L£RICA
45
SONETO 70
Quiero escribir, y el Ilanto no me deja;
pruebo a Ilorar, y no descanso tanto;
vuelvo a tomar la pluma, y vuelve el Ilanto:
todo me impide el bien, todo me aqueja.
Si el Ianto dura, el alma se me queja;
si el escribir, mis ojos; y si en tanto
por muerte, 0 por consuelo, me levanto,
de entrambos la esperanza se me aleja.
Ve blanco, al fin, papel, y a quien penetra
el centro deste pecho que me enciende
le di (si en tanto bien pudieres verte)
que haga de mis lagrimas la letra,
pues ya que no lo siente, bien entiende:
que cuanto escribo y Iloro todo es muerte.
12!
1¢L{RICA 127
42
SONETO 61
Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oir la dulce voz de una sirena
y no poder del drbol desasirse;
arder como la vela y consumirse 5
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamés arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada, sobre fe, paciencia, 10
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que Ilaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.49
AL TRIUNFO DE JUDIT
SONETO 94
Cuelga sangriento de la cama al suelo
el hombro diestro del feroz tirano,
que opuesto al muro de Betulia en vano,
despidié contra sf rayos al cielo.
Revuelto con el ansia el rojo velo 5
del pabellén a la siniestra mano,
descubre el espectéculo inhumano
del tronco horrible, convertido en hielo.
Vertido Baco, el fuerte arnés afea
los vasos y la mesa derribada, 10
duermen las guardas, que tan mal emplea;LOPE DE VEGA
y sobre la muralla coronada
del pueblo de Israel, la casta hebrea
con la cabeza resplandece armada.136
LOPE DE VEGA
56
SONETO 126 —
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
Aspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo, 5
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengafio,
beber veneno por licor siiave, 10
olvidar el provecho, amar el dafio;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengafio:
esto es amor: quien lo probé lo sabe.Me VIVINY Y VARY VIVRE OWES.
58
A LA NOCHE
SONETO 137
Noche, fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista
los montes Ilanos y los mares secos;
habitadora de celebros huecos, 5
mecanica, fildsofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos:
la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solicita, poeta, enferma, fria, 10
manos del bravo y pies del fugitivo.
Que vele o duerma, media vida es tuya:
si velo, te lo pago con el dia,
y si duermo, no siento lo que vivo.94
XVIII
{Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
{Qué interés se te sigue, Jests mio,
que a mi puerta cubierto de rocio
pasas las noches del invierno escuras?
{Oh cuanto fueron mis entrafias duras, 5
pues no te abri! {Qué extrafio desvario,
si de mi ingratitud el hielo frio
sec6 las Ilagas de tus plantas puras!
i;Cudntas veces el Angel me decia:
“Alma, asOmate agora a la ventana, 10
veraés con cudnto amor Ilamar porfia!”
iY cudntas, hermosura soberana,
“Mafiana le abriremos”, respondia,
para lo mismo responder majfiana!92
XIV
Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo suefio,
Tu, que hiciste cayado de ese lefio,
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos, 5
pues te confieso por mi amor y duefio,
y la palabra de seguirte empefio
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados, 10
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados;
épero cémo fe digo que me esperes,
si estés para esperar los pies clavados?101
A UNA CALAVERA
SONETO
XLIIL
Esta cabeza, cuando viva, tuvo
sobre la arquitectura destos huesos
carne y cabellos, por quien fueron presos
los ojos que, mirdndola, detuvo.L{RICA 203
Aqui la rosa de la boca estuvo, 5
marchita ya con tan helados besos;
aqui los ojos de esmeralda impresos,
color que tantas almas entretuvo.
Aqui la estimativa en que tenia
el principio de todo el movimiento, 10
aqui de las potencias la armonia.
iOh hermosura mortal, cometa al viento!,
édonde tan alta presuncién vivia
desprecian los gusanos aposento?109
A LA MUERTE DE CARLOS FELIX
Este de mis entrafias dulce fruto,
con vuestra bendicién, oh Rey eterno,
ofrezco humildemente a vuestras aras;
que si es de todos el mejor tributo
un puro corazén humilde y tierno, 5
y el mas precioso de las prendas caras,
no las aromas raras
entre olores fenicios
y licores sabeos,
os rinden mis deseos, 10
por menos olorosos sacrificios,
sino mi corazén, que Carlos era;
que en el que me quedé, menos os diera.
