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ESTABLECER CONOCIMIENTOS SOBRE EL BULLYING EN ESTUDIANTES

DE LA UNIDAD EDUCTIVA ALTOS DEL RIO MUNICIPIO BRUZUAL


ESTADO YARACUY
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La violencia escolar se ha convertido en objeto de estudio e intervención


prioritario durante la última década. La preocupación tanto de la comunidad
educativa como de la sociedad sobre los episodios de violencia en los centros
educativos está incluso anteponiendo la necesidad de su respuesta educativa a
los procesos instruccionales.

El Bullying o maltrato entre iguales es un indicador de falta de salud de


la sociedad en la que está inserta la escuela, que por otra parte, no hace ni
más ni menos que reflejar los valores que imperan en aquélla. Esa “dolencia
social” no sólo toma cuerpo en la escuela con el Bullying, sino que se
manifiesta en el ámbito doméstico con el maltrato a las mujeres y en el ámbito
laboral con la plaga del Mobbing que es la mala relación entre supervisor y
supervisado. Se trata de utilizar una posición de poder como individuo o
grupalmente para abusar de otro/a más débil (o física, social y/o
psicológicamente) de forma recurrente e intencional, proceso que acarrea
victimización psicológica y rechazo social en quienes lo sufren. Se trata de
conculcar los mínimos derechos democráticos que cualquier ser humano tiene
a no ser maltratado ni abusado en lo más profundo de su dignidad. Todo ello
en público y con el silencio cómplice de quienes lo contemplan.

Las causas de esta violencia son múltiples y no podemos atribuir su


origen propiamente al sistema escolar; pero hay que resaltar la paradoja de
que mientras por una parte estas actitudes reflejan una rebeldía que
caracteriza a los jóvenes, por otra reproducen inconscientemente ciertos
“valores” de esta misma sociedad que los jóvenes rechazan: son los valores de
una sociedad que privilegia la ley del más fuerte, donde el diálogo no existe: los
valores de una sociedad que no soluciona los problemas con la negociación y
el pacto, sino con posturas intransigentes o bombardeos “humanitarios” .

La violencia se considera como aquella situación o situaciones en que


dos o más individuos se encuentran en una confrontación en la cual una o más
de una de las personas afectadas sale perjudicada, siendo agredida física o
psicológicamente. El conflicto aparece generalmente asociado a una
valoración negativa, debido a que se confunde conflicto con violencia. Un
conflicto puede resolverse también de forma no-violenta. Mientras que la
violencia no es innata en los seres humanos sino que es un aprendizaje, el
conflicto sí es consustancial a la vida humana, algo natural y por tanto
inevitable.

La agresión se caracteriza por el fin de lesionar a otro organismo o al


propio, pero es necesario añadir a lo anterior la intención de producir daño,
destruir, contrariar o humillar. Pero no podemos dejar de hacer referencia a la
diferencia entre agresividad y agresión, el término agresión debería utilizarse
para designar un acto en sí, un acto palpable y efectivo. La agresividad, sin
embargo, es el término empleado para designar la tendencia o disposición
inicial que dio lugar a la posterior agresión.

OBJETIVOS

Objetivo General

Establecer conocimientos sobre el bullying en estudiantes de la unidad


educativa altos del rio municipio Bruzual estado Yaracuy

Objetivos Específicos

• Identificar las formas de maltrato más frecuentes entre compañeros según la


opinión de los grupos en estudio.

• Detectar los escenarios del contexto educativo donde se producen las


acciones de maltrato según reporte de los estudiantes en estudio.

• Precisar la causa más frecuente de intimidación según grupo en estudio.

• Identificar la actitud del profesorado para intervenir en los hechos de violencia


en la Unidad Educativa Altos del Rio.

JUSTIFICACION

Es imposible determinar el número exacto de estudiantes y también


profesorado que son víctimas de violencia cada día en nuestros centros. Con
frecuencia, los periódicos nos conmueven o asustan con noticias trágicas o
alarmantes, pero conociendo el poder amplificador de los medios, tenemos que
preguntarnos: ¿cuál es la gravedad real del problema? ¿Sabemos qué hacer
para atacarlo? ¿Lo estamos haciendo?.

Debemos tener conciencia de la gravedad del problema, y también de


que estamos aún a tiempo de atacarlo. De las dos cosas a la vez, porque, de lo
contrario, nos moveremos entre la inconsciencia y la impotencia. Muchos
padres y docentes quitan importancia al asunto, o incluso lo ocultan, por
vergüenza o porque si lo reconocen tendrían que tomar medidas, y eso les da
terror.

Muchas veces no es desinterés lo que les inhibe, es que no saben qué


hacer, o no se atreven a hacerlo. Las excusas que dan para no intervenir son
siempre las mismas: es sólo una broma inofensiva, los niños deben aprender a
soportar esos conflictos, todo ello forma parte del crecimiento, tienen que
aprender a «librar sus propias batallas», las víctimas pueden salir curtidas,
todos hemos pasado por situaciones parecidas.

El Bullying es considerado un problema social que afecta a niños y


adolescentes en etapas escolares y va tomando auge cada día en las escuelas
y liceos tanto públicos como privados. Diversas investigaciones han
comprobado que el abuso suele dejar profundas secuelas en los niños y
jóvenes que la sufren, países como Chile, Argentina y España han hecho
investigaciones al respecto, Venezuela no tiene un estudio nacional sobre el
tema, sólo se encuentran informes particulares en unidades educativas. Por
ello surge la necesidad de realizar este estudio en nuestro país y aún más en la
entidad donde vivimos, como es el Estado Yaracuy, específicamente en sus
instituciones educacionales, tomándose para ese en la Unidad Educativa Altos
del Rio.

