chinos, campesinos americanos.... presiden numerosas iglesias y nadie imagina que esos rasgos corresponden a la reali- dad hist6rica. Pero curiosamente es anatematizado quien se atreva acolocar a un Cristo con facciones femeninas pendiendo de la cruz y simbolizando las violaciones, raptos, violencias y malos tratos que sufren y han sufrido millones de mujeres en el mundo’. zSomos imagenes de Dios pero no de Cristo? Nadie duda de la encarnacién del Hijo del Hombre en un varén pero las mujeres pensamos y esperamos que el cristianismo reconozca que Jesus, el Verbo encarnado, representa a la naturaleza humana en general y no a un sexo en particular. “Teresa Berger es una tedloga alemana a la que el Vaticano ha negado el nihil obstat Tecientemente para impartir clases de teologia en la universidad de Friburgo (Suiza) y Bochum (Alemania) simplemente por utilizar simbélicamente imagenes de una nina en la cuna de Belén y un Cristo con rasgos de mujer en la cruz. 29 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Ayudante EN EL RELATO YAHVISTA DIOS MODELA AL SER HUMANO con barro y le insufla el aliento antes de preparar el jardin donde debia habitar. Poco después, con esmero y carifio se describe en el texto la prepa- racién de un huerto, bien regado y plantado de toda suerte de arbo- les comestibles. Alli es trasladado el hombre primordial con la misién de la labranza y el cuidado de aquel vergel. Aunque el ser de barro gozaba de la compafiia de Dios, compren- did Yahvé que ésta no le resultaba suficiente e imagin6 la creacién de otros seres que le complementaran. Creé aves y mamiferos que desfilaron ante el hombre para que éste les impusiera su nombre; un nombre que en el mundo semitico implica poder sobre lo nom- brado y que prejuzga el papel que la criatura va a cumplir en la tie- tra. Pero este gran ceremonial, esta ingente procesién, no cumplié su destino y se revelé que todo lo creado tampoco resultaba ser una compaitia adecuada para el hombre. Es la primera vez que Dios encuentra que en su creacion algo falla y que no es bueno: la sole- dad del ser humano. El adam, que asi es llamado en el texto hebreo este ser primordial, esta incompleto y por ello, tuvo que idear Dios algo nuevo que acabara con esa deficiencia: “Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo suejio sobre el hombre, el cual se durmié. Y le quité una de las costillas, rellenando el vacfo con carne. De la costilla que Yahvé Dios habia tomado del hombre form6 una mujer y la llevé ante el hombre. Entonces éste exclamé: “Esta si que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta ser Hamada mujer porque del varén ha sido tomada”. Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne. Estaban ambos desnudos el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro” (Gn 2, 21-25) 30 . RELECTURA DEL GENESIS La misoginia de los primeros siglos cristianos es tan fuerte que grandes pensadores como San Agustin no comprenden las razones de Dios para actuar de esta manera pues creen que cualquier mujer es incapaz de ser compafera de un varén. “Si lo que Adan necesi- taba era una buena compaiiia y conversacién habria sido mucho mejor solucién colocar a dos hombres juntos, como amigos, y no a un hombre y a una mujer”.’ Vemos que para Agustin, si la compa- fia la puede ofrecer un varén, la pareja goza de una relacién de amistad, de igualdad. Sin embargo, la exégesis del texto ha traduci- do (el que traduce ya interpreta) el hebreo ezer, por ayudante, acen- tuando el matiz de subordinacién que implica la palabra. Creada para el hombre {En qué otra relacién podfan estar el ayudante y el ayudado? Para seguir un razonamiento que valore esa compaiifa resulta de interés analizar lo que supone la soledad para los escritores bibli- cos. Una soledad que a menudo es fruto de encontrarse en el desier- to (o en un lugar que goce de sus caracteristicas); un sitio deshabi- tado, poblado de fieras y de poderes malignos; un sitio alejado, en suma, de lo que son las corrientes y fuentes de la vida y expuesto a la muerte. En el fondo, soledad y esterilidad tienen un denomina- dor comtin: el alejamiento de la posibilidad de compartir y propa- gar la vida, un alejamiento que también sufre nuestro adam y al que hay que poner pronto fin. Conocer lo que ezer significaba para el yahvista supone recorrer el Antiguo Testamento en busca de lugares donde aparece la misma palabra. El recorrido es muy significativo pues nos encontramos con que el término hace referencia a variedad de ayudas. Hay muchos lugares que hablan de la ayuda del mismo Dios acentuan- do la incapacidad que tienen los fdolos para cumplir esta faena; una incapacidad semejante a la de los animales de nuestra narraci6n. Cuando los textos aluden a la ayuda de mujeres o varones suelen * San Agustin, De Genesis ad Litteram IX, v9 31 32 111 JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE estar haciendo mencién de un esfuerzo personal, una colaboracién de la Propia persona y no a un mero aporte material. Ademas, el momento suele coincidir con situaciones de extremo peligro donde la ayuda resulta indispensable para la propia supervivencia. Pero también hay sitios que hacen referencia a la ayuda de animales © simplemente el sustantivo se convierte en nombre propio de un var6n, Ezra. Por ello, tenemos que llegar a la conclusién de que el término es un vocablo relacional pero que no especifica el tipo de ayuda que demanda. Para avanzar mas necesitamos analizar el adje- tivo neged que lo acompafia Los diccionarios que analizan ese tér- mino son categoricos: “un ser que esté a su altura”. Si a esto afiadi- mos la especificacién del texto que nos dice que los animales eran incapaces de cumplir ese cometido llegaremos a una conclusién que Nos saca de los términos antitéticos y nos sumerge en el paralelismo tipico del pensamiento judio. Como “Dios es el ayudante superior del hombre"; los animales son los ayudantes inferiores del hombre y la mujer es el ayudante igual del hombre”, la ayuda a la altura que necesitaba el adam. El libro del Eclesidstico lo ha entendido muy bien cuando dice en 36,29 que quien se casa bien, cuenta con” una aliada, una fortaleza y una columna de apoyo”. Hemos colocado a la mujer en el mismo escalén que el varén, el ayudante y el ayudado no estan en relacién de subordinacién pues ambos se apoyan mutuamente pero se apoyan para qué? Las res- Puestas también han sido dispares. Numerosos exégetas han visto esta ayuda limitada ala procreacion. El propio San Agustin que se Preguntaba si no hubiera sido mejor una ayuda masculina llega a la conclusion de que el tinico motivo que pudo haber impulsado a Dios para crear a Eva era la facultad femenina de dar a luz. Con ello, entramos en un campo de reflexién que llega hasta nuestros dias, mas 0 menos velado 0 explicito, y que ve a la mujer exclusi- " Phillis Trible, “Eva and Adam: Genesis 2-3 reread” p.75 en Carol PChrist (ed) Womanspirit rising, Harper and Row, N.York 1979 RELECTURA DEL GENESIS vamente como madre. Hay una frase desgarradora de Lutero que resume este pensamiento: “Si se cansan o se mueren, no importa: que mueran dando a luz que es para lo que estén aqui”." No habla el reformador de ninguna granja animal sino que se refiere a las mujeres por muy brutal que hoy nos parezca. Otra linea de pensamiento mas moderna ha visto esa ayuda en la asistencia mutua en el trabajo. Concretamente en la necesidad que tiene la poblaci6n israelita de incrementar su produccién agricola para poder alimentar a su poblacién creciente”. En esta linea hay quienes se apoyan en el concepto biblico de alianza no sdlo para comprender la relacion hombre-mujer sino ampliando la compren- sin a toda la naturaleza. El ser