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Érase una vez en una hermosa ciudad, en la que vivían una hermosa
jovencita y su familia, a quién por sus múltiples peticiones y con
acontecimiento de su cumpleaños número 13, recibiría un teléfono celular de
última tecnología. Cabe aclarar que la bella jovencita recibía de cariño el
seudónimo de Caperucita Roja por parte de sus familiares, porque recibió
durante su infancia una hermosa capa roja, la cual utilizo unos años con gran
frecuencia.
Los padres carentes de información importante del aparato
electrónico que le obsequiaron a la menor y quizá un tanto irresponsables, por
desconocer y no citar al menos en un navegador de confianza, un poco acerca
de las ventajas que traería su uso y de las desventajas que se derivarían de su
uso inapropiado, se limitaron al creer que conocer medianamente su manejo,
sería lo más relevante.
Caperucita roja estaba cautivada con un celular tan novedoso, por ello
constantemente como una especial adicción inspeccionaba sus herramientas.
Con el permiso de sus padres, creo una cuenta en una de las redes sociales más
utilizadas por su círculo social y que les sirviese como medio de comunicación
frecuente. Su abuela que entre esos días visitaba su casa, le recomendó que le
escribiese con frecuencia, pues ella también usaba redes sociales en su móvil,
“era una abuela muy actualizada”.
Una vez la abuela regresó a su casa, en otra Ciudad; la bella caperucita
le escribía cada día y tenía al tanto a sus padres sobre ella, pues ellos por sus
oficios no frecuentaban tan constantemente el mundo virtual. Al igual que en
la versión clásica, su madre le advirtió que no hablase con desconocidos, sino
que se limitase a conversar solamente con sus amigos y familiares. Pero esta
jovencita, recibiría sorpresivamente mientras saludaba a su abuelita, la
solicitud de contacto de un apuesto joven, que según información y fotografías
publicadas, revelaba que tenían algunas amigas en común y vivía en una ciudad
vecina.
Al observar cada una de sus fotos, notaba que las fotografías mostraban
a un joven sumamente apuesto y si ella no se equivocaba oscilaban en edad,
¿De quién se tratará?, ¿Por qué quiere ser mi amigo?, en su cabeza nadaban un
sinnúmero de preguntas sobre este desconocido, tan sólo estaba segura que
jamás lo había visto personalmente. El desconocido partió su comunicación,
enviándole un breve saludo, pero Caperucita no respondió al mensaje, recordó
lo dicho por su madre, pero también recordó que en días anteriores, en la
celebración del día del Idioma, sus profesores les habían advertido, valiéndose
de una dramatización sobre el peligro de conversar con extraños en las redes
sociales y el ejemplo citaba un final muy cruel.
Caperucita por su edad, era una niña muy susceptible al peligro y podía
ser fácilmente la víctima de una mala persona en las redes sociales. Este
desconocido continuaba enviándole mensajes y como sé, que ya imaginaron de
quién se trataba, ¡pues acertaron!, ese aparente joven apuesto e insistente; era
el Lobo Feroz, quién por esos días asechaba a muchas niñas a través de las
redes sociales, se valía de crear perfiles falsos y en otras ocasiones robaba la
información de algunos chicos despistados que ofrecían toda su información
personal a todo público, así delinquía este Lobo en el Mundo virtual.
Pero este cuento dispone de un final feliz para Caperucita, pues ella fue
muy obediente e inteligente y evitó seguir con esta conversación, le contó
inmediatamente a su madre, quien a pesar de desconocer mucho sobre la
tecnología, estaba atenta al cuidado de su hija, solicitó ayuda de la profesora de
informática, quién les enseñó unos lineamientos de seguridad en las redes
sociales, para evitar que los desconocidos les enviasen mensajes y observaran
su información personal.
P.D.
No olviden hacer referencia al elogio popular: “La Seguridad SUPERA La
Confianza”.
Las Tecnologías de la Información y La Comunicación: son sumamente
valiosas, aprovechen al máximo su utilidad con los mejores propósitos para su
formación humana y académica.
Recuerden que el Mundo Tecnológico es muy complejo y cada día camina a
pasos agigantados, y que por su seguridad no pueden adentrarse a su
navegación sin previa formación y menos aún sin el equipo de protección
adecuado.
La Ignorancia además de guiarnos a un laberinto sin salida, puede ser la mejor
cómplice para cometer delitos informáticos. Por ello siempre es vital Conocer
e Informarnos en materia del manejo de las herramientas tecnológicas que nos
causen especial atracción para utilizar o utilicemos ya con frecuencia.
¡Aprovechen las utilidades de la Nueva Era Tecnológica. Ayuden a Otros.
Contribuyan al bienestar de la Humanidad y del Planeta con Ideas
Creativas y Novedosas que puedan ser difundidas y conocidas por los
nuevos medios. Protejan su información Personal y la de los Suyos.
Mucho Cuidado de los Lobos con piel de oveja, están inmersos en las
Redes Sociales. Y no intenten jamás cometer agravios por algún
resentimiento en contra de otros, valiéndose de las Nuevas Herramientas.
Etc.(…) !