Al demostrar la presencia de Bullying en Yaracuy, se podrán tomar


medidas preventivas y asegurar una mejor convivencia entre grupos escolares
que disminuyan la violencia y el abuso interpersonal, ya que las consecuencias
de estos comportamientos agresivos y discriminatorios que tienen sobre las
personas que lo padecen, e incluso sobre quienes los llevan a cabo, son muy
graves, aun cuando se realizan a muy temprana edad, dejando secuelas el
resto de la vida.
MARCO TEORICO

En este capítulo, se explica el marco teórico del estudio, permitiendo


establecer su vinculación con lo ya estudiado sobre la agresión y los diversos
enfoques que sobre esta temática han sido desarrollados, con el fin de
comprender el objeto de estudio y su contexto. En este sentido, su contenido
se orienta hacia el desarrollo de los siguientes aspectos:

Zambrano (2002) formuló una propuesta del manejo de técnicas en la


disminución de conductas agresivas de los alumnos de la Escuela Básica Palo
Gordo del municipio Cárdenas del estado Táchira, siendo su objetivo general
desarrollar un plan de acción para ejecutar las técnicas en la disminución de
conductas agresivas de los alumnos (as). El estudio se ubica en la modalidad
de proyecto factible apoyada en una investigación de campo de carácter
descriptivo, bajo el desarrollo de las siguientes fases: Diagnóstico, factibilidad,
diseño y validación.

Se tomó como población del estudio a 20 docentes adscritos a los dos


Turnos de la institución en mención. Para la obtención de los datos se utilizó un
Cuestionario contentivo de 38 ítems validado en contenido a través de técnicas
“Juicio de expertos” y determinada su confiabilidad con el procedimiento
estadístico Alfa de Cronbach, la cual da como resultados 0,96 considerando de
magnitud muy alta, el análisis de los resultados se cumple a través de la
técnica porcentual lo que determinó que los alumnos manifestaron conductas
agresivas y los docentes tienen escasos usos de técnicas conductistas para
disminuir conductas agresivas en el aula.

Igualmente, esto sirvió de base y justificación para elaborar el plan de


orientación que guíe al docente en el uso adecuado de estrategias
conductuales para disminuir conductas agresivas en los alumnos de Educación
Básica, asimismo, permitió identificar algunas conductas agresiva la dimensión
verbal directa en los alumnos que recurren principalmente a expresar mentiras
y amenazas para agredir a sus compañeros; mientras en la dimensión las de
los estudiantes como fue no verbal se demostró que las miradas desafiantes y
gestos amenazantes representan los comportamientos agresivos.
Por su parte, Noroño y otros (2002) realizaron un estudio sobre la
influencia del medio familiar en niños con conductas agresivas, el cual estuvo
enmarcado en un tipo de investigación descriptiva sobre la influencia del medio
familiar en 30 niños de ambos sexos de 9 a 11 años, con conductas agresivas,
evaluados y diagnosticados en el

Departamento de Psicología del Policlínico “Dr. Tomás Romay” de La


Habana Cuba; la muestra estuvo conformada además, por los padres de estos
niños. A todos ellos se les aplicó una serie de técnicas conformadas por una
batera de pruebas psicológicas validadas anteriormente a los niños y padres,
con el propósito de recopilar los datos para confeccionar la historia psicosocial
individual de cada niño.; con el objetivo principal de describir las características
del medio familiar y su influencia en las conductas agresivas de los infantes. Se
concluyó que como características del medio familiar predominaron las familias
disfuncionales incompletas, con manifestaciones de agresividad, alcoholismo,
mala integración social y familiar, rechazo hacia los hijos e irresponsabilidad en
su cuidado y atención.

Asimismo, Romero (2003) desarrolló una investigación sobre estrategias


de docentes y padres en el manejo de conductas agresivas en los niños,
buscando identificar las que utilizan específicamente con niños de 6 años del
Jardín de Infancia Angelitos Negros. Para lograr este objetivo desarrolló una
investigación descriptiva con un diseño de campo no experimental transversal.
Consideró como población 145 padres y representantes y 6 docentes. Los
resultados confirmaron que docentes y padres utilizan estrategias para
minimizar la agresividad en los niños pero a pesar de esto, se observan estas
conductas en el aula. De allí que sea necesario aplicar estrategias en el manejo
de las conductas agresivas de niños en edad preescolar, estableciendo un
conjunto de alternativas para manejar problemas de orden social, tomando en
cuenta el rol de orientador de los docentes y padres en la formación de la
personalidad del niño.

En relación a esta misma temática, Guerrero (2004) realizó una


investigación donde el objetivo del estudio fue proponer una guía teórica –
práctica dirigida a padres y docentes para fomentar la autoestima y
contrarrestar la conducta agresiva de los alumnos de la II Etapa de Educación
Básica de la Escuela Básica

Jesús María Córdoba de Coloncito, municipio Panamericano estado


Táchira. La investigación se ubicó en la modalidad de proyecto factible con
apoyo, en un estudio de campo descriptivo y correlacional desarrollados en 5
fases: diagnóstico, planteamiento y fundamentación teórica de la propuesta,
factibilidad, diseño y ejecución en la fase de diagnóstico se aplica 3
cuestionarios de preguntas cerradas a 254 alumnos y 12 docentes, los
resultados evidenciaron niveles de agresividad medio y alto. En el 74% de los
alumnos: niveles de autoestima medio y bajo en el 62% , determinando
asimismo una correlación fuertemente negativa (-0,99) entre la autoestima y la
conducta agresiva.

Por otro lado, se observaron aspectos pocos favorables en la actuación


de los padres y docentes para el fomento de autoestima y de la conducta
asertiva (contraria a la agresividad). En la fase siguiente se plantea y
fundamenta teóricamente la propuesta continuamente con el estudio de
factibilidad de la misma. Luego se diseña la propuesta conformada para una
guía teórico-práctica estructurada en dos partes: la primera, relacionada con la
autoestima y la segunda, con la conducta agresiva ambas partes constan de un
componente teórico que sirve como base a la investigación.

De ahí que la práctica de éste va dirigida a orientar a padres y docentes


en el fomento de la autoestima de los niños y en el manejo adecuado de las
conductas deseadas en éstos. En este sentido, se ejecutaron algunas de las
actividades propuestas en la guía con un grupo de padres y docentes
detectándose con su aplicación resultados positivos de los padres para mejorar
su desempeño en pro de la formación de los hijos.