humano no puede firmar compro- misos mas que consigo mismo, ninguna criatura puede entrar en ese régimen de pacto que hace referencia al cuidado de la tierra y a la labor de virreinato que supone la imagen divina. “El texto no sugiere nada que haga referencia a la superioridad del varén, como se ha sostenido tradicionalmente, ni tampoco trata de legitimar el sexo, cuestion que Israel jams se plante6... Esta anclado en un jura- mento de solidaridad’”". Yo afiadirfa que esa ayuda es necesaria, més bien imprescindible, porque el ser humano no es capaz de alcanzar su plenitud si no es en el encuentro interpersonal. Eva aparece junto a Adan con este propésito. Inferioridad temporal SI EN P LA APARICION DEL SER HUMANO era simultanea para los dos sexos, culminando la obra creadora, aqui la aparicién femenina es posterior a la de su companero. jEl autor sacerdotal podia partir de ” Cita en Karen Armstrong, The gospel according to women, Anchor Books, N.York 1991, po Para Carol Meyers, Discovering Eve, ancient israelite women in context, Oxford University Press, N.York 1988 todo el relato esté presidido por la preocupacién de resolver las difi- cultades que genera una agricultura pionera sobre tierras jamés cultivadas. © Walther Bruegemann, “On the same flesh and bone Gn 2,23a” CBQ 32 (1970) p.542 33 34 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE una antropologia mds igualitaria pero estaba claro que el yahvista no defendia los mismos puntos de vista! Pablo argumenta en 1Tm 2, 11-13 “La mujer oiga la instruccién en silencio, con toda sumi- sion. No permito que la mujer ensefie ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio. Porque Adan fue formado primero y Eva en segundo lugar”. Es decir, apoya el fundamento de la sujecién femenina en la presunta primogenitura de Adan. Con ello resulta que la creacién de la mujer después del hombre se convertia en argumentacién de apoyo para la idea de que la mujer habia sido creada para el hombre. Con la misma légica o falta de ella podriamos seguir el proceso inverso y afirmar con la Biblia que “los tiltimos seran los primeros” © apoyarnos en el clasico aforismo inglés “last but not least” (ulti- mo pero no inferior). {No se podria defender que el proceso creati- vo va subiendo de categoria y que es precisamente en el sexo feme- nino donde encuentra su cénit? ;Es inferior el ser humano a una tierra que es creada con anterioridad? Sin ir mas lejos, tenemos ante los ojos el relato creacional sacerdotal que presenta al ser humano en el ultimo episodio como broche final y meta de un largo camino recorrido. Podemos seguir dando toda serie de argumentos que apoyan tesis a favor o en contra de que posterior es igual a inferior. Para otros, el relato defiende la igualdad pues esta construido segtin una forma muy tipica de la narrativa hebrea y que se conoce con el nombre de “quiasmo”. En ella, el principio y el final de un texto determinado cierran todo un cuerpo central a la vez que estén en paralelo entre s{. “Génesis 2 demuestra esta estructura. La creacién del varén primero y de la mujer al final forman una composicién vrs circular en que las dos criaturas estén en paralelo”. * Phillis Trible, “Eve and Adam. Genesis 2-3” reread. p. 75 en Carol P-Christ, Womanspirit rising, Harper and Row, N-York 1979 RELECTURA DEL GENESIS Razonamientos, unos y otros, sean a favor o en contra, més propios de patio de recreo infantil que de discusién juridica sobre los dere- chos de primogenitura. Por ello, mucho mds interesante, més real y mejor construida es la afirmacién de que no hay primero ni segun- do pues la creacién de ambos sexos es simultdnea. En esa linea se dirigen la mayoria de los relatos creacionales del entorno judio donde también se habla de la formacién de un ser humano a base de arcilla; en ellos, no se especifica si es varén o hembra pues esa primera figura comprende el inicio de los dos sexos. El relato del Génesis va por el mismo camino ya que nuestro adam original no esta diferenciado sexualmente o como defendian los rabinos era una criatura hermafrodita o bisexual, (hoy preferimos hablar de ser genérico); adam contenia los dos sexos hasta el momento en que Eva fue diferenciada. Hay muchos argumentos que abogan por esta comprensi6n del texto. En primer lugar la impresién de que para el autor israelita lo mas facil es seguir el camino que le marca su entorno. En segundo y apoyando esta conjetura estd el hecho de que los nombres propios en hebreo no suelen llevar articulo y éste es el caso de nuestro adant hasta el v. 4,25 momento que coincide con que el proceso diferenciador varén-mujer ha legado a su meta.® La exégesis judfa asf lo comprendié desde muy temprano pero los autores cristianos aunque conocian esta interpretacién la rechaza- ban de plano como es el caso de San Agustin. Lutero afade al rechazo su consideraci6n de fruto satanico. En su andlisis sobre el Génesis razona de esta manera: “Son cuentos talmtidicos y sin embargo hay que mencionarlos para demostrar la malicia del demonio que sugiere estas ideas absurdas a los seres humanos”.* © Otra explicacién se apoyaria en el hecho de que si el ser primario hubiera sido varon entonces la prohibicién de comer det arbol no la conoceria la mujer y sin embargo ella parece estar al tanto cuando le habla del tema la serpiente. Para profundizar sobre este tema se puede leer a Mercedes Navarro en su libro Barro y Aliento, San Pablo, Madrid 1993, % Lutero, Enarrationes in I librum Mose (1535-1545) lo referente a Gn 1,27. 35 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE No sabemos dénde colocaba la incongruencia. {Le parecia absurda la idea de un ser genérico o que las mujeres hubiesen sido forma- das simulténeamente a los varones? Gracias a Dios, lo que en su momento pudo resultar indefendible hoy gana cada dia mas adep- tos y cierra puertas a los argumentos de presuntas subordinaciones por inferioridad temporal. Mujer y var6n fueron creados a la par y con una misién de apoyo y de reconocimiento mutuo. De una costilla ‘TODO SIRVE PARA JUSTIFICAR POSICIONES PREVIAS y también el relato del suefio y la extraccién de la mujer de una costilla del ser primordial fueron motivo para toda clase de argumentos descalificatorios para el género femenino y a la vez para fundamentar la idea de la pater- nidad tinica que emerge gracias al varén. La psicologia ha visto en la narracién un tipico ejemplo de envidia de embarazo o de couvade (una expresién francesa que alude a los rituales que siguen los varones de fingimiento de embarazo y de dar a luz ). Cada sexo siente celos por los organos sexuales contra- rios lo que supone envidia félica en las mujeres y envidia de emba- razo en los varones; una envidia no exenta de rencor hacia las capa- cidades que no se poseen. Inocentemente el relato pretende la derrota femenina en este campo demostrando que el varén tam- bién es capaz de conseguir la maternidad, o el nacimiento de vida nueva, aunque sea por unos métodos diferentes y que ademas con- tradicen la experiencia de la vida real.” Si a esta narraci6n le afadimos unos conocimientos cientificos que sostenian que el papel femenino en la procreacién era pasivo y limi- tado a aportar el habitat para el desarrollo del feto, nos encontramos con que efectivamente es el var6n la fuente inicial de la vida. No ¥ Ver A feminist companion to Genesis, Sheffield Academic Press, Londres 1993, Athalya Brenner (ed.) 184-185 36 RELECTURA DEL GENESIS podemos olvidar que fueron los descubrimientos de Mendel, en el siglo XIX, los que dieron un vuelco a esta teoria demostrando que los dos sexos aportan por igual al genoma humano. Un texto actual de Simonis, cardenal de Utrecht, nos introduce en la influencia que