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El hombre es un ser sociable, por lo tanto establece con los demás diferentes formas de
comunicación. La más rica y compleja es la comunicación lingüística, ejecutada bajo la forma de una
unidad expresiva conocida como discurso.
Según el uso corriente un discurso es un mensaje (verbal y oral) dirigido a un público. Su principal
función ha sido desde sus orígenes comunicar o exponer, pero con el objetivo principal de persuadir.
Tipos de discurso
Discurso narrativo: este discurso expone una serie de hechos a través de una trama y argumento. El
discurso narrativo si bien predomina en textos literarios, también se los puede encontrar por
ejemplo, en los noticieros. Su estructura contiene un inicio, nudo y desenlace. A lo largo de este se
presenta una intriga que es la que mantiene al receptor atento ya que no se la resuelve hasta el final.
Discurso expositivo: los discursos de este tipo buscan explicar de manera concisa, clara y objetiva una
temática en particular. La estructura de estos discursos está compuesta por una introducción, en la
que se aclara el tema que será tratado, la explicación y, por último, un resumen o epílogo donde se
repasen las principales nociones tratadas.
Discurso argumentativo: este discurso tiene la función de convencer al receptor sobre una
determinada cuestión por medio de su entendimiento lógico. Para esto, los argumentos a los que
acuda el emisor deben ser sustentados de manera racional, debe sonar convincente, no se debe
avasallar al receptor, sino que este sienta que se transmite una verdad universal. La estructura de
este tipo de discursos se compone de una tesis o idea a demostrar, que se plantea al principio, luego
se exponen los argumentos y finalmente la conclusión, en la que se reafirma la idea inicial pero con
las justificaciones racionales ya expuestas.
Discurso informativo: este tipo de discursos, también conocidos bajo el nombre de referencial,
transmite datos con precisión y de manera concreta provenientes de la realidad. El emisor expone su
discurso de manera objetiva y directa, tratando de dejar a un lado sus opiniones personales. El
discurso informativo se caracteriza por el uso de la tercera persona, tiempo verbal indicativo,
oraciones impersonales y en el que muchas veces se presentan conceptos técnicos.
Discurso publicitario: este discurso tiene como función vender algún servicio o producto. Para
alcanzar dichos objetivos, debe resultar atractivo a sus receptores, llamar su atención, ser breve,
dejar de lado toda aquella información sobre el producto que puedan perjudicar las ventas. También
debe ser variado y carente de monotonía.
Discurso improvisado. Es cuando se tiene la habilidad para expresar sus ideas con naturalidad,
fundamento y elocuencia.
Discurso preparado. Leídos, dichos de memoria, memorizando el resumen.
1. Elige tu tema.
Un buen discurso es sobre una cosa. Debe haber un mensaje que tenga que ver con la ocasión del
discurso. Debe reflejar los intereses de tu audiencia, las sensación de la ocasión y, aún mejor, tener
algo que decir que sea relevante.
Una respuesta concisa a la pregunta "¿Qué quiero lograr con mi discurso?" te simplificará las cosas y
te ayudará a definir claramente lo principal: tu objetivo.
Siempre en un discurso unos temas son más importantes que otros, por lo que tendremos que
establecer un orden adecuado. Habrá que ordenarlo desde su problemáticas hasta su posible
solución.
4. Prepara la introducción
El orden de ideas que definiste en el cuarto paso es exactamente el mismo que te servirá para
presentar un anticipo de lo que les dirás. Este anticipo es opcional y dependerá de las circunstancias
así como del tiempo de que dispongas.
5. Prepara la conclusión
El final del discurso es para pedirle al oyente que reflexione sobre lo explicado o que haga algo al
respecto. Tiene dos partes fundamentales: 1) Una solicitud y 2) una motivación
6. Ensaya el discurso
La práctica y ensayo de todos los discursos es fundamental. Además también resulta muy positivo
ensayarlo ante una grabadora para después analizar los posibles errores cometidos. El empleo de un
cronómetro para el ensayo es también importante.
Escribe las pausas. Aunque el discurso no debe ser leído directamente, ensayarlo con las pausas
escritas te ayudará a recordar cuando lo estés presentando.
Anota algunas señales corporales. Aunque en última instancia deben ser naturales y no pueden
formar parte de un guión, hacer algunas donde quieras enfatizar un punto con tu cuerpo (con tu
rostro, cara, etc.) puede ayudar a refrescar tu mente en el proceso de ensayo.
Haz un esquema del discurso en fichas. ya que no estarás leyendo tu discurso, es una buena idea
tener un esbozo escrito de la presentación como una referencia para que no te olvides de nada.
Como por ejemplo agradecer a la audiencia por su atención y al comité por pedirte que hables.
Bibliografía