Finalmente, Castellanos (2007) llevó a cabo una investigación titulada:


Un estudio sobre la conducta agresiva en estudiantes de II etapa de Educación
Básica, el cual estuvo dirigido a describir el proceso de aprendizaje de la
conducta agresiva para lo cual se consideró el desarrollo de un estudio
cualitativo ejecutado según los procedimientos de la teoría fundamentada
considerando para ello ocho alumnos de II etapa de Educación Básica de la
Escuela Concentrada La Llanada, a quienes se les entrevistó en dos
oportunidades utilizando un guión de entrevista. Los hallazgos de la
investigación se orientaron hacia los siguientes aspectos: el aprendizaje de la
agresión se suscita a través del modelaje en el contexto familiar por medio de
los pares (hermanos y primos), este aprendizaje se extiende al entorno escolar
en el cual la agresión sirve para defenderse y hacerse respetar, por lo cual se
asume como valor asociado a este comportamiento el respeto.

De esta manera, la conducta agresiva se justifica en función de alcanzar


que los compañeros no los molesten y les tengan miedo, describiendo como
situaciones agresivas tanto acciones verbales (gritos, insultos) como físicas
(patadas, golpes, cachetadas, halar el pelo) así como también la persecución, y
el acusar con adultos que constituyen figuras de autoridad, en este caso, los
docentes.

Todas estas investigaciones destacan la presencia del comportamiento


agresivo en el contexto educativo como conducta que caracteriza al alumno,
llegando a convertirse inclusive en un problema institucional en el cual es
necesario intervenir a través de la acción de padres, representantes y docentes
para su control, de allí que su revisión haya servido para fundamentar la
presente investigación.

BASES TEÓRICAS
INDICADORES DE BULLYING

Bullying o maltrato entre iguales por abuso de poder, se define como:

Conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno o


alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta
acción, negativa e intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de las que
difícilmente pueden salir por sus propios medios. La continuidad de estas
relaciones provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso en
su autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que
dificulta la integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los
aprendizajes. Igualmente se consideran las conductas reiteradas de insultos,
agresiones físicas recurrentes, humillaciones públicas, tareas forzadas,
rechazos explícitos a que son sometidos algunos de los escolares por parte de
alguno/s de sus compañeros y de los que no pueden defenderse por sus
propios medios.

Maltrato entre Pares por abuso de Poder:

a) Observadores:

Contempla las intimidaciones y los maltratos repetidos a algún


compañero/a sin hacer nada aunque piensa que debería hacer algo a favor del
que sufre.

b) Víctimas:

Recibe la agresión de algún compañero /a o algunos compañeros de


forma repetida y durante bastante tiempo sin saber defenderse de esos
ataques.

c) Agresor:

Quien intimida y maltrata a sus compañeros/as o especialmente a algún


compañero de forma repetida con la intención de hacer daño y sentirse
superior.

d) Violencia:
Según la Organización Mundial de la Salud OMS es el uso el uso
deliberado de fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo,
contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga
muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos,
trastornos del desarrollo o privaciones.

e) Conflicto:

Este concepto aparece generalmente asociado a una valoración


negativa, debido a que se confunde conflicto con violencia. Un conflicto puede
resolverse también de forma no-violenta. Mientras que la violencia no es innata
en los seres humanos sino que es un aprendizaje, el conflicto sí es
consustancial a la vida humana, algo natural y por tanto inevitable. De esta
manera, más que eliminar el conflicto, de lo que se trata es de saber regularlo
creativa y constructivamente de forma no violenta, ya que es una energía y una
oportunidad para el cambio.

f) Agresividad:

La agresión se caracteriza por el fin de lesionar a otro organismo o al


propio, pero es necesario añadir a lo anterior la intención de producir daño,
destruir, contrariar o humillar. Pero no podemos dejar de hacer referencia a la
diferencia entre agresividad y agresión, el término agresión debería utilizarse
para designar un acto en sí, un acto palpable y efectivo. Agresividad es el
término empleado para designar la tendencia o disposición inicial que dio lugar
a la posterior agresión.

g) Juego rudo:

El juego de contacto físico o de simulación de peleas. Este tipo de


juego, muy estudiado por la etología del desarrollo, es un comportamiento que
puede darse en pareja o en pequeños grupos; en él los jugadores se
persiguen, se agarran, se tiran al suelo, en medio de una algarabía de gritos y
palabras en la que todos reconocen una actitud y un gesto lúdico. Podemos
distinguir estos comportamientos de otros que sí son violentos porque todos los
contrincantes mantienen una actitud alegre y una sonrisa en la boca. Sin
embargo, algunos profesores no parecen diferenciar, en la práctica, la
simulación de peleas de la agresión real, lo que plantea una dificultad de
comunicación entre los chicos y chicas y los adultos y genera desconfianza en
estos últimos.

h) Las bromas:

Si son divertidas y no incluyen desprecio, burla o sarcasmo, no tienen


por qué ser consideradas abuso. El problema aparece cuando la broma se
hace pesada, su contenido es insultante o procaz, o está formulada desde un
sentido del humor excesivamente sarcástico, que esconde una punzada de
mala intención y ridiculiza a personas presentes o ausentes.

i) El rol de los iguales:

A diferencia de las relaciones que los niños y jóvenes mantienen con los
adultos, en las relaciones entre los niños o adolescentes domina la igualdad de
estatus, es decir, sus relaciones tienen un carácter no jerárquico, se mueven en
el plano de la simetría horizontal, de aquí la consideración de “iguales”

j) Formas de Maltrato

Maltrato físico:

 Indirecto: esconder, robar o romper cosas de alguien...


 Directo: pegar, amenazar con armas.

Maltrato verbal:

 Indirecto: hablar mal de alguien, difundir rumores


falsos...
 Directo: insultar, utilizar apodos.