estas ideas tienen en el mundo teolégico. “Que Jestis nos haya hecho conocer a Dios como Padre no esta falto de significado pues su paternidad significa estar en el origen. Esto tiene sus consecuencias para las relaciones fundamentales entre los sexos”, y mas adelante aclara su pensamiento: “La imagen del Dios que se revela tiene que ser, sin lugar a dudas, por la naturaleza de su relacién con la crea- cién, la del varén”. La lectura indica que sélo la paternidad esta en el inicio pues en caso contrario no se comprende la alusién a las con- secuencias en la relacién de los sexos ni a que la imagen de Dios revelado pase exclusivamente por la masculinidad Las costillas tampoco gozaron de buena prensa y sirvieron para descalificar a quienes de ellas tuvieron origen. Un tipico ejemplo de utilizaci6n de esos argumentos aparece en un auténtico best seller del siglo XV, Malleus Maleficarum, cuya traduccién seria De las mal- dades de las brujas ( el femenino parece ignorar la existencia de bru- jos varones). Alli se afirma: “Conviene darse cuenta de que se pro- duce un defecto en la formacion de la primera mujer, ya que su ori- gen es una costilla torcida... Por ese defecto se convierte en un ani- mal imperfecto, siempre engafiada... lo que demuestra la propia etimologia de la palabra. Fémina proviene de Fe y minus de que es més débil tanto para abrazar como para preservar esa fe”.” ~Cémo comprender este versiculo y qué razones podemos aportar que destruyan los argumentos descalificatorios? Creo que pode- mos razonar en dos frentes. El primero seguiria un discurso infan- til que contrapone barro a hueso haciendo superior a este ultimo ™ Cardenal Simonis, “Some considerations on feminist theology”, Connmunio IT (1986) p.6. La cursiva es mia Montague Summers, traductor de Malleus Maleficarum. Londres 1928, p.44 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE mientras que el segundo nos lleva al estudio de un juego de pala- bras. Iremos por partes. En Mesopotamia hay una gran falta de materiales nobles de cons- truccién por lo que el barro cocido es la base de las edificaciones y la base también para la creacién del primer ser humano. Que la cre- acién de Ja mujer tuviera lugar a partir de una costilla hacia al nuevo ser mucho mas elaborado que el anterior. Una elaboracién en la que tuvo que emplear el Creador un tiempo 6 veces superior al de su compafiero lo que en estrictos términos econémicos daba al producto terminado un valor superior de mercado. Se compren- de facilmente que la labor de moldear el barro es menos laboriosa que la obtencién de un ser humano a partir de una costilla. Yahvé asume el trabajo de un hipnotizador o anestesista, trabaja como un experto cirujano y termina en funciones de arquitecto. Es tan com- plicada la faena que el verbo que emplea el autor sagrado es brh, una formacién verbal que acompajia la descripcién de toda clase de edificios ya sean murallas, fortalezas, templos 0 castillos. El mundo judio alude a este hecho en las bendiciones nupciales que recaen sobre la mujer: “Dios que ha creado al ser humano a su imagen... ha construido un edificio eterno”. (Ketub 7b). Parece que el sexo llamado débil nace mas fuerte y mas resistente (ni siquiera tiene Dios que insuflarle el aliento pues nace viva) que su compafiero pues los adjetivos de firmeza, fuerza, dominio o poder son mejor aplicados a la mujer en estos versiculos. La ironia llama a la puerta y flota en el aire gNo seria adecuado afirmar que aprendié Yahvé de sus errores y lo hizo mejor la segunda vez?” El otro argumento que goza de mas peso es Ja idea de que todo el relato juega con la similitud de las palabras algo que no se aprecia en las traducciones. Asi tenemos que el ser primordial adam, es fruto de la tierra adamah. En la mayoria de las sagas creacionales de las civilizaciones préximas la sangre de dioses muertos, en luchas » Harld Bloom, The Book of J, Grove Weidenfeld, N. Yerk i990, p.180 38 RELECTURA DEL GENESIS por el poder, servia para amasar a las nuevas criaturas. Posible- mente el origen de esta idea se encuentre en que el limo suele tener un color rojizo. El relato judfo no habla de sangre pero este vocablo se llama dam en hebreo con lo que esta presente en el juego de pala- bras. Un juego que contintia en la narracion de la caida donde se nos dice que estaban desnudos, arurim, mientras que la serpiente es conocida por arum, un nombre que es a la vez simbolo de astucia y desnudez. Con todo esto sdlo pretendo demostrar que esta utiliza- cién de sonidos afines en las palabras es un método narrativo intencionado. Si traemos esta idea a nuestro pasaje nos encontramos en lo que se refiere a la costilla, que la palabra hebrea sela es la versi6n semitica de un vocablo sumerio ti, que tiene dos acepciones: costilla y vida. Algo que cuadra con el nombre que se le impone a Eva posterior- mente “madre de todos los vivientes”. La mujer se convierte en la compariia adecuada para el hombre porque es extraccién de su pro- pia vida. El juego de palabras convierte a la primera mujer en “sefiora de la costilla” y a su vez en “seftora de la vida y que hace vivir” los mismos titulos que se le daban a la diosa Ninti en Gilganesh. Podemos afiadir que este suefio parece posible enmarcarlo dentro de las visiones tipicas del Antiguo Testamento y de las religiones del Antiguo Oriente Préximo que los utilizaban, junto a éxtasis y visiones, para la revelacién de mensajes. Segtin esta idea adam tuvo un suefio en el que se le revelaba que la compajiera que ibaa aparecer a su lado era “tan hueso de sus huesos y carne de su carne” que se convertia en la posibilidad que ambos tenian de engendrar la nueva vida y propagarla. El! adam, despierto de su sueno 0 hipnosis, comprende que esta vez si que tiene a su lado lo que necesitaba. Deciamos al principio de este capitulo que el autor yahvista conocia el relato de Gilgamesh y que muchas de sus afirmaciones hay que entenderlas desde esa 39 40 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE clave. Alli Enkidu vivia en compaitia de los animales (incluso se puede hablar de bestialismo) pero ese estado no equivalia a una auténtica vida humana; vida que sdlo puede conseguir en la com- pafifa de una mujer que aparece en este momento diferenciando en una dualidad al ser genérico inicial. 2- Fin del relato creacional ANTES DE ENTRAR A NARRAR EL EPISODIO DE LA COMIDA del arbol prohi- bido tenemos unos cuantos versiculos que nos van introduciendo en la futura vida social de la incipiente pareja. “Esta ser4 llamada mujer porque del var6n ha sido tomada. Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer y se hacen una sola carne. Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.” (Gn 2, 24-25) Empieza una historia nueva desde que el ser humano ha encontra- do esa ayuda necesaria para conocerse a si mismo y conocer la alte- ridad en los demas. De nuevo nos encontramos con un juego de palabras que las traducciones no reflejan. El narrador comenta que el nuevo ser desdoblado del original sera llamado mujer, isshah, mientras que al género masculino resultante le dan el nombre de ish. La semejanza entre los dos seres es tal que la comparten hasta en el nombre que se les asigna. No sabemos a quién correspondié el bautizo de estos primeros nombres que todavia son genéricos y estan alejados de un autén- tico nombre propio. Son nombres que permiten reflejar el hecho de que se ha realizado la diferenciacién en el doble sentido del género. El relato creacional nos ha llevado por un camino diferen- cial que primero separé al ser humano de la tierra, mas tarde se produjo su diferenciacién del mundo vegetal y animal para final- mente culminar con la dualidad dentro de la especie, varones y mujeres. RELECTURA DEL GENESIS A partir de este momento es posible hablar de un proceso de socia- lizacién en el que resulta vital la iniciativa femenina. Nuestro autor da un salto en el espacio y en el tiempo para aclarar que es tan grande el impulso que sentirén los dos nuevos sexos hacia si que abandonaran el hogar familiar. Curiosamente se dice que es el varon el que deja padre y madre para unirse a su esposa cuando es mas normal sociologicamente que sea ella la que deje a los suyos. Es importante la referencia a la desnudez que hace alusi6n al fuer- te atractivo sexual que siente la pareja. El no avergonzarse por no llevar ropa apunta a que la diferencia sexual esta alli pero todavia no ha eclosionado con la llegada de la pubertad.. Ese abandono del hogar familiar y el proyecto de vida en comin es algo que el yah- vista conoce pero que los nuevos seres todavia no estan en condi- ciones de realizar. Aqui se termina la serie de descalificaciones femeninas que sin tener parte de culpa consideraban a nuestro sexo inferior simple- mente por haber entrado mas tarde en este mundo 0 por un ori- gen torcido. Pero todavia nos queda la peor parte, la reflexion en torno a la presunta falta de Eva en el Paraiso que la hace respon- sable moral de todas las calamidades que se sucedieron. LA NARRACION DE LA CAIDA ALLOS CRISTIANOS DEL SIGLO XX NOS PUEDE SORPRENDER la constatacién de que los relatos del Paraiso casi no son mencionados en el resto del Antiguo Testamento. Los rabinos colocaban el origen del mal en otros acontecimientos que también narra la Biblia. Para muchos, este origen esta en Gn 6,1-4, un texto extrafio a nues- tros oidos, y que hace referencia a un mito frecuente en el Oriente Proximo que habla de la caida del cielo de unos seres celestiales. En este texto, esos seres, atraidos por la belleza de las hijas de los hom- bres, dejaron su lugar de origen para unirse con ellas y producir 41 42 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE una raza de gigantes. Curiosamente, su venida a la tierra es la causa del inicio de la civilizacién por el aporte de conocimientos y técnicas celestiales desconocidas hasta ahora, un comienzo de la civilizacién que en los relatos creacionales se iniciaba con Eva. Otros, ven ese inicio del mal y mas concretamente del pecado en el asesinato de Abel por su hermano Cain, el cainicidio que supone el primer fratricidio del libro sagrado. Son pocos los que escogen los primeros capitulos del Génesis como origen del pecado. Entre ellos, los primeros atribuyen toda la res- ponsabilidad a Adan (nombre propio que ya no genérico). La tra- dicién més antigua que culpa a Eva es del libro del Eclesidstico 0 Ben Sira, Si 25,24: “Por la mujer fue el comienzo del pecado y por causa de ellos morimos todos”. Aunque sin nombre propio parece que Ja alusi6n hace referencia a Eva en un texto que relaciona peca- do con mortalidad. El pensamiento judfo va derivando hacia una misoginia acentuada y cuando rescribe la historia del Génesis, ya en tiempo cristiano, hace a Eva, en el Libro de Adan y Eva, confesarse de sus horribles pecados. Mientras que en otra obra, El Testamento de Moisés, su autor anénimo la hace exclamar: “He pecado ante ti, Sefior, y todo pecado ha empezado por mi hacer en la creacién”. Pablo tiene algunos textos en los que relaciona la salvaci6n que trae Cristo con la muerte de todos los hombres cuya causa es Adan. En 1Tm 2,13-15 que ya vimos con anterioridad, la culpable es Eva: “Adan fue formado primero y Eva en segundo lugar. Y el engafiado no fue Adan sino la mujer, que seducida, incurrié en la transgresién. Con todo se salvar por su maternidad...” El paso siguiente lo dan los Padres de la Iglesia que meditan sobre el pecado original, su relacién con las relaciones sexuales, sobre su transmision... donde poco a poco se hace a Eva cada vez mas cul- pable y con ello se justifica su inferioridad, una culpabilidad que como una mancha de aceite se va extendiendo hasta cubrir a todo RELECTURA DEL GENESIS e] género femenino. Asi dice Tertuliano: ”;Sabéis que sois todas Evas? La sentencia de Dios sobre vuestro sexo vive hasta hoy. Sois la puerta del diablo; la primera en tocar el arbol prohibido; la pri- mera en abandonar la ley de Dios; la que persuadié6 a quien la ser- piente no se atrevié a atacar. Destruisteis con gran facilidad la imagen de Dios que es el varén. Es mérito vuestro la muerte, incluso haciendo que el Hijo de Dios tuviera que morir.”” Hoy nos refmos (0 lloramos pensando en los dolores y tristezas que han causado estas afirmaciones) ante estos textos y otros semejantes pero un exégeta contempordneo de la categoria de G. Von Rad no duda en afirmar en su comentario al Génesis que “la que fue engafiada se convirtié en tentadora””, una version mas dulce pero todavia condenatoria. A la luz de esta evolucion, nuestra tarea es intentar que cualquier jurado después de oir los argumentos de la defensa declaren que Eva fue inocente ;Es esto posible? 1- El teatro EL RELATO TRANSCURRE EN UN LUGAR, EL EDEN, que los traductores griegos llaman Paraiso tomando un concepto persa que hace refe- rencia a un jardin cultivado y cerrado. Alli es transportado el ser humano desde la estepa, un lugar arido y duro, donde fue creado inicialmente. Muchas mitologias hablan de un sitio ideal donde habitar, un espacio que suelen escoger los dioses para si. En el Oriente Préximo su localizacién puede ser una alta montafia o un fértil valle, ambos, con frecuencia, situados al este que es el lugar donde nace el sol. Si el lugar era morada divina resultaba normal considerar que alli se encontraban las virtudes de la sabiduria, vita- lidad, inmortalidad... que adornan a los seres celestiales. * Tertuliano, Sabre el traje fementino, 1,1 = G. Von Rad, Genesis, Westminster Press, Filadelfia 1961, p.87 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE También es patrimonio comtin de la mayoria de estos pueblos la idea de que el mundo se estructuraba en torno a un centro que fue el inicio de la geografia y de los principios de la civilizaci6n. Todo tuvo su comienzo en aquel lugar que unfa cielo, tierra e incluso mundo subterraneo gracias a un eje que se extendia hacia el fondo. En Mesopotamia las jévenes ciudades que emergen lo hacen en torno al templo de su dios que, poco a poco, se confunde con ese centro que era el paraiso inicial. No creo casualidad que este relato se escriba en tiempos de Salomén cuando los israelitas construye- ron un templo para Yahvé en la montafia de Sidn, centro de Jerusalén y ombligo de su mundo. Estos lugares eran el sitio ideal para relatos fantasticos donde res- plandecia la figura de un héroe legendario, figura que también len- tamente se va identificando con la persona del rey a la que se ador- na con todas las virtudes del héroe, entre ellas, la sabiduria, y a veces incluso la inmortalidad. Los jardines gozaban de la sombra anhelada de numerosos arboles entre los que siempre destacaba uno de ellos, un arbol que hundia sus raices hasta el centro de la tierra para allf absorber las aguas vitalizantes del mundo subterraneo y con ello convertirse en arbol de vida, arbol responsable de comunicar fuerza y salud a los seres humanos. La tradicién de este arbol de vida aparece en numerosos lugares del Antiguo Testamento y no sdlo en el relato del Paraiso. Asi en Pr 11,30 se lee “El fruto del justo es un arbol de vida” o Pr 3, 18 que hablando de la sabiduria dice: “Es arbol de vida para los que a ella estan asidos”. Estos versiculos del Génesis nos hablan de que Yahvé coloca al hombre en un lugar que comparte todas estas creencias, un huerto cerrado semejante al entorno de los templos y muy especialmente al del templo de