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Tranvía rural de integración:

oportunidades que asoman


En el marco del desmantelamiento del sistema ferroviario nacional llevado a cabo como política de estado desde mediados del siglo pasado,
muchos pueblos se encuentran hoy en proceso de extinción como resultado del aislamiento regional en el que quedaron inmersos. Desde esta
perspectiva, se presenta a continuación un caso de intervención llevado a cabo en un municipio rural de la provincia de Buenos Aires, que intenta
capitalizar alguna de las pocas oportunidades que asoman en este complejo escenario. En Argentina, la desactivación del sistema ferroviario
significó la pérdida de un extraordinario patrimonio, estructurante de la red urbana nacional, motor de economías regionales, generador de
ciudadanía y símbolo del desarrollo. Históricamente, muchos pueblos rurales fueron creciendo y desarrollándose al ritmo de la red ferroviaria.

El denominado “ferrocidio” se inició a finales de la década de 1950, con la desactivación de algunos ramales y una incipiente privatización, que
comenzó con la tercerización de algunas funciones del servicio ferroviario; y culminó en la década de 1990, con la desactivación de
aproximadamente el 80% del sistema ferroviario nacional y el cierre de más de 800 estaciones.
La decisión política a favor del transporte automotor primero, el progresivo deterioro del parque ferroviario luego, y el cierre de ramales o el
cambio de su finalidad a circuitos de carga prácticamente monopólicos, provocaron el aislamiento de muchas poblaciones rurales. Esta situación
impulsó a más de 1 millón de personas a emigrar a las grandes ciudades, abandonar sus principales actividades productivas asociadas al agro y
también a la industria ferroviaria, llevó a la extinción a centenares de pueblos rurales.
Lo que quedó es un inmenso cementerio reticulado de acero, grandes extensiones de tierra, talleres, galpones y maquinaria de gran
valor económico e histórico, en muchos casos objeto de subastas, ventas absurdas no registradas, actos de vandalismo y sustracción. Completan
ese paisaje pueblos rurales y pequeñas ciudades en decadencia, al borde de la extinción, desconectados de otros centros urbanos y rurales,
y de ciudades intermedias.

Efectos en un municipio rural

El municipio de Lobos se localiza en el centro sudeste de la provincia de Buenos Aires (Argentina). Tiene una superficie de 1,7 mil km2 y está
representado por llanuras con algunas depresiones y varias lagunas, entre ellas, la conocida Laguna de Lobos. Tiene una población de 36 mil
habitantes, concentrados de manera predominante en la ciudad cabecera, Lobos. Y existe una amplia red de núcleos urbanos dispersos que
conforman un conjunto de pequeñas localidades emplazadas en el interior: Antonio Carboni, Elvira, Salvador María,
Bahía de los Lobos, Villa Logüercio y Zapiola.

En las localidades se desarrollan actividades productivas relacionadas principalmente con el sector agropecuario, lechero y de productos lácteos,
turismo de laguna y de campo, y la práctica de polo y sus actividades asociadas, como la cría de caballos. La Laguna y los cascos de algunas
estancias y estaciones de ferrocarril son los recursos turísticos naturales y patrimoniales más importantes de un área rural que sufre situaciones de
aislamiento debidas a la falta de caminos asfaltados y a la desactivación del servicio ferroviario, origen de las localidades.
Estas numerosas localidades, insertas en un extenso territorio fuertemente dependiente de la ciudad cabecera de Lobos, a la que accedían mediante
el sistema ferroviario para desplazar bienes y personas, que se encuentran desde hace más de una década inmersas en un proceso retractivo
producto de la migración poblacional (predominantemente de tipo juvenil, sin posibilidades de desarrollo personal) y de pérdida de competitividad
productiva (ante la imposibilidad de movilizar las materias primas generadas en los campos), como resultado del desmantelamiento de la red
ferroviaria nacional.