Psicológico: Son acciones encaminadas a disminuir la


autoestima del individuo y fomentar su sensación de
inseguridad y temor. El componente psicológico está en todas
las formas de maltrato.

 Exclusión social: Indirecta: ignorar.


 Directa: excluir, no dejar participar a alguien en una
actividad.
 Maltrato mixto (físico y verbal): Amenazar para
intimidar, obligar a hacer cosas –chantaje-, acosar
sexualmente...

Características del Bullying:

• Debe existir una víctima (indefensa) atacada por un bullies o grupo de


agresores.

• Debe existir una desigualdad de poder-“desequilibrio de fuerzas” entre


el más fuerte y el más débil. No hay equilibrio en cuanto a posibilidades de
defensa, ni equilibrio físico, social o psicológico. Es una situación desigual y de
indefensión por parte de la víctima.

• La acción agresiva tiene que ser repetida. Tiene que suceder durante
un período largo de tiempo y de forma recurrente, de forma repetida en el
tiempo, La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de
forma sostenida, ya que crea la expectativa en la víctima de poder, es decir, ser
blanco de futuros ataques. El objetivo de la intimidación suele ser en un solo
alumno, aunque también pueden ser varios pero este caso se da con mucha
menos frecuencia. La intimidación se puede ejercer en solitario o en grupo,
pero se intimida a sujetos concretos, nunca se intimida a un grupo.

Comportamiento Agresivo

Se puede definir la agresión como una forma de conducta que pretende,


herir física o psicológicamente a alguien (Berkowitz, 1993). Se hace referencia
a la agresividad incluida en los trastornos de personalidad. Todas las
definiciones coinciden en que es un trastorno disocial en edades tempranas y
un trastorno antisocial en la edad adulta.

La agresividad en los niños puede expresarse de diferentes maneras


entre las cuales se incluye de acuerdo con Marsellach (2005):
1. Agresión física directa: morder, dar patadas, pegar.

2. Agresión física indirecta: rompiendo o pegando objetos de la persona


que provoca la agresión 25

3. Explosiones agresivas: el individuo no puede controlar sus reacciones


y se descarga gritando, dando saltos, golpes.

4. Agresiones verbales: insultar, discutir, amenazar, gritar.

Se puede situar la problemática de la agresividad dentro de los


trastornos de conducta perturbadores. Se encuentran niños incapaces de
tolerar las demoras en la satisfacción de sus demandas, de superar los
conflictos, las frustraciones, la mayor parte de sus comportamientos están
marcados por la amenaza permanente de pasar a la acción. Reaccionan contra
toda fuente de frustración, restricción o irritación, tendiendo a deshacerse de
ella como sea.

El concepto de agresividad durante la etapa escolar presenta dificultades


para su acotación; así suele aplicarse a acciones agresivas (conductas), a
estados de ánimo como la ira, enojo u hostilidad (sentimientos subjetivos), a
impulsos, pensamientos e intenciones agresivos y a las condiciones en que es
probable que se adopten conductas agresivas ("estimulación ambiental"). Se
entiende la conducta agresiva como aquella que es socialmente inaceptable y
que puede tener como consecuencia el daño físico o psicológico de otra
persona o el deterioro de cosas (Marsellach, 2005).

En la definición de una conducta como agresiva Bandura (2003)


considera relevantes:

- Descripción detallada y calidad de la conducta.

- Intensidad de la conducta.

- Efectos observados debido a la conducta.

- Inferencia acerca de las intenciones del ejecutor.


- Características del calificador.

- Características del ejecutor.

Junto con esto, se debe tener en cuenta el contexto y la realidad


personal desde los que se enjuicia o desde los que se vive la agresión, o se
genera la conducta, ya que pueden ser muy distintas.

La agresión puede ser definida entonces como el comportamiento que


intenta hacer daño u ofender a alguien, ya sea mediante insultos o comentarios
hirientes o bien físicamente, a través de golpes, violaciones, lesiones. La
palabra clave para definir la agresión es, por tanto, la intención de dañar y es
además la que la diferencia de otros tipos de violencia, en la que el motivo
puede ser, por ejemplo, la autoafirmación u obtener supremacía y que se
define como la coerción física o psíquica ejercida sobre una persona para
obligarla a hacer un determinado acto en contra de su voluntad.

Evolución de la conducta agresiva

Los niños pasan por diferentes etapas evolutivas y en éstas se producen


tensiones propias del momento, conflictos y reacciones agresivas que muy bien
pueden ser consideradas como normales porque simplemente dan fe de la
existencia de una crisis, de un esfuerzo de reajuste provisional hacia un nuevo
equilibrio. Se produce una progresiva independencia del "Yo" en un intento de
afirmación de la propia personalidad frente al adulto y así surge la protesta, la
agresividad.

La agresividad tiene manifestaciones diferentes según el momento del


desarrollo evolutivo, los comportamientos agresivos propios de una edad y
pueden parecer incorrectos en otra edad. De acuerdo a Marchesi y col (2001)
las reacciones agresiva del niño siguen una evolución: 0-3 años los niños
expresan su agresividad llorando, golpeando, mordiendo, gritando... A partir de
los 4 – 5 años, disminuyen las agresiones directas y aumentan las indirectas:
insultos, mentiras, ataques verbales. También hay diferencia entre la
agresividad según el sexo. Las niñas son más inhibidas, los niños en cambio
son más impulsivos.

Tipos de agresión

La agresión se manifiesta de diversas maneras dependiendo de la


respuesta que se emita. Al respecto, Quintana (2003) establece la siguiente
clasificación:

Agresión instrumental

Observar modelos agresivos que muestran cuándo y cómo la agresión


puede tener éxito enseñan patrones de conducta que la gente puede imitar
incluso si han sido castigados los modelos, ya que una vez aprendido el
comportamiento, puede utilizarse en una ocasión en la que se piense que el
castigo u otras consecuencias negativas son menos probables.

