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Mi hijo no atiende en la sala de clases

El problema de atención no es algo que se da un día y desaparece. Es recurrente o


frecuente y se manifiesta por diversas razones.
No sientes al estudiante cerca de las ventanas ni las puertas. Siéntalo cerca de tu
escritorio, a menos que sea un distractor para otros estudiantes. (Foto: Shutterstock.com)
Uno de los desafíos que los padres enfrentan a diario es que su hijo no presta atención en
la sala de clases y en otros escenarios como, por ejemplo, en el hogar. La escuela es el
segundo hogar del niño, hay que seguir unas instrucciones las cuales el estudiante no
puede realizar por esa necesidad especial que tantos alumnos manifiestan a diario. Si el
estudiante no atiende, no va a entender lo que se le imparte a diario en la escuela.
También, esta condición afecta su vida personal, que incluye, por ejemplo, las relaciones
interpersonales con sus amiguitos y también su autoestima. Esta dificultad de atención
afecta la lectura, la comunicación escrita y las matemáticas. El problema de atención no
es algo que se da un día y desaparece. Es recurrente o frecuente y se manifiesta por
diversas razones. Sus causas son multifactoriales. Se destacan factores biológicos y
ambientales en la etiología de la condición. Estas son: lesión cerebral, anoxia durante el
nacimiento, uso y abuso de tabaco, alcohol y drogas ilícitas por la madre durante el
embarazo, niveles bajos de dopamina y norepinefrina en el cerebro, altos niveles de
plomo en el niño, ingesta de colorantes en las bebidas, dulces y alimentos, reducción del
volumen del lóbulo frontal en el cerebro y otros.

El Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales conocido como DSM-5


de 2013 establece unos criterios para su diagnóstico. Estos criterios corresponden con el
nombre del “Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad” (TDAH). Se destacan
tres áreas fundamentales: combinado, que incluye dificultad de atención, hiperactividad e
impulsividad; predominio de falta de atención y predominio de hiperactividad con
impulsividad. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que
aproximadamente el 11 % de los niños entre 4 y 17 años (6.4 millones) habían recibido un
diagnóstico del TDAH hasta el 2011. En Puerto Rico, el Dr. José Bauermeister y colegas
del Instituto de Investigación de Ciencias de la Conducta y del Centro Universitario de
Servicios y Estudios Psicológicos (CUSEP) de la Universidad de Puerto Rico publicaron
varias investigaciones relacionadas con el TDAH. Ellos destacan que hay una prevalencia
de 7.5 % en la población general de niños en Puerto Rico y 2.3 veces más frecuente en
varones. Los hallazgos de estas investigaciones son de muestras representativas de
niños y adolescentes de 4 a 17 años de edad (accede a la página
http://atenciondrbauer.com/el-tdah-en-puerto-rico/ aquí). Luego de estos datos generales
del TDAH, me enfocaré en el área de dificultad de atención en los estudiantes.

Características del estudiante con problemas de atención

A continuación, se presentan unas características del alumno que presenta problemas de


atención en la sala de clases y otros escenarios (DSM-5, 2013):

* No presta atención a detalles o actividades recreativas.

* Dificultad en mantener la atención en una conversación o lectura extensa.

* Comete errores en las tareas escolares.


* Se distrae con facilidad.

* Es descuidado con los trabajos escolares.

* Es desorganizado y tiene dificultad en seguir una secuencia en las tareas y las


actividades.

* Tiene problema en cumplir con el tiempo, llega tarde.

* No parece escuchar lo que se le dice.

* No sigue instrucciones.

* No cumple con las fechas estipuladas para los trabajos y las actividades.

* Evita realizar trabajos que requieren atención, tanto en la escuela como en el hogar.

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* Olvida sus obligaciones diarias.

* Pierde materiales escolares como: libros, lápices, libretas y otros.

* Se distrae con facilidad por algún estímulo externo.

Algunas estrategias

* Identifica las fortalezas del estudiante. Si el estudiante es bueno en las destrezas


espaciales visuales y estás explicando un ejercicio de matemáticas, presenta un diagrama
u organizador gráfico para explicar el concepto.

* Cierra una de las puertas del salón de clases para impedir que otros estudiantes sean
distractores del alumno.

* No sientes al estudiante cerca de las ventanas ni las puertas. Siéntalo estudiante cerca
de tu escritorio, a menos que sea un distractor para otros estudiantes.

* Ofrece instrucciones cortas y precisas.

* Trabaja durante la mañana con los trabajos más complejos para el estudiante.

* Usa organizadores gráficos para presentar el contenido de la clase.

* Subraya o sombrea las partes que deseas enfatizar en el trabajo.

* Distribuye un bosquejo de contenido para destacar las áreas que quieres impartir en la
sala de clases.

* Usa pruebas cortas en vez de extensas para lograr que el estudiante la termine.
* Recomienda que el estudiante tenga una libreta en la cual separe las materias. Es decir,
una sección para español, otra para matemáticas, otra para inglés y otras.

En fin, si nos organizamos y organizamos a nuestros niños, ayudamos a obtener un


balance en sus vidas, logramos que su proceso de aprendizaje no sea angustioso y que
sea más placentero.

La Dra. Nancy López es catedrática de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río


Piedras y autora del libro Desórdenes Emocionales o de Conducta: "Assessment",
Intervención y Praxis Educativa. También, del libro Autismo: ¿Espectro, Excepcionalidad
del Neurodesarrollo o Neurobioquímica?, junto al Dr. Jorge A. Maldonado y coautoras,
Debbie Vicente, Teresita Santiago y Yamaira Quiñones. Para información, escribe a
nlopez_speduc@yahoo.com.

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