Jerusalén. En él florecen un arbol de vida y otro de sabiduria compartiendo el centro del espacio pues vida y sabiduria estan intimamente unidas como en el texto de Proverbios. El traba- jo que se le encomienda a la nueva criatura coincide con la labor de un rey: cuidar del templo y de su jardin. RELECTURA DEL GENESIS 2-La serpiente YA HEMOS ENTABLADO CONOCIMIENTO con los dos seres humanos que viven en este espacio ideal. Un varén que nace mas débil que su compafiera que, a partir de ahora, coge las riendas del relato y se convierte en una protagonista que llena la escena. Pero en el jardin aparecen ademiés otros interlocutores, la historia entremezcla sus vidas con el encuentro de una serpiente parlanchina y con la pro- pia persona divina. La figura de la serpiente nos presenta uno de los mitos mas impor- tantes de la imaginacién humana, una imagen tan fuerte que es dificil encontrarle sustituto en los paises donde no existen. Desaparece por entre los agujeros (conoce el fondo de la tierra), muda su piel y se regenera (es inmortal), una serie de cualidades que la convierten facilmente en simbolo de transformacién, de fer- tilidad y de perennidad ancestral. Es ademés un animal que se cla- sifica dentro de las imagenes metaféricas en el mundo femenino y lunar pero que se aproxima al simbolismo masculino gracias a su forma falica, con ello es capaz de representar a los dos sexos. Es una creacién del miedo que capitaliza todos los aspectos del régimen nocturno de las imagenes. Serpientes, dragones y ogros (unas formas sofisticadas de serpiente) han sido los tradicionales guardianes de castillos, tesoros y doncellas; guardianes de templos y de arboles sagrados. Un animal que aparece siempre en los jardi- nes de placer como en el mito griego del Jardin de las Hespérides cuya entrada estaba guardada por uno de estos reptiles. Estrechamente unidos a estas imagenes estén los querubines que tradicionalmente se colocaban en la puerta de los templos o cerca- nos a las imagenes de los dioses y cuyo origen es el de una ser- piente alada. Concretandonos a Mesopotamia la sezpiente se convierte en sim- bolismo de juventud recurrente ya que es capaz de mudar de piel cuando ésta se avejenta, en sede de sabiduria y en amenaza de caos 45 46 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE y muerte. Esta tiltima faceta tiene su origen en los mitos creaciona- les que relacionaban el estado previo a la creacién del mundo por los dioses como un caos acudtico dominado por una gran serpien- te. Esta habia quedado sometida pero se mantenia viva, en las aguas profundas del centro de la tierra. Su aparici6n en la superfi- cie era siempre peligro de desorden e inestabilidad. Todas estas imagenes negativas permiten contraponerlas con las actuaciones de los dioses que suelen ser positivas y beneficiosas para los seres humanos; la maldad aparece en estos casos como fruto e hija de la serpiente mientras que la bondad emana de los seres divinos. Por tiltimo, no se puede perder de vista la considera- cion del reconocimiento de su simbolismo sexual pues iconografi- camente se la describe como un gran falo enroscado en torno a un Arbol que representa a la mujer. Como todos los simbolos tienen su ambigiiedad junto a los aspec- tos negalivos el animal era estimado por la velocidad y la agilidad que muestra cuando su aparato motor no es visible. Su comporta- miento le hacia aparecer como um ser astuto e inteligente, un ani- mal que sabia moverse por los bajos fondos terminando con rato- nes y otras alimafias dafiinas, un ser que sabia sacar fruto de las circunstancias adversas. A este telén de fondo tenemos que sumarle su descripcién en la Epopeya de Gilgamesh donde aparece robandole al heroe del relato la planta de la vida en el momento que se distrajo bafidndose en un rio. El relato se encuadra en la tipica historia del dios bondadoso que manda un mensajero para informar al hombre de como obte- ner la inmortalidad; el informante es infiel y no transcribe las pala- bras encomendadas. El denominador comuin de estas leyendas es una actuacion fruto del engafio o del atolondramiento del heroe. Una segunda versién es cuando los dioses cambian de opinién y mandan un segundo mensajero, el desenlace depende de que éste legue antes o después del primero. En el relato babilénico se nos RELECTURA DEL GENESIS abren una cadena de preguntas que también se le pueden hacer al Génesis ;Rob6 la serpiente a la humanidad su capacidad de ser inmortal? Era ésta la intencion de Dios 0 de los dioses? La capacidad de hablar que atribuye el yahvista a este animal le permite situarlo a mitad de camino entre el mundo animal y el humano. La serpiente no est bajo la prohibicién de comer y por lo tanto tiene més libertad para expresar opiniones transgresoras. Su protagonismo deja en suspenso la fuente y el origen del mal. ¢Es la serpiente un simple reflejo de los pensamientos profundos del ser humano? ;Es un ser independiente tanto de Dios como del hom- bre? ;Creada por Dios esté subordinada a su Creador? Nada nos dice el narrador dejando la respuesta en manos de los lectores. 3. La figura de Dios EL OTRO GRAN PROTAGONISTA DE LA HISTORIA es la persona de Dios que nos describe el yahvista con unos rasgos que se han leido de forma que no queda excesivamente bien parada. Pero creo que es mejor empezar describiendo las imagenes mas positivas. Ala hora de crear al ser humano aparece como un cuidadoso alfa- rero que sin torno y con carifio modela al monigote de barro. Descripcién de una creacién mucho mas personal que en el relato de P donde sélo se involucra Dios con un “Hagamos” que nos deja ignorantes del camino que siguieron (el hagamos es plural mayes- tdtico?) los que se ocuparon del tema. Es ademés un gran jardinero (hoy le Ilamarian paisajista) que sabe tratar el agua y conoce bien las plantas y sus tipos pues parece que escoge las que pueden desarrollarse en ese clima ya que han sido capaces de fructificar. Es también un buen conocedor del mundo animal dejando fuera del jardin a las especies mas fieras y domes- ticando como un experto granjero aquellas que pueden serle mas utiles a los seres humanos. 47 48 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Pero quizds lo mas atractivo de este Dios es su inmanencia, una proximidad a su creacién que le lleva a charlar y a pasearse por el jardin donde tropieza con el hombre y los animales. Por otro lado, no es un dios celoso que busca la exclusiva de la amistad del hom- bre pues no duda en reconocer que se ha equivocado con la sole- dad del adam. Una equivocacién que exige reconocer que su perso- na divina no es capaz de rellenar todos los huecos psicolégicos de la humanidad. Y el error intenta corregirlo, una y otra vez, creando nuevos seres que sirvan de alivio y acaben con la tristeza del pri- mer ser humano. La torpeza sdlo se corrige al final del proceso creativo en el que Yahvé no duda en actuar como Celestina para conseguir la felicidad de su criatura. Pero frente a esta imagen positiva, crece una figura que se nos des- cribe con rasgos menos atractivos. La idea que tiene la regién de Mesopotamia referente a la creacién de la humanidad es que los seres humanos fueron concebidos con el exclusivo papel de realizar las faenas domésticas que cansaban a los dioses; mientras que en el relato yahvista, Yahvé se aparta de su entorno pues quiere jardine- ros que disfruten ellos mismos de su trabajo. Por otro lado, esos dioses guardaban celosamente los nectares y ambrosias que produ- cian sus jardines de cara a la inmortalidad con la intencién de que no los consiguieran los humanos (algo que obtuvo Tantalo roban- do la comida de la inmortalidad de su mesa). Aqui Yahvé no se aparta del entorno y