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Grupo: MI-IDHU-1801-B2-005
En primera instancia, el objeto es “aprobar el examen final” del profesor, un “buen acto” en la vida
de todo estudiante; sin embargo, para lograr el cometido, se consideran todos los fines posibles, es
decir, “aprobar el examen final de cualquier manera”.
Como se observa claramente en el video, cada uno de los alumnos planteó una estrategia diferente
para cumplir con el objetivo: algunos optaron por desarrollar creativos acordeones, como en las
servilletas o en la piel; en tanto, otros decidieron sacar sus aparatos electrónicos en donde,
seguramente, contaban con una copia de los apuntes. Los métodos utilizados no fueron los
adecuados, por lo que podemos catalogarlos como “actos malos”, ya que la mejor y única opción a
considerar por la platilla de alumnos debieron ser los conocimientos previamente adquiridos y
almacenados en cada una de sus mentes. ¿Acaso no se sienten completamente seguros?
Finalmente, la circunstancia en que se dio fue la poca o nula preparación de los alumnos, lo cual
podría se etiquetado, también, como “mala”. Los estudiantes debieron prepararse de forma óptima
para la realización del examen. A pesar de ello, podrían surgir incogniticas como: ¿la prueba estaba
alineada con los saberes adquiridos en el aula? o ¿qué tan bueno es el profesor para todos sus
pupilos prefirieron utilizar un tipo de trampa para pasar? Quizás, son preguntas que no podamos
responder, pero que habrían sido un factor decisivo.
Referencias Bibliográficas