Los desequilibrios territoriales


En este contexto, los desequilibrios territoriales presentados implican una pérdida del potencial de desarrollo endógeno y de distribución equitativa
de la riqueza. El sistema actual de relaciones en el interior del municipio se basa en la implantación exclusivamente vial, que no hace más que
acentuar la centralidad de la Ciudad de Lobos y relegar a las localidades rurales tanto en términos agro-productivos, como turístico-culturales y de
oferta de servicios diversificados.
A nivel local, los principales problemas identificados se caracterizan por un desarrollo desigual de las localidades, expresado en la distribución de
infraestructuras, en los servicios básicos y equipamientos, en las diferencias de accesibilidad, en la dificultad creciente para la provisión de
servicios públicos; en la creación de empleos y mano de obra capacitada, en conflictos entre usos del suelo y, consecuentemente, en problemas
vinculados con el paisaje y con el ambiente.
De modo que la reactivación del sistema ferroviario entre pueblos rurales y entre éstos y las ciudades intermedias próximas, a partir de la
recuperación de infraestructura hoy considerada obsoleta y la puesta en marcha de un sistema de transporte ferroviario liviano –a modo de tren
ligero- orientado al transporte de pasajeros y mercadería liviana, permitiría reactivar las economías rurales en el municipio, conectar personas y
lugares, revalorizar la cultura ferroviaria y recobrar los elementos identitarios de esos pueblos, con un fin social y promotor del desarrollo urbano.
Un transporte que integre áreas rurales
En el marco del Plan Estratégico elaborado recientemente para el municipio de Lobos se planteó como cuestión estructural evitar el desarraigo de
la población residente en las localidades del interior rural y utilizar la capacidad instalada para articular a los diferentes nodos urbanos dispersos.
La propuesta consistió en la puesta en funcionamiento de un servicio de tranvía rural que vincule a todas las localidades del municipio.

El traslado de pasajeros y bienes en áreas rurales se realiza hoy en automóvil, transporte público automotor y camiones; por calles y rutas de tierra
o de precarias condiciones, fuertemente dependientes de las condiciones climáticas. Este servicio propuesto aprovecha la traza de las vías
desactivadas de trocha ancha, con pequeños vagones de pasajeros y furgones recuperados. Con una baja velocidad de circulación, permite generar
estaciones en los mismos pueblos rurales para conectarlos con ciudades próximas.

Algunos de los beneficios que ofrece este servicio para las comunidades rurales son: la recuperación de infraestructura obsoleta, de gran valor
económico, social y cultural; la generación de fuentes de trabajo directas e indirectas; la conexión de pueblos rurales hoy aislados entre sí; y el
rescate de los valores identitarios que el ferrocarril reproduce en los pueblos rurales de todo el territorio nacional.
Alcances de la propuesta generada

El Tranvía Rural es un sistema de transporte liviano, de capacidad moderada, y que equivale a un ómnibus sobre vía férrea. El proyecto tiende a
establecer un servicio regular a las localidades del interior, aprovechando el tendido ferroviario existente, que está en condiciones de rodadura. Se
habilitaría un servicio compuesto de una formación autopropulsada con una frecuencia de pasaje periódica por cada localidad rural, vinculándolas
entre sí y con ciudades y centros urbanos regionales.

En términos generales, plantea la recuperación del patrimonio ferroviario existente, que hoy se encuentra obsoleto y en estado de degradación, y
que es generador de vacíos urbanos y de potencial usurpación. Apunta también a ofrecer a las comunidades locales un servicio de transporte
público de vinculación regular que resulte seguro, confiable, eficiente y económico.

Este proyecto de Tranvía Rural para Lobos intenta proporcionar un servicio regional ajustado a las necesidades de las zonas, coordinando sus
operaciones con los demás servicios existentes. El centro operativo del sistema estaría en la zona de “Empalme Lobos”, donde se establecería
también el depósito de base para el alistamiento y la mecánica ligera, con suministro de combustible y mantenimiento general.
De problemas a oportunidades

En este contexto, el tranvía rural vincularía a las localidades de Villa Elvira, Antonio Carboni, Empalme Lobos, Villa María, Salvador Logüercio,
y Zapiola, con la Ciudad cabecera del municipio de Lobos. Para ello, se ha considerado recuperar algunos coches ingleses de trocha ancha. Y,
como complemento, se aprovecharían los “cuadros” donde están implantadas las estaciones ferroviarias para la siembra y cultivo de variedades
vegetales, para abastecimiento a la ciudad central mediante el fleteo a través del tranvía.

De esta manera, cada estación se convertiría en un centro comunitario de comunicación y de actividades sociales y culturales vinculadas con el
ferrocarril, con comunicaciones, áreas recreativas para turismo, transferencia de pasajeros y encomiendas, reinsertando a las localidades a las
dinámicas regionales. Se trata de un medio de operación no contaminante, considerada de fomento a las pequeñas comunidades rurales.

En consecuencia, las políticas nacionales tienden a generar diversos efectos de escala micro-regional que no son contemplados ni mitigados. Sin
embargo, desde lo local es posible comenzar a producir algunas acciones para su salvaguarda. En este caso, entre las secuelas del
desmantelamiento ferroviario se abrió una oportunidad para desarrollar un tranvía rural que le devuelva integración regional a aquellas pequeñas
localidades aisladas como resultado de decisiones de niveles superiores de gobierno.
© Guillermo Tella

En: Tella, Guillermo. (2013), “Argentina: Tranvía Rural de integración regional. Oportunidades tras el desmantelamiento ferroviario”. En: Alicante, España; Revista
Digital I-Ambiente, El Portal del Medioambiente (octubre 25).

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