aparece como guardian celo- so de sus cualidades pues no quiere que los seres humanos las com- partan. Por ello prohibe: “De cualquier Arbol del jardin puedes comer, mas del arbol de la ciencia del bien y del mal no comeras porque el dia que comieres de é] moriras” Gn 2,16-17. Y al final del relato abunda en el tema, pues cuando ya se han saltado esta prohi- bicién expulsa a los hombres del jardin y coloca en la puerta un querubin “para guardar el arbol de la vida”. Los seres humanos habian conseguido el conocimiento que era exclusiva divina y habia que impedir por todos los medios que se hicieran con otro RELECTURA DEL GENESIS atributo divino que es la vida. No sabemos a qué tipo de vida hace referencia ;Tiene que ver con la inmortalidad? Lo interesante ahora es afirmar que Yahvé queria la exclusiva para si. El relato, por otro lado, parece describir a una figura paterna que esté dispuesta a conceder una vida confortable y unos amigos afi- nes al hijo. Pero a cambio de esta existencia sin problemas exige de la criatura una obediencia total a la vez que le niega unas liberta- des y unos atributos basicos para el ser humano, como son el cono- cimiento del bien y del mal y la posibilidad de elegir que este cono- cimiento conlleva. Con esta actitud condena a los hombres a una vida inmadura y de perpetua infantilidad. En lo mas profundo de la narracién subyace el miedo de todo padre autoritario a que le abandone su criatura, el miedo a la crisis del nido vacio.” Intentaremos hacer una lectura del texto mas acorde con la imagen de Dios que nos ofrece el Antiguo Testamento. 4- Comieron del fruto (CREO QUE AUNQUE EL TEXTO ES SOBRADAMENTE CONOCIDO conviene refrescar la memoria y con ese propésito lo reproduzco a pesar de su longitud: “La serpiente era el mds astuto de todos los animales del campo que Yahvé Dios habia hecho. Y dijo a la mujer: {Como es que Dios os ha dicho: No comais de ninguno del los arboles del jardin?” Respondié la mujer a la serpiente: “Podemos comer del fruto de los arboles del jardin. Mas del fruto del arbol que esta en medio del jardin, ha dicho Dios: No comiis de él ni lo toquéis salvo pena de muerte”. Replicd la serpiente a la mujer: “De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el dia que comiéreis de él, se os abri- r4n los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del ® Athalya Brenner, The israelite women, Sheffield Academic Press. 1994, p.125-126 49 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE mal”. Y como viese la mujer que el drbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduria, tomé de su fruto y comié, y dié igualmente a su marido que igualmente comi6. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceftidores”. Gn 3,1-7 Una primera reflexi6n nos lleva a afirmar que en el texto hebreo no se habla de manzanas sino de frutos y que lo mas probable es que haga referencia a datiles pues eran las palmeras y los cedros los Arboles que representaban ese centro primordial del mundo, donde todo tuvo su comienzo y donde volviendo a ese origen de todo es capaz de regenerarse. La mujer parece conocer la prohibicion que Yahvé habia hecho al adam, al ser genérico del que ella formaba parte desde el principio, una prohibicién de comer del fruto de un Arbol especifico, el del conocimiento del bien y del mal. Su ingestién supondria la pena de muerte para la pareja. Es curioso el olvido del otro arbol que en unos versiculos anteriores se nos decia que ocupaba ese centro del jardin y cuyas cualidades confieren la vida. ;Cual de los dos esta en el centro? ¢Hay dos arboles o en realidad se funden en una unidad? Son preguntas que quedan en el aire y a las que no podemos res- ponder. La serpiente parece decir la verdad y no sélo lo parece, sino que el desenlace del relato confirma sus palabras: los hombres no mueren y el conocimiento les ha hecho subir unos escalones que les alejan del mundo animal para acercarles a la sabiduria divina. Comer del fruto ha conseguido que reflejen esa imagen divina para la que fue- ron creados. No hay més que una interlocutora pues Adan ha desaparecido o si estd presente no interviene en el didlogo entre mujer y animal.” * El uso de verbos en forma plural nos hace pensar que el varén estaba presente pero el narrador sélo contiere la palabra a Eva para que sea la interlocutora de la pareja. 50 RELECTURA DEL GENESIS Resulta sorprendente que en una civilizacién donde la mujer no tenia ninguna consideracién el papel estelar recaiga en ella. Las tesis oficiales hacen presuponer una debilidad genética en el ser femenino, una brecha por donde se podia colar la maldad de la ser- piente y que dejaba ilesa o al menos atenuada la responsabilidad del var6n. Sin embargo, creo que se pueden apuntar un par de razones mucho mas positivas que justifiquen el papel femenino. En primer lugar, se trata de comida y el campo de la alimentaci6n familiar estaba en manos femeninas tanto en Israel como en muchas otras civilizaciones. Comer hace referencia a la supervi- vencia del género humano, comer es la gran ansiedad de la vida y la inmensa preocupacién de las mujeres que tienen que proveer la mesa familiar. Por otro lado, una minima observacién del desarro- No de la infancia nos leva a comprobar la maduracién mucho més temprana de las mujeres que de los varones, las nifias muestran una precocidad intelectual. Una precocidad que también se da en la infancia de esa humanidad que emerge arropada en el jardin. La serpiente se acerca a Eva pues sabe que va a comprender mucho mejor el mensaje que su inmaduro compajiero. Eva reflexiona y se convierte en la primera tedloga de la historia pues sopesa y reflexiona la oferta. Abiertos sus ojos reconoce los atributos del fruto en orden inverso de importancia: la fruta es buena pues alimenta fisicamente a su cuerpo necesitado de comer, es agradable a la vista con lo que satisface su espiritu ansiado de belleza y placer estético y sobre todo le confiere la sabiduria y su capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo. Es precisamente esta Ultima cualidad la que le empuja a escoger la desobediencia pues prefiere la libertad fuera de la casa paterna, con todas las renuncias a la vida apacible y sin problemas que eso supone. Quiere ser per- sona adulta y no una nifia para siempre, quiere escoger el rumbo de su vida y no que se lo den hecho, quiere poder desobedecer y quiere poder pecar pues sélo si existe la alternativa esta en condi- ciones de elegir un camino recto. 51 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Pensado, meditado y asumido le ofrece este camino a Adan que de nuevo come sin ofrecer resistencia ni musitar palabra. No hay dia- logo y esto indica que el varén acepta tacitamente las razones de su compafiera. De momento el lider de la pareja es ella y él no se opone. {Mimetismo del que se reconoce menor? Dentro de esta personalidad tenemos que incluir la asociacién que se hacia entre mujer y sabidur‘a en otras civilizaciones proximas en tiempo y espacio. La joven diosa Maat en Egipto, la sabiduria per- sonificada que aparece en el libro de los Proverbios, la sophia de los griegos, el Logos de Juan (que masculiniza todas las figuras descri- tas)... Tampoco debemos olvidar que fue una mujer la que sacé a Enkidu en EI relato de Gilgamesh, que nuestro autor tiene en la mesi- lla, de la convivencia entre los animales para introducirle en la civi- lizacién, en la plenitud de la vida humana. Ciertamente el relato cae en numerosas incongruencias. Ya hemos visto que el centro del jardin esta ocupado por dos Arboles distin- tos lo que fisicamente es imposible. Ahora nos describe a Eva sopesando y meditando una posible accion cuando atin no esta en posesién del conocimiento y su obrar deberia seguir el simple camino del instinto. Pero el yahvista no esta interesado en estas minucias, no tiene mente cientifica y no le importan los dobletes o las incongruencias si le sirven para su propésito narrativo. Hasta aqui la historia de una desobediencia infantil, de una rebelion contra la autoridad del padre y de busqueda de la libertad que se fue magnificando hasta convertir la historia en un horrible pecado contra Dios. Un pecado que habia tenido como consecuencia la pérdida de la vida inmortal y el inicio de_una existencia cargada de desgracias. 