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En contra de la general escasez de términos en la lengua hebrea, abundan en el AT los términos que

indican el pecado. Muchos de ellos están tomados de la vida ordinaria del pueblo y describen unas
situaciones concretas sacadas de la experiencia de Israel con sus resistencias y sus fracasos a lo largo
de su historia.

Los principales términos que se utilizan para indicar el pecado son:

— HATTA': significa una deficiencia; por ejemplo, fallar un objetivo (Jue 20,16), no encontrar lo que
se busca (Job 5,24), dar un paso en falso (Prov 19,2). En sentido moral el término indica la
transgresión de un uso, de una regla establecida (Gén 20,9; Jue 11,37; Lev 4,2.13.27). En sentido
religioso denota la transgresión de una ley divina (Ex 9,27;1 Sam 2,25; 2Sam 12,13); en sentido
cultual la expresión designa el medio para borrar el pecado (Núm 19,9) o el sacrificio por el pecado
(Lev 4,23). Se puede fallar involuntariamente (Lev 4,2.27; Núm 15,27) o de forma deliberada (Núm
15,30).

— `AWÓN: proviene de un verbo que significa cometer una injusticia en sentido jurídico; el nombre
indica una acción conscientemente contraria a la norma recta; por eso significa pecado (Sal 31,1;
51,7; Miq 7,19; Is 65,7), culpa, estado de culpa; por ejemplo, la culpa de los padres (Ex 20,5; 34,7);
a veces designa las consecuencias de la culpa, la pena, el castigo (Gén 4,13; Is 5,18; Sal 40,13).
— PESA': indica rebelión contra un superior político (1Re 12,19; 2Re 8,20), y se aplica también a la
rebelión contra Dios (Is 1,2; Jer 2,29; Am 4,4; Os 7,13; Prov 28,2; 29,22). Sinónimos de este término
son: marah, ser rebelde (Is 1,20; 50,5; Dt 1,26.43; Ez 5,6); bagad, ser infiel al rey (Jue 9,23) y al Señor
(Os 5,7; 6,7; Jer 3,20).

— RASA`: significa no tener razón, ser culpable, a menudo en sentido jurídico (l Re 8,47; Job 9,29;
10,7.15); el nombre se usa para indicar al impío, al criminal (Gén 18,23.25; Jer 12,1; Ez 3,18ss). En
los libros sapienciales es éste el término más usado para indicar a los pecadores, en oposición a los
justos y a los sabios (Sal 1,4.6; 3,8; 10,2; Prov 3,33; 4,14; etc.).

— NEBALAH: indica locura en el sentido de impiedad, malicia (1Sam 25,25; Is 9,16; 32,6; etc.),
realizada por un hombre mental y moralmente deficiente; este término se usa con frecuencia para
designar una culpa de orden sexual (Gén 34,7; Dt 22,21; Jue 19,23s; 2Sam 13,12), contraria a las
costumbres de Israel, y por eso mismo digna de reprobación.

— Diversos vocablos.
Un grupo de vocablos (TUM'AH, ZONAH, TA'AB, ZIMAH) caracteriza al pecado como impureza,
como acción detestable e ignominiosa, como prostitución.

Otros términos ('AWEN, SAW, SEQER) acentúan el aspecto de vanidad, engaño, mentira, malicia.

El grupo de palabras procedentes de las raíces SEGG, SGH, THL, usadas especialmente en Isaías,
Jeremías y Job, subraya el carácter de desviación y de impiedad típico del pecado.
El término ASAM indica la culpabilidad, como resultado de la mala acción que se ha cometido y por
la que hay que ofrecer una expiación (Lev 5ss; Jue 21,22; I Sam 6,3ss; Is 53,10; Jer 42,21).

La voz HNF (mancharse de culpa) expresa de forma penetrante la naturaleza del pecado.

La abundancia y la diversidad de los términos usados para designar el poder demuestran que las
acciones pecaminosas se consideran y se juzgan según diversos puntos de vista.

Del término general de falta se pasa al concepto de transgresión de la norma ética que se deriva de
la revelación. Al lado del aspecto jurídico del acto reprobable se subraya el aspecto moral y cultual.
El grado de la culpa va desde la desviación casual hasta la abierta oposición a Dios.

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