La agresión instrumental es más probable cuando se percibe como


rentable que cuando se ve como potencialmente peligrosa para sí mismo. Se
puede registrar un incremento de la conducta agresiva cuando se piensa que la
agresión es fácil de expresar y se ha utilizado con éxito en anteriores
oportunidades.

Agresión emocional

La agresión no siempre se dirige, necesariamente, hacia la persona que


la ha provocado. A veces se desplaza de su verdadero blanco a otro que se
considera más seguro. Esto produce cierto alivio de los sentimientos negativos,
aunque el verdadero motivo puede no reconocerse conscientemente debido a
que algunas personas no suelen detenerse a preguntarse el porqué de
determinados sentimientos que están experimentando y no saben de dónde
vienen realmente.

En este caso, las recompensas y los costos suelen importar poco y la ira
que se siente al percibir una provocación puede ser el desencadenante de la
violencia. En este caso, la percepción de los acontecimientos es importante y a
veces la agresión se produce sin que los demás sean capaces de reconocer el
motivo, debido a que sus interpretaciones de la situación pueden ser diferentes
y no suponer para ellos un motivo de rabia. Entre los sentimientos que
desencadenan la agresión se encuentran, además de la frustración, la ira, el
dolor, el miedo y la irritación.

Agresión pasiva

En estos casos la hostilidad se manifiesta de forma indirecta y no


violenta.

Quienes utilizan a menudo este tipo de agresión suelen ser personas


con resentimiento hacia figuras de autoridad y con problemas para su
reafirmación personal. No son capaces de afrontar un problema cara a cara y
de forma directa, de modo que recurren a formas indirectas de tratar con la
ansiedad y la frustración que sienten.

Factores que favorecen la conducta agresiva

Entre los aspectos que el aprendizaje social considera como factores


que favorecen la manifestación de conducta agresiva se encuentran de
acuerdo a Bandura y Walters (2002) los siguientes:

Entorno familiar

Es indudable que los padres juegan un papel importante como modelos


primarios.

La actitud y el comportamiento de los padres son un referente básico


para los niños, de forma que conductas permisivas, junto con comportamientos
agresivos producen en los niños conductas muy agresivas y de escaso control.

Dos han sido los puntos en los que se han centrado las investigaciones:
las interacciones adulto-niño y la imposición de control externo. Estas parecen
haber hallado relaciones significativas entre distintos estilos de interacción
paternos y la aparición de conductas agresivas. Estilos que se caracterizan por
el rechazo a los hijos, desatención de sus necesidades y, estrategias de control
inconsistentes y contradictorias (tanto en el sentido de permisividad absoluta
como de imposición autoritaria y sancionadora de las normas de
comportamiento) (Bandura y Walters, ob cit).

Otras opiniones encuentran en la excesiva permisividad una de las


causas del problema. Los padres evitan el “no” por miedo a frustrar a sus hijos,
contribuyendo a crear una generación de jóvenes que buscan satisfacciones
inmediatas. Niños y adolescentes con una muy baja tolerancia a la frustración
por vivir en hogares donde hay mucho consumo y pocas normas.

A esto se añade que es cada vez mayor el número de familias


preocupadas por vivir bien y no por educar bien. Se trata de menores que no
han convivido con familiares que les enseñen a respetar las normas y valores
éticos, a desarrollar el cariño y los sentimientos de empatía por el otro.Esta
función suele quedar en manos de estructuras legales o instituciones
demasiado frías y distantes del menor, en las que suele experimentar nuevas
situaciones de fracaso, en este caso educativo, que vienen a sumarse a las ya
vividas en el núcleo familiar. Llegados ya a la edad adulta carecen de
compromisos sociales al haber sido educados de forma muy superficial y, sin
pertenecer a la cultura de la marginación, se implican en actos violentos donde
no experimentan sentimientos de culpa (Bandura y Walters, ob cit).

Sistema educativo

Estos estilos pueden ir más allá de los ambientes familiares. También


pueden encontrarse en el entorno educativo. De este modo son potenciadores
de la aparición de conductas agresivas tanto los estilos más permisivos, como
en el extremo opuesto los más autoritarios y hostiles (Bandura y Walters, ob
cit). En cambio cuando no se renuncia al control, pero no se recurre al uso
reiterado y exclusivo de estrategias punitivas, se facilita la adquisición e
interiorización de normas y el desarrollo del autocontrol, reduciéndose la
probabilidad de aparición de conductas desajustadas y agresivas.

No se puede olvidar al maestro como figura referente en la conducta de


los niños.

En el ámbito educativo también es posible hablar de situaciones que


propician el desarrollo de conductas agresivas: planteamientos educativos
fundamentados en la unificación de los individuos y en estilos de interacción
competitiva. Ambos aspectos generadores de sentimientos de inseguridad y
ansiedad en los chicos, dificultades de interacción en el grupo, junto a una serie
de manifestaciones externas como conductas antisociales y comportamientos
agresivos. En este sentido, los contextos educativos institucionales pueden ser
paliativos o compensadores, a la vez que preventivos, al proporcionar múltiples
posibilidades de interacción positiva entre iguales y con adultos significativos
para el niño (Bandura y Walters, ob cit).

Sentimientos de inferioridad y baja autoestima

Hasta hace muy poco según lo reportado por Bandura y Walters (ob cit)
los estudios realizados parecían atribuir las conductas violentas y antisociales a
menores que experimentaban sentimientos de inferioridad como consecuencia
de su fracaso escolar, atribuyéndose la autoestima a aquellos que iban bien en
los estudios. Pero todo ello ha dado un giro recientemente por las conclusiones
de nuevas investigaciones. Éstas revelan que muchos jóvenes poseen una
autoestima muy alta no por sus valores positivos, sino porque son los líderes
de la acción violenta y antisocial: los más duros, los más agresivos, los que
más interfieren y molestan al profesor, los que más coches queman.

Los estudios señalan que muchos adolescentes disimulan su buen


rendimiento académico porque está mal visto, recurriendo a la violencia para
buscar la aceptación de los otros y reforzar su autoestima (al sentirse tan duro
como el que más) (Bandura y Walters, ob cit).