5 - Y se dieron cuenta de que estaban desnudos jCUANTO DOLOR Y SUFRIMIENTO HA SUPUESTO ESTA FRASE en el mundo cristiano! Pues inmediatamente se relacion6 la ingestion del fruto con un pecado sexual que Ilevé a algunos a pensar que el proyecto divino no incluia el sexo para la primera pareja y a ofrecer la virgi- 52 RELECTURA DEL GENESIS nidad como el camino ideal de realizaci6n personal y cristiana. Eva seducida por la fruta, al ofrecerla a su compafiero, se convertia en seductora del varén. Es un movimiento que también sigue el mundo judio pues quienes colocan el principio del mal en el nacimiento de los Nephalim de Gn 6, 1-4 giraron con el tiempo la motivacién del descenso de los seres celestiales a la tierra y lo que empezé siendo un rapto con vio- lacién se convirtié en pura y dura seduccién femenina. Las hijas de los hombres fueron unas tentadoras sexuales que abrieron las lla- ves del infierno. El caldo de cultivo para este desarrollo se cocina en diversas ollas. Galeno y los médicos del siglo II creian que la pérdida de semen debilitaba a los varones y que el hombre mas viril era aquel que habia perdido poca o ninguna semilla. Incluso se llegaba a postular la cas- tracion de los atletas pensando que mejorarian sus proezas. Estas ideas influyen en los primeros afios de cristianismo donde se empie- za a dar una gran relevancia a la virginidad e incluso a la continen- cia dentro del matrimonio. Algunos de sus defensores relacionan el inal con la caida de Adan y abogan por la restauracién de n humana en el paraiso. Se afirmaba que el matrimonio era un remedio contra el pecado y que nunca form6 parte de la idea originaria de Dios; el ser humano, al casarse, sigue un instinto animal que le aleja del estado angélico del que goz6 en el Edén. EI] mismo hecho de que Jestis no hubiera contraido matrimonio a los 30 afios hizo que su vida extrordinaria y la de los pocos apésto- les itinerantes del reino se convirtiera en norma para todos, algo que jamds propugné Jesucristo. El propio Pablo defiende el celiba- to con mucha mas pasién que el camino matrimonial pues consi- dera inminente la préxima llegada de Cristo y no ve la necesidad de seguir poblando la tierra.* » Para el pensamiento de Pablo ver Lone Fatum, “Image of God and glory of man: women in the pauline congregations” en Kari Elisabeth Borresen (Ed), The image of God, Fortress Press, Minneapolis 1995, p.63 53, UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE Muchos Padres de la Iglesia siguen este camino condenatorio de la sexualidad y encuentran una puerta abierta para considerar a Eva culpable de que dos virgenes perdieran este estado a raiz de su falta. Incluso se contempla su expulsién del jardin como el aban- dono del Paraiso de la virginidad para entrar en el matrimonio y en la cadena de sufrimientos que esta instituci6n comporta.” Frente a pensadores como Juliano, cuyas tesis no se aceptaron, que conside- raban la libido como un impulso natural querido por Dios se encontraban los que como San Agustin hablaban de la vergiienza de Adan que todos los hombres debian compartir en la copulacién conyugal.” A Gregorio de Nisa debemos una frase que expresa muy bien este pensamiento: “El matrimonio es el ultimo escalén de nuestra separaci6n de la vida que se llevaba en el Paraiso; el matri- monio en consecuencia.... es lo primero que debemos abandonar, es la primera estacién de nuestra salida hacia Cristo”.™ Es curioso este desarrollo que olvida la recomendacién divina de “Creced y multiplicaos”. El imperativo esta escrito y no se puede negar pero para Tertuliano era un asunto que habia que dejar a los paganos; Cipriano consideraba la tierra suficientemente poblada y Agustin creia que si todo el mundo se abstenfa de traer hijos al mundo llegaria antes el Reino de Dios. Ni que decir tiene que el fin de la inmadurez se corresponde con el principio del atractivo sexual entre los sexos y que la ingestién del fruto hizo descubrir a la pareja algo que de momento desconocian pero algo pensado y preparado por Dios desde el principio. La hominizacién pasa por las relaciones humanas y el descubrimiento de la propia desnudez es uno de los sintomas de que este proceso ha empezado. * San Jeronimo, carta 22,18 ¥ A las personas interesadas en estudiar el desarrollo del pensamiento sobre la renun- cia sexual en el cristianismo les aconsejo la lectura de Peter Brown, El cuerpo y la socie- dad, Muchnik, Barcelona 1993 ™ Gregorio de Nisa, De virginitate 12 54 RELECTURA DEL GENESIS éPuede haber visto el yahvista algo negativo ademas de la desobe- diencia de abstenerse de comer del fruto? Me gusta la interpreta- cién de J.Errandonea que considera la palabra fruta como un eufe- mismo que hace alusi6n a un intercambio sexual. “Ven, Gilgamesh, sé mi amante, dame de tu fruta” implora la diosa Istar y en el Cantar de los Cantares 2,3 la esposa exclama: “Su fruta me es dulce al paladar”. Estas y otras frases semejantes nos indican que el voca- blo se puede emplear en sentido figurativo para designar los atrac- tivos sexuales; que hay un intercambio por el que la pareja da y toma respectivamente la fruta. En nuestro texto el intercambio se realiza debajo de un Arbol. Creo que todo ello nos coloca ante un cuadro que se presta a otra implicacién. E! pueblo israelita tiene que luchar en su asentamiento en Canaan contra los cultos de la fertilidad que implicaban lo que se daba en llamar la prostitucién sagrada. Bajo grandes Arboles copulaban los varones con prostitutas sagradas pues con ello crefan acrecentar la fertilidad de sus familias, ganados y cosechas. Dentro de este culto el rito del matrimonio hierogdmico entre el rey y una hierédula (nombre de la prostituta sagrada) se celebraba en medio de los ritos del nuevo afio con gran pompa. {Puede estar condenando el yahvista ese intercambio entre el rey y una prostituta? ,No era Adam el rey de la creacién? La relacién tenia lugar en el templo iNo es el Paraiso un recinto semejante a los jardines de los tem- plos? o bajo un 4rbol zno se celebraban alli esas relaciones? La culpa de la pareja podia ser una critica semejante a la que hacen los profetas aftos después: haber caido en la idolatria y el sincretismo y no seguir el camino de adorar a Yahvé, tinico Dios de Israel.” Si esto es asi el presunto pecado serfa contra el primer mandamiento y no contra el sexto. La rebelién de los hijos contra el Padre. ® Juan Errandonea, Fondo cultural mesopotdmtco en el relato de la creacién, Marova, Madrid 1966 todo el cap. VI que habla de “Comer la fruta” pp. 269-308 55 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE 6 - La nueva Eva EL PARALELISMO QUE ESTABLECIO PaBLo entre Cristo y Adan y la idea de que Eva era virgen antes de comer del arbol prohibido llev6 a la conclusion de que se podia establecer una relacién con Maria. Ni que decir tiene que se establecieron dos polos dentro de la realidad femenina; en el lado positivo se situaba Maria, arriba y en un pedestal, era la luz frente a la oscuridad; mientras que Eva estaba abajo en las tinieblas, como pecadora y simbolo de la mujer corrien- te, Las virtudes de la primera se