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EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR

ACTO I

CUADRO I

ESCENA I:

(Se sube el telón y se puede ver al emperador frente a un inmenso espejo, esa parte está
iluminada. Un poco más apartado está un hombre. Suena un timbre)

SIRVIENTE: Señor, dos comerciantes quieren verle ¿Les hago subir, Majestad?

EMPERADOR: Sí, por favor.

SIRVIENTE: Aquí están.

(Se escucha cómo están subiendo las escaleras)

ESCENA II: (El emperador está sentado frente a un armario de madera y oro, le acompañan
dos hombres, con unas ropas viejas y sucias)

EMPERADOR: (Asombrado por sus vestimentas) Que sea rápido, no tengo mucho tiempo, ¡el
armario me espera!

COMERCIANTE I: ¿Nos permitiría hacerle un traje nuevo?

EMPERADOR: (Abriendo el armario) Ya tengo demasiados trajes elegantes, no me hacen falta


más.

COMERCIANTE II: Este traje es diferente, no será cómo los demás. Será invisible y los que no
puedan verlo, serán un poco tontos y no muy virtuosos con el sentido de la vista.

EMPERADOR: Me gusta, os daré un único día.

COMERCIANTES: ¡Un solo día!

(Todos quedan paralizados menos los comerciantes, estos se acercan al público)

COMERCIANTE I: No me importan los días, ya que no tendremos que coser ningún traje.

CUADRO II

ESCENA I:

(Hay mucha luz, en el centro del escenario se ve una máquina para coser. En el escenario hay
tres hombres, parecen ser los comerciantes y el emperador)

EMPERADOR: Este será vuestro espacio de trabajo, os traeremos lo necesario.


COMERCIANTES: Muchas gracias Majestad, con este esplendido lugar de trabajo acabaremos
en seguida.

(El emperador se está yendo de escena)

COMERCIANTE I: La tela, el hilo, el sedal y la aguja.

COMERCIANTE II: (Levantando el brazo para pincharle a su compañero) ¡Vale, lo tenemos


todo!

COMERCIANTE I :(Poniendo la mano sobre el brazo donde le ha pinchado) Au, me has hecho
daño.

EMPERADOR: ¡Menos hablar y más coser! Os repito que quiero mi traje para mañana por la
tarde ¡Vamos!

COMERCIANTE I: (Dirigiéndose a su amigo) No tienes hambre, porque yo sí.

EMPERADOR: Como se está haciendo de noche os traerán la cena.

COMERCIANTE II: Gracias, buenas noches Majestad.

(El emperador se da la vuelta y sale de escena por el lado derecho)

ACTO II

ESCENA I:

(Está todo a oscuras, menos una parte iluminada con velas. Se pueden ver a dos hombres
tumbados en unos bloques de paja y a su lado un trozo de la máquina)

COMERCIANTE I: (Comiéndose un manjar a escondidas) El emperador se cree que nosotros


le vamos a coser un traje invisible ¡Ja!

COMERCIANTE II: Además, piensa que trabajaremos día y noche, ¡Que lo haga él, si quiere!

(Se oye cómo alguien llama a la puerta)

COMERCIANTE II: (Escondiendo la comida) Sí, ¿Quién és?

SIRVIENTE: Soy yo, el sirviente, que vengo a traeros la cena, disculpen que nos hayamos
atrasado.

COMERCIANTES: Pase, pase.

SIRVIENTE: ¿Cómo va ese traje?

COMERCIANTES: (Fingiendo coger el traje, cogen una percha) Llevamos la mitad, aquí puede
verlo (Dirigiéndose a su compañero) La verdad es que nos aquedado bastante bien, ¿No?
SIRVIENTE: Muy bonito, muy bonito (Mira al público con cara de que él no ve nada) ¡És
precioso!

ACTO II

CUADRO II

ESCENA I

(El emperador está frente al espejo y el sirviente a su lado)

EMPERADOR: ¿Cómo va mi traje nuevo?

SIRVIENTE: Majestad, ayer fui a verlo, ¡Es precioso!

EMPERADOR: Pues, ¡Baja otra vez!

ACTO III

ESCENA I

(Se ve a dos hombres fingiendo coser algo)

SIRVIENTE: (Llamando a la puerta) Abridme, soy la sirvienta. El emperador me ordena bajar a


ver cómo va su traje.

COMERCIANTES: ¿A que és precioso? ¿Lo ves, no?

SIRVIENTE: Sí, sí, claro que lo veo, es hermoso.

COMERCIANTES: Menos mal, porque si no es que no ves bien. Le faltarán unos arreglos.

ESCENA II

(Se oye cómo alguien baja las escaleras)

SIRVIENTE: El emperador está bajando, hacerle espacio.

TODOS: (Menos el emperador se arrodillan) Majestad, ¿quiere ver su traje?

EMPERADOR: Claro, sino a qué he venido ¡Enseñádmelo!

COMERCIANTE I: (Simulando sujetar el traje por la parte de arriba) ¿A que és hermoso?

EMPERADOR: (Con miedo) Sí, lo veo, aunque le podríais poner más tela.

COMERCIANTES: Pero, si lleva un montón. Menos mal que este pueblo, ciudad o lo que sea,
tiene un emperador con buena vista.
EMPERADOR: Sirvienta, súbeme el traje. No puedo faltar a este acto. Me llevan a las cinco.
(Mirándose en un reloj) Sí, sí eso marca mi reloj de madera y oro.

ACTO IV

(Se ve una tarima de madera con un montón de gente alrededor)

SIRVIENTE: Os presentamos al emperador con su nuevo traje invisible, si no lo veis, tontos


seréis.

(Suena una música real)

EMPERADOR: (Caminando por la tarima) Una vez más, vuestro emperador, con un traje digno
de un emperador. (Va vestido con un mono color carne)

NIÑO: Pero, ¡Si va desnudo!

EMPERADOR: (Se va del escenario) Nooo, me han avergonzado delante de toda la gente.

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