Diréis, Sefior, que en daros lo que es vuestro
ninguna cosa os doy, y que querria 15
hacer virtud necesidad tan fuerte,
y que no es lo que siento lo que muestro,
pues anima su cuerpo el alma mia,
y se divide entre los dos la muerte.214
LOPE DE VEGA
Confieso que de suerte 20
vive a la suya asida,
que cuanto a la vil tierra,
que el ser mortal encierra,
tuviera mas contento de su vida;
mas cuanto al alma, {qué mayor consuelo 25
que lo que pierdo yo me gane el cielo?
Péstrese nuestra vil naturaleza
a vuestra voluntad, imperio sumo,
autor de nuestro limite, Dios santo;
no repugne jamds nuestra bajeza, 30
suefio de sombra, polvo, viento y humo,
a lo que vos queréis, que podéis tanto;
afréntese del Ilanto
injusto, aunque forzoso,
aquella inferior parte 35
que a la sangre reparte
materia de dolor tan lastimoso,
porque donde es inmensa la distancia,
como no hay proporcidén, no hay repugnancia.
Quiera yo lo que vos, pues no es posible 40
no ser lo que queréis, que no quiriendo,
saco mi dafio a vuestra ofensa junto.
Justisimo sois vos: es imposible
dejar de ser error lo que pretendo,
pues es mi nada indivisible punto. 45
Si a los cielos pregunto
vuestra circunferencia
inmensa, incircunscrita,
pues que sdlo os limita
con margen de piedad vuestra clemencia, 50
29 autor de nuestro limite, autor de nuestra vida y muerte.
38-39 Donde la distancia es grande las proporciones arquitec-
ténicas no se pueden apreciar exactamente y de aqui que no
repugnen, que no estén en contradiccién con otras ya cono-
cidas.
42 Es decir: “Saco junto a mi dafio vuestra ofensa.”
LIRICA
ioh guarda de los hombres!, yo gqué puedo
adonde tiembla el serafin de miedo?
Amébaos yo, Sefior, luego que abristes
mis ojos a la luz de conoceros,
y regaléme el resplandor siiave.
Carlos fue tierra; eclipse padecistes,
divino Sol, pues me quitaba el veros,
Opuesto como nube densa y grave.
Gobernaba la nave
de mi vida aquel viento
de vuestro auxilio santo
por el mar de mi Ilanto
al puerto del eterno salvamento,
y cosa indigna, navegando, fuera
que rémora tan vil me detuviera.
iOh cémo justo fue que no tuviese
mi alma impedimentos para amaros,
pues ya por culpas proprias me detengo!
iOh cémo justo fue que os ofreciese
este cordero yo para obligaros,
sin ser Abel, aunque envidiosos tengo!
Tanto, que a serlo vengo
yo mismo de mi mismo,
pues ocasién como ésta
en un alma dispuesta
la pudiera poner en el abismo
de la obediencia, que os agrada tanto,
cuanto por loco amor ofende el Ilanto.
iOh quién como aquel padre de las gentes,
el hijo solo en sacrificio os diera,
y los filos al cielo levantara!
No para que, con alas diligentes,
79 Abraham.
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80216
LOPE DE VEGA
ministro celestial los detuviera,
y el golpe al corderillo trasladara,
mas porque calentara 85
de rojo humor la pefia,
y en vez de aquel cordero,
por quien corrié el acero,
y cuya sangre humedecié la lefia,
muriera el angel, y, trocando estilo, 90
en mis entrafias comenzara el filo.
Y vos, dichoso nifio, que en siete afios
que tuvistes de vida, no tuvistes
con vuestro padre inobediencia alguna,
corred con vuestro ejemplo mis engajios, 95
serenad mis paternos ojos tristes,
pues ya sois sol, donde pisdis la luna;
de la primera cuna
a la postrera cama
no distes sola un hora 100
de disgusto, y agora
parece que le dais, si asf se llama
lo que es pena y dolor de parte nuestra,
pues no es la culpa, aunque es la causa, vuestra.