describian, frente a frente, con los defectos de la segunda. Asi la corredentora vs la pecadora; la ino- cente vs la culpable; la sagrada vs la profana; la inmaculada vs la manchada; la premiada vs la castigada; la obediente vs la desobe- diente; la silenciosa vs la parlanchina; la que genera vida vs la que origin6 la muerte... la lista se podria hacer interminable. Tenemos los textos de varios Padres que comienzan esta reflexién. San Justino comentando el salmo 21 afirma: “Sabemos por otra parte que (Cristo) por medio de la Virgen se hizo hombre, a fin de que por el mismo camino que tuvo principio la desobediencia de la serpiente, por ese también ésta fuese destruida. Porque Eva cuando atin era virgen e incorruptible... dio a luz la desobediencia y la muerte. Pero la Virgen Maria concibié fe y alegria...”El camino de la virginidad, en este texto, se diversificaba en dos ramas muy distin- tas por un lado desobediencia y muerte, por otro, obediencia y vida. EI P. José Marfa Bover explica la estructuracién de muchos Padres segtin un modelo que funciona bajo el principio de recapitulacién y de recirculacién. Dice Bover: “En ella (la recirculacién) suelen los padres sefialar cuatro binomios, que son: Adan-Cristo, Eva-Maria, serpiente-dngel, arbol-cruz.” Los Tres ultimos encajan en las ideas de este capitulo.” ® La reflexion sobre los Padres de la Iglesia en el binomio Eva-Maria y los textos los he tomado de José Maria Canal, “Maria, nueva Eva en los Padres”, Ephemerides Mariologicae, XLVI (1996) 41-59 RELECTURA DEL GENESIS El problema es que la descripcién de las dos mujeres acabé huyen- do de la realidad (jfue Eva alguna vez real?) para convertirse en personajes miticos y de leyenda. A Maria se le asignaron todas las cualidades involucradas en los mitos de la Gran Madre, la Reina, la Virgen, la Sustentadora, el Hada milagrosa... toda la parte positi- va que engendra el mito del eterno femenino. Muy importante en esta gama de mitos es la que la convierte en el personaje principal de la nueva creacién, de esa edad de oro que todo el mundo afiora y que proyecta retrospectivamente hacia el futuro. El reverso de la moneda en el mundo femenino lo encarna Eva, la madre castrante, Ja mandibula devoradora de sus hijos, la bruja anciana, la tentado- ta que destruye los inicios paradisiacos. No podemos sustraer a la imaginacién de los individuos toda esta carga emocional sino simplemente advertir que ahi esta y que no tesponde a la realidad por ser hija del suefio. Un suefio que com- parten infinidad de personas y civilizaciones al pertenecer a esa herencia que Jung llama el arquetipo colectivo. Pero creo que tene- mos que devolver a ambas al texto escrito, sabiendo que también sus narraciones estén impregnadas de onirismo. Ni podemos, ni debemos enfrentar a ambas mujeres pues iria en detrimento de ambas. Maria se hace diosa, se aleja del mundo y pierde su relacién histérica mientras que Eva, las evas, adquieren un sentimiento de culpabilidad que les imposibilita verse reflejadas en la Virgen. Tiran la toalla y se declaran intitiles. En la medida en que la imagen de Eva salga mejor parada podre- mos abolir el camino de la antitesis y pasar al paralelismo de que Maria ha llevado a la persona humana a su perfeccién y que nin- guna Eva es capaz del alcanzar su cima. Pero con esto en la mente creo que es mejor defender que Eva es la madre de todos los vivien- tes y Maria de todos los creyentes; Eva es el inicio de la vida huma- na, Maria el comienzo de la vida nueva. Ambas son un ejemplo para toda la humanidad en el sentido de nuestra colaboracién nece- saria en el proceso que empezaron las dos mujeres para hacer de las nuevas generaciones auténtica humanidad nueva. 57 58 UN JURADO FEMENINO DECLARA A EVA: NO CULPABLE 7 - Las acusaciones “OYERON LUEGO EL RUIDO DE LOS PASOS DE YAHVE DOs que se paseaba por el jardin a la hora de la brisa y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahvé Dios por entre los arboles del jardin”. Gn 3,8 Nuestro autor consigue describir una imagen familiar entrafiable. Cae la tarde y refresca el clima caluroso del verano palestino (sabe- mos que es verano pues los arboles estan cargados de frutos) el padre /madre Dios sale a pasear por el jardin donde los nifios Ileva- ban ya un buen rato. jMala sefial que no se oigan sus carreras ni voces! Cuando un nifio esté quieto es que esté enfermo o que ha hecho algo malo.” El silencio y el escondite abogan por esta ultima raz6n. Pero sigamos la secuencia del relato. “Yahvé Dios llam6 al hombre y le dijo: gDénde estas? Este contesté: “Te of andar por el jardin y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondi”. El replicé: ;Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ;Has comido acaso del arbol del que te prohibi comer? Dijo el hombre: “La mujer que me diste por compafiera me dio del Arbol y comi”. Dijo, pues, Yahvé Dios a la mujer: “;Por qué lo has hecho?” Y contesté la mujer: “La serpiente me sedujo y comi”. Gn 3, 9-13 Empieza la cascada de preguntas divinas dirigiéndose al varén para conocer si habian comido del arbol prohibido. La respuesta es tipica de colegial cogido con las manos en la masa; no puede negar la realidad y opta por echar la culpa a otro. Ese “otro” no es ni mas ni menos que la compafiera que Dios colocé a su lado. Es decir, que la culpabilidad, seguin Adan, esta repartida entre la mujer y Dios mismo que no escogié bien poniéndola en su camino. Preguntada Eva, tampoco es capaz de afrontar la responsabilidad de sus actos y echa la culpa a la serpiente. ® Harold Bloom, The book of J, Grove Weidenfeld, N. York 1990, considera que el yahvis- taes una mujer por la manera como trata a sus personajes: nifios jugando en un jar- din. RELECTURA DEL GENESIS Lo més interesante para nuestro propésito es comprobar que las preguntas a la pareja no estan formuladas en los mismos términos. Adan se enfrenta ante un ;quién te ha hecho ver? que parece abo- gar por las tesis que hemos mantenido hasta ahora pues Dios no encuentra capaz al var6n de haber actuado por si mismo y busca a la persona que le ha guiado. A la mujer le presenta un zpor qué? que exige la puesta en marcha del razonamiento que le ha llevado a la transgresién. Yahvé, en este caso, si encuentra una persona capaz de razonar y de pensar antes de actuar. Al final, el tiltimo responsable en la cascada de las acusaciones es la serpiente, ese animal mitico a medio camino entre la divinidad, la humanidad y el propio mundo animal. ;Quién es la serpiente? La respuesta queda abierta para que los huecos del relato los relle- nen los lectores que se incorporan a su lectura. Cada uno lo hara segtin sus caracteristicas personales. 8 - El castigo “LOS CASTIGOS” A LA SERPIENTE VIENEN DE LA CONSIDERACION negativa que su modo de vida le inspira a nuestro autor. Arrastrarse siem- pre por el polvo y tener que defenderse de los hombres picando sus tobillos (el tinico lugar al que alcanzan ) es necesariamente castigo divino, pues a otros animales les ha tocado mejor suerte. Para colmo estén expuestas a que la humanidad acosada se defienda pisdndoles la cabeza lo que tampoco es un buen fin. ;Nuestro ani- mal se comportaba de otra manera antes de la ingestion del fruto por los hombres? No lo creo y eso me hace pensar que no hay cas- tigos. Dios enfrenta a los seres humanos con la opcién que han ele- gido y les describe el cuadro de su futuro. éQué le dice Yahvé a la mujer? “Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos, con dolor parirds los hijos. Hacia tu marido iré tu apetencia y él te dominaré”. Gn 3,16. Unas palabras para la hembra que han servido de nuevo para sustentar que la sujecién de la 59

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