Entorno social y medios de comunicación

Otro de los factores que influyen en la agresividad infantil es la cultura de


la violencia que lo envuelve todo. Bandura y Walters (2002) afirman que la
conducta social en general y la agresiva en particular son aprendidas. El niño
observa los comportamientos de los demás y las consecuencias de sus
respuestas, en función de esto, actúa imitando los modelos que le son
atractivos, bien sea por sus características o por los refuerzos que reciben por
su comportamiento.
En cuanto a los medios de comunicación, su influencia es decisiva en el
aprendizaje de la violencia, por cuanto es un componente que siempre está
presente en películas, video juegos, programación televisiva y aún en los
mensajes de canciones y de la publicidad de productos. Al respecto, Urra
(2003) considera, que muchos menores que han convivido con patrones
familiares agresivos, tienden a buscar repetirlos y reforzarlos a través de las
películas y video juegos, llegando al extremo de dejar de conmoverse con el
dolor ajeno, por lo tanto, asumen como normal el desarrollo de
comportamientos violentos como alternativa para la solución de muchas
situaciones.

Asimismo, Marchesi, Coll y Palacios (2001) establecen la existencia de


factores desencadenantes de la agresividad en el niño, entre los cuales
incluyen los siguientes:

- Frustración: El niño puede transformar su exigencia ante la frustración


con conductas agresivas: gritar, pelear, patadas.

- Sentimientos de inseguridad: Cuando la seguridad del individuo se


siente amenazada este puede reaccionar con violencia y agresividad. El niño
que se siente inseguro en la familia puede que se defienda atacando y se
trasforme en un niño agresivo.

- La disciplina dura, innecesaria e inconsistente también puede generar


en el niño reacciones agresivas. Los niños incitan las conductas que los
mayores tienen con ellos.

- La sobreprotección: los padres que impiden que un niño se desarrolle


con autonomía e independencia genera en el niño que se comporte de forma
agresiva y despótica con aquellos que le protegen en cambio suelen ser
inseguros y temerosos en el entorno social.

- Entrenamiento incorrecto: Si a un niño se le permite que consiga


beneficios de un comportamiento persistirá en el futuro y siempre tendrá
respuestas agresivas cada vez que quiera conseguir algo.
- Falta de acuerdo entre los padres a la hora de educar contraviniendo y
criticando entre ellos las decisiones que tienen en la educación de los hijos esto
genera en los niños confusión, irritabilidad, inseguridad.

- La imitación: tanto a los padres como a personajes agresivos de


películas, comics, dicha imitación lleva consigo un importante componente de
frustración que puede generar agresividad en el niño.

- El rechazo afectivo: los padres inmaduros pueden tener una acusada


incapacidad para querer y dar al niño el afecto y la seguridad que necesita
convirtiendo al niño en agresivo.

- Problemas físicos: Las lesiones cerebrales pueden provocar


comportamientos hiperactivos, inquietos y agresivos. Los niños enfermos son
más propensos a sentirse frustrados irritables y agresivos más que aquellos
que gozan de buena salud.

Respecto a estos factores se encuentra también la clasificación


realizada por Serrano (2003) quien incluye como factores que promueven la
agresión los siguientes: los padres agresivos, las imágenes violentas en los
medios de comunicación, la forma como se ve a los demás, la permisividad
social y su funcionalidad en la obtención de lo que se quiere. Para explicar
estos factores establece lo siguiente:

Los padres agresivos tienen hijos agresivos, mostrando a sus hijos las
formas e agredir y enseñando mediante su conducta que ésa es la forma
apropiada de resolver conflictos. Se ha visto con frecuencia que los padres de
niños que acabaron convirtiéndose en delincuentes no estimularon su buen
comportamiento y fueron rudos o inestables o ambas cosas a la hora de
castigarlos (Serrano, 2003).

Las imágenes violentas en los medios de comunicación pueden


aumentar la conducta agresiva de los espectadores. Los niños que ven
violencia a través de los medios, se comportan con más agresividad y pueden
acabar viendo la violencia como un comportamiento aceptable.
La forma cómo se ve a los demás es importante. Si se percibe a una
persona o grupo como subhumano, como alguien que apenas merece ser
considerado una persona o como un simple objeto al que no se aplican las
normas de moralidad, resulta mucho más fácil agredirle. Las imágenes de
violencia contra las mujeres (de tipo sexual o no) las deshumaniza y aumenta
la probabilidad de que se conviertan en víctimas.

La permisividad social respecto al castigo físico a los hijos, la tendencia


a no inmiscuirse en los asuntos familiares de los demás aunque se den
comportamientos violentos y el hecho de percibir a los hijos como algo que es
de su propiedad puede aumentar la violencia hacia los niños. Asimismo, las
armas evocan pensamientos violentos y estos pensamientos hacen más
posible la conducta violenta. Lo mismo sucede con cualquier otro objeto
asociado a la agresión, como un puño cerrado.

La agresión es, desgraciadamente, un comportamiento bastante


extendido y del cual se es testigo a diario, en cualquiera de sus formas. Tal vez
el motivo principal es que funciona. El niño que golpea más fuerte es el que
consigue el mejor juguete; los padres que pegan a sus hijos obtienen
resultados; el hombre que se muestra agresivo puede conseguir el elogio de
cierto tipo de hombres; el mal humor y los comentarios hirientes pueden servir
para librarse de hacer algo que no le gusta (Serrano, 2003).

La agresión, física o verbal, directa o indirecta, es una forma asequible,


rápida y, en ocasiones, fácil, de conseguir lo que se quiere sin tener que
molestarse en pensar demasiado. Sin embargo, también tiene su precio: va
siempre acompañada de sentimientos negativos, como hostilidad o ira que,
además de hacer sentir mal, aumentan el riesgo de problemas graves de salud,
como enfermedades coronarias.