Cuando tan santo os vi, cuando tan cuerdo, 105
conoci la vejez que os inclinaba
a los frios umbrales de la muerte;
luego lloré lo que ahora gano y pierdo,
y luego dije: “Aqui la edad acaba,
porque nunca comienza desta suerte.” 110
éQuién vio rigor tan fuerte,
y de razén ajeno,
temer por bueno y santo
lo que se amaba tanto?
Mas no os temiera yo por santo y bueno, 115
si no pensara el fin que prometia,
quien sin el curso natural vivia.
L{RICA
Yo para vos los pajarillos nuevos,
diversos en el canto y las colores,
encerraba, gozoso de alegraros;
yo plantaba los fértiles renuevos
de los arboles verdes, yo las flores,
en quien mejor pudiera contemplaros,
pues a los aires claros
del alba hermosa apenas
salistes, Carlos mio,
bafiado de rocfo,
cuando, marchitas las doradas venas,
el blanco lirio convertido en hielo,
cay6 en la tierra, aunque traspuesto al cielo.
iOh qué divinos pdjaros agora,
Carlos, gozdis, que con pintadas alas
discurren por los campos celestiales
en el jardin eterno, que atesora
por cuadros ricos de doradas salas
mas hermosos jacintos orientales,
adonde a los mortales
ojos la luz excede!
iDichoso yo, que os veo
donde esté mi deseo
y donde no tocé pesar, ni puede;
que sélo con el bien de tal memoria
toda la pena me trocdis en gloria!
Qué me importara a mi que os viera puesto
a la sombra de un principe en la tierra,
pues Dios maldice a quien en ellos fia,
ni aun ser el mismo principe compuesto
de aquel metal del sol, del mundo guerra,
que tantas vidas consumir porfia?
La breve tirania,
la mortal hermosura,
la ambicién de los hombres
con titulos y nombres,
que la lisonja idolatrar procura,
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150218
LOPE DE VEGA
al expirar la vida, gen qué se vuelven,
si al fin en el principio se resuelven?
Hijo, pues, de mis ojos, en buen hora
vais a vivir con Dios eternamente
y a gozar de la patria soberana.
iCuén lejos, Carlos venturoso, agora
de la impiedad de la ignorante gente
y los sucesos de la vida humana,
sin noche, sin mafiana,
sin vejez siempre enferma,
que hasta el suefio fastidia,
sin que la fiera envidia
de la virtud a los umbrales duerma,
del tiempo triunfaréis, porque no alcanza
donde cierran la puerta a la esperanza!
La inteligencia que los orbes mueve
a la celeste maquina divina
dara mil tornos con su hermosa mano,
fuego el Leén, el Sagitario nieve;
y vos, mirando aquella esencia trina,
ni pasaréis invierno ni verano,
y desde el soberano
lugar que os ha cabido,
los bellisimos ojos,
paces de mis enojos,
humillaréis a vuestro patrio nido;
y si mi Ilanto vuestra luz divisa,
los dos claveles bafiaréis en risa.
Yo os di la mejor patria que yo pude
para nacer, y agora, en vuestra muerte,
entre santos dichosa sepultura;
resta que vos roguéis a Dios que mude
mi sentimiento en gozo, de tal suerte,
que a pesar de la sangre que procura
cubrir de noche escura
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L{RICA 219
la luz de esta memoria, 190
vivéis vos en la mia;
que espero que algtin dia
la que me da dolor me dard gloria,
viendo al partir de aquesta tierra ajena,
que no queddis adonde todo es pena. 195
110
AGUSTINO A DIOS
Debajo de una higuera estd sentado,
los ojos hechos fuentes, Agustino,
herido el corazén de amor divino.
“(Hasta cuando, Sefior, dice llorando,
diré ‘mafiana voy’, pues no te sigo? 5
Que, en viéndola llegar, lo mismo digo.
"Siempre, Sefior, te digo ‘espera un poco’,
y pasan tantos pocos cada dia,
que sola tu piedad me esperaria.
"4De qué sirven las ciencias, si nos quitan 10
mil ignorantes, sin mover los labios,
el cielo de las manos a los sabios?