Puede ir seguida de sentimientos de culpa, llevar a ser rechazados por


otras personas e incluso apartados del grupo (este rechazo puede dar lugar en
los niños a problemas de aprendizaje). La repetición de actos agresivos da
lugar a personalidades agresivas y la violencia continua vuelve a las personas
insensibles hacia ella (Serrano, 2003).
En esta última clasificación de Serrano (2003) se reconoce la influencia
del medio familiar, pero también de los medios de comunicación y de la
sociedad en el comportamiento agresivo, se destaca de manera particular a la
agresión como un medio viable y posible de interacción con el entorno que en
muchas ocasiones facilita la consecución de determinadas cosas u objetivos,
aspecto éste que actúa como elemento reforzador que incrementa la
posibilidad de volver a actuar agresivamente.
BASES LEGALES

Los pasillos, el patio, las escaleras y salones de clases, son escenarios


donde diariamente se viven situaciones de acoso escolar cargados de violencia
tanto psicológica como física. Es función primordial de los docentes estar
alertas para ser garantes de la armonía en los espacios escolares.

De acuerdo a la Gaceta Oficial número 5453.

Según el artículo 20, Capítulo I título III, de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela: “Toda persona tiene derecho al libre
desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las derivan del
derecho de las demás y del orden público y social”.

Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. Gaceta


oficial 5859

Capítulo II Derechos Garantías y Deberes.

Artículo 32. Derecho a la integridad personal. Todos los niños y


adolescentes tienen derecho a la integridad personal. Este derecho comprende
la integridad física, síquica y moral.

Parágrafo Primero: Los niños y adolescentes no pueden ser sometidos


a torturas, ni otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Parágrafo segundo: El Estado, la familia y la sociedad deben proteger a


todos los niños y adolescentes contra cualquier forma de explotación, maltrato,
torturas, abusos o negligencias que afecten su integridad personal. El Estado
debe garantizar programas gratuitos de asistencia y atención integral a los
niños y adolescentes que hayan sufrido lesiones a su integridad personal.

Este artículo describe todos los niños y adolescentes tienen derecho a la


integridad física, síquica y moral, es decir, ninguna de ellas( niños y
adolescentes)pueden ser sometidos a tortura o tratos crueles, inhumanos o
degradantes, además el Estado, la familia y la sociedad deben proteger todos
los niños y adolescentes contra Cualquier forma de explotación, maltrato,
torturas, abusos o negligencias que afecten la integridad de los mismos.
Artículo 56. Derecho a ser respetados por los Educadores. Todos los
niños y los adolescentes tienen derecho a ser respetados por sus educadores.

Según todos los niños y adolescentes tienen derecho por sus


educadores, lo cual implica una interiorización y puesto en práctica de muchos
elementos por parte de los educadores para motivar e incentivar a los niños y
adolescentes a crecer como adultos sanos para su mejor vivir en nuestra
sociedad.

Artículo 91. Deber y Derecho de Denunciar Amenazas y Violaciones de


los Derechos y Garantías de los Niños y Adolescentes. Todas las personas
tienen derecho a denunciar ante las autoridades competentes los casos de
amenazas o violaciones a los derechos o garantías de los niños y
adolescentes.

Los trabajadores o centro de salud, de las escuelas, planteles e institutos


de educación, de las entidades de atención y de las Defensorías del Niño y del
adolescente, tienen el deber de denunciar los casos de amenazas o violaciones
de derecho de garantías de los niños y adolescentes de que tengan
conocimiento, mientras prestan tales servicios.

Antes de proceder a la denuncia, estas personas deben comunicar toda


la información que tengan a su disposición sobre el caso de los padres,
representantes y responsables, salvo cuando éstos los que amenacen o violen
los derechos a la vida, integridad y salud del niño o adolescente. En estos
casos, los padres deben serinformados en las cuarenta y ocho horas siguientes
a la denuncia.

Según todos los niños y adolescentes tienen el deber y el derecho de


denunciar amenazas y violaciones de los derechos y violaciones a los cuales
pueden ser sometidos por la comunidad escolar, a través de sus
representantes y ésta denuncia se realiza en las instancias como oficinas de
defensorías del niño y el adolescentes, las cuales todas ellas se encuentran
esparcidas en todo el ámbito regional de cada Municipio de Estado Nacional.

Ley Orgánica de Educación y su Reglamento número 5662


Gaceta Oficial 5929

Título VII De las Faltas y las Sanciones.

Artículo 118. Los miembros del personal docente incurren en falta grave
en los siguientes casos.

1.- Por Aplicación de castigos corporales o afrentosos a los alumnos.

2.- Por manifiesta negligencia en el ejercicio del cargo.

3.- Por abandono del cargo sin haber obtenido licencia, o antes de haber
hecho entrega formal del mismo a quien deba reemplazarlo o a la autoridad
educativa competente, salvo que medien motivos de fuerza mayor ocasos
fortuitos;

4.- Por la inasistencia y el incumplimiento reiterado de las obligaciones


que el corresponde en las funciones de evaluación escolar.

5.- Por observar conducta contraria a la ética profesional, a la moral, a


las buenas costumbres o a los principios que informan nuestra Constitución y
las demás leyes de la República.

6.- Por violencia de hecho o de palabra contra sus compañeros de


trabajo, sus superiores jerárquicos o sus subordinados.

7.- Por utilizar fraudulentos para beneficiarse de cualquiera de los


derechos que acuerde la presente ley.

8.- Por coadyuvar a la comisión de faltas graves cometidas por otros


miembros de la comunidad educativa.

9.- Por reiterado incumplimiento de obligaciones legales, reglamentarias


administrativas.

10.- Por inasistencia injustificada durante tres (3) días hábiles en el


período de un mes.

Según se refiere a los miembros del personal docente que hayan


incurrido en faltas graves y que de una u otra manera afecten directa o
indirectamente el desarrollo desenvolvimiento académico sano del niño y el
adolescente.