"Quien no sabe seguirte no se alabe
que sabe alguna cosa en esta vida,
pues de la eterna, que eres tt, se olvida. 15
"Despiértame, Sefior, de tanto olvido,
y ocupa mi memoria de manera,
que viva todo en Ti y al mundo muera.
5-6 Como ya dije en la p. 198, procede de las Confesiones,
VIII, 12.LA DOROTEA
125
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No sé qué tiene el aldea 5
donde vivo, y donde muero,
que con venir de mi mismo,
no puedo venir mas lejos.
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento 10
que un hombre que todo es alma
esta cautivo en su cuerpo.
125 La Dorotea. Accién en prosa. De Frey Lope Felix de Vega Car-
pio del habito de San Ivan. Al ilustrissimo Sefior Don Gaspar
Alonso Perez de Guzman el Bveno, Conde de Niebla [...] Afto
1632, en Madrid, en la Imprenta del Reyno. A costa de Alonso
Perez Librero de Su Magestad. Pero los traslado de la edic. de
Edwin S. Morby (Madrid, Castalia, 1968), pp. 87, 217, 273,
318, 377 y 386.
1 Sobre el tema de la soledad, véase el libro de Karl Vossler,
La soledad en la poesia espafiola (Madrid, 1941); L. Spitzer,
“A mis soledades yoy”, RFE, XXIII (1936), pp. 397-9, y
W. L. Fichter y F. Sanchez Escribano, “The Origin and Cha-
racter of Lope de Vega’s ’A mis soledades voy’, Hispanic
Review, XI (1943), pp. 304-313.
263264
LOPE DE VEGA
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cémo se sufre a si mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
facilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
El diré que yo lo soy,
pero con falso argumento;
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco,
porque en él y en mi contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
O sabe naturaleza
mds que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
“Sélo sé que no sé nada”,
dijo un fildsofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo mas es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio;
que los que no son dichosos,
écémo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidro quebrado
y que ha de romperse presto.
Sefiales son del jiiicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de mas,
otros por carta de menos.
20
25
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35
40
45
L{RICA 265
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo: 50
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los extrafios, 55
y la de cobre los nuestros.
éA quién no dard cuidado,
si es espafiol verdadero,
ver los hombres a lo antiguo,
y el valor a lo moderno? 60
Todos andan bien vestidos,
y quéjanse de los precios,
de medio arriba romanos,
de medio abajo romeros.
Dijo Dios que comeria 65
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento;
y algunos, inobedientes
a la vergiienza y al miedo, 70
con las prendas de su honor
han trocado los efetos.
Virtud y filosofia
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro, 75
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento:
la mejor vida, el favor
la mejor sangre, el dinero. 80
50 “Ultima caelestrum terras Astrea reliquit”, Ovidio, Meta-
morfosis, I, 150.
68 Génesis, 3, 19.266 LOPE DE VEGA
Oigo tafier las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros, 85
cuyos marmoles eternos
estén diciendo sin lengua
que no lo fueron sus duefios.
jOh! {Bien haya quien los hizo,
porque solamente en ellos 90
de los poderosos grandes
se vengaron los pequefios!
Fea pintan a la envidia;
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben 95
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir,
piden prestado el tintero. 100
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones ni pleitos,
ni murmuraron del grande, 105
ni ofendieron al pequefio;
nunca, como yo, firmaron
parabién, ni Pascuas dieron.
Con esta envidia que digo,
y lo que paso en silencio, 110
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.145
A LA MUERTE DE UNA DAMA, REPRESENTANTA UNICA
Yacen en este mdrmol la blandura,
la tierna voz, la enamorada ira,
que vistis de verdades la mentira
en toda accién de personal figura;
la grave del coturno compostura, 5
que ya de celos, ya de amor suspira,
y con donaire, que, imitado, admira
del tosco traje la inocencia pura.
Fingi6 toda figura de tal suerte,
que, muriéndose, apenas fue creida 10
en los singultos de su trance fuerte.
Porque como tan bien fingid en la vida,
lo mismo imaginaron en la muerte,
porque aun la muerte parecié fingida.