En este sentido se considera falta grave a lo siguiente:

a. Cuando el docente aplica castigo corporal o afrentosos a los alumnos.

b. Cuando el docente presenta o manifiesta negligencia en el ejercicio


del cargo.

c. Cuando el docente abandona el cargo sin haber obtenido licencia o

Antes de participar y hacer entrega de la misma a las autoridades escolares.

d. Cuando el docente por inasistencia y el incumplimiento reiterado


desus obligaciones como la de impartir academia, evaluaciones entre otras.

e. Cuando el docente presenta una conducta deferente a su ética


profesional a la moral y buenas costumbre contenidas o recopiladas en nuestra
Constitución y las demás Leyes de la República

Artículo 123. Los alumnos incurren en falta grave en los casos


siguientes:

1.- Cuando Obstaculicen o interfieran el normal desarrollo de las


actividades Escolares o alteren gravemente la disciplina.

2.- Cuando comentan actos violentos de hecho o de palabra contra


cualquier Miembro de la comunidad educativa, o del personal docente,
administrativo u obreroDel plantel.

3.- Cuando provoquen desórdenes graves durante la realización de


cualquier

Prueba de evaluación o participen en hechos que comprometan su


eficacia.

4.- Cuando deterioren o destruyan en forma voluntaria los locales,


dotaciones y demás bienes del ámbito escolar.
Según se refiere a la falta grave en las que los alumnos puedan incurrir,
como:

a.- Cuando el alumno atente contra el buen desarrollo de las actividades

Escolares y altere gravemente la disciplina, es decir, cuando el alumno


obstaculice oInterfiera en el buen desarrollo académico de lanstitución la cual
pertenece.

b.- Cuando el alumno cometa actos violentos de hechos o de palabras


contra

Cualquier miembro de la comunidad escolar. Estos actos violentos se


refieren a los Daños que puedan ocasionar a la institución y de palabra pueda
dañar de manera Psicológica a cualquier miembro de dicha institución.

c.- Cuando el alumno por razones conocidas o provoquen desordenes


graves Que afecten la buena realización o ejecución de cualquier prueba de
evaluación y loParticipen en hechos que comprometen su eficacia.

d.- cuando el alumno dañe o destruya en forma voluntaria los locales,

Dotaciones y demás bienes del ámbito escolar.

Los pasillos, el patio, las escaleras y salones de clases, son escenarios


donde diariamente se viven situaciones de acoso escolar cargados de violencia
tanto psicológica como física. Es función primordial de los docentes estar
alertas para ser garantes de la armonía en los espacios escolares.
La Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente
(LOPNNA), establece al respecto lo siguiente en su ""artículo N° 32 Derecho a
la integridad personal Todos los niños y adolescentes tienen derecho a la
integridad personal. Este derecho comprende la integridad física, psíquica y
moral.

Parágrafo Primero:

Los niños y adolescentes no pueden ser sometidos a torturas ni a otras


penas, tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Parágrafo Segundo,

El Estado, la familia y la sociedad deben proteger a todos los niños y


adolescentes contra cualquier forma de explotación, maltratos, torturas, abusos
o negligencias que afecten su integridad personal. El Estado debe garantizar
programas gratuitos de asistencia y atención integral a los niños y adolescentes
que hayan sufrido lesiones a su integridad personal"".

El presente artículo señala que es tarea primordial de los adultos


(maestros, padres, representantes o responsables y gobierno) estar pendientes
de que los niños, niñas y adolescentes gocen plenamente del respeto a sus
derechos y de los beneficios propios de su edad, es decir: de recrearce
libremente sin miedos, a educarse en un ambiente de respeto, armonía y paz.

Artículo 56. Derecho a ser respetados por los Educadores. Todos los
niños y los adolescentes tienen derecho a ser respetados por sus educadores.

Según todos los niños y adolescentes tienen derecho por sus


educadores, lo cual implica una interiorización y puesto en práctica de muchos
elementos por parte de los educadores para motivar e incentivar a los niños y
adolescentes a crecer como

Según el artículo 20, Capítulo I título III, de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela: “Toda persona tiene derecho al libre
desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las derivan del
derecho de las demás y del orden público y social”.
Artículo 56. Derecho a ser respetados por los Educadores. Todos los
niños y los adolescentes tienen derecho a ser respetados por sus educadores.

Según todos los niños y adolescentes tienen derecho por sus


educadores, lo cual implica una interiorización y puesto en práctica de muchos
elementos por parte de los educadores para motivar e incentivar a los niños y
adolescentes a crecer como
DEFINICION DE TERMINOS BASICOS

Acoso escolar: (también conocido como hostigamiento escolar,


matonaje escolar, matoneo escolar o por su término en inglés bullying) es
cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre
escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

Acoso Psicológico: El acoso psicológico o acoso moral es, según el


Diccionario de la lengua española, el «trato vejatorio y descalificador hacia una
persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente».

Amenaza a la integridad: Agrupa las conductas de acoso escolar que


buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o
de su familia, o mediante la extorsión.

Bloqueo social: Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan


bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su
marginación impuesta por estas conductas de bloqueo. Son ejemplos las
prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que
nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento
por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

Coacción: Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden


que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas
quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total
de su voluntad. El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad
proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios,
pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos,
sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con
frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones,
abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las
represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

Exclusión social: Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan


excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas
conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al
ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir
su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

Hostigamiento: Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que


consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan
desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El
desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la
crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los
indicadores de esta escala.

Intimidación: Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que


persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño
mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el
miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza,
hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.

Manipulación social: Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que


pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él.
Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada
negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o
dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que
haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta
manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se
suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado
merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error
básico de atribución”.

Violencia escolar: Se entiende por violencia escolar la acción u omisión


intencionadamente dañina ejercida entre miembros de la comunidad educativa
(alumnos, profesores, padres, personal subalterno) y que se produce dentro de
los espacios físicos que le son propios a esta (instalaciones escolares), bien en
otros espacios directamente relacionados con lo escolar (alrededores de la
escuela o lugares donde se desarrollan actividades extraescolares).

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